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En-claves del pensamiento

versão On-line ISSN 2594-1100versão impressa ISSN 1870-879X

En-clav. pen vol.2 no.3 México Jun. 2008

 

Entrevista

 

El regreso a lo humano: entrevista a Javier Darío Restrepo

 

Margarita Torres*

 

*Profesora de Cátedra del Departamento de Comunicación y Periodismo del Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México. magiccia@gmail.com

 

Fecha de recepción: 26/12/2007
Fecha de aceptación: 15/02/2007

 

Javier Darío Restrepo es, sin duda, uno de los representantes de la ética periodística más importantes de América Latina. Su trabajo como periodista y columnista, defensor del lector y tallerista de la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoaméricano se ha convertido en referencia para repensar el papel del periodismo y de los periodistas en la sociedad actual. Sociedad en la que los medios de información influyen y condicionan opiniones y decisiones tanto individuales como políticas.

Lo fundamental, señala el también catedrático colombiano, es una sociedad cuyos integrantes se miren a sí mismos profundamente y reconozcan todo aquello que el hombre puede llegar a ser, así como su capacidad de cambiar la realidad. En este proceso, indica Restrepo, los seres humanos como obra en permanente construcción, nos podemos descubrir.

"Hay una cosa muy interesante, y es que cuando se examina al hombre como ser posible, el primer descubrimiento es que en el hombre, en todo hombre hay una posibilidad de riquezas que están ocultas y que comienzan a manifestarse en la misma medida en que la ética te ayuda, te va señalando como guías. La ética hace vibrar al ser humano cuando comienza a explorar dentro de sí mismo y se da cuenta de que en sí mismo hay una cantidad de riquezas que no ha explorado y que está viviendo solamente de sustitutos".

 

Javier Darío Restrepo
entrevista realizada el 15 de octubre de 2007
en el Tecnológico de Monterrey, Campus Ciudad de México

Hoy en día parece que nos enfrentamos al problema de que el hombre se reconozca como posibilidad misma de cambio, de acción, y no sólo eso, sino que se presentan obstáculos, como pueden ser los propios medios de comunicación.

Sí, y lo primero es reconocer esa realidad. Reconocer que los medios pueden ser un obstáculo, reconocer que la sociedad misma puede ser un obstáculo, y es que justamente el comienzo de la ética es una rebelión contra la realidad, en busca de otra realidad. No una realidad que sea diferente de ésta, sino una realidad que lleva al máximo las posibilidades de lo real. Se trata de extraer de la realidad toda su capacidad de posibles, eso hay que reconocerlo de entrada porque al hacerlo se eliminan varios de los obstáculos. Tal vez el mayor de ellos es el de la confusión que se crea cuando se trata de que lo ético, lo mismo que la ley, es algo que uno puede burlar a su amaño. Sabemos que frente a la ley todos nos situamos a ver hasta dónde llega para buscarle salida. Lo ético es completamente distinto. En lo ético, tratar de buscarle salida es traicionarse a sí mismo y cuando uno entiende eso entonces lo ético asume el papel de una guía de vida que uno voluntariamente adopta. Pero naturalmente para llegar a eso hay que tener en cuenta que todos esos paradigmas que nos están dando los medios de comunicación, que nos está dando la lógica comercial y demás son paradigmas que tienen que ser cuestionados. Uno comienza a hacer ética cuando comienza a ser cuestionante de todas las realidades para llegar a la realidad de uno mismo.

 

En este contexto que puntualiza, ¿cuál es el papel del periodista hoy en día?

