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Huitzil

versión On-line ISSN 1870-7459

Huitzil vol.11 no.1 Omitlán ene./jun. 2010

 

Avifaunas e inventarios

 

Dinámica temporal de la avifauna en un parque urbano de la ciudad de Puebla, México

 

Seasonal dinamics of the avifauna in an urban park in Puebla City, Mexico

 

R. Carlos Almazán–Núñez1* y América Hinterholzer–Rodríguez2

 

1 Posgrado en Ciencias Biológicas, Universidad Autónoma Metropolitana, Iztapalapa. Av. San Rafael Atlixco 186, Col. Vicentina, México, DF, CP 09340, México. Correo electrónico: *oikos79@yahoo.com.mx.

2 2da. Privada de Guadalupe #4505, Colonia San Baltazar Campeche, Puebla, Puebla, CP 73250, México.

 

Recibido: 27 de mayo de 2009
Revisión aceptada: 3 de mayo de 2010
Editora asociada: Iriana Zuria Jordan

 

Resumen

Presentamos información sobre la dinámica temporal de las aves de la Laguna de San Baltazar, un espacio urbano ubicado en el sur de la ciudad de Puebla. De febrero a diciembre de 2008 realizamos censos en trayectos para el registro visual y auditivo de las especies. Registramos un total de 46 especies y 1,308 individuos. La riqueza, abundancia y diversidad varió estacionalmente (ANOVA, P < 0.05). El período otoño–invierno presentó la mayor riqueza y abundancia, revelando la importancia del componente migratorio. El aumento de estudios avifaunísticos en áreas urbanas y suburbanas puede ser especialmente útil para los gestores urbanos a la hora de diseñar parques en los que se potencien, no sólo sus servicios sociales de esparcimiento, sino también sus valores naturales.

Palabras clave: aves, áreas urbanas, riqueza de especies, conservación, Laguna de San Baltazar.

 

Abstract

We present the bird temporal variation in the Laguna de San Baltazar, an urban area located in southern Puebla City. From February to December 2008 we carried out bird census in transects for visual and aural detections. We recorded a total of 46 species and 1,308 individuals. Bird species richness, abundance and diversity changed seasonally (ANOVA, P < 0.05). The greatest species richness and abundance were observed during the period autumn–winter, showing the importance of migratory species. The increase of ornithological studies in urban and suburban areas may be particularly useful for urban managers to design parks where not only social services are to be enhanced, but also their natural values.

Key words: birds, urban areas, species richness, conservation, Laguna de San Baltazar.

 

Introducción

La urbanización desencadena una serie de procesos como deforestación, cambios en el uso del territorio, variaciones en los elementos del paisaje y consecuentemente, pérdida de biodiversidad (McDonnell y Pickett 1990, Shochat et al. 2006, Villagrán–Mella et al. 2006). Aun bajo estas consideraciones, más de la mitad de la población mundial vive en zonas conurbadas y se prevé que esta proporción se incremente en el futuro (Marzluff et al. 2001, Alberti et al. 2003, Bonier et al. 2007). En este contexto, el uso de indicadores biológicos en el monitoreo de cambios en las condiciones del hábitat constituye una herramienta útil en la prevención de la pérdida de especies (Summerville et al. 2004).

Dentro de los vertebrados terrestres, las aves han sido consideradas excelentes indicadores biológicos tanto por el número de especies (Fernández–Juricic y Jokimäki 2001), como por los requerimientos ecológicos específicos que poseen. La mayoría de los estudios sobre comunidades de aves a lo largo de gradientes urbanizados han reportado que la riqueza de especies generalmente decrece con la urbanización (Chace y Walsh 2006) y por el contrario, tiende a favorecer a los gremios de aves granívoras, omnívoras y a las que nidifican en cavidades (Lancaster y Rees 1979), así como a las de mayor tamaño, incrementando la biomasa (Beissinger y Osborne 1982, Crooks et al. 2004), aunque esto último, ha sido contrastado por otros autores (Faggi y Perepelizin 2006).

Las aves del medio urbano son, sin embargo, un objeto de estudio poco explorado en México. La mayoría de los trabajos se han llevado a cabo en el Valle de México (e. g., Nocedal 1987, Arizmendi et al. 1994, Ramírez 2000, Varona 2001, Ramírez–Albores 2008, Charre 2009) y existen muy pocos estudios para otras zonas metropolitanas del país (e. g., Cupul–Magaña 2003, MacGregor–Fors 2005, 2008). Para la ciudad de Puebla, son escasos los trabajos que analizan la estructura y composición de las comunidades de aves en parques urbanos (e. g., Buzo y Hernández 2004, González–Oreja et al. 2007). No obstante estos estudios pioneros en la entidad, la comprensión de los ecosistemas urbanos y la conservación de las especies que viven en ellos son aún limitados.

