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Revista mexicana de ciencias agrícolas

Print version ISSN 2007-0934

Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.5 n.4 Texcoco Jun./Aug. 2014

 

Artículo

 

Intensidad de raleo y calidad de fruto en durazno cv Baby Gold 8*

 

Thinning intensity and fruit quality in peach cv Baby Gold 8

 

Rafael Ángel Parra-Quezada1§, Juan Luis Jacobo-Cuellar2, Josefina Castro-Aguilar1 y José Juan Salmerón-Zamora1

 

1 Universidad Autónoma de Chihuahua, Av. Presa de la Amistad # 2015, Cuauhtémoc, Chihuahua. Tel. 614-238-2000. (jjsalme@yahoo.com). §Autor para correspondencia: parraquez@prodigy.net.mx.

2 Sierra de Chihuahua-INIFAP. Av. Hidalgo # 1213, Cuauhtémoc, Chihuahua. Tel. 625-582-3110. (jacobocuellarjl@yahoo.com.mx).

 

* Recibido: noviembre de 2013.
Aceptado: abril de 2014.

 

Resumen

Durante el 2010 se realizó el presente experimento de campo en un huerto de durazno de 5 años, con la variedad Baby Gold 8 injertada en Nemaguard, donde se ajustó, mediante raleo manual de fruto, una carga de 1 a 7 frutos por cm2 de área de la sección transversal de la rama (ASTR). El raleo se efectuó 45 días después de plena floración. Los resultados indicaron que a mayor carga de fruto el rendimiento aumenta y el tamaño del fruto disminuye. El ajuste de la carga de fruto en durazno permite programar el tamaño final del mismo. El mayor valor de la producción se obtiene al dejar entre 4 y 5 frutos por ASTR. La firmeza del fruto no se afecta con la carga del mismo, mientras que los sólidos solubles totales presentaron diferencias significativas. El mayor crecimiento vegetativo se presentó en la parte alta de la rama y en la parte baja, por efecto de sombreo, el crecimiento es menor.

Palabras clave: Prunus pérsica (L.) Batsch., rendimiento, tamaño de fruto, valor de la producción.

 

Abstract

In 2010 this field experiment was conducted in a peach orchard of 5 years, with the variety Baby Gold 8 grafted in Nemaguard where a load of 1-7 fruits per cm2 of the branch cross-sectional area (BCSA) was adjusted by manual fruit thinning. Thinning was done 45 days after full bloom. Results indicate that higher fruit loading increases yield and decreases the fruit size. The load adjustment in peach fruit allows to program the final size. The highest production value is obtained by leaving 4 to 5 fruits per BCSA. Fruit firmness is not affected by its load, while total soluble solids showed significant differences. The highest vegetative growth occurred in the upper branch and in the lower part, by the effect of shade, growth is lower.

Keywords: Prunus pérsica (L.) Batsch, yield, fruit size, production value.

 

Introducción

Los árboles frutales, incluyendo el durazno (Prunus pérsica (L.) Batsch.), anualmente producen suficientes flores, que eventualmente se convertirán en frutos y que es poco probable que el árbol los pueda mantener y que alcanzar tamaño comercial; bajo esta circunstancia, se hace necesario eliminar o ralear algunos de ellos, para que los que quedan puedan alcanzar un tamaño adecuado (mayor a 5 cm de diámetro ecuatorial) para el mercado (Reighard et al, 2006).

El objetivo del raleo de flores y fruto es maximizar el valor de la cosecha al obtener frutos más grandes, de mejor color, forma y calidad interna; así como disminuir la alternancia al promover un buen retorno de floración (Miranda-Jiménez y Royo-Díaz, 2002; Osborne y Robinson, 2008). Se ha sugerido como periodo para ralear plantaciones de durazno desde plena floración a endurecimiento del hueso (Osborne et al., 2005), y como tiempo óptimo en plena floración o inmediatamente después de ella (Grossman y DeJong, 1995). Con el raleo oportuno se reduce la competencia por carbohidratos entre los frutos que permanecen en el árbol, se dispondrá de mayores reservas para crecer, se promueve división y alargamiento celular y se asegura un tamaño comercial del fruto (Ben y DeJong, 2006).

