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Agricultura, sociedad y desarrollo

versión impresa ISSN 1870-5472

agric. soc. desarro vol.15 no.2 Texcoco abr./jun. 2018

 

Artículos

Estructura del ingreso y consumo de hogares rurales en diferentes regiones agro-económicas de Puebla, México

Venkatesh Gurusamy1 

Leobardo Jimenez-Sanchez2 

José L. Jaramillo-Villanueva1  * 

Daniel C. Martínez-Carrera1 

Miguel Sánchez-Hernández1 

María E. Méndez-Cadena1 

1Campus Puebla. Colegio de Postgraduados. Colonia Momoxpan, San Pedro Cholula, Puebla. México. (jaramillo@colpos.mx).

2Desarrollo Rural. Campus Montecillo. Colegio de Postgraduados. Montecillo, Estado de México. 56230. México.


Resumen

La importancia del estudio del bienestar social de los hogares rurales a nivel municipal radica en que los resultados pueden ser usados para proponer estrategias de intervención específicas, atendiendo características productivas, socio-económicas y ambientales. Este estudio tuvo como objetivo calcular y analizar indicadores de bienestar socio-económico; pobreza y desigualdad del ingreso, y su relación con características sociodemográficas y productivas de los hogares rurales. Los datos se obtuvieron usando un cuestionario estructurado aplicado a una muestra de 141 hogares y a través de entrevistas en profundidad a informantes clave. Se utilizó un muestreo estadístico aleatorio simple. El tamaño de muestra se determinó con una confiabilidad de 95 % y una precisión de 5 %. El estudio se realizó en tres municipios del estado de Puebla: San Salvador el Verde, Tlapanalá, y Coatzingo. Los resultados indican que existen diferencias significativas en el ingreso y consumo de los hogares, explicado por la diversificación del ingreso, el acceso a activos productivos y por la calidad del temporal. La desigualdad, estimada por el índice de Gini, es alta; 0.502, 0.439, y 0.416 para San Salvador el Verde, Tlapanalá y Coatzingo, respectivamente. Los factores explicativos de la desigualdad son el valor de los activos de herencia, el índice de capital humano, y el valor de las transferencias a nivel municipal. El índice de pobreza para los tres municipios es mayor que el reportado por CONEVAL en 2014.

Palabras clave: bienestar social; desigualdad del ingreso; hogar rural

Abstract

The importance of the study of social welfare of rural households at the municipal level lies in that the results can be used to propose specific intervention strategies, addressing productive, socioeconomic and environmental characteristics. This study had the objective of calculating and analyzing indicators or socioeconomic welfare, poverty and income inequality, and their relation with sociodemographic and productive characteristics of rural households. The data were obtained using a structured questionnaire applied to a sample of 141 households and through in-depth interviews with key informants. Simple random statistical sampling was used. The size of the sample was determined with a reliability of 95 % and an accuracy of 5 %. The study was performed in three municipalities of the state of Puebla: San Salvador el Verde, Tlapanalá and Coatzingo. The results indicate that there are significant differences in the income and consumption of the households, explained by the diversification of income, access to productive assets, and quality of seasonal rains. The inequality, estimated by the Gini index, is high: 0.502, 0.439 and 0.416 para San Salvador el Verde, Tlapanalá and Coatzingo, respectively. The explicative factors of inequality are the value of the inheritance assets, the human capital index, and the value of transferences at the municipal level. The poverty index for the three municipalities is higher than the one reported by CONEVAL in 2014.

Key words: social welfare; income inequality; rural household

Introducción

El estudio del bienestar social de la población tiene una larga historia en México y en el mundo, debido a que aporta información para tomar decisiones de política fiscal y sobre el tipo de programas necesarios para mejorar el ingreso y el consumo de los hogares. Recientemente, este tema ha cobrado mucha importancia debido a que la situación de pobreza de la población no ha mejorado en los últimos 30 años e incluso ha empeorado en algunos periodos. La proporción de la población en situación de pobreza alimentaria y pobreza de patrimonio en 1992 era de 21.4 y 53.1 %, y en 2014 fueron de 20.6 y 53.2 %, respectivamente (CONEVAL, 2015).

El bienestar social es un concepto de naturaleza compleja, no medible directamente, y puede ser definido de distintas maneras de acuerdo con la teoría del bienestar que se tenga en cuenta (Di Pasquale, 2008). En la literatura sobre el desarrollo económico y social existe una larga tradición de medición; sin embargo, fueron los economistas del bienestar quienes aportaron soporte teórico al concepto de bienestar social (Debreu, 1959; Sen, 1970; Arrow, 1974).

En la literatura se identifican diferentes enfoques para abordar el concepto de bienestar social. Sen (1999) realiza una crítica de dos enfoques muy utilizados. La igualdad utilitaria, con fundamentos en la economía clásica del bienestar; y la justicia distributiva, sustentada por Rawls (1971). La igualdad utilitaria es aquella que puede derivarse del concepto de utilidad marginal, según la cual cada persona obtiene mayor utilidad, en la medida que consume una mayor cantidad de cierto bien, y su utilidad aumenta a una tasa decreciente, sin considerar aspectos de distribución. La justicia distributiva se caracteriza por una igualdad en la dotación de “bienes sociales primarios”; estas son «cosas que todo hombre racional se presume necesita», incluidos «los derechos, libertades y oportunidades, el ingreso y la riqueza, y las bases sociales del respeto de sí mismo”. Las libertades básicas tienen prioridad sobre los otros bienes sociales primarios.

