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Revista mexicana de ciencias agrícolas

versión impresa ISSN 2007-0934

Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.4 no.3 Texcoco abr./may. 2013

 

Artículos

 

Nivel de adopción de tecnologías para la producción de jitomate en productores de pequeña escala en el estado de Oaxaca*

 

Level of technology adoption of small-scale tomato producers in the state of Oaxaca

 

Bersaín Ortiz Jiménez1, Leobardo Jiménez Sánchez1, Mariano Morales Guerra2, Anibal Quispe Limaylla1, Antonio Turrent Fernández3, Gilberto Rendón Sánchez1 y Roberto Rendón Medel4

 

1Colegio de Postgraduados-Campus Montecillo. Carretera México-Texcoco, km 36.5. 56230 Montecillo, Estado de México, México. (ljs@colpos.mx), (anibalq@colpos.mx), (grendonsaxa@hotmail.com).

2Campo Experimental Valles Centrales Melchor Ocampo No. 7 Col. Santo Domingo Barrio Bajo Villa de Etla. C.P. 68200, Oaxaca Oaxaca. (morales.mariano@inifap.gob.mx)

3Campo Experimental Valle de México, INIFAP. Carretera Los Reyes-Texcoco, km 13.5, A. P. 10, C. P. 56250. Coatlinchán, Texcoco, Estado de México. (aturrent37@yahoo.com.mx).

4Centro de Investigaciones Económicas, Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria y la Agricultura Mundial. Universidad Autónoma Chapingo. Carretera México-Texcoco, km 38.5. Texcoco Estado de México, México. C. P. 56230. (rendon.roberto@ciestaam.edu.mx). §Autor para correspondencia: beroj30@hotmail.com.

 

* Recibido: julio de 2012
Aceptado: marzo de 2013

 

Resumen

El objetivo de la investigación realizada fue determinar el nivel de adopción de las tecnologías en la producción de jitomate (Lycopersicon Esculentum) en invernadero y el impacto en la productividad del cultivo. La escuela de campo fue el método para transferir tecnología, las sesiones de las escuelas de campo se realizaron en la parcela de los propios productores. La selección de los productores se hizo de manera dirigida. De 71 recomendaciones tecnológicas divulgadas a través de la metodología de las escuelas de campo, los productores de jitomate adoptaron 46%. Esto implicó mejores rendimientos en la producción de jitomate y mejoró los ingresos familiares.

Palabras clave: jitomate (Lycopersicon esculentum) en invernadero, adopción de tecnología, rentabilidad.

 

Abstract

The aim of this research was to determine the level of adoption of technologies in the greenhouse production of tomato (Lycopersicon esculentum) and the impact on crop productivity. The transfer of technology was done through a farmer field school; the school sessions took place in the plots of the producers themselves. A directed selection method was used to choose the producers that attended the schools. Of 71 technology recommendations divulged through the farmer field schools, tomato growers adopted 46%. This meant better yields in the production of tomatoes and improved household incomes.

Key words: greenhouse tomato (Lycopersicon esculentum), technology adoption, profitability.

 

Introducción

El desarrollo del sector rural en México ha sido materia de las políticas agrícolas para generar empleo, mejorar productividad por hectárea y elevar el nivel de vida de las familias. Desde la década de los años 40's se han planeado programas de desarrollo regional, (Miller, 1976; Comisión de agricultura, 1996; OCDE, 1997; Barkin et al, 1982; PESA, 2006; Herrera, 2009). Estos con fines de aprovechar los recursos naturales, mejorar la productividad del campo y reducir la pobreza de la población rural en las regiones del país. Sin embargo, aspectos como la pobreza prevalecen y se incrementan (Comisión de Agricultura, 1996; Cumbre del milenio de la ONU, 2000 citado por Belik, 2004; FAO, 2006).

En la actualidad se continúan promoviendo prioridades de desarrollo rural como: seguridad alimentaria, combate a la pobreza y conservación de los recursos naturales. Uno de estos ha sido el Programa Estratégico para la Seguridad Alimentaria (PESA) que orientó sus programas en el manejo de agua, producción y diversificación de cultivo. En México PESA se incorporó como un proyecto de la SAGARPA, con el apoyo técnico de la FAO (FAO, 2006); el programa se centró en el desarrollo humano, fomento a la producción y el aumento de ingresos.

