SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.4 número2Determinación de las tasas de ventilación natural en un invernadero mediante modelos teóricos y gases trazadoresMicorriza arbuscular en sorgo bajo diferente manejo agrotecnológico y ambiental índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista mexicana de ciencias agrícolas

versión impresa ISSN 2007-0934

Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.4 no.2 Texcoco feb./mar. 2013

 

Artículos

 

Hongos silvestres con potencial nutricional, medicinal y biotecnológico comercializados en Valles Centrales, Oaxaca*

 

Wild mushrooms with nutritional, medicinal and biotech potential marketed in Central Valleys, Oaxaca

 

Mario Jiménez Ruiz1, Jesús Pérez-Moreno, Juan J. Almaraz-Suárez1 y Margarita Torres-Aquino2

 

1Microbiología y Edafología, Colegio de Postgraduados, Campus Montecillo. Carretera México-Texcoco, Km 36.5, Montecillo, Texcoco, Estado de México. C. P. 56230. Tel: 95 202 00 Ext.1280 y 1269. (marbora_86@hotmail.com), jalmaraz@colpos.mx). §Autor para correspondencia: jperezm@colpos.mx.

2Colegio de Postgraduados, Campus San Luis Potosí. Agustín de Iturbide N° 73, Salinas de Hidalgo, Salinas, S. L. P. México. C. P. 78600. Tel. (496) 96 302 40 Ext. 4029.

 

* Recibido: mayo de 2012
Aceptado: febrero de 2013

 

Resumen

Los hongos comestibles silvestres son un recurso forestal no maderable que ha sido utilizado desde épocas prehispánicas en México por su alto contenido nutrimental y sus propiedades medicinales. México constituye un importante reservorio de dichos hongos a nivel mundial. En el presente trabajo, se identificaron las especies de hongos comestibles silvestres comercializados en dos mercados de Valles Centrales de Oaxaca durante 2009 y 2010. Se realizaron encuestas a las personas recolectoras sobre el conocimiento tradicional de los hongos comercializados. Se identificaron 20 especies de hongos comestibles adscritos a 12 géneros. Se determinó que dichas especies de hongos tienen diferentes usos, tales como: i) potencial de exportación; ii) nutricional, con alto contenido de proteínas y aminoácidos; iii) propiedades medicinales como antioxidantes, anticancerígenos, antibióticos y antitumorales; y iv) potencial biotecnológico para la producción de bioinoculantes útiles en especies forestales de México. Por esta razón, los hongos comestibles silvestres colectados en mercados de Valles Centrales pueden ser utilizados íntegramente en modelos de desarrollo sustentable en las comunidades rurales de Oaxaca.

Palabras clave: alimento no convencional, etnomicología, ectomicorrizas, potencial de exportación, sustentabilidad.

 

Abstract

The edible wild mushrooms are a non-timber forest resource that has been used since pre-Hispanic times in Mexico for its high nutritional and medicinal properties. Mexico is a major reservoir of such mushrooms worldwide. In the present paper, it was identified the species of wild edible mushrooms sold in two markets of Central Valleys, Oaxaca during 2009 and 2010. Were surveyed the people collecting traditional knowledge of mushrooms marketed. 20 species of edible mushrooms were identifie d, ascribed to 1 2 genera. It was determined that these species of mushrooms have different uses, such as: i) export potential; ii) nutritional, high in protein and amino acids; iii) medicinal properties as antioxidant, anticancer, antibiotics and antitumor; and iv) biotechnological potential to produce bio inoculants, useful in forest species in Mexico. For this reason, wild edible mushrooms collected in Central Valley markets can be used fully in sustainable development models in rural communities of Oaxaca.

Key words: non-conventional food, ethnomicology, ectomycorrhiza, exports potential, sustainability.

 

Introducción

En México existe una alta diversidad de especies fúngicas debido a que el país se ubica entre dos importantes regiones biogeográficas: el Neotrópico y Neártico. En el territorio mexicano existen bosques templados de gimnospermas y angiospermas, los cuales favorecen el desarrollo de alrededor de 200 000 especies de hongos (Guzmán, 2008a). Se ha estimado que en México existen más de 300 especies de hongos silvestres comestibles (Boa, 2004). Los hongos han sido utilizados como alimento y medicina tradicional desde épocas prehispánicas e incorporados en la dieta de diversos grupos étnicos (Guzmán, 2008b). Los hongos comestibles poseen altos contenidos de proteínas, carbohidratos y vitaminas, y bajos en grasas (Colak et al, 2009). Actualmente, el interés de los hongos comestibles ha crecido significadamente debido a que han demostrado propiedades nutrimentales y medicinales que han sido utilizadas en tratamientos terapéuticos (Barros et al, 2008).

