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Revista mexicana de ciencias agrícolas

versão impressa ISSN 2007-0934

Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.2 no.spe3 Texcoco Nov./Dez. 2011

 

Artículos

 

Macronutrimentos en petunias crecidas con distintas proporciones de composta en sustrato*

 

Macronutrients in petunias grow with different compost rations into the substrate

 

Fernando Carlos Gómez-Merino, Libia Iris Trejo-Téllez2, María de los Ángeles Velásquez-Hernández2, J. Cruz García-Albarado1 y Alejandrina Ruiz-Bello2

 

1 Campus Córdoba. Colegio de Postgraduados. Carretera Córdoba-Veracruz, km 348. Congr. Manuel León, Amatlán de los Reyes, Veracruz, México. C. P. 94946. (jcruz@colpos.mx). §Autor para correspondencia: fernandg@colpos.mx.

2 Campus Montecillo. Colegio de Postgraduados. Carretera México-Texcoco, km 36.5. Montecillo, Texcoco, Estado de México, México. C. P. 56230. (tlibia@colpos.mx), (selegna@colpos.mx), (alexr@colpos.mx).

 

* Recibido: marzo de 2011
Aceptado: octubre de 2011

 

Resumen

En esta investigación se evaluó el efecto de tres sustratos que consistieron en: suelo agrícola salino (T1), suelo agrícola salino con 30% (v/v) de composta (estiércol de bovino y residuos de cosecha) (T2), y suelo agrícola salino con 80% (v/v) de la misma composta (T3); sobre la acumulación de macronutrimentos en petunia (Petunia x hybrida Hort. Vilm.-Andr.) bajo condiciones de invernadero. Las acumulaciones nutrimentales de N, P, K, Ca y Mg fueron determinadas en raíces, tallos y hojas de plantas de petunia, utilizando los pesos de materia seca y las concentraciones nutrimentales obtenidas por órgano, ocho meses después del trasplante. Se utilizó un arreglo de tratamientos completamente al azar con diez repeticiones por cada uno. La adición de composta en una proporción de 80% incrementó significativamente la concentración de N en hoja, en tallo y en raíces. Asimismo, la inclusión de composta incrementó significativamente la acumulación nutrimental de N, P, K, Ca y Mg en los diferentes tejidos analizados y en consecuencia en la planta completa. El orden de acumulación nutrimental en planta completa fue distinto entre T1 (K> Ca> N> Mg> P), T2 y T3 (K> N> Ca> Mg> P). Estos resultados sirven para sustentar el uso de materiales orgánicos provenientes de la actividad agropecuaria, para la producción de plantas ornamentales como la petunia, en especial cuando son procesados por composteo.

Palabras clave: Petunia x hybrida, acumulación nutrimental, horticultura ornamental, materia orgánica.

 

Abstract

In this paper the effect on three substrates consisted of: saline agricultural soil (T1), saline agricultural soil with 30% (v/v) compost (bovine manure and crop residues) (T2) and saline agricultural soil with 80% (v/v) of the same compost (T3) was evaluated; on macronutrient accumulation in petunia (Petunia x hybrida Hort. Vilm.-Andr.) under greenhouse conditions. Nutrient accumulations of N, P, K, Ca and Mg were determined in roots, stems and leaves of petunia using the weights of dry matter and nutrient concentrations obtained per organ, eight months after transplantation. A completely randomized treatments array was used with ten repetitions each. The 80% compost addition significantly increased N concentration in the leaves, stems and roots. Also, the inclusion of compost significantly increased nutrient accumulation of N, P, K, Ca and Mg in the different analyzed tissues and, therefore in the entire plant. The order of nutrient accumulation in the whole plant was different among T1 (K> Ca> N> Mg> P), T2 and T3 (K> N> Ca> Mg> P). These results support the use of organic materials from agricultural activities, for the production of ornamental plants such as petunia, especially when they are processed by composting.

Key words: Petunia x hybrida, nutrient accumulation, ornamental horticulture, organic matter.

