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Revista mexicana de ciencias agrícolas

Print version ISSN 2007-0934

Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.2 n.spe1 Texcoco Jul./Aug. 2011

 

Artículos

 

Hacia una gestión sustentable del agua en la zona conurbada de Guadalajara*

 

Towards a sustainable water management in the metropolitan area of Guadalajara

 

José Arturo Gleason Espíndola

 

Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño. Universidad de Guadalajara. Calzada Independencia Norte 5075. Huentitan El Bajo S. H., Guadalajara, Jalisco. C. P. 44250. Tel. 01 33 31888033. Autor para correspondencia: gleason@cuaad.udg.mx.

 

* Recibido: marzo de 2011
Aceptado: septiembre de 2011

 

RESUMEN

El agua es vital para la supervivencia humana, esta verdad es aceptada por todos. Sin embargo, hoy se enfrenta el grave problema de la escasez, para satisfacer necesidades básicas del desarrollo humano y la conservación de los ecosistemas. Ante tal panorama, la comunidad internacional ha establecido algunas estrategias, para contrarrestar estos problemas que han quedado plasmadas en documentos como la Agenda XXI y las metas de milenio, las cuales tienen que implementarse a las realidades locales de manera paulatina y con un ingrediente de participación ciudadano puntual. La zona conurbada de Guadalajara, enfrenta el desafío de implementar las estrategias a través de un modelo que permita lograr una gestión del agua, que tenga un profundo respeto por el medio ambiente, transparencia en el manejo de los recursos financieros, la operación eficiente de un sistema hidráulico, la implementación de tecnologías sustentables, la participación comprometida de la sociedad y un liderazgo político abierto e inclusivo. Este modelo pretende fomentar una nueva cultura del manejo del agua que permee a la sociedad y sus instituciones a través de tres ingredientes: cambio institucional, programas y proyectos técnicos bien sustentados, y la acción social reflejada en programas educativos en todos los niveles, que fomente la conservación y aprovechamiento de los recursos. Este documento contiene datos generales sobre la situación actual del sistema hidráulico de la zona conurbada de Guadalajara. Destacan los datos duros que nos permiten conocer el sistema, así como sus problemas actuales. Una vez que se tiene un panorama general del sistema, se plantea el enfoque apropiado para plantear la planeación y gestión del sistema hidráulico que vayan orientados hacia la sustentabilidad; que consiste en actuar desde la vivienda implementando sistemas sustentables, hasta la construcción de obras de infraestructura de mayor envergadura y un cambio institucional profundo en las agencias que manejan el agua en la entidad. Estas acciones tendrán que ser acompañadas de la participación ciudadana y la coordinación comprometida por parte de los gobernantes.

Palabras clave: infraestructura, manejo de agua, sustentabilidad.

 

ABSTRACT

Water is vital for human survival; this truth is accepted by everyone. However, it faces now the serious trouble of scarcity to meeting the basic needs for human's development and the conservation of ecosystems. Considering this, the international community has established several strategies in order to contravening these problems that have been embodied in documents such as the Agenda XXI and the millennium meanings, which must be gradually implemented to the local realities and with a clear citizen participation ingredient. The metropolitan area of Guadalajara faces the challenge of implementing the strategies through a model that would allow a water management, with a profound respect for the environment, transparency in financial resources management, the efficient operation of a hydraulic system, the implementation of sustainable technologies, the committed participation of the society and an open and inclusive political leadership. This model aims to promote a new culture of water management that would pass through the society and its institutions with the help of three ingredients: institutional change, programs and projects supported by engineering, and social action reflected in educational programs at all levels, in order to encouraging the conservation and use of the resources.

This paper contains general information about the current status of the hydraulic system of the metropolitan area of Guadalajara. The hard data that allow to knowing the system and its current problems are emphasized. Once there is an overview of the system, the appropriate approach for presenting the proposition and management of the hydraulic system is done, oriented towards the sustainability. The proposals that would lead the system towards the sustainability include from housing actions by implementing sustainable systems, to the construction of larger infrastructure projects and a deeper change in the water management agencies in the state. These actions need to be conducted by the citizen's participation and a committed coordination by the authorities.

