SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.2 número especial 1Toma de decisiones para el desarrollo sostenible de los recursos naturalesEfectos antropogénicos provocados por los usuarios del agua en la microcuenca del Río Pixquiac índice de autoresíndice de assuntospesquisa de artigos
Home Pagelista alfabética de periódicos  

Serviços Personalizados

Journal

Artigo

Indicadores

Links relacionados

  • Não possue artigos similaresSimilares em SciELO

Compartilhar


Revista mexicana de ciencias agrícolas

versão impressa ISSN 2007-0934

Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.2 no.spe1 Texcoco Jul./Ago. 2011

 

Artículos

 

Contaminación agrícola y costos en el distrito de riego 011, Guanajuato*

 

Agricultural pollution and costs in the irrigation district 011, Guanajuato

 

Rosario Pérez Espejo, Karla Alethya Jara Durán2 y Andrea Santos Baca2

 

1Instituto de Investigaciones Económicas. UNAM. §Autora para correspondencia: espejo@servidor.unam.mx.

2Licenciadas en Economía becarias del Proyecto PAPITT 307105 "Políticas agroambientales para el control de la contaminación del agua". (jalethya@hotmail.com), (hibridos@hotmail.com).

 

* Recibido: abril de 2011
Aceptado: noviembre de 2011

 

RESUMEN

El presente estudio muestra los resultados de la investigación llevada a cabo en el Distrito de Riego 011, Alto Río Lerma (DR 011); localizado en la Cuenca del Lerma Chapala, una de las más contaminadas del país. Su objetivo es exponer algunos factores que tienen un impacto en la calidad del agua, entre ellos: uso inadecuado y bajo costo del agua de riego e insecticidas; la insustentabilidad de muchas prácticas agrícolas; baja percepción de los agricultores sobre los efectos de su actividad en el recurso hídrico; una errónea política de subsidio a la electricidad, el agua y los plaguicidas; falta de aplicación de la normatividad vigente y limitada coordinación institucional. Se analizó el uso de agua de riego e insecticidas por tamaño de productor en maíz, sorgo, trigo y cebada, en los ciclos agrícolas otoño-invierno 2007-2008 y primavera-verano 2008, se obtuvieron los costos de producción para cada uno de estos cultivos. La producción de granos ocupa la mayor parte de la superficie del DR 011, tiene un bajo valor económico y usa intensiva e ineficientemente el agua y los insecticidas, afectando la productividad del suelo y la calidad del agua. El trabajo concluye que en el DR011, el tamaño de la unidad productiva determina diferentes prácticas agrícolas y percepciones del problema ambiental y que ésta diferenciación se debe tomar en cuenta en el diseño de medidas de política pública, para controlar la contaminación agrícola del agua.

Palabras clave: agua de riego, granos, productores, suelo.

 

ABSTRACT

The present study shows the results of research carried out in the Irrigation District 011, Alto Rio Lerma (DR 011), located in the Lerma Chapala Basin, one of the most polluted in the country. Its aim is to present some factors that have an impact on water quality, including: inappropriate use and low cost of irrigation water and pesticides, the unsustainability of many agricultural practices, low awareness of farmers about the effects of their activity in water resources, a wrong policy of subsidy on electricity, water and pesticides, lack of enforcement of current regulations and limited institutional coordination. We analyzed the use of water for irrigation and insecticides by size producer of corn, sorghum, wheat and barley, in the agricultural cycles 2007-2008 Autumn-Winter and Spring-Summer 2008, production costs obtained for each of these crops. Grain production takes up most of the surface of the DR 011, has a low economic value and uses intensive and inefficient water and pesticides, affecting soil productivity and water quality. The paper concludes that the DR0 11, the size of the production unit determines different agricultural practices and perceptions of environmental problems and that this differentiation should be taken into account in the design of public policy measures to control agricultural water pollution.

Key words: farmers, grain, irrigation water, soil.

 

INTRODUCCIÓN

El Distrito de Riego 011 Alto Río Lerma (DR0 11), es uno de los distritos más importantes y antiguos del país, uno de los más estudiados y se encuentra en una cuenca altamente contaminada (Kloezen et al., 1997; Cruz et al., 2002; Salcedo, 2005).