En la estrategia operativa intervinieron: el grupo PESA, la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) y las comunidades rurales. Los recursos destinados al PESA provenían del gobierno Federal a través del Programa de Adquisición de Activo y el programa PESA-Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF). Además PESA, tenía relación complementaria con programas del gobierno, cuya finalidad era impactar en la población vulnerable de alta y muy alta marginación para elevar la calidad de vida. PESA inicia operación en México en el año 2006 y dio atención a los hogares en aspectos de: traspatio, hogar, salud, la milpa, diversificación productiva y cadenas productivas, sobresaliendo los invernaderos de jitomate para generar ingresos.

La infraestructura del programa fue subsidiada por el gobierno; en un principio la incorporación del cultivo de jitomate en invernadero, según opinión de los productores fue un sistema agrícola novedoso, que a través del tiempo presentó las siguientes desventajas: dependencia y escasa presencia de técnicos para asesorar a todos los invernaderos de la región, deficiente manejo del cultivo, productores con invernaderos dispersos en el territorio de los municipios, proveedores de insumos alejados, mercado local y venta del producto casa por casa.

En el año 2010, el PESA y la Agencia de Desarrollo Rural (ADR) dejaron de operar en estas comunidades y retiraron las asesorías de los técnicos. Por esa fecha se inició el proyecto de investigación "innovación para el desarrollo económico y social del sector productivo rural en la región sur sureste de México", realizado por el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP), Valles Centrales, Oaxaca y financiada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT).

La finalidad fue aprovechar la infraestructura productiva e incrementar la innovación tecnológica en el sector social y económico de estas comunidades. Se promovió un paquete de innovaciones tecnológicas generadas en el Campo Experimental Valles Centrales y se realizó la transferencia de la tecnología a través del modelo de las escuelas de campo, a productores- promotores de estas comunidades. Los cuales representan a familias campesinas que viven en municipios de alta y muy alta marginación que tienen potencial productivo, están organizados y existe infraestructura poco aprovechable que pueden ser generadores de innovación. En el mes de enero de 2010, responsables del INIFAP, realizan los acuerdos para operar el proyecto con las autoridades y productores de Santo Domingo Teojomulco y San Jacinto Tlacotepec en el estado de Oaxaca.

 

Tecnología en la producción de jitomate antes del proceso de las escuelas de campo

El proyecto del INIFAP- CONACyT, consideró las siguientes etapas: el análisis contextual y línea base, el diseño de alternativas, la adecuación del modelo a aplicar, la aplicación del modelo de capacitación, coordinación -seguimiento y la documentación. A partir de la línea base se realizó un diagnóstico para diseñar las alternativas o componentes tecnológicos para aplicar a través del método de las escuelas de campo. En general se observó que en la tecnología de producción que utilizaban sobresalieron algunas actividades como: arreglo agronómico, tutoreo, fertirrigación y protección:

En protección más de 50% de los productores cumplían con los intervalos de seguridad de los agroquímicos, sin embargo pocos productores utilizaban overol, lentes, botas y guantes.

Los productores realizaban la fertirrigación de diferentes maneras.

Las enfermedades más comunes para los productores fueron: el tizón tardío (Phytophtora infestans) y la cenicilla (Sphaerotheca pannosa).

El uso de los productos fitosanitarios utilizados por los productores fue bajo, inclusive 20% no recordaban los nombres.

Las plagas más comunes en los invernaderos de los productores fueron el gusano trozador (Spodoptera sp.) y la mosquita blanca (Trialeurodes vaporariorum y Bemisia tabaci).

La poda, y el tutoreo la mayoría de los productores las realizaban, pero polinizaban a las 9 am.

Bajo porcentaje de productores manejó productos nutricionales.

Bajo porcentaje de productores manejó productos fitosanitarios para el combate de enfermedades.

El material más utilizado fue el híbrido Sun7705.

Otras observaciones realizadas antes de que iniciara el proceso de la escuela- invernadero fueron: lavado de manos con agua y cloro al entrar al invernadero y lavado de sus herramientas para prevenir enfermedades. En el uso de productos fitosanitario y nutricionales, y otros manejos del cultivo de jitomate fueron bajos, en este tipo de actividades los productores dependían de la asistencia técnica de los PSP.