La carga de fruto se expresa como número de frutos por área de la sección transversal del tronco, rama, o por volumen de copa del árbol (Stover et al, 2004). Con la reducción de carga de fruto se maximiza el tamaño final del fruto y, esa efectividad va disminuyendo a medida que se retrasa, contando a partir de plena floración (Osborne et al, 2005). Esto permite señalar que a medida que el fruto permanece más tiempo en el árbol, el efecto negativo será mayor en tamaño del fruto, crecimiento del árbol, diferenciación de yemas florales y potencial de producción para el próximo año (Byers, 1999; Byers y Marini 1994; Myers et al, 1996).

Cline et al. (2004) establecen que los dos factores más importantes del raleo en el peso del fruto son: a) la habilidad de reducir la carga del fruto, la cual afecta indirectamente el peso del mismo, reduciendo la competencia entre ellos; y b) el efecto directo en el crecimiento del fruto (Greene et al, 2001; Wilkins et al, 2004). Cuando el raleo se realiza durante el periodo de división celular, el tamaño del fruto se incrementa por mayor número de células, y por lo tanto le da mayor firmeza.

El mayor tamaño de fruto se relaciona de manera positiva con un incremento en área foliar por fruto y negativamente con un incremento en el número de frutos (Johnson y Handley, 1989).

Regulando la carga del fruto mediante raleo, se puede controlar la alternancia de producción, se obtiene producción anual consistente, mayor calidad del fruto y mejor valor comercial (Stover et al, 2004). Éstos factores han hecho del raleo de fruto una práctica rutinaria en manzana, pera y durazno, donde los productores reconocen que se incrementa el valor de la producción (Reginato et al., 2007).

El principal efecto fisiológico del raleo en durazno al realizarse de los 40-50 días después de plena floración (DDPF), está relacionado con la superficie foliar que existe en el árbol, así como por la competencia temprana por fotoasimilados entre los frutos. Variedades de durazno de maduración temprana deben ralearse en flor, ya que si esta práctica se realiza más tarde, el desarrollo del fruto se verá afectado, a diferencia de variedades de maduración intermedia o tardía, donde se puede ralear más tarde (Byers et al, 2002). El raleo temprano (de floración a dos semanas antes de endurecimiento del endocarpio) ha demostrado que reduce el número de frutos pequeños e incrementa el tamaño de fruto para el mercado en fresco (Coneva y Cline, 2006; Ojer et al, 2009). El raleo manual a los 45 DDPF es la práctica de manejo más común en manzano y durazno, y se utiliza para ajustar la carga de fruto o densidad de producción y se expresa como el número de frutos por cm2 de área de tronco o rama.

El objetivo del presente estudio fue conocer el efecto que tiene el número de frutos por cm2 de área de la sección transversal del tronco en rendimiento, calidad del fruto y desarrollo vegetativo del árbol.

 

Materiales y métodos

El presente trabajo se realizó durante el ciclo primavera-verano de 2010, en la región de Cuauhtémoc, Chihuahua, México, en un huerto comercial de durazno y en el laboratorio del Campo Experimental "Sierra de Chihuahua" del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), ubicado a 28° 25' latitud norte, 106° 52' longitud oeste y a 2 060 msnm. El clima de la zona se clasifica según Kóppen modificado por García (1981), como BS1 Kw(w)(e), que corresponde a un clima semi-seco templado con lluvias en verano, precipitación invernal menor del cinco por ciento, muy extremoso con oscilación anual de 15 °C, período libre de heladas de 208 días y una precipitación media anual de 45 0 mm, temperatura máxima de 39 °C y una mínima de -14.6 °C, humedad relativa de 65% y un promedio de 65 días de lluvia. El viento dominante es del suroeste.

Se utilizaron árboles de durazno cv Baby Gold 8 de 5 años, injertados en Nemaguard y conducidos en cuatro líderes o ramas orientadas a los cuatro puntos cardinales. En cada uno de los árboles se seleccionó una rama, considerando el área de la sección transversal de rama como variable para homogenizar el tamaño de las ramas. Los árboles fueron plantados a 5 x 4 m, con una densidad de 500 árboles por ha.

