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El periplo sustentable

versión On-line ISSN 1870-9036

El periplo sustentable  no.31 Toluca jul./dic. 2016

 

Artículos

El Programa Pueblos Mágicos y la sustentabilidad turística; el caso de Cosalá y los eventos “Cosaltazo” y “Cosalazo”

The “Pueblos Magicos” program and the tourist sustainability. The case of Cosalá and the events "Cosaltazo" and "Cosalazo"

Juan Pedro Ibarra Michel*  corresp 

Mónica Velarde Valdés** 

* Estudiante de Doctorado en Ciencias Administrativas. Profesor de asignatura departamento de Ciencias Sociales y Humanidades. Universidad de Occidente, México.

** Doctora en estudios Organizacionales UAM, Miembro del SNI, Coordinadora del Doctorado en Gestión del Turismo en la Universidad de Occidente, México.


Resumen

El presente estudio se enfoca en el análisis de dos eventos el “Cosaltazo” y “Cosalazo” que se desarrollan en la comunidad de Cosalá, Sinaloa, los cuales forman parte del Programa Pueblos Mágicos y constituyen un ejemplo de cómo se puede desviar la orientación sustentable que exigen los lineamientos de dicho programa, que promueve una actividad turística sustentable como eje principal del desarrollo económico de las comunidades elegidas. A partir de la implementación del programa en la comunidad se han puesto en marcha estrategias que han permitido la conservación y restauración del patrimonio cultural y arquitectónico del lugar que puede estar en riesgo por la celebración de dichos eventos. Esta investigación tiene como objetivo analizar el impacto en la sustentabilidad de los eventos denominados “Cosalazo” y “Cosaltazo”, en el Pueblo Mágico de Cosalá. Se utilizó una metodología cualitativa mediante un estudio de caso, utilizando diversas técnicas de recolección de datos como entrevistas, observación y análisis documental, enfocada a dichos eventos y se obtuvieron resultados que indican que este impacto es mayormente negativo, pues va en contra de la conservación del patrimonio cultural del lugar y pone en relieve la importancia de una mayor coordinación entre los tomadores de decisiones que orienten de forma adecuada la actividad turística para la creación de productos turísticos realmente sustentables.

Palabras clave: Turismo alternativo; sustentabilidad; Pueblos Mágicos

Abstract

This study focuses on the analysis of two events the “Cosaltazo” and “Cosalazo” taking place in the community of Cosalá, Sinaloa that is part of the “Pueblos Mágicos” program and is an example of how it can be diverted the orientation of the sustainable guidelines requiring in that program, which promotes sustainable tourism as the main shaft of economic development in the selected communities. Since the program's inception in the community some strategies have been implemented that have allowed the preservation and restoration of its cultural and architectural heritage that may be at risk for holding such events. This research aims to analyze the impact in the sustainability of the events called the “Cosalazo” and “Cosaltazo” in the “Pueblo Mágico” of Cosalá. A study case methodology has been used and the results show that the impact is mostly negative because it is contrary to the conservation of the cultural heritage of the place and highlights the importance of a better coordination between the stakeholders in order to guide adequately the tourism activity in the creation of truly sustainable tourism products.

Keywords: Alternative tourism; sustainability; Pueblos Mágicos

Introducción

Los modelos alternativos de turismo son una oportunidad para impulsar el desarrollo de comunidades que difícilmente lograrían un mejor nivel en las condiciones de vida de su población; para el caso de Cosalá, un pueblo ubicado en la Sierra Madre Occidental de México en el estado de Sinaloa con altos índices de pobreza (CONEVAL, 2012)1 y que hasta hace algunos años era totalmente desconocido en el ámbito turístico se le presenta un oportunidad sin igual para lograr consolidarse como un destino importante en el mercado turístico nacional y quizá en el internacional, su riqueza de atractivos lo hacen el lugar ideal para desarrollar el turismo alternativo con enfoque sustentable. Lo anterior se busca alcanzar a través del Programa Pueblos Mágicos, creado por el gobierno federal y por la Secretaría de Turismo (SECTUR) en el 2001, cuyo objetivo principal es el aprovechamiento sustentable de la riqueza natural y cultural con el fin de impulsar un desarrollo que sea incluyente y equilibrado.

En esta búsqueda de un crecimiento turístico en Cosalá existen algunas situaciones como son los eventos del “Cosalazo” y “Cosaltazo” que ponen en entredicho los fines de sustentabilidad del programa. Estos eventos diseñados para un turismo más enfocado a los deportes extremos fueron diseñados con el ánimo de atraer más turistas contradiciendo las reglas de operación vigentes para el correcto funcionamiento del Programa Pueblos Mágicos, como las que se refieren a la conservación del patrimonio cultural tangible e intangible del lugar.

Esta investigación tiene como objetivo analizar el impacto en la sustentabilidad de los eventos denominados “Cosalazo” y el “Cosaltazo”, en el Pueblo Mágico de Cosalá. A pesar de las características que distinguen a esta comunidad como un lugar de gran riqueza cultural, se enfrenta a la disyuntiva de elegir entre un turismo que identifique con un turismo alternativo de deportes extremos con vehículos todo terreno y grandes concentraciones de gente y otro que se interese por las tradiciones y costumbres del lugar y sepa apreciar su patrimonio arquitectónico. Este estudio pone en perspectiva la importancia de una buena comunicación y coordinación entre los diferentes stakeholders en la comunidad para definir la verdadera naturaleza de lo que significa ser un Pueblo Mágico y todas las responsabilidades que esto significa especialmente en el aspecto de la sustentabilidad contrario a lo que puede implicar este tipo de eventos masivos.