Key words: infrastructure, sustainability, water management.

 

INTRODUCCIÓN

La zona conurbada de Guadalajara (ZCG) no es ajena a la problemática del agua a nivel mundial; a nivel local, la problemática también es compleja. Con el crecimiento urbano de los últimos 5 0 años, se han construido nuevas zonas habitacionales, que demandan servicios de suministro y saneamiento de agua. Lamentablemente, este crecimiento urbano ha carecido de control y ha fomentado la sobreexplotación de las actuales fuentes de suministro, tanto superficial como subterránea, así como su contaminación indiscriminada. Además, la ZCG no sólo tiene su problemática propia, sino que también enfrenta conflictos por una mayor disponibilidad de agua con estados vecinos.

El estado de Jalisco cada año enfrenta controversias con los estados de Guanajuato y Michoacán, para obtener un mayor caudal de agua del Río Lerma destinado a Chapala (Valdez, 1999). No obstante, el crecimiento urbano sin control persiste, a la vez que la demanda de agua para la supervivencia y el desarrollo aumenta a un ritmo acelerado. A continuación se presenta un diagnóstico del estado actual del sistema desde la perspectiva de las fallas físicas y de gestión.

Diagnóstico general del sistema

En este apartado se muestra un diagnóstico general del sistema hidráulico de la ZCG, exponiendo las fallas más importantes del sistema hidráulico en dos sentidos: las físicas y de gestión. El propósito es tener un panorama general de la situación actual para determinar las acciones necesarias y resolver la problemática.

Falta de aprovechamiento en manantiales

Existen aproximadamente 30 manantiales que no se aprovechan y que vierten sus aguas a los drenajes de la ciudad. Dichos manantiales están expuestos a la contaminación y a la desaparición, como es el caso del manantial Los Colomitos, donde se están construyendo departamentos a un lado del manantial sin respetar las áreas de protección. Sobresale también el caso del manantial Los Colomos, caudal que podría abastecer más de 75 000 habitantes con una dotación de 150 L hab-1 día-1. El agua sin aprovechar se vierte al canal Patria que la conduce a la descarga en la Experiencia. Existe otro manantial sin aprovechar, que brota en las vías del tren ligero debajo del puente donde cruzan la avenida Federalismo y Fidel Velásquez, en la estación Atemajac.

Sobre-explotación de los mantos acuíferos

Como ya sabemos, la ZCG se abastece subterráneamente de pozos que extraen agua de dos principales acuíferos, que son el de Atemajac y el Toluquilla. Actualmente las perforaciones para extraer agua rebasan los 100 m de profundidad. Además estos acuíferos son afectados por la contaminación de sustancias vertidas en la superficie y que lamentablemente se infiltran.

Fugas en la red de distribución de agua potable

Los estudios de pérdidas efectuados en 1998 en los principales acueductos de la zona metropolitana de Guadalajara, arrojaron pérdidas del orden de 43%. Sin embargo, SIAPA (2004) señala que el porcentaje de fugas físicas de la red de distribución 23.12%, correspondiendo 8.72% a fugas en toma, y 14.4% a fugas en red y clandestinaje. Este 23.12% equivale a un gasto de 1.99 m3 s-1 y es anti-económico recuperar este caudal. Se ha solicitado dicho estudio para analizar la estrategia técnica que utilizaron para bajar ese porcentaje, pero no se ha facilitado a los expertos.

En el proyecto de suministro de agua potable y saneamiento de la zona metropolitana de Guadalajara: estrategias y planes de acción, realizado por el gobierno del estado de Jalisco, se plantea el objetivo de recuperar 1 500 L s-1 en un periodo de 6 años, aplicando un programa masivo de rehabilitación de tomas y establecimiento de distritos pitométricos con un costo de $ 114 399 323.00. En la rehabilitación de tuberías se tiene considerado seccionar la red, para poder construir distritos pitométricos y dotarla de mayor flexibilidad de operación.