 

INTRODUCCIÓN

La petunia (Petunia x hybrida Hort. Vilm.-Andr.) es una especie ornamental ampliamente cultivada en zonas con clima cálido y templado que responde bien a la fertilización mineral y orgánica (Chamani et al., 2008). Para su producción en invernadero, se emplea la turba (peat moss) como principal componente de los sustratos; no obstante, su elevado costo (Hanson, 2003) y la degradación ambiental que ocasiona su extracción.

Como estrategia para lograr sustentabilidad ambiental en la producción de ornamentales, es recomendable que los materiales orgánicos que resultan de los procesos de producción de actividades agropecuarias, sean reutilizados a fin de reducir sus impactos negativos en el entorno. En muchos países se han puesto en marcha programas de reciclaje de nutrimentos y mejoramiento de las características del suelo, tanto con propósitos ambientales como productivos. La búsqueda de sustratos alternativos a base de materiales orgánicos que sean de fácil acceso y que resulten baratos, es uno de los principales objetivos de los productores hortícolas (Dede et al., 2006). Normalmente, dichos materiales son procesados para formar composta antes de ser usados como sustratos y tienen efectos benéficos en las plantas, si se usan en proporciones adecuadas (García-Gómez et al., 2002).

Las propiedades físicas y químicas de los sustratos afectan la aireación, así como el contenido de agua y nutrimentos disponibles para la planta. Varias fuentes y formas de residuos de cosechas y estiércol composteados, pueden ser usados en forma eficiente como sustratos y fertilizantes de bajo costo a la vez (García-Gómez et al., 2002; Marfa et al., 2002). Por ejemplo, Dede et al. (2006) probaron el uso de turba, cáscara de nuez y rastrojo de maíz como medios de soporte, y la adición de composta de residuos orgánicos municipales (residuos sólidos de comida) y gallinaza como materiales fertilizantes en el crecimiento y la nutrición de Impatiens wallerana; encontraron que la mayor floración se presentó cuando se combinaron turba, rastrojo de maíz y gallinaza; en tanto que la mejor nutrición de las plantas se obtuvo cuando se adicionó gallinaza al sustrato.

Theunissen et al. (2010) sostienen que la producción orgánica de plantas, es controlada por los macro y los micronutrimentos y por otras sustancias promotoras del crecimiento presentes en el medio de cultivo. Con la creciente tendencia mundial hacia la producción orgánica, los materiales orgánicos procesados pueden usarse para producir compostas que contienen nutrimentos y otros compuestos que estimulan el crecimiento de las plantas y que mejoran la calidad del suelo. En este sentido, es importante determinar la proporción ideal de composta en las mezclas de sustratos, que se preparen como medio de cultivo para cada especie y variedad.

Diversos sustratos de naturaleza orgánica han sido empleados con éxito en petunia y en la parte aérea de árboles completos de pino (Pinus taeda L.) de 10 años de edad, con diámetro de 15.2 y 20.3 cm medido a 30.5 cm de la superficie del suelo, fueron pasados a través de una astilladora, cuyas astillas resultantes fueron procesadas en un molino de martillo oscilante, hasta obtener partículas de 0.48, 0.64 y 0.95 cm; éstas fueron valoradas como sustrato alternativo en combinación con 20 ó 50% de turba (v/v), en comparación al testigo representado por el sustrato comercial Peat-lite (8:1:1, turba: vermiculita: perlita, v/v/v) en el crecimiento y desarrollo de esta especie (Fain et al., 2008). Los sustratos probados no afectaron el contenido de clorofila y en todos los casos las plantas alcanzaron estándares de mercado, que demuestra que este tipo de sustratos orgánicos, puede ser una alternativa para la producción de petunias y contribuyen a disminuir el uso de turba al 100% en los sustratos.

Ayala-Sierra y Valdez-Aguilar (2008), evaluaron también en petunia el uso de polvo de coco (acondicionado mediante pH de 6.2, con adición de cal dolomítica y KNO3 como carga de nutrimentos), como sustrato alternativo para la producción de plantas de esta especie y observaron que los diferentes sustratos no afectaron la calidad comercial de las plantas.