En México se conocen alrededor de 70 especies de hongos que han sido utilizadas en prácticas de medicina tradicional para el tratamiento de 40 tipos de problemas de salud humana (Guzmán, 2008a). Adicionalmente, los hongos comestibles silvestres son considerados un recurso forestal no maderable ya que contribuyen a la conservación de bosques, y forman parte de la estructura y funcionamiento de los mismos, estando entonces vinculados a la prestación de servicios forestales, tales como: recreación, captura de agua y carbono, conservación de la biodiversidad y ecoturismo (Pilz y Molina, 2002).

Diversos estudios realizados en Oaxaca, sobre hongos comestibles silvestres se han basado en venta, consumo y conocimiento tradicional (Ruan-Soto et al., 2004; Zamora-Martínez y Pascual-Pola, 2004; Garibay-Orijel et al, 2006, 2009). Sin embargo, pocos son los trabajos realizados en el estado de Oaxaca sobre la importancia de los hongos comestibles silvestres en la medicina moderna y su potencial biotecnológico a través de la producción de bioinoculantes de árboles forestales. Por ello, el objetivo de este trabajo fue identificar especies de hongos comestibles silvestres comercializados en dos mercados de Valles Centrales de Oaxaca con potencial medicinal, económico y biotecnológico, como preámbulo del uso de un recurso forestal no maderable que puede incorporarse en el desarrollo sustentable en las comunidades rurales de Oaxaca.

 

Materiales y métodos

Área de estudio

La región de Valles Centrales se encuentra en el centro del estado de Oaxaca, México entre los 17° 36' a 16° 36' latitud norte y 97° 15' a 96° 00' longitud norte (Figura 1). En la región existen diversos tipos de vegetación como: bosque tropical caducifolio, matorral xerófilo, bosques de Quercus, bosques de Pinus y bosques de Pinus-Quercus (Torres, 2004).

En las montañas de región de Valles Centrales predominan: Pinus douglasiana, P. herrerai, P. lawsoni. P. oaxacana, P. teocote, Quercus castanea, Q. crassifolia, Q. lawsoni, Q. magnoliifolia, Q. rugosa y Alnus spp. (Flores y Manzanero, 1999). La región de la Sierra Norte de donde provienen la mayoría de los hongos comestibles silvestres comercializados se localiza entre 17° 48'a 16° 54' latitud norte y 96° 36'a 95° 15' longitud oeste al norte de Valles Centrales en el estado de Oaxaca (Figura 1). La Sierra Norte de Oaxaca presenta bosque mesofilo de montaña, bosques caducifolios, bosque de Pinus, bosque de Quercus y bosque de Pinus-Quercus (Torres, 2004). Las especies de pinos presentes son: Pinus oaxacana, P. ayacahuite, P. douglasiana, P. hartwegii, P. leiophylla, P. michoacana, P. montezumae, P. oocarpa, P. patula, P. pseudostrobus y P. teocote. Estas especies están acompañadas de otras como: Quercus castanea, Q. crassifolia, Q. elliptica, Q. glaucescens, Q. laurina, Q. magnoliifolia, Q. obtusata, Abies oaxacana, A. guatemalensis, A. hickeli y A. cupressulindleyi (Flores y Manzanero, 1999).

 

Compra de hongos

Se realizaron visitas a dos mercados de la región de los Valles Centrales de Oaxaca con la finalidad de conseguir y obtener información sobre los hongos comestibles comercializados en dicha región. Los mercados explorados fueron: i) la Central de Abastos en la ciudad de Oaxaca de Juárez; y ii) el mercado regional del Municipio de Tlacolula de Matamoros. Los hongos obtenidos en la Central de Abastos provenían del municipio de Santiago de Etla e Ixtlán de Juárez, mientras que los adquiridos en el mercado regional del municipio de Tlacolula de Matamoros provenían del municipio de San Antonio Cuayimoloyas (Figura 1). En total se realizaron 8 visitas en 2009 a 2010. Los mercados fueron visitados en temporada de lluvias en los meses de julio a septiembre.

El mercado de la Central de Abastos se visitó en los días de tianguis (martes y viernes), mientras, que el mercado de Tlacolula se visitó los días de plaza (domingo). En los puestos donde se comercializaban los hongos comestibles, se realizaron encuestas a las personas que vendían los hongos. Se efectuaron preguntas relacionadas con: i) los nombres comunes de los hongos; ii) sus conocimientos fenológicos; iii) sus conocimientos ecológicos; iv) sus conocimientos económicos de los hongos comercializados; y v) usos de los hongos comestibles siguiendo los criterios de Ruan-Soto et al. (2004).