Esta investigación se realizó con un enfoque metodológico cualitativo de tipo explicativo basado en un estudio de caso, se utilizó la entrevista como instrumento principal, tomando como muestra por conveniencia a 20 pobladores, 20 comerciantes y proveedores de servicios turísticos ubicados en el centro histórico de la comunidad que es donde se llevan a cabo los principales festejos relacionados con los eventos señalados. Se realizó una revisión documental de los temas incluidos. Se utilizó también una guía de observación para determinar los avances en la mejora de la infraestructura urbana y arquitectónica del lugar, especialmente del Centro Histórico y el impacto en la sustentabilidad por la llegada de turistas a los eventos mencionados.

El turismo sustentable tiene como premisa ser respetuoso del patrimonio natural y cultural de los sitios turísticos, además de promover un crecimiento económico equilibrado y justo (OMT, 2004). Sin embargo, Cosalá a once años de haber sido nombrado Pueblo Mágico, es un escenario que muestra algunos aspectos que necesitan replantearse para lograr un equilibrio entre el interés económico y el de la sustentabilidad, así como la visión presente de una comunidad que ansía cambiar su realidad y encaminarse a un desarrollo socioeconómico real y equitativo.

El turismo sustentable y el papel de los stakeholders

El turismo sustentable, de acuerdo con la Organización Mundial de Turismo (OMT, 2004), se define como “el turismo que tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y medioambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”. El turismo sustentable debe tener en cuenta una participación social amplia para democratizar las decisiones y asumir las responsabilidades que implica la conservación del patrimonio territorial y paisajístico de una localidad o región.

Siendo un poco más crítico, Day (2012:1) señala que “mucho se ha discutido y escrito acerca del concepto de sustentabilidad que resulta a veces ambiguo o no muy claro en cuanto a lo que hay que hacerse para lograrlo”, es decir, no existe una ruta inequívoca e infalible para su consecución, pues el cómo combinar los tres elementos de la sustentabilidad, ecología, economía y sociedad, y el valor que se le da a cada uno de ellos, constituyen un problema que repetidas veces no se resuelve de manera satisfactoria para los representantes de estos intereses.

Buscando un acercamiento más directo, los principios anteriores de la sustentabilidad propuestos por la OMT surgen nuevas formas de hacer turismo y que se enmarcan en una clasificación general de “turismo alternativo”, que de acuerdo con la SECTUR se define como “los viajes que tienen como fin realizar actividades recreativas en contacto directo con la naturaleza y las expresiones culturales que le envuelven con una actitud y compromiso de conocer, respetar, disfrutar y participar en la conservación de los recursos naturales y culturales” (2004: 23).

Lo anterior es contrario a la idea tradicional de que el turismo que trajera gran cantidad de personas a un sólo sitio, aumentando en sí la derrama económica, es lo más adecuado para la comunidad receptora; este tipo de turismo “masivo” impulsado por un sistema capitalista, donde la ganancia es lo más importante, menospreció por mucho tiempo los impactos de esta actividad los que pueden ser origen de grandes desigualdades económicas y sociales además de un perjuicio directo sobre el patrimonio cultural y natural del lugar, determinados principalmente por la poca o nula participación de los habitantes a la hora de definir el tipo de desarrollo que ellos quieren (Ibáñez & Rodríguez, 2012).

El turismo ha sido visto tradicionalmente como una herramienta para el desarrollo, ya que tiene la virtud de crear gran cantidad de empleos y en general la revitalización de la economía de zonas depauperadas que tanto lo necesitan, esto emparejado al objetivo mismo del desarrollo que según Friedmann (1992, citado por Briedenhann & Wickens, 2004;71), “si el desarrollo social y económico significan algo, esto debería ser el mejoramiento de las condiciones de vida y el sustento de la gente ordinaria”.

El problema esencial para alcanzar los objetivos de este tipo de turismo generalmente radica en una coordinación poco efectiva de los principales actores o stakeholders involucrados con la actividad, según Swarbrooke son los siguientes:

  • El sector público: gobiernos locales, estatales y nacionales, organizaciones de turismo a nivel nacional, y organismos supragubernamentales como la Organización de Estados Americanos (OEA) o la Unión Europea (UE).

  • La industria del turismo: que abarca desde los promotores hasta los prestadores de servicios, transportistas, agencias mayoristas, etc.

  • Las organizaciones del sector voluntario: esto incluye los grupos preocupados por la conservación del paisaje natural y cultural (Greenpeace, Tourism Concern), y organizaciones profesionales de turismo, como la Asociación Internacional de Agencias de Viajes (IATA).

  • La comunidad receptora: los que residen en el destino turístico y, en consecuencia, forman parte del “producto” turístico.

  • Los medios de comunicación: esto incluye tanto los dedicados a los viajes y los que tienen otro tipo de interés.

  • El turista: la persona que se traslada a un lugar diferente a su lugar de residencia permaneciendo más de un día en él (1999:17).

Se requiere una cooperación activa entre estos actores, que en ocasiones se dificulta debido a los intereses tan diversos que tiene cada uno de ellos; el cómo conjuntarlos se vuelve entonces en el asunto principal y más importante para el logro de la sustentabilidad; por ejemplo, lograr que los actores atraídos por aspectos económicos y aquellos que lo están por los de conservación ecológica confluyan y tengan un buen acercamiento es una tarea complicada, cuyo resultado generalmente no complace siempre a las partes interesadas.

