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Revista mexicana de ciencias agrícolas

Print version ISSN 2007-0934

Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.3 n.8 Texcoco Nov./Dec. 2012

 

Artículos

 

Adopción del sistema milpa intercalada en árboles frutales por cinco municipios mixes del estado de Oaxaca*

 

Adoption of milpa interspersed system in fruit trees by five Mixe municipalities of the state of Oaxaca

 

Alma Delia Ruiz Mendoza1, Leobardo Jiménez Sánchez1, Oscar L. Figueroa Rodríguez1 y Mariano Morales Guerra2

 

1 Colegio de Postgraduados. Desarrollo Rural. Campus Montecillo. Carretera México-Texcoco, km 36.5. Montecillo, Texcoco, Estado de México. C. P. 56230. (lexma_kit@yahoo.com.mx; figueroa@colpos.mx).

2 Campo Experimental Valles Centrales de Oaxaca. Santo Domingo Barrio Bajo, Etla, Oaxaca. (mmguerra@hotmail.com.mx). Autor para correspondencia: ljs@colpos.mx.

 

* Recibido: mayo de 2012
Aceptado: marzo de 2012

 

Resumen

El objetivo de esta investigación fue conocer y analizar el grado de comprensión, aplicación, resultados, efectos y limitantes de la implementación de la tecnología milpa intercalada en árboles frutales (MIAF), por los campesinos de cinco municipios Mixes participantes durante el proceso 1999-2009 en el proyecto. La investigación fue mediante una encuesta por muestreo estratificado, para la aplicación de cuestionarios a una muestra de 52 campesinos. Posterior a la fase de campo, la fase documental integró revisión de literatura, captura y el análisis de la información. Los resultados señalan que los campesinos decidieron innovar en componentes como la poda, injerto, trazos de curvas a nivel, siembra de la milpa dentro del sistema MIAF y la no quema del rastrojo. Y el rechazo o adaptación de ciertos componentes del sistema MIAF fue por la estructura sociocultural y económica del campesino. Esta adopción y adaptación o rechazo de los componentes del sistema MIAF, determinó un incremento al rendimiento del maíz y obtención de ingresos económicos para la familia campesina Mixe, además del desarrollo de capacidades del campesino, evidenciando que estos resultados no determinan que la concepción de esta innovación sea total por los campesinos. Durante este proceso, el campesino ha pasado gradualmente por el proceso de decisión para la adopción del sistema MIAF, conociendo, persuadiendo, decidiendo y por último confirmando, en la etapa final, donde efectivamente el campesino decide innovar y/o rechazar, con base en la experiencia obtenida con el sistema MIAF, en un primer acercamiento.

Palabras clave: PMSL, PEDREL, estratos y proceso.

 

Abstract

The objective of this research was to identify and analyze the degree of understanding, implementation, results, effects and limitations of technology implementation of milpa interspersed in fruit trees (MIFT or MIAF for its acronym in Spanish), by farmers of five Mixe municipalities' participants in the project during the process 1999-2009. The research was through a stratified sample survey, for the application of questionnaires to a sample of 52 farmers. After the field phase, the documentary phase integrated literature review, capture and analysis of information. The results indicate that the farmers decided to innovate in components such as pruning, grafting, contour line drawing, and planting of milpa in the MIAF system and not stubble burning. And the rejection or adjustment of certain components of MIAF system was for sociocultural and economic structure of the farmers. This adoption and adaptation or rejection of the components of the MIAF system, determined an increase of maize yields and income for the Mixe farm families, besides the development ofthe farmers capacities, showing that these results do not determine that the design of this innovation in completely by farmers. During this process, the farmer has gradually passed by the decision process for adopting the MIAF system, knowing, persuading, deciding and finally confirming, in the final stage, where the farmer decides to innovate and/or reject, based on experience with the MIAF system, in a first approach

Key words: SMHP (PMSL acronym in Spanish), EPRDH (PEDREL acronym in Spanish), strata and process.

 

Introducción

Por la orografía del estado de Oaxaca, aproximadamente 70% de las unidades de producción son de agricultura de montaña, donde prevale la agricultura tradicional de temporal en laderas, donde el cultivo principal es la milpa tradicional (con y sin yunta) con el uso de técnica de roza-tumba y quema.