 

Determinación taxonómica y de potencial de usos

Se tomaron fotografías tanto en los mercados estudiados como a los especímenes frescos posterior a su compra. Asimismo, se tomaron datos de las características morfológicas de los especímenes adquiridos. Posterior a su caracterización macromorfológica, se efectuó una caracterización micromorfológica, siguiendo los métodos de Largent (1973) y Largent et al. (1977) para la identificación de los hongos.

Para la determinación del carácter ectomicorrízico de las especies, se siguieron los criterios considerados por Rinaldi et al. (2008) y para ubicar el potencial medicinal de las especies se basó en Guzmán (2008a); Yu-Cheng et al, (2009) y Sasata (2011). Los especímenes herborizados se encuentran depositados como colecciones "voucher" en el área de Microbiología en el Colegio de Postgraduados en Ciencias Agrícolas, Texcoco, Estado de México. Esto debido a que en dicha Institución se tiene una colección especializada de hongos silvestres comestibles de México.

 

Resultados y discusión

Diversidad y conocimiento tradicional

Se identificaron 20 especies de hongos comestibles silvestres, adscritos a 12 géneros: Amanita, Cantharellus, Hydnum, Hygrophorus, Hypomyces, Laccaria, Lactarius, Lepista, Marasmius, Ramaria, Tricholoma y Tylopilus. Dentro de ellos, el género con mayor número de especies fue Ramaria con 7 y posteriormente Laccaria y Cantharellus con 2 especies cada uno. Todas las especies que se señalan en el Cuadro 1, se registraron en la Central de Abastos de la ciudad de Oaxaca, excepto Amanita caesarea la cual fue registrada también del municipio de Tlacolula, Oaxaca.

 

Comercialización y nombres comunes

Los hongos comestibles son vendidos junto con otros productos forestales no maderables, tales como plantas medicinales, plantas ornamentales y frutos nativos (Figura 2a y 2b). Los hongos comestibles silvestres son recolectados en los bosques principalmente por el padre de familia y por la madre acompañados de sus hijos por las mañanas con ayuda de canastas, mientras que la comercialización en mercados se realiza directamente por las personas recolectoras (en este caso las mujeres), lo que incrementa su ingreso económico (Figura 2-b).

Las especies que más frecuentemente se comercializan en el área de estudio fueron: Amanita caesarea, Cantharellus cibarius, Hydnum repandum, seguidas por Tricholomamagnivelare, Lactarius volemus y Hypomyces lactiflorum. Amanita caesarea, Cantharellus cibarius y Tricholoma magnivelare tienen potencial para ser comercializados en mercados internacionales (Figura 2c y 2d), dado que globalmente la comercialización anual de estos hongos comestibles ectomicorrízicos están evaluados en billones de dólares (Yun y Hall, 2004).

Los nombres comunes de los hongos comestibles se les atribuyen principalmente por la forma (parecido a estructuras de animales y plantas) y color, pero también por su textura y aspectos ecológicos (lugar donde crecen o animales que los consumen) (Cuadro 1). Las especies que reciben su nombre común relacionados con la forma son: Marasmius oreades el cual es conocido como "hongo corralito", ya que crece formando una estructura similar aun corral; Hydmun repandum es conocido como "hongo de espinita" u "hongo de gusanito" las personas le asignan este nombre, porque su himenio está constituido por estructuras parecidas a espinas o gusanitos; Cantharellus cibarius es conocido por los comerciantes como flor de calabaza por su similitud con la flor de Curcubita maxima; Tylopilus felleus es denominado "lengua de toro", porque es poroso y áspero en la parte inferior del sombrero.

Éste hongo es apreciado por su sabor amargo y carnoso; Hygrophorus russula en forma común le llaman "trompeta" por su similitud a este instrumento musical; Hypomyces lactifluorum es nombrado "cresta de gallina" por su parecido a esta estructura en la especie de Gallus gallus; Ramaria spp. también llamado "hongo de arbolito" (forma parecida a un árbol), "cacho de venado" u "hongo de venado" (parecido a las astas de venado) y "hongo de coliflor" (parecido en la forma a una coliflor). Se menciona que no todas las especies de Ramaria son comestibles, refieren que las de sabor picoso no son consumidas.

Las especies que reciben su nombre común relacionados con el color son: Amanita caesarea es nombrado como "hongo rojo". Las personas recolectoras identifican A. caesarea de color rojo con láminas amarillas, ya que algunos ejemplares pueden confundirse con A. muscaria que presenta las láminas color blancas; Cantharellus tubaeformis se conoce comúnmente como "chimequito" por, el color obscuro que presenta en el sombrero, según los comerciantes tiene una tonalidad sucia; Lepista nuda comúnmente llamado "hongo moradito" u "hongo de frijol", porque presenta un color morado en las láminas; Tricholoma magnivelare es conocido como "hongo blanco" porque en campo se observa de color blanco.