La ciudad de Puebla presenta un crecimiento demográfico marcadamente exponencial, cuenta con alrededor de 1,399,519 habitantes y se ha considerado la cuarta ciudad más importante de México y a su vez, la cuarta área metropolitana más grande del país con una población de 2.6 millones de personas (INEGI 2005). En virtud de que a la fecha los únicos estudios publicados sobre las aves de ambientes urbanos de la ciudad de Puebla están enfocados a evaluar los patrones espaciales de distribución (González–Oreja et al. 2007), dejando de lado los patrones temporales, en este trabajo se presenta un análisis sobre la dinámica temporal de la abundancia, riqueza y diversidad de aves en un parque urbano de la ciudad de Puebla denominado Laguna de San Baltazar (LSB), con el objeto de ampliar la información sobre la diversidad estacional de las aves existentes en las áreas urbanas.

 

Métodos

El parque LSB, se ubica al sur de la ciudad de Puebla (UTM 14Q 582718.04 E, 2101775.69 N; Datum WGS84) (Figura 1). La elevación promedio es de 2114 msnm y el clima es templado subhúmedo con lluvias en verano. La superficie del parque es de 13.81 ha, en la que cerca del 50% corresponde al cuerpo de agua. Está rodeado por completo de casas y edificios y al oriente, se encuentra, a menos de 1 km, el Centro Universitario de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (CU–BUAP). La vegetación del parque está compuesta principalmente por árboles introducidos como Casuarina sp, Ficus sp, Eucalyptus sp, Salix sp, entre otros.

Realizamos visitas mensuales de observación empleando el método de trayecto en franja, el cual es ampliamente usado en ambientes abiertos y donde la topografía es poco o nada accidentada. Este método consiste en registrar a las aves que se encuentren en un área determinada siguiendo una línea recta durante un intervalo de tiempo (Ralph et al. 1996). Dado que el perímetro de la LSB tiene una longitud aproximada de 1.6 km, hicimos los registros de las aves en siete trayectos de 100 m con una separación de 150 m entre ellos. El esfuerzo de muestreo fue en promedio de 12 horas/mes divididas en cuatro días (3 horas observación/día), totalizando 132 horas en 11 meses de observación. El tiempo aproximado en que se cubrió cada trayecto fue de 12 a 15 min.

Las observaciones las realizamos generalmente de 07:00 a 10:00 durante los meses de febrero a diciembre de 2008. El registro de las especies lo hicimos con ayuda de binoculares (7x35 y 10x40) y guías de campo (Howell y Webb 1995, Sibley 2003). El arreglo sistemático y la nomenclatura científica siguen a la AOU (1998) y sus suplementos (Banks et al. 2002, 2003, 2004, 2005, 2006, 2007, 2008). La presencia estacional de las especies corresponde a la propuesta por Howell y Webb (1995) y las categorías de riesgo están basadas en la NOM–059–SEMARNAT–2001 (DOF 2002).

Determinamos la abundancia relativa dividiendo el número de individuos de la especie i entre el número total de individuos registrados multiplicado por 100. Para indicar los valores de abundancia utilizamos la propuesta de Pettingil (1969): abundante (90–100%), común (6589%), medianamente común (31–64%), no común (1030%) y rara (0.1–9%). Obtuvimos el número de especies e individuos por cada mes y estación y calculamos el índice de diversidad de Shannon y la equitatividad. Comparamos la abundancia, riqueza y diversidad mediante un análisis de varianza de una vía. El nivel alfa para determinar si los resultados de los contrastes estadísticos eran significativos fue de 0.05.

 

Resultados

Registramos un total de 46 especies correspondientes a seis órdenes, 19 familias y 39 géneros y contabilizamos un total de 1,308 individuos. El orden con mayor número de especies fue Passeriformes con 31, seguido de Columbiformes y Apodiformes con cuatro especies cada uno. Las familias con mayor número de especies fueron Tyrannidae y Parulidae con seis cada una, seguidas por Columbidae y Trochilidae con cuatro especies cada una. Del total de especies que registramos, 32 (69.5%) fueron residentes permanentes, 13 (18.8%) migratorias de invierno y una (2.1%) migratoria de verano (sensu Howell y Webb 1995; Anexo 1). Sólo una especie fue cuasiendémica a México (Ptilogonys cinereus; González–García y Gómez de Silva 2003) y una se encuentra sujeta a protección especial por la NOM–059–SEMARNAT–2001 (Myadestes occidentalis; DOF 2002). Del total de especies registradas, cuatro resultaron ser abundantes, cuatro comunes, 19 medianamente comunes, seis no comunes y 13 raras (Anexo 1).