Sen (1992) argumenta que los enfoques anteriores no dan cuenta adecuadamente del concepto de bienestar social porque ignoran que un componente fundamental del bienestar son las “capacidades” y “habilitaciones” de las personas. Las primeras son definidas como las oportunidades de elección sobre la forma en que desea vivir. Así, la calidad de vida depende de lo que el sujeto sea capaz de conseguir, de las maneras en que sea capaz de vivir, y no solo de sus recursos económicos para satisfacer necesidades básicas. Las “habilitaciones” son recursos respecto de los que existe una posibilidad real de uso y una persona está habilitada respecto de ciertos recursos cuando puede ponerlos a su disposición para utilizarlos o consumirlos. A partir de este enfoque, el desarrollo social se entiende como un proceso de expansión de las libertades que las personas valoran y tienen razones para valorar (Cejudo, 2007).

La desigualdad social

La desigualdad se refiere a una distribución no equitativa de oportunidades o de la riqueza generada en una sociedad. La desigualdad social es la distribución asimétrica de bienes y servicios como salud, educación, e ingreso entre los hogares, clases sociales, género y razas de una sociedad (Conapo, 2005).

El concepto de “Desigualdad es más amplio que el de pobreza, en tanto es definido sobre el total de una distribución dada, y no solo sobre una parte de la distribución de ingresos de los individuos (u hogares) que está definida por debajo de cierta línea de pobreza” (Rodríguez, 2008). Este es independiente de la media de la distribución y en su lugar exclusivamente se aborda el segundo momento: la dispersión de la distribución (Litchfield, 1999).

La desigualdad social se manifiesta en problemas como el deterioro del ingreso, la depreciación del trabajo y la baja cobertura de los servicios sociales básicos. La desigualdad en la distribución del ingreso, específicamente, repercute en el empleo, la educación, la salud, la vivienda, y el espacio público y residencial, y segmenta la vida social.

El estudio del Bienestar requiere atender a múltiples factores históricos, culturales y políticos, además de los económicos. Entre éstos últimos se toma en cuenta la distribución del ingreso entre todos los componentes del grupo social (la familia, u hogar). Sin embargo, estos tres conceptos pertenecen a una misma familia y en general los indicadores utilizados para medirlos son compuestos (Haughton y Khandker, 2009).

En la literatura sobre la desigualdad social los indicadores de desigualdad pueden ser medidas positivas, las cuales no hacen referencia explícita a ningún concepto de bienestar social y las normativas, basadas en una función de bienestar. Al primer grupo pertenecen los índices estadísticos que tradicionalmente se utilizan para analizar la dispersión de una distribución de frecuencias como la varianza, la desviación estándar, el coeficiente de variación, y el análisis de los cuantiles. En tanto, al segundo grupo pertenecen aquellos que están basados en una función de bienestar social como el índice de Gini, la Curva de Lorenz, y el índice de Theil (Haughton y Khandker, 2009). En este estudio estimamos la desigualdad con el índice de Gini y con el de Theil.

Concepto de ingreso y consumo

En México, a partir del mandato de la Ley de Desarrollo Rural Sustentable (LDRS), para medir el bienestar social de la población se emplea un patrón de consumo que refleja un mínimo de bienestar y cuyo precio de mercado constituye la línea de pobreza (CONEVAL, 2015). Así, los hogares cuyo ingreso está por debajo de esta se consideran pobres por ingreso. La incidencia de la pobreza por ingresos es un indicador ampliamente utilizado a escala mundial que refleja el porcentaje de la población en un cierto ámbito que no cuenta con los recursos monetarios suficientes para adquirir los bienes y servicios considerados como necesarios en su entorno social.

Con el propósito de hacer comparables los resultados de esta investigación se utilizó el concepto de ingreso que propone INEGI (2015) y que es el mismo que utiliza CONEVAL en las mediciones de bienestar y pobreza en México. El concepto de ingreso es el que se forma por las entradas monetarias y no monetarias que satisfacen tres criterios: regularidad, disponibilidad y patrimonio. De acuerdo con INEGI, el ingreso corriente se compone de las siguientes cinco categorías: ingreso del trabajo; renta de la propiedad; transferencias; estimación del alquiler de la vivienda; y otros ingresos corrientes (INEGI, 2010). Dadas las características del este estudio y por cuestiones de costos no es posible imputar un valor para el alquiler de la vivienda, ni de renta de la propiedad, por lo que, por simplicidad, no se tomarán en cuenta para las estimaciones de ingreso.

La situación de bienestar de los hogares rurales en México y Puebla

El estado de Puebla es la quinta entidad más poblada de México, con 5.78 millones de habitantes y la novena en contribución al Producto Interno Bruto (INEGI, 2010). Sin embargo, también es una de las entidades con mayores rezagos sociales y desigualdad del ingreso; ocupa el cuarto lugar, después de Guerrero, Oaxaca y Chiapas. Para 2014, la población en situación de pobreza y pobreza extrema fue de 64.5o% y 16.2 %, respectivamente. La población sin acceso a bienestar fue de 69.7 % (CONEVAL, 2015).

