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Revista mexicana de ciencias agrícolas

versión impresa ISSN 2007-0934

Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.3 no.1 Texcoco ene./feb. 2012

 

Artículos

 

Alternativas de control en la pudrición radical de cebolla para el Valle de la Trinidad, Baja California*

 

Control Alternatives for Onion root rot in the Trinity Valley, Baja California

 

Armando Pulido-Herrera1, Emma Zavaleta-Mejía2, Lourdes Cervantes-Díaz y Onécimo Grimaldo-Juárez3

 

1 Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación. Av. Reforma y Calle L s/n. Colonia Nueva, Mexicali, Baja California. C. P. 21100. Tel. 01 686 554717. Ext. 73257. (armando.pulido@bd.sagarpa.gob.mx).

2 Instituto de Fitosanidad. Colegio de Posgraduados. Carretera México-Texcoco, km 36.5. Montecillo, México C. P. 56230. Tel. 01 595 9520200. Ext. 1625. (zavaleta@colpos.mx).

3 Instituto de Ciencias Agrícolas. Universidad Autónoma de Baja California. Carretera Blvd. Delta s/n. ejido Nuevo León, Valle de Mexicali, Baja California. C. P. 21705. Tel. 01 686 5230079. Ext. 131 y 232. (ogrmaldoj@hotmail.com). §Autora para correspondencia: lourdescervantes@uabc.edu.mx.

 

*Recibido: junio de 2011
Aceptado: diciembre de 2011

 

Resumen

La pudrición radical en cebolla es la enfermedad más importante en el Valle de la Trinidad, Baja California, México. Con el propósito de evaluar estrategias de control para la enfermedad se realizaron tres experimentos durante 2007, 2008 y 2009. En el experimento I (2007) los tratamientos fueron: 1) Tiofanato metílico; 2) Smicobac (Trichoderma + Bacillus sp. + Azospirillum sp. + Pseudomonas sp.); 3) estiércol de bovino (EB); 4) residuos de cebolla (RC); 5) solarización plástico transparente (SPT), 6) solarización plástico negro (SPN); 7) SPT + EB; 8) SPT + RC; 9) SPN + EB; 10) SPN + RC; 11) Trichodef (Trichoderma harzianum);y 12)testigo. En el experimento II (2008), los tratamientos fueron los mismos excepto el tratamiento 2, sustituido porprotector (extractos vegetales); y en el experimento III (2009) los tratamientos fueron: 1) SPT + estiércol de ovino (EO); 2) SPN + EO; 3) SPT; 4) SPN; 5) control biológico (Trichoderma spp.); y 6) control químico (2- (tiocianometiltio) benzotiazol 30%. Los resultados indicaron que los tratamientos solarización plástico transparente con o sin enmiendas orgánicas, presentaron incrementos significativos (p≤ 0.05) de 22 a 34% en el rendimiento y diámetro del bulbo con respecto al control biológico y químico; sin embargo, en estos dos últimos tratamientos la incidencia y severidad se redujo significativamente (p≤ 0.05), por lo que la solarización con plástico transparente y el control biológico, son alternativas viables para el control de la pudrición radical en cultivos de cebolla en Baja California, México.

Palabras clave: Fusarium oxysporum, Pyrenochaeta terrestres, Trichoderma, solarización.

 

Abstract

Onion's root rot is the most important disease in the Trinidad Valle, Baja California, Mexico. In orderto evaluate strategies to control this disease, three experiments were conducted during 2007, 2008 and 2009. In experiment I (2007) the treatments were: 1) Thiophanate methyl; 2) Smicobac (Trichoderma+Bacillus sp. + Azospirillum sp. + Pseudomonas sp.); 3) cattle manure (EB); 4) waste of onion (RC); 5) clear plastic solarization (SPT); 6) black plastic solarization (SPN); 7) SPT + EB; 8) SPT + CR; 9) SPN + EB; 10) SPN + SO; 11) Trichodef (Trichoderma harzianum); and 12) control. In Experiment II (2008), treatments were the same except treatment 2, replaced by a protective agent (plant extracts), and in experiment III (2009) the treatments were: 1) SPT + sheep manure (EO); 2 ) SPN + EO; 3) SPT; 4) SPN; 5) biological control (Trichoderma spp.); and 6) chemical control (2 - (thiocyanomethylthio) benzothiazole 30%. the results indicated that the clear plastic solarization treatments with or without organic amendments showed significant increases (p<0.05) from 22 to 34%yield and diameterwith respect to biological and chemical control, but the latter two treatments in the incidence and severity decreasedsignificantly (p<0.05 ), so that the clearplastic solarization and biological control, are viable alternatives to control root rot in onion crops in Baja California, Mexico.

