SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.3 número5Composición y remoción nutrimental de frutos de mango 'Haden' y 'Tommy Atkins' bajo producción forzadaCrecimiento e intensidad de necrosis de nueve accesiones de aguacate a condiciones de riego con agua salina índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Revista mexicana de ciencias agrícolas

versión impresa ISSN 2007-0934

Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.3 no.5 Texcoco sep./oct. 2012

 

Artículos

 

Asistencia técnica en el sector agropecuario en México: análisis del VIII censo agropecuario y forestal*

 

Technical assistance in the farming sector in Mexico: analysis of the 8th farming and forestry census

 

Venancio Cuevas Reyes, Julio Baca del Moral1, Fernando Cervantes Escoto1 y José Aguilar Ávila1

 

1 Centro de Investigaciones Económicas, Sociales y Tecnológicas de la Agroindustria y la Agricultura Mundial. (CIESTAAM). Universidad Autónoma Chapingo (UACH). Carretera México-Texcoco, km 38.5. C. P. 56230. Tel. 01 595 9521500. Ext. 6019, 1544 y 6029. (venanciocuevas@ciestaam.edu.mx), (juliobaca@yahoo.com), (lacteos04@yahoo.com), (jorgechapingo@yahoo.com.mx). §Autor para correspondencia: venanciocuevas@ciestaam.edu.mx.

 

* Recibido: diciembre de 2011
Aceptado: julio de 2012

 

Resumen

El objetivo de esta investigación fue determinar a través de la información estadística obtenida por el VIII Censo Agrícola, Ganadero y Forestal del año 2007, la importancia que tiene la asistencia técnica en las unidades de producción en México para contar con elementos que sirvan en la toma de decisiones de éste servicio. Se realizó un análisis de la base de datos a nivel nacional y por zonas económicas a través de la obtención de frecuencias relativas. De acuerdo al Censo, en México, la cobertura de la asistencia técnica es baja, 3% del total nacional de unidades de producción con actividad agropecuaria disponen de este servicio, y sólo 11.7% perciben como problema la falta de asistencia técnica y capacitación. La agricultura cuenta con 75.4% de la asistencia técnica, le sigue el sector pecuario 19.3%, sector forestal 3.2%. El 70.8% de éste servicio es otorgado por técnicos, 17.7% por productores, 2.8% por instituciones académicas o de investigación y en último lugar 1.5% a los despachos. Se concluye que los factores ambientales (pérdidas de la producción por cuestiones climáticas) son los elementos que afectan en mayor medida las unidades de producción, en quinto lugar como factor crítico se encuentra la capacitación y asistencia técnica. Las políticas deben considerar la problemática desde el punto de vista del productor para lograr una mayor eficiencia de los recursos destinados a los programas de extensión.

Palabras clave: cobertura, extensión, problemas agrícolas, zonas económicas.

 

Abstract

The aim of this investigation was to determine, using the statistical information, obtained from the 8th Agriculture, Livestock and Forestry Census 2007, the importance of technical assistance of production units in Mexico to have elements that help in decision-making regarding this service. Databases were analyzed countrywide and by economic areas by obtaining relative frequencies. According to the Census, in Mexico, coverage of technical assistance is low, since only 3% of the del total farming units in the country have this service available, and only 11.7% find the lack of technical assistance and training to be a problem. Agriculture has 75.4% of the technical assistance, followed by livestock breeding with 19.3%, and forestry with 3.2%. Of this service, 70.8% is given by technicians, 17.7% by farmers, 2.8% by academic or research institutions, and finally, 1.5% by offices. In conclusion, environmental factors (loss in production to weather conditions) are the elements that most affect farming units; in fifth place, as a critical factor, are training and technical assistance. Policies must consider the problem from the point of view of the farmers in order to make resources for extension programs more efficient.

Key words: coverage, extension, agricultural problems, economic areas.

 

Introducción

Los términos extensión agrícola y asesoría técnica o asesoramiento rural suelen utilizarse como sinónimos (FAO, 2010). Algunos autores definen la "extensión" como un proceso de educación extra escolar (Rosado, 1973) y como una provisión de conocimientos y habilidades (Umali y Schwartz, 1994; Owens et al, 2003). La FAO (2010) señala a la "extensión" como un término genérico a fin de incluir las diferentes actividades de suministro de información y de asesoramiento pertinentes que solicitan los agricultores y otros actores en los sistemas agroalimentarios y el desarrollo rural. En tanto la asistencia técnica se encuentra asociada con los servicios de asesoría tecnológica brindados por la iniciativa privada (Aguilar, 2004), más asociados con el sector privado, en donde la transferencia de conocimientos y tecnología es unidireccional (FAO, 2010). La asistencia técnica se define como el servicio que se utiliza para estimular la producción de alimentos básicos, con el propósito de incrementar los rendimientos unitarios, mediante la asesoría constante en actividades relacionadas con los procesos de producción, industrialización, distribución y comercialización (Hernández, 1981).