El uso de compostas a base de estiércol y residuos vegetales de traspatio en combinación con suelos agrícolas salinos, mejora significativamente variables de crecimiento, como diámetro de tallo, producción de biomasa total de petunia y variables relacionadas con el rendimiento, como son la producción de hojas, brotes y flores (García-Albarado et al., 2010); sin embargo, es necesario evaluar el efecto de estos sustratos sobre el estatus nutrimental de esta especie.

En esta investigación se evaluó el efecto de sustratos constituidos por distintas proporciones de suelo: composta, sobre concentración y acumulación de macronutrimentos (N, P, K, Ca y Mg) en raíces, tallos y hojas de petunia.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

La investigación se realizó bajo condiciones de invernadero tipo cenital de estructura metálica y plástico blanco lechoso (calibre 720), localizado a 19° 29' latitud norte, 98° 53' longitud oeste y altitud de 2 240 m, en Montecillo, Texcoco, Estado de México.

Semillas de petunia (Petunia x hybrida) fueron germinadas en charolas con una mezcla de turba con agrolita (70/3 0; v/v). Una vez que las plantas alcanzaron 10 cm de altura, éstas fueron trasplantadas en bolsas de polietileno negro de 2 kg de capacidad conteniendo las mezclas de sustratos a evaluar: 1) testigo, suelo agrícola salino del sitio experimental (T1); 2) mezcla de suelo agrícola salino con 30% de composta (T2); y 3) mezcla de suelo agrícola salino con 80% de composta (T3). La composta fue preparada con estiércol de bovino y residuos vegetales de cosechas de huertos de traspatio; cada tratamiento tuvo diez repeticiones. El diseño experimental tuvo una distribución completamente al azar, las unidades experimentales fueron bolsas negras de polietileno de 2 kg de capacidad conteniendo la mezcla de sustratos a evaluar y una planta cada una. Las propiedades físicas y químicas de las mezclas de sustratos y suelo evaluadas son presentadas en los Cuadros 1 y 2.

La toma de muestras se realizó a los ocho meses de haber establecido el experimento en macetas. Las plantas cosechadas fueron divididas por órganos: raíces, tallos y hojas. Una vez separados, los órganos fueron depositados en bolsas de papel y éstas secadas en estufa de aire forzado a 72 °C por 48 h. Una vez secas, se tomó el peso de biomasa y se molieron en molino de acero inoxidable marca Wiley Modelo 4. Las muestras molidas fueron pesadas para determinar la biomasa seca total por componente y procesadas, para determinar sus concentraciones nutrimentales y posterior estimación de acumulaciones nutrimentales.

Se determinó la concentración de nitrógeno (N) empleando el método Semimicro-Kjeldahl (Bremner, 1965); las concentraciones de fósforo (P), potasio (K), calcio (Ca) y magnesio (Mg), fueron determinadas mediante digestión húmeda del material seco con una mezcla de ácidos perclórico y nítrico (Alcántar y Sandoval, 1999). La lectura de los extractos obtenidos después de la digestión y filtrado, se determinaron por espectroscopía de emisión atómica e inducción por plasma acoplado ICP-AES VARIAN™ modelo Liberty II.

El análisis de la información se realizó a través del sistema de análisis estadístico (SAS, 2003), para cada uno de los tratamientos y repeticiones del experimento. Las medias obtenidas se compararon mediante la Prueba de Tukey al 5% de probabilidad de error.

 

RESULTADOS

Concentración y acumulación de macronutrimentos en raíces

Las concentraciones de macronutrimentos en raíz mostraron diferencias estadísticas entre tratamientos (p< 0.05), con excepción de Mg (Cuadro 3). La concentración de P fue superior cuando las plantas se establecieron en suelo agrícola (T1). Po otro lado, si bien las concentraciones de K y Ca más altas se registraron también en T1; no existieron diferencias estadísticas entre T1 y T3. Para el caso de N, las concentraciones más altas (p< 0.05) se observaron en T3 (20% de suelo agrícola: 80% de composta).

