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En-claves del pensamiento

versión On-line ISSN 2594-1100versión impresa ISSN 1870-879X

En-clav. pen vol.12 no.24 México jul./dic. 2018

 

Reseñas

El caso Jauss. Caminos de la comprensión hacia un futuro de la filología

The case of Jauss. Ways of understanding towards a future of philology

Jana Pocrnja* 

* Universidad de Viena, Viena. Correo electrónico: jana_at@yahoo.com

Ette, Ottmar. El caso Jauss. Caminos de la comprensión hacia un futuro de la filología. , Sauter de Maihold, Rosa María. Ciudad de México: Almadía Ediciones, 2018. 96p.


En su monografía recientemente traducida al español, Ottmar Ette recorre la escritura y la actividad de uno de los romanistas más célebres e influyentes del ámbito germano-hablante del siglo XX: Hans Robert Jauss. A través de este estudio, el autor enfocael estilo muy particular del fundador de la estética de la recepción y, de esta manera, ofrece unaobra que permite entrever un cierto fenómeno de toda una época de una sociedad.

Ottmar Ette empieza con la breve biografía de la“segunda vida” de Jauss-la de romanista-,ya que se desea mostrar cómo su estilo particular ha sido desarrollado en función de razones históricas y biográficas. Su “primera vida” se refiere a su oscuro pasado nazi. La misma Universidad de Constanza publicó un estudio que reveló datos historiográficos y conclusiones sobre la “primera vida”-su vida antes de inscribirse en la universidad-, mostrando que fue miembro de la Waffen-SS. También sirvió en diversas unidades militares y existen documentos comprobando que compartía la ideología racista del nacionalsocialismo (19). Desde su inscripción, se nos muestran detalles biográficos que revelan su carácter, razones por la elección de sus estudios, su comportamiento estratégico desde el inicio y su manera de narrar su “primera vida”. Con su obra,Ette aboga implícitamente una destabuización del tema, ofreciéndonos un análisis en un tono objetivo y sobrio,sin embargo, muy cautivador e interesante. El autor habla del fenómeno (incluso hoy en día visible)de que los rumores sobre la historia de Jaussprovocaron una ola de indignación, pero se trataba de un disgusto que no se dirigía contra su comportamiento estratégico y su pasado, sino contra aquellos de quienes se sospechaba que estaban en contra de Jauss (16).El romanista había establecido su “sistema”-un “circuito”-, conformado tanto por amistades como por instituciones en el cual la lealtad absoluta y la consagración a la causa eran obligaciones incuestionables. Esta red desarrollada ha logrado mantenerse a lo largo de varias generaciones (38).

El autor analiza formas y normas de la escritura tan particular de Jauss, difícilmente entendible sin las consideraciones de las condiciones. Ette observa que la primera vida de Jaussno se mezcló con la segunda, sino que se convirtió en algo que se puede llamar un objeto contra-estático[Gegen-Stand].De hecho, la enorme tensión de la relación entre vida y lectura funcionaban para él como una poderosa fuerza impulsora (73).Su reescritura de la vida se convirtió, afirma el autor, en la segunda naturaleza de Jauss, que consistía en relativizar su pasado con justificaciones, historias, es decir,un discurso adecuado a las exigencias de la época. Su segunda vida se puede, por lo tanto, ver como un esfuerzo de más de cincuenta años por adaptar su biografía a las nuevas perspectivas de las décadas de postguerra (30).

El autor también arroja luz sobre uno de los rasgos fundamentales de su estilo: la creación de una supremacía que se debe destruir. Ette muestra como la investigación y la publicación de sus escritos eran una estrategia que atacaba abiertamente las posiciones contrarias en el campo académico. Jauss, como una boca versada en estrategias militares(33), pasó del discurso de defensa de la literaturaal discurso de la lucha. Es decir, su escritura funcionaba bajo modo de ataque, usando metáforas militares y un cierto registro lingüístico. El mundo académico funcionó para él como un campo de combate en el cual declaró la guerra en 1967 -en su conferencia inaugural- y donde intentaba con toda ambición llegar al poder.Jaussquería introducir cambios y reformas fundamentalesen la muy prestigiosa Universidad de Constanza. Su operación académica tuvo un éxito tal que parecía haber sido planeada con precisión militar(36): ésta consistía, entre otras, en proclamar el propio enfoque y constatarlo como un cambio de paradigmas, luego definir y eliminarestratégicamente los posibles enemigos (35). En este nivel se puede comprender el gran éxito en su vida, pero también en lasprevias condiciones favorables de la universidad.

Sin embargo, el autor no excluye el potencial de la estética de la recepción y la atribuciónde Jaussen el campo de investigaciones literarias. Subraya que la estética de la recepción fue un nuevo acercamiento teórico-literario según el cual la historicidad de la literatura no descansa en una relación de “hechos literarios”, sino en la experiencia previa de la obra por los lectores. En los años sesenta, Jauss impuso su conocimiento y convicción de la estética de la recepción en contra la interpretación inmanente de la obrapredominante en la romanística de esta época (13).Es una forma de investigación en la cual se trata de descubrir más bien que acumular el saber. Se trata de una hermenéutica que subyace a todo proceso de comprensión;la comprensión, por lo tanto, compone el núcleo de su obra (36).La atribución de su hermenéutica literaria consiste sobre todo en abrirse nuevos caminos de comprensión, bajo el signo de dialogicidad (41).Su Caminos de la comprensión, de 1994, es en cierta forma un instructivo de lectura para el libro, con una regla filológica fundamental:la expresión de interlocutores-hay que interpretarla hacia aquello que callan (43)-.¿Fue esto, nos propone el autor, una hermenéutica de la comprensión bajo el signo de sus dos vidas? La obra de Jauss, elabora el autor, es sólo a primera vista una hermenéutica del ocultamiento;ésta descansa más bien en la habilidad del disimulo y de la dislocación, cuya complejidad se nos muestra en este análisis. Disimulo, una forma en la que él comprendía su existencia, significa que el texto muestra indicios, no es el total ocultamiento, sino una sous-conversación. Su estilo no fue ni esclarecimiento ni ocultamiento, más bien dislocación (49).