Hay una cosa muy interesante que ahora está afrontando el periodismo en el mundo, que es la presencia de Internet. Entonces, cuando el periodismo se mide con una lógica comercial, Internet aparece como una competencia comercial y todos los alaridos y ayes que se están entonando, todos en tono muy fúnebre, son simplemente porque hace competencia a una empresita que nosotros teníamos. Ésta es una visión demasiado mezquina y pequeña, restringida, minimalista que se tiene de esa relación periodismo–Internet. Eso es susceptible de ser mirado con una amplitud mayor. Primero, situar Internet dentro del conjunto y dentro de las reacciones que se producen siempre que aparece la tecnología con un juguete nuevo. Hubo reacciones cuando apareció la radio, después las reacciones se multiplicaron y reprodujeron cuando apareció la televisión, el periodismo ahí. Y ahora el coro de las lamentaciones ha crecido con la aparición de Internet. No. Internet muestra debilidades y posibilidades. Pone en evidencia que el periodismo estaba haciendo cosas para las que no es necesario. Entonces tú ves que a veces las noticias más importantes se hacen ilustradas con imágenes que se obtienen de un simple celular manejado por cualquier persona. ¿Qué es lo que trae eso como mensaje? Que el periodista no es necesario para eso. Entonces en ¿qué somos indispensables?, ¿cuáles son las tareas en las que no somos imprescindibles? Ningún bloggero sustituye a un periodista que explica y analiza, que son funciones que sólo el periodista puede asumir porque tiene el conjunto de los hechos y porque ha afinado una capacidad crítica frente a los hechos y sus protagonistas. En eso tiene que intervenir una formación profesional, pero sobre todo una actitud, ¿qué es lo que le sirve más al ser humano? No simplemente al ser curioso, sino al ser humano caracterizado por su inteligencia, y esa inteligencia como base para ser libre. Entonces caes en la cuenta de que como periodista puedes responder a esa necesidad del ser humano examinando las cosas de modo inteligente. Sea que incorporas no únicamente los sentidos sino todo eso otro que define al ser humano: su inteligencia, su capacidad de análisis, su capacidad crítica. Ahí es cuando aparece el periodista que se necesita en estos días.

 

¿Se daba por hecho, al grado de no analizarse?

Sí, se daba por hecho; se daba como algo segundón y demás. Aparece Internet, aparece esta inquietud, y es cuando descubrimos que el periodismo es para eso. No únicamente para estar tomando la fotico, para estar mostrando lo obvio que te enseñan los sentidos, sino para entrar en el alma de los hechos y profundizar en ellos. Ésa es la gran riqueza que nos da Internet.

 

¿El periodismo es formativo?

Fundamentalmente. Hay una simultaneidad entre formación e información. Partiendo de esto, toda noticia tiene un potencial formador, un potencial educador. ¿Y por qué razón esa noticia tiene un potencial? Porque la noticia refleja hechos, y la forma más primitiva y fecunda de educar a alguien es ponerlo en contacto con los hechos. ¿Por qué el contacto con los hechos es tan formativo? Porque es el contacto con la vida, y la formación tiene que partir de la vida, es decir, la vida es la gran maestra. Uno como periodista simplemente es una amanuense de la vida. Yo creo que se lleva a cabo esa formación de una manera más eficaz en la medida que se demuestre que la vida no es una categoría abstracta, sino que está reflejada en los hechos, el hecho mostrado en su crudeza.

 

¿Cómo promover que la sociedad se sienta parte de esta construcción de la realidad en la que participa el periodismo, podemos pensar en la participación social dentro del periodismo?

Ahí un fenómeno paralelo con la política. La gran degradación de la política y la razón de las debilidades de la democracia es o la cierta pasividad de la gente o el desencanto de la gente. Entonces como resultado de esa pasividad y de ese desencanto la gente cede el control de los mecanismos democráticos a un grupo pequeño. Un fenómeno parecido es el que sucede con los medios de comunicación. La gente cede algo que es su derecho y que es su responsabilidad. Es que para mí es muy fácil sentarme aquí en mi sillón y dejar que allí ellos me presenten la realidad como quieran, porque comenzar a cuestionar eso supondría primero un desarrollo de mi conciencia, luego un desarrollo de mi intelecto. Cuestionar aquello supone una actitud de insatisfacción y de crítica permanentes. Si algo hace al ser ético es su insatisfacción, el no resignarse. Creo que una de las peores actitudes éticas que existen es la resignación, porque resignarse es renunciar al propio yo, renunciar a las propias posibilidades y depositar eso en otro.

Hay por consiguiente una tarea, y es hacer responsable al lector, tanto de lo que le transmiten como de la forma en que se maneja el emisor. Ante el proceso tradicional de una sola dirección: emisor–medio–receptor, se está imponiendo una humanización, una democratización de ese proceso. Hay esfuerzos en ese sentido, en el cono sur ya comenzó la inquietud de convertir a los lectores pasivos en receptores activos, dándoles elementos críticos. A eso se le ha dado el nombre de "alfabetización en medios", que diría yo, es el estado inicial de esta toma de conciencia sobre los deberes que le corresponden al receptor. Debe hacer tanta vergüenza por los analfabetas funcionales como por los analfabetas en medios, porque todos son manipulables, y esa manipulación es exactamente lo contrario de la dirección que debe de seguir la democratización de la sociedad.