En la Figura 1 se muestran los contenidos de macronutrimentos en raíces de petunias crecidas en sustratos con diferentes niveles de composta. Estos resultados muestran diferencias estadísticas entre tratamientos (p<0.05). Los contenidos más altos de los macronutrimentos evaluados, se registraron en plantas crecidas en suelo agrícola adicionado con 80% de composta (T3). El nutrimento que las plantas extrajeron en mayor cantidad en raíces fue K (66.21 mg), seguido de N (64.37 mg), Ca (36.44 mg), Mg (18.42 mg) y P (10.71 mg), todos registrados en el tratamiento T3. En general, se observa que la menor acumulación nutrimental en raíces fue registrada en el sustrato al que no se le adicionó composta (T1), y los contenidos de N en este tratamiento (T1), representan sólo 19.5% de la acumulación determinada en el tratamiento T3. Es importante indicar que los resultados obtenidos en acumulaciones nutrimentales en T1, no fueron diferentes estadísticamente a los obtenidos en plantas sometidas al tratamiento T2.

Concentración y acumulación de macronutrimentos en tallos

A diferencia de los resultados obtenidos en raíces (Cuadro 3), sólo las concentraciones de N y Ca fueron estadísticamente diferentes (p< 0.05) entre tratamientos en tallo. En lo que respecta a concentración de N, se observa que el resultado obtenido en T3 supera a T1 (suelo agrícola) en 75.77%; mientras que T2 en casi 82% (Cuadro 4). Por el contrario, la concentración de Ca fue más baja en plantas crecidas en T3 en comparación con T1 y T2.

La Figura 2 muestra los contenidos de macronutrimentos en tallos de petunias, crecidas en sustratos con diferentes proporciones de suelo agrícola y composta. Las acumulaciones más altas de macronutrimentos, se registraron en tallos de plantas establecidas en el sustrato con 80% de composta (T3); siendo el N el más extraído (217.63 mg), seguido de K (171.64 mg), Ca (28.83 mg), Mg (28.54 mg) y P (19.81 mg).

Concentración y acumulación de macronutrimentos en hojas

En el Cuadro 5 se presentan las concentraciones de macronutrimentos determinadas en hojas de petunia, establecidas en sustratos con distintas proporciones de composta. En este órgano, no se encontraron diferencias estadísticas entre tratamientos en la concentración de K (p> 0.05). Las concentraciones de P, Ca y Mg fueron mayores cuando las plantas crecieron en suelo agrícola. Dichos valores superaron en 152, 95.6 y 56.4%, respectivamente, a los determinados en plantas desarrolladas en sustrato con 80% de composta (T3). Las concentraciones de P y Mg registradas en T1 no fueron diferentes estadísticamente a las obtenidas en T2. Sin embargo, la concentración de N en hojas fue más alta en plantas establecidas en sustrato con 80% de composta.

La acumulación de macronutrimentos en hojas de plantas de petunia, establecidas en sustratos con distintas proporciones de composta puede ser observada en el Cuadro 6. El tratamiento con 80% de composta, presentó valores más elevados de N y K en este órgano de la planta. Los valores de acumulación de N oscilaron entre 25.6 y 118.7 mg por planta, y corresponden a los tratamientos T1 y T3, respectivamente. En el caso de K, el intervalo de acumulación fue de 95.1 y 254.9 mg, también para T1 y T3, respectivamente. Los tratamientos no presentaron diferencias significativas en cuanto al contenido de P, Ca y Mg en este órgano, aunque hubo una tendencia de mayor acumulación de Ca y Mg en plantas bajo el tratamiento T3.

Acumulación de macronutrimentos en planta completa

En el Cuadro 7 se presenta la acumulación de macronutrimentos en la planta completa (raíces, tallos y hojas), en el cual se observa que el tratamiento con 80% de composta (T3), se presentan los contenidos más altos. Es importante destacar que el orden de acumulación nutrimental es diferente entre el tratamiento sin composta (T1) y los que contienen composta (T2 y T3); en T1 fue K> Ca> N> Mg> P, en tanto que en T2 y T3 fue K> N> Ca> Mg> P.