Las especies que reciben su nombre común tomando en consideración aspectos ecología son: Laccaria laccata y Laccaria amethystina los cuales son nombrados como "hongo de pajarito", ya que son consumidos por los pájaros; Tricholoma magnivelare es conocido como "hongo de venados", porque es consumido por los venados, se menciona que éste hongo crece en el estiércol de venado. En el caso de Cantharellus cibarius los recolectores reconocen dos variedades, una color amarillo fuerte que proviene se tierra caliente y la otra de color obscuro (casi café) que es de clima frío y se encuentran a orilla de los ríos. La especie que reciben su nombre común por su textura es Lactarius volemus y es como "hongo de leche", porque al cortar las laminas del sombrero secreta un exudado lechoso (parecido a la leche).

 

Propiedades nutrimentales

Nutrimentalmente, los hongos comestibles silvestres poseen bajos contenidos de grasas, sin embargo, presentan altos contenidos de proteínas, carbohidratos, minerales y energía (Cuadro 2). Adicionalmente tienen gran cantidad de agua (70 a 90%), como se ha reportado para Lactarius volemus, Cantharellus cibarius y Hydnum repandum (Colak et al., 2009). Los hongos comestibles silvestres proporcionan una gran variedad de minerales (Ca, K, P), elementos traza (Cu, Zn, Fe). Además son fuente de vitaminas, tales como: vitamina C (L-ácido ascórbico), B1 (tiamina), B2 (rivoflavina), niacina y ácido fólico con valores de 4.79, 0.30, 0.12, 5.94 y 0.06 (valores reportados en mg/100g de peso seco), respectivamente en el caso de Cantharellus cibarius (Caglarlrmak et al., 2002).

La proteína cruda en los hongos comestibles silvestres identificados en el presente trabajo es alta y se encuentra dentro de un intervalo de 20% en Tricholoma magnivelare a 69% en Cantharellus cibarius, por ejemplo, su contenido es generalmente más alto que el de alimentos como maíz y frijol (Cuadro 2). Las especies de hongos comestibles identificados presentan cantidades de aminoácidos (peso seco) como: ácido glutámico (5.49 mg g-1), alanina (2.36 mg g-1), aspartato (2.31 mg g-1) y leucina (1.87 mg g-1) encontrados en Tricholoma magnivelare (Liu et al., 2010).

Las cantidades de carbohidratos reportados para las especies estudiadas en nuestro caso se encontraron en un intervalo 13% en Laccaria laccata a 64% en Lactairus volemus (Cuadro 2), éstos valores tienen una variación muy amplia entre especies, posiblemente por las condiciones edáficas y climáticas, así como la propia genética de los hongos (Colak et al, 2009; Heleno et al, 2009). Los carbohidratos encontrados en Cantharellus cibarius yMarasmius oreades son principalmente manitol (8.33 g/100 g) y trehalosa (10.49 g/100 g), respectivamente (Barros et al., 2008).

Los hongos comestibles proporcionan bajas cantidades de grasas, las concentraciones de grasas se encuentran dentro de un intervalo de 3% en Marasmius oreades a 9% en Hydnum repandum (Cuadro 2). Los niveles de ácidos grasos insaturados (85%) son más altos que los ácidos grasos saturados (15%), estos valores ha sido reportados para Cantharellus cibarius y Marasmius oreades (Barros et al, 2008). El contenido de cenizas presentes en hongos comestibles, se encuentra en un intervalo de 3% en Lactarius volemus a 21% en Laccaria laccata (Cuadro 2).

También se ha evaluado el nivel de energía en hongos comestibles como: Cantharellus cibarius, Marasmius oreades, Lactarius volemus y Hydnum repandum con valores (Kcal100 g-1) de 375.67, 379.74, 393.06, 434.20, respectivamente (Barros et al, 2008; Colak et al, 2009). Las especies de hongos comercializados en mercados de Valles Centrales de Oaxaca, tienen un gran potencial nutrimental como recurso alimenticio. Esto sugiere que se fomente aun más el consumo de hongos comestibles en la dieta diaria de los habitantes en la ciudad de Oaxaca.

 

Uso medicinal

Por miles de años los hongos comestibles han sido relacionados con la medicina tradicional y se han utilizado como tónicos en los países orientales (Yu-Cheng et al, 2009). En México, los hongos comestibles medicinales se han utilizado desde épocas prehispánicas para curar enfermedades relacionadas principalmente con aspectos rituales y espirituales. En 1952 se descubrió el uso de hongos alucinógenos para la realización de ritos ceremoniales realizados por la chamana María Sabina en Huatla de Jiménez, Oaxaca (Guzmán, 2008b).