Key words: Fusarium oxysporum, Pyrenochaeta terrestres, Trichoderma, solarization.

 

Introducción

La cebolla (Allium cepa L.) es una las principales hortalizas que se cultivan en México debido a su alto consumo, superficie sembrada, generación de empleos y divisas que genera. Los estados de Baja California, Chihuahua, Guanajuato, Michoacán y Tamaulipas destacan como los productores principales de esta hortaliza. En 2008 en Baja California fueron sembradas aproximadamente 6 000 ha de cebolla con producción de 15 3 000toneladas, generando ingresos por más de $4 000 000 000 y la generación de empleos (SAGARPA, 2009).

Entre los diversos patógenos que afectan al cultivo de la cebolla, destacan los hongos fitopatógenos causantes de pudriciones radicales asociadas a la presencia de Fusarium oxysporum f. sp. cepae (Havey, 1996), Sclerotium cepivorum (Crowe, 1996), Pyrenochaeta terrestris (Sumners, 1996; Montes-Belmont et al., 2003) y Pythium spp. (Vincelli y Lorbeer, 1990). El establecimiento de estos patógenos en las raíces de cebolla, puede ser por penetración directa o por aberturas naturales y heridas, produciendo síntomas como amarillamiento en el follaje, marchitez y muerte de la planta, a consecuencia de la pudrición radical que se manifiesta como coloración café (Sumners, 1996) o rosada (Montes-Belmont et al., 2003).

En el valle de la Trinidad, Baja California el cultivo de la cebolla presenta serios problemas de pudrición radical, causada por Fusarium oxysporum, F. subglutinans, y Pyrenochaeta terrestris (Pulido-Herrera et al., 2008). Esta situación ha impactado en la economía de los productores de la región, obligándolos a cambiar de parcelas cada 2 años y abrir nuevos campos de cultivo con las consecuencias que esta práctica ocasiona al medio ambiente. El monocultivo y el manejo fitosanitario poco exitoso de las enfermedades de raíz en el valle de la Trinidad, ha ocasionado que el problema se presente continuamente ocasionando pérdidas de alrededor de las 15 tha-1 en el rendimiento (Pulido-Herrera et al., 2008).

El manejo de las enfermedades que tienen su origen en el suelo, comúnmente se realiza con productos químicos (Oezer y Oemeroglu, 1995; Zavaleta-Mejía, 1999); sin embargo, a la fecha se tienen otras alternativas con menor impacto al ambiente. Por ejemplo, labiofumigación, con la cual se puede lograr la reducción de enfermedades con origen en el suelo, a través del efecto tóxico de los gases liberados durante el proceso de descomposición de la materia orgánica incorporada al suelo (Bello et al, 2002) de diferentes especies del género Allium (Yáñez-Juárez et al., 2001; Auger et al., 2004); de la familia de las brasicáceas, (Zavaleta-Mejía et al. 1992) y de la especie Tagetes erecta (cempasúchil) (Zavaleta-Mejía, 1999; Zavaleta-Mejía y Gómez, 2003). Asimismo, la incorporación de estiércoles (ovino, bovino, gallina, etc.) puede suprimir las enfermedades radicales, debido a la diversidad biológica que presenta (Yáñez-Juárez et al., 2001; Ulacio-Osorio et al., 2006).

