SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.2 special issue 1Pesticide use practices in the locality of Nueva Libertad, La Concordia, Chiapas author indexsubject indexsearch form
Home Pagealphabetic serial listing  

Services on Demand

Journal

Article

Indicators

Related links

  • Have no similar articlesSimilars in SciELO

Share


Revista mexicana de ciencias agrícolas

Print version ISSN 2007-0934

Rev. Mex. Cienc. Agríc vol.2 n.spe1 Texcoco Jul./Aug. 2011

 

Artículos

 

Diagnóstico y evaluación de sistemas de riego en el distrito 048 Ticul, Yucatán*

 

Diagnosis and evaluation of irrigation systems in the district 048 Ticul, Yucatán

 

José de la Cruz Tun Dzul, Genovevo Ramírez Jaramillo1, Ignacio Sánchez Cohen2, Claudia Tania Lomas Barrié1 y Alejandro de Jesús Cano González3

 

1Campo Experimental Mocochá. CIR Sureste. INIFAP. Antigua carretera Mérida-Motul, km 24.5. Mocochá, Yucatán. C. P. 97454. §Autor para correspondencia: tun.jose@inifap.gob.mx.

2Centro Nacional de Investigación Disciplinaria en Relación Agua-Suelo-Planta-Atmósfera. INIFAP. Margen derecha Canal Sacramento, km 6.5. Gómez Palacio, Durango. C. P. 35150.

3Campo Experimental Edzná. CIR Sureste. INIFAP. Carretera Campeche-Pocyaxum, km 15.5. Campeche, Campeche. C. P. 24520.

 

* Recibido: marzo de 2011
Aceptado: septiembre de 2011

 

RESUMEN

El estado de Yucatán cuenta con 48 308 ha de riego, de las cuales 9 689 ha conforman el Distrito de Riego 048, integrado por 179 unidades por bombeo en las que la eficiencia actual es 40%. La disponibilidad del agua no es problema pero el manejo inadecuado propicia su deterioro y contaminación. Se diagnosticó la situación actual y se evaluaron los sistemas de riego por microaspersión, para recomendar tecnologías adecuadas al nivel tecnológico de los productores, e incrementar la eficiencia de uso del agua. En 2009, se realizaron la investigación documental, las encuestas y entrevistas. En 2010 se evaluaron 30 unidades con riego por microaspersión y naranja dulce, para determinar la eficiencia de riego. Los resultados indican que los Leptosoles ocupan 60% del área de estudio y también se encuentran superficies importantes de Luvisoles y Cambisoles. El 90% es propiedad ejidal y la naranja dulce es el principal cultivo, aunque la superficie media por productor es de dos hectáreas, irrigadas con microaspersión. Se clasificó a los usuarios y unidades de riego con base a sus cultivos, sistema de riego y eficiencia de riego. Se aplican entre 200 y 400 L árbol-1 de naranja por día, cada tres días. La eficiencia de distribución del riego por microaspersión es menor a 5 0% y el coeficiente de uniformidad es menor a 90% en todos los casos. La eficiencia global media es 46.5%, lo cual nos indica que se desperdicia 53.5% de este valioso recurso.

Palabras clave: coeficiente de uniformidad, eficiencia de riego, naranja, riego por microaspersión.

 

ABSTRACT

Yucatán State has 48 308 ha of irrigation, which 9 689 ha out of them conform the Irrigation District 04 8, comprised of 179 units by pumping in which the current efficiency is about 40%. Water availability is not a problem, but the improper handling facilitates deterioration and contamination. The current situation was diagnosed and assessed by micro-sprinkler irrigation systems, in order to recommend appropriate technologies to the producer's technological level, and increase the efficiency of water use. In 2009, desk researching, surveys and interviews were conducted. In 2010, 30 units were evaluated by micro-sprinkler irrigation and sweet orange, in order to determine the irrigation efficiency. The results indicate that Leptosols occupy 60% of the studied area and there are also significant areas of Luvisols and Cambisols. The 90% is municipal property, and the sweet orange is the main crop, although the average area per farmer is two hectares, irrigated by micro-sprinkler systems. The users and irrigation units were classified based on their crops, irrigation and irrigation efficiency. Between 200 and 400 L are applied per tree each day, every three days. The irrigation distribution efficiency by micro-sprinkler irrigation is lower than 5 0% and the uniformity coefficient is less than 90% in all cases. The average overall efficiency is about 46.5%, which indicates that 53.5% of this valuable resource is wasted.