 

Diseño experimental y tratamientos

Los tratamientos aplicados fueron siete intensidades de raleo de fruto consistentes en 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7 frutos por cm2 de área de la sección transversal de la rama (ASTR), con 10 repeticiones, considerando una rama principal del árbol como unidad experimental, utilizando un diseño de bloques al azar. El aj uste de la carga se realizó manualmente mediante tres raleos consecutivos de los frutos más pequeños a partir de los 45 DDPF, periodo en el cual el fruto aún no iniciaba el endurecimiento del endocarpio.

 

Variables registradas

Se midió la circunferencia del tronco del árbol 30 cm arriba de la unión del injerto y en la rama se midió 20 cm después de la inserción al tronco del árbol, con el objetivo de utilizar árboles y ramas de vigor similar para la aplicación de las diferentes cargas de fruto; posteriormente, con la ecuación: A= (circunferencia)2/4n) se estimó el área de la sección transversal de la rama (ASTR). En la rama seleccionada, 45 días después de plena floración (DDPF) se contaron los frutos totales amarrados y se procedió a la remoción manual para dejar solo la carga requerida. En ramas de 20 cm2 de ASTR se dejaron, 20, 40, 60, 80, 100, 120 y 140 frutos que representaron 1, 2, 3, 4, 5, 6 y 7 frutos por cm2 de ASTR respectivamente.

Se realizaron tres cosechas parciales cuando el fruto presentó madurez comercial. En cada cosecha, se contaron y pesaron con bascula electrónica portátil (Sartorious modelo 435) los frutos por tratamiento. Posteriormente se seleccionaron 10 frutos de manera aleatoria y se determinó en el laboratorio del INIFAP diámetro polar y ecuatorial con vernier digital (SurtekMR modelo 122204), firmeza con penetrómetro manual con puntal de 11.1 mm de diámetro (WilsonMR modelo FT327) y sólidos solubles totales con refractómetro digital con compensación automática por temperatura (WilsonMR modelo BTX-1), reportándose en grados brix. El rendimiento total se obtuvo al sumar las tres cosechas parciales.

Para estimar el valor de la producción se multiplicó el rendimiento obtenido por rama, por las cuatro del árbol; posteriormente, con base en el tamaño del fruto (g) se designó el valor comercial para cada uno de ellos, desde 2.00 pesos por kg para los de 98 g, hasta 11.00 pesos por kg para los de 143 g.

El análisis de variables se hizo de acuerdo con el diseño empleado cuando la información cumplió con el supuesto de homogeneidad de varianzas con la prueba de Bartlet; cuando se determinó heterogeneidad de varianzas, se realizó la prueba no paramétrica de Mann-Whitney (Sprent y Smeeton, 2001).

 

Resultados y discusión

El número de frutos por centímetro cuadrado del área de la sección transversal de tronco o rama (ASTR) se utiliza para definir el número de frutos que se planea cosechar (Osborne et al., 2005). En este trabajo se determinó relación directa entre el número de frutos por ASTR y cosechados, con un coeficiente de determinación superior a 90% (Figura 1). El consumidor(a) de durazno en México es cada vez es más exigente en cuanto a tamaño, firmeza, color, dulzura y forma, por lo tanto, esta información permite programar, mediante raleo, manual, químico, mecánico o una combinación de ellos, el número de frutos que se desea dejar por árbol y el tamaño que se quiere obtener (Coneva y Cline, 2006).

El rendimiento por rama fue estadísticamente diferente entre los tratamientos de carga de fruto aplicados por ASTR. El menor valor mediano fue 5.6 kg y se obtuvo con un fruto por cm2 de ASTR, mientras que el mayor valor fue 19 kg y correspondió al tratamiento de seis frutos por cm2 de ASTR (Figura 2). El tratamiento con siete frutos produjo 18.5 kg. Los tratamientos con cinco y siete frutos fueron estadísticamente similares entre sí (Figura 2). Esta información concuerda con Cline et al. (2004) al indicar que hay relación entre carga de fruto y producción, donde la carga más baja produce frutos de mayor peso y a medida que la carga se incrementa, el tamaño del fruto disminuye; sin embargo es necesario considerar las demandas del mercado para programar el tamaño del fruto, ya que el objetivo final es obtener el mayor retorno posible y no siempre se dará con los mayores calibres, dado el precio en el mercado.