Los antecedentes de la asistencia técnica en México se remontan a la década de 1950. El modelo era básicamente lineal y unidireccional, este esquema hizo crisis en la década de los ochenta (Muñoz y Santoyo, 2010). En 1995 resurge el extensionismo en México, a través de la creación de un Sistema Nacional de Extensión Rural (SINDER), 2001 surge el programa de Extensión y Servicios Profesionales (PESPRO) el cual sirvió para reorientar conceptualmente los servicios de extensión en el país. Es así que a partir de 2002 se ha mantenido el enfoque de prestador de servicios profesionales (PSP), por sus siglas en inglés. (Muñoz y Santoyo, 2010). La asistencia técnica se ha estudiado como parte del proceso de adopción de tecnología (Carranza, 1993; Flores, 1993), como insumo (Cruz, 1997; González et al., 2004), desde el punto de vista económico (López, 1980) y como elemento de política (GIDR, 2007).

Los programas de extensión agrícola tienen asociados una gran cantidad de recursos públicos y servicios de información y, como con cualquier servicio, el mejor juez para evaluar su calidad es el cliente, en éste caso el agricultor (Salmen, 2002). A nivel mundial, existen diversos estudios en los cuales se señala que la extensión agrícola es una actividad pública benéfica (Huffman, 1978; Dinar y Keynan, 2001; Anderson y Feder, 2003). El informe de desarrollo mundial 2008 hace hincapié en la extensión agrícola como una intervención importante para el desarrollo de los países en dos vertientes: 1) para aumentar el potencial de crecimiento del sector agrícola a la luz del aumento de la demanda y las presiones de la oferta; y 2) para promover el desarrollo sostenible (Raabe, 2008).

Muchos gobiernos, organismos internacionales y la agroindustria invierten una cantidad de recursos considerables en programas de extensión. Por ejemplo, Huffman y Evenson (1993) y Knutson y Outlaw (1994) estiman que las agencias de gobierno en los EE.UU gastan anualmente más de mil millones de dólares en la extensión agrícola. En México, durante 2008 los recursos públicos destinados a programas de extensión ascendieron a poco mas de 1.7 millones de pesos (Muñoz y Santoyo, 2010). En 2007, además del Programa de Desarrollo de Capacidades en el Medio Rural (PRODESCA) que contaba con un presupuesto de 564 millones, existían nueve programas que incluían acciones de asistencia técnica (Muñoz y Santoyo, 2010). Sin embargo, los problemas de la eficiencia de los programas de extensión en México y otras partes del mundo es un tema recurrente (Feder et al, 1999; Birner et al, 2007; Mahmoud et al, 2008; Feder et al, 2010). Aunque la reducción de costos ha sido la fuerza detrás de muchos cambios, el objetivo principal de las reformas en los programas de extensión se enfocaba en mejorar la calidad de los servicios y atención a los clientes (IFPRI, 2000).

No obstante, en nuestro país existen pocos estudios de ámbito nacional que identifiquen la visión del productor agropecuario respecto a los problemas principales que le afectan, y en menor sentido, la participación y la importancia que juega la asistencia técnica en sus unidades de producción. El objetivo del presente estudio fue determinar a través de la información obtenida por el VIII Censo Agrícola, Ganadero y Forestal de 2007, la importancia que tiene la asistencia técnica en las unidades de producción en México para contar con elementos que sirvan en la toma de decisiones de éste servicio. Desde el punto de vista externo a la unidad de producción se asume que el productor requiere de elementos provenientes del entorno (capacitación, asistencia técnica, insumos etc.) para hacer más eficiente su unidad productiva, en este sentido la asistencia técnica debe ser un elemento importante que el productor demande. La información proveniente Censo permitirá identificar la situación que guarda este servicio público en México.

 

Materiales y métodos

El presente trabajo se basó exclusivamente en la información obtenida en el VIII Censo Agrícola, Ganadero y Forestal realizado en México en 2007 (INEGI, 2009).