Key words: coefficient of uniformity, irrigation efficiency, micro-sprinkler irrigation, orange.

 

INTRODUCCIÓN

En México se cultivan 20 millones de hectáreas, de las cuales 6.4 millones son de riego, lo que coloca al país entre los primeros del mundo en superficie irrigada. El sector agrícola consume 77% del volumen de agua utilizada en el país (61.2 km3), pero la eficiencia es 45% (CONAGUA, 2008). Los sistemas de producción bajo riego generan 55% de la producción agrícola nacional y 70% de los productos agrícolas de exportación (SIAP, 2009).

En el estado de Yucatán es característica la presencia de un suelo calcáreo, que se distingue por sufrir un proceso de carstificación, el cual consiste en la disolución de la roca (compuesta de CaCO3), en la presencia de ácido carbónico (H2CO3); producto de la reacción entre el bióxido de Carbono (CO2) y el agua (H2O) (Suárez y Rivera, 2000). Esta sencilla relación produce los sistemas acuáticos típicos de la región, denominados cenotes, con dominio de corrientes subterráneas, los cuales constituyen la única fuente de agua dulce para la población (Gutiérrez, 2007) y cuya recarga anual es de 25 316 millones de m3. El uso conjuntivo anual en la región es de 2 134 millones de m3, de los cuales 1 343 millones de m3 (63%) se destinan para uso agrícola (CONAGUA, 2008).

El acuífero es libre, por lo que la zona de recarga es toda su extensión; esta característica lo hace vulnerable a la contaminación, ya que las características edáficas y geológicas permiten el paso rápido de los contaminantes del área continental hacia la costa (Marín y Perry, 1994). La explotación del acuífero es indiscriminada y se realiza con diferentes objetivos: uso humano, uso industrial y uso agrícola. La disponibilidad del recurso agua aún no es problema para la región, sin embargo, debido a la intrincada geohidrología de la región, queda una gran tarea por hacer (Cervantes, 2007).

El objetivo fundamental de un sistema de riego, es garantizar las mejores condiciones de utilización del agua y el óptimo aprovechamiento por parte de la planta, que se logra a través de la aplicación del agua en las cantidades necesarias, de una manera oportuna y homogénea en el suelo, de acuerdo a los requerimientos de la planta (Pizarro, 1987; Salcedo et al., 2005). La tecnificación del riego no implica que se alcancen altas eficiencias, si estos sistemas no se operan adecuadamente bajo las premisas de su diseño. Por lo tanto, la evaluación de sistemas de riego debe ser un procedimiento rutinario con la finalidad de detectar fallas de manera oportuna para su solución (Román et al., 2005).

Una vez que se instala un sistema de riego, se deben evaluar las características hidráulicas conforme al diseño, como la presión de operación, que contemple las pérdidas de carga hidráulica permisibles no mayores a 20%, que corresponden a un decremento de caudales en la emisión de 10%, y que ambos valores porcentuales permitan que el sistema hidráulico, proporcione una uniformidad de aplicación del agua 90% de las unidades de riego (Merriam y Keller, 1978). Esto es válido para todo sistema de riego presurizado (goteo, microaspersión, o aspersión en todas sus variantes).

En los sistemas presurizados el patrón de mojado depende de la cantidad de agua aplicada, la que a su vez depende de la presión con la que se aplica, siempre y cuando no ocurra flujo superficial por exceso de aplicación (Luna, 1990). La cuantificación de la variabilidad del patrón de mojado permite generar índices de la eficiencia de riego, con base en el cual se pueden tomar decisiones para mejorar la operación del sistema incrementando su rentabilidad, ya sea por mayores rendimientos, mejor calidad de cosecha, ahorro de volúmenes de agua o cualquier combinación de lo anterior.