En la Sierra Mixe donde opera el PEDREL prevalece este tipo de agricultura; de esta, los campesinos obtienen sus alimentos básicos (maíz, frijol y calabaza). Los datos indicaron que el rendimiento promedio en la región Mixe oscila en alrededor de los 780 kg ha-1 y sólo abastece a la familia durante 7 meses del año y los demás meses se abastecen de las tiendas DICONSA (León y Jiménez 2001). Estos factores traen consigo la dependencia del abastecimiento externo principalmente de alimentos básicos para la familia, condiciones que contribuyen al abandono del campo por muchas familias que eligen migrar hacia las ciudades en busca de sus satisfactores (necesidad de la venta de mano de obra para la obtención de ingresos), ocasionando diversos problemas a las unidades de producción familiar, además de pobreza, expresada en múltiples formas a lo largo del periodo de escasez.

Diversas Investigaciones atribuyen que el problema de falta de alimentos es debido a la prevalencia de un sistema de producción tradicional, con superficies de labor reducidas por familia, baja apropiación de innovaciones tecnológicas, además del proceso tradicional de generación de tecnologías con poca aplicabilidad en el campo real de los campesinos (debido a que regularmente eran generados en lugares con mejores condiciones de suelo, topografía, humedad y disponibilidad de recursos económicos).

Asimismo, este rezago se atribuye a los métodos inadecuados durante el proceso de divulgación de tecnología, porque anteriormente se pensaba que se debía a que los campesinos poseían características sociológicas y psicológicas que lo hacían resistentes al cambio tecnológico, por su atraso educativo, cultura y también por su forma de vida tradicional, pero al realizarse investigaciones más profundas se concluye que se debe entender y conocer la cultura y forma de vida de los campesinos ya que conjuntamente se pueden realizar investigaciones para lograr una agricultura sustentable a partir de avances de investigación (Mata, 2002).

Ante esta situación en el año 1999, el Colegio de Posgraduados en Ciencias Agrícolas, y otras instituciones, iniciaron un proyecto específico para la agricultura de subsistencia en laderas en las regiones Cuicateca, Mazateca y Mixe del estado de Oaxaca, proyecto denominando proyecto manejo sostenible de laderas (PMSL), que se centró en buscar mediante la investigación científica conjuntamente con la participación de campesinos y técnicos participantes, una tecnología para el mejoramiento del rendimiento del cultivo de la milpa a través de su sedentarización, retención y mejoramiento de suelo con barreras vivas de árboles frutales; así mismo, se determinó la medición de acumulación de dióxido de carbono en el suelo y la parte aérea de los frutales y la milpa.

Esta tecnología se denominó milpa intercalada en árboles frutales (MIAF), que fue difundida a los campesinos mediante la metodología "Escuelas de Campo" (donde se capacitaba a un productor promotor y él se encargaba de difundir el sistema en su idioma local) bajo la dinámica de "aprender-haciendo", lo que más tarde permitió la adopción de diversos componentes del sistema MIAF por los campesinos, según las evaluaciones realizadas durante el periodo del proyecto PMSL (1999-2005).

Evaluaciones que mostraron un logro en el incremento del rendimiento del maíz y en los árboles frutales representó un medio de obtención de ingresos monetarios para la familia campesina a través de la venta de la fruta (durazno, manzana u otro frutal de valor en el mercado). Con esta experiencia obtenida durante el periodo 1999-2005 por el proyecto PMSL, en 2007 el programa especial para el desarrollo rural en territorios de laderas denominado (PEDREL), inició sus operaciones con el objetivo de difundir y escalar el sistema MIAF, a un mayor número de unidades de producción familiar a nivel estado y darle seguimiento mediante la capacitación a los campesinos que establecieron parcelas con sistema MIAF en el periodo del PMSL.

Para el establecimiento de una hectárea de MIAF se requiere de una inversión para la compra de los frutales, herramientas, insumos, la mano de obra y capacitación para el manejo.

Es entonces que siendo el MIAF una tecnología compleja comparando con el trabajo que demanda la milpa tradicional, la última evaluación del PMSL 2005, indicaron que ciertas circunstancias no podían ser medibles en ese periodo, por el corto tiempo que llevaban los campesinos trabajando con la tecnología MIAF, tecnología que por el grado de dificultad del manejo por los campesinos, se necesitaba de más años para poder ser mejor estudiados, años que dio seguimiento el programa PEDREL. Es por eso que esta investigación se centró, en conocer y analizar el grado de comprensión, aplicación y las limitantes a los que se han enfrentado los campesinos por la tecnología MIAF durante el proceso 19992009, proceso expresado en diversas acciones, resultados y efectos que generó la adopción y/o adaptación y/o rechazo de los componentes del sistema MIAF en la unidad familiar.