 

DISCUSIÓN

Los materiales procesados a través del compostaje contienen nutrimentos que al ser absorbidos por las plantas tienen efectos positivos sobre fotosíntesis y contenido de clorofila. En compostas, la disponibilidad de nutrimentos para las plantas es mayor, ya que este proceso aumenta las formas disponibles de los elementos, incluyendo nitratos, así como formas intercambiables de P, K, Ca y Mg (Chamani et al., 2008).

La relación de concentración de macronutrimentos encontrada en raíces, tallos y hojas en esta investigación (Cuadros 3, 4 y 5) fue distinta en cada uno de los sustratos evaluados. Tanto en raíces como en tallo, cuando el sustrato contenía 80% de composta (T3) se tuvo la mayor concentración de N. En hojas (Cuadro 5), independientemente del sustrato empleado, el nutrimento encontrado en mayor concentración fue el K.

Los valores de concentración de N registrados en raíz, tallo y hojas (Cuadros 3, 4 y 5, respectivamente) fueron muy similares en cada uno de los sustratos evaluados, con valores oscilando entre 12.77 a 14.21 para T1; en T2 de 12.44 a 14.38 y en T3 de 22.64 a 23.4 g kg-1 de materia vegetal seca; observándose de manera general una relación positiva entre la concentración de este elemento y la proporción de composta en el sustrato. Así también, Atiyeh et al. (2001) reportaron que la concentración de N fue mayor en plantas de tomate crecidas en sustratos con 5 % o más de vermicomposta de estiércol de cerdo, lo cual coincide con los datos de la presente investigación.

Por su parte, Atiyeh et al. (2002) reportaron incrementos significativos en la concentración de N en hojas de Tagetes erecta, crecidas en una mezcla de vermicomposta, turba y arena, lo que resultó en mayor crecimiento de raíces y tallos. De la misma manera, en plantas de Impatiens wallerana crecidas con mezclas de sustratos con gallinaza y turba (1:3, v/v) la concentración de N en plantas aumentó significativamente, en comparación con el sustrato testigo que incluían únicamente turba (Dede et al., 2006). En hojas de petunia (Cuadro 5), se observa deficiencia de N en los tres sustratos (12.77 g kg-1 de materia seca para T1; 14.12 g kg-1 para T2; y 23.4 g kg-1 para T3), pues el intervalo de concentración de este nutrimento reportado como suficiente por Mills y Jones (1996) oscila de 3 9 a 76 g kg-1 de materia seca.

Lo anterior permite sugerir la adición de N complementario al sustrato a partir de fuentes inorgánicas o bien de fuentes orgánicas. Un ejemplo adicional de una fuente orgánica sería la adición de una combinación de estiércol y harina de plumas de ave, que proporcionan nitrógeno tanto rápida como lenta liberación (Buckwalter y Fake, 2003).

Las medias de concentración más altas de P en todos los órganos evaluados fueron registradas en plantas creciendo en suelo sin composta (T1), a pesar de que este sustrato contiene la menor cantidad de P, que aquellos que contienen composta (García-Albarado et al., 2010). En hojas (Cuadro 5), sólo la concentración de P de este tratamiento se encuentra dentro del intervalo de suficiencia (4.7 a 9.3 g kg-1) y no fue estadísticamente diferente al resultado obtenido en el T2 (2.94 g kg-1), a pesar que éste se clasifica como deficiente.

Resultados similares fueron reportados por Eichler-Löbermann et al. (2007), quienes encontraron que la combinación de abonos orgánicos (estiércol de ganado bovino y composta) con fertilizantes inorgánicos elevaron el contenido de Pen suelos, aunque incrementos significativos en rendimiento sólo se observaron cuando los abonos orgánicos se combinaron con superfosfato triple, e indicaron que la aplicación periódica de estiércol y de composta tiene los mismos efectos en rendimiento, absorción de P y contenido de P en suelo que el P soluble inorgánico aplicado al suelo, por lo que sugieren que las recomendaciones sobre fertilización fosfatada, deben tomar en cuenta la baja correlación entre suministro y absorción de P en los cultivos.