La implementación de prácticas ecológicas como la solarización, es otra alternativa de control de plagas del suelo con reducidos efectos al ambiente. El principio de esta práctica es el calentamiento del suelo por medio de la radiación solar mediante el uso de cubiertas de plástico (Katan, 1980; 1981). Otros beneficios del efecto de la solarización es el incremento de nitrógeno disponible en forma de amonio (NH4) y nitratos (NO3), reflejándose en mayores rendimientos (25% a 85%) (Adetunji, 1994). Los microorganismos antagonistas también son utilizados como agentes de control biológico, tal es el caso del hongo Trichoderma spp., que es reconocido como agente de control biológico contra enfermedades causadas por hongos fitopatógenos del suelo (Harman, 2006).

En el valle de la Trinidad, para el manejo de las enfermedades con origen en el suelo con mayor frecuencia se aplican los fungicidas tiofanato metílico 70% y (2-(tiocianometiltio) benzotiazol 30%, extractos vegetales de neem (Protector®), y ocasionalmente productos biológicos a base de Trichoderma spp. (Trichodef®, AMC Chemical &Trichodex)y Trichoderma + Bacillus sp. + Azospirillum sp. + Pseudomonas sp. (SmicoBac). Generalmente la aplicación de estos últimos se lleva a cabo sin que se hayan realizado evaluaciones previas en la región, de ahí el interés de evaluarlos en la presente investigación. Con base a lo anterior los objetivos de este estudio fueron: evaluar el efecto de control químico, biológico, enmiendas orgánicas y solarización con plástico transparente y negro, sobre la incidencia y severidad de la pudrición radical de la cebolla; y el impacto de estas prácticas en la diversidad biológica, indicadores de fertilidad del suelo y rendimiento de la cebolla en el valle de la Trinidad.

 

Materiales y métodos

Se establecieron tres experimentos en el periodo 2006-2009 en el valle de la Trinidad, municipio de Ensenada, Baja California, México; ubicado en las coordenadas 31° 21' 22" latitud norte y 115° 44' 56" longitud oeste y 780 msnm. En los tres experimentos, se utilizó planta producida en almácigo por los agricultores de la zona. El trasplante se realizó de forma manual a 60 días después de emergidas las plántulas en cuatro hileras por surco. El experimento I y II se fertilizó con la formula 45-45-45 kg ha-1 de nitrógeno, fosforo y potasio; la aplicación se fraccionó en tres partes 15, 45 y 65 días después del trasplante. El experimento III se fertilizó con 140-60-160 kg ha-1 de nitrógeno, fosforo y potasio distribuidos cada siete días en el riego por goteo hasta el final del cultivo. En el primer experimento se utilizó la variedad Aspen y en el segundo y tercero la variedad Sterling; para la solarización se utilizó plástico transparente y negro de 100 µm de espesor, los cuales fueron retirados al momento del trasplante.

Experimento I. Comprendió el periodo de agosto 2006 a julio 2007 y se estableció en una parcela con textura arcillosa, pH 8, tres años en monocultivo con cebolla e infestada con F. oxysporum, F. subglutinas y P. terrestris asociadas a la pudrición radical en cebolla (Pulido-Herrera et al., 2008). Los tratamientos fueron: 1) control químico (Q) con tiofanato metílico 70% 1 kg ha-1; 2) control biológico (Biol) con SmicoBac (Trichoderma + Bacillus sp. + Azospirillum sp. + Pseudomonas sp.) 4 L ha-1; 3) 7 kg de estiércol de bovino (EB) por 1.5 m2; 4) 4 kg de residuos de cebolla (RC) por 1.5 m2; 5) solarización plástico transparente (SPT); 6) solarización plástico negro (SPN ); 7) SPT + 7 kg de EB por 1.5 m2; 8) SPT + 4 kg de RC por 1.5 m2; 9) SPN + 7 kg de EB por 1.5 m2; 10) SPN + 4 kg de RC por 1.5 m2; 11) control biológico (Biol) con Trichodef (Trichoderma harzianum) 4 Lha-1; y 12) testigo sin tratamiento. La aplicación de los microorganismos antagonistas y fungicida se realizó con una bomba de aspersión manual Swissmex® modelo 501SW, dirigida al cuello de las plantas a intervalos de 15 días.

Experimento II. Se realizó de abril a septiembre de 2008, en un terreno contiguo al primero con condiciones y aplicación de tratamientos similares al experimento I, sustituyendo por falta de SmicoBac el tratamiento 2 (Biol) por Protector (extractos vegetales) a razón de 1 L ha-1 cada 15 días.

