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Agricultura, sociedad y desarrollo

versión impresa ISSN 1870-5472

agric. soc. desarro vol.11 no.2 Texcoco abr./jun. 2014

 

Estrategias de las familias campesinas en Pueblo Nuevo, Municipio de Acambay, Estado de México

 

Strategies of peasant families in Pueblo Nuevo, Municipality of Acambay, Estado de México

 

Edgar Magdaleno-Hernández, 1* Mercedes A. Jiménez-Velazquez,1 Tomas Martínez-Saldaña,1 Bartolome Cruz-Galindo2

 

1 Desarrollo Rural. (magdaleno.edgar@colpos.mx) (mjiménez@colpos.mx) (tms@colpos.mx) * Autor responsable

2 Economía. Campus Montecillo. Colegio de Postgraduados. 56230. Montecillo, Estado de México. (bcruzg@colpos.mx)

 

Recibido: diciembre, 2013.
Aprobado: abril, 2014.

 

Resumen

El estudio muestra los mecanismos que realizan las familias campesinas de la comunidad de Pueblo Nuevo para satisfacer sus necesidades básicas de alimentación y asegurar su reproducción. Las familias trabajan en la búsqueda del sustento alimenticio y complementan su ingreso con otras actividades no agrícolas; en su dinámica campesina se analiza la estrategia de producción dirigida al auto-abasto alimentario y al mercado con el propósito de conocer su importancia. Se utiliza metodología mixta: método cualitativo y cuantitativo, aplicando una encuesta a 35 jefes de familia. La práctica de una agricultura tradicional que fusiona el cultivo de maíz (criollo); manejo de milpa en la pre-siembra, agregando material orgánico; y, en traspatio, sistema de crianza de ganado menor. La estrategia más representativa de la familia campesina es el auto-abasto, ya que complementa su sustento familiar para garantizar la reproducción campesina; se ocupan en trabajos temporales en la misma región que genera un ingreso extra. Por otra parte, para algunas familias es significativo el recurso proveniente de algún familiar que emigra hacia otro lugar.

Palabras clave: agricultura tradicional, cultivo básico, productor.

 

Abstract

The study shows the mechanisms that peasant families use in the community of Pueblo Nuevo to satisfy their basic dietary needs and to guarantee their reproduction. The families work in the search for food sustenance and they complement their income with other non-agricultural activities; in their peasant dynamic, the food production strategy directed at auto-supply and the market is analyzed, with the goal of understanding its importance. A mixed methodology is used: qualitative and quantitative methods, applying a survey to 35 heads of households. Traditional agriculture is practiced, which combines maize (Creole) cultivation, managing the milpa during pre-sowing by adding organic material, and a backyard breeding system for small livestock. The most representative strategy of the peasant family is auto-supply, since it complements the family's sustenance to guarantee peasant reproduction; they are occupied with temporary jobs in the same region, generating extra income. On the other hand, for some families the resources received from a family member who migrates somewhere different are also significant.

Key words: traditional agriculture, basic crop, producer.

 

Introducción

La investigación se realizó en la comunidad de Pueblo Nuevo, Municipio de Acambay, Estado de México. Tiene como objetivo caracterizar a las familias campesinas con base en el autoabasto alimentario y la ocupación de mano de obra. El trabajo familiar y su funcionamiento está organizado para la producción, con la intención de satisfacer el presupuesto anual del consumo familiar (autoabasto), estructurada por una extensión de tierra, medios de producción, plantas y animales, donde sus integrantes transfieren energía y saberes al trabajo agrícola (tierra, plantas y animales) para obtener sus alimentos con estrategias campesinas que persiguen mejorar en cada ciclo agrícola (Altieri y Nicholls, 2013; Martínez, 1987).

Se plantearon como hipótesis: 1) La disminución de mano de obra familiar y la modificación en las necesidades de autoabasto han generado cambios en el patrón de cultivos, la polarización social y la migración; 2) El acceso al apoyo agrícola es inequitativo ya que solo beneficia a campesinos con mayores ingresos, quienes pueden cultivar diversos productos de mayor valor en el mercado.