Respecto al ingreso monetario, la forma más utilizada para conocer su distribución es usar alguna medida de desigualdad, como el coeficiente de Gini o el de Theil. Para el estado de Puebla, el índice de Gini pasó de 0.48 en 2010 a 0.57 en 2014, situación que deberá atenderse pues este índice disminuyó a nivel nacional; pasó de 0.50 a 0.48 en el mismo periodo, otro aspecto que da cuenta de la situación de rezago social del estado es la inseguridad alimentaria, que fue de 26.2 % en 2014, y se ha mantenido casi sin cambio en los últimos años, pasando de 26.4 % en 2010 a 25.2% en 2015 (CONEVAL, 2014; 2015).

La situación de pobreza y desigualdad podría explicarse por una serie de carencias que limitan las oportunidades de la población, tales como el rezago educativo, la seguridad social, y los servicios de salud, que fueron de 25.3 %, 72.3 % y 40.4 %, respectivamente, en 2010. Para 2015 las dos primeros carencias no mejoraron de forma importante, con valores de 22.9 % y 71.3 %, respectivamente, mientras que la carencia de acceso a servicios de salud fue de 18.9 % en este último año.

En Puebla, a nivel municipal, la situación del ingreso y su distribución presentan importantes contrastes, pues mientras en 2014 Chichiquila presentó 96.3 % de sus habitantes en situación de pobreza de patrimonio, Santa María Tlaltempan tuvo 3 % en esta condición, lo que en términos relativos es bueno y lo ubica como uno de los municipios a nivel nacional con menor incidencia.

En cuanto a la zona de estudio, el municipio de Tlapanalá tiene una población de 7063 habitantes, con un Índice de Desarrollo Humano (IDH) de 0.805; el índice de Gini es de 0.38 y 80.9 % de la población con pobreza de patrimonio. San Salvador el Verde, con una población de 24 812, tiene un IDH de 0.815; el índice de Gini, de 0.426; 69.5 % de la población en pobreza de patrimonio; y 13.5 % en pobreza extrema. Finalmente, Coatzingo tenía 2,714 habitantes; IDH, de 0.7502; el de Gini, de 0.4313; 76.6 % de la población en pobreza de patrimonio; y 30.8 % en pobreza extrema (Cuadro 1).

Cuadro 1 Características sociales de los municipios en estudio. 

Tlapanalá San Salvador el Verde Coatzingo Estado de Puebla
Población 7063 24 812 2 714 5 794 763
IDH 0.8048 0.8147 0.7502 0.693
Índice de Gini 0.3786 0.4267 0.4313 0.452
Pobreza (%) 80.9 69.5 76.6 61.2
Pobreza extrema (%) 24.9 13.2 30.8 16.7
Pobreza moderada (%) 56.0 56.3 45.7 44.5

Fuente: INEGI. 2010; CONEVAL 2015. IDH: Índice de Desarrollo Humano.

Los municipios bajo estudio también presentan condiciones productivas y naturales diferentes. San Salvador el Verde obtiene la mayor parte de ingreso agropecuario de la producción de granos y ganado porcino, Tlapanalá de hortalizas y ganado bovino, y Coatzingo de hortalizas, frutales y ganado bovino (Cuadro 2).

Cuadro 2 Valor de la producción agropecuaria de los municipios en estudio, 2014. 

Cultivos San Salvador el Verde Tlapanalá Coatzingo
Valor (Miles de pesos) % Valor (Miles de pesos) % Valor (Miles de pesos) %
Hortalizas 12 509 11.9 84 485 58.3 37 314 54.0
Granos 65371 62.1 32 608 22.5 5445 7.9
Frutales 6145 5.8 11 705 8.1 24 000 34.7
Flores 21280 20.2 - - -
Otros - - 16 160 11.1 2371 3.4
Total 105305 100.0 144 957 100.0 69 131 100.0
Ganadería
Bovinos 2581 15.0 1347 34.0 7313 72.1
Porcinos 11 254 65.6 851 21.5 2403 23.7
Ovinos 929 5.4 925 23.4 76 0.8
Caprinos 254 1.5 686 17.3 196 1.9
Aves 1750 10.2 87 2.2 61 0.6
Guajolote 394 2.3 64 1.6 91 0.9
Total 17 162 100.0 3 960 100.0 10 140 100.0

Fuente: elaboración propia con datos de SIAP, 2015.

De acuerdo a lo anterior, el campo tiene un papel relevante en la reproducción de los hogares, debido a que el ingreso agropecuario es una fuente importante de seguridad alimentaria e ingreso monetario, mucho más para San Salvador el Verde y Tlapanala y, en menor medida, para Coatzingo y Tlapanala.

La hipótesis que aborda el presente estudio es que el bienestar social de los hogares rurales, calculado con base en el ingreso y el consumo, es explicado por características sociodemográficas, productivas y por las condiciones ambientales en que viven. Así, el objetivo es calcular y analizar el comportamiento de indicadores de bienestar socio-económico, su distribución, y su relación con las características sociodemográficas y productivas de los hogares rurales.