Una de las fuentes importantes de contaminación del agua en el DR0 11 son los insumos agrícolas que se emplean en forma inadecuada generando descargas difusas difíciles de regular. También en la mala calidad del agua, la baja percepción de los agricultores sobre los efectos de su actividad en este recurso y una errónea política de subsidio a la electricidad, el agua y los plaguicidas. La falta de una política de control de la contaminación difusa agrícola, se debe que el diseño de instrumentos convencionales como normas e impuestos es metodológicamente complejo y su puesta en marcha, políticamente poco viable (Pérez, 2010).

El presente estudio es parte de una investigación (Proyecto PAPIIT 307105-UNAM: "Políticas agroambientales para el control de la contaminación del agua"), realizada en el DR0 11 en 2008 cuyo objetivo es mostrar: a) las diferencias en el uso del agua y los insecticidas en los cuatro cultivos principales: maíz, sorgo, trigo y cebada, en los ciclos agrícolas otoño-invierno 2007-2008 y primavera-verano 2008, por tamaño de agricultor; b) el reducido impacto del costo del agua y los plaguicidas en el costo de producción de los cuatro cultivos analizados; y c) la limitada estructura normativa e institucional del estado de Guanajuato, para reducir los impactos ambientales de la agricultura.

Se menciona en primer término, el problema de insustentabilidad de varias prácticas agrícolas y de la sesgada percepción de los agricultores acerca de los impactos ambientales de su actividad en el recurso agua. Posteriormente se analizan el uso y costo del agua de riego e insecticidas por tipo de agricultor (chico, mediano y grande) y por último, se hace referencia a las bases legales y normativas del estado de Guanajuato que inciden en la contaminación agrícola.

El trabajo concluye que en el DR0 11, el tamaño de la unidad productiva determina diferentes prácticas agrícolas y percepciones del problema ambiental y que esta diferenciación se debe tomar en cuenta para el diseño de medidas de política pública, para controlar la contaminación agrícola del agua.

Prácticas agrícolas, sustentabilidad y percepción de los agricultores

Se obtuvo la siguiente información sobre la sustentabilidad de algunas prácticas agrícolas:

El 98% de los agricultores, en ambos ciclos agrícolas, no dejó tierra en descanso en los últimos cinco años; el uso intensivo de la tierra, el riego por gravedad y los métodos convencionales de cosecha provocan pérdida de fertilidad, a lo que se responde con un mayor uso de fertilizantes que tiene como efecto, una mayor contaminación del suelo y agua.

El 80% de los productores del ciclo primavera-verano, restringen la rotación de cultivos a la combinación maíz-sorgo; en ocasiones siembran alfalfa, frijol o lechuga, pero sólo en áreas reducidas de sus predios. Lo mismo sucede con 80% de los agricultores del ciclo otoño-invierno: rotan trigo y cebada y sólo ocasionalmente producen brócoli, frijol o garbanzo.

En promedio, sólo 8% de los agricultores empleó composta como abono, este porcentaje es poco, mayor en trigo y menor en sorgo.

Alrededor de 6% de los agricultores reconoció quemar los esquilmos agrícolas; se trata de productores pequeños que no tiene opciones para su manejo, porque carecen de capital y maquinaria y no cuentan con la organización necesaria para obtenerlos.

El 28% de los entrevistados incorporó, el rastrojo al terreno de cultivo; 42% lo empaca, vende o regala (sorprendentemente, casi nadie cría animales), 6% lo empaca para la producción de champiñones y celulosa y sólo 7% practica la labranza cero.

La percepción de los productores acerca de los problemas ambientales de la región, 13% consideró que no había ningún problema, los demás los atribuyen a la refinería de PEMEX, a la planta de la CFE y a las industrias del corredor industrial Celaya-Salamanca. La mayoría de los encuestados atribuye la contaminación del agua a las descargas no tratadas de la industria y de las zonas urbanas, pero no a su actividad; reconoce que hay cambios en el clima y menciona el problema de los envases de agroquímicos que, como en otras zonas agrícolas del país (Ibarra, 2011), se dejan en el campo, se arrojan a drenes, canales y ríos o se queman sin ninguna precaución.