Además, se han utilizado 70 especies de hongos en prácticas de medicina tradicional para el tratamiento de 40 tipos de enfermedades en humanos (Guzmán, 2008a).Actualmente, ha existido un creciente interés en la farmacología moderna para la extracción y estudio de compuestos químicos (metabolitos activos secundarios) extraídos de hongos comestibles silvestres con propiedades medicinales (Barros et al, 2008; Yu-Cheng et al, 2009).

Algunas de las especies de hongos comestibles silvestres identificadas en el presente trabajo se han utilizado en la medicina tradicional como: antiinflamatorios, para mejoramiento de la vista, tratamiento respiratorio, infecciones gastrointestinales, dolores de cabeza, tratamiento de lumbalgia y esquelalgia, entumecimiento del miembro, tonificante del estómago, tratamiento de bronquitis tratamiento de la hepatopatía (Cuadro 3).

De las especies de hongos comestibles estudiados se han encontrado que contienen compuestos antioxidantes capaces de eliminar radicales libres (Cuadro 3). La capacidad antioxidante (EC50) se ha evaluado mediante la capacidad de barrido de radicales de DPPH (diphenylpicrylhydrazyl) en hongos como:Marasmius oreades que se ha registrado altas propiedades antioxidante (EC50= 2.78 mg mL-1), mientras que en Cantharellus cibairus dicha propiedad es menor (EC50= 7.14 mg mL-1) (Queiros et al, 2009). Además, se ha determinado un alto contenido de tocoferol (un poderoso antioxidante) en especies como Hydnum repandum y Lepista nuda (Murcia et al, 2002; Elmastas et al., 2007).

En el Cuadro 3 se observan algunas especies de hongos comestibles identificados con propiedades antitumorales que contienen compuesto capaces de eliminar células cancerígenas, tales como: i) el diepóxido citotóxicos llamado repandiol en Hydnum repandum capaz de combatir varios tipos de células tumorales, especialmente células del colon adenocarcima (Takahashi et al, 1992); ii) polisacáridos en Tricholoma matsutake con actividad antitumoral contra el sarcoma 180 en ratones inhibiéndolo 91.8% (Ikekawa et al., 1969); iii) el péptido-glucano extraído de micelio Tricholoma matsutake con actividad en contra de fibrosarcoma singénico de ratones (Ebina et al.,2002); y iv) el D-glucano de Tylopilus felleus inhibe el crecimiento de células cancerígenas de sarcoma 180 Ehrlich en 100% (Defaye et al., 1988).

Otros hongos comestibles silvestres presentan propiedades antibacterianas, ya que inhiben el crecimiento de bacterias patógenas de humanos como: a) Amanita caesarea contra Bacillus subtilis; b) Lepista nuda contra Salmonella typhimurium y Staphylococcus aureus; c) Hydnum repandum contra Bacillus subtilis, Enterobacter aerogenes, Staphylococcus aureus y Staphylococcus epidermidis; y d) Cantharellus cibarius contra Bacillu subtilis y Staphylococus aureus (Cuadro 3).

Esto sugiere que los metabolitos secundarios de algunos hongos comestibles silvestres son una fuente potencial de nuevos compuestos antimicrobianos que pueden ser utilizados como antibióticos comerciales. Ramaria spp. se ha utilizado tradicionalmente contra el dolor de cabeza, problemas estomacales, inflamación muscular y la debilidad (Guzmán, 2008a). Dentro de este género se encuentra Ramaria aurea que contiene propiedades antitumorales. Debido a que Ramaria spp. tiene una gran diversidad de especies de hongos comestibles en el estado de Oaxaca, es necesario encaminar investigaciones en el descubrimiento de metabolitos secundarios que ayuden a combatir enfermedades en humanos.

 

Importancia ecológica y potencial biotecnológico

Los hongos comestibles silvestres identificados en mercados de Valles Centrales de Oaxaca, se pueden clasificar desde el punto de vista ecológico en tres tipos: 1) ectomicorrízicos: aquellos que establecen una relación simbiótica mutualista con las raíces de los árboles forestales intercambiando nutrimentos en ambas direcciones; 2) saprobios: aquellos que descomponen la materia orgánica, tales como la madera y la hojarasca, reciclando nutrimentos en los bosques; y 3) micoparásitos: aquellos que atacan a otros hongos.

Los hongos ectomicorrízicos están formados por estructuras básicas conocidas como: i) la red de Hartig; ii) el manto; iii) el micelio extramatrical y iv) los rizomorfos. Estas estructuras son conjunto de hifas que interconectan al hongo ectomicorrízico con la células corticales y la corteza de la raíz en forma de redes, que ayudan al intercambio de nutrimentos en ambas direcciones (Pérez-Moreno et al., 2010). El entendimiento ecológico y fisiológico de algunos hongos comestibles silvestres es muy importante para la conservación de los ecosistemas forestales, ya que son el sostén y el funcionamiento de los bosques (Pilz y Molina, 2002).