Se realizó un análisis descriptivo de la información de seis de los doce temas que se encuentran en el Censo: conformación de la unidad de producción, agricultura, ganadería, capacitación, actividad económica en los terrenos y características socio demográficas del productor. La unidad de análisis fue la unidad de producción (UP), la cual es definida como, el conjunto formado por los terrenos, con o sin actividad agropecuaria o forestal en el área rural o en el área urbana, ubicados en un mismo municipio; los animales que se posean o críen por su carne, leche, huevo, piel, miel o para trabajo, independientemente del lugar donde se encuentren; así como los equipos, maquinarias y vehículos destinados a las actividades agrícolas, pecuarias o forestales (INEGI, 2009).

Los criterios para la selección de las variables del estudio fueron: utilizar la información obtenida en el VIII Censo realizado en el 2007 y que la información estuviera diferenciada por UP. Cabe mencionar que en los censo agropecuarios de 1970, 1981 y 1991 no se obtuvo información para la variable asistencia técnica. Las variables analizadas fueron aquellas relacionadas con el tema de la asistencia técnica (en el VIII Censo esta variable está identificada como asistencia técnica y capacitación) además de información de contexto de las unidades de producción.

 

Variables relacionadas con la asistencia técnica.

Las variables que sirvieron para analizar la asistencia técnica se agruparon en cinco áreas; diagnóstico del número de UP que cuentan con asistencia técnica (AT), agente o actor que proporciona la AT, distribución de la AT por sectores productivos, temática abordada por la AT y finalmente fuentes de financiamiento para el pago del servicio de asistencia técnica. A continuación se describen las variables para cada área: a) número de UP que cuentan con asistencia técnica: UP que recibieron asistencia técnica; b) agente que proporciona la capacitación y asistencia técnica: UP que recibieron AT según tipo o perfil del responsable de proporcionar el servicio; c) Distribución de la capacitación y asistencia técnica por sectores productivos: UP que recibieron AT en áreas específicas del ámbito agropecuario o forestal; d) temas de capacitación y asistencia técnica recibidos: UP que recibieron AT según orientación temática; y e) fuentes de financiamiento para el pago de la capacitación y asistencia técnica: UP que recibieron AT de acuerdo con el origen de los recursos para costear el servicio.

Variables de contexto. Se refieren a aquellas variables que sirven para contextualizar el entorno bajo el cual se encuentran las UP analizadas, en este sentido, la información fue agrupada en tres áreas importantes: aspecto socioeconómicos, superficie de riego y acceso al mercado, finalmente, problemática de la UP. Se asumió que la selección de estas variables pudiera ayudar a dar un marco de referencia del servicio de asistencia técnica que recibieron las UP en México durante 2007. De tal forma de identificar no solo la oferta del servicio sino algunas características de la demanda (edad del productor, disponibilidad de recursos de riego, acceso al mercado y principalmente, la problemática que manifiesta tener el productor al momento de la obtención de la información, entre otras). Las variables analizadas fueron: a) aspectos socioeconómicos de las unidades de producción: género, edad y nivel de escolaridad; b) superficie de riego y acceso al mercado: UP con superficie de riego, UP con agricultura de contrato, UP con cría y explotación de animales que reportaron ventas según destino de la producción; y c) problemática de las unidades productivas: UP con problemas para desarrollar la actividad agropecuaria o forestal.

Las variables se analizaron por medio de la estadística descriptiva, mediante el uso de frecuencias relativas y por regiones utilizando la clasificación de zonas económicas propuesta por Bassols (1992). En este sentido, el análisis realizado nos muestra las principales características de las UP y su relación con la capacitación y asistencia técnica en ocho zonas del país, a saber: Zona I. Noroeste: Baja California, Baja California Sur, Sonora, Sinaloa y Nayarit. Zona II. Norte: Chihuahua, Coahuila, Durango, Zacatecas y San Luis Potosí. Zona III. Noreste: Nuevo León y Tamaulipas. Zona IV. Centro-Occidente: Jalisco, Aguascalientes, Colima, Michoacán y Guanajuato. Zona V. Centro-Este: Querétaro, México, Distrito Federal, Morelos, Hidalgo, Tlaxcala y Puebla. Zona VI. Sur: Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Zona VII. Oriente: Veracruz y Tabasco. Zona VIII. Península de Yucatán: Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

 

Resultados y discusión

Aspectos socioeconómicos de las unidades de producción.

A nivel nacional se tienen 4 069, 938 unidades de producción con actividad agropecuaria, de éstas; 84.2% está bajo el mando de hombres y 15.8% por mujeres. Por zonas económicas, la centro-este y oriente cuentan con el mayor porcentaje (más de 18%) de mujeres que son responsables de la unidad productiva en tanto que la menor proporción se encuentra en la zona Norte, 11.8%. El 28% de responsables de las unidades productivas a nivel nacional no cuentan con ningún nivel de estudios y, la zona económica Centro-Occidente y la zona Sur es donde se encuentra la mayor cantidad de productores que no cuentan con algún nivel educativo, en ambas regiones sobrepasa 33%. Como se observa en el Cuadro 1, el nivel educativo de los productores es bajo, lo cual probablemente repercuta en los procesos de cambio tecnológico, adopción y demás aspectos relacionados con las actividades productivas y de desarrollo. 