La percepción de los productores sobre los problemas ambientales varía en función del tamaño de su predio. Los chicos tienen una percepción más limitada del problema que los productores grandes, debido seguramente, a su menor nivel de educación. Los grandes exportadores de hortalizas, obligados a cumplir las normas de los Estados Unidos de América sobre residuos tóxicos, exhiben prácticas agrícolas más sustentables que los productores de granos que surten el mercado interno.

Uso del agua

El DR011 es uno de los veintidós principales distritos de riego del país; tiene una superficie de 100 000 ha y en el año agrícola 2007-2008 recibió poco más de mil millones de metros cúbicos (4% del volumen total distribuido) (CONAGUA, 2009a). El 65% del agua proviene de las presas de almacenamiento, 30% de 1 717 pozos y 5% restante se bombea directamente de los cuerpos de agua superficiales (Figura 1). Esta distribución es específica del DR0 11, porque a nivel nacional el agua de pozos no supera 10%. La lámina bruta de riego extraída de la fuente de abastecimiento fue de 115cm, siete centímetros inferior al promedio nacional.

En el DR0 11 están inscritos poco más de 25 000 usuarios: 5 9% tiene acceso a riego por gravedad, 31 % a pozos privados »la mayoría sin permiso, pero con registro« y oficiales (aprovechados por grupos de productores) y 10% riega con bombeo directo de las corrientes, práctica prohibida, pero de uso frecuente.

Es difícil determinar con precisión el volumen de agua empleado en riego por gravedad a nivel de parcela; se conoce el volumen disponible en el Consejo de Cuenca y el que éste asigna a la Sociedad de Responsabilidad Limitada (SRL), que aglutina a 11 módulos del DR011 y se encarga de operar, conservar y administrar la red principal de canales de distribución (CONAGUA, 2009a). Los módulos reciben un volumen de agua en función a la programación de la superficie a sembrar de cada cultivo.

Cuando hay disponibilidad se permite regar cultivos que demandan más agua y cuando es escasa, se restringe la superficie e incluso, en casos excepcionales, se deja sin regar algún cultivo. Sin embargo, los módulos no tienen información de la cantidad exacta de agua que se distribuye a cada usuario; productores y "canaleros" no conocen la cantidad de agua por unidad de tiempo que proveen los canales primarios, sino sólo los requerimientos de agua por hectárea de cada cultivo y suponen, una cierta lámina de riego.

Con base en la encuesta se estimó el volumen de agua de riego (gravedad y pozos), empleado en la parcela en los dos ciclos. En riego con pozo se puede estimar una lámina más precisa, a partir de la cantidad de agua por segundo que vierte la bomba; no obstante, sus condiciones pueden modificar la estimación.

La lámina de riego neta promedio estimada a nivel de parcela para el año agrícola 2007-2008, fue de 68.1 cm, menor a la reportada por la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) que fue de 115 cm a nivel de fuente de abastecimiento (CONAGUA, 2009a).

La estimación de los requerimientos hídricos de cada cultivo en el DR011, se realizó con base en el Programa DRiego versión 1.0, del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales Agrícolas y Pecuarias-Relación Agua, Suelo, Planta, Atmósfera (INIFAP-RASPA); que permite calcular la demanda de agua por calendarios de riego, distrito de riego y cultivo, a partir de los balances de humedad del suelo, su textura, localización del distrito de riego, fechas de siembra y variables climáticas de los últimos 20 años.

Existen diferencias en el patrón de riego entre cultivos; la principal y más obvia es entre cultivos de primavera-verano y otoño-invierno, ya que en primavera-verano, gran parte del agua proviene de la lluvia, mientras que en el otoño-invierno la totalidad se cubre con agua de riego. También hay diferencias en la lámina empleada, el número de riegos aplicados y la productividad del agua de riego entre maíz-sorgo del ciclo primavera-verano y cebada-trigo del otoño-invierno. El agua de riego tiene una productividad mucho mayor en el maíz y sorgo, que en trigo y cebada (Cuadro 1).