Metodología

Localización del área de estudio

El municipio de San Salvador el Verde se localiza en la parte centro oeste, del estado de Puebla. Sus coordenadas geográficas son los paralelos 19° 12’18’’ y 19° 21’ 54’’ N y los meridianos 98° 26’ 54’’ y 98° 93’ 18’’ O. En el municipio se presenta la transición de los climas templados del Valle de Puebla y los semifríos de las partes bajas de la Sierra Nevada. La temperatura media anual es entre 12 y 18 °C. Temperatura del mes más frío entre 3 y 18 grados. Las zonas más elevadas del Iztaccíhuatl están cubiertas de nieve y a su alrededor presenta praderas de alta montaña; las faldas inferiores de la Sierra Nevada están dedicadas en su mayoría a la agricultura de temporal. Al oriente presenta zonas de agricultura de riego, que forma parte de la gran zona de regadío que circunda San Martín Texmelucan y la más grande del Valle de Puebla.

El municipio de Tlapanalá se localiza en la parte suroeste del Estado de Puebla. Sus coordenadas geográficas son los paralelos 18° 38’ 24’’ y 18° 44’ 06’’ N y los meridianos 98° 28’ 18’’ y 98° 35’ 36’’ O. El municipio tiene topografía plana en general con un suave descenso en dirección noreste-suroeste, que va de 1500 a 1300 m de altitud. El municipio se localiza dentro de la zona de climas cálidos del Valle de Izúcar de Matamoros, identificándose dos: semicálido y cálido subhúmedo. La mayor parte del municipio presenta áreas dedicadas a las actividades agrícolas; existen grandes zonas de agricultura de temporal. Las áreas montañosas están cubiertas por selva baja caducifolia asociada a vegetación secundaria arbórea y arbustiva.

El municipio de Coatzingo, se localiza en la parte centro sur del estado de Puebla. Sus coordenadas geográficas son los paralelos 18° 31’ 36’’ y 18° 39’ 36’’ N y los meridianos 98° 08’ 18’’ y 98° 14’ 60’’ O. Presenta un solo clima de tipo cálido: subhúmedo con lluvias en verano. Una gran parte de su territorio está cubierta con selva baja caducifolia; su ubicación coincide con la de los suelos litosol y regosol, y ambos con las zonas que presentan cierto declive en su relieve. Existe un área importante dedicada a la agricultura de riego en la zona plana; intermedio entre las zonas de riego y las áreas de selva baja caducifolia se cuenta con zonas de agricultura de temporal que cubren un área considerable.

Se construyó una muestra por conglomerados en dos etapas. Se seleccionó este método debido a que no existe un marco de muestreo de hogares, pero sí se conocían las comunidades dentro de cada uno de los municipios seleccionados. Las unidades primarias estuvieron formadas por municipios, y las unidades secundarias por los hogares, dentro de cada municipio. Este es un diseño de muestreo probabilístico, cuya principal característica es que la población se divide en agrupaciones naturales; en este caso, municipios y comunidades a las que denominamos conglomerados.

En la primera etapa se seleccionaron tres municipios con probabilidades proporcionales a su tamaño; en la segunda se realizó un muestreo aleatorio simple. Para la selección aleatoria de los hogares se dividió cada núcleo poblacional en cuadrantes y en cada uno de ellos se distribuyó el número predeterminado de hogares. La encuesta piloto y su aplicación final se realizaron en septiembre y noviembre de 2014 con la participación de cuatro profesionistas con formación socioeconómica previamente capacitadas. En esta etapa se realizaron tres acciones simultáneamente; se capacitó a los encuestadores, se levantó la encuesta piloto, se corrigió el cuestionario estructurado, y se aplicó el cuestionario estructurado, cara a cara, a los jefes(as) de familia. Para conocer a mayor detalle aspectos de hábitos de consumo y gasto a través del año se realizarán dos entrevistas en profundidad en cada municipio, a informantes clave; jefes(as) de hogar de mucha confianza, con los que los investigadores han mantenido relaciones de trabajo por varios años.

Los municipios seleccionados para el estudio son San Salvador el Verde, Tlapanalá y Coatzingo, y el principal criterio de selección fue el contraste detectado en recorridos de campo, en sus características productivas y sociodemográficas. El Cuadro 3 presenta la muestra de hogares y su distribución.

Cuadro 3 Población, muestra y distribución de los hogares seleccionados. 

Municipios Localidades Núm. De Hogares Población total Muestra Porcentaje
San Salvador el Verde San S. el Verde 632 2768 19 13.5
Analco 538 2515 15 10.6
Hueyacatitla 966 4526 16 11.3
Aztotoacan 551 2547 16 11.3
Atzitzintla 743 3398 11 7.8
Tlacotepec 518 2403 19 13.5
Tlapanalá Tlapanalá 649 2718 12 8.5
Coatepec 291 1393 12 8.5
Tepapayeca 318 1329 13 9.2
Coatzingo Coatzingo 784 2964 8 5.7
Total 5990 26 561 141 100.0

Fuente: elaboración propia.

Diseño del cuestionario y métodos de análisis de datos

El cuestionario se integró por 10 secciones; características sociodemográficas y vivienda; actividades productivas agropecuarias; comercio y servicios; transferencias, migración, financiamiento; recursos naturales e imprevistos; activos productivos; consumo del hogar; organización, comercialización y otros servicios, y seguridad alimentaria. Las escalas de medición fueron de tipo nominal, ordinal y de razón, con un total de 157 preguntas.

