Introducción

El turismo “es un conjunto de actividades que ocupan el tiempo libre, el tiempo de descanso o el ocio (leisure, en inglés), por lo tanto es un tiempo social complementario del tiempo de trabajo y del tiempo obligado para la sobrevivencia” (^{Baltazar y Zavala, 2015:1388}), este modelo ha presentado bases materialistas, excluyentes y ecológicamente imprudentes, por ello, se ha buscado un turismo con responsabilidad socio-ambiental, mediante el intercambio de experiencias y saberes, que no esté centrado sólo en la satisfacción del turista, sino en el bienestar de la comunidad (^{Rodrigues et al., 2014}).

A nivel internacional, según la Organización Mundial del Turismo (OMT), se estimó que las llegadas de turistas aumentaron 4.4% en 2015, marcando el sexto año consecutivo de crecimiento económico por encima del promedio desde la crisis financiera del 2009, a pesar de la caída de 10% en el sector mundial del transporte (^{WTS, 2016}). México se ha encontrado dentro de los primeros quince lugares turísticos a nivel internacional. Sin embargo, las reasignaciones de la manufactura y el Producto Interno Bruto (PIB) total hacia los centros turísticos, han dado como resultado que el incremento a nivel local, compense las reducciones en otros sectores, a nivel nacional (^{Gaubert, 2016}). Así mismo, las principales Entidades Federativas con mayor atracción de turistas en México han sido Quintana Roo, Jalisco, Guerrero, Veracruz y Chiapas, siendo Quintana Roo el estado que más ha contribuido al crecimiento económico del país (^{Flores, 2016}).

El Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018 contempló desde su publicación que:

[…] es indispensable consolidar el modelo de desarrollo turístico sustentable, que compatibilice el crecimiento del turismo y los beneficios que éste genera, a través de la preservación y el mejoramiento de los recursos naturales y culturales. Adicionalmente, se requiere fortalecer el impacto del turismo en el bienestar social de las comunidades receptoras, para mejorar las condiciones de vida de las poblaciones turísticas. En este sentido, todas las políticas de desarrollo del sector deben considerar criterios enfocados a incrementar la contribución del turismo a la reducción de la pobreza y la inclusión social (^{PND, 2013: 83}).

Actualmente, el turismo ha comenzado a impulsarse desde el enfoque de la sustentabilidad (^{Román y Font, 2014}), donde en zonas rurales tiene como objetivo atenuar la pobreza y la marginación. El turismo alternativo se refiere a toda aquella oferta turística diferente a la existente (sol y playa), sin limitación espacial, pues todos los espacios pueden ser considerados potencialmente turísticos como: el agroturismo, el turismo rural, el ecoturismo, el turismo deportivo, el ciclo turismo, el turismo de aventura y el turismo cultural (^{Torres, 1998}). El turismo alternativo ha mostrado ser una corriente del turismo que tiene como objetivo la realización de viajes, donde el turista sea participe en actividades recreativas en contacto con la naturaleza y con las expresiones culturales de comunidades rurales, indígenas y urbanas, respetando el patrimonio natural, cultural e histórico del lugar que visita. El desarrollo de estas nuevas modalidades puede llegar a ser un buen vehículo para revalorar económicamente áreas en donde no ha existido una tradición turística (^{Ibañez et al., 2012}), sin dejar de lado el respeto a los valores comunitarios, sociales y ecológicos. Al respecto, Veracruz tuvo en 2016 una participación turística urbana de 4.8%, mientras que la rural fue de 4.11%, siendo esta última, la que cuantificó niveles de bienestar más favorables para la población turística rural (^{Gaxiola y Castro, 2017}), el estado, también ha sido beneficiado del turismo cultural (^{Zúñiga, 2014}), ecoturismo (^{Pérez et al., 2013}), turismo rural (^{Gutiérrez y Pérez-Vázquez, 2016}) y turismo de aventura (^{Rosas et al., 2015}).

Veracruz, también ha sido un estado apreciado por su diversidad cultural, étnica y natural, por ello, algunos investigadores como Flores y Larios señalaron que el turismo es un fenómeno ambivalente que puede generar efectos directos e indirectos, y suele traer ventajas y desventajas, pues afirmaron que:

[…] los pueblos indígenas están siendo valorados recientemente por el mercado turístico como recursos. La cultura, aprovechada por el capital turístico, se homologa a la naturaleza: Un espectáculo, donde se miran del mismo modo las playas y las danzas indígenas. El problema que se observa, es que estos destinos identificados con las culturas indígenas son apropiados por el capital turístico, lo que está teniendo como consecuencia la conversión de los territorios pertenecientes a los pueblos indígenas a territorios turísticos (2014: 90).