Los sistemas de riego a presión se proyectan para que la diferencia de volúmenes o láminas de riego en dos puntos extremos en una línea de aplicación no sea mayor a 10%, para una diferencia de presiones no mayor a 20%; esto garantiza que el agua suministrada tenga al menos 90% de uniformidad de distribución (Román et al., 2005). El coeficiente de uniformidad indica el porcentaje de variación en la lámina de agua aplicado a la superficie del suelo de una unidad de riego (Christiansen, 1942). Se obtiene mediante el aforo de 16 emisores (microaspersores) igualmente espaciados en una unidad de riego (Keller y Karmelli, 1975; Burt y Styles, 1994). Este coeficiente es de utilidad tanto para el diseño de riego como para la evaluación del sistema (Merrian y Keller, 1978).

En los sistemas de microaspersión, el agua es aplicada sobre una superficie limitada del terreno en forma pulverizada y se desplaza en el suelo en función de tres factores fundamentales: a) las propiedades y características del perfil físico del suelo; b) el volumen de agua aplicado; y c) el caudal del emisor (Gispert y García, 1994). La mayoría de los sistemas de riego por aspersión requieren un valor mínimo de uniformidad de distribución de agua de 80%. La falta de uniformidad en la aplicación puede afectar el rendimiento de la cosecha y la eficiencia de uso del agua, lo cual ha sido demostrado por diferentes investigadores (Warrick y Gardner, 1983; Letey et al., 1984; Montovani et al., 1995; Li, 1998).

La superficie que se cultiva bajo riego en Yucatán es 48 308 ha; la mayor parte (23 378 ha) se localiza en el DDR 179, de las cuales 9 689 ha (41%) conforman el Distrito de Riego (DR) 048 de Ticul (SIAP, 2009). Sólo se cultiva 85% de la superficie con infraestructura hidráulica instalada, y la eficiencia media del riego es 46% (CONAGUA, 2008), la cual se puede incrementar mediante el manejo adecuado de los sistemas de riego. Los cultivos dominantes son los cítricos y el cultivo principal es la naranja dulce, y para el riego se emplean, preferentemente sistemas de riego por aspersión y microaspersión, cuya eficiencia es menor a 60%.

La ineficiencia de manejo del riego da como resultado la producción ineficiente de los cultivos irrigados, cuyos indicadores más evidentes son los bajos rendimientos y la mala calidad de los productos obtenidos; además, propicia el desperdicio del vital líquido e incrementa proporcionalmente el riesgo de contaminación del acuífero, así como los costos de la extracción del agua y de la aplicación del riego, propiciando una baja rentabilidad de los sistemas de producción. Una de las soluciones planteadas es el empleo de técnicas de riego eficientes en el uso del aguay la energía, sobre todo en áreas en las que el recurso hídrico es escaso.

El diagnóstico de la situación actual de las unidades de riego del DR- 048, proporcionará información para caracterizar los sistemas de producción y a los usuarios, para priorizar las acciones necesarias e incrementar la eficiencia de los sistemas de riego.

 

MATERIALES Y MÉTODOS

La investigación se dividió en dos etapas: el diagnóstico y la evaluación de los sistemas de riego por microaspersión en las unidades de riego seleccionadas. En la primera etapa a finales de 2009, se realizó el trabajo de gabinete para captar la información documental relacionada con los objetivos del estudio, con base en la cual se elaboró y aplicó una encuesta para reforzarla y captar información adicional necesaria; además, se realizaron entrevistas con los presidentes de los módulos de riego, y finalmente se seleccionaron las unidades de riego que se evaluaron en la segunda etapa.

Se recopiló la información existente sobre el área de estudio, siendo la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), la mayor aportadora de la misma, también, se compiló información de otras fuentes tales como las estadísticas del Sistema de Información Agropecuaria (SIAP) de la Secretaría de Agricultura Ganadería, Pesca y Alimentación (SAGARPA), el Gobierno del estado de Yucatán, los Distritos de Desarrollo Rural (DDR), y diversos documentos relacionados con la agricultura y el manejo del agua de riego en la entidad.