Consumo doméstico excesivo

El consumo promedio de agua es más o menos de 120 litros diarios por persona según el PNUMA. Se estima que una persona gasta diariamente 36% en el inodoro; 3 1% en higiene corporal; 14% en lavado de ropa; 8% en riego de jardines, lavado de autos, limpieza de vivienda y actividades de esparcimiento; 7% en lavado de utensilios de cocina y vajilla, y 4% en bebida y alimentación. En la ZCG la dotación es de 280 litros diarios por persona, siendo perceptible la falta de cultura de cuidado y ahorro de agua en la población. En este rubro, el porcentaje de desperdicio es muy alto. De acuerdo con un estudio realizado por el ingeniero José Manuel Vargas Sánchez en 2001, el caudal que se pierde es de 3.144 m3 s-1, en los hogares también las pérdidas son altas (Cuadro 1).

Alejamiento (drenaje)

Es deplorable el estado físico actual de la infraestructura de la red de colectores en sus partes más antiguas, donde sobresale el colector San Juan de Dios, que se encuentra en la calzada Independencia. Este colector tiene más de 100 años de construido en su tramo comprendido entre la avenida Revolución y el parque Morelos, y en su historia se ha visto sometido a sobre-presiones altas por las inundaciones.

De acuerdo al estudio realizado del ingeniero Vargas Sánchez, existe un déficit 40% en la capacidad hidro-sanitaria en la red de colectores; la cual tiene una capacidad actual de 424 m3 s-1 y requiere una capacidad de desfogue de 773.16 m3 s-1. Esta incapacidad provoca inundaciones en las principales avenidas de la ciudad, así como en las viviendas.

Falta de saneamiento de aguas residuales

Actualmente se trata menos de 1% de las aguas residuales. Esto significa que casi la totalidad de las aguas residuales se arroja al Río Santiago sin ningún tipo de tratamiento. En las siguientes figuras podemos observar el grado de deterioro de las zonas de las principales áreas donde descargan.

Falta de coordinación

Los sistemas institucionales para la administración del agua, están integrados por muchas instituciones que se caracterizan por la falta de coordinación de sus actividades. Como resultado, en muchos casos, el recurso sigue siendo utilizado casi exclusivamente para fines sectoriales. La mayoría de los proyectos de inversión en obras hidráulicas, es realizada por entidades sectoriales sin que establezcan ni existan mecanismos adecuados de coordinación entre ellos.

En muchos casos, las responsabilidades de asignación y gestión del recurso todavía se separan de una manera que no responde a sus características físicas o a su uso óptimo, lo que dificulta tener una visión integrada del mismo, causando además duplicación de actividades, superposición de responsabilidades y dispersión de recursos.

Finanzas

Una de las áreas de debilidad en el sistema hidráulica es la de finanzas; normalmente se escucha que no hay recursos económicos para el sistema, tampoco para lograr su operación eficiente y la inversión de nueva infraestructura, frecuentemente se recurre al endeudamiento para construirla. Por otro lado, debido a la falta de medición del consumo de agua, malos sistemas de registro de consumidores y procedimientos ineficaces para la facturación, existe poca eficiencia financiera. Éstos crean distorsiones en el cobro del agua, no generan los datos necesarios para la planeación, y crean una incapacidad para recuperar los costos o realizar inversiones en el mejoramiento del servicio o en la reducción de los impactos ambientales y a la salud.

Deuda

La eficiencia de cobro es 72%, mientras el resto (28%) corresponde a deudas de los diferentes usuarios del agua. La deuda total al SIAPA es de 2 500 millones de pesos. Entre usuarios que deben de 200 y 5 000 pesos, se arrastra una deuda de 400 millones de pesos. Dos mil cien millones de pesos corresponden a usuarios que deben de cinco mil pesos en adelante.