Entre la lámina de riego basada en la encuesta y la obtenida en el programa DRiego, se observa lo siguiente: 1) en el ciclo otoño-invierno un mayor número de agricultores emplea láminas de riego por encima a la requerida; 2) en el ciclo primavera-verano, tres de cada 10 productores de maíz y dos de cada 10 de sorgo, emplearon láminas mayores a la requerida; y 3) en el ciclo otoño-invierno, siete de cada 10 productores de cebada y ocho de cada 10 de trigo, emplearon láminas mayores a las requeridas.

El sobreriego es casi nulo en el maíz y en sorgo la diferencia es negativa, pues un número importante de productores empleó láminas inferiores a la requerida, quizá por la presencia de lluvias extraordinarias. En los cultivos otoño-invierno, las diferencias agregadas son significativas: 33cm de sobreriego en la cebada y 52 cm en el trigo. En conclusión, los agricultores que siembran trigo emplean mayores volúmenes de agua, incurren con mayor frecuencia en el sobreriego y éste es de mayor magnitud (Figura 2).

Uso y manejo de insecticidas

Los insecticidas son insumos indispensables del paquete tecnológico de la revolución verde que los agricultores emplean en forma cotidiana para evitar o reducir el riesgo de plagas y mantener un determinado rendimiento. En el DR011, entre 70% y 85% de los usuarios señaló tener problemas con algún tipo de plaga y sólo 8 % dij o estar libre de plagas y enfermedades. Nueve de cada 10 productores de maíz, cebada y trigo usan insecticidas; en sorgo sólo 40% de los usuarios los emplean. Los productores medianos y grandes emplearon insecticidas con mayor frecuencia.

Las plagas más frecuentes son el gusano cogollero en el maíz; diabrótica y pulgón en cebada y trigo; los insecticidas para combatir éstas y otras plagas, se pueden aplicar directamente a las semillas, durante la siembra (evita plagas en la raíz), sobre el follaje cuando ya están presentes o en áreas aledañas al terreno (Figura 3).

Las semillas tratadas previamente con insecticidas (semillas con "poncho") se emplean principalmente en el maíz (24% de los usuarios) y en menor proporción en el trigo (3% de los usuarios); estos agricultores también emplearon otros insecticidas en forma complementaria.

Los entrevistados emplearon 15 diferentes sustancias activas como insecticidas, todas en el maíz, cinco en sorgo, cuatro en cebada y seis en trigo. Esta variedad obedece a que un producto puede ser utilizado para combatir diversas plagas y una plaga puede combatirse con distintos insecticidas.

Con base en la clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2004) para los pesticidas según su nivel de toxicidad, ocho de las 15 sustancias empleadas en el DR011 tienen el nivel más alto de toxicidad (Cuadro 2).

En maíz, cebada y trigo, predomina el empleo de paratión metílico en polvo al 2% (Figura 4), producto que debido a su toxicidad (de las más altas según la OMS), fue incluido en el anexo III del Convenio de Rotterdam que firmó México en 2005. Los productores de sorgo emplearon mayormente clorpirifos y en segundo lugar, el paratión metílico.

Un pequeño grupo de productores de maíz, cebada y trigo no emplearon insecticidas. Entre 2 y 10% de los productores emplearon insecticidas en forma errónea (Cuadro 3).

Las recomendaciones sobre el uso de paratión metílico (el de mayor uso) en el trigo y la cebada, son contradictorias. Su uso más frecuente es en polvo en concentraciones al 2% y en menor medida en líquido. Sin embargo, el Diccionario de Especialidades Agroquímicas (Fertilización Integral de la Laguna, S. A. http://filsa.com.mx) indica que la formulación en polvo no es adecuada para estos cultivos y recomienda los concentrados emulsionables al 48 y 63%.

Según la Comisión Intersecretarial para el Control del Proceso y Uso de Plaguicidas, Fertilizantes y Sustancias Tóxicas, la suspensión acuosa microencapsulada de paratión metílico al 24% es adecuada para trigo y cebada, pero el 2008 del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Guanajuato (CESAVEG) y el INIFAP lo recomiendan en polvo al 2% para combatir el pulgón del trigo. El Plan Rector de la Producción de Cebada, (SAGARPA, http://www.sagarpa.gob.mx) identifica al paratión metílico en polvo y al dimetoato, como insecticidas más empleados en el cultivo de cebada.