Sin embargo, el problema esencial es quien debe hacerse cargo de tomar las decisiones para la sustentabilidad. Es evidente que el dejar en las manos de un sólo actor esta responsabilidad es complicado y quizá hasta contraproducente, la interacción e intercambio de ideas para la formulación de estrategias a corto, mediano y largo plazo se visualiza como lo más adecuado, pero a la vez lo más difícil. El sector oficial tiene la gran responsabilidad de ser el mediador y el promotor entre todos los actores para lograr los objetivos propuestos, se tiene que convertir en el revisor de los avances y retrocesos de los planes y programas de forma constante, por lo que su responsabilidad es mayor que la de ningún otro actor.

Se hace necesario pues, la creación de un escenario donde la conciliación y comunicación efectiva tienen que prevalecer y donde la asesoría y capacitación de los participantes sea una práctica continúa. El turismo en sí mismo crea una serie de interdependencias que repercuten en el buen desempeño de la actividad, por un lado, la visión oficial de que se convierta en la llave que abra la puerta al crecimiento económico y creación de empleos y por el otro, el de la industria o los inversores que dependen de la creación de condiciones favorables para su funcionamiento ligadas a recursos que generalmente están en manos del gobierno, de tal manera que el reconocimiento de que los objetivos deben lograrse en forma conjunta y simultanea es fundamental para el éxito de cualquier programa impulsor del turismo.

Las comunidades rurales, especialmente en países como México, han sido y continúan siendo lugares con problemas graves de pobreza y subdesarrollo (CONEVAL, 2012), lo que ha originado diversas estrategias gubernamentales para subsanar dicha problemática. Las crisis económicas mundiales, procesos como la globalización y su subsecuente apertura de mercados, han provocado un retroceso en los niveles de bienestar especialmente en zonas rurales de México a través de los últimos años, lo que obliga a una revisión de las políticas para la reducción de la pobreza (Martínez-Carrasco, Colino & Gómez, 2014). La sola implementación de programas como el de Pueblos Mágicos para reducir la pobreza no pueden por sí mismos solucionar un problema que abarca otras dimensiones y obliga a una coordinación más eficaz de las dependencias gubernamentales para obtener resultados duraderos.

Los tomadores de decisiones o stakeholders involucrados en la actividad turística defienden sus puntos de vista de acuerdo con sus intereses, lo que crea controversias difíciles de conciliar; el nivel de importancia de cada uno de los elementos de la sustentabilidad no es algo que se pueda establecer de inicio en un programa de este tipo, es decir, no existen absolutos en la fórmula hacia este fin que se persigue. Según Day (2012), lo que se puede alcanzar depende en gran medida de los recursos, capacidades, cultura, liderazgo y activismo que estén presentes en el escenario en el que quiera ponerse en marcha planes y estrategias para la sustentabilidad, ya sea una empresa, un organismo público o una comunidad. Es la negociación lo que al final determinará el rumbo y la fórmula de este tipo de desarrollo.

Jamal & Getz (1995, citados por Czernek, 2013: 85) señalan que “es crucial para el desarrollo de la cooperación en el turismo factores como el reconocimiento de los stakeholders de su interdependencia, la percepción de que los beneficios se acumularán para todos los miembros de la sociedad, la utilización de las habilidades de un buen negociador y la posesión de un plan estratégico monitoreado por un grupo referencial y cooperativo”. Siendo el turismo un fenómeno multifactorial y con un gran número de actores independientes dificulta en gran manera la formulación de planes y su posterior ejecución, lo que origina que al final uno o más actores de la actividad turística queden insatisfechos con la negociación.

Esta negociación y participación de los stakeholders debe reflejarse en productos turísticos que deben ser diseñados de cierta manera si quieren cumplir con los objetivos de la sustentabilidad, como señalan Sánchez, Betancourt & Falcón:

Un producto turístico es sustentable si no esquilma los recursos naturales del medio, si no contamina a unos ritmos superiores a los que la propia naturaleza asimila; si no congestiona el espacio disponible y si no genera tensiones sociales y pérdida de identidad cultural. El desarrollo sustentable está dentro del conjunto de cambios paradigmáticos, que lenta pero sostenidamente van perfilándose como un cambio alternativo, factible, muy necesario, por lo que debe incluir los niveles de incertidumbre en los cuales se toman decisiones, siempre con un enfoque participativo, holístico y flexible (2012:22).

Por lo anterior es importante que en espacios tan sensibles a los cambios e influencias externas, como son las comunidades rurales, se busque este balance necesario para un desarrollo sano de la actividad turística y con características sustentables.

Los programas de turismo sustentable en las comunidades rurales

Las comunidades rurales y su fragilidad económica social son una preocupación latente en muchos gobiernos preocupados por brindarles las herramientas que les permitan lograr un desarrollo socioeconómico sostenido y de largo plazo. El turismo se ha convertido en una actividad muy socorrida para impulsar este desarrollo en un buen número de países incluyendo México. Sin embargo, el turismo rural utiliza una amplia gama de recursos públicos y privados e involucra diversas partes interesadas e incluye inherentemente el potencial para dañar el medio natural, cultural social en la que se construye (Cawley & Gillmor, 2008). De este modo, las cuestiones de la sustentabilidad se han convertido en algo importante a considerar cuando se habla de un desarrollo de turismo rural.

De acuerdo con Dodds & Butler (2010), la principal y más frecuente barrera para poner en marcha una política de sustentabilidad en el turismo es la prioridad de lo económico sobre lo social y lo ecológico; se entiende la necesidad desde el punto de vista gubernamental de buscar la creación de más empleos como un forma de disminuir la presión de la sociedad, pero se sacrifican los elementos sociales y ecológicos que deberían estar presente en este tipo de planes.