El estudio se enfoca a conceptualizar a los campesinos a través de algunos teóricos clásicos; entre ellos están Chayanov (1974), Wolf (1975) y Martínez (1985). Los autores coinciden en que los campesinos se identifican por tener una economía familiar; son pequeños productores con tierra, laboran con ayuda de equipo simple y el trabajo de su familia produce para su propio consumo. También se caracterizan por ser labradores y ganaderos; se identifican como un grupo, el cual comparte aspectos socioeconómicos y culturales. Principalmente, la unidad campesina está dedicada a cultivar para el sustento alimenticio.

 

La familia campesinal

La familia campesina, se define como una institución y grupo social. El sustento familiar, basado en una relación a través del matrimonio, parentesco y la adopción, que incluye a otra persona; los miembros conviven y cooperan en el marco de una división de actividades y tareas, socialmente determinada y reconocida (Galeski, 1997).

La base de la especificidad de la familia campesina es el cultivo de la tierra, fuente de sus principales características que se integran de varios aspectos:

• Poseen sus propios medios de producción. La unidad doméstica campesina es autónoma, referente a la satisfacción de las necesidades de sus miembros.

• El ámbito de sus funciones es amplio; se desempeñan de una manera permanente porque el individuo está arraigado y subordinado a la familia que es más solidaria.

• La familia campesina acude al apoyo de la comunidad para la realización de sus funciones.

En la comunidad de estudio la familia desempeña la primera forma de organización social por las diferentes actividades que cada integrante de la misma realiza, no solo para su funcionamiento endógeno sino por la relevancia que tiene su dinamismo en el ámbito comunitario. Por otra parte, la familia campesina trata de satisfacer sus necesidades (mínimo calórico, autoabasto, enseres agrícolas y fiestas patronales) antes que obtener ganancias. Esto es, el campesino aparece como unidad de producción y consumo, no como individuo o como sector agropecuario desligado de una familia.

La unidad doméstica campesina produce tanto para su autoabasto como para el mercado; además, realiza actividades extra finca, incluyendo la migración. El tamaño y composición de la familia juega un papel trascendente porque la mano de obra es el sustento de la economía campesina. Por ello, los campesinos tratan de satisfacer necesidades de la familia, más que obtener ganancia. (Chayanov, 1974).

Eric Wolf (1975) describe a la familia como el primer escalón de la estructura social y hace énfasis en las unidades domésticas campesinas de México. En ellas era evidente un contexto de comunidad y una serie de toma de decisiones económicas, sociales y políticas. El autor advierte que entender las relaciones que existen al interior y exterior de la comunidad dependen del tipo de familia, sea nuclear o extensa. Las primeras están conformadas por cónyuges y sus hijos; las extensas se agrupan de varias familias nucleares que son más complejas: abuelos, padres, hijos, tíos solteros, viudas, bisnietos, familiares no consanguíneos, etcétera.

El tipo de familia campesina deriva de la capacidad para alimentar a todos sus integrantes; sus técnicas de producción, diversificación de actividades de manutención y el contexto cultural. Su principal desafío es resguardar la alimentación y, después, ayudar a mantener la organización social y orden en su comunidad (Wolf, 1975).

El trabajo familiar es la base de la actividad campesina y, dependiendo de sus necesidades, se emplean en otra actividad. De acuerdo con el grado en que incremente su nivel económico, su posición o característica campesina puede modificarse, de tal manera que pasa a otro grupo socioeconómico (Figura 1).

En términos sociales el campesinado es una colectividad en cuya base está en la economía familiar multi-activa; también forman parte quienes teniendo funciones no agrícolas participan de la vida comunitaria y comparten su destino (Bartra, 2010).