Una comparación entre los datos de la encuesta y las recomendaciones del INIFAP, CESAVEG y la SAGARPA, muestra que 30% de los productores de trigo y 19% de maíz, emplean cantidades de insecticidas mayores a las recomendadas; una proporción menor de productores de sorgo y cebada también lo hace. El sobreuso de paratión metílico en maíz, cebada y trigo, triplica las dosis recomendadas (Figura 5).

Costos de las prácticas agrícolas

Agua

La Ley Federal de Derechos en Materia de Agua, establece el cobro de un derecho por la cantidad de agua que se use por encima del volumen concesionado (Artículo 223, inciso C), pero en términos prácticos el agua para riego agrícola, independientemente del volumen empleado es gratuita. Los agricultores que reciben agua por gravedad pagan una cuota a los módulos por el mantenimiento de la infraestructura hidroagrícola, los gastos de operación de los distritos, los sueldos y salarios del personal técnico, operativo y administrativo que trabaja en los módulos.

Esta cuota y la tarifa 09 de la energía eléctrica para el bombeo agrícola, se tomarán como el "costo del agua", sin considerar los costos de oportunidad del recurso, tampoco los relacionados con su cuidado y conservación. Por lo general, las aportaciones de los usuarios a los módulos del DR011, no alcanzan a cubrir los montos que estipula la CONAGUA para el servicio de mantenimiento (Salcedo, 2005).

La ineficiencia en el uso del agua para riego no se puede atribuir exclusivamente al agricultor; otros factores que contribuyen al problema son: 1) pérdidas en la conducción por el mal estado de la infraestructura hidroagrícola; 2) falta de instrumentos de medición, por lo cual los caudales servidos tienen que estimarse por el personal operativo, lo que puede llevar a una distribución inequitativa del recurso (Vargas, 2010); y 3) acceso limitado a tecnologías modernas de riego cuyo costo es elevado para el agricultor promedio.

En el actual marco institucional, el "derroche" de agua de riego por parte de los agricultores, es un comportamiento económico racional; paradójicamente, el ahorro resultado de mejoras en la tecnificación, lleva a ampliar las superficies regadas y extraer más agua. (Vargas, 2010). El entubamiento total del módulo de Jaral del Progreso se tradujo en un ahorro de sólo 2% del agua distribuida.

El costo promedio del riego con el uso del pozo es de aproximadamente $ 283.00 por hectárea y el de gravedad de $ 310.00; éste último varía poco entre tipo de agricultores. El trigo es el cultivo que tiene el costo de agua más elevado, porque requiere entre cuatro y cinco riegos; esto significa que se subsidia un cultivo de bajo valor económico en una zona donde el acuífero está sobreexplotado. También la cebada, que en su totalidad se destina a la producción de malta, tiene un alto costo en agua. La exportación de cerveza y hortalizas representa una exportación neta de agua virtual subsidiada por el estado, en una región donde los recursos hídricos son vulnerables (Hansen y Afferden, 2001).

El costo del agua para los agricultores chicos que siembran maíz y trigo, es mayor que para los medianos y grandes, debido que están menos tecnificados y emplean más agua. El problema es que representan más de 50% del total de productores en cada cultivo (Cuadro 4).

Mano de obra y maquinaria

La estimación de los costos de la mano de obra y maquinaria incluye las tareas de preparación del terreno, labores de cultivo y trilla. La información obtenida muestra una gran diversidad en las formas como se realizan estas tareas, la frecuencia con que se hacen y los medios que se utilizan. Esta información se comparó con la proporcionada por el módulo de Cortazar y del Sistema de Información Agroalimentaria y Pesquera-Proyecto SISPRO-SECOPA, Guanajuato (SAGARPA-SIAP, 2007) (Figura 6).

Los costos promedio de mano de obra y maquinaria obtenidos en la encuesta están en un punto medio entre los datos del Módulos de Cortazar y los del SIAP.

Agroquímicos y fertilizantes

La encuesta se realizó en una época en la que el precio del petróleo se incrementó notablemente disparando el precio de la urea, principal elemento de los fertilizantes químicos que representaron 46% de los costos totales de producción. En contraste, insecticidas y herbicidas representaron cantidades muy reducidas del costo total de producción: entre el 1.2 y 3.6% los primeros y alrededor del 6% los segundos.