Otro elemento identificado por Dodds & Butler (2010) es el de la capacidad de carga de los destinos que se ostenten como sustentables, el innegable desgaste y el posible daño que se puede causar al patrimonio por la cantidad excesiva de visitantes, es un problema que es difícil de confrontar con los desarrolladores, ya que si no existe una cultura al respecto se entiende que más visitantes es mejor, lo que se conjunta con el interés económico mencionado. Esto es particularmente aplicable a las comunidades rurales donde las condiciones no son las aptas para albergar a gran cantidad de visitantes sin alterar de alguna forma su medio ambiente natural y cultural.

Esta cultura enfocada al crecimiento rápido y la ganancia máxima da como resultado que en algunas ocasiones no se dé la necesaria colaboración para conseguir el éxito de un programa de turismo sustentable que depende según Armstrong (2012) de una diversidad de factores que van desde la cohesión y una fuerte identidad cultural de la comunidad, su espíritu emprendedor, su correcta definición de objetivos y metas además de las necesarias habilidades administrativas y de gestión de sus participantes, entre otros.

Esta falta de “capacidad constructiva de la comunidad” (Community Capacity Building), (Chaskin, 2001, citado por Fariborz, Ma’rof & Sarjit, 2010; 172) es “la capacidad para identificar, movilizarse y resolver problemas. Es conjuntar las capacidades organizacionales, de la interacción de los capitales de que se dispone para nivelarlos y resolver problemas colectivos e impulsar el desarrollo” continúa el autor. Estos capitales humanos, financieros, culturales y naturales es una mezcla que no fácilmente se puede lograr de forma óptima por lo que muchas comunidades no siempre logran el éxito en la búsqueda de un turismo sustentable.

Rifai (2011) señala que a pesar de los numerosos beneficios que se pueden tener del desarrollo de una actividad turística en áreas rurales, también existen una gran cantidad de riesgos que pueden enfrentar las comunidades receptoras, entre ellos la destrucción de la herencia cultural, el cambio de los valores locales y el comportamiento social.

Según Wilson, Fesenmaier, Fesenmaier & van Es (2001), existen algunos factores que van a determinar el éxito del turismo en zonas rurales entre los que destacan:

  1. Un buen liderazgo de la comunidad.

  2. El apoyo y la participación de los gobiernos locales.

  3. La planificación estratégica.

  4. La coordinación y la cooperación entre los empresarios y el liderazgo local.

  5. La coordinación y cooperación entre los empresarios de turismo rural.

  6. La información y asistencia técnica para el desarrollo del turismo y la promoción.

El turismo rural se debe enfocar en minimizar los impactos negativos de la actividad y maximizar sus beneficios por lo que la consecución de los objetivos esenciales de un programa de turismo rural deben estar apegados a la sustentabilidad como primicia a pesar de que se enfrenta a una serie de dificultades muy propias de estas áreas y que pueden enmarcarse en tres tipos: las logísticas, las económicas y las de accesibilidad a personal habilitado y con capacidades propias para el turismo (Okech, Haghiri & George, 2012). Para superar lo anterior es indispensable la participación y el apoyo de entidades tanto públicas como privadas que se comprometan a la activación e impulso de la actividad de una forma que priorice el surgimiento de una cultura participativa como un primer y decisivo paso para el éxito de este tipo de turismo.

El Programa Pueblos Mágicos en México

De acuerdo con la SECTUR (2014), este programa tiene como finalidad cuestiones tanto culturales como económicas que se especifican en sus lineamientos generales resaltando que un Pueblo Mágico es:

Un pueblo que a través del tiempo y ante la modernidad, ha conservado su valor y herencia histórica cultural y la manifiesta en diversas expresiones a través de su patrimonio tangible e intangible. Un Pueblo Mágico es una localidad que tiene atributos únicos, simbólicos, historias auténticas, hechos trascendentes, cotidianidad, que significa una gran oportunidad para el aprovechamiento turístico atendiendo a las motivaciones y necesidades de los viajeros.

Además señala como objetivo del programa: “Fomentar el desarrollo sustentable de las localidades poseedoras de atributos de singularidad, carácter y autenticidad a través de la puesta en valor de sus atractivos, representados por una marca de exclusividad y prestigio teniendo como referencia las motivaciones y necesidades del viajero actual”.

Los lineamientos generales para la incorporación y permanencia al Programa Pueblos Mágicos establecidos por la Secretaría de Turismo (SECTUR, 2014) hacen énfasis en que la sustentabilidad debe ser el eje central de la actividad turística, ya que en esencia se trata de conservar el patrimonio natural y cultural del lugar, siendo primordial orientar la promoción turística hacia un mercado que sepa apreciar este tipo de atractivos, un turista que realmente esté consciente del respeto que se debe tener al patrimonio tangible e intangible del lugar, sin la intención de modificarlo, dañarlo o destruirlo. Se resalta en sus objetivos la importancia de la protección del patrimonio y su orientación a la sustentabilidad con una participación directa de la comunidad y el gobierno local en su operación y orquestación de estas acciones de conservación. En cuanto a la coordinación social, interinstitucional e intergubernamental se establece que:

Esta acción requiere de un ejercicio de transversalidad con las instituciones públicas en sus diferentes órdenes de gobierno y del concurso de organismos privados, así como privilegiar la participación de la comunidad receptora, tanto la directamente relacionada con la actividad turística y negocios afines como con la sociedad civil. En suma se trata de una alianza (Gobernanza) entre los tres niveles de gobierno, la sociedad local y los actores económicos, empresas y organizaciones, que deberá trascender administraciones gubernamentales.