Medición del ingreso y la desigualdad

El bienestar social se calculó con base en los conceptos de pobreza absoluta y relativa (Foster, 1998). Para el primero se utilizó el enfoque de líneas de pobreza, definidas como un ingreso inferior al ingreso umbral requerido para satisfacer las necesidades básicas. La otra medida del bienestar es la medición de la pobreza relativa, o la desigualdad, que se define como la forma en que se distribuye la riqueza en una sociedad, es decir, cuánto recibe una persona en comparación con otros miembros de la sociedad. La desigualdad puede medirse para cualquier distribución en una población, pero cuando se habla de la desigualdad económica se refiere a la distribución del consumo o el ingreso en la población (Foster, 1998). En este estudio estimamos la desigualdad en el ingreso y en el consumo.

Hay varios métodos para medir la desigualdad del ingreso o del consumo, cada uno con sus características y limitaciones. La medida más utilizada es el índice de Gini. El coeficiente varía entre cero y uno. Un coeficiente de Gini de cero refleja la igualdad completa, mientras que un coeficiente de Gini de 1 muestra la desigualdad perfecta (Medina, 2001). Gráficamente, el índice de Gini puede representarse como el área entre la curva de Lorenz de la distribución del ingreso y una línea hipotética de igualdad. La curva de Lorenz traza la participación en el ingreso acumulado contra la distribución de la población. En caso de igualdad perfecta, la curva de Lorenz sería la misma que la línea de igualdad, lo que hace que el índice de Gini sea cero. El coeficiente de Gini es capaz de proporcionar una base para el juicio de valor de la desigualdad de ingresos. El estándar aceptado internacionalmente es que si el valor del coeficiente de Gini es menor que 0.2, la distribución de ingresos observado es altamente similar; si el valor varía entre 0.2 y 0.3, la distribución de ingresos es relativamente media; si está entre 0.3 y 0.4, la distribución del ingreso es moderadamente alta; y si es superior a 0.4, la desigualdad del ingreso tiende a ser grande (You Hongbing, 1998).

La segunda medida de la desigualdad es el índice entrópico de Theil (Theil, 1967), que deriva de la noción de entropía de la teoría de la información; es una medida de concentración más fina que el coeficiente de Gini. El índice de Theil se normaliza en un intervalo de entre cero y uno, donde valores cercanos a cero significan una menor desigualdad, y cercanos a uno mayor desigualdad. Este indicador otorga una mayor ponderación a las transferencias realizadas a individuos u hogares con bajos niveles de ingreso, por lo que indica que existe una mayor reducción de la desigualdad ante una transferencia hacia un estrato bajo que hacia uno medio, y cumple con el axioma de descomposición aditiva; es decir, una transferencia de una persona más rica a una más pobre hace disminuir el índice.

El coeficiente de Gini y el índice de Theil cumplen con las propiedades de los buenos indicadores que miden la concentración del ingreso, lo que justifica su uso en este trabajo. Principalmente satisfacen dos condiciones que son deseables en la estimación de la desigualdad; independencia de escala, es decir, que no debe existir variación ante cambios proporcionales por los valores de la variable o cambios de escala. Condición Pigou-Dalton o principio débil de transferencia, lo que significa que la desigualdad debe reducirse si existe una transferencia de ingresos de un hogar rico a uno pobre. Existe una tercera condición que solo cumple el índice de Theil y se denomina principio fuerte de transferencia o condición de cambio relativo. Este criterio exige que la medida de concentración tenga una mayor disminución en la desigualdad si la redistribución del ingreso se hace de un hogar rico a uno pobre, que si la transferencia se hiciera de un hogar rico a uno de ingresos medios (Medina, 2001).

Para el análisis de los datos, además del cálculo del índice de Gini y Theil, siguiendo la metodología propuesta por Haughton y Khandker (2009), se utilizó análisis de varianza para comparar la media de algunas variables relacionadas con la pobreza y la desigualdad, entre municipios, y el análisis de regresión múltiple para explicar el comportamiento del ingreso de los hogares.

Resultados y Discusión

Las características sociodemográficas y económicas de los municipios seleccionados muestran diferencias importantes. A nivel general, 32 % de los hogares tienen jefa de hogar y al interior de los municipios es similar, excepto para Coatzingo, con 16o%. La edad promedio de los jefes(as) de hogar es de 48 años, menor que lo reportado por INEGI (2015) para el estado de Puebla.

Un factor que potencialmente afecta en forma negativa los esfuerzos de los hogares para colocarse en actividades no agropecuarias es el nivel de escolaridad de los productores (Reardon et al., 2001), pues se tiene que en Puebla, 86.4 % de los jefes y jefas de las UP tienen grado de primaria o menos (INEGI, 2007). La escolaridad promedio encontrada para los municipios en estudio es de 7.8 años. Llama la atención que el promedio de escolaridad de los jefes(as) de hogar de Coatzingo es de casi 10 años.