La investigación se realizó en los municipios de Asunción Cacalotepec, Tamazulapam del Espíritu Santo, San Pedro y San Pablo Ayutla, Santa María Tlahuitoltepec y Santo Domingo Tepuxtepec, pertenecientes a la Región Mixe del estado de Oaxaca, con los productores que aplicaron el sistema MIAF, durante el proceso PMSL-PEDREL (19992009) siendo un total de 204 campesinos, que se estudió mediante la aplicación de un cuestionario y de las técnicas; entrevista, observación ordinaria y participante, anotaciones y bitácoras de campo.

La población se caracterizó en dos estratos. Estrato 1; población total de 147 campesinos que establecieron su parcela MIAF bajo la dinámica PMSL y participaron en el seguimiento del MIAF con el programa PEDREL, por lo que se consideró que fueron campesinos que recibieron capacitación y financiamiento por parte del programa PEDREL y el estrato 2; un total de 57 campesinos que establecieron sus parcelas MIAF bajo la dinámica PMSL y actualmente no participan en el seguimiento del MIAF con el programa PEDREL, por lo que se consideró que son campesinos que no recibieron capacitación y financiamiento por parte del programa PEDREL. Para el caso de la aplicación del cuestionario se empleó, el método de muestreo por estratos donde se determinó el tamaño de muestra a través del siguiente procedimiento:

Se realizó una encuesta piloto mediante una muestra preliminar, empleando la siguiente fórmula.

Cálculo del tamaño de muestra preliminar:

Donde: ni = tamaño de la muestra preliminar de los campesinos con sistema MIAF; Ni = tamaño total de cada estrato 1=147 y estrato 2=57; N=tamaño total de la población a estudiar; 204 campesinos; n= tamaño arbitrario del tamaño de muestra preliminar, trabajando con 5% del total de la población; sustituyendo estos datos en la fórmula por estratos, tenemos lo siguiente para la muestra preliminar.

Del cual se tuvo un tamaño de muestra de 52 campesinos a entrevistar y para el cálculo del tamaño de muestra para cada estrato se utilizó la fórmula 1.

Por tanto el tamaño de la muestra preliminar fue de 10 campesinos: 7 campesinos del estrato 1 y 3 campesinos del estrato 2. La selección de los campesinos fue aleatoria, apoyados en el marco de muestreo, a través de una tómbola sin reemplazo. Posteriormente de haber ido al campo y obtener los datos necesarios para el cálculo de la varianza, donde se sustituyó en la siguiente fórmula para el cálculo de la muestra definitiva.

Aplicando 37 cuestionarios al estrato 1 y 15 cuestionarios para el estrato 2, después de haber aplicado estos 52 cuestionarios en campo que representó a 12 localidades de los 5 municipios antes mencionados, se regresó a gabinete para una revisión exhaustiva de los cuestionarios, de tal manera que no faltara ningún dato ni que hubiera alguna confusión en las respuestas del campesino, de haber sido así, se regresó a campo para verificar ciertas respuestas que estuvieran confusas o que faltasen, haciendo las correcciones pertinentes y la codificación de las respuestas para poder ser analizadas más adelante.

Posterior a tener los cuestionarios totalmente revisados se hizo la captura de los 52 cuestionarios en hojas de cálculo del programa Excel, revisando continuamente que no hubiera ningún error de sintaxis. Una vez finalizada la captura de los cuestionarios, se realizó el análisis en el programa Excel, donde se obtuvieron parámetros de estadística descriptiva (media, frecuencia, porcentajes, desviación estándar y varianza) que permitió describir los capítulos de resultados y el de discusión. También se realizó un análisis de relación costo-beneficio del sistema de producción del MIAF, con el objetivo de conocer si lo que están invirtiendo los campesinos en el sistema MIAF les ha generado ganancias en términos monetarios.