Lo anterior va encaminado a establecer las bases de una práctica sustentable de la actividad turística donde se escuchen todas las voces y las decisiones se tomen de manera conjunta para establecer estrategias a largo plazo que permitían un desarrollo justo y equilibrado en los aspectos sociales y económicos de la comunidad, lo que mitigaría de alguna manera las condiciones de pobreza y marginación que sufren estos sitios entre ellos Cosalá que tiene problemas muy palpables en estos aspectos (CONEVAL, 2012). Sin embargo, algunos investigadores han puesto en duda la efectividad de este tipo de programas gubernamentales encaminados a impulsar el turismo rural, como lo afirma Garduño, Guzmán & Zizumbo: “La política desarrollista nacional ha permitido la supervivencia de algunas comunidades locales y no el posicionamiento del turismo rural que no ha frenado en ningún momento la migración del campo a la ciudad o hacia el exterior y mucho menos ha erradicado la pobreza que enfrentan los campesinos, convirtiéndose en otra falsa salida a los problemas reales que existen en áreas rurales” (2009: 26).

Esto pone en relieve que en algunos casos la inadecuada puesta en marcha del programa no ha alcanzado los objetivos ni siempre se han elegido las estrategias correctas y en el caso de esta investigación se pueden apreciar muchos aciertos y logros pero también se han tomado algunas decisiones que no son consecuentes con la orientación del programa.

De acuerdo con los requisitos del Programa Pueblos Mágicos (SECTUR, 2014), la localidad candidata debe basar su argumentación en el rescate o preservación de su patrimonio cultural tangible e intangible. Destacando aquellas expresiones que significan de manera especial como atractivo o motivo de visita a la localidad lo que no deja duda de cuál debe ser el papel de la comunidad y sus autoridades en búsqueda de aumentar el atractivo turístico del lugar. Acciones erróneas que no priorizan la conservación del paisaje natural y cultural de la comunidad ponen en peligro no sólo este patrimonio sino la permanencia en el programa.

Metodología

Esta investigación se realizó bajo la perspectiva metodológica cualitativa, mediante un estudio de caso en la comunidad de Cosalá, Sinaloa ubicada en el Occidente de México. Para la recolección de los datos se diseñó una entrevista con preguntas semi-estructuradas tendientes a obtener información que permitiera conocer las opiniones y puntos de vista de los sujetos respecto a los eventos denominados “Cosalazo” y “Cosaltazo” y su impacto en la sustentabilidad. Los ítems se dividieron en preguntas generales sobre las condiciones de la comunidad después del establecimiento del Programa Pueblos Mágicos y las afectaciones tanto positivas como negativas derivadas de éste. Se eligieron por conveniencia a habitantes, comerciantes y prestadores de servicios turísticos ubicados en el primer cuadro de la ciudad, en un radio de tres cuadras alrededor de la Plazuela Municipal que es donde tiene lugar las principales celebraciones de los eventos señalados y se concentra la mayor carga vehicular. Se utilizó también una guía de observación para determinar los avances del programa en la comunidad y sus posibles afectaciones por el flujo de vehículos todo terreno. Así mismo, se realizó una revisión de literatura sobre la temática relacionada con el turismo sustentable, su aplicación en las comunidades rurales y la problemática derivada de ésta.

Fuente: Google Earth (s/f).

Imagen 1 Área del Centro Histórico de Cosalá elegida para realizar el estudio 

Contexto

Según INEGI, Cosalá es un municipio del estado de Sinaloa que en 2010 contaba con 16 697 habitantes de los cuales 66.1% se encuentra en pobreza y 17.6% en pobreza extrema en el mismo año (CONEVAL, 2012), lo anterior habla de un escenario con una problemática social y económica difícil, en la que la implementación del Programa Pueblos Mágicos se convierte en un esfuerzo para cambiar las condiciones en las que vive la mayoría de la población.

Cosalá hasta antes del 2005 no tenía ninguna inclinación hacia la actividad turística y sus principales actividades económicas eran la agricultura, ganadería y minería; fue hasta ese año del 2005 cuando se nombró a la localidad como Pueblo Mágico, que inició una nueva etapa en el desarrollo de la comunidad donde la actividad turística se perfila como un eje de crecimiento y desarrollo local.

Fuente: Archivo propio.

Imagen 2 Centro Histórico de Cosalá 

Fuente: Archivo propio.

Imagen 3 Centro Histórico de Cosalá 

Para lograr los requisitos del programa en cuanto a planeación y regulación, el Municipio formuló junto con FONATUR (2005) 2 un “Plan Parcial de Desarrollo Urbano y Turístico” que contiene estos elementos de Misión y Visión:

Misión

“Ser el corazón del turismo cultural y alternativo del noroeste de México, conservando los valores y las tradiciones del pueblo cosalteco, con un enfoque de desarrollo sustentable”.

Visión del Municipio de Cosalá, 2025

“Cosalá será el principal centro de turismo alternativo y cultural del noroeste de México, que ofrezca excelentes servicios de turismo rural, de aventura y ecoturismo, con calidad y calidez en el marco de sus valores y tradiciones”.