Experimento III. Con base a información obtenida de los experimento I y II, se eligieron los tratamientos que mostraron mejor respuesta en el control de la pudrición radical en cebolla, sustituyendo por no disponibilidad el estiércol de bovino por el de ovino. El experimento se realizó de abril a septiembre de 2009 en una parcela con suelo de textura franco arenosa, pH 8.1, tres años de monocultivo con cebolla e infestada con los patógenos mencionados. Los tratamientos que se aplicaron fueron: 1) SPT + 4 kg de estiércol de ovino (EO) por 1.5 m2; 2) SPN + 4 kg de EO por 1.5 m2; 3) SPT; 4) SPN; 5) control químico (2-(tiocianometiltio) benzotiazol 30% 4 L ha-1); y 6) control biológico con cepas de Trichoderma spp. (1X1012 UFC m-2) provenientes de la zona de estudio (Cervantes et al., 2009). Una hora antes de finalizar el riego en la línea de riego por goteo se inyectaron las concentraciones del hongo antagonista y el fungicida, a intervalos de 15 días.

Variables evaluadas

Temperatura del suelo. En una de las parcelas de los tratamientos SPT, SPN + EB y testigo se registró la temperatura cada 60 min a una profundidad de 10 y 30 cm en los experimentos I y II; en el experimento III se registró la temperatura a 20 cm de profundidad en los mismos tratamientos. Se utilizaron sensores EL-USB-1, El Esasy Log® (Lascar Electronics, USA), para registrar las temperaturas promedio y máxima del suelo; con los datos obtenidos se estimó el número de horas con temperaturas mayores de 30°, >35°y>40°C.Losperiodos de solarización en los experimentos I, II y III fueron de 7, 6 y 8 semanas en 2007, 2008 y 2009, respectivamente.

Características químicas del suelo. En los experimentos I y II se determinó el contenido de nitrato (NO3), fosfato (PO4), potasio (K), potencial hidrógeno (pH) y conductividad eléctrica (CE) en extracto de suelo con los siguientes equipos portátiles: Horiba® (Envco-Environmental Equipment, EUA) cardy twin nitrate meter; Hanna instruments® (Grupo HANNA Instruments, Italia) phosphate low range; Horiba® cardy potassium meter y Hanna Instruments® pH/EC/TDS, respectivamente. Las Características químicas del suelo se realizaron antes de establecer los experimentos y al finalizar el ciclo del cultivo.

Variables biológicas. Con la finalidad de conocer el efecto de los métodos de control sobre la diversidad biológica del suelo, en el Experimento I y II al momento del trasplante y de la cosecha se colectó suelo a 0-30 cm de profundidad de todos los tratamientos para estimar las unidades formadoras de colonias de bacterias fluorescente (BF), bacterias no fluorecentes (B) y de hongos (H), mediante la técnica de diluciones seriadas sembrando las diluciones 1 * 106, 1 * 105 y 1 * 104, respectivamente. Para las bacterias se utilizó el medio de cultivo B de King (King et al., 1954) y el medio de Martin para los hongos (Martin, 1950). Las cajas sembradas se incubaron a28ºCpor8 días. También se determinó el número de nematodos de vida libre (NVL) y fitopatógenos (NP) en 50 cm3 de suelo, realizando la extracción de los mismos con la técnica de centrifugación-flotación (Jenkins, 1964).

Incidencia y severidad. En los experimentos I y II, la incidencia y severidad de la enfermedad se estimó al final del cultivo y se determinó en 16 plantas colectadas aleatoriamente por unidad experimental. En el experimento III, se registró la incidencia y severidad de la enfermedad a los 23, 45 y 90 días después del trasplante de la cebolla (DDT), colectando cuatro plantas por unidad experimental. Para la incidencia de plantas enfermas, se registró el número de plantas con raíces de color café (INCRC) Fusarium spp., rosada (INCRR) Pyrenochaeta terrestris y muertas (INCRM) ambos patógenos (Pulido-Herrera et al., 2008). El porciento de incidencia se calculó con la fórmula siguiente: Incidencia (%)= número de plantas enfermas* 100/total de plantas observadas.