La lengua indígena prácticamente no está presente en la muestra. El porcentaje de hogares que reciben programas sociales y que cuentan con seguridad social es relativamente bajo, tanto a nivel general como al interior de los municipios. Sobresale San Salvador el Verde, que tiene 43.8 de hogares que reciben programas sociales. Puebla es una de las entidades con menor acceso a créditos en el país, únicamente superado por Veracruz y Chiapas. La proporción de hogares de la muestra que recibieron crédito en los últimos cinco años es relativamente bajo; esta fue de 19.0, 8.0 y 25.0 % para San Salvador el Verde, Tlapanalá, y Coatzingo, respectivamente. De acuerdo con el Censo Agropecuario 2007, 3 % de las UP en Puebla manifestaron tener acceso a crédito bancario, en tanto que el conteo agropecuario del 2012 (INEGI, 2015) reveló que 7.68 % de las UP tuvo acceso a crédito formal o informal. Adicionalmente, al pobre acceso a los servicios financieros que predomina en el sector rural de Puebla es de resaltar la baja penetración que ha tenido la banca de desarrollo en la Entidad. Sobresale que de las UP que manifestaron recibir crédito, la banca comercial atendió a 16.5 %; Financiera Rural, a 8.1 % de estas; las Uniones de Crédito, al 6.3 %; SOFOLES, a 1.3 %: y el resto recibe el crédito de diversas fuentes. El porcentaje de hogares que realizan ahorro es muy similar al de aquellos con crédito. El ahorro está estrechamente ligado al crédito en estos municipios.

Las remesas no son un tipo de ingreso importante en los hogares de los municipios seleccionados; el porcentaje de estos con este tipo de ingreso no rebasó 16.2 %, lo que habla de poca migración. El promedio de dinero que recibieron los hogares por este concepto fue de 3000 pesos por año. Los que tienen parcelas donde practican la agricultura y la ganadería constituyen 70 %, con servicio de riego en más de 50 % de las parcelas, lo que está relacionado con una actividad agropecuaria importante, especialmente en Coatzingo. Los eventos inesperados, como granizadas, heladas y exceso de lluvia, principalmente, se presentan con mucha frecuencia, ocasionando una reducción de entre 10 a 20 % en los rendimientos unitarios de cultivos como maíz, frijol, hortalizas y frutales (Cuadro 4).

Cuadro 4 Descripción de la muestra; general y tres municipios. 

Variable/categoría S. Salvador el Verde (%) Tlapanalá (%) Coatzingo (%) General (%)
Género Hombre 67.7 64.9 84.0 68.1
Mujer 32.3 35.1 16.0 31.9
Lengua indígena 4.2 0.0 0.0 2.8
No 95.8 100.0 100.0 97.2
Programas sociales 43.8 16.2 12.5 34.8
No 56.3 83.8 87.5 65.2
Seguridad social 17.7 0.0 0.0 12.1
No 82.3 100.0 100.0 87.9
Servicio de crédito 18.8 8.1 25.0 16.3
No 81.3 91.9 75.0 83.7
Servicio de ahorro 18.8 8.1 12.5 13.5
No 81.3 91.9 87.5 86.5
Recibe remesas 6.3 16.2 4.0 8.5
No 93.8 83.8 96.0 91.5
Tiene parcelas 66.3 73.0 87.5 69.8
No 33.7 27.0 12.5 30.2
Régimen humedad Riego 77.8 71.4 50.0 74.1
Temporal 22.2 28.6 50.0 25.9
Eventos inesperado 43.8 10.8 50.0 35.5
No 56.3 89.2 50.0 64.5

Fuente: elaboración propia con datos de encuesta 2014.

La estructura de la producción en el estado de Puebla es un factor importante a tomar en cuenta para valorar las posibilidades de generación de ingreso y niveles de bienestar de los hogares rurales. En Puebla, 70.4 % de las UP realizan actividades agropecuarias o forestales. El tamaño promedio de las UP que realizan este tipo de actividades es de 3.16 hectáreas.

La agricultura es una de las principales actividades en la entidad, seguida de la ganadería, y las actividades no agropecuarias. El tamaño de los predios adquiere relevancia si se considera que, en el caso de la agricultura, para que ésta sea competitiva y rentable es necesario contar con una escala mínima dependiendo del tipo de cultivo y el acceso al riego, que en los municipios estudiados, está presente de forma importante. La superficie promedio en la zona de estudio es de 2.1 hectáreas sembradas. En general Coatzingo presenta mejores condiciones productivas y sociodemográficas que los otros dos municipios; por ejemplo, tienen el doble de superficie sembrada que San Salvador el Verde y Tlapanalá, mayor índice de activos, número de cabezas de ganado e índice de la vivienda (Cuadro 5).

Cuadro 5 Estadísticos descriptivos de los municipios en estudio. 

Variable S. Salvador el Verde Tlapanalá Coatzingo General
Edad (años) 48.9 47.7 41.4 48.1
Escolaridad (años) 7.5 6.4 9.8 7.3
Superficie sembrada (ha) 2.5 2.4 5.4 2.1
Número de cabezas 0.9 1.6 1.6 0.7
Índice de activos (0-1) 0.32 0.31 0.51 0.33
Tasa de dependientes (%) 31.5 31.5 38.1 31.9
Índice de vivienda (0-1) 0.78 0.83 0.84 0.81
Calorías per cápita 2047.8 1971.9 2615.7 2060.1
Ingreso agropecuario ($) 590.1 1060.2 1301.5 753.8
Ingreso no agropecuario($) 748.3 471.2 1143.6 698.0
Ingreso total ($) 1358.1 1547.5 2470.1 1470.9
Gasto total alimento ($) 488.0 437.6 766.6 490.6
Gasto total no alimento $) 691.3 635.5 661.0 675.0
Gasto total ($) 1179.4 1073.1 1427.6 1165.6
Inseguridad alimentaria (%) 54.2 48.6 12.5 50.4
Sin bienestar (Pobreza) (%) 77.1 75.7 25.1 73.2

Fuente: elaboración propia con datos de encuesta 2014.

Nota: el índice de activos y el de vivienda están en una escala de cero a uno.

Las características sociodemográficas y productivas de Coatzingo se reflejan en las características sociales. El ingreso per cápita es más del doble que los otros dos municipios, el consumo de calorías es mayor en 25 %, y el gasto en alimentos es 75 % mayor que en San Salvador el Verde y que en Tlapanalá. El gasto no alimentario es muy similar en los tres municipios. Es de notar que la inseguridad alimentaria en Coatzingo es cuatro veces menor que en los otros municipios, y la pobreza también son menores. Existen algunas características que podrían explicar estas diferencias (Cuadro 6).

Cuadro 6 Diferencia de medias (ANOVA) de variables seleccionadas. 

Actividades S. Salvador el Verde Tlapanalá Coatzingo Estadístico F/p-valor
X¯ Dif. X¯ Dif. X¯ Dif.
Escolaridad (años) 7.47 a 6.40 a 9.75 b 5.86(.004)
Superficie (ha) 2.49 a 2.36 a 5.37 b 0.61(.541)
Número de cabezas 0.53 a 1.06 b 1.08 b 0.51(.601)
Índice de activos 0.27 a 0.26 a 0.53 b 7.19(.001)
Tasa de dependientes 31.51 a 31.52 a 38.09 a 0.27(.762)
Índice de vivienda 0.78 a 0.81 a 0.83 a 1.39(.251)
Ingreso anual/ persona ($) 16 587 a 14 806 a 40 484 b 7.79(.001)
Ingreso agropecuario ($) 28 352 a 45 618 b 47 718 b 2.67(.072)
Ingreso no agropecuario ($) 38 642 a 21 562 a 49 577 a 1.63(.198)
Gasto alimentos($) 488 a 437 b 766 c 6.42(.002)
Gasto no alimentos($) 691 a 635 a 660 a 0.027(.973)
Calorías diarias 1848 a 2006 a 2633 b 3.69(.026)

Fuente: elaboración propia con datos de encuesta 2014.

Nota: el índice de activos y de vivienda están en una escala de cero a uno.

La población en situación de pobreza en los tres municipios estudiados es superior a la reportada en las estadísticas oficiales; 73 % según nuestros cálculos y de 64.5 % según CONEVAL (2015).

Los resultados de la prueba ANOVA muestran que hay diferencias significativas (α≤0.05) en variables sociodemográficas, productivas e indicadores de bienestar, principalmente entre Coatzingo y los otros dos municipios. En las medias de las variables: escolaridad del jefe, superficie sembrada de tierra, número de cabezas de ganado e índice de activos, existe diferencia significativa. No es el caso del índice de vivienda y la tasa de dependencia, que pertenecen al mismo grupo. También existe diferencia en el ingreso per cápita, en el ingreso agropecuario, y en el consumo de calorías por persona, en las cuales las medias de Coatzingo son mayores y estadísticamente diferentes (Cuadro 7). Los requerimientos de energía (kcal) promedio estimado son de 2200 (CONEVAL, 2015). Se observa que San Salvador el Verde y Tlapanalá tienen un consumo promedio por debajo del promedio nacional; en cambio el consumo es Ocotzingo es superior en aproximadamente 25 %.

Cuadro 7 Distribución del ingreso y del gasto en los municipios estudiados, 2014. 

Conceptos S. Salvador el Verde Tlapanalá Coatzingo
Gini Theil Gini Theil Gini Theil
Ingreso Monetario* ($) 0.430 - 0.380 - 0.430 -
Ingreso per cápita ($) 0.502 0.440 0.439 0.445 0.416 0.371
Ingreso agropecuario ($) 0.618 0.447 0.528 0.408 0.541 0.281
Ingreso no agropecuario ($) 0.659 0.449 0.776 0.571 0.741 0.536
Gasto total ($) 0.428 0.415 0.296 0.251 0.193 0.128
Gasto alimentario ($) 0.261 0.144 0.273 0.228 0.181 0.112
Gasto no alimentario ($) 0.605 0.668 0.415 0.228 0.251 0.186

*Estimado oficial del CONEVAL (2015).

Fuente: elaboración propia con datos de encuesta 2014.

La desigualdad

La distribución del ingreso y del consumo en los municipios estudiados presenta diferencias importantes. El índice de Gini y Theil estimó una desigualdad mayor para San Salvador el Verde y menor para Tlapanalá y Coatzingo. Es importante notar que en este orden, San Salvador el Verde, Tlapanalá, y Coatzingo presentan un índice de mayor a menor en pobreza e inseguridad alimentaria (CONEVAL, 2015).

En el caso de México es importante mencionar que, en general, los estados y municipios con mayores niveles de pobreza por ingresos son también aquellos con mayores niveles de desigualdad. Los elevados niveles de desigualdad en nuestro país tienen implicaciones importantes en su desarrollo, pues limitan el impacto del crecimiento económico en la reducción de la pobreza (De Ferranti et al., 2004).

Esta situación se acompaña de importantes restricciones para la reducción de la pobreza, ya que altos niveles de desigualdad impiden una mejor redistribución de los recursos generados por la economía y, por tanto, es necesario emprender políticas públicas específicas que conduzcan a la modificación de la distribución de recursos en estas entidades y municipios.

Factores explicativos del ingreso

El ingreso de los hogares es una de las formas más utilizadas para conocer la capacidad de obtener satisfactores, tales como alimentos, salud, recreación, y educación, entre otros. Los resultados de la ecuación de ingreso, en este estudio, revelan la importancia tanto de variables de capital humano como de tipo productivo. La contribución a la explicación de los ingresos en los hogares de la muestra, en orden de importancia, es: los activos productivos, la escolaridad del jefe(a) del hogar, el número de cabezas de ganado y la ocupación del jefe (Cuadro 8).

Cuadro 8 Resultados de la ecuación de ingreso para la muestra y municipios. 

Municipios Coeficiente Sig. Estadístico F R 2 y R 2 ajustada
San Salvador el Verde
Edad (años) 158.4 (.028) (41.236) (.809)(.783)
Escolaridad (años) 2288.1 (.000)
Trabajo no agropecuario($) 4938.5 (.027)
Activos productivos ($) 31 995.0 (.000)
Número de cabezas 6584.6 (.000)
Tlapanalá
Edad (años) 120.2 (.052) (18.953) (.795)(.763)
Escolaridad (años) 1517.5 (.040)
Activos productivos ($) 29 034.8 (.005)
Número de cabezas 974.6 (.001)
General
Escolaridad (años) 2451.1 (.000) (38.331) (.728)(.703)
Activos productivos ($) 26 724.9 (.000)
Número de cabezas 2017.8 (.000)
Ocupación del Jefe -594.4 (.053)

Fuente: elaboración propia con datos de encuesta 2014.

En la misma dirección de los resultados arriba mencionados, los activos productivos de los hogares (tierra, medios de transporte, maquinaria y equipo) tienen un efecto positivo y significativo en el ingreso de los hogares (Yúnez y Meléndez, 2007). Con respecto a la educación, Reardon et al. (2001) reportaron que esta es una variable que está relacionada con la selección de actividades no agropecuarias y también con mayores niveles de ingreso de los hogares rurales.

Una intervención tendiente a mejorar la situación de pobreza y desigualdad en los municipios estudiados deberá considerar aumentar el nivel educativo y la dotación de activos productivos de los hogares, así como el papel de las actividades no agropecuarias. Estas actividades no agropecuarias juegan un papel importante en mejorar el ingreso de los hogares rurales. Sobre este punto, De Janvry y Sadoulet (2001) encuentran que la participación del ingreso no agropecuario en el total de los hogares rurales de México es de más de 50 % y que está asociado con mayores niveles educativos.

Para tener confianza sobre los resultados del modelo de regresión, además de observar valores del estadístico F y R2 satisfactorios, probamos los supuestos del modelo; distribución normal de los errores del modelo, autocorrelación entre residuales (DW), y colinealidad (una variable explicativa no es combinación lineal de otra variables independiente). Para la normalidad de los errores se realizó la prueba de Shapiro-Wilk. El p-valor calculado fue 0.52, lo que indica que no podemos rechazar que los errores están normalmente distribuidos. La auto-correlación se probó con el estadístico Durbin-Watson, que tuvo un valor de 1.969, por lo que rechazamos autocorrelación entre las variables independientes. Finalmente, el estadístico Factor de Inflación de la Varianza (FIV) promedio para el grupo de variables explicativas fue de 1.199, por lo que rechazamos que alguna de las variables explicativas sea una combinación lineal.

Conclusiones

La importancia del estudio del bienestar social de los hogares rurales, estimado con base en el ingreso y el consumo de los hogares a nivel municipal radica en que los resultados pueden usarse para el diseño de estrategias de intervención específicas, atendiendo características socio-demográficas y productivas. Los indicadores de bienestar y desigualdad de los municipios seleccionados muestran diferencias significativas. La pobreza e inseguridad alimentaria es mayor en San Salvador el Verde y Tlapanalá que en Coatzingo. El índice de Gini estimó una desigualdad mayor para San Salvador el Verde y menor para Tlapanalá y Coatzingo. Es importante notar que en este orden, San Salvador el Verde, Tlapanalá, y Coatzingo presentan un índice de mayor a menor en pobreza e inseguridad alimentaria. Una posible explicación de lo anterior es la dotación de activos productivos, entre ellos, superficie sembrada, riego y uso de tecnología productiva, además de un mayor grado educativo del jefe del hogar, a favor de Coatzingo. Una política pública tendiente a mejorar la situación de pobreza y desigualdad en los municipios estudiados deberá considerar aumentar el nivel educativo y la dotación de activos productivos de los hogares más pobres, así como la promoción de empleo no agropecuario. Específicamente deberá aumentarse el grado de escolaridad de los integrantes del hogar en edad escolar, posiblemente con apoyo económico para que no abandonen la primaria y secundaria. Los adultos deberán capacitarse en la actividad que más les genera ingresos, sea agropecuaria o no agropecuaria. Los activos productivos que deben aumentar son maquinaria y equipo que permita agregar valor a la producción agrícola. Finalmente, para los hogares con dotación baja de tierra agrícola, incentivar actividades no agropecuarias, principalmente pequeños comercios y oficios.

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Recibido: Febrero de 2016; Aprobado: Junio de 2017

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