Falta de cobro

En buena medida, son responsables de este problema los morosos que mantienen una cartera vencida de 1 500 millones de pesos. El SIAPA está amarrado de manos para hacer efectiva la cobranza, debido que muchos de los morosos se atienen a la imposibilidad del corte de agua, lo cual hace difícil que puedan ser obligados. Existen 190 mil morosos.

Tarifas

Actualmente, se paga 4.70 pesos por m3. Las tarifas no reflejan el verdadero costo económico de los servicios de suministro y drenaje. En este sentido el sistema operador propone al congreso del Estado, incrementos a las tarifas por no ser una medida políticamente aceptada. Las propuestas de incremento a las tarifas se justifican para mejorar y ampliar la infraestructura, pero por lo general se carecen de diagnósticos cercanos a la realidad que permitan justificar las inversiones.

Carencia de personal capacitado

El sistema operador encargado de suministrar el servicio a la población, se maneja independientemente de las administraciones municipales; carecen de personal profesional. Esto significa que el personal técnico y administrativo no tiene en muchas ocasiones el entrenamiento requerido, para proporcionar un servicio adecuado. El perfil de los tomadores de decisiones no responde al requerido para manejar el sistema; en parte se debe que actualmente en nuestro estado no existen programas de especialización, que tengan que ver con la gestión del agua de manera integral. Actualmente la Universidad de Guadalajara (U de G) está proponiendo establecer una maestría en Gestión de Agua.

Propuesta de gestión y planeación

El objetivo fundamental de este apartado es definir el modelo de gestión y planeación del sistema hidráulico sustentable de la ZCG, apoyándonos en el concepto de sustentabilidad y el diagnóstico. Este modelo es fruto de una exhaustiva revisión de varios modelos de otros países (Brown, 2007), del estudio a fondo de los conceptos planteados en el marco teórico y de un conocimiento profundo de la problemática. El modelo es una propuesta que intenta dar respuesta a la realidad compleja y por lo tanto no pretende ser la única propuesta, sino reconoce otros esfuerzos valiosos de otros especialistas (Figura 1).

Los elementos se integran de la siguiente manera: a) nueva gobernabilidad de agua (NGA), como el cambio de cultura deseado en el manejo del agua en la sociedad; b) capacidad ciudadana global (CCG), como la estrategia constante y fuerza motora del cambio; c) política púbica sustentable (PPS), que tome en cuenta los aspectos técnicos, de gestión y sociales, cuyos resultados concretos sean capacidades reflejadas en programas técnicos, capacidad institucional de las agencias de gobierno y una comprometida participación ciudadana; d) plan hidráulico sustentable (PHS), como resultado de la implementación de la política pública y del cual tendrá como fruto el sistema hidráulico sustentable (SHS); e) sistema hidráulico sustentable (SHS), que sea un sistema permita un manejo integrado del agua; y f) gestión urbana sustentable del agua (GUSA), como un nuevo estilo de manejo del agua urbana.

Hacia una nueva gobernabilidad de agua

Contestando al primer cuestionamiento, diríamos que el objetivo es lograr una nueva gobernabilidad de agua (NGA) del agua para la ZCG. Como se vio en el marco teórico la gobernabilidad del agua está definida "por los sistemas políticos, sociales, económicos y administrativos que se encuentran en funcionamiento y que afectan, directa o indirectamente, la utilización, el desarrollo y la gestión de los recursos hídricos, así como la distribución de los servicios de abastecimiento de agua a diferentes niveles de la sociedad".

Para nuestro caso, definimos a esta NGA como "una renovada conciencia social ambiental, un gobierno comprometido con la conservación del agua, un nuevo sistema de gestión urbana sustentable del agua (GUSA), un sistema hidráulico sustentable (SHS), nuevas reglas, capacidades tanto de gestión y planeación, y una comprometida participación que le permitan a la sociedad desarrollarse integralmente sin dañar el medio ambiente".