En general se observó desconocimiento y deficiencia en el manejos del cultivo de jitomate, hicieron falta actividades de selección de variedad, desinfección del suelo e invernadero, producción y manejo de plántulas, poda adecuada, hora de polinización adecuada, análisis del agua y determinación de los nutrientes necesarios, riegos calendarizados, control de plagas y enfermedades, seguridad personal, inocuidad y otros; situación que impacta en la eficiencia y la producción.

Las actividades fueron son realizadas por los integrantes de la unidad familiar. La unidad familiar (UF), representa la forma básica de la reproducción social y productiva de las comunidades rurales. Para Teves et al. (1997) la UF tiene tres componentes, social, espacial y económica. Las unidades familiares en estudio se organizan para la producción y administración de la tierra con todas las actividades referentes al cultivo de café cereza, frijol, maíz, piña, garbanzo y mamey.

El maíz que es un cultivo milenario practicado por nuestros antepasados (Mangelsdorf y Smith citado por Wellhausen, 1951; Bautista, 2009), es utilizado para el autoconsumo al igual que el frijol, la producción en la región de estos cultivos en los últimos años ha sido desfavorable (SIAP, 2009). La unidad familia incorporó la producción de jitomate en invernadero como un sistema complementario para generar ingresos, además tiene la función de aumentar la producción por unidad de superficie e incrementar la calidad de la producción (Sandoval, 2006).

Chayanov (1974), señala que dos sistemas que desempeña la unidad familiar son diferenciados ideológica y económicamente o como dos formas de organización social. La primera, la milpa tradicional de trabajo familiar, no esta determinada para obtener ganancias netas elevadas, sino para atender las necesidades de las familias. El segundo sistema es el de la producción comercial donde prevalece la inversión, ahorro y división del trabajo. Las unidades familiares en estudio presentan esta dualidad en su sistema agrícola, en los años del presente trabajo con ambos sistemas se ha mantenido la continuidad, se produce el maíz para el consumo y los invernaderos persisten.

Para Marx (1982), la economía campesina, por definición e s una economía mercantil: el campesino vende para comprar. La circulación simple de mercancías, o sea M (mercancías)-D (dinero)- M (mercancías), tiene como fin la satisfacción de necesidades. Para Wolf (1980), el campesino vende y cubre sus necesidades cotidianas y para mantener su status establecido. Margulis (1979), señala que la economía campesina se encuentra inmersa en una economía capitalista con ciertas características diferenciadas.

La milpa mantiene sus características productivas tradicionales, la producción de jitomate en invernadero requiere inversión, mano de obra e insumos comerciables. Además requiere de conocimientos tecnológicos que generen eficiencia y rentabilidad, aunado a la diversificación productiva y el acceso a los mercados. Nilo et al. (1998) señala que la tecnología se introduce para crear más ganancias, aumentar la productividad, y ser funcional económica, social y ambientalmente en el contexto local; Marx (1984), menciona que la tecnología induce desarrollo y progreso; Schumpeter (1978), considera a la tecnología como aquella que produce cambios dinámicos de una economía; la CEPAL (2002), relaciona a la tecnología con el progreso y las asimetrías del sistema económico internacional. La OCDE (1994), citado por Aranda et al. (2010), señala que la innovación tecnológica es una idea, producto, procedimiento nuevo o mejorado.

La tecnología propuesta para la producción de jitomate en este estadío se desarrolló en el INIFAP, Campo Experimental Valles Centrales del estado de Oaxaca. Posteriormente, investigadores validan y transfieren la tecnología a los productores a través de la metodología de las escuelas de campo. Habit (1982), señala que la transferencia de tecnología es una actividad educativa interrelacionada, mediante el proceso de aprender-haciendo, la discusión y el diálogo, donde agricultores, campesinos, extensionistas, técnicos e investigadores aporten sus experiencias, puntos de vista y conocimientos científicos y prácticos, aprendiendo unos de otros, en el análisis conjunto de situaciones y problemas.

La metodología de las escuelas de campo, valora las actividades mentales y prácticas socioculturales del aprendiz. Desarrolla un pensamiento crítico, activo y vivencial del productor. La adopción de tecnología se inicia cuando los productores incorporan la nueva tecnología o conocimientos en sus parcelas. Sin embargo, el fenómeno de transmisión de conocimientos (enseñanza-aprendizaje), es complejo para productores adultos y con bajos niveles de educación.