 

Difusión del sistema MIAF

El análisis de los resultados indican que la difusión de la tecnología MIAF en la Región Mixe del estado de Oaxaca, comenzó a partir de la promoción del proyecto realizado en la Microcuenca, o parcelas de los campesino participantes, debido a que la población actual que tiene una parcela MIAF, indicó que los agentes por quienes se enteraron de esta innovación, fueron principalmente los propios compañeros campesinos (69.5%), además de la comunicación directa con los técnicos (41.7%) y los investigadores(as) del Colegio de Postgraduados en Ciencias Agrícolas, corroborando así lo que menciona Rodríguez y Hesse (2000) citado por Morales et al. (2007) el intercambio de experiencias de campesino a campesino, y de comunidad a comunidad, es una estrategia eficiente para la difusión de tecnologías. En esta población se identificó a los innovadores-emprendedores, adoptadores primarios y la mayoría temprana según la clasificación de adoptadores de innovaciones de Rogers (1995).

Los adoptadores-emprendedores fueron los primeros campesinos que establecieron sus parcelas con sistema MIAF en los años 2001 y 2002, campesinos que identificaron a los investigadores del Colegio de Postgraduados en Ciencias Agrícolas, como agentes principales de difusión. Los campesinos mayoría temprana establecieron sus parcelas MIAF durante los años 2005-2009, quienes identificaron como agente principal de difusión, a sus compañeros campesinos que ya tenían una parcela MIAF, en la Figura 1 se identifica el año que implementaron el sistema MIAF los campesinos.

En la Figura 1 se observa el año que los campesinos implementaron el sistema MIAF en el periodo 20012009, observando que en el año 2001 y 2002 un grupo pequeño se animó a implementar el sistema MIAF, quienes más tarde difundieron la tecnología en su comunidad y comunidades aledañas, lo que permitió que otros campesinos implementaran el MIAF, a partir de lo que escucharon y observaron de los innovadores-emprendedores y los adoptadores-primarios.

 

Adopción, adaptación o rechazo de los componentes del sistema MIAF

El campesino implementó el sistema MIAF porque la siembra de frutales mejorados representó un estímulo económico al campesino, además de qué la siembra de la milpa dentro del sistema MIAF, generó confianza por ser un cultivo que han trabajado durante años siendo compatible con sus valores socioculturales, características de una innovación que facilitan una tasa de adopción positiva según Rogers (1995) denominadas ventaja relativa y compatibilidad, que son los estímulos económicos que ofrece una innovación y el atributo de la innovación son compatibles con sus valores socioculturales de los adoptadores. Otra característica de esta innovación es la complejidad, es decir, para establecer el sistema MIAF se requiere de una gran inversión y capacitación, pudiendo haber sido una limitante para la adopción del sistema, pero las estrategias de financiamiento y capacitación que los programas PMSL-PEDREL emplearon, permitió la fácil adopción del sistema MIAF por los campesinos interesados.

Con respecto a la divulgación de la tecnología MIAF en ambos estratos, se encontró que en cierto periodo fue muy exhaustiva por los recursos económicos y humanos de que dispuso el programa, pero en el periodo más reciente los datos indicaron que en el estrato 1 fue deficiente porque sólo 28% indicó recibir capacitación técnica y en el estrato 2 fue nula, lo que quizá podría suponerse que el seguimiento a las parcelas MIAF por los campesinos mostrarían un grado de abandono, pero los resultados señalaron lo contrario.

Puesto que en el estrato 1 adoptaron componentes del sistema MIAF como: el injerto, poda, fertilización de la milpa, trazo con curvas a nivel y la siembra de milpa año con año dentro de MIAF por más de 50% de la población, actividades que de las ultimas evaluaciones de 2005 aumentó el número de campesinos quienes realizaron estas actividades en 2009. En cuanto al estrato 2 se encontró que más de 33% de los campesinos adoptaron en componentes como: el trazo de curva a nivel, poda, fertilización de la milpa, siembra de milpa año con año dentro del MIAF y colocación del filtro de escurrimiento (Figura 2).

Pero también se observa en la Figura 2 que ciertos componentes del sistema MIAF fueron realizadas por menos de 33% de los campesinos en ambos estratos, componentes como fertilización del frutal, control de plagas y enfermedades en el frutal, raleo de frutos y el nuevo arreglo topológico de la milpa, además el injerto y la poda del frutal en el estrato 2.