Superficie de riego y acceso al mercado. Para el presente estudio se analiza el uso de superficie de riego como variable de uso tecnológico, toda vez que las superficies de riego conllevan el uso de "paquetes tecnológicos" y en cierta medida uso de mayor tecnología. El riego agrícola se encuentra disponible en 630 313 UP (15.5% del total nacional). Por zonas económicas, la Centro-Este es la que cuenta con el mayor porcentaje (32.2%) de unidades con algún tipo de riego agrícola, seguida por la zona Centro-Occidente (23.0%) y en tercer lugar la región Norte, con 13.8% (Cuadro 2).

En México existen 73 334 UP (1.8% de las unidades agropecuarias totales) que reportaron algún tipo de agricultura de contrato. Este tipo de agricultura, implica un convenio de uso de insumos, entrega de productos bajo cierto estándar de calidad y supervisión del socio comprador; es decir, este tipo de contratos sugiere a priori que las unidades de producción tengan y manejen un cierto nivel tecnológico (riego, fertilizantes, agroquímicos, maquinaria agrícola, asistencia técnica, mercado, crédito, etc.). Por regiones, la zona Oriente, ocupa 26% el primer lugar en este tipo de contratos, en segundo lugar se encuentra la región Centro-Este (15.9%) y en tercer sitio la zona Centro-Occidente (15.2%), Cuadro 2.

La integración de las unidades de producción al mercado, tanto interno como externo, pudiera ser una variable que nos permita identificar la situación que guardan con el mercado las UP analizadas. El destino de la producción y acceso al mercado es reportado en el Censo sólo para productos pecuarios. En el Cuadro 2 se presenta información en donde se describen las UP con cría y explotación de animales que reportaron ventas según mercado de destino de la producción (nacional o externo).

Como se observa, el destino de la producción hacia el mercado nacional no sobrepasa 20% del total de UP; la región Norte es la que realiza un mayor destino con 18.6% y la zona Noreste es la que tiene menor cantidad de UP que destinan su producción al mercado nacional (apenas 5.0%) lo cual nos puede indicar que la producción se destina principalmente al autoconsumo. Esto coincide con estudios realizados por investigadores de la economía campesina, por ejemplo, Lechuga (2006) en un estudio para el cultivo del maíz señala que la producción se realiza en predios menores a 5 hectáreas y en donde el autoconsumo constituye una proporción importante.

Problemática de las unidades productivas. La problemática para desarrollar la actividad agropecuaria o forestal en México de 3 202 337 UP durante el 2007 se detectó en el Censo a través de la pregunta: ¿cuáles fueron los principales problemas que tuvo para el desarrollo de las actividades agrícolas, de cría y explotación de animales o de aprovechamiento forestal? En este sentido, se logró identificar que el mayor problema que detectan los productores en este año, fueron las pérdidas por cuestiones climáticas ocasionadas por sequias, heladas, vientos, inundaciones, granizo, etc. (77.8%), en segundo lugar se mencionó el alto costo de los insumos y servicios (33.0%), en tercer sitio la pérdida de fertilidad en el suelo (24.8%), cuarta posición difícil acceso al crédito (21.9%) y en quinto lugar la falta de capacitación y asistencia técnica con 11.7%. De la misma forma se mencionó que existían problemas para la comercialización (10.3%), infraestructura insuficiente para la producción (9.5%), organización poco apropiada para la producción (5.3%), litigios por la tierra (0.7%), dificultad para acreditar la posesión de la tierra (1.2%) y otros (3.4%).

En la zona norte del país los problemas originados por aspectos climatológicos fueron los que se reportaron con mayor frecuencia, ya que 82.5% de las UP lo identificaron como el mayor obstáculo para la producción (Cuadro 3). La baja precipitación y sequias son dos de los problemas más importantes en México, aunado a que 79% de la superficie de cultivo se encuentra bajo condiciones de temporal (Lechuga, 2006). Las sequías son episodios en donde llueve en general por debajo del promedio durante más de dos años consecutivos y trae consecuencias económicas desastrosas, sobre todo en regiones áridas y semiáridas (Arreola y Navar, 2010).