Para reactivar la economía de los productores de pequeña escala es necesario trascender en la productividad de otros sistemas agrícolas comerciales como lo es la agricultura protegida. Al respecto, la agricultura protegida, en los últimos años ha tenido importancia, principalmente por la implementación de ésta en los sectores rurales rezagados. En el caso del estado de Oaxaca la superficie de jitomate fue aproximadamente de 797 hectáreas, con rendimientos promedios de 18 t ha-1, mientras que en Sinaloa se obtienen 42 t ha-1 (SAGARPA, 2004 citado por Rodríguez et al, 2006).

La situación actual de las comunidades rurales se encuentra enmarcada en el proceso de la globalización, que repercute de manera directa tanto en la producción y el consumo de los productores en pequeña escala y que se dedican a la milpa de autoconsumo. Los productores de la presente investigación se dedican al sector primario, siembran milpa tradicional de autoconsumo y presentan ciertas características de pobreza. En ambos municipios, 44.6% de la población de 15 años y más es analfabeta (INEGI, 2010). La CONEVAL (2010), señala que en México en los últimos años se ha incrementado la pobreza (de 44% en 2008 a 46% en 2010) y en el estado de Oaxaca la pobreza se incrementó, principalmente en las comunidades rurales.

Con el programa PESA, los productores de milpa de las comunidades rurales, por el interés de obtener ingresos y mejores niveles de vida, utilizaron estrategias en el manejo del cultivo de jitomate en invernadero, sistema en el que se hace uso excesivo de nutrientes, químicos (para el control de plagas y enfermedades), agua e intenso manejo humano de la planta de jitomate. Los productores en pequeña escala que producen maíz de temporal con métodos tradicionales, y que incorporan la producción jitomate en invernadero, con su participación en las escuelas de campo incrementan su capacidad de aprendizaje. La escuela de campo se desarrolla en la parcela de los propios productores, en el cual, se aprende y se experimenta con la tecnología, el productor práctica lo aprendido, pregunta y aclara las dudas. Se exponen experiencias vividas entre técnicos y productores o entre los productores.

Se asume como hipótesis que el método de las escuelas de campo favorece para que los productores en pequeña escala adopten más de 50% de las tecnológicas en la producción de esta hortaliza de jitomate, que les permita incrementar la rentabilidad del cultivo.

El objetivo de la investigación fue determinar el nivel de adopción de innovación tecnológica y la rentabilidad en el cultivo jitomate en invernadero en pequeños productores de comunidades rurales de Santo Domingo Teojomulco y San Jacinto Tlacotepec.

 

Métodos y técnicas de investigación

La selección de los productores se hizo de manera dirigida. La población objeto del presente estudio son productores-promotores rurales de dos municipios del distrito de Sola de Vega en el Estado de Oaxaca: Santo Domingo Teojomulco y San Jacinto Tlacotepec (Figura 1). Participaron 32 unidades familiares que cultivan milpa y realizan otras actividades de traspatio, estas trabajaron 18 invernaderos de producción de jitomate. La encuesta por muestreo fue la técnica para obtener datos de los productores.

El método para obtener los grados de innovación tecnológica se realizó a través de dos fases: en la primera se elaboró la base de datos de 71 recomendaciones con 7 códigos, los cuales se recodificaron quedando dos: 0= no utilizó, 1=utilizó; en la segunda fase se realizó la reducción de datos con el tratamiento del análisis factorial, se evaluaron las 71 recomendaciones con el coeficiente Kaiser-Meyer-Olkin (KMO) (coeficiente de consistencia interna) y la prueba de esfericidad de Bartlett (SPSS, 1999). En general se obtuvieron 12 variables latentes -las variables latentes o variables subyacentes o factores obtenidos a través del análisis factorial, explican la configuración de las correlaciones dentro de un conjunto de variables observadas (Manual de SPSS, 1999)- con sus respectivos índices, los cuales se estratificaron a través del método de estratificación de Dalenius-Hoges (Dalenius 1957, citado por Parada et al., 2004). La productividad se evaluó através del análisis de costos, se obtuvo el beneficio-costo, valores mayores de la unidad miden mayores ganancias y valores menores de la unidad serán pérdidas que el productor obtiene al invertir en el sistema. Los investigadores(as) del INIFAP, realizaron 10 sesiones, cinco en cada escuela- invernadero.