En la actualidad la sociedad rural es más compleja, resultado de varios factores ajenos a ella, forzando a las familias a generar estrategias para continuar con sus tradiciones, así como el abandono de otras para mantener un orden social. Entre los principales factores externos que condicionan a las familias campesinas a la reestructuración está la falta de atención a las necesidades del campo mexicano en las últimas cuatro décadas del siglo XX, mismas que se agudizaron en los últimos veinte años, llevando al crecimiento de la migración interna como una estrategia más de sobrevivencia. (Aparicio y Meseguer, 2010).

Esta descomposición generada por la salida de miembros de la familia impacta las actividades de cada integrante. Es relevante recordar que los diferentes momentos migratorios, tanto internos como externos, reestructuraron tanto a las familias nucleares como a las extensas. El éxodo migratorio es complejo, multifactorial y riesgoso por situaciones socioeconómicas, pertenencia a su lugar de origen e identidad. Por ello, en diversas situaciones la forma más efectiva de organización familiar es la extens (Arana, Rodríguez y Carrasco, 2009).

En Pueblo Nuevo los productores practican una agricultura tradicional que involucra tres entornos: socioeconómico, social y cultural. Trabajan en familia, donde la mano de obra es el sustento de la economía campesina. Las familias realizan diversas actividades complementarias tanto dentro como fuera de la parcela con el propósito de subsanar carencias y riesgos del trabajo agrícola; la labor complementaria más representativa es la asalariada.

Las plantas silvestres, como los quelites, y los hongos se recolectan para la alimentación familiar; nacen de manera natural en la milpa y la zona boscosa (altitud 2700 a 3800 m). A través de la observación participante se rescata el conocimiento tradicional campesino en el hábitat del acopio de estas plantas, su clasificación nativa, sus usos y su consumo alimentan (Jiménez, 2010).

Por otra parte, en Pueblo Nuevo está la milpa que es el lugar de cultivo, un campo sembrado de maíz con diversas plantas y granos donde se aprovecha la mayoría de sus partes. Tradicionalmente en la milpa se privilegió un tipo de cultivo (orgánico): el rastrojo, que se usa como abono natura (Buenrostro, 2008).

La agricultura tradicional (Figura 2) en la comunidad fusiona el sistema de cultivo maíz blanco (criollo) y la crianza de ganado menor (borregos, vacas, porcinos, aves). De esta manera, la fertilización del terreno del cultivo es el estiércol del ganado menor, aprovechando el subproducto (estiércol) para emplearlo como fertilizante. Además, el subproducto zacate molido, los rastrojos o esquilmos tienen un valor equivalente al del grano de maíz, ya que en la época de estiaje (noviembre-abril) se convierte en la única fuente de alimentación del ganado.

El principal cultivo es el maíz blanco (Zea mays L.) y, en menor medida, frijol (Phaseolus vulgaris, Lin) y calabaza (Cucúrbita moschata, Potret), que son productos fundamentales para la seguridad alimentaria de la familia campesina. Un kilogramo de maíz, sorgo (Sorghum vulgare), arroz (Oryza sativa) o trigo (Triticum aestivum) contiene 3400 calorías. Esto significa que una persona requiere 236 kg de maíz al año (Grigg, 1973). Por tal razón, una familia típica campesina en la zona de estudio (5 a 8 miembros) necesita de 1180 a 1888 kg de grano al año.

En este contexto se rescata la agricultura tradicional, que implica asociación de cultivos (no solo monocultivo), mejoramiento de recursos, ahorro de insumos (abonos orgánicos y aprovechamiento de zacate), protección del suelo, distribución de riesgos (asociación de cultivos y ganado), aprovechamiento de agua, mayor rendimiento (diversificar productos) y biodiversidad al usar pocos químicos.

Las familias financian sus actividades productivas con ahorros familiares y parte de esos recursos los obtienen al dedicarse a otros trabajos temporales, o bien, de familiares que emigran tanto a la Ciudad de México como a otros estados; otros parten hacia EE. UU.

 

Metodología

El municipio de Acambay se encuentra en la parte norte del Estado de México. Dentro del municipio existen seis valles; Pueblo Nuevo se encuentra en el llamado Valle de los Espejos, ubicado a 6 km de distancia de la Cabecera Municipal de Acamba (INEGI, 2010) (Figura 3).

La obtención de información del trabajo agrícola y auto-abasto de familias campesina, se aborda a través de metodología mixta. Para ello se realiza una investigación con el método cualitativo y cuantitativo. Se diseña un cuestionario, utilizando variables de la investigación (Hernández et al., 2005); se aplicaron técnicas de investigación social: observación participante, taller participativo (GeilfuF, 2002) y aplicación de un cuestionario de 50 preguntas a 35 jefes de familias campesinas de la comunidad.

Según Wolf (1975), una familia campesinos representativa de la zona de estudio realiza actividades agrícolas y no agrícolas. En el trabajo de campo fue fundamental contar con la confianza de los jefes de familia entrevistados para obtener la información y lograr los objetivos de la investigación.

El levantamiento de información en campo se lleva a cabo (junio y julio 2012), considerando las actividades cotidianas del productor y su familia. La aplicación de encuestas generó datos; por ello, se deduce que se logró el ambiente de confianza necesario. La fase exploratoria y las entrevistas con informantes claves permitieron concluir que las familias campesinas presentan características homogéneas en términos de los cultivos que producen, tamaño de parcela y tierras de temporal. Por esas causas se toma la decisión de practicar un muestreo simple aleatorio (Hernández, et al., 2005). Se considera que la muestra corresponde a 5 % de la población y es suficiente por las características similares de las familias campesinas.

Los datos obtenidos se analizan, siguiendo la estadística descriptiva (Infante, 2005), utilizando el programa Excel en sus diversas aplicaciones (gráficas, promedios, frecuencias) También, con la información cualitativa se elabora una tipología de productores.

 

Resultados y Discusión

Los resultados corresponden a los objetivos de la investigación y a los datos relevantes que arroja la misma. La edad promedio de los campesino jefes de familia encuestados es de 44 años; el menor tiene 21 y el mayor, 74 años. La media reporta edades entre 31 y 50 años de edad; la mayoría de los productores jefes de familia son campesinos en edad madura. En relación con la distribución de productores por género, la encuesta arrojó que 73 % son hombres y 27 % mujeres.

El promedio de hijos por familia es un aspecto relevante. De acuerdo con las personas entrevistadas, a mayor número de hijos(as) se dispone con mano de obra para realizar actividades agrícolas. Así, el trabajo será más sencillo porque más personas podrían ayudar con su fuerza de trabajo en diversas labores de campo. En este sentido, la información obtenida alcanza 69 % con más de cuatro hijos y 31 % menor a esos integrantes.

En relación con el nivel de estudios reportado por los entrevistados, 34 % tiene primaria no terminada; 27 %, primaria terminada; 33 %, secundaria; 6 %, nivel bachillerato o universitario; 13 % no sabe leer y escribir; y 87 % leen y escriben, es decir, tiene una escolaridad básica. Al contrastar datos censales sobre el grado promedio escolar de la población mayor de 15 años, se tiene que a nivel municipal es de 6.1 %, si se contrasta a nivel estatal (9.1 %) y nacional (8.6 %) Se puede decir que la escolaridad de los campesinos es básica (INEGI, 2010).

Conforme a la encuesta, datos obtenidos reportan en cada unidad de producción que 63 % de familias campesinas tiene aves de traspatio, 24% cuenta con borregos (Ovis aries) y 13 % posee animales de trabajo (burros, mulas). Las aves (gallinas, guajolotes, patos) se utilizan para alimentación. Es frecuente que se consuman en fiestas familiares y celebraciones de la comunidad. Los borregos son para la venta cuando hay alguna necesidad familiar para obtener recursos; también, acostumbran disponer de ellos en fiestas del ciclo de vida como bodas, bautizos, o bien, la graduación escolar de algún integrante de la familia.

Los productores practican una agricultura de temporal, aunque 12 % de los encuestados aplica riego de auxilio (un solo riego por ciclo) Por tanto, los campesinos dependen de las lluvias para una mejor cosecha. De acuerdo con la información obtenida, 84 % de los jefes de familia siembran y cultivan maíz y otras plantas (16 %) tales como: trigo (Triticum aestivum), cebada (Hordeum vulgare L.), frijol (Phaseolus vulgaris L.), calabaza (Curcurbita moschat, Potret), haba (Vicia faba), chícharo (Pisum sativum L.) y avena (Avena sativa).

De acuerdo con la información obtenida, referente al destino final del maíz blanco, 55 % de la población entrevistada dirige su producción al auto-consumo; 39 %, tanto al consumo como al mercado local; y 6 %, a la venta con un mayorista foráneo (Figura 4). Debido a que las familias campesinas tienen condiciones homogéneas se puede concluir que, en la zona de estudio, más de 90 % de los campesinos que cultivan maíz lo producen con el propósito de lograr el autoabasto familiar y vender el excedente (0.5 a 2 ton).

Moler zacate y maíz de mazorca pequeña también son prácticas comunes; éstos se venden como forraje a comerciantes, ganaderos del municipio o vecinos de la comunidad que tienen ganado de traspatio. Una actividad común de las familias campesinas se destina a la engorda de cerdos (Sus scrofa ssp.), los cuales se consumen en fiestas familiares y son alimentados con maíz de mazorca pequeña, tortillas remojadas con sobrantes y un poco de masa.

A través de encuestas y al analizar los problemas de los campesinos, se observa que 59 % de los jefes de familia se enfrentan a diversas situaciones adversas a la agricultura (poca humedad, fertilizantes caros, pudrición de nacimiento); 28 % de ellos muestran su inquietud por las consecuencias generadas por el factor climático, como son heladas y sequía; y 13 % comenta que las plagas son su principal problema. Sin embargo, la principal preocupación relacionada con el clima está en función de los riesgos ocasionados por el cambio climático y la vulnerabilidad social (Oswald, 2011).

En referencia con la actividad complementaria del jefe de familia entrevistado, 23 % reporta que su ingreso proviene de actividades no agrícolas, como el comercio a nivel local y regional; en sus ratos libres, 18 % se dedica a elaborar artesanías (tejido de bolsas, sombreros de popote de trigo, bordado de servilletas). El porcentaje restante (59 %) realiza otras actividades para complementar su ingreso, tales como la de jornalero, o trabajos relacionados con la construcción y la ganadería a pequeña escala.

De los datos obtenidos se hace una tipología de campesinos que abarca a todos los productores de la zona. Aunque el campesino típico de la comunidad es minifundista, con una superficie que puede variar de 0.5 a 2 hectáreas, sus tierras son de temporal y para el trabajo familiar (Cuadro 1). Fundamentalmente, representa el eje de una economía local que complementa sus ingresos con otras actividades, empleos temporales y ganadería a pequeña escala subordinada a la agricultura en la que la reproducción de la unidad familia combina el auto abasto alimentario con trabajo asalariado.

El campesino que practica una agricultura empresarial (intensiva) consiste en que siembra más de un ciclo al año, utiliza semillas mejoradas, fertilizantes químicos, pesticidas químicos, uso del tractor, otros insumos (agua) y produce para el mercado (CEPAL, 1985). Dispone de una superficie de media hectárea o más, funciona como una empresa agrícola en invernadero, aplica riego tecnificado, uso de trabajo asalariado y cuenta con financiamiento gubernamental. Estos productores exigen dedicación de tiempo completo porque se trata de un monocultivo (jitomate) dedicado al mercado. El cultivo intensivo implica que el campesino se adapte a procesos de tecnología modernos, aun sin abandonar cultivos básicos, formas de producción y vida campesina.

La tenencia de tierra del campesino promedio es ejidal con propiedad comunal. Son tierras de temporal en las que se combina el uso de tecnología tradicional y moderna; la mano de obra es familiar, la cosecha se destina al auto abasto y el excedente se vende. Asimismo, se siembra en multi-cultivo y se hace uso del autofinanciamiento familiar.

En la praxis campesina combinan el uso de tecnología tradicional y las innovaciones modernas. Es un patrón tecnológico basado en el manejo de prácticas agrícolas que son complementarias y sinérgicas, potenciando las fuerzas productivas de las familias campesinas dedicadas a la producción de maíz. (Damián et al., 2013).

En este contexto, las familias campesinas se han adaptado a diversas circunstancias: reducido tamaño de parcela, bajo nivel educativo, menor número de hijos por familia, lo cual los encamina a complementar su ingreso con otras actividades no agrícolas.

Por otra parte, el fenómeno de la migración es importante porque tiene efectos en las personas que por alguna u otra razón salen de la comunidad. El impacto de las remesas enviadas a las familias campesinas cambia hábitos de consumo local por el recurso recibido. De acuerdo con la encuesta, 82 % no recibe recursos de algún familiar que se encuentra en los Estados Unidos, aunque 18 % sí percibe ingresos por remesas de algún miembro de la familia; se les envían por temporadas y lo gastan principalmente en alimentación.

 

Conclusiones

En la comunidad de estudio el campesino promedio trabaja en familia y practica la agricultura tradicional, lo que le permite producir alimentos indispensables para su consumo básico, como maíz blanco, frijol y calabaza.

Con su tenencia de tierra y la tecnología mixta (tradicional, moderna), el jefe de familia es eje de una economía local diversificada que incluye ganadería subordinada a la agricultura, elaboración artesanal en pequeña escala y comercio al menudeo, donde la reproducción de la unidad familiar combina el auto-abasto campesino, el trabajo asalariado y la multi-actividad.

La cosecha de maíz se orienta al auto-consumo y cuando hay excedente se vende al mercado local o municipal. Los subproductos de su trabajo son zacate y maíz pequeño (molonco) que se tritura con máquinas de alquiler. Se emplea para alimentar el ganado del traspatio familiar; es común vender el sobrante como forraje a nivel local o municipal.

La multi-actividad es una estrategia familiar campesina. Ocupan su mano de obra como jornaleros agrícolas, en la construcción y en otras actividades. Dependiendo de su edad, los varones combinan el trabajo familiar con sus estudios (básicos hasta nivel medio superior). Las madres de familia se hacen cargo de las labores del hogar, cuidan a los hijos y a la pareja, y apoyan en actividades agrícolas, principalmente en la cosecha.

La migración interna es otra estrategia familiar campesina. Hombres y mujeres salen de la localidad hacia EE. UU. y las remesas generadas por los empleos que desempeñan alivian parcialmente las necesidades familiares. La migración es temporal y rara vez definitiva. Se complementa con la actividad agrícola, buscando la reproducción de la unidad familiar.

Se recomienda no excluir a los campesinos tradicionales de subsidios a la agricultura, pues son quienes procuran la agro-biodiversidad del campo; además, conservan la tierra, fomentan el arraigo y mantienen la diversidad genética del maíz.

Es importante replantear el sistema invernadero para que su objetivo sea el auto-abasto familiar, económicamente al alcance de la mayoría de los campesinos, sin usar agroquímicos, para evitar un impacto negativo colateral y la captación de agua de lluvia, entre otros.

Se debe promover la conservación de ecosistemas y su biodiversidad mediante la plantación de árboles frutales adaptados a la zona en el perímetro de milpas. Esta actividad puede proporcionar más productos y mejorar el ingreso familiar campesino que permita obtener una mejor calidad de vida (alimentación) y pago por servicios ambientales.

 

Literatura Citada

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Nota

Publicado como ARTÍCULO en ASyD 11: 167-179. 2014.

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