Dicha información se analizó para obtener los datos de los parámetros más importantes, para realizar el diagnóstico y a partir de los resultados obtenidos se elaboró y aplicó una encuesta para verificar ciertos parámetros considerados variables en el tiempo y otros que aunque son fijos requieren de certeza para el estudio planteado. La documentación del distrito de riego 048 fue amplia y se pudo obtener toda la información básica de los principales sistemas de producción (tipo de usuario, superficie cultivada, cultivos, tecnología empleada, tenencia de la tierra), y los datos del agua (equipo y sistema de riego, tiempos, frecuencias y volúmenes de riego).

La información obtenida (bibliográfica y encuestas) se analizó en gabinete y con base en ella se realizaron las siguientes acciones: 1) caracterización de los productores y las zonas de riego, con base en el nivel de tecnología empleado para la detección de brechas tecnológicas y formación de grupos homogéneos; 2) selección de las unidades de riego en las cuales se realizó la evaluación de los sistemas de riego; y 3) ubicación georeferenciada (en campo) de las unidades de producción en las cuales se realizaron las evaluaciones.

Los resultados obtenidos en la primera etapa llevaron a concluir que en la segunda se realizaría la evaluación hidráulica y electromecánica en unidades cultivadas con naranja dulce y sistemas riego por microaspersión, debido que el cultivo es el sistema predominante; además, la microaspersión se encuentra en proceso de sustituir al riego por aspersión y por gravedad, para aumentar la eficiencia del riego en el distrito.

La selección de las unidades de riego a evaluar se hizo con base a la conformación del DR, el cual se divide en módulos de riego y éstos a su vez en unidades de riego. A principio de 2010, se evaluaron 30 unidades de riego, distribuidas en ocho módulos, con una superficie total evaluada de 2 094 ha, que representa 22% de la superficie del distrito (Cuadro 1).

Las evaluaciones incluyeron visitas a las unidades de riego, para verificar las condiciones de los cabezales de riego, las líneas de distribución y el estado de las parcelas (cultivos y sistemas de riego). Posteriormente, se realizó la evaluación electromecánica de los equipos de riego, cuyos datos aún están en proceso de análisis, y la determinación del coeficiente de uniformidad de los sistemas de riego por microaspersión.

La uniformidad de riego de una unidad se determinó en una sección de riego dentro de la unidad, buscando la que se encontraba en las condiciones más difíciles y lejanas. Se tomaron cuatro líneas secundarias, las dos últimas líneas de los extremos y dos intermedias equidistantes de las primeras. En cada línea se escogieron cuatro plantas: la primera, la ubicada 1/3 del origen, a 2/3 del origen y la última; es decir, se tuvieron 16 puntos de medición (Merrian y Keller, 1978).

Se aforó cada uno de los microaspersores, repitiendo el aforo tres veces por emisor, para obtener el promedio del mismo. Posteriormente, se promediaron los 16 puntos para obtener el promedio general (qm) y se obtuvo el promedio de los cuatro con el menor gasto (qm), para finalmente aplicar la fórmula: CU= (q25/qm)* 100. El coeficiente de uniformidad debe ser lo más cercano posible a 100% y no inferior a 90%, para poder concluir que el sistema de riego funciona eficientemente.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Diagnóstico de la situación actual

El DR-048 Ticul queda comprendido en la región hidrológica 32, Yucatán norte (CONAGUA, 2002) y se localiza en el cono sur del estado de Yucatán, en la región Pucc (del Maya, zona de cerros o montículos), está integrado por ocho módulos de riego, distribuidos en seis municipios, que agrupan a 179 unidades de riego por bombeo las cuales extraen el volumen de agua del acuífero a través de 179 pozos. La superficie física del distrito asciende a 13 005.3 ha, la superficie dominada a 9 694.5 ha y la superficie sembrada a 8 891.7 ha. El número de usuarios de riego en el distrito asciende a un total 5 399, distribuidos en los ocho módulos (Cuadro 2) (CONAGUA, 2008). Sin embargo, muchos de los socios han vendido o heredado sus parcelas, por lo que no se tienen cifras precisas actualizadas.