Así mismo, en el turismo alternativo ha presentado una problemática derivada de la falta de mecanismos para identificar la demanda turística a nivel individual, y determinar el grado de satisfacción en zonas rurales de México (^{López y Palomino, 2008}).

^{Juárez-Gutiérrez et al. (1995)} señalan que en el municipio de Pajapan, Veracruz han existido transformaciones en la concentración regional de la población asentada en las franjas costeras mexicanas, durante los últimos 80 años, entre ellas destaca el turismo. Actualmente, tienen el mejor tipo de playas y recursos naturales idóneos para el desarrollo del turismo alternativo, siendo que el 70.73% se dedica al sector primario y el 10.94% al terciario (^{Moreno, 2013}), así mismo, Playa Linda ha sido considerada como una playa pequeña cercana a la zona núcleo de la Reserva de la Biósfera de los Tuxtlas, playa donde no se han realizado estudios sobre las iniciativas turísticas. Por ello, el presente estudio tuvo como objetivo analizar las percepciones contrastantes de los principales agentes sociales involucrados en el turismo (comerciantes locales y turistas), como indicadores de análisis para identificar el tipo de turismo alternativo potencial en Playa Linda, a favor del desarrollo sustentable, debido a la importancia que tiene salvaguardar los recursos naturales de la región, mediante el involucramiento de diversos entes de cambio.

Marco teórico

La presente investigación se fundamenta en la línea de pensamiento del desarrollo sustentable, que incluye aspectos como la conservación y la gestión de los recursos naturales, basados en la comunidad como eje del desarrollo (^{Tetreault, 2004}). El trabajo relacionó aspectos medioambientales y sociales, que requirieron un tratamiento teórico y metodológico sustentado en el enfoque de sistemas (^{Estrada, 1996}), si bien, se han realizado estudios para identificar el potencial del turismo alternativo, mediante diversas metodologías apoyadas en los sistemas de información geográfica (^{Gutiérrez et al., 2013}), éstas han carecido del aspecto social, siendo que el concepto de sustentabilidad invita a reflexionar sobre la importancia que tiene el sujeto y su subjetividad (^{Vargas et al., 2011}). Al respecto, se han realizado encuestas para identificar la percepción de los pobladores, mediante las cuales se detectó la existencia de diferentes percepciones, según los patrones de interacción social de grupos de individuos (^{Padilla y Sotelo et al., 2003}), así mismo, el análisis político-ecológico con enfoque en los actores, los intereses y los conflictos, han permitido detectar los obstáculos sociopolíticos que enfrenta el manejo de las reservas de la biosfera (^{Brenner, 2009}).

^{Rosas et al. (2015)} señalan que en el panorama de la investigación turística en México, deben ser considerados como prioritarios para el sector social los temas de gestión, cultura empresarial y calidad de los servicios. ^{Serna et al. (2008)} afirman que el desarrollo sustentable de una comunidad, se mide en como la cultural y la naturaleza generan un impacto positivo en la calidad de vida de sus habitantes, sin que esto cambie la cotidianidad social.

En Veracruz, existen zonas de conservación con fines económicos, entre las que destacan: las Unidades de Manejo para la Conservación de la Vida Silvestre (UMAS), las regiones que reciben pagos por servicios ambientales, las áreas con cultivo de café orgánico y las zonas destinadas al ecoturismo (^{Halffter, 2011}). De acuerdo con ^{Moreno (2014)} , en 1998 se decretó la Reserva de la Biosfera “Los Tuxtlas”, con 155 122 ha, divididas en 125 403 ha de zona de amortiguamiento que envuelve a las tres zonas núcleo de la reserva: 1) zona núcleo volcán San Martín Tuxtla, con 9 805 ha; 2) zona núcleo Sierra de Santa Marta, con 18 031 ha y 3) zona núcleo San Martín Pajapan, con 1 883 ha, donde es prioritario impulsar prácticas de manejo alternativo y uso de los recursos rentables, pero que apoyen la biodiversidad, sin olvidar los procesos de retroalimentación de los proyectos cooperativos interculturales.