La alta movilidad de K en la planta (Anjos et al., 2009) se pone de manifiesto en las altas concentraciones de este elemento obtenidas en hojas, independientemente de los sustratos evaluados (Cuadro 5), las cuales son superiores en general en más de dos veces a las registradas en raíces y tallos (Cuadros 3 y 4). Analizando las concentraciones de K en hojas, se observa que éstas no se correlacionan de manera positiva con el contenido de potasio en el sustrato (García-Albarado et al., 2010); y todas ellas son clasificadas como óptimas de acuerdo al intervalo de 31.3 a 66.5 g kg-1 de suficiencia reportado para petunia por Mill y Jones (1996).

El contenido de Ca intercambiable es superior en el sustrato testigo consistente en suelo agrícola (T1). Este valor disminuye conforme la proporción de composta decrece (García-Albarado et al., 2010). Estos datos se correlacionan de manera positiva, con las concentraciones de este elemento determinadas en hojas y tallos en este estudio. De acuerdo con Mill y Jones (1996), las concentraciones óptimas de calcio en hoja de petunia oscilan de 12 a 28 g kg-1 de materia seca, y los valores encontrados en esta investigación se encuentran dentro de este intervalo en los tratamientos evaluados.

En el caso de Mg, las concentraciones de este nutrimento en hojas de los sustratos evaluados (Cuadro 5), se encuentran dentro del intervalo 0.36 a 1.37% (3.6 a 13.7 g kg-1 de materia seca), reportado como suficientes para esta especie de acuerdo con Mill y Jones (1996). Este resultado obedece que el contenido de Mg en los sustratos evaluados (Cuadro 2), es muy superior al valor considerado óptimo por Ansorena (1994) para sustratos de cultivos (> 0.575 cmolc de Mg kg-1 equivalente a 0.07 g de Mg kg-1 de materia seca). Las medias más altas de concentración foliar de Mg se encontraron en plantas creciendo en suelo agrícola (T1) y en sustrato con 30% de composta (T2), resultados que no se relacionan en forma positiva con los contenidos de Mg intercambiable en el sustrato; lo cual es contrario a lo reportado por Chamani et al. (2008) en petunia, quienes indican que el uso de vermicomposta tendió a incrementar la concentración de Mg en tejido vegetal. De la misma manera que en hojas, en los sustratos los contenidos de Mg intercambiable, no guardan una relación con la proporción de composta en éstos.

En lo que a acumulación nutrimental respecta, se observó en raíces y tallos que los mayores contenidos de N, P, K y Mg se registraron en el tratamiento T3 (Figura 1 y 2), comportamiento también observado en hojas para los nutrimentos N y K (Cuadro 6) y reportado por García-Albarado et al. (2010). De la misma manera, Senthilkumar et al. (2004), reportaron que los materiales orgánicos composteados y la adición de fertilizantes de síntesis química (NPK), incrementaron la disponibilidad de N, P y K en rosales. Por su parte, Hargreaves et al. (2008; 2009) reportaron un incremento en la absorción de P, K, S, Zn, B y Cu con la aplicación de materiales composteados, lo que incrementó el crecimiento de las plantas.

Sainz et al. (1998) reportaron que la adición de vermicomposta al suelo, ocasionó incrementos en los contenidos de N, P, K, Ca y Mg en éste, así como mayores concentraciones de P, Ca y Mg en tallos de trébol y calabaza, lo cual es contrario a los hallazgos reportados en la presente investigación, excepto para el caso del N (Cuadro 4). No obstante, la adición 80% de composta al sustrato incrementó la acumulación de N, P, K, Ca y Mg en tallos de petunia (Figura 2). Por su parte, Sailaja-Kumari y Ushakumari (2002) reportaron que la composta incrementó la absorción de N, P, K, Ca y Mg en Vigna unguiculata.