 

Resultados

Adopción de innovación tecnológica después del proceso de las escuelas de campo

Durante el proceso de las escuelas de campo, se observó lo siguiente: 4 ó 5 productores que habían terminado el ciclo productivo de jitomate, iniciaron con recomendación de desinfección de invernaderos, posteriormente fueron incorporando otras tecnologías que se iban practicando en la escuela - invernadero. En la Figura 2, se ilustran las categorías y las recomendaciones de los componentes tecnológicos que adoptaron los productores, se observa que las recomendaciones de innovaciones tecnológicas fueron adoptadas por los productores en un rango de 44% a 90%.

Las escuelas de campo propiciaron una mayor apropiación de conocimientos y fortalecimiento la tecnología conocida por los productores. Se divulgaron 12 categorías y sus recomendaciones necesarias para producir jitomate en invernadero, es decir los productores conocieron y practicaron más componentes tecnológicos en las escuelas de campo.

Las recomendaciones tecnológicas sobre el manejo de nutrientes, enfermedades y plagas son prioritarios, en estas categorías, las recomendaciones fueron poco adoptadas, principalmente por que los productores no recuerdan nombre de los productos y el cálculo de la dosis que deben utilizar.

En general, el proceso enseñanza - aprendizaje también se fortaleció con la comunicación e intervención de técnicos, otros productores y familiares participantes que están aplicando la tecnología (principio de las escuelas de campo).

 

Índice de adopción de innovación tecnológica (InAI).

El incide de adopción de innovación tecnología es un factor que dinamiza la economía de los productores. Es un medio para logra eficiencia productivas; sin embargo, el implemento de la tecnología depende de las condiciones psicosociales y económicas de los productores, razón por la cual, muchos productores que se encuestaron en la línea base y fueron invitados a participar en las escuelas de campo, no asistieron.

En la tesis de investigación se evaluó el índice de adopción de innovación de tecnología en 12 categorías o variables latentes: variedad, desinfección del suelo, producción de plántulas, desinfección y siembra en charolas, riegos en las charolas, prevención de enfermedades en la charola, trasplante, tutoreo, poda, monitoreo nutricional, polinización, control de plagas, enfermedades, pudrición apical, seguridad, cosecha. Para esto se seleccionaron productores que se les aplicó la encuesta de la línea base y que participaron en las escuelas de campo.

En la Figura 3, se aprecia que los productores seleccionados incrementaron en promedio de 18% a 71% el índice de adopción de innovación tecnológica. Inclusive se identifican productores que iniciaron en la producción de jitomate y que aplicaron en más de 50% los conocimientos tecnológicos (ER17, ER19, ER, 66, ER25, ER03 y ER06).

Se concluye que los productores participantes en las escuelas de campo cuadriplicaron el nivel de conocimientos sobre la tecnología de producción de jitomate en invernadero.

 

Productividad en el cultivo de jitomate

Los productores trabajaron una superficie de 13 060 m2 de invernadero. El rendimiento de jitomate para los 18 invernaderos de los productores participante fue en promedio de 12 kilogramos por metro cuadrado (Figura 4). El valor total de la producción de jitomate fue en promedio de $ 84.00 pesos por metro cuadrado. El costo promedio de la infraestructura de un invernadero fue de $350 000.00 pesos. El costo promedio del terreno donde se establecieron los invernaderos fue de $83 500.00 pesos. El precio de venta de jitomate por kilogramos se ubicó entre $7.00 y $8.00 pesos. El 99% de la producción se destinó para las ventas y el resto se destinó para el consumo del hogar. Se utilizaron en promedio 59 jornales y 96% fue mano de obra familiar. El 54% de la inversión se realizó en agroquímicos.

En general las ganancias netas se incrementan y la relación beneficio - costo es rentable en 50% de los invernaderos (ER 34, ER35, ER55, ER56, ER57, ER101, ER102, ER94). El resto de las unidades familiares tuvieron beneficio-costo no rentable (valores entre 0.5 y 0.8). Es importante mencionar que los cálculos para obtener el ingreso neto y el beneficio-costo, se realizaron sin considerar los costos de la infraestructura, las depreciaciones y el valor de la mano de obra familiar.

