Mujer de 32 años, que acude a Rehabilitación por presentar alteración progresiva de la marcha de seis meses de evolución, caracterizada por aumento en la base de sustentación y caídas frecuentes ante obstáculos pequeños o terreno irregular. A la exploración: marcha discretamente atáxica, signo de Romberg positivo. Cabeza, cuello, tórax abdomen y miembros superiores normales, miembros pélvicos con arcos de movilidad completos, examen clínico muscular normal en 5/5 en escala de Daniels, reflejos rotuliano y aquíleo aumentados +++, sensibilidad exteroceptiva incluyendo la térmica se encontraban normales, pérdida de la sensibilidad epicrítica y vibratoria por debajo de L1 de manera bilateral, no Babinski, pulsos y llenado capilar normales. Con datos clínicos de compresión medular de cordones posteriores, se solicita tomografía computarizada de columna dorsal y lumbar (Figura 1). Encontrando datos radiológicos de imagen hiperdensa, compatible con hemangioma vertebral a nivel del cuerpo de T10, con extensión al canal medular, originando presión medular comprimiéndola contra elementos posteriores vertebrales, lo que explicaría datos de afectación de cordones posteriores, con integridad motora. La paciente se canalizó a valoración por Neurocirugía.
Los hemangiomas son anomalías del desarrollo del tejido vascular, con carácter benigno,1 pueden localizarse en periostio, hueso cortical y en ocasiones se observan dentro del canal medular. Los hemangiomas a nivel esquelético son hallazgos casuales y generalmente el paciente se encuentra asintomático. Las manifestaciones neurológicas se reportan en menos del 1% de los casos.2,3 Se les observa con mayor frecuencia en la calota, vértebras y en huesos largos; desde el punto de vista histológico se les clasifica en capilares, cavernosos, arteriovenosos y venosos; los localizados en tejido óseo suelen ser de tipo capilar.4