Capacidad ciudadana global

¿Cómo se pretende lograr? Para lograr esta NGA es necesario un cambio de cultura, una nueva percepción de la gestión del agua, no tan solo en los gobernantes, sino también en la sociedad en general. Si no hay un cambio profundo en la mentalidad del ser humano en cuanto valorar el vital líquido, a conocer su funcionamiento en la naturaleza y las alternativas de un manejo adecuado; difícilmente se podrán aterrizar las acciones técnicas necesarias para corregir el sistema y lograr el aprovechamiento. Para esto se propone crear la capacidad ciudadana global" (CCG), un término que se ha tomado en parte del modelo propuesto por estudios de la universidad de Monash en Australia.

Esta CCG "es aquella capacidad de la sociedad para lograr una nueva gobernabilidad del agua, en términos de un nueva cultura del agua reflejada en instituciones y leyes que refleje el respeto por el medio ambiente, la eficiencia económica y el fomento a la participación ciudadana". La CCG descansa plenamente en la sociedad; es el despertar hacia una nueva conciencia con un compromiso social, que permita con el tiempo inclinar la balanza hacia una nueva realidad de la gobernabilidad del agua.

Un cambio real difícilmente se aterrizará sino se cuenta con el apoyo de todos los actores de la sociedad. Aquí cabe la aportación de la teoría de la planeación comunicativa (Heasley, 1998) que reconoce que para llevar a cabo la planeación se tiene que asumir la preexistencia de individuos que interactúan.

Para lograr la CCG se propone el modelo australiano adaptado para la realidad local (Brown, 2007). Este modelo originalmente solo se aplica para la reforma de las organizaciones que conforman el sector hidráulico, pero para este caso, el modelo se plantea como un fundamento clave para el establecimiento del marco general que delimite las directrices para un cambio en la cultura del manejo de agua. Este marco busca generar las condiciones que produzcan una ola de cambios en todos los niveles a lo largo del tiempo.

Es importante señalar que este marco no se restringe a un plan de un periodo gubernamental, sino que va más allá, busca lograr la transformación de la mentalidad de la sociedad con respecto un manejo eficiente de agua y así lograr el cambio cultural que dé paso a un nuevo arreglo institucional, reflejado en organizaciones eficientes, leyes acordes a la realidad, y a una gestión y planeación orientadas a la sustentabilidad.

Para lograr esta CCG se propone trabajar en varios niveles: en primer lugar a nivel individual, enseguida a nivel de intraorganizacional, después a nivel interorganizacional y finalmente a nivel de leyes e incentivos. La creación de capacidades es una estrategia clave para lograr los objetivos en tres niveles. A nivel individual, se busca concientizar al ciudadano en cuanto al funcionamiento de la problemática y de las alternativas para solucionarla; este cambio se debe fomentar en la familia.

Es necesario apoyar al núcleo familiar para que se pueda generar un detonante que tenga un impacto en las áreas de influencia de los miembros de las familias. Aquí se observa el papel estratégico de las escuelas, las cuales pueden ser puntos de partida para influir en las familias. Una vez que el individuo está consciente e informado de la problemática y las alternativas de solución, buscará influir hacia adentro de las organizaciones a las cuales pertenece; como pueden ser escuelas, trabajo, clubes y otros. Este cambio intraorganizacional puede llegar a transformar las instituciones.

Enseguida la influencia ya no sólo permanecerá al interior de las organizaciones, sino que impactará a otras organizaciones, logrando intercambio de información y acuerdos de colaboración. Finalmente con organizaciones conscientes e informadas el efecto a lograr es el cambio de las reglas del juego, que respondan a esta nueva cultura impulsada por todos (Torjada, 2004). En la Figura 2 se observa el proceso.

Es evidente que los actores principales son los ciudadanos en este modelo, actuando como agentes de cambio desde su individualidad, sus relaciones interpersonales y sus organizaciones. Estos agentes de cambio de manera coordinada, cambiarán las reglas que permitan una nueva gobernabilidad del agua a partir de su realidad particular. No hay plazo límite para lograr este cambio, ni estará restringido a un periodo gubernamental, sino que su consecución será lenta y paulatina. Se apunta hacia un cambio de estilo de vida que refleje los valores y principios de la sustentabilidad, un desafío grande, pero no menos de lo que se requiere para revertir la problemática desde el fondo. La CCG será el estilo de vida y la fuerza motora para lograr la transformación del sistema hidráulico, será en todo momento el detonante para generar los cambios necesarios en las distintas esferas de la gestión del agua.