Para inducir la formación de micorrizas en árboles forestales, se utilizan tres tipos inoculantes: esporal, miceliar líquido y miceliar sólido, las esporas se pueden extraer de los píleos o de los esporomas en su totalidad. Mientras, que el micelio se produce en medio líquido o cultivos estériles mezclándose con diversos sustratos inertes como: turba-vermiculita, lignato polimerizado y arcilla (Pérez-Moreno et al., 2010). Algunas de las especies de hongos ectomicorrízicos identificados en mercados de Oaxaca, se han estudiado desde el punto de vista biotecnológico. En México se han utilizado esporomas deshidratados y molidos de especies como: Amanita caesarea para Pinus patula; Laccaria laccata paraP. greegii, P. patula, P. pseudostrobus (Cuadro 4). Mientras que en condiciones naturales se ha registrado que los árboles forestales están relacionados con algunas Other edible wild mushrooms have antibacterial properties, especies hongos ectomicorrízicos colectados en mercados as they inhibit the growth of pathogenic bacteria of humans de Valles Centrales de Oaxaca (Cuadro 4).

En otras partes del mundo se han estudiado algunas especies de hongos comestibles ectomicorrízicos identificados en mercados de Oaxaca, donde los esporomas frescos molidos de Lactarius volemus se han aplicado exitosamente en soluciones en las raíces de Pinus kesiya (Liu et al., 2009). Mientras que en condiciones in vitro se ha propagado el micelio de hongos ectomicorrízicos como: Cantharellus cibarius para P. sylvestris (Danell, 1994); Laccaria amethystina para Q. serrata y Q. glauca (Tateishi et al., 2003); Laccaria laccata para Pinus pinaster, Pinus radiata y Pseudotsuga menziesii (Pera et al., 1998).

Por lo tanto, las especies con potencial biotecnológico en la aplicación de inoculantes ectomicorrízicos en especies forestales son Amanita caesarea, Cantharellus cibarius, Laccaria laccata, Laccaria amethystina, Lactarius volemus y Tricholoma magnivelare, debido a que: i) se han registrado que forman simbiosis con plantas forestales en condiciones naturales; ii) se encuentran en grandes cantidades en los mercados donde se comercializan; y iv) se tiene registros de la formación de micorrizas en plantas forestales.

 

Conclusiones

Los hongos comestibles silvestres comercializados en mercados de Valles Centrales de Oaxaca poseen un potencial económico, porque son comercializados en mercados locales y regionales, además pueden ser comercializados en mercados internacionales. Los hongos comestibles estudiados proporcionan nutrimentos esenciales, así como, vitaminas y minerales para la dieta alimenticia de los seres humanos. Además, tienen un potencial medicinal en el uso terapéutico de diversas enfermedades humanas. Las especies recolectadas tienen un potencial biotecnológico en el uso de bioinoculantes de plantas forestales, porque se encuentran en grandes cantidades en los bosques de las comunidades rurales y se ha demostrado su utilización en México y otros países. Por lo tanto, los hongos comestibles silvestres recolectados en mercados de Oaxaca son un recurso forestal no maderable que puede ser utilizado íntegramente en modelos de desarrollo sustentable en las comunidades rurales forestales del estado de Oaxaca.

 

Literatura citada

Barros, L.; Cruz, T.; Baptista, P.; Estevinho, L. M. and Ferreira, I. C. F. R. 2008. Wild and commercial mushrooms as source of nutrients and nutraceuticals. Food. Chem. Tox. 46:2742-2747.         [ Links ]

Boa, E. 2004. Los hongos silvestres comestibles. Perspectiva global de su uso e importancia para la población, No. 17. FAO, Roma. 161 p.         [ Links ]

Caglarlrmak, N.; Unal, K. and Otles, S. 2002. Nutritional value of edible wild mushrooms collected from the black sea region of Turkey. Micol. Apl. Int. 14:1-5.         [ Links ]

Carrasco-Hernández, V.; Pérez-Moreno, J.; Espinosa-Hernández, V.; Almaraz-Suárez, J. J.; Quintero-Lizaola, R. y Torres-Aquino, M. 2011. Contenido de nutrientes e inoculación con hongos ectomicorrízicos comestibles en dos pinos neotropicales. Revista Chilena de Historia Natural 84:83-96.         [ Links ]

Carrera-Nieva, A. y López-Ríos, G. P. 2004. Manejo y evaluación de ectomicorrizas en especies forestales. Revista Chapingo: Serie Forestales y del ambiente. 10:93-98.         [ Links ]

Colak, A.; Faiz, Ó. and Sesli, E. 2009. Nutritional composition of some wild edible mushrooms. Turk. J. Biochem. 34:25-31.         [ Links ]