En la Sierra de Santa Marta se han desarrollado un sinnúmero de proyectos como alternativas económicas que incluyen: la intensificación productiva de los cultivos básicos, el manejo de los recursos selváticos, el impulso de la acuacultura, la generación de alternativas agroecológicas y el desarrollo del ecoturístico, este último, debido es uno de los principales usos económicos de los poblados de Las Barrillas y de Jicacal, en donde cada fin de semana acuden de 50 a 100 visitantes externos, principalmente de las ciudades de Coatzacoalcos y Minatitlán, mientras que en Semana Santa pueden llegar cerca de 3 000 turistas (^{Paré et al., 1997}). Además, a sólo 5 km se encuentra Playa Linda, localizada en el municipio de Pajapan, ubicada al sur de la Sierra de Santa Marta, esta es una zona con alto índice de pobreza, donde los pobladores al restringir su actividad agropecuaria han tenido que emigrar hacia Estados Unidos y paralelamente, dada la riqueza natural en la Reserva de la Biosfera de los Tuxtlas, han desarrollado iniciativas ecoturísticas (^{Álvarez et al., 2011}). Sin embargo, en Playa Linda no se han estudiado las iniciativas turísticas basadas en una articulación entre la percepción de la población y de los turistas.

Metodología

Las unidades de análisis fueron los comerciantes (población local) y los turistas que se encontraban en “Playa Linda”, municipio de Pajapan, Veracruz (figura 1), la zona es una playa pequeña, situada cerca de los límites de la Reserva de la Biosfera de los Tuxtlas. Por ello, se encuestó al 71.42% (10) de los comerciantes de la zona y al 85% (90) de los turistas presentes, quienes aceptaron participar en el estudio.

Fuente: Elaboración propia con cartografía con base en ^{CONABIO (2012)} e ^{INEGI (2016)}.

Figura 1 . Localización de la zona de estudio 

En general, cuando la actividad turística escapa al control de agentes y actores locales, es decir, cuando es exógena y no se toma en cuenta sus opiniones, afectando el desarrollo, por ello, cuanto más endógena sea la lógica económica y cultural de las modalidades turísticas, más apoyan el desarrollo local (^{Barbini, 2002}). En este sentido, la integración del turismo a las actividades productivas rurales, representa una estrategia para mejorar las condiciones de vida de los pobladores, sin embargo, en los aspectos metodológicos se requiere la integración de diferentes dimensiones (social, ambiental, económica, política e institucional), que definan las características propias de cada territorio, bajo un enfoque de sistemas complejos, considerando la interacción entre sus componentes y al contexto (^{Gutiérrez y Pérez-Vázquez, 2016}). Por ello, las variables estudiadas partieron de un análisis realizado bajo un enfoque sistémico, que incluyó el ámbito social, ambiental y económico, debido a que dicho enfoque constituye un marco metodológico útil para la gestión territorial, la investigación, la docencia y la extensión, permitido entender al turismo como una actividad compleja (^{Varisco, 2016}). Por ello, los indicadores de análisis se construyeron a partir de las características como: calidad, satisfacción y diversidad (ver anexo 1 y 2).

El método de análisis de la presente investigación fue de tipo mixto (^{Sampieri et al., 2008}), mientras que el razonamiento cuantitativo fue fundamentado mediante la prueba de chi cuadrada en tabulación cruzada (al 95% y una probabilidad ≤ 0.05), los resultados se procesaron mediante el software estadístico DYANE versión 4.0 (^{Santesmases, 2005}), donde se realizó un análisis de correlación lineal de Pearson para las variables numéricas; mientras que para las variables categóricas se llevó a cabo la correlación R de Spearman. Se tomaron también como indicadores de análisis cualitativo, las preferencias turísticas, para ello, se presentó una lista con las opciones del anexo 2.

Resultados

De acuerdo con los resultados, el turismo en la región estudiada ha beneficiado al 86% de las familias de los comerciantes encuestados, con un promedio de dos servicios ofrecidos por locatario, entre los que destacan el restaurantero y la renta de palapas, siendo menos frecuentes los paseos en lancha, la pesca deportiva, el alojamiento, la renta de caballos y de hamacas. De acuerdo con la correlación lineal de Pearson entre el número de servicios que se ofrecen y el porcentaje de familias favorecidas con el turismo, se encontró una R²=0.89 (p<0.0001), dato que indica el elevado potencial de la zona a favor del crecimiento económico familiar. Por otro lado, la calidad de las vías de comunicación fue calificada como buena, mientras que la infraestructura fue considerada como regular para el comerciante, y buena ante la percepción del turista.

La percepción sobre la satisfacción en el servicio es fundamental para el éxito, sin embargo, en este estudio se encontró una disociación entre la percepción positiva del turista, sobre la satisfacción de los servicios recibidos (43.75 %), mientras que la percepción del comerciante fue positiva en 100% de las opiniones con respecto al servicio ofrecido. Esta variable es el eje rector para fortalecer el desarrollo de la región, mediante la capacitación y el diagnóstico oportuno, que permita mantener elevados estándares de satisfacción, que deriven en mejorar la calidad de los servicios, por ello, los comerciantes deben de conocer la opinión del turista.