El volumen total concesionado al distrito es de 84.7 millones de m3. La concesión por pozo varía entre 201 y 400 millares de m3; con un promedio de 317 millares de m3. La superficie sembrada en cada unidad de riego presenta una variación con valores desde 30 hasta 120 ha. En el año agrícola 2007-2008 se extrajeron aproximadamente 28.2 millones de m3, para regar 6 701 ha; sin embargo, al considerar el requerimiento de riego de los cultivos el volumen neto, debería ser de 46.52 millones de m3 (CONAGUA, 2009), lo cual indica que no se cubrieron dichos requerimientos y explica porqué se reportan pérdidas de cultivos por déficit hídrico.

En las 179 unidades del DR-048, se tienen instalados medidores de gasto y volumen en la descarga del equipo de bombeo; sin embargo, sólo 60% funcionan, aunque en muy pocos se realiza la medición de los volúmenes extraídos; 34% están descompuestos y 6% de los pozos no tienen medidor.

La superficie media de cultivo por productor en el distrito es menor a dos hectáreas, lo cual implica que el número de usuarios por unidad de riego es muy grande, lo que dificulta en muchas ocasiones la toma de decisiones para la operación de la superficie total de riego, sobre todo cuando dichas decisiones implican la aportación económicas de los usuarios. Esto se debe que 90% de las unidades es de propiedad ejidal.

Los sistemas de riego que se encuentran en el distrito son: microaspersión (39%), gravedad (31%), multicompuertas (16%), aspersión (12%) y goteo (2%). Existen unidades con riego por gravedad en suelos pedregosos (Leptosol rendzico), lo cual es totalmente inadecuado e ineficiente.

Los módulos que tienen altos porcentajes de riego por gravedad (Oxkutzcab y Muna), es porque tienen la mayor superficie de suelo Luvisol; no obstante, el comportamiento hidráulico de estos suelos es semejante al de un suelo arenoso, razón por la cual la eficiencia de riego es menor 20% (CONAGUA, 2008). Los productores del módulo Muna están cambiando al riego por goteo, debido que uno de los cultivos importantes es el maíz, y han constatado que la respuesta de este cultivo es muy buena.

La instalación de sistemas de riego por microaspersión se ha generalizado en los últimos años, como parte de la política de la CONAGUA para incrementar la eficiencia; sin embargo, muchos de los nuevos equipos están en desuso por diversas razones, entre las que predomina el rechazo de los usuarios por desconocimiento del sistema de riego, pues consideran que los volúmenes aplicados son insuficientes para los cultivos.

El cultivo predominante en el distrito es la naranja dulce (60%), seguido por maíz (11%), limón (8%) y otros en menor superficie entre los que se encuentran aguacate (7%), mamey (4%) y hortalizas (4%). La distribución de cultivos es variable en cada módulo de riego y la diversidad es muy baja, pues en la mayoría sólo se tienen como máximo tres especies. La superficie de nuevas siembras es reducida para los cítricos y frutales, en tanto que de hortalizas y maíz se siembran dos o tres ciclos al año.

El manejo del suelo y del agua en el área de influencia del distrito se realiza de manera empírica, pues los usuarios no cuentan con asistencia técnica ni aplican tecnología de riego alguna. En general, en las unidades de riego no se realiza una determinación de las demandas evapotranspirativas de los cultivos, considerando características climatológicas y su etapa fenológica, por lo que el manejo, volúmenes e intervalos de riego, se determinan en la asamblea de usuarios, lo cual está indisolublemente ligado al costo de extracción del agua.

La fertilización de los cultivos es una práctica que realizan los productores en función de la disponibilidad económica y de los apoyos del gobierno que puedan obtener, por lo que no se realiza en función de la demanda de los cultivos. No se realizan análisis para dar un seguimiento de las propiedades químicas del suelo y del agua, lo cual es indispensable si se tiene en cuenta que el agua de riego presenta niveles de salinidad importantes. Una situación similar ocurre con los fungicidas e insecticidas.