Las causas de la no aplicación de los componentes del sistema MIAF en el estrato 1, fue la falta de tiempo para realizar actividades que anteriormente habían experimentado, los malos resultados que tuvieron algunos campesinos después de realizar actividades como la poda de los árboles frutales, además de considerar que actividades como el control de plagas y enfermedades e injerto requiere de capacitación constante para una mejor comprensión. En cuanto a las actividades que requieren de insumos los altos costos y su difícil acceso fue un factor determinante para la no aplicación, a lo que se refiere a la no aplicación del filtro de escurrimiento se debió principalmente por el desabasto del rastrojo, ya que es empleado para alimento del ganado que utilizan en el barbecho y surcado de la milpa.

En el estrato 2, también algunos campesino señalaron la falta de tiempo y el problema con los insumos, pero el total de la población mencionó que el motivo fue la falta de capacitación, además que se encontró campesinos que perdieron todos sus árboles frutales (13.3%) y otros mencionaron que sus árboles no producen (13.3%) lo que ha desanimando el campesino.

En cuanto al nuevo arreglo topológico de la milpa del sistema MIAF, en la Figura 2 se observa que en ambos estratos ningún campesino realizó esta actividad, pero se encontró en el estrato 1 que 47.3% de los campesinos, anteriormente experimentó la nueva siembra de la milpa, ocurriendo lo mismo en el estrato 2, por lo que tuvieron las siguientes observaciones en cuanto a la nueva forma de siembra de la milpa, razón de su rechazo.

Las medidas reducidas entre mata-mata y surco-surco en el momento de la limpia-aporque y fertilización dificulta el trabajo.

No se acostumbran a esta nueva forma de siembra.

En cuanto reducimos el número de semillas y se siembra a la misma distancia tradicional entre mata- mata y surco-surco, se reduce la densidad de siembra reduciendo el volumen del rastrojo, lo que afecta el abasto para la alimentación del ganado y la aplicación del filtro de escurrimiento.

En tierras con mayor pendiente no entra la yunta, aumenta las horas de trabajo y mano de obra.

Al fertilizar en la siembra, el campesino debe estar más al pendiente del control de malezas y la llegada de plagas, implicando más trabajo para el campesino.

La siembra de milpa tradicional es una asociación entre maíz, frijol y calabaza, con la incorporación de los frutales a curvas a nivel hay que tener cuidado que no se enrede la calabaza en el frutal.

La milpa ha venido evolucionando en la Región Mixe cuando menos dos mil años (Ramos, 2007), es un cultivo tradicional que se ha transmitido oralmente la técnica y el tradicional ceremonial comunitario de la familia por generaciones. Esto ha permitido que los campesinos Mixes conozcan a detalle el ciclo del cultivo, que consta de 26 etapas según Bernal y Ortega (2006). Analizando estas etapas, se identificó en la Figura 3 que la cosmovisión según Martínez (1987) y Ramos (2007), los valores comunales y familiares fueron la barrera para la adopción del nuevo arreglo topológico en la milpa, ya que al implementar esta innovación no solo involucra al campesino dueño de la parcela MIAF, si no involucra a la familia, mano de obra contratada o mano vuelta, lo cual conlleva una cosmovisión cultural Mixe hacia el cultivo de la milpa.

Con esto comprobamos, primero la necesidad de seguimiento de capacitación para una innovación compleja como el sistema MIAF, ya que los datos en cuanto a la adopción de componentes del MIAF, se encontró un mayor porcentaje de campesinos y número de componentes aplicados en el estrato 1 que en el estrato 2, aclarando que 28% de los campesinos en el estrato 1 recibió capacitación técnica y en el estrato 2 nadie recibió capacitación técnica. Pero en ambos estratos también se tuvo campesinos que no aplicaron por diversas razones pero en el estrato 2 dieron auge a la falta de capacitación para el manejo de una innovación compleja como el MIAF.

Segundo, se comprobó que los altos costos y el difícil acceso a los insumos que necesita el sistema MIAF fue otro factor detonante para la no aplicación en ambos estratos.

Tercero se comprobó que el factor tiempo que se invierte para realizar ciertas actividades del MIAF determinó que ciertas actividades no fueran realizadas por los campesinos, además del aspecto cultural en la siembra dela milpa. Estos factores determinaron la adopción o adaptación o rechazo de los componentes que conforman el paquete tecnológico MIAF; es decir, que la estructura sociocultural y económica del campesino, son determinantes para que los actores aprendan la dinámica tecnológica económica y social (adopción o rechazo) cuando una tecnología compleja ofrece mejorar su sistema de producción.