La riqueza y la abundancia de especies varió entre los meses (Figura 2), siendo los correspondientes a las estaciones de otoño e invierno los que presentaron el mayor número de especies e individuos respectivamente, mientras que los meses correspondientes al verano registraron los valores más bajos (Cuadro 1). Estas diferencias fueron significativas para la riqueza (F3 7 = 12.11, P = 0.004) la abundancia (F37 = 6.66, P = 0.018), así como para la diversidad (F37 = 4.29, P = 0.051).

 

Discusión

En la LSB registramos el 9.7% (46 especies) de las especies de aves reportadas para el estado de Puebla (525 especies; Villa–Bonilla et al. 2008). Esta riqueza es importante sobre todo si se considera que la zona de estudio representa apenas el 0.04% de la superficie estatal (INEGI 2005) y se encuentra inmersa dentro de un mosaico de edificaciones. Buzo y Hernández (2004) registraron previamente 18 especies en el área de estudio, aunque sus observaciones se restringieron únicamente al mes de mayo. En este estudio, algunas especies escaparon del registro posiblemente por ser especies de difícil identificación (e. g., Contopus virens), evasoras a la urbanización y por lo tanto menos frecuentes (e. g., Campylorhynchus gularis) y especies de presencia ocasional en la zona (e. g., Zenaida asiática), pero que han sido registradas en la LSB en estudios previos (De la Fuente 2003, Buzo y Hernández 2004, González–Oreja et al. 2007).

De manera análoga a las islas que conforman un archipiélago, en los parques urbanos hay factores que permiten incrementar la riqueza y la diversidad de especies, tales como la ubicación dentro del gradiente de urbanización, el tamaño del área, la riqueza de hábitats y la presencia controlada de personas (Fernández–Juricic et al. 2001, Urquiza y Mella 2002). En ciertos casos, la presencia humana se asocia con una pérdida de diversidad o disminución de la abundancia de aves (Beissinger y Osborne 1982). En otros, la presencia humana favorece a algunas aves, sobre todo las que aceptan ser alimentadas. La LSB es un parque con fines recreativos en el que se permite alimentar a las aves, siendo las acuáticas (e. g., familias Anatidae y Ardeidae) y algunas introducidas (Columba livia, Passer domesticus) las que resultan especialmente favorecidas. Sin embargo, observamos ocasionalmente especies nativas con hábitos omnívoros (Aphelocoma coerulescens) y granívoros (e. g., Columbina inca, Pipilo fuscus, Spizella passerina) que también se favorecen con esta práctica, lo que apoya los resultados de Lancaster y Rees (1979), quienes argumentaron que en ambientes urbanos el gremio de aves omnívoras y granívoras son mayormente beneficiadas.

La riqueza y la abundancia observada se relaciona de manera importante con el componente migratorio ya que, en ambos casos, hubo una disminución en el número de especies e individuos en los meses de mayo a julio (primavera–verano), período en el que normalmente no están presentes números importantes de especies migratorias. Esta variación anual de especies e individuos está relacionada con períodos de migración y reproducción. Sin embargo, es probable que otros factores como la dinámica y estructura del cuerpo de agua y la presencia de áreas verdes estén incidiendo en estas variaciones (Juri y Chani 2009). Además, tan sólo el 17.4% de las especies estuvieron dentro de las categorías de abundante y común, mientras que el 82.6% restante estuvo dentro de las categorías de medianamente común, no común y rara. En el área de estudio, es posible que estas fluctuaciones en la abundancia de las especies estén asociadas a los movimientos latitudinales y altitudinales debido a la búsqueda de recursos (Ramírez 2000, Ramírez–Albores 2008). No se puede descartar el hecho de que varias especies estén desapareciendo (Sumerville et al. 2004) o bien, se estén aclimatando a ambientes urbanizados con tendencias de incremento; sin embargo, estas fluctuaciones en las poblaciones no se evaluaron a detalle, por lo que se necesitará mayor información y un monitoreo continuo.