Hay que recalcar que se hace hincapié en un enfoque de “desarrollo sustentable” que debería guiar todas las políticas y estrategias necesarias para su consecución, y que lo lleven a aprovechar todo su potencial en esta materia dentro de un modelo alternativo de turismo. En cuanto a sus objetivos se señala dentro del mismo plan:

  1. Ordenar y potencializar el desarrollo urbano turístico de la región con una orientación socialmente incluyente, ambientalmente sustentable y territorialmente-ordenada.

  2. Proteger la imagen urbana a fin de mejorar su actividad urbano-turística propiciando con esto un desarrollo equilibrado, un incremento en la captación de divisas por turismo y la generación de fuentes de empleo económicamente más redituables.

El programa ha evidenciado algunos avances principalmente en la mejora de la infraestructura e imagen urbana, sin embargo, existen elementos no concordantes con lo plasmado en el plan mencionado para el desarrollo turístico del municipio.

Bajo las premisas anteriores, el no ser congruente con la Misión y Visión enunciadas conlleva peligros para el logro de los objetivos primordiales del Programa Pueblos Mágicos, que buscan un desarrollo constante y equilibrado de las condiciones socioeconómicas del lugar, pero bajo la premisa de la sustentabilidad.

Cosalá cuenta con una serie de tradiciones centenarias que son principalmente derivadas de su profunda orientación religiosa lo que se refleja en celebraciones llenas de colorido y participación de toda la comunidad. Una de ellas es la “fiesta de las velas” que se celebra un día antes del 12 de diciembre y que tiene como objeto la adoración de la virgen de Guadalupe en el aniversario de su aparición al indio Juan Diego en el Tepeyac. Todo el pueblo se ilumina con miles de velas que ilumina una procesión que termina en la capilla dedicada a la virgen continuando después con danza y música (Imagen 4 y 5).

Fuente:Gobierno municipal de Cosalá (2014).

Imagen 4 Fiesta de las Velas Cosalá 

Fuente:Gobierno municipal de Cosalá (2014).

Imagen 5 Fiesta de las Velas Cosalá 

Otros eventos tradicionales son la celebración de la Feria de San Juan del 22 al 24 de junio, la celebración a la virgen de Santa Úrsula y Semana Santa. Todas ellas con cientos de años de tradición que reflejan su carácter y tradición cultural religiosa.

Tomando en cuenta la naturaleza y tradiciones del sitio es importante recalcar que éstas constituyeron las principales razones para ser incluidos en el Programa Pueblos Mágicos, por lo que su preservación debe constituir una prioridad para los tomadores de decisiones de la comunidad y no tratar de imponer otras que no atienden su orientación cultural. En un trabajo realizado por Castañeda, Rojo & Leal en la misma comunidad señalan que:

Las actividades de turismo alternativo deben ser analizadas a profundidad para evitar aquellas que vayan en detrimento de la naturaleza, no se trata de atraer cualquier tipo de turismo, sino solo y exclusivamente aquel cuya actividad no altere y/o deteriore al medio ambiente preexistente. Por ejemplo, se debe evitar la presencia de vehículos motorizados ruidosos que alteran la tranquilidad… (2014).

En este mismo sentido Velarde et al., señalan que:

Desafortunadamente, la celebración de eventos como la fiesta popular el “Cosaltazo”, que congrega a gran cantidad de vehículos todo terreno en el pueblo, ha tenido consecuencias negativas para la conservación del paisaje arquitectónico y cultural del lugar, ya que la aglomeración de autos se refleja un desgaste y deterioro innecesario (2015: 48).

La realización del presente estudio es una forma de continuar indagando profundamente sobre las consecuencias de un desarrollo turístico que no respete los parámetros que indica la sustentabilidad y que se base en los esquemas tradicionales del turismo de masas en sitios donde precisamente es más requerida la preservación de este patrimonio cultural tan particular e invaluable.

Resultados

La sustentabilidad y los eventos “Cosaltazo”y el “Cosalazo”

Los eventos del “Cosaltazo” y el “Cosalazo” se celebran en los meses de agosto y septiembre respectivamente, y están dirigidos hacia un turismo alternativo de aventura y deportes extremos; los cuales nacieron en 2006 como una iniciativa impulsada desde la Presidencia Municipal del lugar, cuyo objetivo era la de atraer a más visitantes, sin embargo, algunas previsiones al parecer no fueron tomadas en cuenta.

El “Cosaltazo” se celebra en agosto en donde se incluye carreras de vehículos “off road” en las cercanías de la comunidad, el evento es acompañado con fiestas que se llevan a cabo en el primer cuadro del municipio. Numerosos vehículos todo terreno circulan sin ninguna restricción por el centro histórico de la cabecera municipal, en calles que no están diseñadas para tal tipo de vehículos, lo que ha causado daño en el adoquín, además del congestionamiento vehicular que originan. Por las noches se dan las condiciones para un gran consumo de bebidas alcohólicas, lo que incrementa el riesgo de accidentes en el lugar. Otro problema es el ruido que producen tales vehículos, lo que genera una gran contaminación auditiva.

El “Cosalazo” otro evento enfocado al turismo alternativo de aventura y deportes extremos consiste en una ruta “off road” que inicia en Culiacán, la capital del estado, y termina en Mazatlán, un puerto turístico ubicado al sur de Sinaloa, teniendo como punto intermedio a Cosalá. Este evento ocasiona las mismas afectaciones que el “Cosaltazo” en la comunidad siendo principalmente las relacionadas con el congestionamiento vehicular, y la contaminación ambiental y auditiva.