El campesino ha pasado gradualmente el proceso de decisión para la adopción del sistema MIAF, persuadiendo, decidiendo y por último confirmando, etapa final, donde efectivamente el campesino decide innovar o rechazar, a base de la experiencia obtenida con el sistema MIAF, en un primer acercamiento.

Se encontró en ambos estratos, que los campesinos diversificaron los árboles frutales incorporando manzana, aguacate, naranja, mandarina, lima y limón, también incorporaron un sistema de riego a los frutales y solo en el estrato 1 se encontró que en el área donde siembran milpa, incorporaron ejote, tomate de cáscara y chile serrano, intercalándolo en tiempo diferente en el mismo ciclo agrícola. Además los campesinos desarrollaron otras capacidades de los que señala el manual del paquete tecnológico MIAF según Cortes et al. (2005) como es, el uso de abono orgánico para la milpa y frutal (pollinaza y bocashi), transformación del durazno en almibar y nueva forma de selección de semillas para la siembra de la milpa.

 

Rendimiento de la adopción, adaptación o rechazo del sistema MIAF

Los rendimientos obtenidos por la adopción, adaptación o rechazo de los componentes del sistema MIAF, por los campesinos Mixes, en ambos estratos se encontró que tuvieron cosechas de más de 4 cultivos principales (Maíz, frijol, calabaza y frutal, además de chícharo o ejote o tomate de cáscara y chile serrano) en comparación del sistema de milpa tradicional que obtienen 3 (maíz, frijol y calabaza).

El rendimiento del Maíz con el sistema MIAF aumentó en ambos estratos, pero en el estrato 1 fue de 740 kg comparando con la milpa tradicional de la linea base de León y Jiménez (2001), considerando que el rendimiento promedio del estrato 1 en ⅔ de 0.26 ha MIAF que posee el campesino, fue de 396.6 kg, además es necesario mencionar que más de 50% de éstos campesinos sembraron milpa año con año en esta misma área durante el periodo 2001-2009, lo que indica que el suelo está mejorando, gracias a la incorporación de materia orgánica año con año, la conservación de suelo y humedad por las terrazas de muro vivo.

En cuanto al rendimiento del durazno componente central del sistema MIAF, en el estrato 1 fue de 521 kg en ⅓ de 1 hectárea MIAF y menor en el estrato 2 de 283 kg en ⅓ de 1 ha MIAF , producción de durazno que generó ingresos a la familia campesina a través de la venta de fruto, que lo realizó 65.5% de los campesinos que cosecharon en el estrato 1 y 44.4% de los campesinos que cosecharon del estrato 2, ingreso económico que lo empleó para la compra de alimentos, despensa para la familia y algunos para la compra de insumos que requiere la parcela con sistema MIAF.

Los resultados del rendimiento del durazno muestra una deficiencia en el manejo del sistema MIAF con durazno, ya que de acuerdo al potencial ecológico de esta Región Según Cortes et al. (2005) se puede obtener rendimientos de hasta 5 t ha-1. Las posibles causas de este rendimiento en el estrato 1 podrán ser, la no aplicación de fertilizante químico a sus frutales por más de 69% de la población y 31% que está aplicando fertilizante fue menos dosis de la que requiere un árbol de más de 4 años, además la no dominación de la poda; ya que, 69.4% que la realizó, sólo 27.8% realizó las dos podas (verano e invierno) correspondientes al frutal y los demás realizaron sólo una poda, el de verano o inverno, la falta del raleo de fruto, está causando que la producción en algunos años sea mayor y menor en otros años.

Es decir, a pesar de que hay más campesinos realizando las actividades, falta mucho para el buen dominio de estos componentes, en el caso de la adaptación de otros frutales, es la necesidad de investigación para tener técnicas muy puntuales para su manejo para los nuevos campesinos que deseen implementar el MIAF. Asimismo, se requiere trabajar con la organización de todos los campesinos, para la comercialización, que no existe a pesar de que todos los campesinos, lo consideran, como necesario.