Resultados similares son también reportados por Chamani et al. (2008), quienes encontraron que la concentración de N en tallos de petunia se incrementó significativamente al aumentar el contenido de vermicomposta hasta en un 60% del volumen total de sustrato. Esta respuesta fue también observada en la presente investigación no sólo en la concentración, sino también en la acumulación de N en tallos y raíces (Cuadros 3 y 4; Figuras 1 y 2). Asimismo, Chamani et al. (2008) no encontraron diferencias significativas en la acumulación de Ca, lo cual es distinto a los hallazgos de la presente investigación, pues en tallos hubo mayor acumulación de Ca cuando se utilizó 80% de composta en el sustrato. Estas diferencias quizás se deban al origen de las compostas y a los procesos de su producción (composta vs vermicomposta), y a los niveles utilizados en la mezcla de sustratos (80% vs 60% como niveles máximos).

García-Albarado et al. (2010) reportaron que la adición de 80% de composta incrementó significativamente la producción de biomasa seca en raíces, tallos y hojas tanto en comparación con el testigo (suelo agrícola salino), como con el tratamiento de adición de 30% de composta, aunque las plantas crecidas en tratamiento T3 (80% de composta) presentaron características comerciales no deseables como acame y ausencia de producción de semillas, por lo que en futuros estudios será necesario probar intervalos menores a 80% de composta en el sustrato y analizar sus efectos tanto en indicadores de crecimiento y desarrollo, como nutrimentales, lo cual permitiré encontrar niveles óptimos de este tipo de compostas en los sustratos, que resulten en máximos beneficios nutrimentales y también en mejor calidad de las plantas.

Dada la diversidad de desechos orgánicos que se producen en la región, debido a la actividad ganadera, también será necesario probar diferentes proporciones de estiércol de origen diferente al bovino, como el equino, caprino y ovino, por citar algunos ejemplos, y su combinación con desechos orgánicos provenientes de la actividad agrícola y forestal.

Otro aspecto a considerar como estrategia amigable con el ambiente es el aprovechamiento de residuos sólidos municipales, los cuales, al ser procesados a través de compostajes, pueden ser utilizados en agricultura, horticultura, paisajismo y control de la erosión. A este respecto, Silva et al. (2007) reportaron que la calidad de los materiales residuales composteados y su aplicación en agricultura, depende de sus propiedades físicas y químicas tales como su capacidad de retención de agua, densidad, sales solubles totales, relaciones C:N, contenido de macro y micronutrimentos y niveles de elementos tóxicos como metales pesados, lo cual tendrá que evaluarse al momento de implementar estrategias de aprovechamiento de estos tipos de residuos, para la producción de ornamentales como petunia, la cual ha mostrado ser tolerante a la salinidad (Formes et al., 2007), pero se carece de estudios detallados que muestren su comportamiento frente a agentes tóxicos como metales pesados.

 

CONCLUSIONES

La adición de 80% de composta al sustrato de crecimiento de petunias, tuvo un efecto positivo sobre la concentración nutrimental de N en raíces, tallos y hojas. Asimismo, la inclusión de 80% de composta incrementó significativamente la acumulación nutrimental de N, P, K, Ca y Mg en los diferentes tejidos analizados. Sin embargo, también se observó que al incrementar la proporción de composta en el sustrato de crecimiento de 30 a 80%, la concentración de Ca en tallo disminuyó significativamente, tendencia que sin mostrar diferencias significativas, también fue observada en la concentración de K en tallo, y de P, Ca y Mg en hojas.

 

AGRADECIMIENTOS

Los autores(as) agradecen a la línea prioritaria de investigación 4. Agronegocios, agroecoturismo y arquitectura del paisaje del Colegio de Postgraduados en Ciencias Agrícolas, por los apoyos otorgados para la realización de esta investigación.

 

LITERATURA CITADA

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