Costos totales

Los agroquímicos representan más de 50% de los costos de producción promedio de los cuatro cultivos analizados y al interior de éstos, los fertilizantes son el rubro más importante. El bajo costo relativo de los insecticidas debido a subsidio y la escasa información sobre sus daños potenciales a la salud humana y al ambiente, incentivan el sobreuso. Con los fertilizantes pasa algo similar, a pesar del incremento en su precio, también se sobre usan porque existen programas agrícolas que los subsidian y porque buena parte de PROCAMPO se destina a su compra (Figura 7).

Políticas públicas y contaminación del agua

Las directrices para el uso del agua en la agricultura se definen en el Plan Nacional de Desarrollo 2007-2012, en el Programa Nacional Hídrico 2007-2012 y en el Programa Especial Concurrente. Estos instrumentos se basan en leyes federales como la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA), Ley de Aguas Nacionales (LAN), Ley de Desarrollo Rural Sustentable y Ley de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria.

El uso del agua en la agricultura se opera y regula mediante diversos programas, pero su contaminación por actividades agrícolas, no está regulada. En forma ambigua, y sin efectos en la práctica, los artículos 120 de la LGEEPA y 96 de la LAN, sujetan a regulación la aplicación de insumos que contaminan los cuerpos de agua. La NOM-001-SEMARNAT-1996 sobre descargas de aguas residuales solo aplica a las descargas puntuales (porcicultura y producción de leche en el sector agropecuario) y los diversos programas forestales y de conservación del suelo, considerados dentro de los "programas voluntarios", tienen un efecto limitado en la mejoría en la calidad del agua (Shortle y Abler, 2001).

En Guanajuato, la LGEEPA y la LAN tienen su equivalente en la Ley de Aguas para el estado de Guanajuato (LAGto) y en la Ley para la Protección y Preservación del Ambiente del estado de Guanajuato (LPPAGto). La LAGto restringe su ámbito de autoridad a las aguas de jurisdicción estatal que sonde menor importancia que las federales y sus definiciones y articulado no hacen ninguna mención a los usos agropecuarios del agua. Por su parte, la LPPAGto contiene disposiciones sobre la preservación y aprovechamiento sustentable del suelo en actividades agrícolas (artículos 102, 103 y 104) y regula la elaboración de normas técnicas sobre el particular, por parte del Instituto de Ecología del Estado.

En buena parte, los artículos 102, 103 y 104 de la LPPAGto se operan mediante la Norma Técnica Ambiental NTA-IEE-005/2007 (NTAGto 005), "que establece las especificaciones para la gestión integral de los residuos agrícolas (esquilmos), así como para la prevención y control de la contaminación generada por su manejo inadecuado". Esta norma, que contiene un listado de buenas prácticas agrícolas, se fundamenta en la Ley para la Gestión Integral de Residuos del estado y los municipios de Guanajuato, la cual se orienta, casi en su totalidad, a los residuos sólidos urbano y sólo marginalmente a los residuos agrícolas que considera de manejo especial.

La inspección y vigilancia de la NTAGto 005 está a cargo de la Procuraduría de Protección al Ambiente del estado de Guanajuato (PROPEGto), y es obligatoria para todo tipo de productor agrícola y para cualquier persona o grupo de personas que realicen quema de esquilmos.

Las prohibiciones y recomendaciones de la NTAGto 005, reflejan una parte de los compromisos de México ante la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático y coinciden con las recomendaciones sobre adaptación y mitigación de la FAO, para la seguridad alimentaria en el contexto del cambio climático (FAO, 2009). Podrían tener un efecto positivo en la reducción de la contaminación del aire y suelo e indirectamente en la del agua, si se cumpliera con ellas.

Las disposiciones generales de la NTA 005 regulan las siguientes prácticas agrícolas: 1) manejo del suelo; 2) rotación de cultivos; 3) labranza de conservación; 4) empacado de esquilmos; 5) aprovechamiento de esquilmos y subproductos en la alimentación del ganado; 6) elaboración de sustratos a partir de las pacas de esquilmos para la producción de hongos comestibles; 7) producción de humus mediante lombricultura; 8) aprovechamiento para elaborar materiales de construcción; 9) elaboración de composta; y 10) producción de biocombustibles. Esta norma hace obligatorio el empaque de al menos 70% de los esquilmos agrícolas, para su reutilización y la reincorporación de 30% restante al suelo. Prohíbe la quema de residuos agrícolas en cualquier época del año.