Con esto, se corre el riesgo de que el sistema MIAF se considere como una tecnología que no sirve, ahora que tenemos a los campesinos "mayoría temprana", urgen estrategias que nos permitan retomar estos aprendizajes y debilidades que los campesinos se han enfrentado para la adopción, y rechazo y adaptación del sistema MIAF, para que asi en el futuro se motive a mas campesinos con sistema tradicional a adoptar este sistema.

 

Estructura sociocultural y económica como factor determinante para la adopción, adaptación o rechazo del sistema MIAF

Se encontró que la mano de obra fue determinante para el costo de producción, porque el campesino empleó mano de obra familiar para el manejo del sistema MIAF, en el que empleó un total de 45 jornales en 0.26 ha, del cual 38.6 fueron mano de obra familiar y un 6.4 mano de obra contratada que calculado para 1 ha MIAF tenemos un total de 173 jornales, que comparado con los jornales que invierten en 1 ha con milpa tradicional son 84 jornales más, que es retribuida con la producción o venta de los productos obtenidos en un ciclo agrícola con el sistema MIAF.

El costo de producción que el campesino invirtió en una parcela de 0.26 ha MIAF fue de $1 532.11, considerando sólo el desembolso económico que el campesino realizó en insumos y mano de obra contratada, sin considerar la mano de obra familiar y las semillas del campesino, con un valor promedio de la producción de $4 903.83 pesos, en una relación beneficio-costo fue de 3.2; es decir, que por peso invertido el campesino obtiene una ganancia de 2.2 pesos, lo que significa que de los $1 532.11 pesos que invierte, además de recuperarlo obtiene una ganancia de $3 368.44 en un ciclo agrícola. Pero si el cálculo se realiza, contabilizando la mano de obra familiar; es decir, si el campesino se pagara su mano de obra, tendríamos que el costo promedio de producción es de $5 388.90, en una relación de beneficio/ costo de 0.09, que nos indica que el campesino obtiene una pérdida de $481.00 pesos.

Esta situación determina que el campesino Mixe incorpore al sistema MIAF a su modo de economía familiar, ya que la organización del manejo del sistema MIAF, se ha determinado por la composición de la familia del campesino, al número de miembros que la integran, su coordinación, sus demandas de consumo, y el número de trabajadores con que cuenta, como lo menciona Wolf (1982). Encontramos que todos los miembros de la familia del campesino, está compartiendo actividades específicas por edad y género, considerando que el aspecto sociocultural del cultivo milpa, sea el que determina esta forma de ver al sistema MIAF.

Asimismo, se caracterizó la tipología del campesino que implementó el sistema MIAF, lo que comprobó por qué el campesino menciona que por la falta de tiempo no realizó ciertas actividades del sistema MIAF. De acuerdo al Cuadro 1 se diferenció 3 tipos de campesinos de acuerdo a su actividad principal donde obtienen su ingreso económico principal, estas actividades causa el retraso para realizar actividades en la milpa o los frutales, considerando que la mayoría de las actividades del sistema MIAF son exclusivas del jefe de familia, además en el Cuadro 1 indica que la mayoría de los campesinos tiene trabajo durante 3 a 4 meses de año, que por lo regular son los 6 primeros meses del año que coincide con los meses de la realización de actividades del sistema MIAF. Asimismo, 61.1% de los campesinos, consideró, que invierte más tiempo al sistema MIAF comparándolo con el sistema milpa tradicional, por lo que no estaban acostumbrados a invertir mucho tiempo a un cultivo.

Así mismo se encontró que el campesino ha integrado al sistema MIAF, como otro más de sus sistemas de producción, debido a que encontró en el MIAF la producción de su alimento e ingreso económico para la familia como complemento a sus diversos sistemas de producción que tiene el campesino, observar Cuadro 2.

Se aprecia en el Cuadro 2 que el campesino obtuvo maíz del sistema MIAF para 4 meses del año en un área de 0.26 ha, pero además cosechó maíz de la milpa tradicional para su autoconsumo de 6 meses del año, es decir que el campesino obtuvo maíz de autoconsumo para 10 meses del año, que comparando con la línea base de León y Jiménez (2001) la producción sólo les alcanzaba para 7 meses del año.

En cuanto a la mano de obra los datos indicaron que el campesino invirtió 45 jornales en 0.26 ha de MIAF y en la milpa tradicional 79 jornales en 1 ha MIAF, siendo un total de 124 días de trabajo que el campesino invierte en éstos dos sistemas, que más tarde es remunerado con alimento para la familia durante 10 meses del año y con ingreso económico a través de la venta de la fruta del sistema MIAF.