 

Discusión

Los productores participantes adoptaron 46% de las recomendaciones tecnológicas. Se puede afirma que a mayor índice de adopción de innovación tecnológica, se incrementa la rentabilidad de la producción de jitomate. En la adopción de innovación tecnológica influyen factores sociales y económicos ya que de 58 productores que se involucraron en la metodológica de las escuelas de campo, 50% de ellos le dio seguimiento, los cuales fortalecieron su participación trabajando en grupos o entre familias.

El promedio de superficie de los invernaderos de los productores sujetos del estudio fue de 750 m2 y el promedio fue 12 kilogramos por metro cuadrado. Estos datos son comparables con otros productores del medio rural del país, ya que el análisis realizado por la Consultoría GAM (2010), señala que invernaderos de superficies promedio de 1 021 m2 obtienen rendimientos de 16 kilogramos por m2, y en relación con el ingreso, de 18 invernaderos en estudio, 12 superaron los ingresos de los invernaderos de mayor tecnología estudiados por grupo GAM consultoria, (2010).

El rendimiento promedio de los 18 invernaderos se incrementó de 5.34 kg/m2 a 12 kg/m2. Los jornales disminuyeron de 91 jornales a 59 jornales. Es importante mencionar que los productores participantes en las escuelas de campo, administraron sus jornales: 59 jornales en la producción de jitomate y 37 jornales en milpa.

La prueba de especifidad de Bartlett y la medida de adecuación de la muestra (MSA) de Kaiser- Meyer- Olkin dio resultados para establecer 12 variables latentes, estas variables fueron homogéneas a las encontradas en la línea base. Nueve variables determinadas tienen en promedio un valor mínimo aceptable de KMO ≥ 0.5. La mayoría de los valores de Chi Cuadrado para todas las variables fueron significativos (p≤ 0.05); excepto el caso del componente polinización que se le integró la recomendaciones de plagas y donde el resultado no fue aceptable.

En ambos municipios 75% de los productores se dedican al sector primario y 13% al sector secundario (comercio), por lo tanto, los productores rurales que cultivan jitomate en invernadero obtienen ingresos que antes no tenían. Estos ingresos mantienen la continuidad de la producción de jitomate en invernadero para la venta y consumo familiar. De la producción de jitomate en invernadero los productores destinan 122 gramos/persona/día, de 100 gramos/persona/ día que establece la FAO.

Los productores además de producir jitomate en invernadero cultivan la milpa de donde obtienen el maíz que abastece el consumo familiar (destinan 577 gramos/persona/día de 500 gramos/persona/día que establece la FAO).Además el maíz es suficiente para el consumo de los animales de traspatio. En el caso de la producción de frijol que también es un producto de primera necesidad no es suficiente, los productores destinaron 65 gramos/persona/día, de 100 gramos/persona/ día que establece la FAO. En menores cantidades producen café, chile y calabaza.

Más de 80% de los productores manejaron productos fitosanitarios para el control de maíz y de jitomate.

 

Conclusiones

El porcentaje de explicación de la varianza de los componentes para cada una de las 12 variables latentes establecidas osciló entre 50% y 83%. En general el conjunto de innovaciones tecnológicas o ideas, fortalecieron e incrementaron los conocimientos de los productores, a través de la metodología de las escuelas de campo a corto plazo, sobresalieron 80% de las categorías y 46% de las recomendaciones. Los resultados muestran que el método de las escuelas de campo favoreció a la adopción de la tecnología divulgada e influyó en el incremento de la producción de jitomate. Hace falta fortalecer la tecnología en nutrición y en el uso de productos fitosanitarios para el control de plagas y enfermedades.

Los productores de pequeña escala con actividades de tipo comercial y con limitante sociales y económicas, demuestran que son capaces producir para el mercado y de generar auto-dependencia que asegure la alimentación y el manejo técnicas de diversificación productiva que impacte en el autoconsumo, mercado local y regional, con el apoyo de programas gubernamentales y la participación de instituciones de investigación. Como se observa en los resultados, las personas del medio rural están interesadas no sólo en el cultivo de auto consumo, sino en conocimientos de tecnologías que propicien el acceso a los mercados para vender algo y que les permita tener ingresos necesarios. La dinámica es mantener la vida de los integrantes de la familia y el control de otros productos comerciales, aunado al aprovechamiento del turismo, atracciones naturales, folklor y otros proyectos productivos rentables, son nuevas ideas que apoyarían el desarrollo rural y el bienestar.

 

Literatura citada

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