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Acta médica Grupo Ángeles

versión impresa ISSN 1870-7203

Acta méd. Grupo Ángeles vol.16 no.4 México oct./dic. 2018  Epub 02-Oct-2020

 

Ensayos y opiniones

La clínica y la investigación, parte del quehacer médico

Clinic and research, part of the medical task

Federico Leopoldo Rodríguez Weber1  * 

José Luis Ramírez Arias2 

1 Profesor adjunto de la Especialidad de Medicina Interna, Facultad Mexicana de Medicina de la Universidad La Salle. Ciudad de México, México.

2 Director Médico. Hospital Ángeles Pedregal. Ciudad de México, México.


Las líneas del comportamiento médico señalan la importancia que hay de que los médicos desde su formación se interesen en los contenidos de los programas universitarios de pregrado y de postgrado; en especial, por ser el más representativo, el de la actualización del conocimiento científico, el que se logra por medio del estudio como un hábito, de la asistencia a clases y conferencias, de la lectura de libros y artículos científicos, de la participación en sesiones académicas, congresos y otros eventos de Educación Médica Continua y en especial por el aprendizaje que se obtiene de la atención cotidiana directa al paciente.

Un segundo punto, menos visible pero indudablemente necesario en la vida del médico, es el deseo de involucrarse en actividades docentes para que a lo largo de su ejercicio profesional sea capaz de fortalecer su papel de educador con pacientes y familiares, pero también con los médicos con los que interacciona y con mayor razón con los que intervienen en el proceso educativo, que son alumnos y profesores. No puede omitirse el mencionar que en este esfuerzo docente debe incluirse el saber orientar y educar a la sociedad en general. Esta actividad la debe llevar a cabo junto con sus colegas en la práctica médica diaria, la que siempre deberá estar fortalecida, como se mencionó, por medio de la participación en los programas existentes de Educación Médica Continua, su cumplimiento le facilitará confirmar que el enseñar y el aprender es el mismo proceso.

Un tercer punto, no menos importante es el contemplar al médico como investigador, ya que en nuestra profesión es menester generar información que enriquezca el conocimiento médico, el que debe estar fundamentado en la evidencia científica.

Estos tres puntos cierran el círculo de las actividades que se consideran esenciales para todo médico que tenga entre sus propósitos ser un médico competente, comprometido con la profesión y con la atención médica que proporcione, pero es recomendable que siempre lo haga vinculando a la docencia y a la investigación.1,2

Podría resultar innecesario mencionarlo, pero debemos reconocer que el médico por naturaleza es investigador, ante la presencia de los signos y síntomas que refieren los pacientes que atiende, ya evaluados elabora diagnósticos y, por medio de la experiencia de muchos y de diferentes casos, le es posible generar la mejor conducta para solucionar los problemas de cada uno. Todo este conjunto de datos le permite, con el tiempo y la experiencia, analizar y tabular la información recabada y obtener conclusiones que puedan ser transmitidas mediante publicaciones o presentaciones orales en congresos o reuniones médicas.

Con frecuencia los médicos tenemos pensamientos e hipótesis de temas, revisiones o estudios que son necesarios confirmar, pero muchas veces no contamos con los elementos necesarios para llevarlos a cabo o no tenemos el conocimiento para la creación de protocolos adecuados que permitan estructurar una investigación en potencia y lamentamos mucho cuando tiempo después otro colega y en algún sitio confirma nuestro pensamiento Por ello, el médico debe ser creativo para plantear preguntas y considerar las respuestas por medio del método científico; para esto es necesario capacitarse en los fundamentos de la metodología de la investigación y la estadística, lo que le permitirá romper paradigmas inadecuados que le impiden o le dificultan la posibilidad de investigar y publicar.

