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Península

versión impresa ISSN 1870-5766

Península vol.18 no.1 Mérida ene./jun. 2023  Epub 23-Abr-2024

https://doi.org/10.22201/cephcis.25942743e.2023.18.1.84262 

Reseñas

Laura Hernández Ruiz, coordinación. Atlas geográfico y estadístico para el análisis del suicidio en la península de Yucatán, México. México, 2021: UNAM: 202 pp.

Juan de Dios Barrueta Rath1 

1Programa de doctorado en Historia, CIESAS Peninsular.Universidad Nacional Autónoma de México


El suicidio en la Península de Yucatán, al iniciar la tercera década del siglo XXI, se presenta como una de las mayores problemáticas sociales y de salud en dicha región de México. Su estudio científico es incipiente, por lo cual, el Atlas geográfico y estadístico, constituye un aporte fundamental para configurar una visión regional integral, que articula datos duros de las tres entidades peninsulares, con el análisis de sus contextos históricos y sociales, así como de las estrategias de comunicación social del fenómeno en la prensa. Uno de sus valores más significativos está en su probable utilidad para la formulación de políticas públicas de prevención, basadas en formas más equilibradas de lectura e interpretación de los datos, tanto cualitativos como cuantitativos.

En la vida cotidiana, la percepción social y el discurso acerca del suicidio se encuentran silenciados, porque es uno de esos temas tabú de los cuales la gente prefiere no hablar. Nuestros convencionalismos sociales lo mantienen invisible. Paradójicamente, es también uno de esos temas sobre los que cualquier persona cree tener una opinión, sin llegar a reconocer que, por lo general, esa opinión podría estar fundada en percepciones mediatizadas o en mitos construidos socialmente.

Entre estas percepciones sociales se entretejen verdades a medias, relacionadas con el hecho de que el campo de la salud es el encargado de articular las escasas políticas públicas de atención al fenómeno. Entre ellas, la idea de que el suicidio es un problema exclusivamente de salud, que se contagia, que se comporta como una enfermedad, que se propaga como una epidemia o que es el resultado de algún trastorno mental como puede ser la depresión, la esquizofrenia o cualquier otro padecimiento psiquiátrico.

Por otra parte, en contextos sociales donde el peso de las culturas e imaginarios tradicionales es mayor, existen creencias que asocian la ideación suicida con la influencia del mal o de alguna de sus representaciones míticas, como ha mostrado Laura Hernández en una de sus investigaciones sobre representaciones sociales del suicidio en Chichí Suárez, Yucatán (Hernández 2014). Este estudio me hace recordar las palabras de mi abuela Juanita, yucateca, originaria de Kinchil, citadas por mi madre: “el diablo no duerme”, como advertencia de que la propia voluntad, en un momento de vulnerabilidad, podría ser influida por el mal y dar como resultado el suicidio.

Aunque la investigación sobre el suicidio en la Península de Yucatán no es abundante, es pertinente decir que, durante las últimas tres décadas, el problema ha sido atendido por algunas figuras relevantes en el sector de la salud y de la investigación socioantropológica. En Yucatán, es conocido el trabajo de Gaspar Baquedano, desafortunadamente fallecido a principios de marzo de 2022. Su trabajo clínico en el Hospital Psiquiátrico Yucatán fue notable, porque se centró en la experiencia de personas que habían intentado causarse la muerte, a las cuales consideraba conocedoras de todo el proceso. Mediante la formación de grupos de autoayuda, cobijados por el Programa Integral de Atención al Suicidio, Baquedano generó una valiosa experiencia, sostenida durante años y complementada por actividades de difusión como su columna “Voces de Vida” en el diario Por Esto, el espacio radiofónico testimonial Aquí y ahora, conducido por la Irma Can, en Radio UADY, así como las charlas que, bajo la denominación de ECO (escuela de conciencia), compartía en sus redes sociales.

El trabajo de Baquedano puso énfasis en la idea del suicidio como una creación. Una construcción social, de la cual, como sujetos, somos todos responsables. Considero que su colaboración ha sido fundamental para orientar mi trabajo artístico y social en torno al tema, junto con mis compañeros de Murmurante Teatro, adoptando la perspectiva de que no se trata de un problema exclusivamente médico, sino también económico, social y cultural. A partir de la labor mencionada hemos podido formular preguntas desde las artes escénicas y el cine documental durante los últimos doce años (Yépez 2016).

A ese trabajo pionero, elaborado desde la práctica clínica en Yucatán, se suma el de Alejandra Aranda, sobre la situación en la que se quedan los sobrevivientes del suicidio de seres queridos (Vargas 2013).

Por otra parte, desde una perspectiva sociológica y antropológica, es significativo el trabajo que durante las últimas dos décadas han desarrollado Moisés Frutos Cortés en la Universidad Autónoma de Ciudad del Carmen y Eliana Cárdenas en la Universidad de Quintana Roo. Estos investigadores, junto con los antes mencionados, han formado parte de otras antologías regionales sobre el tema, como Violencia social y suicidio en el sureste de México, publicado en 2013. En esa obra, Frutos y Cárdenas suman experiencia y aportaciones sobre el estudio de sus propios contextos locales al Atlas geográfico y estadístico, que representa un avance en la comprensión del suicidio en la región peninsular.