Uno de los objetivos del Programa Pueblos Mágicos es promover la justa distribución de los beneficios económicos en las comunidades que favorezca el desarrollo de las mismas; para estos dos casos en particular su organización la realizan dos clubes de autos y motocicletas “off road” de la ciudad de Culiacán, capital del estado, uno es el Club De Jeeperos Culiacán Xtreme 4x4 Off Road y otro el Club ATV Sinaloa, lo que permite identificar que la organización y el beneficio económico se queda principalmente en agentes externos a la comunidad, ya que son los dueños de la marca, lo que se contradice con lo expuesto por Swarbrooke (1999), quien enfatiza en la necesidad de coordinación efectiva entre los principales actores o stakeholders.

Los eventos anteriores no cumplen con las características básicas de un producto turístico señalados por Sánchez, Betancourt & Falcón (2012: 22), que indican que debe ser diseñado para contribuir a un desarrollo sustentable de la comunidad receptora.

Imagen 6 Carteles de promoción del “Cosaltazo” y el “Cosalazo” 

Imagen 7 Carteles de promoción del “Cosaltazo” y el “Cosalazo” 

Como se observa en los carteles promocionales, las inscripciones e información la proporcionan los clubes organizadores en la ciudad de Culiacán, sin que exista participación de ningún representante de la comunidad, que en este caso serían el comité de local del Programa Pueblos Mágicos y autoridades municipales, en la organización y puesta en marcha del evento.

Una cantidad de aproximadamente 200 vehículos todo terreno circulan por la cabecera municipal y sus alrededores cada año, incluyendo la reserva ecológica de Nuestra Señora que colinda con el pueblo y constituye uno de sus principales atractivos naturales, y San José de las Bocas otra área natural protegida lo que pone en riesgo a especies autóctonas. El Programa Pueblos Mágicos indica que la participación del comité local es necesaria para determinar las estrategias y futuro de la actividad turística, sin embargo, no hay participación en estos eventos que no denotan una orientación hacia la sustentabilidad (ver Imagen 8 y 9).

Imagen 8 Desfile del “Cosaltazo” en las calles de Cosalá y veredas cercanas 

Imagen 9 Desfile del “Cosaltazo” en las calles de Cosalá y veredas cercanas 

La afluencia turística en estos eventos es grande, no sería adecuado el no tomar en cuenta la capacidad de carga del lugar, así como las afectaciones que genera el turismo masivo en una comunidad pequeña como señalan Dodds & Butler (2010). No se debería depender de este tipo de eventos como productos turísticos emblemáticos del lugar, pues la riqueza patrimonial natural y cultural podría ser suficiente para ofrecer diversos productos turísticos más acorde con la sustentabilidad y las tradiciones del sitio.

Este tipo de turismo es incompatible con el que, por la naturaleza del lugar, se trata de impulsar, pues la gente que visita el poblado es generalmente de otro perfil, más enfocado a la apreciación y conservación de cultura y la naturaleza, por lo que es contradictorio abarcar segmentos de mercado tan diferentes lo que se traduce en una serie de consecuencias negativas para el lugar confirmando lo que afirman Velarde et al. (2015) en un estudio anterior.

El buscar alternativas para atraer más turistas a una comunidad que apenas inicia su actividad como receptora de turismo puede ser un problema difícil, si no se cuenta con una clara y especifica visión estratégica de lo que se desea en el futuro para el destino. El no definir la orientación del destino turístico como tal implica el riesgo de caer en desviaciones que impactarían negativamente el espíritu de un Programa como el de los Pueblos Mágicos, que como ya se ha repetido busca la conservación de tradiciones y la “Magia” del lugar.

Resultados de entrevistas

Tal como lo muestra el resultado de las entrevistas este tipo de eventos no siempre son del agrado de la comunidad local, principalmente por las afectaciones que trae consigo. Los individuos consultados revelaron opiniones que permiten identificar que existe una notable falta de comunicación entre los tomadores de decisiones a nivel gubernamental y empresarial con los habitantes de la comunidad, en cuanto a lo que es más conveniente para el presente y futuro desarrollo de la actividad turística en el sitio. Esto a pesar de que el estudio muestra que en Cosalá la mayoría de los pobladores del primer cuadro de la cabecera municipal, proveedores de servicios y comerciantes, un 75% tiene una percepción de que el turismo sin duda ha traído beneficios, especialmente económicos, aunque problemas como la migración hacia otros sitios con más oportunidades continua; un 95% de los entrevistados manifestó que tiene algún pariente viviendo fuera ya sea por trabajo o estudio; los resultados anteriores confirman lo dicho por Garduño, Guzmán & Zizumbo (2009) respecto a la relativa aportación de este tipo de programas para frenar la migración de las comunidades rurales y el impulso al desarrollo socioeconómico justo y equilibrado.

Los pobladores y comerciantes consultados hacen notar en un 50% que el turismo y principalmente el “Cosaltazo” y el “Cosalazo” son responsables de los trastornos en las vialidades del centro histórico debido al aumento del tráfico vehicular, el aumento de la basura y de la prepotencia y falta de consciencia del turista en algunos casos, ya que no respetan el carácter de Pueblo Mágico del lugar y en eventos como los anteriores convierten al centro histórico en una cantina gigante y en una pista de arrancones para sus vehículos todo terreno.

En lo que respecta a las experiencias negativas con el turismo 75% afirmó que tienen que ver con los visitantes a los eventos del “Cosaltazo” y el “Cosalazo” que se organizan en el lugar. Es interesante observar que muchos de los comerciantes del primer cuadro del pueblo se quejan de que estos turistas sólo les interesa el consumo de bebidas embriagantes y no de otros productos, además que debido a una insuficiencia de servicios públicos para realizar sus necesidades fisiológicas, éstas las realizan en cualquier rincón, lo que origina una serie de malos olores y malestar para posteriores visitantes y habitantes del lugar.