En la práctica, la PROPEGto sólo puede atender y con limitaciones de personal y recursos materiales, la parte de la norma que se refiere a la quema de esquilmos agrícolas. Ninguna otra dependencia o institución estatal impulsa y vigila las prácticas agrícolas que de acuerdo con la NTA 005, son obligatorias.

Otros programas estatales relacionados con prácticas sustentables en agricultura, que no necesariamente mejoran la calidad del agua, son el de bordería, nivelación de tierras, desarrollo parcelario, cultivos alternativos y el programa de uso sustentable de los recursos naturales, que sólo opera en zonas de temporal. Estos programas se gestionan por la Secretaría de Desarrollo Agropecuario de Guanajuato.

Los programas más importantes en el estado son los de modernización, tecnificación y ampliación del riego, a los que se asigna enormes recursos y cuyos resultados en términos de ahorro de agua no han sido los esperados (CONAGUA, 2009b; FIRCO, 2010). La respuesta a estos programas ha sido la ampliación de la superficie cultivada y un mayor uso de agua y agroquímicos que incrementan su contaminación. En Guanajuato como en otros estados, las políticas que tienen una mayor incidencia en el deterioro de la calidad del agua y su sobreexplotación, son las políticas federales de subsidio a la tarifa eléctrica para bombeo agrícola, plaguicidas y fertilizantes.

 

CONCLUSIONES

La producción de granos ocupa la mayor parte de la superficie del DR011, tiene bajo valor económico y usa intensiva e ineficiente el agua y los insecticidas, afectando la productividad del suelo y calidad del agua. Los costos del agua y los insecticidas representan un porcentaje reducido del costo total, debido a subsidios, los cuales estimulan el sobreuso de estos insumos. El costo de contaminar y sobreexplotar agua y suelo es prácticamente cero.

La legislación federal sobre contaminación agrícola del agua es ambigua y su observancia prácticamente nula, porque no se vincula a políticas que la hagan operativa. En Guanajuato, no existe un marco legal, tampoco políticas para controlar la contaminación del agua. El único instrumento que puede tener un impacto positivo en la calidad del suelo y el aire es la Norma Técnica Ambiental 005, pero ninguna dependencia se encarga de hacer cumplir las prácticas agrícolas que recomienda la norma.

Las prácticas agrícolas que realizan los productores y su percepción (en general, sesgada "son otros los que contaminan") del problema de contaminación del agua, varían de acuerdo con la extensión de su predio. Por tal motivo, las políticas federales y estatales deberían considerar la diferenciación de los agricultores y focalizar a la población objetivo en función de la tipología, sus verdaderas necesidades y los problemas hídricos específicos en cada región.

 

LITERATURA CITADA

Comisión intersecretarial para el control del proceso y uso de plaguicidas, fertilizantes y sustancias tóxicas. 2004. Catálogo de plaguicidas. Coedición con: Secretaría de Medio Ambiente, Recursos Naturales y Pesca; Secretaría de Comercio y fomento Industrial; Secretaría de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural; y Secretaría de Salud. URL: http://www.salud.gob.mx/unidades/cofepris/bv/libros.htm.         [ Links ]

Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). 2009a. Estadísticas agrícolas de los distritos de riego, año agrícola 2007-2008. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. México.         [ Links ]

Comité de Sanidad Vegetal del Estado de Guanajuato. 2008. Folleto campaña de manejo fitosanitario de trigo. SAGARPA, SENASICA, Gobierno del estado de Guanajuato. URL: http://www.cesaveg.org.mx.         [ Links ]

Cruz, F. Valdivia, R. y Scott, C. 2002. Productividad del agua en el Distrito de Riego 011, Alto Río Lerma. Agrociencia. 36:483-493.         [ Links ]

Dirección General de Inocuidad Agroalimentaria, Acuícola y Pesquera-SAGARPA. 2007. Guía de plaguicidas de uso agrícola. URL: http://148.245.191.4/guiaplag/Inicio.aspx.         [ Links ]

Fertilización Integral de la Laguna, S. A. FILSA. 2006. Diccionario de especialidades agroquímicas. URL: http://filsa.com.mx        [ Links ]

Fideicomiso de Riesgo Compartido (FIRCO). 2010. Informe del Proyecto Estratégico de Tecnificación del Riego 2009. URL: http://www.firco.gob.mx/transparencia/FraccionXI/tecnificacion-informe-abr192010.pdf.         [ Links ]

Food and Agriculture Organization of the United Nations, FAO. 2009. Food security and agricultural mitigation in developing countries: options for capturing synergies. Rome. 80 p.         [ Links ]

Gobierno Federal. Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales. Comisión Nacional del Agua. 2009b. Evaluación de diseño del programa S217 tecnificación y modernización de unidades de riego. Septiembre 2009. URL: http://programas.jalisco.gob.mx/capturatps/documentos/unidades-de-riego.pdf.         [ Links ]

Ibarra, C. G. 2011. Las actividades agrícolas y su impacto en la calidad de los recursos hídricos: el caso del Valle del Carrizo, Sinaloa, México. Tesis doctoral. Posgrado en Economía, UNAM. 135 p.         [ Links ]

Kloezen, W. H.; Garcés, C. y Jonson, S. H. 1998. Los impactos de la transferencia del manejo del riego en el Distrito de Riego Alto Río Lerma, Instituto Internacional para el Manejo de la Irrigación. Informes de investigación. Núm. 15. 37 p.         [ Links ]

Norma Técnica Ambiental (NTA-IEE). 2007. Decreto Gobernativo Número 79, Año XCV, Tomo CXLVI Guanajuato, Guanajuato, a 19 de agosto del 2008. Núm. 133.         [ Links ]

Organización Mundial de Salud (IDEM OMS). 2004. The WHO recommended classification of pesticides by hazard. Guidelines to classification 2004.         [ Links ]

Pérez, E. R. 2010. Contaminación del agua por la agricultura: retos de política y estudio de caso en Guanajuato, en Retos de la Investigación del Agua en México, CONACYT, CRIM. México.         [ Links ]

Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación. (SAGARPA). 2009. Guía de plaguicidas de uso agrícola. URL: http://148.245.191.4/guiaplag/Inicio.aspx.         [ Links ]

Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA). 2009. El plan rector de producción de cebada. URL: http://www.sagarpa.gob.mx/agricultura/Publicaciones/SistemaProducto/Paginas/SistemasProductoIntegrados.aspx.         [ Links ]

Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación-Sistema de Información Agropecuaria y Pesquera (SAGARPA-SIAP). 2007. Consideraciones a las estructuras de costos de producción por sistema producto generadas por el proyecto seguimiento de costos de producción agrícola por sistema producto (SISPRO-SECOPA). URL: http://www.siap.gob.mx/ventana.php?idLiga=1832&tipo=1.         [ Links ]

Hansen, A. M. and Afferden, M. V. 2001. Toxic substances. Sources, accumulation and dynamics. In: Hansen, A. M. y Afferden, M. V. (eds.). The Lerma Chapala watersheed: evaluationa and management. Kluwer Academic/Plenum Prss, New York. EUA. 95-121 pp.         [ Links ]

Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (SAGARPA). 2008. Campaña de manejo fitosanitario de trigo 2008. URL: http://www.cesaveg.org.mx.         [ Links ]

Salcedo, I. 2005. Buscando la organización después de la transferencia en los Distritos de Riego de México en Geografía Agrícola. Núm. 35. Julio-diciembre. 151-160 pp.         [ Links ]

Shortle, S. and Abler, R. 2001. Environmental policies for agricultural pollution control. CABI Publishing. London. 224 p.         [ Links ]

Vargas, S. 2010. Aspectos socioeconómicos de la agricultura de riego en la Cuenca Lerma-Chapala. Revista Economía, Sociedad y Territorio. El Colegio Mexiquense, A. C. 6(32):231-263.         [ Links ]

Creative Commons License Todo o conteúdo deste periódico, exceto onde está identificado, está licenciado sob uma Licença Creative Commons