Con los resultados antes indicados se logró establecer una relación no lineal entre el número de frutos por cm2 deASTR y producción en kg de durazno por rama (Figura 3) de la siguiente forma:

Y= 4.6179 (número de frutos por centímetro cuadrado de ASTR)0.7646

Donde: Y = producción estimada

ASTR= área de la sección transversal de rama.

 

El coeficiente de determinación para la relación entre el número de frutos por área de la sección transversal de rama y producción (kg) de fruta por rama fue 81% y con base en una prueba de Ji cuadrada para bondad de ajuste entre valores observados y estimados con el modelo generado se determinó ajuste significativo con 95% de confianza.

Se detectó relación negativa entre peso promedio del fruto (g) y rendimiento por rama (kg), donde se observó que a medida que el rendimiento aumenta, el peso del fruto disminuye y estuvo en función de la carga del fruto establecida como tratamiento, donde los tratamientos 1 y 2 frutos por cm2 de ASTR presentaron los frutos de mayor peso con 143 y 142 g respectivamente, y con 7 frutos por cm2 deASTR se obtuvieron frutos de menor tamaño con 98 g (Figura 4). Esta información permite señalar que mediante el raleo se puede ajustar la carga para producir el tamaño del fruto que el mercado requiere y poder programar los calibres de mayor demanda y por lo tanto con mejor precio (Reighard et al., 2006).

En el Cuadro 1 se indican las características del fruto destacando diferencias significativas para diámetro polar, donde los tratamientos con uno y dos frutos por cm2 de ASTR fueron estadísticamente iguales entre sí, pero un fruto por cm2 de ASTR difirió del resto a partir de tres frutos. Se observa la tendencia esperada, donde a mayor carga de fruto, menor diámetro polar. Los tratamientos 1, 2, 3, y 4 frutos por centímetro cuadrado de área de rama fueron estadísticamente similares entre sí. El tratamiento con seis frutos es relevante porque no se detectaron diferencias con los primeros cuatro pero si con el de cinco frutos. El tratamiento con cinco frutos por centímetro cuadrado de área de rama fue estadísticamente similar a los tratamientos con 3, 6 y 7 frutos por centímetro cuadrado de área de rama (Cuadro 1).

El perímetro de fruto por tratamiento fue estadísticamente diferente, se observa que los de mayortamaño correspondieron a los tratamientos con 1 y 2 frutos por centímetro cuadrado de ASTR, le siguieron en orden de importancia los tratamientos con 4, 6 y 3 frutos, finalmente, los frutos de menor tamaño se observaron en los tratamientos 5 y 7 (Cuadro 1).

No se detectaron diferencias significativas en firmeza de fruto (Cuadro 1); pero si para Grados Brix, sin relación directa entre el número de frutos. Los tratamientos con 2 y 3 frutos por centímetro cuadrado de ASTR fueron los que tuvieron valores más altos con 10.6 y 11.3 grados respectivamente. Los tratamientos con 1, 2 y 4 fueron estadísticamente iguales entre sí y los tratamientos con 5, 6 y 7 frutos fueron los que presentaron los valores menores de grados Brix (Cuadro 1). Todos los parámetros de calidad interna del fruto están dentro de los estándares que fija la Norma Oficial Mexicana para la comercialización de fruto fresco de durazno, por lo tanto es factible programar, mediante raleo de fruto, la carga por árbol y el tamaño de fruto para abastecer un mercado en particular.

El valor de la producción en durazno de diferentes calibres indica que cuando se ralea dejando entre 4 y 6 frutos por cm2 de ASTR es donde se obtiene balance entre producción y tamaño de fruto para lograr mejores retornos (Figura 5). Sin embargo, se observa que con 5 frutos por cm2 de ASTR se obtiene menor valor de la producción, esto podría atribuirse a error de muestreo, ya que la tendencia, aplicando la ecuación de la Figura 3, indica que con 5 frutos el valor por ha es de 200 880.00 pesos. Esta información indica que mediante raleo, se puede programar el tamaño del fruto a cosechar y por lo tanto estimar el valor de la producción con base en los precios en el mercado, dependiendo del tamaño (Stover et al., 2001; Reginato et al, 2007; Ojer et al, 2009).