La falta de asistencia técnica fue mencionada como problema por 15.7% de las UP en la zona Oriente del país y en menor medida (con 7.3%) la región Noreste. Es interesante resaltar que de las ocho zonas económicas analizadas, tres presentan una percepción por parte del productor mayor al promedio nacional, las zonas Centro-Este (12.3%), Oriente (15.7%) y Península de Yucatán (11.9%), en tanto la zona Sur (11.1%), Occidente (10.7%) y Norte (9%) se encuentran por abajo del promedio nacional (11.7%).

En general, por zonas económicas se mantienen los rubros de pérdidas por causa del ambiente, alto costo de los insumos y problemas de acceso al crédito y fertilidad del suelo (aunque ésta problemática se concentró básicamente en las zonas Centro-Este, Sur y Oriente del país). Como se observa, las diferentes necesidades del productor de acuerdo a la información del Censo se encuentran ubicadas en aspectos del entorno, fundamentalmente medio ambiente (clima y fertilidad del suelo) y financieros (alto costo de insumos y financiamiento). Por lo que programas de extensión que se planteen deberían considerar la implementación de tecnologías que favorezcan un uso sostenible de los recursos naturales.

Asistencia técnica (AT). Con base en la información disponible en el Censo se detectó que de las 5.5 millones de UP agropecuarias que existen en México, únicamente 4 millones tienen actividad agropecuaria y, de estás, sólo 118 203 contaron con asistencia técnica y capacitación; es decir, que sólo 3% de las UP con actividad agropecuaria cuentan con este servicio. Cuando se analiza la distribución por regiones económicas, se observa que la mayor proporción de UP con asistencia técnica se encuentra en la zona Sur (28%), en segundo lugar la región Centro-Este (18%), Noroeste (15%), en tanto que la región que tiene menor número es la zona Noreste y la Península de Yucatán con 2 y 4% respectivamente (Figura 1). La cobertura de un programa de extensión se mide en otros países a través de la relación de agentes contratados contra el total de beneficiarios atendidos. En este sentido, Feder et al. (1999) reportan que la relación para países en desarrollo (Asia y África, principalmente) varía de 1:1 800 a 1:1 300. Para países desarrollados la relación promedio es de 1:400, en Estados Unidos de América (mediados de los 90's) la relación era 1:330, mientras que en Europa era de 1:435. En México, de la información del programa soporte de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA) para 2008 se infiere que la relación es de 1:420. Tomando en cuenta que las políticas agropecuarias se han mantenido estables en los últimos 15 años en Estados Unidos de América y Europa, se puede concluir que la cobertura en México se encuentra en niveles razonablemente adecuados si se compara con cifras internacionales (Zavala, 2009).

Agente que proporciona la capacitación y asistencia técnica. Del total de UP con actividad agropecuaria que reciben asistencia técnica en México, 70.8% es otorgada por técnicos, 17.7% por productores, 2.8% por instituciones académicas o de investigación, 1.5% por despachos y 7.2% por otros tipos de actores. Por zonas económicas, la zona Sur (Guerrero, Oaxaca y Chiapas) cuenta con el mayor porcentaje de técnicos para el otorgamiento de la asistencia técnica (79%), en tanto la región Centro-Este con 30.4% destaca por contar con el mayor porcentaje de productores que otorgan asistencia técnica. Se observa una participación considerable de los mismos productores como "agentes técnicos", en segundo y tercer lugar se encuentran la zona Centro-Este, la zona Centro-Occidente con 28.7% y la zona Norte con 19.9%, respectivamente (Cuadro 4).

Las instituciones académicas y centros de investigación tienen participación como agentes que proveen el servicio de asistencia técnica, destaca 5.3% la zona Noreste en primer lugar, en segundo 4.2% se encuentra la zona Centro-Este y en tercer lugar 3.8% la zona Norte. Esto concuerda con Collión (2002) citado por Mahmoud et al., (2008) que señala la aparición de nuevos actores que trabajan con los agricultores. Finalmente, es importante señalar que en México 1.5% de las UP reciben asistencia técnica de despachos, por zonas, en primer lugar con 2% se encuentra el Noroeste, 1.9% y con 1.7% en segundo lugar la zona Noreste y Norte, respectivamente (Cuadro 4).