De acuerdo con los resultados, la limpieza de la playa fue una variable percibida de manera similar entre los grupos de encuestados. Las playas fueron consideradas como el principal atractivo turístico de la zona, sin embargo, existen otros atractivos con un enorme potencial turístico.

En este sentido, el área de estudio, dada su condición cercana a la reserva de la Biosfera de los Tuxtlas (ver figura 1), cuenta con diversos manantiales y ríos, mismos recursos hídricos, que aunado a la importancia de abastecer de agua a municipios circunvecinos, cuentan con el potencial para ser valorados y preservados como parte del turismo alternativo, así mismo, los recursos selváticos y la amplia gama de identidades culturales de los pueblos indígenas; en contraste con lo descrito, la mayor parte de los turistas que visitan la región no conocen los manantiales y los ríos, por lo que no pudieron realizar una valoración de los mismos (figura 2).

Fuente: Elaboración propia.

Figura 2 . Percepción y conocimiento de la limpieza de los recursos con los que cuenta la región 

La calidad de vida, es tema central del desarrollo rural, por tratarse de cubrir las necesidades básicas de la población y el acceso a los servicios. Por ende, se les preguntó a los participantes sobre su percepción de la calidad de vida en la zona. Al respecto, los comerciantes tuvieron 90% de respuestas positivas, contario a sólo el 66.7% de los visitantes.

Existió una percepción contrastante entre el tipo de turismo que propusieron los participantes para el destino (figura 3) y lo que seleccionaron, después de visualizar una lista de actividades (ver anexo 2), dentro de las cuáles, la valoración hacia la cultura, la visita a ranchos ecológicos y la reserva de la biosfera fueron los más populares, incluyendo actividades propias del turismo rural y cultural (figura 4). De igual forma, se cuestionó si el turismo podía preservar la cultura y la identidad de los pueblos, obteniendo en los resultados una percepción más positiva por parte de los residentes (80%), que por los visitantes (6.25%).

Fuente: Elaboración propia

Figura 3 . Percepción comparativa en el tipo de turismo que proponen para el destino 

Fuente: Elaboración propia

Figura 4 . Percepción comparativa sobre el tipo de turismo que les gustaría realizar en la zona, de acuerdo con una lista de actividades proporcionadas a los participantes 

Al realizar el cruce de los datos en todas unidades de análisis, se encontraron correlaciones sólo con las variables presentes en el cuadro 1, destacando la relación entre la calidad de las vías de comunicación con la infraestructura. Además del paisaje con los recursos naturales y el ambiente.

Discusión

Conocer los estándares de satisfacción permitirá mejorar la calidad de los servicios. En este estudio, al no encontrarse la variable satisfacción en los niveles deseados por el turista, aunado al bajo número de servicios ofertados en el destino turístico, esto pudo haber influido en la percepción del turista sobre el precio de los productos. Al respecto, estudios realizados por ^{Uribe et al. (2016)} han encontrado que la atención del personal por sí sola no es suficiente para obtener la satisfacción del cliente, así mismo, ^{Rodríguez et al. (2016)} afirman que sí existen grandes diferencias entre lo que espera y el servicio que recibe el turista, esta disociación es uno de los principales entes para definir la competitividad, existiendo una fuerte relación con la planeación estratégica, los recursos humanos y la contabilidad dentro de la empresa.

^{Covo et al. (2016)} realizaron un estudio con una muestra estratificada de 100 turistas y 97 empresas, el número de trabajadores en promedio osciló entre 1 a 10 empleados, coincidiendo con este estudio, por ello, se sugiere implementar estrategias direccionadas a brindar espacios, que permitan la evolución del destino turístico desde lo tradicional, hacia la diversificación de los servicios, aprovechando el potencial natural y cultural de la región, mediante su preservación, con la adecuada oferta turística alternativa y su correspondiente promoción. Así pues, ^{Poncela (2014)} señala que los destinos rústicos son más atractivos para el turista alternativo debido a que poseen mayor identidad cultural.

Ante esta situación, estudios brasileños indican que la buena localización y el acceso al atractivo turístico, así como la infraestructura son los atributos más importantes para los turistas (^{Mondo et al., 2016}). El gobierno y la municipalidad juegan un papel importante en este apartado, al ser un problema de interés público, su injerencia se hace notar a través de una correcta planificación, desarrollo, promoción, y comercialización de productos y servicios, que pueden ayudar a mejorar el nivel de vida de los habitantes (^{Vargas, 2013}).