 

¿Qué papel considera que tiene la formación de profesionales de la información?

Hay un enfoque que me parece que es muy preocupante, y es que el hecho de mismo de la constitución de las facultades está inspirado por una intencionalidad comercial. ¿Por qué razón se multiplican las facultades de periodismo? A sabiendas de que hay ya muchas facultades, a sabiendas de que los que van a salir graduados no van a tener empleo, porque la multiplican por una razón simplemente comercial, porque es una carrera que entusiasma a mucha gente. Pero no hay una intencionalidad de tipo social y con una responsabilidad frente a los que de aquí salgan. Y claro, si en la constitución de esas mismas facultades impera una intencionalidad comercial, pues es apenas obvio que en la inspiración de su pensum opere un criterio parecido. Entonces habría que comenzar por ahí, por esa raíz envenenada, lo comercial no debe inspirar la constitución de una facultad de comunicaciones. Una facultad de comunicaciones debe ser creada después de un estudio muy claro de la realidad social y de lo que se necesita para que la facultad sea una respuesta a las necesidades de la sociedad que no sea respuesta a las necesidades de cara de la universidad, que es la gran diferencia.

Cuando se tiene en cuenta eso, y las facultades se crean como respuesta a las necesidades de la sociedad, el pensum va a responder a eso, y dentro de esa respuesta del pensum vendría el enfoque que se le da a la formación de profesionistas y en este momento es particularmente indispensable desde el punto de vista ético, y también desde el punto de vista comercial, que se dé respuesta a eso, el gran éxito en periodismo es dar respuesta a necesidades de la sociedad, que es distinto a dar respuesta a curiosidades de la sociedad.

Porque las curiosidades no son necesarias, y las necesidades no son curiosidades, entonces, hay ahí una sintonía con la sociedad. Y esa sintonía garantiza circulación, garantiza raiting, pero es una garantía distinta de la que ofrece la lógica puramente comercial. Periodismo exige un alma muy especial y un alma con unas antenas muy sensibles a lo que ocurre en el alma de la sociedad, a sus necesidades, sus sufrimientos, sus alegrías, es alguien en sintonía permanente con la sociedad.

 

En su libro Los cínicos no sirven para este oficio, Ryszard Kapuscinski señalaba que sólo las buenas personas pueden ser buenos periodistas, ¿esto tiene que ver de alguna manera con la sintonía del periodista con su sociedad que usted mencionaba?

Sí, porque esa sintonía no es sólo hacia fuera, sino es hacia adentro. Porque he de reconocer en mí valores y yo no los he sacado a la luz, entonces eso genera una responsabilidad consigo mismo. Entonces tú sintonizas esa responsabilidad hacia fuera con la responsabilidad hacia dentro, y te da el equilibrio de la buena persona.

 

Y de ahí podemos regresar al planteamiento humanista inicial, de que el hombre encuentre sus mejores posibilidades de existencia, en lo que también el periodismo se ve envuelto...

Sí, y es una idea que está en el origen de todos los movimientos humanistas, que es el aprecio por el ser humano. Cuando se examinan los movimientos que se han producido entre la sociedad, se detecta que a pesar de lo obvio, el aprecio por el ser humano ha sido sepultado por otros intereses, hasta el punto en que muchos sectores consideran que el mayor obstáculo para que ellos sean libres y para que disfruten la vida es que otros seres humanos tengan derechos. Y toda esta larga lucha tiene que ver con el concepto del ser humano. La humanidad siempre ha tenido grande dificultad para reconocer la dignidad de cada ser humano, de todo ser humano. Eso implica formación de sensibilidad, pero sobre todo, tanto en periodistas como en cualquier profesión, un reconocimiento del valor que hay en todo ser humano. Y eso también implica la exclusión de dogmatismo, de intolerancias, de exclusiones, de prejuicios alrededor o del negro, o del islámico, o del conservador, del liberal, del comunista. Todo ser humano es una mina en la que hay que entrar.

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