El primer nivel de organización es entre los usuarios del mismo pozo, quienes conforman la asamblea de la unidad de riego, y están constituidos en una Asociación de Usuarios de la Unidad (AUU). En el siguiente nivel se encuentra la Asociación Civil del Módulo de Riego (ACMR), una por cada módulo, constituida por las asociaciones de usuarios de las unidades que lo conforman, y están representadas por su presidente.

El presidente del módulo se coordina con los representantes de las unidades de riego y estos a su vez con socios de las unidades. No existe una organización al interior del módulo para la adquisición de insumos y la comercialización de los productos de la región, los intermediarios compran el producto y establecen los precios de los productos generados en las unidades de riego.

La información obtenida y analizada permitió elaborar una serie de categorías (Cuadro 3), dentro de las cuales se podrán ubicar a los usuarios de riego del Distrito de Riego 048 de Ticul, de tal forma que las soluciones tecnológicas que se propongan se puedan ejecutar diferencialmente y no de manera generalizada como si todos tuvieran el mismo nivel tecnológico y económico. Se puede observar que la máxima categoría en que se pueden incluir a los usuarios y unidades de riego es al nivel y subnivel mediano de inversión y tecnología, aunque la mayoría de ellos se encuentran en el subnivel bajo, debido principalmente a las características de eficiencia de sus sistemas de riego por microaspersión.

 

Evaluación de los equipos y sistemas de riego

La mayoría de los equipos de riego son viejos, presentan muchas fugas de agua y reciben poco mantenimiento, ya que los operadores únicamente vigilan que falte aceite durante la operación y que el voltaje sea el adecuado para su funcionamiento. Las fugas de agua pocas veces se reparan, debido al costo de las refacciones y al personal especializado para ello. Son pocas las unidades en las que se programa el mantenimiento del equipo de riego, y éste se realiza durante la época de lluvias. La potencia de las bombas de riego varía desde 50 hasta 150 HP, por lo que los gastos también son variables. Además, 90% de los equipos tienen un factor de potencia menor 90%, por lo que es necesario instalar capacitores para hacerlos más eficientes.

Las instalaciones eléctricas presentan deficiencia a causa de la falta de mantenimiento de las mismas. El suministro eléctrico presenta picos de alto y bajo voltaje, ocasionando daños en los equipos de bombeo durante su funcionamiento. El corte del suministro eléctrico a causa de la variación del voltaje y por el mal estado de los equipos es frecuente, propiciando fuertes problemas de déficit hídrico a los cultivos en la época de mayor demanda.

La tecnología de producción aplicada a los cultivos es mínima, pues el tiempo y frecuencia del riego se aplica de manera empírica y en función de los acuerdos tomados en la asamblea de usuarios. En muchos casos no se fertiliza tampoco se controlan plagas y enfermedades. Las principales actividades son el riego en la época de sequía y el control de la maleza. Existen temporadas del año en que se requiere del riego de auxilio, pero pocas veces se aplica, lo cual reduce la producción de los cultivos.

La situación de los cultivos perennes es crítica, debido al mal manejo del riego, se aplican cantidades excesivas en algunos casos y deficitarias en otros, dando por resultado que muchos de los árboles mueran por falta de agua. No se realizan podas de formación y mantenimiento, por lo que los árboles son viejos y de bajo rendimiento (6.5 a 13.5 t ha-1). El manejo de los cultivos está determinado por la situación económica particular de cada productor y de su experiencia, ya que no cuenta con asesoría técnica tampoco financiera.

Los sistemas de distribución del agua de riego presentan muchas fugas en más de 50% de las unidades evaluadas, muchas de ellas no se habían detectado y solo fue posible deducirlo mediante la evaluación. Sin embargo, en varias unidades las fugas son evidentes, pero los usuarios no cuentan con recursos para corregirlas, o bien le restan importancia pues no tienen conciencia de la importancia que tiene la conservación de este precioso recurso.