Danell, E. 1994. Formation and growth of the ectomycorrhiza of Cantharellus cibarius. Mycorrhiza 5:89-97.         [ Links ]

Defaye, J.; Kohlmunzer, S.; Sodzawiczny, K. and Wong, E. 1988. Structure of an antitumor, water-soluble D-glucan from the carpophores of Tylopilus felleus. Carbohydrate Research 173:316-323.         [ Links ]

Ebina, T.; Kubota, T.; Ogamo, N. and Matsunaga, K. 2002. Antitumor effect of a peptide-glucan preparation extracted from a mycelium of Tricholoma matsutake (S. Ito and Imai) Sing. Biotherapy 16:255-259.         [ Links ]

Elmastas, M.; Isildak, O.; Turkekul, I. and Temur, N. 2007. Determination of antioxidant activity and antioxidant compounds in wild edible mushrooms. J. Food Compos. Anal. 20:337-345.         [ Links ]

Flores, M. A. y Manzanero, M. G. 1999. Los tipos de vegetación del estado de Oaxaca. In: Vásquez-Dávila, M. A. (ed.). Vegetación y flora. Serie Sociedad y Naturaleza en Oaxaca N° 3. ITAO y Carteles editores, México. 17-40 pp.         [ Links ]

Garibay-Orijel, R.; Cifuentes, J.; Estrada-Torres, A. and Caballero, J. 2006. People using macro-fungal diversity in Oaxaca, Mexico. Fungal Diversity 21:41-67.         [ Links ]

Garibay-Orijel, R.; Córdova, J.; Cifuentes, J.; Valenzuela, R.; Estrada-Torres, A. and Kong, A. 2009. Integrating wild mushrooms use into a model of sustainable management for indigenous community forests. For. Ecol. Manage. 258:122-131.         [ Links ]

Garza, O. F.; García J. J.; Estrada, C. E. y Villalón, M. H. 2002. Macromicetos, ectomicorrizas y cultivos de Pinus culminicola en Nuevo León. Ciencia UANL 4:203-210.         [ Links ]

Guzmán, G. 2008a. Diversity and use of traditional Mexican medicinal fungi. A review. International J. Medicinal Mushrooms 10:209-217.         [ Links ]

Guzmán, G. 2008b. Hallucinogenic mushrooms in Mexico: an overview. Econ. Bot. 62:404-412.         [ Links ]

Heleno, S. A.; Barros, L.; Sousa. M. J.; Martins, A. and Ferreira, I. C.F. R. 2009. Study and characterization of selected nutrients in wild mushrooms from Portugal by gas chromatography and high performance liquid chromatography. Microchemical Journal 93:195-199.         [ Links ]

Ikekawa, T.; Uehara, N. and Maeda, Y. 1969. Antitumor activity of aqueous extracts of edible mushrooms. Cancer Res. 29:734-735.         [ Links ]

Largent, D. L. 1973. How identify mushrooms to genus. I: macroscopic features. Mad River press In. Eureka, California. 86 p.         [ Links ]

Largent, D. L.; Jonson, D. and Watling, R. 1977. How identify mushrooms to genus. III: Macroscopic Features. Mad River press Inc. Eureka, California. 148 p.         [ Links ]

Liu, P. G.; Yu, F. Q.; Wang, X. H.; Zheng, H. D.; Chen, J.; Chen, J. Y.; Tian, X. F.; Xie, X. D.; Shi, X. F. and Deng, X. J. 2009. The cultivation of Lactarius volemus in China. Acta Botanica Yunnanica 16:15-16.         [ Links ]

Liu, G.; Wang, H.; Zhou, B.; Guo, X. and Hu, X. 2010. Compositional analysis and nutritional studies of Tricholoma matsutake collected from Southwest China. J. Med. Plant. Res.4:1222-1227.         [ Links ]

Mendoza-Díaz, M. M.; Zavala-Chávez, F. y Estrada-Martínez, E. 2006. Hongos asociados con encinos en la porción Noroeste de la Sierra de Pachuca, Hidalgo. Revista Chapingo: Serie Ciencias Forestales y del Ambiente 12:13-18.         [ Links ]

Mosha, T. C. and Gaga, H. E. 1999. Nutritive value and effect of blanching on the trypsin and chymotrypsin inhibitor activities of selected leafy vegetables. Plant Foods for Human Nutrition 54:271-283.         [ Links ]

Mosha, T. C. E.; Laswai, H. S. and Tetens, I. 2000. Nutritional composition and micronutrient status of homemade and commercial weaning foods consumed in Tanzania. Plant Foods for Human Nutrition 55:187-205.         [ Links ]

Murcia, M. A.; Martínez-Tomé, M.; Jiménez, A. M.; Vera, A. M.; Honrubia, M. and Parras, P. 2002. Antioxidant activity of edible fungi (truffles and mushrooms): losses during industrial processing. J. Food. Prot. 65:1614-1622.         [ Links ]