La producción nacional de durazno está concentrada en variedades de tipo criollo, de pulpa firme, amarilla, dulces y con frutos de medianos a pequeños donde el valor de la cosecha está influenciado por tres factores, variedad, tamaño del fruto y época de producción. La variedad puede ser de pulpa amarilla o blanca, de hueso pegado o despegado, de colores lisos o chapeados, redondos o puntiagudos, dulces, semidulces o subácidos (Pérez-González, 2011; Calderón-Zavala et al, 2011). El tamaño del fruto depende fundamentalmente del raleo, de la época en que se realice y la intensidad del mismo (Greene et al, 2001; Byers et al, 2002).

La época de producción está influenciada por la variedad, las cuales se clasifican como variedades de maduración temprana (< de 90 días), intermedia (90 a 120 días) y tardía (> de 120 días) (Fernández-Montes et al, 2011; Calderón-Zavala et al., 2011; Pérez-González, 2011).

Independientemente de la variedad, con raleo de fruto es posible elevar el valor de la producción ajustando la carga para obtener los calibres de mayor demanda en el mercado. Sin embargo se deben hacer más estudios para determinar la mejor época para realizar el raleo y ajustar la carga de fruto en las variedades cultivadas en la zona, dado que hay de maduración temprana (mayo-junio), intermedia (julio-agosto) y tardía (septiembre-octubre).

Para crecimiento vegetativo se detectaron diferencias significativas entre la parte baja, media y alta de la rama (Figura 6), donde se observa que hay efecto de sombreo en la parte baja del árbol (Figura 7) y el crecimiento vegetativo se ve afectado y, por consecuencia, la producción de fruto.

Esto indica que el durazno es una especie de altos requerimientos de luz y que se deben emplear sistemas de conducción y podas de invierno y verano para obtener equilibrio entre crecimiento vegetativo y reproductivo en toda la planta. Otro factor que influye en el sombreo de la parte inferior de la rama es la altura de la copa del árbol, la cual está determinada por la distancia de plantación y sistema de conducción (Robinson y Hoying, 2011).

En este caso en particular, el huerto se condujo en cuatro ramas formando una doble V en el sentido de la hilera, con 5 x 4 m de espaciamiento, donde la altura máxima no debe pasar de 3.5 m (multiplicar el ancho de la calle por 0.7), para permitir buena intercepción y distribución de luz al interior de la copa. Sin embargo, la altura de las ramas es de hasta 4.5 m, por lo tanto se debe realizar poda de despunte para permitir mayor entrada de luz a la parte baja del árbol y reactivar el crecimiento vegetativo y reproductivo del árbol en la parte más accesible para ralear y cosecha (Robinson y Hoying, 2011).

Cuando se compararon crecimientos vegetativos entre tratamientos y nivel de ubicación del crecimiento vegetativo, se detectaron diferencias significativas en brotes ubicados en la parte inferior de las ramas, donde hay mayor sombreo, con tendencia a mayor crecimiento del brote cuando se dejó un ruto por cm2 de ASTR y menor crecimiento cuando la carga del fruto aumenta, concordando con Johnson y Handley (1989), quienes indican que hay competencia entre crecimiento del brote y del fruto.

En el nivel medio del árbol solo hubo diferencias en el crecimiento vegetativo con siete frutos por centímetro cuadrado, el resto de tratamientos fueron estadísticamente iguales entre sí. El crecimiento vegetativo de brotes ubicados en la parte alta, fue estadísticamente igual entre tratamientos (Figura 8). Se asume que al momento de ajustar la carga de fruto, mediante el raleo, se aumenta el área foliar por fruto que se queda, y éste deberá presentar mayor tamaño y el crecimiento vegetativo debe ser mayor a carga baja y de menor crecimiento cuando la carga es alta (Stover et al, 2004; Reginato et al, 2007).

 

Conclusiones

El ajuste de la carga del fruto mediante el raleo (45 días después de plena floración) permite mayor crecimiento del fruto.

Se encontró que a mayor carga de fruto, el rendimiento aumenta, pero el tamaño del fruto disminuye.

El mayor valor de la producción (pesos por ha) se encontró al dejar de 4 a 5 frutos por cm2 de área de la sección transversal del tronco.

La posición del brote en la rama y la carga de fruto afectan el crecimiento vegetativo.

 

Literatura citada

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