Tomando como base el caudal actual y los datos de gasto obtenidos en la evaluación por unidad de superficie, se calculó la eficiencia de distribución y se encontró que tiene también una amplia variación (35% a 75%), pero es la gran mayoría de los casos es menor a 5 0%, lo que indica que más de 5 0% del agua extraída del acuífero se está perdiendo en la distribución a pesar de que se utilizan tuberías.

Las unidades en las que se determinó del coeficiente de uniformidad (CU), tienen superficies que varían entre 35 y 108 ha, con secciones de riego también muy variables debido a la potencia de la bomba de riego. El número de microaspersores también es bastante variable, pues va desde 170 hasta 300 por hectárea. El gasto teórico de los microaspersores evaluados varía entre 40 y 70 litros por hora (LPH); dicho gasto no se alcanza en ninguna de las unidades, pues el gasto medio fluctuó entre 18 y 52 LPH.

El CU evaluado en las unidades, también e s un valor con amplia variación, desde 55% hasta 89%, y con base en el criterio de calificación, al ser menor a 90% en todos los casos se concluye que los sistemas de riego no funcionan correctamente. Las causas que están propiciando dicha ineficiencia, van desde una simple obstrucción que se soluciona con una limpieza del sistemas, hasta las fugas debidas a tuberías rotas, válvulas en mal estado, emisores dañados, obturados o rotos, que implican un mayor costo y tiempo para su reparación.

Los resultados de la evaluación indican que las eficiencias de distribución y aplicación de los sistemas de riego por microaspersión en el DR- 048, son muy bajas pues varían entre 35 y 70%, con una media de 46.5%, la cual es menor a la reportada por la CONAGUA (2008), de 56%. Por lo que es necesario implementar medidas correctivas para alcanzar la eficiencia mínima de 85% inherentes a los sistemas de riego por microaspersión.

El volumen de agua aplicada por árbol por riego varían entre 140 y 400 L y el intervalo de riego entre dos y ocho días; si consideramos que la demanda de agua por árbol varía entre 125 y 175 L por día a lo largo del año (CONAGUA, 2008), y que la mayoría de los suelos del área de estudio no puede retener más de 25 m3 ha-1, entonces concluimos que gran cantidad del agua aplicada se pierde por infiltración profunda al exceder la capacidad de retención de humedad del suelo en cada riego; además, los intervalos de riego mayores a dos días propician el déficit hídrico de las plantas al agotarse la reserva en menos de dos días, debido a las características de retención de humedad de los suelos.

 

CONCLUSIONES

La máxima categoría en la que se pueden ubicar los usuarios de riego corresponde al nivel y subnivel mediano de inversión y tecnología, aunque la mayoría se ubica en el subnivel bajo, debido principalmente a las características de eficiencia de sus sistemas de riego por microaspersión.

El riego del cultivo de naranja se aplica sin conocimiento de los requerimientos hídricos del cultivo y sin considerar la capacidad de retención de agua de los suelos, y con sistemas de riego por microaspersión con múltiples deficiencias; lo cual lo encarece y propicia el bajo rendimiento y calidad de los productos, que a su vez reduce la competitividad en el mercado y la rentabilidad del sistema de producción.

La eficiencia del riego por microaspersión del cultivo de naranja es 46.5%, debido principalmente a las malas condiciones del equipo de bombeo y el sistema de distribución el cual presenta muchas fugas.

 

AGRADECIMIENTOS

Los autores(as) agradecen al Fondo Mixto Gobierno del estado de Yucatán-Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), el financiamiento del proyecto del cual derivó el presente artículo.