También dependemos de los recursos con los que contamos y de los campos clínicos hospitalarios a los que tenemos acceso. En algunas instituciones son muy amplios y en otras no, por lo que puede haber necesidad de incluir pacientes de la consulta privada. Aun con estas limitaciones de los elementos con los que se cuenta, se pueden construir protocolos de investigación que permitan obtener resultados que, como se menciona, deberán publicarse en revistas de la especialidad o presentarlos en trabajos cartel o en comunicaciones orales, en congresos o reuniones médicas. Esta información deberá estar siempre dentro de la esfera de la bioética, ya que nunca un estudio o un resultado debe estar sesgado y menos aún maquillado.3

Otro problema que también dificulta la investigación es tener una casuística suficiente de pacientes para que el estudio tenga valor estadístico. Esto con cierta frecuencia impide que como investigadores independientes se pueda acceder a las revistas de alto impacto, ya que por sus rigurosas reglas editoriales no aceptan publicaciones que no cumplan con ellas.4

Existen médicos que dedican la mayor parte de sus esfuerzos a la investigación científica, por lo general, se han subespecializado y cuentan con grados académicos de maestría o doctorado y, por ello, se les facilita y tienen más acceso a los recursos necesarios para sostener hipótesis, responder preguntas y realizar protocolos de investigación; también se les abren con más facilidad espacios para publicar o tribunas para la presentación de sus resultados, pero no olvidemos que son médicos como los demás, en donde su interés seguramente nació en el cumplimiento de los contenidos de los programas de postgrado que incluyen seminarios de investigación que tienen por objetivo interesar a maestros y alumnos en la ciencia.5),(6

En países como el nuestro, en donde hay insuficiencia de recursos tecnológicos, económicos y humanos, se demuestra que el papel de la investigación ocupa un lugar al que no se le ha dado la importancia que merece. Pero debemos saber que llevarla a cabo permite a los clínicos la oportunidad de encontrar formas de diagnóstico y tratamiento más económicos y más efectivos que los existentes, y posibilita buscar soluciones innovadoras a los problemas que presentan los pacientes, utilizando en forma equilibrada y racional los estudios para hacer clínica de un alto nivel.7 No es importante si se trata de pediatría, ginecología, del médico general o de cualquier otra especialidad, todos los médicos podemos realizar contribuciones para generar conocimientos y difundirlos en medios de divulgación científica. Por lo anterior, se insiste en la importancia de que los médicos en formación en la etapa final del internado de pregrado y los médicos en la etapa de especialización produzcan junto con el apoyo de sus profesores trabajos que fortalezcan el aprendizaje y para que además contribuyan en la ciencia compartiendo la información para apoyar mejor el ejercicio profesional.

Está descrito que las instituciones hospitalarias en las que existe investigación mejoran la calidad y la seguridad de la atención médica, lo anterior se debe a que los médicos y el personal paramédico involucrado en las actividades de investigación, por lo general están más motivados y estimulados. Para ellos su trabajo les resulta agradable e interesante, aprovechan mejor los recursos y tienen iniciativa para obtener otros. En general, son personas analíticas, con capacidad de autocrítica, y todo en conjunto ayuda a garantizar la atención médica óptima.8

Referencias bibliográficas

1. García VV. Formador del investigador clínico. Hematológica (Ed. Esp). Extraordin, 2004, pp. 75-77. [ Links ]

2. Kohlwes RJ, Cornett P, Dandu M, Julian K, Vidyarthi A, Minichiello T et al. Developing educators, investigators, and leaders during internal medicine residency: the area of distinction program. J Grad Med Educ. 2011; 3 (4): 235-240. [ Links ]

3. Csendes JA. Importancia de la investigación clínica en la formación de nuevos cirujanos. Rev Chilena de Cirugía. 2007; 59 (3): 171-172. [ Links ]

4. Ocampo BP. La investigación científica en la práctica clínica del médico familiar. Archivos en Medicina Familiar. 2006; 8 (2): 53-56. [ Links ]

5. De la Fuente JR, Martuscelli J, Alarcón-Segovia D. Futuro de la investigación clínica en México. Gac Méd Méx. 2004; 140 (5): 519-524. [ Links ]

6. Lizaraso CF, Lizaraso SF. La importancia de la investigación clínica. Horiz Med. 2016; 16 (1): 4-5. [ Links ]

7. Lifshitz A. La nueva clínica. Colección de Aniversario 150 años de la Academia Nacional de Medicina. Intersistemas, S.A. de C.V, 2013. [ Links ]

8. La investigación en salud como factor indispensable para mejorar la atención médica. Disponible en: http://www.conamed.gob.mx/conocenos/iso9000/pdf/ponencias/investigacion_calidad_atencion.pdfLinks ]

Aprobado: 10 de Abril de 2018

*Autor para correspondencia: Federico Leopoldo Rodríguez Weber. Correo electrónico: fweber@saludangeles.com.

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