La severidad se evaluó de manera visual mediante una escala arbitraria, donde: 1= 1-2% de raíces de color café (SEVRC), o rosa (SEVRR) o de raíces muertas (SEVRM); 2= 3-15%; 3= 16-40%; 4= 41-65%; y 5= 66-100%. Para calcular el porciento de severidad se utilizó la fórmula de Towsend y Heuberger: P= [Σ(n*v)/CM*N]*100. Donde: P= media ponderada de severidad, n= número de plantas por cada clase en la escala, v= valor numérico de cada clase, CM=categoría mayor y N= número total de plantas evaluadas.

Rendimiento y calidad de la cebolla. El rendimiento total (REN) se estimó tomando una muestra al azar de 100 bulbos de cebolla por tratamiento. Para evaluar la calidad se consideró el diámetro del bulbo, clasificándose en las categorías: chica <5 cm (RENCH), mediana-chica 5 a 6.9 cm (RENMCH), mediana-grande 7 a 8.9 cm (RENMG) y grande >9 cm (RENG) (Mercosur, 2004).

Diseño experimental y análisis estadístico. Los tres experimentos se establecieron bajo un diseño de bloques al azar con cinco repeticiones para el experimento I y cuatro para el experimento II y III. El tamaño de la parcela experimental fue de 4.8 m2 para los experimentos I y II y de 12.8 m2 para el experimento III. En los tres experimentos la parcela útil consistió de las dos líneas centrales. Los resultados obtenidos se evaluaron por análisis de varianza y al no observar diferencias significativas entre los tratamientos, se decidió hacer comparaciones de medias por contrastes ortogonales, utilizando el programa SAS para Windows versión 9.1 (SAS, 2002-2003).

 

Resultados

Condiciones ambientales. Las condiciones ambientales durante los periodos de solarización de los experimentos I, II y III fueron: temperatura mínima de 12, 3 y 4 °C; máxima de 33, 25 y 27 °C; promedio de 22, 15 y 17 °C; radiación solar promedio 553, 655, 648 Cal cm-2; 3 días de precipitación con 25 mm, 22 días de precipitación con 428 mm y 10 días de precipitación con 305 mm; humedad relativa de 51, 57 y 59%; velocidad del viento de 6.5, 9 y 9 km h-1, respectivamente. En el experimento I establecido en verano, se presentaron las mejores condiciones para la solarización, ya que la temperatura mínima, máxima y promedio fueron de 9 y 8 °C, 8 y 6 °C, 7 y 5 °C por arriba del experimento II y III, respectivamente, los cuales se establecieron en primavera.

La precipitación pluvial, humedad relativa y velocidad del viento fueron superiores en primavera con 403 y 280 mm, 6 y 8% y 2.5 km h-1 respecto al experimento I; la radiación solar fue 95-102 Cal cm-2 mayor en primavera que en verano; sin embargo, acumularon menos horas (397, 233 y 51) con temperaturas mayores de 30°, >35° y >40 °C, respectivamente, en los tratamientos solarizados, esto debido a las baj as temperaturas, alta humedad y precipitación pluvial registrada durante el periodo de solarización.

Temperatura del suelo y horas térmicas acumuladas. En los experimentos I y II, las temperaturas más altas se presentaron a 10 cm de profundidad y cuando se solarizó con plástico transparente (SPT) en comparación con el plástico negro (SPN). La temperatura promedio fue similar en SPT y SPN con una diferencia de 2 a 4° C con respecto al testigo. La temperatura máxima en SPT fue de 47.2 °C a 10 cm de profundidad, con 4.7 y 6.2 °C por arriba del tratamiento SPN y el testigo, respectivamente. La temperatura con SPT fue de 44.3 °C a 30 cm de profundidad y 3.3°C mayor que con SPN y el testigo.

Variables químicas del suelo. En el experimento I, el NO3 se incrementó 30% en los tratamientos solarizados con respecto a tratamientos no solarizados (p≤ 0.01). La cantidad de PO4 en tratamientos solarizados fueron 18.5% más alto que no solarizados y el mayor contenido de PO4 (3.42 ppm) se estimó en el tratamiento Biol (p≤ 0.01). En las parcelas solarizadas y no solarizadas, no hubo diferencia significativa en la concentración de K en el suelo; el pH fue ligeramente mayor en las parcelas solarizadas, mientras que conductividad eléctrica (CE) fue menor.