 

LITERATURA CITADA

Burt, Ch. M. and Styles, S. W. 1994. Irrigation efficiency and uniformity. Drip and microirrigation for trees, vines, and row crops. ITRC. Department of Agricultural Engineering. California Polytechnic State University. San Luis Obispo, California.         [ Links ]

Cervantes, M. A. 2007. El balance hídrico en cuerpos de agua cársticos de la Península de Yucatán. Teoría y Praxis. 3:143-152.         [ Links ]

Christiansen, J. E. 1942. The uniformity of application of water by sprinkler systems. Agric. Eng. 22:89-92.         [ Links ]

Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). 2002. Determinación de la disponibilidad de agua en el acuífero Península de Yucatán, Yucatán. Subdirección General Técnica, Gerencia de Aguas Subterráneas, Subgerencia de Evaluación y Modelación Hidrogeológica. 20 p.         [ Links ]

Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). 2008. Estadísticas del agua en México 2008. Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). D. F., México. 228 p.         [ Links ]

Comisión Nacional del Agua (CONAGUA). 2009. Estadísticas agrícolas de los distritos de riego. Año agrícola 2007-2008. Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT). D. F., México. 389 p.         [ Links ]

Gispert, J. R. y García, J. A. 1994. El volumen húmedo del suelo. Aspectos agronómicos relacionados con la microirrigación (b). Riegos y drenajes. XXI/77:16-28.         [ Links ]

Gutiérrez, A. M. 2007. Biología y calidad del agua del acuífero norte de Quintana Roo. Teoría y Praxis 3: 135-141.         [ Links ]

Keller, J. and Karmelli, D. 1975. Trickle irrigation design. Edited and published by rain bird sprinkler manufacturing corporation. Glendora, California, USA.         [ Links ]

Letey, J.; Vaux, H. J. and Feinerman, E. 1984. Optimum crop water application as affected uniformity of water infiltration. Agron. J. 76:435-441.         [ Links ]

Li, J. 1998. Modelling crop yield as affected by uniformity of sprinkler irrigation system. Agric. Water Manage. 38:135-146.         [ Links ]

Luna, D. E. 1990. Evaluación del riego superficial. Metodología de investigación y diagnóstico en relación agua-suelo-planta-atmósfera. CENID RASPA. INIFAP. SARH.         [ Links ]

Marín, L. E. and Perry, E. C. 1994. The hydrogeology and contamination potential of north western Yucatán, Mexico. Geophys. Int. 33(4):619-623.         [ Links ]

Montovani, E. C.; Villalobos, F. J.; Orgaz, F.; and Fereres, E. 1995. Modeling the effects of sprinkler irrigation uniformity on crop yield. Agric. Water Manage. 27:243-257.         [ Links ]

Merrian, J. L. and Keller, J. 1978. Farm irrigation system evaluation: a guide for management. Logan, Utah State University.         [ Links ] Agric. Irrig. Eng . Dept.11:81-124.

Pizarro, F. 1987. Riego localizado de alta frecuencia (RLAF): gotero, microaspersión, exudación. Ediciones Mundi-Prensa. Madrid, España. 300 p.         [ Links ]

Román, L. A.; Mendoza, M. F.; Inzunza, I. M. A.; Sánchez, C. I. y Rodríguez, C. A. 2005. Evaluación de sistemas de riego presurizado. CENID RASPA. INIFAP. Folleto científico. Núm. 17. Gómez Palacio, Durango.         [ Links ]

Salcedo, F. R.; Barrios, M.; García y Valdez, T. 2005. Distribución de agua en un sistema de microaspersión sobre un Ultisol cultivado con Lima Tahití en el estado de Monagas, Venezuela. UDO Agrícola. 5(1):88-95.         [ Links ]

Sistema de Información Agropecuaria (SIAP). 2009. Secretaría de Agricultura Ganadería, Pesca y Alimentación (SAGARPA). URL: http://www.siap.gob.mx/.         [ Links ]

Suárez, M. E. and Rivera, A. E. 2000. The aquatic fauna of karstic environments in the Yucatán Peninsula, Mexico: an updated overview. In: Munawar, M. S. G.; Lawrence, G.; Munawar, I. F. and Malley, D. F. (eds.). Aquatic ecosystems of Mexico. Status & Scope. The Netherlands: Backhuys Publishers. 151-164 pp.         [ Links ]

Warrick, A. W. and Gardner, W. R. 1983. Crop yield as affected by spatial variation of soil and irrigation. Water Resour. Res. 19:181-186.         [ Links ]

Creative Commons License All the contents of this journal, except where otherwise noted, is licensed under a Creative Commons Attribution License