El autor destaca la contradicción entre su posición y su comportamiento: su postura es bélica, es decir, reclama para sí impulsar la comprensión abierta en aras de la formación de nuevas ideas, pero lo hace con una postura frecuentemente autoritaria (47). Se posiciona en contra de todos los dogmáticos, pero siendo dogmático;con un tono combativo que suprime opiniones y orientaciones contrarias y las ataca desde un punto de vista de una moral superior. Jauss incluso menciona en Caminos de comprensión el tiempo de la dictadura del nacionalsocialismo, denunciandola inhumana realidad del Tercer Reich -de la que él mismo había sido representante- como si lo estuviera observando desde una posición superior, acusando a los que no evitaron esta realidad inhumana. ¿Sería esto una esquizofrenia discursiva ounautomatismo retórico aprendido?(55). Jauss, analiza el autor, intentaba desviarse lo menos posible de su propia narrativa de vida y,al mismo tiempo, despersonalizar lo más posible la problemática para, inmediatamente después, señalar con dedo acusador a toda una generación (62).Su estrategia discursiva fue un ataque con racionalidad clara y cálculo frío, intentando siempre mantener con firmeza su posición, con fuerza de voluntad y apoyo del entorno (57). Una forma de proceder que, paradójicamente, no excluye pasajes de interpretaciones llenas de sensibilidad y erudición (46).

Según el autor, Jausshubiera podido impedir daños irreparables de su reputación, si no hubiera seguido con su estilo de investigación y de reflexión (66). Había desaprovechadoocasiones para compartir su así llamado saber de vida [Lebenswissen]sobre el Tercer Reich y desaprovechado de la posibilidad de un perdón. Pero su discurso es una anulación de la historia bajo el manto de la filología, lo que tiene consecuencias que van más allá de su propia vida. Es una eliminación de historia e historia biográfica a través de la literatura.Todo ha desaparecido entre el denso follaje de la literatura y filología[…]con frío cálculo y convencimiento(68).Jauss cree poder negar la relevancia y significación de una prehistoria fascista; fue, observa Ottmar Ette, un maestro del decir por medio de lo no dicho; del hablar a través de lo no hablado (70). Porque sabía de lo que hablaba cuando hablaba de lo que no hablaba y no de lo que no quería hablar(71). Ottmar Ette extrae que la fórmula y pregunta guía de su obra escomprender todo es perdonar todo. Esta concepción según la cual la comprensión requiere un momento de consentimiento o de acuerdo se convierte en una pregunta central de su escritura: la pregunta por las posibilidades y límites de un perdón (74-75). Jauss nunca usó la posibilidad del perdón, se mantuvo impasible en su posición, fiel a su hermenéutica del disimulo. La pregunta por una comprensión perdonadora se encuentra, observa el autor, en el punto ciego de todos los caminos de la comprensión. Este tipo de hermenéutica es sinónimo de “escapismo”y del “deseo de cerrar los ojos” (76-77).Sólo así, nos propone el autor, se puede entender adecuadamente la hermenéutica literaria tan característica de su escritura. Jauss se dedicaba a interrogantes que, entre leer y escribir, tenían que incluir la vida, y su escritura y lectura no pudo despegarse tan fácilmente de su vida. Por consiguiente, la dialogicidad abierta, a la comprensión fundamental la reemplaza la hermenéutica literaria en un círculo vicioso. Ésta se construye como un credo filosófico, los adherentes están obligados a aceptar, a tener fe (82).El proyecto filosófico y filológico de la hermenéutica, explica el autor, se ve amenazado en este punto de la cadena de la comprensión (80).

A pesar del éxito en su época y su contribución científicamente importante, Jauss no se convirtió en los “grandes de la disciplina” (92).El nombre de Jauss sigue siendo bajo la sombra de su exitosa carrera en la Waffen-SS, su nombre falta en ciertas listas y bibliografías.La historia de la disciplina de la escritura romanística pone delante de los ojos el derrumbe del caso Jauss y también los peligros que corre la filología en el futuro (72). Ottmar Ette concluye subrayando la necesidad detrabajar de forma continua en la historia de la romanística, y también de elaborar una historia de la escritura de la romanística. Eso es, afirma el autor,un asunto prospectivo, un trabajo para el futuro, trabajo en posibles y necesarios futuros (88).Si tenemos en cuenta -citando a Erich Auerbach- que la tarea de la filología es de explorar “el sitio de los seres humanos en el universo”, esta tarea parece de suma importancia. Esta nueva filología sería, desde la perspectiva de Ottmar Ette, unafilología como ciencia de la vida, un “juego polilógico de las literaturas del mundo” para explorar el sitio de los seres humanos en el universo, lejos de los caminos de comprensión que se concentran en posicionamientos y disimulos(93).

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