Los participantes en el estudio también señalaron en 75% que la tranquilidad y belleza de la comunidad son los principales motivos para la visita de los turistas y los eventos como el “Cosaltazo” y el “Cosalazo” trastocan esa tranquilidad que afecta negativamente la percepción que tienen del lugar.

Fuente: Elaboración propia.

Gráfica 1 Resultados de entrevistas 

En cuanto a las afectaciones que ha traído el turismo a la localidad 70% opina que el Centro Histórico es el más afectado principalmente por la mayor afluencia vehicular en las fechas en que se celebran los eventos mencionados, si se toma en cuenta que es un lugar con calles muy estrechas y no existe una señalización efectiva. Esto se agudiza por la falta estacionamientos y la carencia de una autoridad vial que ponga orden lo que origina molestias y afectaciones a locales y visitantes.

Según Jamal & Getz:

Una colaboración efectiva de la comunidad para el proceso de planeación estratégica del turismo en un destino, requiere: el formular un enunciado de la visión deseada para el desarrollo y crecimiento del turismo; formulación conjunta de los objetivos y metas del turismo; auto-regulación de la planeación y un desarrollo de dominio a través del establecimiento de una organización colaborativa como referente para asistir en el ajuste de estas estrategias por medio del monitoreo y revisión (1995: 199).

La carencia de una auto-regulación y una organización colaborativa efectiva dificulta el llegar a la visión que se planteó al inicio del Programa Pueblos Mágicos en Cosalá, principalmente la parte de desarrollar un turismo en el “marco de sus valores y tradiciones”, ya que al permitir eventos como los del estudio se privilegia otro tipo de turismo que es muy ajeno a la cultura del lugar.

Otro riesgo que enfrenta Cosalá es su dependencia de agentes externos para desarrollar y comercializar productos turísticos como apunta Rifai (2011), los eventos estudiados son organizados por dos clubes de vehículos “off road” de Culiacán como ya se mencionó, esta dependencia origina que la mayor parte de los beneficios económicos se queden en manos ajenas a la comunidad, lo que limita un mayor desarrollo. Continuando con Rifai, señala que la pérdida de identidad cultural puede ser motivo para estar alerta a la celebración de este tipo de eventos, ya que se adoptan costumbres ajenas a las tradiciones bien arraigadas siendo algo que precisamente el Programa Pueblos Mágicos en sus reglas de operación trata de evitar.

Conclusiones

Cosalá muestra importantes avances en la mejora y conservación de su infraestructura urbana, así como en su patrimonio arquitectónico, que impactan favorablemente en la denominación de Pueblo Mágico obtenida en 2005. Sin embargo, se debe reflexionar sobre el tipo de turismo que se quiere en Cosalá, si bien es cierto que eventos como el “Cosaltazo” y “Cosalazo” atraen a gran cantidad de turistas, los impactos negativos que pueden causar a corto y largo plazo también deben valorarse.

Los resultados permiten indentificar la necesidad de realizar una planeación de largo plazo donde se involucre a todos los actores o “stakeholders” involucrados en la actividad turística, quienes de forma integral deben evaluar la celebración de este tipo de eventos, así como su impacto en la sustentabilidad, lo cual debe ser apegado a los objetivos y lineamientos del Programa Pueblos Mágicos. La participación más activa de empresarios locales y ciudadanos representantes del comité de Pueblos Mágicos en la organización de los eventos sería deseable para conseguir un adecuado equilibrio en la distribución de los beneficios económicos que se derivan de los mismos.

La idea de que un Pueblo Mágico debe regirse por principios de sustentabilidad no debe soslayarse, pues el futuro del municipio como centro turístico depende de ello, este programa fue diseñado para un turista que aprecie la riqueza cultural y natural de la comunidad y por lo tanto demuestre el respeto y cuidado que se merece. Una forma de combinar la sustentabilidad con eventos de este tipo, sería buscar alternativas que no afecten su paisaje urbano, como lo podrían ser espacios alejados del centro histórico de la cabecera municipal y de las zonas de conservación de la naturaleza, estableciendo regulaciones estrictas para la circulación de vehículos en el lugar y haciendo un estudio sobre la capacidad de carga del centro histórico para la circulación de automotores.

Sería importante también impulsar la capacitación y educación ambiental y turística en la comunidad mediante un programa permanente para la población y autoridades que les concientice sobre la importancia de conservar su patrimonio natural de cultural de la comunidad, ya que éste es un paso importante para un destino que quiere encaminarse hacia la sustentabilidad.

Por último, cualquier proyecto tendiente al desarrollo de la actividad turística en áreas rurales debe ser estructurado de tal manera que minimice los riesgos latentes que puedan existir, pues de otra manera sería contraproducente en el sentido de no contribuir a un desarrollo socioeconómico equilibrado y respetuoso del patrimonio natural y cultural de la zona. Dicho lo anterior, cada evento o nueva empresa que se establezca en la comunidad receptora debe apegarse a reglas que lo guíen hacia el fortalecimiento de las capacidades y conservación del patrimonio local sin que los intereses económicos prevalezcan sobre la sustentabilidad.

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1Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.

2Fondo Nacional de Fomento Turístico.

Recibido: 24 de Febrero de 2015; Aprobado: 29 de Marzo de 2016

Correspondencia Juan Pedro Ibarra Michel juanpedroibarra.udo@gmail.com

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