Distribución de la capacitación y asistencia técnica por sectores productivos. En el Cuadro 5 se puede observar que la agricultura cuenta con el 75.4% de la capacitación o asistencia técnica, le sigue el sector pecuario con 19.3%, sector forestal con 3.2%, recolección de productos silvestres (0.4%), 0.2% pesca y otros temas con 1.5%. Cuando se realiza el análisis por regiones económicas, se percibe que la capacitación en el sector agrícola la zona Sur, Noroeste y Centro-Occidente superan el promedio nacional, pues en ellas la agricultura absorbe 86%, 78.7% y 78.4% de la capacitación asistencia técnica, respectivamente. Mientras que para el sector pecuario, la mayor cobertura en capacitación o asistencia técnica se encuentra en la Península de Yucatán, región Noreste y Norte con 44.4%, 44.1% y 27.7% respectivamente. La capacitación en el sector forestal tiene una cobertura a nivel nacional de 3.2%. Por zonas, la Península de Yucatán cuenta con 6.7%, la zona Oriente 5.6% y en tercer lugar la zona Noreste (4.4%). En cuatro de las ocho zonas de análisis (Centro-Este, Centro-Occidente, Sur y Noroeste) la cobertura es menor al promedio nacional, Cuadro 5.

 

Temas de capacitación y asistencia técnica recibidos.

El 70% de las unidades de producción con actividad agropecuaria que recibieron AT se capacitaron en temas relacionados con aspectos productivos, 8.7% con temas de comercialización, 5.8% transformación, 5.3% organización, 2.5% diseño y elaboración de proyectos, como los más importantes temas. No aparecen temas relacionados con la educación, ni gestoría, y los temas de manejo ambiental apenas alcanza 0.7%. Estudios recientes señalan que se requiere de temas de capacitación que se refieran al valor agregado del producto final (Ardila, 2010), así como de una nueva generación de personal de extensión que comprenda el funcionamiento de los distintos sistemas de producción y que pueda trabajar eficazmente con los grupos de productores (Swanson, 2008).

Fuentes de Financiamiento para el pago de la capacitación y asistencia técnica. Las fuentes de financiamiento de la asistencia técnica reportada en 121.220 UP a nivel nacional son: recursos propios (45%), recursos de instituciones públicas (43.8%), recursos provenientes de instituciones privadas (6.4%) y otros (4.8%). La zona Noroeste con 24% de unidades productivas, es la región del país en donde el pago del servicio de asistencia técnica o capacitación es cubierto por los propios productores, en segundo lugar le sigue el Centro-Este (20.8%) y en tercer sitio el Centro-Occidente (20.4%); en tanto que la Noreste es la zona con el menor porcentaje (2.9%) de productores que pagan directamente la asistencia técnica. En contraste, la región Sur es el lugar donde el pago del servicio de asistencia técnica y capacitación es cubierto principalmente con recursos provenientes de instituciones públicas, 43.6% de UP que reciben este servicios así lo mencionaron. Por otro lado, la zona Noroeste de México cuenta con el mayor porcentaje de unidades productivas (24.5%) cuyo pago proviene de instituciones privadas, (Cuadro 6).

Existen estudios que señalan que la implementación del esquema de pago por producto ha resultado un paso importante en la transformación del sistema de asistencia técnica. Sn embargo, el que se haya identificado que 54 528 unidades agropecuarias paguen con recursos propios el servicio de asistencia técnica, resulta contrario a lo encontrado en un estudio realizado en Grecia para conocer la disponibilidad a pagar por servicios de extensión agrícola los resultados señalan que la extensión tiene que ser reestructurada y reorientada si se desea que haya un cobro por dicho servicio (Alexopoulosa et al, 2009). Por otro lado, los estudios que señalan como factible el pago por el servicio de AT también mencionan que el esquema resulta funcional con productores con potencial económico y productivo, pero presenta limitaciones con productores de bajos ingresos (FAO, 2005; Ardila, 2010).

 

Conclusiones

El nivel de cobertura de la asistencia técnica y capacitación es bajo, sólo 3% de 4 069 938 unidades productivas cuentan con el servicio. Sin embargo, esta información contrasta con la ofrecida por Zavala (2009) donde asegura que en México la cobertura se encuentra en niveles razonablemente adecuados. En este sentido, es conveniente considerar que el censo no cubre la totalidad de información referida a éste servicio pues en el Censo no existe información sobre los distintos programas y recursos económicos que el gobierno federal impulsa para este problema.