Por otro lado, la percepción del estado de los recursos naturales se relacionó fuertemente con la calidad del paisaje y del ambiente; sin embargo, cabe aclarar que “la conceptualización del turismo sustentable ha seguido una orientación de carácter antropocéntrico cuando resalta el valor intrínseco de las necesidades humanas por sobre las ambientales. Sin embargo, también aparecen aquellas de corte eco-céntrico, con lo cual ambas caen en los extremos incidiendo en los procesos de planeación y discursos oficiales para el desarrollo equilibrado” (^{Vargas et al., 2011:717}). ^{Córdoba y Ordoñez y García de Fuentes (2003)} indican que la clave del desarrollo turístico debería ser la sostenibilidad y la viabilidad del proyecto proveniente del empoderamiento de las comunidades locales, la conservación de su identidad y la buena estrategia de comercialización. ^{Bueno et al. (1995)} afirman que aquellas áreas potenciales que los pobladores de la zona ya identifican (recursos selváticos, ríos y manantiales), son idóneos para realizar los proyectos orientados a la sustentabilidad de los pueblos.

La ganadería, la tala, la pesca y la caza representan un verdadero desafío para el desarrollo sustentable, al construir medidas económicamente rentables, ecológicamente responsables y en armonía con el entorno social (^{Cruz, 2014}), en donde la población sea participe y motor de cambio. Por otra parte, el turismo sustentable es crucial para restablecer los servicios ecosistémicos de las regiones, salvaguardando la biodiversidad y los recursos naturales; pero es importante contar con ordenamientos jurídicos y territoriales que constituyan instrumentos de gestión y de política pública, que permitan la conservación de los recursos naturales y el mantenimiento de los servicios ambientales (^{Fernández, 2016}).

Actualmente, el papel en el campo debe considerar fuertemente la sustentabilidad como base de un proceso de planeación, por lo que el turismo rural sustentable representa una alternativa para el desarrollo integral de las regiones, el cual debe sustentarse en tres ámbitos primordiales: económico, social y ecológico, esto en apoyo a las comunidades rurales, con el objetivo de desarrollar productos y servicios turísticos apropiados con la zona (^{González et al., 2015}), que su vez permitan elevar el bienestar y la calidad de vida, ampliando la actividad económica; pero sin perder el patrimonio natural y cultural (^{Medina et al., 2015}) e influyendo en el empoderamiento de las mujeres (^{Mendoza et al., 2015}), pues en este estudio se encontró que el 60% de los entes gestores son mujeres.

De acuerdo con lo anterior, el estudio de percepción podría sugerir que la zona tiene el potencial para desarrollarse el turismo ecológico, debido al estado de los recursos naturales; el turismo cultural, por la riqueza cultural del territorio visitado; y en menor medida el turismo de aventuras, al tener zonas potenciales para realizar actividades, donde el turista participa de manera activa en el conocimiento (descubrimiento) del territorio visitado, acompañado de actividades deportivas y en cierto modo arriesgadas; todo en su conjunto deben ser considerados en la planificación integral del territorio (^{López et al., 2015}), con la adecuada capacitación de los comerciantes, la población local y los turistas.

Conclusiones

En conclusión, destaca la divergencia entre las opiniones de los diversos actores sociales que intervienen en el desarrollo turístico de la región, siendo el mayor reto del desarrollo sustentable, el impulso de proyectos interdisciplinarios que tengan como objetivo posicionar el turismo alternativo como un detonante del desarrollo rural sustentable, sin olvidar que los entes sociales tienen percepciones contrastantes, las cuales deben ser la base en todos los procesos de retroalimentación y estudios de sustentabilidad.

La generación de indicadores concebidos a través del contraste entre las percepciones de los turistas y de los comerciantes, permitieron vislumbrar el principal reto del desarrollo rural sustentable en zonas con potencial para el turismo alternativo, así mismo esto podría permitir la generación de nuevas alternativas turística y la diversificación de la oferta de actividades con la plena visualización de su potencial y responsabilidad ecológica, social y ambiental.

Ahora bien, de acuerdo con las percepciones contrastantes de los dos grupos, Playa Linda puede tener el potencial para desarrollar ecoturismo, turismo rural, turismo cultural y turismo de aventuras, además de ser atracciones que tanto el turista como el comerciante local vislumbran de forma positiva. La percepción del estado de los recursos naturales se relacionó fuertemente con la calidad del paisaje y del ambiente, por lo que el correcto cuidado y conservación de los recursos naturales puede fortalecer el turismo sustentable. Si bien, los datos se refieren a un período concreto, sería interesante incluir en futuras investigaciones un análisis multi-temporal, a fin de analizar las estrategias usadas como retroalimentación sustentable.