Política pública sustentable

La CCG toma a la política pública sustentable (PPS), como su instrumento gubernamental para aterrizar los objetivos basados en la NGA. Esta política contempla tres líneas estratégicas básicas de acción: a) línea técnica: ¿Qué se necesita restaurar y aprovechar en el sistema hidráulico?; b) línea de gestión: ¿Qué arreglos institucionales hay que hacer para aterrizar los cambios físicos en el sistema?; y c) línea social: ¿De qué manera desde el gobierno se puede empezar a fomentar el cambio de cultura partiendo del individuo buscando impactar las reglas del juego?.

Estas líneas se aterrizarán de la siguiente manera: a) la técnica se convertirá en programas técnicos específicos implementados en el sistema hidráulico; b) la de gestión se plasmará en una renovada capacidad institucional de las instituciones que administran el agua; y c) la social se traducirá en una participación ciudadana informada y comprometida en la toma decisiones y en el trabajo cotidiano.

Línea técnica

La evaluación del estado actual del sistema es el primer paso a dar. Conocer a profundidad los rezagos que se tienen será imprescindible para establecer la estrategia a corto, mediano y largo plazo. Una vez que se conoce el estado actual del sistema, se debe dar paso a la restauración del sistema hidráulico que establezca un punto de partida y fundamento para la implementación de las siguientes estrategias: la de conservación y aprovechamiento (Gleason, 2005). Dejando para el final la ejecución de nueva infraestructura en dado caso que se requiera.

A través de estas estrategias se pretende concretar un SHS, el cual se considera que es la parte física de la nueva gobernabilidad. En base a la información que se ha articulado a través de los apartados anteriores, podemos ahora definir que el SHS., "es un sistema que brinda un servicio eficiente cada una de sus siete etapas, en términos de una infraestructura adecuada y bien monitoreada, que evite el desperdicio y el daño al medio ambiente; todo ello a través de la participación activa y comprometida de la ciudadanía en colaboración con el gobierno, quienes por medio de un sistema de toma de decisiones equitativo logre el desarrollo económico, social y ambiental".

En esta línea de trabajo, sobresalen las estrategias a nivel de las viviendas que consiste en la sustitución de sistemas de bajo consumo en las viviendas, para disminuir la demanda de agua (Schuetze y Santiago, 2009), la disminución de los desperdicios (Solís, 2002) aprovechamiento de agua de lluvia en las casas y a través de obras hidráulicas de infiltración y retención (Gleason, 2005), la restauración de la red de distribución de agua potable (Ochoa, 2001) y finalmente el tratamiento de las aguas residuales.

Línea de gestión

Transitar de la actual gestión púbica del agua hacia la GUSA, no es tarea fácil, y máxime cuando las actuales autoridades carecen de una formación sólida fundamentada en los principios y valores de la sustentabilidad. La reforma de la gestión pública en el sector es necesaria para lograr la NGA. Este cambio será imposible si las agencias públicas que manejan el agua no se transforman. Predomina en los actuales decisores del sector hidráulico del país, un enfoque hacia la oferta que deja de lado a la gestión eficiente de la demanda. Su esfuerzo principal radica en conseguir financiamiento para construir grandes obras hidráulicas para aumentar la oferta, más que en buscar invertir en el mejoramiento del funcionamiento de las instituciones para lograr un manejo eficiente de la demanda.