Los factores ambientales (pérdidas de la producción por cuestiones climáticas) son los elementos que afectan en mayor medida (77.8%) las unidades de producción, en quinto lugar (11.7%) como factor crítico se encuentra la capacitación y asistencia técnica, lo cual puede indicar que este servicio no es considerado un problema apremiante por parte del productor. Las variables de contexto muestran un bajo nivel de escolaridad del productor (28% de productores no cuentan con ningún nivel de estudios), un aumento de la feminización del campo (15.8% de las UP están bajo el mando de mujeres), bajo acceso al riego agrícola (15.5% de las UP disponen de este recurso) y una falta de integración a mercados agrícolas (la producción hacia el mercado nacional no sobrepasa 20% del total de UP). En este sentido, la información obtenida del VIII Censo Agrícola, Ganadero y Forestal del 2007 provee un marco referencial que puede contribuir al entendimiento de la lógica que sigue el productor agropecuario, y así apoyar en la formulación de planes y programas de extensión acordes a las necesidades de los productores agropecuarios del país.

 

Literatura citada

Aguilar, A. J. 2004. Transferencia de tecnología en la producción de granos: lecciones y propuestas para México. Tesis de doctorado en problemas económico agroindustriales. Universidad Autónoma Chapingo. 57 p.         [ Links ]

Alexopoulosa, G.; Koutsourisa, A. and Tzouramanib, I. 2009. The financing of extension services: a survey among rural youth in greece. J. Agric. Edu. Ext. 15:177-190.         [ Links ]

Anderson, J. R. and Feder, G. 2003. Agricultural extension: good intentions and hard realities. The World Bank Research Observer. 19:41-60.         [ Links ]

Ardila, J. 2010. Extensión rural para el desarrollo de la agricultura y la seguridad alimentaria: aspectos conceptuales, situación y una visión de futuro. San José, C.R.: IICA. 28 p.         [ Links ]

Arreola, O. M. R. y Navar, Ch. J. J. 2010. Análisis de sequías y productividad con cronologías de Pseudotsuga menziesii Rob. and Fern., y su asociación con El Niño en el noroeste de México. Invest. Geog. 71:7-20.         [ Links ]

Bassols, B. A. 1992. México: formación de regiones económicas. Universidad Nacional Autónoma de México. Primera edición 1979. 1ª reimpresión. México, D. F. 625 p.         [ Links ]

Birner, R.; Anderson, J. and Jock, P. 2007. How to make agricultural extension demand-driven? The case of India's agricultural extension policy. IFPRI Discussion Paper 00729. Washington, DC. 48 p.         [ Links ]

Carranza, G. C. 1993. Factores relacionados con la adopción de tecnología en la zona maicera de Tehuantepec, Oaxaca, México. Tesis Maestría en Ciencias en Estrategias para el Desarrollo Agrícola Regional. Colegio de Postgraduados en Ciencias Agrícolas. Campus- Puebla, Puebla. 69-125 pp.         [ Links ]

Cruz, M. J. C. 1997. La política nacional de descentralización de los servicios de asistencia técnica agrícola y su impacto en el municipio de San Martín Texmelucan, Puebla. Maestría en estrategias del desarrollo Agrícola Regional. Colegio de Postgraduados en Ciencias Agrícolas. Campus- Puebla, Puebla. 3 p.         [ Links ]

Dinar, A. and Keynan, G. 2001. Economics of paid extension: lessons from experience in Nicaragua. Am. J. Agric. Econ. 83:769-776.         [ Links ]

Feder, G.; Willet, W. and Zijp, W. 1999. Agricultural extension. Generic challenges and some ingredients for solutions. Policy Research Working. World Bank. Washington, D.C. 2129:123.         [ Links ]

Feder, G.; Anderson, R. J.; Birnes, R. and Deininger, K. 2010. Promises and realities of community-based agricultural extension. IFPRI Discussion. Washington, D.C. 00959:32.         [ Links ]

Flores, M. B. A. 1993. Análisis del proceso de generación transferencia adopción de la tecnología generada por el Campo Experimental "La Campana" (INIFAP) para la ganadería bovina productora de carne en el municipio de Chihuahua. Tesis de Maestría en Ciencias en Desarrollo Rural, Montecillo, México. 47-55 pp.         [ Links ]

González, E. A.; Cuevas, R.V.; Loaiza, M. A.; Romero, F. J. M. O.; Reyes, J. J. E.; Moreno, G. T.; Martínez, P. R. y Wood, S. 2004. Impacto económico del proyecto Grupos de Ganaderos de Validación y Transferencia de Tecnología (GGAVATT) en Sinaloa. Publicación técnica Núm 7. SAGARPA-INIFAP. Julio de 2004. 19-29 pp.         [ Links ]

Grupo Intergerencial de Desarrollo Rural-México (GIDR) 2007. Temas prioritarios de política agroalimentaria y de desarrollo rural en México. (consultado http://smye.info/gia-mexico/wp-content/uploads/2009/09/L783.pdf.). 25-27 pp.         [ Links ]