La tipología del campesino y los sistemas de producción que tiene el campesino MIAF, denominado estructura sociocultural y económica del campesino, son una de las razones del por qué el campesino considera no tener tiempo para realizar ciertos componentes del sistema MIAF que consideran es mucho trabajo, el cual tiene como resultado que la adopción del sistema MIAF no sea en su totalidad, pero al mismo tiempo estas dos características han permitido que el campesino denote al sistema MIAF como uno más de sus sistemas de producción, debido a que el sistema MIAF genera alimento a la familia e ingresos económico, estrategia que reduce la vulnerabilidad del campesino a un déficit alimentario.

 

Conclusiones

De acuerdo a la hipótesis planteada se concretó que la comprobación de la mejora de sus sistemas de producción, a través de la generación y transferencia de innovaciones tecnológicas en el contexto de la gente, no es un factor único para que la concepción de los sistemas tecnológicos sean apropiadas por los campesinos rurales, porque el campesino al decidir realizar ciertos componentes del paquete tecnológico MIAF, confirma de acuerdo a su estructura sociocultural y económico qué componentes del sistema MIAF adoptar, a pesar de que compruebe que la innovación mejora sus rendimientos, pero si no armoniza con su estructura sociocultural y económico se torna más difícil su adopción.

El campesino ha pasado gradualmente el proceso de decisión para la adopción del sistema MIAF, conociendo, persuadiendo, decidiendo y por ultimo confirmando, etapa final, donde efectivamente el campesino decide innovar y rechazar, a base de la experiencia obtenida con el sistema MIAF, en un primer acercamiento. Pero de manera general, gran parte de los campesinos decidieron innovar en componentes como la poda, injerto, trazos de curvas a nivel, siembra de la milpa dentro del sistema MIAF y la no quema del rastrojo, el cual habla de un logro en el campe sino Mixe a través del desarrollo de sus habilidades y destrezas, lo que determinó que el campesino mejore sus condiciones de vida asegurando su alimentación, además del desarrollo interpersonal que los campesinos han mostrado a través de la motivación e interés de participar y auto gestionar su desarrollo rural, a través de la aplicación del sistema MIAF durante este proceso.

La capacitación durante este proceso ha sido y es un factor determinante para que los actores aprendan la dinámica tecnológica del sistema MIAF, ya que los campesinos han demostrado que la asistencia técnica, es fundamental para la búsqueda del desarrollo rural en las comunidades, no como dependencia, si no como apoyo-motivación, para el desarrollo. La necesidad y permanencia de la asesoría técnica para una innovación compleja para los campesinos, ya que como pasa el tiempo van surgiendo nuevas necesidades de capacitación, como es el manejo poscosecha, comercialización y la organización, además que los resultados obtenidos de la parcela MIAF demostraron que a pesar de la aplicación de componentes como: podas, injerto, raleo de frutos, dosis de fertilización en frutal y milpa y el control de plagas y enfermedades, requieren de mucha más prácticas para una mejor dominación del sistema MIAF.

La falta de cumplimiento por parte de los campesinos, en las recomendaciones técnicas del sistema MIAF, fue por la estructura sociocultural y económica del campesino, porque esto determina la distribución de sus tiempos para llevar a cabo sus actividades, ya que la organización del manejo del sistema MIAF, se ha determinado por la composición de la familia del campesino, al número de miembros que la integran, su coordinación, sus demandas de consumo, y el número de trabajadores con que cuenta, ya que cada miembro de la familia del campesino, está compartiendo actividades específicas por edad y género.

La flexibilidad del sistema MIAF determinó que el campesino considere al sistema MIAF como uno más de sus sistemas de producción, porque el MIAF ha sido una estrategia del campesino para obtener alimento para la familia durante el año e ingresos económico para la unidad familiar.

Los indisponibilidad de insumos (principalmente fertilizantes químicos) para el manejo del sistema MIAF, han determinado, también, el aplicación de los componentes del sistema MIAF.

La falta de comunicación de la organización entre los campesinos con sistema MIAF, principalmente para la comercialización es necesaria, ya que sin flujos de la comunicación no hay organización.

 

Literatura citada

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