En el experimento II, el comportamiento del NO3 y PO4 fue similar al experimento I. Mientras que el K fue 28.6% superior en los tratamientos solarizados (p≤ 0.01). El pH y CE fueron similares al experimento I. Al momento de la cosecha en el experimento I, los tratamientos solarizados presentaron 13 %más de NO3 con respecto a los tratamientos no solarizados (p≤ 0.01). La cantidad de PO4 y K se mantuvo en la misma proporción, mientras que el pH y la CE se incrementó en las parcelas solarizadas (p≤ 0.01) (Cuadro 1).

En el experimento II, el comportamiento fue diferente, el NO3 y K en los tratamientos no solarizados fueron superiores en 44.7% y 12.4%, respectivamente (p≤ 0.01). En tanto que el PO4 fue mayor con 22.7% con respecto a los no solarizados (p≤ 0.01). El pH varió ligeramente, mientras que la CE disminuyó 0.7 mmhos en ambos tratamientos.

Variables biológicas. En el experimento I y II, con la solarización e incorporación de enmiendas orgánicas, no se observaron cambios significativos en la densidad de B, H y NP al momento del trasplante, solamente el experimento I se incrementó el número de nematodos de vida libre (NVL) en 37.5%, en los tratamientos solarizados y con las enmiendas (p≤ 0.01 y 0.05). En el experimento II, F se incrementó significativamente 65.7% (p≤ 0.01) en los tratamientos no solarizados y RC con respecto a EB y control químico (Q); la cantidad de H y NVL fue mayor en SPN que en Q y SPT (p≤ 0.01 y 0.05) (Cuadro 2 y 3).

Al momento de la cosecha, no se detectaron diferencias significativas (p≤ 0.05) entre tratamientos en las poblaciones de B, BF, H, F y NP, únicamente en el experimento I se observó disminuida la población de NVL en los tratamientos solarizados (p≤ 0.05) y aumentó en los tratamientos RC y Biol (p≤ 0.05) (Cuadro 2). En el experimento II, se incrementó significativamente la densidad de B en el tratamiento con RC comparado con el Q y Biol, (p≤ 0.01) y SPN con respecto al Q (p≤ 0.01) (Cuadro 4).

Incidencia y severidad. Todos los tratamientos evaluados en los experimentos I y II mostraron 100% de incidencia de la enfermedad al final del cultivo. En el experimento I, al momento de la cosecha no se observaron diferencias significativas en la SEVRC y SEVRR, sólo en los tratamientos con solarización se redujo significativamente (p≤0.05) la SEVRM de 71.3 a 63.7% en comparación con no solarizados (Cuadro 5).

En el experimento II, los tratamientos con menor SEVRC fueron RC y SPT, asimismo, los solarizados presentaron 4.72% menos que los no solarizados (p≤ 0.01). Los tratamientos Q y RC resultaron con menor SEVRR que EB y SPN (p≤ 0.01), mientras que los tratamientos SPT, Q y Biol no hubo diferencia significativa entre si. La SEVRM fue menor con 6.4% en el tratamiento RC con respecto a Biol (p≤ 0.05), mientras que los tratamientos solarizados presentaron 3.33% por debajo a los no solarizados, aunque estadísticamente no fueron significativos (Cuadro 4).

En el experimento III, se observó la incidencia y severidad de la pudrición radical de la cebolla a 23,45 y 90 días después del trasplante (DDT). Aunque no hubo diferencia estadística, numéricamente se observó que la INCRC fue menor en SPN con valores de 50%, 84% y 94% respectivamente, seguido de Biol, Q y SPT. La INCRR fue menor en SPT con 31 %, 85 % y 97%; posteriormente SPN, Biol y Q. El tratamiento SPT presentó la menor INCRM con 0%, 64% y 100% seguido de los tratamientos Biol, SPN y Q. En cuanto a la severidad, los resultados mostraron que el tratamiento Biol presentó la menor SEVRC con valores de 13%, 36%y 3 6% con respecto a tratamiento Q, SPT y SPN. El tratamiento SPT presentó la menor SEVRR y SEVRM durante el desarrollo del cultivo con 14%, 33%, 61% y, 0%, 26% y 69% respectivamente; seguido del Q, SPN y Biol.

Rendimiento y calidad de la cebolla. El efecto de la solarización en el REN (33.8 t ha-1) y RENMG (19.8 t ha-1) en el experimento I, fue de 22.5 y 34.3% superior (p≤ 0.01) a los tratamientos no solarizados, respectivamente. En el tratamiento SPT el REN fue 3 4.6 t ha-1, 18.5 % por encima del Q y 24.9% más que Biol (p≤ 0.01); en el tratamiento RC el REN fue 32.2 tha-1, 19.3% más que Biol (p≤0.01), y el REN en SPN fue de 33tha-1, 21.2% más que Biol (p≤0.01) (Cuadro 5).

En el Experimento II, no hubo diferencia significativa en las comparaciones con rendimiento; sin embargo, los tratamientos con solarización y RC fueron mayores (entre 32.2y 34. 6tha-1) que Biol, Q y EB (26,28y 3 1tha-1) (Cuadro 5). En el experimento III el REN con la aplicación de control biológico (Biol) fue de 42.9 t ha-1, con incrementos de 16.1 y 19.58% (p≤ 0.05) en comparación con los tratamientos Q y SPN; respectivamente, el Q con 36.2tha-1,4.7% sobre SPN (p≤0.05) y el tratamiento SPT no presentó diferencias significativas con Biol y Q. Con respecto al RENMG no hubo diferencia significativa, Biol fue el que obtuvo el RENMCH de 40 t ha-129.6, 29.2 y 28.4% por arribade Q, SPT y SPN, respectivamente (p≤ 0.05) (Cuadro 6).

 

Discusión

El periodo durante el cual se evalúa la solarización, es determinante para emplearse con fines de control de patógenos del suelo. El tiempo mínimo de duración de acuerdo con trabajos de diversos autores debe ser de cuatro semanas durante los meses con mayor temperatura ambiente, radiación y menor nubosidad (Stapleton et al., 1982; Elmore et al., 1997).

La mayor temperatura acumulada en el experimento I se debió a que se estableció a finales del verano (agosto de 2006 a julio de 2007) por un tiempo de 7 semanas y las condiciones ambientales como la temperatura fueron más elevadas y no hubo precipitación pluvial; en cambio en los experimentos II y III establecidos en primavera (abril a septiembre de 2009), hubo temperaturas y precipitación pluvial bajas.

Al comparar la temperatura promedio y máxima entre SPT y SPN, se observó que es mayor en SPT y la acumulación de horas térmicas fue 50% mayor en SPT que en SPN. Resultados similares reportan diversos investigadores al comparar plásticos de color negro y transparente (Chávez-Alfaro et al., 1995; Chase et al., 1997; Yáñez-Juárez et al., 2001). Con respecto a la diferencia de temperaturas entre SPT y SPN se debe que los plásticos oscuros absorben las longitudes de onda del espectro visible (380-760 nm), por lo que es menor el calor que se trasmite de las radiaciones solares hacia el interior del suelo (Chan-Jung et al., 2007).

La solarización es considerada como un tratamiento para el control de patógenos con origen en el suelo, inductor de cambios cualitativos y cuantitativos en los ecosistemas del suelo, especialmente en lo que respecta al incremento y disponibilidad de ciertos nutrientes.

El incremento de NO3 y PO4 en los experimentos I y II, por el efecto de la solarización, fue de 30 y 18.5% sobre los tratamientos no solarizados, estos resultados son similares a los reportados por Chen y Katan (1980); Kaewruang et al. (1989); Adetunji (1994).

En el experimento I y II los tratamientos con solarización no se detectaron efectos significativos, en las variables biológicas (excepto NVL) evaluadas con respecto a los tratamientos no solarizados. La densidad de hongos y bacterias fue de 17 y 9.5% por debajo de los no solarizados, en cambio las poblaciones de NVL se incrementaron significativamente (37%), y a que los NVL se alimentan de los hongos y bacterias del suelo (Arauz-Cavallini, 1998); por lo que podría ser un factor en el incremento de las poblaciones de nematodos no fitoparásitos, siendo un indicativo de la riqueza biológica.

En el experimento III, los tratamientos Q y Biol la INCRR, INCRM, SEVRR y SEVRM presentaron un comportamiento similar durante el desarrollo del cultivo, estos resultados se pueden atribuir a que Trichoderma spp y (2-(tiocianometiltio) benzotiazol 30% son más efectivos, cuando se aplican en sistema de riego por goteo, que cuando se realiza por aspersión, como sucedió en el experimento I y II; el tratamiento SPT, fue el que presentó menor incidencia, severidad en los primeros 45 DDT, periodo crítico en la cebolla para la formación de follaje, el cual está relacionado directamente con el rendimiento del cultivo (Valenzuela et al., 1999). En estudios similares en campos sembrados con cebolla, la solarización redujo de 73 a 100% la incidencia y la severidad de P. terrestris (Katan et al., 1980; Chang-Jung et al., 2007); asimismo, el porcentaje de infección por R. solani y Fusarium spp., también fueron reducidas (Katan et al., 1980). Por otro lado Chan-Jung et al. (2007), reportan severidades menores de 20% de pudrición rosada en el cultivos de cebolla establecidos en parcelas solarizadas por 40 días.

Con base en estos resultados, se puede inferir que el efecto de la solarización en el control de las enfermedades, está relacionado básicamente con el periodo de la solarización, temperaturas prevalecientes y calibre del plástico. El experimento I, mostró el efecto de la solarización en la fertilidad del suelo, mantenimiento de los microorganismos benéficos y el aumento del rendimiento (Gamliel et al., 1989). La diferencia en los rendimientos en el experimento I con respecto al experimento II, probablemente se debió que la solarización en el primero se realizó en verano (temperatura promedio de 22 °C), favoreciendo la acumulación térmica y fertilidad del suelo, el segundo y el tercero en primavera (temperatura promedio de 15 °C) con presencia de lluvias durante el periodo de solarización y durante el desarrollo del cultivo, daño por otras plagas (trips y A. porri) y el establecimiento del cultivo en verano, cuando las condiciones son óptimas para el desarrollo de la enfermedad (Pulido-Herrera et al., 2008).

En el presente estudio en los tratamientos solarizados, el incremento del REN y RENMG fue de 22.5 y 34.3%, respectivamente, similar al encontrado por otros investigadores quienes reportan incrementos de 17.5 a 34.8% por efecto de la solarización en un periodo de 6 semanas (Maudarbaccus y Benimadhu, 2003). Chan-Jung et al. (2007), reportan bulbos de cebolla, de 71.8 a 72.4 mm de diámetro y de168 g a 172 g de peso en parcelas solarizadas y de 63.8 mm y 66.5 g en no solarizadas; sin embargo, en el presente estudio no se encontraron diferencias significativas en el rendimiento al comparar SPT con Biol, y Q. El tratamiento SPN fue el que menor rendimiento y calidad obtuvo.

 

Conclusiones

En el contexto de sustentabilidad en la agricultura, de acuerdo con los resultados obtenidos en los tres experimentos, la solarización con plástico transparente y con respecto al experimento III, el control biológico, fueron los tratamientos que presentaron mejor respuesta en el control de la pudrición radical en cebolla y rendimiento, por lo que se sugiere sean considerados como alternativas para un control integrado de las enfermedades con origen en suelo en cultivos de cebolla en el valle de la Trinidad, B.C., México.

Con respecto a los indicadores de fertilidad del suelo, se encontró que los tratamientos solarizados el NO3 y PO4 incrementaron significativamente; asimismo se presentó un incremento en los nematodos de vida libre, a diferencia de los tratamientos no solarizados.

 

Agradecimientos

Al CONACYT por la beca proporcionada para los estudios doctorales del primer autor; a la Fundación Produce de Baja California, al programa de mejoramiento del profesorado (PROMEP, proyecto 9073); convocatoria interna UABC, 2011 (clave: 2214) y proyecto COLPOS-UABC (clave: 9547).

 

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