Hernández, P. J. E. 1981. Asistencia técnica y extensionismo en el municipio de Pungarabato, Estado de Guerrero. Tesis de Licenciatura. Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia. Universidad Autónoma de México (UNAM). México, D. F.         [ Links ]

Huffman, W. E. 1978. Assessing returns to agricultural extension. Am. J. Agric. Econ. 60: 968-975.         [ Links ]

Huffman, W. E. and Evenson, R. E. 1993. Science for agriculture: a long term perspective. Iowa State University Press, Ames. 269 pp.         [ Links ]

International Food Policy Research Institute (IFPRI). 2000. Decentralizing agricultural extension lessons and good practice the world bank rural development family. Agricultural Knowledge and Information Systems (AKIS). Work in progress for public discussion August 2000. Prepared by the AKIS Thematic Team. 141 p.         [ Links ]

Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) 2009. Estados Unidos Mexicanos. Censo Agropecuario 2007. VIII Censo Agrícola, Ganadero y Forestal. Aguascalientes, Auascalientes. 2009. (consultado en http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/proyectos/Agro/ca2007/Resultados_ Agricola/default.aspx.         [ Links ]

Knutson, R. D. and Outlaw, J. L. 1994. Extension's decline. Rev. Agric. Econ. 16:465-475.         [ Links ]

Lechuga, M. J. 2006. La estructura agraria de México. Un análisis de largo plazo. Biblioteca de Ciencias Sociales y Humanidades. Serie Economía Universidad Autónoma Metropolitana (UAM). 254 p.         [ Links ]

López, E. A. 1980. Metodología para el análisis económico de programas de inversión PIDER en asistencia técnica y su aplicación en el estudio de caso plan Zacapoaxtla. Tesis de Maestría en Economía Agrícola. Montecillos, Texcoco, México. 25 p.         [ Links ]

Mahmoud, H. S.; Yousef, H. S. and Malek, M. I. 2008. Approaches for preparing agricultural advisory services feasibility study. J. Agric. Soc. Res. 8:2.         [ Links ]

Muñoz, R. M. y Santoyo, C. V. H. 2010. Del extensionismo a las redes de Innovación. In: del extensionismo agrícola a las redes de innovación rural. Aguilar, A. J.; Altamirano, C. J. R.; Rendón, M. R. y Santoyo, C. V. H. (Coord.). Universidad Autónoma Chapingo (UACH). 50 p.         [ Links ]

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) 2005. Papel de PRODESCA en la promoción de un mercado de servicios profesionales para el Desarrollo Rural. In: análisis de políticas agropecuarias y rurales. (consultado en: http://www.fao-evaluacion.org.mx/pagina/documentos/analisis-politicas/12%20Prodesca%20y%20el%20mercado%20de%20servicios%20profesionales.pdf 10 de oct 2010. FAO. 2005:4.         [ Links ]

Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) 2010. Cómo movilizar el potencial de la extensión agraria y rural. Roma. http://www.fao.org/docrep/013/i1444s/i1444s00.pdf. (consultado enero, 2012). 38 p.         [ Links ]

Owens, T.; Hoddinott, J. and Kinsey, B. 2003. The impact of agricultural extension on farm production in resettlement area of Zimbabwe. Econ. Dev. Cult. Change 51:337-357.         [ Links ]

Salmen, L. F. 2002. Beneficiary assessment: an approach described. Social Development Papers No. 10. Washington D. C. The World Bank, Social Analysis Publications. 29 p.         [ Links ]

Swanson, E. B. 2008. Global review of good agricultural extension and advisory service practices. FAO, Rome. (consultado http://www.fao.org/docrep/011/i0261e/i0261e00.htm). 82 p.         [ Links ]

Umali, D. L. and Schwartz, L. 1994. Public and private agricultural extension: beyond traditional frontiers. Discussion Paper 236.Washington, DC: The World Bank. 102 p.         [ Links ]

Raabe, K. 2008. Reforming the agricultural extension system in India. What Do We Know About What Works Where and Why? IFPRI Discussion Paper 00775. Washington, DC.         [ Links ]

Rosado, E. 1973. Extensión agrícola y desarrollo; su importancia. En desarrollo rural de las Américas. San José. Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). 5:2.         [ Links ]

Zavala, G. del C. R. 2009. Análisis general sobre asistencia técnica en el sector rural: comparativo entre el VIII Censo Agropecuario y Forestal y los resultados de SAGARPA. (consultado en http://smye.info/gia-mexico/wp-content/uploads/2010/01/Analisis-Asistencia_Tecnica_CENSO_INEGI_-_SAGARPA.pdf.         [ Links ]

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons