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Agricultura, sociedad y desarrollo

versión impresa ISSN 1870-5472

agric. soc. desarro vol.12 no.4 Texcoco oct./dic. 2015

 

Artículos

Más allá del ingreso: pobreza y bienestar subjetivo en cuatro comunidades rurales de México

E. Sarait Cardenas-Rodriguez1 

Alejandro López-Feldman2 

1 Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL). Boulevard Adolfo López Mateos #160 Colonia San Angel Inn. 01060. México, D.F. (escardenas@coneval.gob.mx).

2 Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE). Carretera México Toluca #3655. Col. Lomas de Santa Fe. 01210 México, D.F. (alejandro.lopez@cide.edu).


Resumen:

Aun cuando el dinero permite a los individuos adquirir numerosos bienes y potencialmente acceder a una mejor calidad de vida, la evidencia empírica proveniente de los análisis de bienestar subjetivo muestra que, como lo advierte la sabiduría popular, el dinero no compra la felicidad. El presente trabajo parte de la hipótesis de que las medidas basadas exclusivamente en el ingreso no son la mejor aproximación para medir el bienestar que las personas experimentan. Para evaluar esta hipótesis se utiliza información de hogares entrevistados en cuatro comunidades rurales ubicadas en los estados de Jalisco y Michoacán. La investigación se centra en evaluar el bienestar de los individuos en condiciones de pobreza. Para ello se contrastaron dos enfoques: pobreza de ingreso y bienestar subjetivo. Los resultados muestran que la clasificación de pobreza de ingreso es muy distinta de la que se obtiene utilizando indicadores de bienestar subjetivo. Los resultados muestran que si se utilizara al ingreso como única guía de política pública se estaría omitiendo información importante acerca del bienestar que los individuos experimentan. En este contexto, el enfoque de bienestar subjetivo es un buen complemento a las medidas de bienestar tradicionales.

Palabras clave: calidad de vida; medidas de bienestar; política pública

Abstract:

Even though money allows individuals to acquire numerous goods and potentially gain access to a better quality of life, the empirical evidence from subjective analyses of wellbeing shows that that, as popular wisdom warns, money does not buy happiness. This study stems from the hypothesis that measurements based exclusively on income are not the best approximation to measure the wellbeing that people experience. To evaluate this hypothesis, information from households interviewed in four rural communities located in the states of Jalisco and Michoacán are used. The research is centered on evaluating the wellbeing of individuals in conditions of poverty. For this purpose, two approaches were compared: income poverty and subjective wellbeing. Results show that the classification of income poverty is quite different than the one obtained using indicators of subjective wellbeing. The results show that if income were to be used as the sole guide for public policy, then important information about the wellbeing that individuals experience would be omitted. Within this context, the approach of subjective wellbeing is a good complement to the traditional measurements of wellbeing.

Key words: quality of life; measurements of wellbeing; public policy

Introducción

Con el propósito de explicar y predecir el comportamiento de los individuos, los economistas establecieron el concepto teórico de utilidad, el cual originalmente representaba la satisfacción, felicidad o nivel de bienestar del individuo. Sin embargo, el uso de dicho término se modificó hasta expresar preferencias individuales. Este cambio también transformó la medición del bienestar. Actualmente el bienestar se mide a partir de las preferencias que se pueden satisfacer (Ferrer-i-Carbonell, 2002). Se supone que los individuos, dadas sus restricciones, toman decisiones racionales que maximizan su bienestar. Esto implica que las decisiones de consumo generan el máximo nivel de bienestar que los individuos pueden alcanzar dentro de las opciones disponibles para ellos. Como el número de opciones disponibles se incrementa a medida que se incrementa el ingreso, un mayor ingreso debería representar un nivel de bienestar mayor (Diener, 2009a). Por ello, el ingreso se ha convertido en la medida de bienestar usada con mayor frecuencia. No obstante, en los últimos años se ha cuestionado que el ingreso sea la medida de bienestar más apropiada debido a que ofrece una visión limitada del bienestar del individuo. Así, se han desarrollado otros enfoques que presentan el bienestar del individuo como un fenómeno multidimensional y subjetivo.

El objetivo de esta investigación fue comparar dos tipos de indicadores de bienestar mediante un estudio de caso en comunidades rurales mexicanas. En particular, la investigación se centra en evaluar el bienestar de los individuos en condiciones de pobreza. Para ello, se consideraron los enfoques de pobreza de ingreso y bienestar subjetivo.

Tradicionalmente la pobreza se ha medido mediante el ingreso del individuo3; suponiendo así que su bienestar depende o está altamente correlacionado con su ingreso. Esta forma de medir la pobreza tiene la ventaja de que es relativamente fácil obtener la información necesaria para generar un índice, aunado a que con dicha medición se simplifican las comparaciones entre países. Sin embargo, si se considera a la pobreza como una situación de bajo bienestar, entonces el enfoque de medición de ingresos implícitamente equipara el bienestar con la capacidad de adquirir un conjunto de bienes que un grupo de expertos juzga que son valiosos para los individuos. Asimismo, la aproximación a la pobreza mediante el ingreso ignora que algunos satisfactores no se pueden comprar, debido a que no se encuentran disponibles en el mercado o a que son provistos por el Estado. Por último, el enfoque de pobreza por ingreso supone que los individuos usan su ingreso para maximizar su bienestar. Lo anterior contrasta con la evidencia empírica que muestra que las personas con frecuencia se equivocan al predecir el efecto que sus decisiones tendrán en su felicidad (Dunn et al., 2011).

En los últimos años la medición unidimensional de la pobreza ha sido sustituida o complementada por la medición multidimensional. La pobreza multidimensional es una aproximación que reconoce que la pobreza abarca distintas dimensiones o ámbitos que no pueden ser aprehendidos exclusivamente por el ingreso. La perspectiva multidimensional considera a la pobreza como un grupo de carencias en un conjunto de dominios predefinidos. Desde 2009, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) adoptó este enfoque en la medición oficial de la pobreza en México. En la metodología desarrollada por este organismo, se considera que una persona es pobre si su ingreso es insuficiente para adquirir los bienes y servicios que cubran sus necesidades básicas y si no ejerce al menos uno de los derechos para el desarrollo social (educación, alimentación, vivienda, salud y seguridad social) (CONEVAL, 2009b). Si bien una aproximación multidimensional representa un avance con respecto a la medición por ingreso, bajo este enfoque es un grupo de expertos y no el individuo quien determina las dimensiones relevantes para la medición de la pobreza. Adicionalmente, construir un índice de pobreza implica asignar una ponderación a cada dimensión, la cual puede no coincidir con las prioridades de los individuos.

Una alternativa para complementar los indicadores de pobreza de ingreso y multidimensional, así como de otros indicadores llamados objetivos, es el enfoque de bienestar subjetivo. El término bienestar subjetivo se utiliza para referirse a la evaluación que un individuo hace de la calidad de su vida. Se mide pidiendo al individuo que evalúe la calidad de sus experiencias cotidianas (bienestar emocional) o bien que realice una valoración global de la satisfacción con su vida en general (satisfacción de vida). Este método también se puede utilizar para determinar la satisfacción del individuo con ámbitos específicos, como satisfacción con su salud, vida familiar o trabajo.

La psicología, por más de cuarenta años, ha utilizado estos autoreportes de satisfacción y felicidad como un método válido para evaluar el bienestar de los individuos (Diener et al., 1999). Sin embargo, no ha sido sino hasta años recientes que la economía ha integrado elementos de la literatura de bienestar subjetivo al estudio y desarrollo de las medidas de bienestar. De acuerdo con Rojas (2007), una de las principales ventajas metodológicas del enfoque de bienestar subjetivo es que reconoce que el bienestar de una persona es esencialmente subjetivo, por lo que el individuo es la mejor autoridad para evaluarlo. Así, al ser declarado por la persona, constituye una evaluación integral de este, en lugar de una evaluación de algunos aspectos de la vida del individuo. Adicionalmente, este enfoque admite que sea él quien determine cuáles son los factores relevantes para su bienestar y, a partir de un análisis de inferencia, permite identificar las variables relacionadas con el bienestar.

Mediante el análisis de reportes de bienestar, economistas y psicólogos han descifrado algunos de los determinantes del bienestar subjetivo. Se ha encontrado que la mayor parte de la variación en estos reportes se explica por diferencias en personalidad (Diener, 2000; Kahneman y Krueger, 2006). Aunque la literatura sugiere que los reportes de bienestar son estables en el tiempo, se ha encontrado que eventos exógenos en la vida del individuo (positivos y negativos) tienen un efecto significativo en el bienestar subjetivo. Si bien este efecto tiende a desaparecer después de tres a seis meses de ocurrido el evento (Suh et al., 1996), suele ser mayor para los eventos negativos (Gomez et al., 2009).

Los factores sociodemográficos y las circunstancias de la vida del individuo (incluido su ingreso) tienen una correlación débil con el bienestar subjetivo. En estudios de corte transversal se ha encontrado que la correlación entre ingreso y satisfacción de vida es positiva y estadísticamente significativa, aunque relativamente pequeña. Esta correlación tiende a ser mayor dentro de países pobres, así como entre personas pobres de países ricos (Veenhoven, 1996; Argyle, 1999; Diener et al, 1999; Diener, 2000; Ferrer-i-Carbonell, 2002; Rojas, 2009).

Diferentes hipótesis se han propuesto para explicar el débil efecto del ingreso en el bienestar subjetivo. Primero, se argumenta que el ingreso relativo (el ingreso del individuo comparado con su grupo de referencia) es más importante para explicar la satisfacción de vida que el nivel de ingreso. La evidencia empírica es consistente con esta hipótesis: la correlación entre ingreso relativo y satisfacción de vida es mayor que la correlación entre nivel de ingreso y satisfacción de vida (Argyle, 1999; Ferrer-i-Carbonell, 2002; Rojas, 2009).

Una segunda hipótesis propone que los individuos se adaptan a los bienes materiales. Después de cierto tiempo de haber incrementado su ingreso, ellos se ajustan a ese nuevo nivel de vida. Esto provoca que su satisfacción de vida regrese a su nivel original. En la literatura, este fenómeno se conoce como hedonic treadmill. Las aspiraciones también se adaptan; con un incremento en las posesiones se incrementan, gradualmente, el número de cosas deseadas. Esta nueva brecha entre lo que se posee y lo que se desea provoca que el nivel de satisfacción no se incremente (Easterlin, 2006), y por tanto, que la correlación entre ingreso y satisfacción sea pequeña.

Finalmente, una tercera hipótesis relaciona el bienestar subjetivo con las actividades en que las personas usan su tiempo. A medida que el ingreso aumenta, el uso del tiempo se destina mayoritariamente a actividades asociadas con mayor tensión y estrés (por ejemplo, jornadas de trabajo más extensas o incremento en el tiempo de traslado al lugar de trabajo) y se reduce el tiempo dedicado a actividades asociadas con mayor felicidad (e.g., actividades de esparcimiento) (Kahneman et al., 2006). Esto puede provocar que un aumento en el ingreso no se refleje en un aumento en la satisfacción de vida.

En el presente trabajo se parte de la hipótesis de que las medidas basadas exclusivamente en el ingreso no son la mejor aproximación para medir el bienestar que las personas experimentan. Para evaluar esta hipótesis, se utiliza información de un conjunto de hogares entrevistados en cuatro comunidades rurales ubicadas en los estados mexicanos de Jalisco y Michoacán. Los resultados para el estudio de caso confirman la hipótesis y muestran que, como lo han sugerido varios autores (Schwarz y Strack, 1999; Veenhoven, 2002; Kahneman y Krueger, 2006; Diener, 2009b), el enfoque de bienestar subjetivo puede ser un buen complemento a las medidas de bienestar tradicionales.

Materiales y Métodos

Los datos utilizados en esta investigación provienen de una encuesta que se aplicó en cuatro comunidades rurales, Yerbabuena y Ayotitlán en Jalisco, y San Pedro Tarímbaro y La Salud en Michoacán. Para seleccionar las comunidades primero se eligió de manera aleatoria, con base en el índice de marginación de 2005 (CONAPO, 2006), un municipio con grado de marginación muy alta o alta y uno con marginación media, baja o muy baja en cada estado. El municipio tenía, además, que ser colindante con las regiones terrestres prioritarias en las que se localizan las reservas de la biosfera de Sierra de Manantlán y Sierra de Chincua. Para la elección de la muestra de comunidades se tomó como marco muestral a todas las comunidades con menos de 2500 habitantes dentro de cada uno de los cuatro municipios seleccionados y se eligió a una comunidad por municipio.

En cada una de las cuatro comunidades rurales se encuestó a 35 hogares, dando un total de 140 hogares. Para el levantamiento de la encuesta los hogares fueron seleccionados de manera aleatoria asegurando una cobertura espacial completa de la comunidad. Se hicieron dos levantamientos semestrales: julio de 2008 y enero de 2009. Con el primer levantamiento se obtuvo información acerca del primer semestre de 2008, y con el segundo se obtuvo información del segundo semestre del mismo año. De los 140 hogares encuestados en el primer semestre de 2008, 134 se pudieron re-contactar en el segundo semestre. Los resultados de la encuesta proporcionan información detallada de características sociodemográficas, producción, activos e ingreso por fuentes para cada uno de los hogares.

Medición de la pobreza de ingresos

El primer paso para identificar a la población en situación de pobreza es fijar una línea de pobreza que separe a la población que es pobre de la que no lo es. Para ello, se establece un nivel de bienestar mínimo, que generalmente se define como el ingreso que permite al hogar cubrir sus necesidades básicas, tales como una alimentación y una vivienda elemental. Una vez que se tiene la línea de pobreza se procede a obtener una medida de su agregación. En este trabajo la medida empleada es el índice de pobreza conocido como FGT el cual fue propuesto por Foster, Greer y Thorbecke (1984) y que se calcula de la siguiente forma:

donde z representa la línea de pobreza,y i es el ingreso del individuo, n es el tamaño de la población y q es el número de hogares pobres (para los cuales y i ≤ z).

En este índice, α es una medida de la aversión a la pobreza; esto es, a un α mayor el índice FGT α da un mayor peso a los individuos que son más pobres de entre los pobres. Comúnmente el índice FGT se reporta como medida de pobreza para α=0, 1 y 2. Cuando α=0, FGT 0 calcula la proporción de personas por debajo de la línea de pobreza; hasta la fecha esta es la medida de pobreza unidimensional más comúnmente utilizada a nivel internacional. Cuando α=1 , FGT 1 calcula la brecha de pobreza normalizada, que refleja qué tan alejado se encuentra el ingreso del pobre promedio de la línea de pobreza. De esta manera, FGT 1 es sensible a cambios en el ingreso de los pobres. Finalmente, cuando α=2, FGT 2 es una medida de la severidad de la pobreza, pues los individuos cuyo ingreso está más alejado de la línea de pobreza tienen una mayor ponderación en el índice.

Medición del bienestar subjetivo

El cuestionario que se utilizó incluye una pregunta sobre satisfacción con la vida en general. Esto nos permite comparar los resultados de la medición tradicional de pobreza con la que se obtiene siguiendo el enfoque de bienestar subjetivo. Además, dada la poca relación que se ha encontrado en la literatura entre las variables socioeconómicas y los niveles de satisfacción, en el cuestionario se incluyeron una serie de preguntas sobre la satisfacción con ámbitos específicos de la vida. Esto va de acuerdo con el enfoque de ámbitos o dominios de vida, el cual establece que la vida de una persona puede ser vista como la construcción de ámbitos específicos y la satisfacción de la vida depende de la satisfacción en dichos ámbitos. Asimismo, establece que la satisfacción en los ámbitos de vida se puede explicar mediante variables socioeconómicas.

En principio, existe una infinidad de actividades y esferas que pueden contar como particiones de la vida del individuo. Cummins (1996) encuentra que los dominios consistentemente relevantes en explicar la satisfacción de vida son: bienestar material (situación económica o financiera, ingreso), salud, trabajo, intimidad (relación con la familia, amigos y pareja), seguridad, comunidad y bienestar emocional (recreación y tiempo libre). El Cuadro 1 describe las preguntas que se incluyeron en el cuestionario para la medición de estos dominios. Las posibles respuestas para las preguntas de bienestar subjetivo son: extremadamente insatisfecho, muy insatisfecho, insatisfecho, ni satisfecho ni insatisfecho, satisfecho, muy satisfecho, y extremadamente satisfecho.

Cuadro 1 Descripción de preguntas de bienestar subjetivo. 

Ámbito Pregunta
¿Qué tan satisfecho está usted con...
Vida en general su vida en general?
Salud su salud actual?
Económico la situación económica en su hogar?
Ocupación la ocupación/empleo que tiene (o la actividad doméstica que realiza)?
Familia la relación con el resto de su familia?
Amistad la relación con sus amigos y vecinos?
Tiempo el tiempo de que dispone para hacer lo que a usted le gusta (pasatiempos, actividades personales)?
Comunidad los servicios públicos en el lugar donde vive? (recolección de basura, seguridad, salubridad, transporte, alumbrado, calles, etcétera).

Lo primero que hacemos en este trabajo para evaluar la relación entre ingreso y bienestar subjetivo es contrastar los indicadores de bienestar de pobreza de ingreso (que se asocia con no ser capaz de adquirir una canasta básica de alimentos) y pobreza subjetiva (que representa una situación en la que el individuo experimenta un nivel de satisfacción de vida bajo).

En seguida analizamos econométricamente la importancia de la satisfacción económica en la satisfacción de vida de una persona. Esto mediante la estimación de modelos probit ordenados y siguiendo la metodología de Rojas (2008). Para ello, se propone la siguiente relación:

(1)

donde S i es la satisfacción de la vida en general para el individuo i y Sa i (salud), E i (económico), Tr i (trabajo), F i (familia), A i (amistad), T i (tiempo), C i (comunidad) se refieren a la satisfacción en estos ámbitos para ese mismo individuo. Si en esta estimación el dominio económico no explica significativamente la satisfacción de vida, se tendrá evidencia para apoyar la hipótesis de que el ingreso no es el mejor enfoque para medir el bienestar que los individuos experimentan.

Por último, investigamos la correlación entre el ingreso y la satisfacción en ámbitos. Si el ingreso está altamente relacionado con la satisfacción en los ámbitos mencionados, entonces las medidas basadas en el ingreso pueden reflejar, en parte, el bienestar subjetivo del individuo, pues afectarían las variables que lo explican. De este modo, se tiene la siguiente relación:

(2)

donde: S i k es la satisfacción en el dominio k del individuo i, y Y i es el logaritmo natural del ingreso per cápita del hogar.

Resultados y Discusión

Pobreza de ingresos

Como primer paso para obtener los índices de pobreza se calculó el ingreso anual para cada hogar4. El ingreso anual se obtuvo de la suma de los ingresos netos de cada uno de los siguientes rubros: salario por trabajo, transferencias gubernamentales, extracción de recursos naturales, producción de bienes o servicios, remesas y producción agrícola y ganadera.

Las transferencias gubernamentales, que en promedio representan 15.2 % del ingreso total, provienen principalmente de PROCAMPO y de Oportunidades y, como se muestra en el Cuadro 2, 86.6 % de los hogares en la muestra tienen ingresos por este rubro. Por su parte, el salario por trabajo, que incluye el salario obtenido por cada uno de los miembros del hogar, representa 23.4 % del ingreso total y 55.9 % de los hogares en la muestra tienen ingresos de esta fuente. Asimismo, las remesas del hogar (de familiares que se encuentran trabajando en otras partes de México y en EE. UU.) representan 19.7 % del ingreso total y 56.7 % de los hogares reciben remesas. Los ingresos netos por bienes o servicios constituyen 19.5 % del ingreso total, mientras que los provenientes de la extracción de recursos naturales representan únicamente 0.03 % del mismo; 16.4 % y 38.1% de los hogares tienen ingresos por estas fuentes. Por último, los ingresos agropecuarios representan 22 % del ingreso total; y 43.3 % de los hogares tienen ingresos por este rubro.

Cuadro 2 Ingreso por rubros 

Ingreso anual per cápita Proporción de hogares con ingreso en el rubro Participación en el ingreso total Media Desviación estándar
Ingreso total - - 14 520.23 35 081.60
Salario 0.559 0.234 6067.45 6152.42
Recursos naturales 0.381 0.003 131.62 167.26
Transferencias 0.866 0.152 2541.03 3241.65
Bienes y servicios 0.164 0.195 17 393.63 42 449.41
Remesas 0.567 0.197 5031.26 6066.79
Agropecuario 0.433 0.220 8678.99 41 609.37

N=134.

Para clasificar a los individuos que se encuentran en situación de pobreza de ingreso se tomó la línea de pobreza alimentaria de CONEVAL para las zonas rurales (CONEVAL, 2009a), la cual establece que un individuo que vive en una zona rural se encuentra en situación de pobreza alimentaria si su ingreso anual es menor o igual a 8,480.28 pesos. Bajo dicha clasificación, 57.5 % de los encuestados no cuentan con el ingreso suficiente para obtener una canasta alimentaria básica (Cuadro 3). Asimismo, se observa que el individuo promedio tiene un ingreso 29.1 % menor que el de la línea de pobreza5.

Cuadro 3 Pobreza de ingresos (FGT). 

FGT α Desviación estándar
α=0 0.575 0.043
α=1 0.291 0.029
α=1 0.198 0.029

Nota: los índices FGT's fueron obtenidos usando el comando sepov en Stata.

Aunque estos porcentajes pueden parecer altos en comparación con los niveles nacionales, los porcentajes de pobreza están dentro de lo esperado dada la marginación de las comunidades encuestadas y son equivalentes a los que encuentran otros estudios en comunidades con características similares. Por ejemplo, López-Feldman et al. (2007) encuentran que 80% de los habitantes de una comunidad en la Selva Lacandona tienen un ingreso inferior al de la línea de pobreza mientras que 72 % de los habitantes de poblaciones rurales de una muestra representativa de la región sur-sureste de México se encuentran en esas mismas condiciones.

Bienestar subjetivo

De los 134 individuos encuestados 125 contestaron la pregunta: ¿Qué tan satisfecho está usted con su vida en general? Cerca de la mitad respondieron que se encontraban satisfechos con su vida en general (47.2 %) y, como se observa en el Cuadro 4, la mayor parte de la muestra se concentra en los niveles de satisfacción que van, de ni satisfecho ni insatisfecho a muy satisfecho. La distribución de las respuestas a las preguntas sobre la satisfacción en los diferentes dominios es similar.

Cuadro 4 Porcentaje de respuestas de satisfacción en la vida en general y dominios. 

Variable Respuesta
EI MI I NS-NI S MS ES
Vida en general 0.8 0 5.6 24.0 47.2 16.0 6.4
Salud 0.0 3.2 13.6 15.2 47.2 14.4 6.4
Económico 0.8 5.7 23.4 37.1 27.4 4.0 1.6
Ocupación 1.6 3.2 13.6 20.8 48.8 8.0 4.0
Familia 0.0 2.4 1.6 12.0 49.6 19.2 15.0
Amistad 0.0 0.8 6.4 15.2 50.4 17.6 9.0
Tiempo 0.0 4.0 8.0 18.4 49.6 12.8 7.2
Comunidad 4.0 7.2 16.0 12.8 43.2 13.6 3.2

EI=Extremadamente insatisfecho; MI= Muy Insatisfecho; I=Insatisfecho; NS-NI=Ni satisfecho ni insatisfecho; S=Satisfecho; MS= Muy satisfecho; ES= Extremadamente satisfecho.

Con el fin de contrastar los niveles de satisfacción con la pobreza de ingresos del hogar, se clasificó la pobreza subjetiva siguiendo a Rojas (2008). De esta forma, se fijó la línea de pobreza subjetiva en la respuesta ni satisfecho ni insatisfecho; esto es, los individuos que experimentan pobreza subjetiva son aquellos que se sienten extremadamente insatisfechos, muy insatisfechos, insatisfechos y ni satisfechos ni insatisfechos con sus vidas en general. Bajo esta clasificación, 30.4 % de las personas se encuentran en pobreza subjetiva (Cuadro 5).

Cuadro 5 Pobreza de ingreso vs pobreza subjetiva. 

Ingresos Subjetiva Total
No pobre Pobre
No pobre 32.8 10.4 43.2
Pobre 36.8 20.0 56.8
Total 69.6 30.4 100.00

Si se compara la pobreza subjetiva con la pobreza de ingreso, se tiene que 36.8 % de los individuos que por su ingreso son clasificados como pobres no experimentan pobreza subjetiva (Cuadro 5). Asimismo, 10.4 % de los individuos que experimentan pobreza subjetiva no se encuentran en una situación de pobreza de ingresos. Con base en lo anterior, 47.2 % de los individuos estarían mal clasificados si se tomara el ingreso como un indicador del bienestar que el individuo experimenta.

Determinantes del bienestar subjetivo

Tanto la literatura como los resultados reportados en el Cuadro 5 sugieren que el ingreso es una medida inexacta del bienestar experimentado por los individuos. Para poner a prueba esta hipótesis, se estimó el modelo de la ecuación (1) mediante un probit ordenado. Los resultados obtenidos (Cuadro 6) muestran que los únicos dominios relevantes al explicar la satisfacción de la vida en general son los de salud y tiempo, ya que sólo los coeficientes correspondientes a estos ámbitos resultaron estadísticamente significativos6. Este hallazgo es consistente con otros estudios que han encontrado que la salud tiene una correlación fuerte y positiva con el bienestar subjetivo (Diener et al., 1999; Dolan et al., 2008).

Cuadro 6 Satisfacción con la vida en general y satisfacción de los ámbitos de los dominios de la vida. Estimación de probit ordenado. 

Variable dependiente: satisfacción con vida en general
Coeficiente Error estándar
Salud 0.473*** 0.098
Económico 0.136 0.103
Ocupación 0.028 0.096
Familia -0.091 0.109
Amistad 0.113 0.120
Tiempo 0.196* 0.100
Comunidad -0.043 0.076
Pseudo R2 0.129
N 124

Nota: *** p<0.01, * p<0.10.

De manera similar, para la estimación de la ecuación (2) se utilizó un probit ordenado, donde además del ingreso se incluyeron como variables explicativas años de educación, edad y género (Cuadro 7)7. La relación que se encuentra entre el bienestar subjetivo y las variables sociodemográficas es débil, tal y como se reporta en la literatura sobre el tema (Argyle, 1999; Diener y Suh, 1999; Dolan et al., 2008). Para el caso específico del ingreso, se encontró que es estadísticamente significativo únicamente para los ámbitos de comunidad y trabajo.

Cuadro 7 Satisfacción en los ámbitos de la vida. Estimación de probit ordenado. 

Variable dependiente: Satisfacción en el ámbito
Salud Económico Ocupación Familia Amistad Tiempo Comunidad
Ln ingreso 0.098 (0.087) 0.111 (0.087) 0.174** (0.088) 0.067 (0.087) 0.145 (0.088) 0.070 (0.086) 0.164* (0.086)
Edad (0.017** (0.008) (0.007 (0.008) (0.001 (0.008) 0.004 (0.008) (0.002 (0.008) 0.012 (0.008) 0.010 (0.008)
Años de educación (0.024 (0.030) (0.052* (0.031) 0.038 (0.031) 0.024 (0.032) 0.043 (0.031) 0.073** (0.032) 0.002 (0.030)
Mujer (0.020 (0.205) 0.000 (0.204) 0.070 (0.207) (0.122 (0.209) (0.516** (0.212) 0.098 (0.206) (0.277 (0.205)
Pseudo R2 0.016 0.011 0.020 0.003 0.045 0.018 0.026
N 123 122 123 123 123 123 123

Notas: errores estándar en paréntesis. ** p<0.05, * p<0.10.

Por último, se examinó el efecto de eventos negativos en la satisfacción de la vida en general. Se le preguntó a cada individuo si en los seis meses anteriores había ocurrido alguno de los siguientes sucesos en el hogar: 1) pérdida de parte o toda la cosecha o de animales debido a sequías, heladas y granizadas, lluvias o inundaciones, vientos fuertes, derrumbes o robos; 2) pérdida del empleo de algún miembro del hogar; 3) robos a la vivienda o daños a la misma por viento, incendio, granizada o cualquier otro motivo; 4) algún miembro del hogar había sufrido alguna enfermedad grave. Con esto se generó un indicador que identificaba si el hogar había sufrido al menos uno de los cuatro eventos. Se estimó un probit ordenado donde se utilizó como variable dependiente la satisfacción con la vida en general y como independiente el indicador de eventos negativos del hogar. Además, se controló por ingreso, edad, educación y género (Cuadro 8)8. Se encontró una relación estadísticamente significativa entre haber sufrido algún choque negativo en el hogar y la satisfacción de la vida en general. Esto es consistente con los resultados encontrados por Suh et al. (1996) y Gomez et al. (2009), pues los eventos exógenos negativos (relativamente recientes) sufridos por el hogar disminuyen la probabilidad de que el individuo se encuentre satisfecho con su vida en general.

Cuadro 8 Satisfacción con vida en general y eventos inesperados. Estimación de probit ordenado. 

Var dependiente: satisfacción con vida en general
Coeficiente Error estándar
Ln (Ingreso) 0.058 0.088
Edad 0.002 0.008
Años de educación 0.016 0.031
Mujer 0.046 0.206
Evento inesperado (0.413* 0.217
Pseudo R2 0.016
N 123

Nota: *p<0.10.

Como se observa en el Cuadro 9, cuando el hogar sufrió un choque negativo la probabilidad de que un individuo responda que se encuentra muy satisfecho con su vida en general disminuye siete puntos porcentuales (seis puntos porcentuales para la categoría de extremadamente satisfecho), mientras que la probabilidad de que responda que se encuentra ni satisfecho ni insatisfecho aumenta nueve puntos porcentuales.

Cuadro 9 Efectos marginales de eventos inesperados en satisfacción de vida. 

Variable dependiente: Satisfacción con vida en general
Coeficiente Error estándar
Extremadamente insatisfecho 0.009 0.009
Insatisfecho 0.042 0.026
Ni satisfecho ni insatisfecho 0.090* 0.047
Satisfecho (0.022 0.020
Muy Satisfecho (0.068* 0.036
Extremadamente Satisfecho (0.051* 0.030

Notas: * p<0.10.

Conclusiones

En este trabajo se evaluaron dos enfoques de medición de bienestar. Se partió de la siguiente hipótesis: el enfoque que se utiliza con mayor frecuencia (pobreza de ingreso), presenta una imagen incompleta del bienestar que los individuos experimentan. Para complementarlo, se propuso el enfoque de bienestar subjetivo.

La pobreza de ingreso, aunque es relativamente fácil de medir, representa una visión limitada del bienestar del individuo. El ingreso difícilmente puede capturar los diversos factores que determinan el bienestar de un individuo. El enfoque de bienestar subjetivo ofrece una visión más amplia del bienestar, pues considera que el bienestar es un concepto esencialmente subjetivo (con lo cual el individuo es la mejor autoridad para evaluar su bienestar).

El enfoque de pobreza de ingreso mostró que los hogares rurales del estudio de caso tienen un nivel muy bajo de bienestar, pues los niveles de pobreza de estos son mayores que el promedio nacional. En contraste, cuando se utilizaron los reportes de satisfacción como medida de bienestar, se obtuvo que los individuos en estas comunidades disfrutan de un bienestar relativamente alto. Esto sugiere que el bienestar que un individuo experimenta está asociado con diferentes factores que tanto el ingreso como otros indicadores objetivos son incapaces de capturar.

Asimismo, el enfoque de bienestar subjetivo, mediante un análisis de inferencia, permite identificar las fuentes del bienestar de una persona. A pesar de que empíricamente se han encontrado algunas correlaciones sistemáticas entre los reportes de satisfacción y variables objetivas y de personalidad, aún es necesaria mayor investigación para establecer los factores que afectan el bienestar subjetivo y los determinantes del mismo. Por ello, en este trabajo adicionalmente se buscó contribuir a la comprensión de estos determinantes, en particular, la relación que existe entre ingreso y satisfacción de vida.

La literatura sugiere que el ingreso, al menos en términos absolutos, tiene poca relevancia al explicar el bienestar subjetivo. Los resultados de este trabajo confirman lo anterior, pues se encontró que el ámbito económico no es significativo al explicar la satisfacción del individuo con su vida en general. Igualmente, el ingreso tampoco se relaciona con los principales ámbitos de vida, por lo que es poco informativo del bienestar, al menos en términos de la percepción que los individuos tienen de éste. Si se utilizara al ingreso como única guía de política pública, se estaría omitiendo información importante acerca del bienestar que los individuos experimentan. En este contexto el enfoque de bienestar subjetivo es un buen complemento a las medidas de bienestar tradicionales.

Literatura Citada

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3Hasta 2004, la medición oficial de la pobreza en México se hacía de manera unidimensional, considerando como único indicador el ingreso.

4Todos los ingresos presentados en este trabajo se refieren a ingreso por adulto equivalente. Para las escalas de equivalencia se siguió lo sugerido por Teruel et al. (2005) con la excepción de que se modificaron las escalas para los casos en los que no había adultos en el hogar o había menos de dos.

5Además de calcular la pobreza de ingresos se calculó la pobreza multidimensional siguiendo la metodología descrita en CONEVAL (2009b). Los resultados son muy similares a los de pobreza de ingresos y por esta razón no se incluyen aquí.

6Para comprobar la robustez de nuestros resultados se estimaron tres regresiones adicionales: 1) en lugar de un probit ordenado se estimó una versión de la ecuación (1) en la que la variable dependiente es una dummy que indica si el individuo está o no en una situación de pobreza subjetiva; 2) se buscó explicar pobreza subjetiva a partir de ingreso, edad, género y educación; 3) se unieron las categorías de los extremos para reducir las variables de satisfacción a cinco categorías (con estas nuevas variables se estimó la ecuación (1)). En todos los casos los resultados obtenidos son muy similares a los aquí reportados.

7Para comprobar la robustez de los resultados se estimaron dos versiones más de la regresión: 1) la ecuación (2) sustituyendo el ingreso neto por el ingreso bruto per cápita; 2) una regresión únicamente con el logaritmo del ingreso como variable dependiente. En todos los casos los resultados obtenidos son muy similares a los aquí reportados.

8Se corrieron dos regresiones adicionales, una únicamente con el indicador de eventos negativos como variable independiente y otra con el indicador y el ingreso como variables independientes. Los resultados son muy similares a los aquí reportados. Cabe resaltar que dado que nadie respondió muy insatisfecho a la pregunta sobre satisfacción con la vida en general, esa categoría no se incluye en ninguna de las regresiones.

Recibido: Septiembre de 2013; Aprobado: Junio de 2015

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