Como ya vimos en el apartado del diagnóstico, los órganos públicos se encuentran rebasados ante la magnitud de los problemas que enfrentan cotidianamente. Es claro que no se pueden ignorar algunos esfuerzos que se han hecho por fortalecer las instituciones, pero hasta estos momentos, la necesidad sobrepasa en mucho la capacidad de respuesta institucional. Por lo que se requiere de una nueva capacidad para que las instituciones puedan transformarse y puedan brindar un servicio sustentable (Brown y Taylor, 2005).

Esta capacidad se llamará capacidad institucional (CI), esta nueva capacidad tendrá impactos importantes en el marco legal, y fomentará la creación de un sistema de incentivos, que permitan establecer las bases de la transformación de la gobernabilidad del agua. Más adelante se comentará más acerca de estos puntos.

Línea social

El aspecto social es un brazo imprescindible para lograr la NGA; dentro de los aspectos sociales más sobresalientes está la participación ciudadana en la gestión del agua. Como ya se ha comentado, este aspecto es ignorado en los procesos de planeación (García, 2006). Sin embargo, hemos visto que la gestión integral de los recursos hídricos (GIRH), pone especial énfasis en la participación ciudadana en los procesos de planeación. También la teoría de planeación comunicativa o colaborativa (PLC) de Healey (2002), establece que es un esfuerzo por encontrar una vía para que la planeación avance en un contexto, por demás dinámico, caracterizado por un orden social que está cambiando rápidamente.

Es un estilo alternativo estrechamente vinculado con las nociones de democracia y progreso, cuya contribución radica en la construcción de una nueva capacidad institucional, con mayores posibilidades de acción, fomentando más y mejores alternativas de pensamiento y acción en torno a situaciones concretas. Reconoce la diversidad y el cambio que es producto de la dinámica del mundo real y hace énfasis en la generación de alternativas de acción desde una perspectiva colaborativa, en lugar de carácter de comando y control, característico de las instituciones basadas en la racionalidad instrumental (Healey, 1998).

El aspecto social se reflejará en la concientización en el manejo eficiente del agua entre los ciudadanos, a través de programas de capacitación en las colonias. Por lo tanto, se necesita una población informada para una participación responsable; estos programas educativos pueden ser impartidos por prestadores de servicio social de las universidades. Será necesaria la participación de pedagogos para aplicar las metodologías más idóneas para el aprendizaje.

Por el otro lado, se contempla la reforma en los programas educativos a nivel básico; esta reforma consiste en incorporar los conceptos sobre el agua, el funcionamiento del sistema hidráulico y la necesidad de cuidar el vital líquido. Por último, será necesaria la participación de las universidades a través de proyectos de investigación, que permitan obtener tecnologías alternativas que aprovechen y conserven el vital líquido. Además, los planes de estudio deberán incluir los conceptos de sustentabilidad, funcionamiento de los ecosistemas, conocimientos básicos sobre el manejo y conservación de recursos naturales y sobre el uso eficiente de agua. El fruto de estas estrategias será lograr una participación comprometida e informada de la población en la planeación y gestión del agua en la ZCG.

 

CONCLUSIONES

El sistema hidráulico de la ZCG está en crisis. Los síntomas nos alertan sobre la gravedad de su estado y de la necesidad de intervenir de manera inmediata. El posponer las acciones, solo complicará con el paso del tiempo, la problemática que ya de por si es compleja. Es necesario realizar un diagnóstico a profundidad sin escatimar recursos para conocer la realidad a fondo y a partir de ahí tener las bases para establecer las estrategias puntuales más oportunas. Una NGA es la meta a conseguir, es decir, un cambio profundo en los ciudadanos que se refleje en reglas y acuerdos que velen por una GUSA.

Será necesario crear una CCG que en un proceso paulatino lleve a los gobernantes a diseñar una PPS, que se aterrice en programas técnicos orientados hacia la reparación del sistema y el aprovechamiento racional de los recursos que nos permita tener un SHS; en una reforma en la gestión pública del sector, que se refleje en instituciones eficientes y un marco normativo acorde los principios de la sustentabilidad; y en una participación ciudadana comprometida e informada, que coadyuve con las autoridades para lograr una GUSA.

 

LITERATURA CITADA

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