Durante las últimas décadas, las cifras de suicidio en la región nos plantean la necesidad de poner atención a esta compleja problemática, que ha causado perplejidad por su contraste con discursos que asocian a la Península con un cierto ideal de bienestar y paz social, a diferencia de otras regiones del país.

Esta paradoja nos muestra que la complejidad del fenómeno se debe principalmente a su carácter multifactorial y que, por ello, requiere ser abordado integralmente desde diversas miradas y disciplinas.

La perspectiva regional del Atlas geográfico y estadístico permite comparar el comportamiento del fenómeno en diferentes escalas geográficas, puesto que el suicidio es también un problema mundial de creciente importancia. Desde el 2000 la Organización Mundial de la Salud comenzó a difundir una estrategia de prevención global, por ello, la posibilidad de analizar el tema a escala regional, estatal y municipal, permite hacer comparaciones a escala nacional y global, desvaneciendo así percepciones simples de narrativas sensacionalistas como “el lugar con el mayor índice de suicidio” y frases parecidas, que van perdiendo sentido a medida que el análisis de los datos se vuelve más fino y detallado.

El Atlas geográfico y estadístico también permite formular nuevas preguntas y articular nuevas relaciones interdisciplinarias entre investigadores sociales, instancias gubernamentales de prevención, agentes culturales y sociedad civil para una comprensión más profunda e integral del fenómeno del suicidio.

El trabajo coordinado por Laura Hernández propone analizar las múltiples aristas asociadas al impacto socioeconómico que han dejado los procesos de modernización de los tres estados que integran la península de Yucatán durante los últimos treinta años. A saber, una agudización de las desigualdades sociales en las zonas donde hubo un auge de la explotación del petróleo, como Ciudad del Carmen, el desplazamiento de los trabajadores del campo debido a su exclusión de los sistemas de crédito, que derivó en formas de despojo de las tierras ejidales y la migración a la costa del caribe quintanarroense desde las poblaciones del interior de la península para engrosar el ejército de reserva de los desarrollos turísticos.

Mediante su énfasis en una adecuada interpretación de los datos, el Atlas geográfico y estadístico contribuye a la formulación de diagnósticos más atinados, pues ofrece mapas georreferenciados que dan una idea precisa de las zonas y regiones de mayor vulnerabilidad, causalidad y evolución del problema a lo largo de los seis años considerados en el estudio, de 2010 a 2015.

Cuando se relacionan datos duros de fuentes como el inegi con percepciones y representaciones sociales consignadas en la prensa, se suma a la complejidad misma del estudio del suicidio, el análisis del discurso que llega con mayor frecuencia a la población.

Mediante el análisis de la información ofrecida por la prensa se puede valorar la importancia de los protocolos sugeridos por la oms a partir del 2000 para los medios de comunicación. Éstos proponen un manejo de la información que no exhiba a las personas involucradas ni sus datos personales, como nombres y ubicaciones, fotografías in situ de los cuerpos, así como la consigna de evitar el sensacionalismo o la descripción pormenorizada de los métodos utilizados.

En resumen, el aporte principal del Atlas geográfico y estadístico a la comprensión y prevención del fenómeno del suicidio estriba en ofrecer un estudio cuidadosamente localizado y contextualizado en la zona peninsular, abarcando los niveles regional, estatal y municipal.

Se trata de un trabajo interdisciplinario que ha logrado vincular a tres prestigiosas universidades de los estados peninsulares, en un esfuerzo colectivo para ofrecer la más detallada información geográfica y estadística, mediante el uso abundante de mapas y gráficas, presentados en un formato que facilita su lectura y consulta. Además, incluye una perspectiva histórica, socioeconómica y cultural de indudable utilidad y valor cualitativo para formular políticas públicas de prevención a nivel local y regional.

Hoy que en la región peninsular se percibe un interés genuino por parte de algunos legisladores en relación a formular políticas públicas de prevención, el Atlas geográfico y estadístico para el análisis del suicidio en la península de Yucatán llega en un momento oportuno y ofrece perspectivas esperanzadoras, fundadas en una mayor comprensión de un fenómeno social y cultural que, más allá de su definición como problema de salud, llegó a ser considerado por intelectuales como Albert Camus, “el único problema filosófico verdaderamente serio”.

Juan de Dios Barrueta Rath juandediosrath@gmail.com

Referencias

Hernández, Laura, 2014. Percepción y representaciones sociales del suicidio en Chichí Suárez, Yucatán. México: UNAM. [ Links ]

Vargas, Alejandra. 2013. “Despedidas sin adiós: conversaciones sobre la muerte y la vida”. En Violencia social y suicidio en el sureste de México. Memoria de un encuentro regional, coordinación de Moisés Frutos Cortés, 153-192. México: Secretaría de Salud del Estado Campeche-UNACAR. [ Links ]

Yépez, Gabriel. 2016. “Entrevista a Murmurante Teatro”. Consultado el 15 de mayo de 2022. http://archivoartea.uclm.es/textos/entrevista-a-murmurante-teatro . [ Links ]

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