En términos comparativos con otras áreas urbanas y suburbanas del país, la riqueza obtenida en este estudio es menor comparada con lo registrado por Ramírez (2000) en humedales del noreste de la Ciudad de México (67 a 98 especies por sitio), por Villafranco (2000) en el parque Tezozomoc del Valle de México (75 especies), por MacGregor–Fors (2005, 2008) en el Centro Universitario de Ciencias Biológicas y Agropecuarias de la Universidad de Guadalajara (70 especies), y con lo obtenido por Ramírez–Albores (2008) en la FES Zaragoza de la UNAM (58 especies). Sin embargo, es importante señalar que la superficie y en algunos casos, la extensión de áreas verdes de estos sitios es mayor que la del parque LSB. Adicionalmente, Blair (2001) y Crooks et al. (2004) afirman que la riqueza de aves en un lugar disminuye más por estar rodeado de áreas densamente edificadas que por tener una superficie pequeña, resultando en comunidades más homogéneas. No obstante, el hecho de que gran parte de la superficie del parque esté cosntituida por el cuerpo de agua, ha propiciado una avifauna diversa.

La mayoría de las especies presentes son generalistas e indicadoras de un alto grado de urbanismo, ya que se han adaptado a las condiciones de las ciudades cambiando sus recursos alimentarios y conducta general para vivir cerca del hombre (e. g., Columbina inca, Crotophaga sulcirostris, Quiscalus mexicanus, Molothrus aeneus y Carpodacus mexicanus). También están presentes especies introducidas (Columba livia, Passer domesticus) y especies semiacuáticas de origen africano como la garza ganadera (Bubulcus ibis). Esto, al parecer, también tiene relación con la flora introducida que existe en el parque (e. g., Casuarina sp, Ficus sp, Eucalyptus sp, Salix sp), pues se ha sugerido que cuando la vegetación nativa no domina, es mayor la proporción de aves urbanizadas que de especies de la avifauna original (Miller et al. 2001).

De acuerdo a Blair (1996), varias de las especies registradas aquí han sido catalogadas como "adaptables a la urbanización", tal es el caso de Zenaida macroura, Aphelocoma coerulescens, Petrochelidon pyrrhonota, Hirundo rustica, Thryomanes bewickii, Turdus migratorius, Carpodacus mexicanus y Spinus psaltria; así como las acuáticas Bubulcus ibis, Anas clypeata y A. discors, y los "explotadores urbanos" como Columba livia y Passer domesticus. Asimismo, se reconocen aves nativas en expansión por la agricultura y urbanización, como Columbina inca, C. passerina, Turdus migratorius, Quiscalus mexicanus y Molothrus aeneus. También existen otras especies nativas (e. g., Amazilia beryllina, Bombycilla cedrorum, Vermivora celata, Pheucticus melanocephalus) que han encontrando refugio en áreas verdes del medio urbano, muy probablemente porque en éstas encuentran condiciones de temperatura o de nicho similares a las de su área de distribución original, como lo sugieren MacGregor–Fors et al. (2009) para la mascarita pico grueso (Geothypis poliocephala).

Contrario a lo planteado por Cringan y Horak (1989), quienes argumentan que los ambientes urbanos son frecuentados por gran cantidad de rapaces, y como también ha sido observado en otras áreas urbanas y suburbanas del país (Ramírez 2000, MacGregor–Fors 2005, Ramírez–Albores 2008), en el parque LSB no se observaron rapaces. Esto puede deberse a que no existe una oferta importante de presas y a la dificultad de estas especies en utilizar sustratos de nidificación, en contraposición a lo observado en ciudades europeas donde las rapaces son más comunes (Faggi y Perepelizin 2006).

En la actualidad, en los pequeños relictos de áreas verdes urbanas pueden ser observados diversos integrantes de la comunidad biológica original, muchas veces en poblaciones reducidas (Navarro y Benítez 1999). A fin de que se conserve esta diversidad, el aumento de estudios avifaunísticos en áreas urbanas y suburbanas con presencia de áreas verdes es sumamente importante para lograr un balance apropiado entre desarrollo urbano ordenado y planes de conservación a largo plazo de los ecosistemas urbanos y las especies que los habitan.

 

Agradecimientos

A la Dirección de Planeación Ecológica de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales del estado de Puebla (SMRN), especialmente a F. Loyola y J. Recio por todo el apoyo brindado durante la estancia del primer autor en la ciudad de Puebla, misma que permitió la realización de este proyecto. Los comentarios por parte de dos revisores anónimos mejoraron sustancialmente la versión inicial de este trabajo.

 

Literatura citada

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