Nava, M. R. y Valenzuela, G. R. 1997. Los macromicetos de la sierra de Nanchititlan. Polibotánica 5:21-36.         [ Links ]

Ouzouni, P.; Petridis, K. D; Koller, W. D. and Riganakos, K. A. 2009. Nutritional value and metal content of wild edible mushrooms collected from West Macedonia and Epirus, Greece. Food Chemistry 115:1575-1580.         [ Links ]

Pera, J.; Álvarez, I. F. y Parladé, J. 1998. Eficacia del inoculo miceliar de 17 especies de hongos ectomicorrícicos para la micorrización controlada de: Pinus pinaster, Pinus radiata y Pseudotsuga menziesii, en contenedor. Invest. Agr. Sist. Recur. For. 7:139-153.         [ Links ]

Pérez-Moreno, J.; Lorenzana-Fernández, A.; Carrasco-Hernández, V. y Yescas-Pérez, A. 2010. Los hongos comestibles silvestres del parque nacional Izta-Popo, Zoquiapan y anexos. Colegio de Postgraduados, SEMARNAT, CONACYT. Montecillo, Texcoco, Estado de México. 167 p.         [ Links ]

Pilz, D. and Molina, R. 2002. Commercial harvests of edible mushrooms from the forests of the Pacific Northwest United States: issues, management, and monitoring for sustainability. For. Ecol. Manage.155:3-16.         [ Links ]

Queiros, B.; Barreira, J. C. M.; Sarmento, A. C. and Ferreira, I. C. F. R. 2009. In search of synergistic effects in antioxidant capacity of combined edible mushrooms. Int. J. Food. Sci. Nutr. 60:160-172.         [ Links ]

Ramírez-Anguiano, A. C.; Santoyo, S.; Reglero, G. and Soler-Rivas, C. 2007. Radical scavenging activities, endogenous oxidative enzymes and total phenols in edible mushrooms commonly consumed in Europe. J. Sci. Food. Agric. 87:2272-2278.         [ Links ]

Rinaldi, A. C.; Comandini, O. and Kuyper, T. W. 2008. Ectomycorrhizal fungal diversity: separating the wheat from the chaff. Fungal Diversity 33:1-45.         [ Links ]

Ruan-Soto, F.; Garibay-Orijel, R. y Cifuentes, J. 2004. Conocimiento micológico tradicional en la planicie costera del Golfo de México. Revista Mexicana de Micología 19:57-70.         [ Links ]

Sasata, R. 2011. Medicinal mushrooms. (healing-mushrooms.net): (consultado septiembre, 2012).         [ Links ]

Takahashi, A.; Endo, T. and Nozoe, S. 1992. Repandiol, a new cytotoxic diepoxide from the mushrooms Hydnum repandum and H. repandum var. album. Chem. Pharm. Bull. 40:3181-3184.         [ Links ]

Tateishi, T.; Yokoyama, K.; Kohno, N.; Okabe, H. and Marumoto, T. 2003. Estimation of mycorrhizal colonization of the roots of oak seedlings inoculated with an ectomycorrhizal fungus, Laccaria amethystea. Soil. Sci. Plant. Nutr. 49:641-645.         [ Links ]

Torres, C. T. 2004. Tipos de vegetación. In: biodiversidad de Oaxaca. García, M. A., M. J. Ordoñez, M. Briones S. (eds.). Instituto de Biología. UNAM, fondo Oaxaqueño para la conservación de la Naturaleza. World Wildlife Fund. México. 105-117 pp.         [ Links ]

Villarruel, O. J. L. y Cifuentes, B. J. 2007. Macromicetos de la cuenca del rio de Magdalena y zonas adyacentes, delegación Magdalena contreras, México, D. F. Revista Mexicana de Micología 25:59-68.         [ Links ]

Yamac, M. and Bilgili, F. 2006. Antimicrobial activities of fruit bodies and/or mycelial cultures of some mushroom isolates. Pharmaceutical Biology 44:660-667.         [ Links ]

Yu-Cheng, D.; Zhu-Liang, Y.; Bao-Kai, C.; Chang-Jun, Y. and Li-Wei, Z. 2009. Species diversity and utilization of medicinal mushrooms and fungi in China (Review). International Journal of Medicinal Mushrooms 11:287-302.         [ Links ]

Yun, W. and Hall, I. R. 2004. Edible ectomycorrhizal mushrooms: challenges and achievements. Can. J. Bot. 82:1063-1073.         [ Links ]

Zamora-Martínez, M. C. and Nieto de Pascual-Pola, C. 2004. Studies of Tricholoma magnivelare in Mexico. Micol. Apl. Int. 6:13-23.         [ Links ]

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons