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Agricultura, sociedad y desarrollo

versión impresa ISSN 1870-5472

agric. soc. desarro vol.9 no.1 Texcoco ene./mar. 2012

 

Una experiencia de investigación participativa en Uruguay

 

An experience of participatory research in Uruguay

 

María Marta Albicette-Bastreri1, Marta Chiappe-Hernández2

 

1 Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA). Andes 1365. P. 12. 11100. Montevideo, Uruguay (malbicette@inia.org.uy)

2 Facultad de Agronomía, UDELAR. Garzón 1333. 12900. Montevideo, Uruguay. (mchiappe@fagro.edu.uy)

 

 

Resumen

Los enfoques participativos para el desarrollo y la investigación e innovación en el sector agrario han buscado respuestas adaptadas a las necesidades de los productores utilizando diferentes metodologías, entre las que se encuentra la investigación participativa (IP). Entre 2006 y 2009 tuvo lugar en Uruguay un proceso denominado Desarrollo Participativo de Innovaciones (DPI), llevado adelante por investigadores del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y productores orgánicos hortícolas, focalizado en tecnología de abonos verdes; siendo el primer caso de IP iniciado y finalizado en el sector agrario uruguayo. En este ensayo se describe una investigación evaluativa del DPI a partir de entrevistas en profundidad a productores y técnicos participantes. Se analizan fortalezas y debilidades, aprendizajes y resultados del DPI, aportando sugerencias para un próximo ciclo o para su aplicación en otros procesos participativos. Como resultado del proceso fue posible introducir la metodología en INIA, progresar en su implementación, compartir saberes entre investigadores y productores y lograr innovación con la tecnología, permitiendo aprendizaje y apropiación social del conocimiento.

Palabras clave: agricultura orgánica, desarrollo participativo de innovaciones.

 

Abstract

Participatory approaches for development, and research and innovation in the agricultural sector have sought answers adapted to the needs of producers using different methodologies, among them participatory research (PR). Between 2006 and 2009, a process took place in Uruguay called Participatory Innovation Development (PID, Desarrollo Participativo de Innovaciones), carried out by researchers in the National Agriculture and Livestock Research Institute (Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, INIA) and organic vegetable producers, focused on green fertilizer technologies; this was the first case of PR that began and was finished in the Uruguay agrarian sector. In this essay, we describe the evaluative research of PID, contributing suggestions for the next cycle or to apply in other participatory processes. As a result of the process, it was possible to introduce the INIA methodology, make progress in its implementation, share knowledge between researchers and farmers, and achieve innovation with technology, allowing learning and social appropriation of the knowledge.

Key words: organic agriculture, participatory innovation development.

 

 

Introducción

La investigación y el desarrollo agrícola han afrontado el reto de alimentar al mundo a través del incremento de la producción. Durante varios años el proceso de modernización de la agricultura se hizo utilizando un modelo de generación y transferencia de tecnología lineal y vertical. Éste fue criticado a partir de los años setenta por su incapacidad de brindar respuestas a los agricultores, mostrando deficiencias intrínsecas y un escaso reconocimiento del conocimiento acumulado por los productores (Chambers, 1991; Johnson et al., 2003). En contraposición, surge una corriente que promueve un enfoque holístico y metodologías participativas que consideran la participación de los diferentes grupos sociales y sus capacidades en el proceso de investigación. Una de ellas se conoce como Investigación Participativa (IP), en la cual el tema a investigar es definido por los involucrados, quienes colaboran en la solución del problema (Van de Fliert y Braun, 2002; Probst y Hagmann, 2003; Blackstock et al., 2007). El foco está en la producción conjunta de nuevas ideas, tecnología, formas de hacer cosas, compartiendo perspectivas, promoviendo la apropiación de conocimiento y el aprendizaje social.

En 1996 el Banco Mundial indicaba que los enfoques participativos estaban siendo más efectivos en lograr impacto con las tecnologías a nivel de pequeños productores. Ferreira (1997) reconocía la necesidad de incluir métodos participativos que integrasen el saber popular rural en el INIA. Aunque desde 1989, representantes de las principales organizaciones de productores del país integran la Junta Directiva y manifiestan sus demandas a través de los Consejos Asesores Regionales (CAR) y los Grupos de Trabajo (GT), no es hasta 2006 que se crea el Programa de Investigación en Producción Familiar y se implementa el Proyecto "Desarrollo de la Agricultura Orgánica como alternativa válida para los productores familiares". Entre 2006 y 2009 se realizó un DPI con productores orgánicos en cuatro predios y dos localidades con el tema abonos verdes para buscar nuevas alternativas tecnológicas, finalizando la experiencia con la publicación de los resultados (Zoppolo et al. , 2009). Este programa partió del supuesto de que era posible introducir en el INIA una metodología que permitiera una forma diferente de generar conocimiento, donde los participantes, a través de la investigación conjunta, lograran respuestas a los problemas, compartieran saberes y aprendieran en el proceso.

 

Objetivos

Objetivo general

Analizar y evaluar el proceso de Desarrollo Participativo de Innovaciones (DPI) en el marco de una investigación participativa (IP), con productoras/es vinculados a la agricultura orgánica.

Objetivos específicos

• Analizar la contribución de la IP a la generación de conocimiento.

• Evaluar los aprendizajes y resultados del DPI a partir de la opinión de los actores.

• Proponer aspectos de mejora para la propuesta metodológica.

 

Marco Conceptual

Modelos de generación - transferencia de tecnología - desarrollo de innovaciones

En esta sección se presenta la evolución de los modelos de generación-adopción en cuatro décadas. Se señalan los principales enfoques; es decir, los conceptos y valores, la perspectiva y principios que prevalecen y la relación que existe entre los diversos temas. Los vinculados al relacionamiento entre técnicos y productores pasaron por una visión reduccionista, un enfoque sistemático y uno sistémico con visión constructivista (Pinheiro, 2000).

En los años sesenta del siglo XX se aplicó el enfoque reduccionista bajo un paradigma disciplinario. Se pensaba que el problema de adopción era por el escaso conocimiento de los productores y se prescribía una educación a través de la extensión. Este enfoque favoreció al modelo de transferencia de tecnología, siendo la base de la Revolución Verde (Pinheiro, 2000).

En los años de la década de los setenta se pasó a un enfoque sistemático basado en las ciencias agrarias relacionado con la investigación en sistemas (de Hegedüs, 2002). Se atribuyó la falta de adopción a limitantes en las fincas, fomentando que éstas se parecieran a las Estaciones experimentales. Con la investigación en fincas se inició un vínculo de consulta entre técnicos y productores.

En los años ochenta se incluyó un enfoque sistémico que puso énfasis en las ciencias sociales, considerando la realidad de los productores y su participación (Foladori y Tommasino, 2006). El problema de adopción se vinculó al proceso de generación de tecnología, y al reconocerse la investigación informal con productores se marcó el inicio de la IP con agricultores (Biggs, 1990).

En los años noventa los científicos agrícolas sociales se acercaron a los agricultores para considerar el conocimiento local y entender las dificultades de adopción (Chambers et al. , 1989). Entre ellas se mencionaba la escasa comprensión de los científicos del proceso de toma de decisiones por el productor, por lo que la IP se orientó a desarrollar tecnología junto a los agricultores, a través de la utilización de métodos como el Desarrollo Participativo de Tecnologías (Jiggins y de Zeeuw, 1992).

En la última década se han enfatizado los enfoques participativos como paso a la innovación local. Desde este enfoque, los agricultores e investigadores definen juntos los problemas; diseñan, ejecutan y evalúan los experimentos en los predios (Selener, 2006), dando lugar a procedimientos tales como en el Desarrollo Participativo de Innovaciones (Scheuermeier et al., 2004).

El DPI evaluado se respalda en una visión constructivista donde la investigación informal del agricultor combina con procedimientos formales, y el conocimiento tradicional interactúa con el basado en la ciencia para atender las demandas de los productores.

 

Concepto de participación

El término "participación", en el área de desarrollo, se refiere a la necesidad de que los destinatarios de proyectos se involucren en el logro de las metas y uso de los beneficios. Supone una noción de proceso, y es dinámica y compleja (Rotondi, 2007). Ha tenido la influencia de distintos movimientos político-ideológicos para los cuales la participación promueve sujetos transformadores de la realidad. Entre los autores que consideran clave la participación de los sujetos se encuentran Kurt Lewin a través de la investigación-acción (Lewin, 1946), Paulo Freire con la educación popular (Freire, 1993), Fals Borda por la investigación-acción participativa (Fals Borda, 2008) y Bosco Pinto con la investigación participativa (Bosco Pinto, 1986). Para este trabajo se tomó la definición de participación de Blackstock et al. (2007) que señala: Es el proceso en el cual los individuos toman parte en las decisiones de temas que los afectan, y asumen que la participación es una opción activa de verse involucrado en darle forma al futuro.

La participación se puede concebir como un medio para conseguir mejores resultados en los proyectos, o como un fin en sí mismo para potenciar la capacidad de los involucrados. Compartimos con Tommasino y de Hegedüs (2006), que se la puede concebir con ambos objetivos. En el DPI es un medio para lograr que la investigación en AO sea eficiente y un fin en el proceso de investigación, para que los actores aprendan y desarrollen sus capacidades.

Existen varias clasificaciones de participación: entre ellas las referidas a la "forma de participación" (Pretty, 1995) y al "tipo de decisión" (Rotondi, 2007; Geilfus, 2009). La más utilizada fue creada por Biggs en 1989 y adaptada para la investigación agraria, definiendo cuatro formas de participación basadas en quiénes toman las decisiones y en qué momentos (Cuadro 1).

La utilización de herramientas participativas no garantiza que se logre una metodología participativa (Probst y Hagmann, 2003). Las técnicas constituyen una "caja de herramientas" que deben seleccionarse considerando el tipo de participación buscado, siendo necesaria una buena facilitación para lograr la interacción y aprendizaje entre actores (Hagmann y Chuma, 2002).

En el DPI en cuestión, los productores se involucraron en la toma de decisiones, procurando el aprendizaje y la innovación; en el proceso se consideró la participación como medio y como fin, clasificándolo como participación colaborativa y con algunos aspectos de participación colegiada.

 

Concepto de innovación

Uddin (2006) habla de innovación cuando una idea (conocimiento), producto o proceso, luego de pasar a través de investigación y desarrollo (formal o informal) se incorpora en la producción o en la práctica. El conocimiento puede adquirirse mediante el aprendizaje, la investigación o la experiencia y puede provenir de varias fuentes y actores, pero hasta que no es aplicado no se considera innovación (Hall et al., 2005). Los agricultores siempre han innovado en sus predios, tienen "novedades" que a veces permanecen ocultas (Roep et al., 2003), pero el concepto de ellos como investigadores o innovadores es nuevo (Wejnert, 2002). La innovación local es el proceso por el cual los individuos desarrollan nuevas y mejores formas para manejar los recursos, pero las instituciones de I&E han avanzado poco (Reij y Waters-Bayer, 2006). En el DPI desarrollado la investigación, el aprendizaje y la innovación fueron los ejes del proceso.

 

La Investigación Participativa (IP): conceptos y usos

Historia y desarrollo de la IP

Los trabajos Lewin (1946), Freire (1993) y Bosco Pinto (1986) son antecesores de la IP en el área agraria, la que recibe atención creciente con la propuesta de Farmer First (Chambers et al., 1989) y gana terreno con temas como el manejo de recursos naturales, afianzándose con el Desarrollo Participativo de Tecnologías. Desde 2000 es un proceso metodológico alternativo a la investigación tradicional, que incluye la participación de los productores (Contreras, 2002). La necesidad del mayor involucramiento de los usuarios en los procesos de I+D+i está actualmente siendo internalizada en los centros internacionales (Ashley et al., 2009).

Modelos de IP

La IP se ubica entre las corrientes de las ciencias sociales que rechazan la neutralidad de la ciencia (Hildebrand, 1996). Todas las versiones de IP tienen en común dos aspectos: 1) los métodos involucran un aprendizaje continuo de los participantes, y 2) minimizan la distancia entre los investigadores y los usuarios con diálogo y acción (Johnson et al., 2003). La IP implica una combinación de investigación, educación, aprendizaje y acción que enfatiza el involucramiento de los actores en todas las etapas de producción de conocimientos (Hellin et al., 2006). Por ello, la experiencia de DPI que se evalúa es clasificada como un tipo de IP.

Características de la IP

Los enfoques participativos en la investigación para el desarrollo se usan con dos objetivos (Hellin et al., 2006, 2008; Lilja y Bellon, 2008b): uno funcional, para aumentar la validez y eficacia de la investigación (participación como "medio") y uno de empoderamiento, para potenciar la capacidad de los actores (participación como "fin"). En el DPI se consideraron ambos objetivos. Lilja y Bellon, (2008a) plantean subrayar más uno que otro, y si se focaliza en el funcional, la IP se usaría para mejorar la eficiencia de la tecnología, logrando solamente el empoderamiento de los actores intermediarios. La IP es un trabajo investigativo y educativo con tres elementos: personas, poder y práctica, lo cual establece una nueva relación entre teoría y práctica en un proceso permanente de investigación y acción (Sohng, 2006).

Definiciones de IP

Una definición general surgió en 1977 en la reunión del Consejo Internacional de Educación de Adultos: "La IP es un enfoque en la investigación social que busca la participación de la comunidad en el análisis de su realidad con el objeto de promover la participación social para el beneficio de los participantes de la investigación". De acuerdo con Okali et al. (1994), el término IP con agricultores fue acuñado por Farrington y Martin en 1987. Diferentes definiciones de IP con los agricultores se asocian a método, enfoque, proceso y práctica (Selener, 2006). Como proceso, el agricultor actúa como un sujeto que investiga, mide y estudia en colaboración con los investigadores (Ashby y Lilja, 2004). En este trabajo la IP es el "proceso" en el cual el conocimiento de los productores y de los científicos se combina para buscar y desarrollar las mejores soluciones a los problemas planteados.

La IP en procesos agrarios de I +D+i

El término "paradigma de la investigación" denota un sistema de creencias, valores y técnicas compartidos dentro de una comunidad científica. La IP es una metodología para el aprendizaje interactivo, la gestión del cambio, reorientando el paradigma positivista (proceso lineal: investigación-extensión-agricultor) al constructivista (proceso que emerge de la interacción entre actores) (Jiggins y Röling, 1997). La IP surge como solución al problema de desarrollar tecnologia apropiada (Schumacher, 1973), y según Hellin et al. (2006) para que los institutos de investigación obtengan productos relevantes. Los enfoques de IP se adaptan a ciertas situaciones; dependiendo del tema, la actitud de los investigadores, la habilidad de los productores, siendo valorados para investigar en sistemas agroecológicos y de bajos insumos. En este caso, la IP es usada para desarrollar tecnología apropiada con los productores y procurar el aprendizaje.

Enfoques prototípicos para analizar el desarrollo de innovaciones

Los tres modelos prototípicos para analizar el desarrollo de innovaciones son: (1) Transferencia de Tecnología, (2) El Agricultor Primero y (3) Aprendizaje Participativo e Investigación en Acción (Probst y Hagmann, 2003, 2006). En la Figura 1 se presentan algunas características de cada uno, tales como: década de surgimiento, paradigma/enfoque vinculado, tipo de participación, metodologías y métodos asociados, así como el objetivo de cada modelo. Se destacan en los 80 el surgimiento de la investigación participativa(IP) y a partir del 2000 el inicio del DPI.

Dentro del modelo El Agricultor Primero podemos destacar como métodos de interacción con productores a la Investigación Participativa con Agricultores (IPA, FPR por sus siglas en inglés) que desarrolla tecnologías agrícolas para aumentar la productividad; su principio es que la tecnología debe surgir de las necesidades identificadas por los agricultores. Predomina el paradigma positivista y no hay interacción entre investigadores y agricultores (Selener, 2006).

También se incluye el Desarrollo Participativo de Tecnologías (DPT-PTD) como el proceso práctico de poner juntos el conocimiento y la capacidad de investigación de los agricultores con las instituciones científicas en forma interactiva para mejorar la tecnología (Reij y Waters-Bayer, 2006; Reed, 2007). El Desarrollo Participativo de Innovaciones (DPI-PID) es un término más amplio y se ubica dentro del tercer modelo presentado en la Figura 1. Puede aplicarse tanto a un proyecto de investigación como a un proceso de desarrollo rural (Scheuermeier et al, 2004). El conocimiento se desarrolla mediante el aprendizaje experimental y las soluciones son de utilidad a los involucrados. Opera desde una perspectiva constructivista, y considera que los productores son parte del proceso de generar, probar y evaluar tecnologias, compartiendo sus saberes con los investigadores, promoviendo la negociación y el aprendizaje mutuo (Probst y Hagmann, 2003, 2006; Selener, 2006). Hay casos publicados de ONG y existen plataformas de intercambio de experiencias para la innovación local como PROLINNOVA3. El DPI incluye aspectos de los dos últimos modelos prototípicos y se ajusta a la propuesta metodológica de Scheuermeier et al. (2004).

Aspectos institucionales y de actitud

El desarrollo de tecnologías depende de las instituciones y los protagonistas. Ha habido problemas para incorporar la IP en los institutos de investigación agrarios, porque las ciencias sociales se consideran como soporte, existiendo dificultad para su comprensión, amén de falta de personal capacitado. Los investigadores pueden estar familiarizados con el concepto de participación, pero sólo una minoría tiene experiencia real en IP. Al ser una praxis dentro de un proceso investigativo, se da más espacio a la creatividad que a la imposición de un modelo predeterminado (de Schutter y Yopo, 1983). No existe una fórmula preestablecida, un método paso a paso o la forma "correcta" de hacer IP. Para las instituciones implica un aprendizaje social, que dé lugar a la cogeneración de soluciones, considerando las múltiples formas de conocimiento (Blackstock et al., 2007).

Está emergiendo un nuevo paradigma que combina el positivista y el constructivista, respaldando un enfoque de aprendizaje transformador (Vernooy y Mc-Dougall, 2003). Hay que reconceptualizar (en teoría y práctica) la entrega de la tecnología basada en conocimiento coproducido por científicos y usuarios. Hay ejemplos donde la colaboración en la generación del conocimiento y desarrollo tecnológico añade valor al basado en la ciencia (IAASTD, 2009).

La IP no es una actividad marginal, ya que se invierte presupuesto y capacidades humanas, existiendo estudios de casos como los que presentan Gonsalves et al. (2006) en tres volúmenes sobre investigación y desarrollo participativo. En Colombia, el CIAT desarrolló la metodología "Comité de Investigación Agrícola Local" (CIAL). En 1999 se inició la "Plataforma global para promover la innovación local" (PROLINNOVA). Lilja et al. (2004); Quirós y Roa (2010)4 demuestran que la IP representa una reducción en tres años en el desarrollo de variedades. Hay pocos estudios con evidencia empírica que indiquen en qué condiciones los enfoques participativos son más favorables que los tradicionales para desarrollar tecnología (Lilja y Bellon, 2008b). La Revista LEISA menciona que los investigadores aún ofrecen respuestas a los problemas de los productores, en vez de realizar juntos la búsqueda de soluciones (Pinzás, 2006).

La implementación de IP en Uruguay ha sido escasa y sólo se han incluido algunos elementos del enfoque participativo (Real, 2010). En el proyecto EULACIAS5 realizado en América Latina, se utilizó un enfoque sistémico para la coinnovación, focalizando en 16 predios familiares hortícola-ganaderos, y se avanzó con herramientas de evaluación de los agroecosistemas.

 

Metodología

La investigación evaluativa del DPI que se presenta en este trabajo se basó en 21 entrevistas en profundidad a productores y técnicos vinculados al proceso. Se evaluaron fortalezas, resultados y aprendizajes a través de las opiniones de los actores, y tuvo carácter integral al considerar resultados en las dimensiones tecnológica y personal. Los resultados podrán ser de utilidad para mejorar otro ciclo de DPI o para aportar ideas a interesados en IP.

Evaluación de los procesos

La evaluación es un instrumento de gestión que permite obtener conclusiones sobre los objetivos planteados, orientando y mejorando planteos futuros (de Hegedüs, 1995) y determinando objetivamente la pertinencia, eficiencia, eficacia e impacto de las actividades. Para evaluar los aprendizajes y resultados se utiliza el marco teórico del Reflective Appraisal of Programs (RAP) (Bennett, 1982) con siete niveles de evaluación: insumos, actividades, participación, reacciones, conocimientos/habilidades/actitudes, cambio de comportamiento/ adopción e impacto. La evaluación también se fundamenta en que los propios involucrados, a través de sus opiniones sobre los resultados, están en buenas condiciones para evaluar el DPI.

Entrevistas en profundidad

Las entrevistas en profundidad son un método de investigación cualitativo flexible y dinámico basado en el diálogo. Los encuentros cara a cara entre el investigador e informantes se realizan para comprender las perspectivas de sus experiencias expresadas con sus palabras (Taylor y Bogdan, 1986). En este trabajo se utilizan las entrevistas para conocer las opiniones de los participantes del DPI y analizar lo que consideran relevante, sus significados y el modo como ven, clasifican y experimentan la realidad.

Entrevistados. Se realizaron, grabaron y analizaron 21 entrevistas a productores y técnicos vinculados al DPI. Se definieron cuatro grupos de interés, realizándose de cuatro a siete entrevistas por grupo:

PE: Cuatro productores/as experimentadores, (hortícolas, orgánicos y familiares, dos trabajaban solos y 2 integraban un grupo), con experimentos en sus predios (PE1 a PE4).

PA: Cinco productores acompañantes que participaron en actividades del DPI (PA5 a PA10).

TE: Cinco técnicos/as experimentadores de INIA vinculados al DPI (TE11 a TE15).

TA: Siete técnicos/as acompañantes, cinco de instituciones y dos de INIA (TA16 a TA21).

Los productores habían integrado o integraban la Asociación de Productores Orgánicos del Uruguay-APODU. Para la selección de los productores y técnicos acompañantes a entrevistar se consideró que tuvieran información relevante sobre el DPI, que se las pudiera ubicar fácilmente, que estuvieran dispuestos a informar, que fueran mujeres y hombres, y con capacidad para comunicarse.

Análisis de los datos. El análisis de las entrevistas se realizó con una lectura repetida y en profundidad del texto. Se examinó la información desde el punto de vista de su estructura y se consideraron los niveles del

modelo de Bennett (actividades, aprendizaje, resultados e impactos) (Bennett, 1982). Para el procesamiento se realizó una codificación manual y, a medida que se identificaban los temas, se desarrollaron conceptos y propuestas que iban dando sentido a los datos.

La experiencia evaluada de IP

En la Figura 2 se presentan los pasos del DPI realizado, el cual se inició con su lanzamiento el día 14 de abril de 2006 y finalizó su primer ciclo el 2 de abril de 2009. El detalle de todas las actividades realizadas y la publicación final se encuentran en el sitio web del INIA6.

 

Resultados y Discusión

La escasa adopción de la tecnología generada por los institutos de investigación agronómicos ha traído decepción en los investigadores que no ven aplicado lo que investigaron, y en los productores, que no obtienen las respuestas tecnológicas que esperan. La propuesta de que "participen más" en el proceso de generación no es tan sencillo, y ya mencionamos las dificultades de arribar a una definición de participación y a su variada tipología. Tampoco hay muchos casos publicados donde se constate un fuerte impacto de la IP, por lo que hay cuestionamientos (d'Aquino, 2007). En esta sección se presenta el análisis de las opiniones sobre el DPI vertidas por los participantes en las 21 entrevistas. El análisis se presenta como Fortalezas y Debilidades, Aprendizajes, Sugerencias de mejora y Resultados del DPI, considerando los cuatro grupos de entrevistados. Para cada punto se presenta un cuadro de los principales resultados y comentarios de los entrevistados. Se finaliza la sección con la visión futura que tienen los entrevistados sobre la investigación participativa.

Fortalezas y Debilidades del DPI

El Cuadro 2 resume las fortalezas y debilidades del DPI de acuerdo a los cuatro grupos.

Fortalezas. Todos los entrevistados valoraron positivamente la experiencia institucional de IP; como mencionó uno de los técnicos acompañantes: "Como evaluación general, habla de apertura; que se aborden otros tipos de formas de generar conocimiento o de trabajar con la gente me parece importante" (TA 19). Cerrar un ciclo de DPI ratificó un nuevo camino. Según uno de los técnicos experimentadores: "Se logró trabajar juntos, y no siempre es fácil porque no estamos acostumbrados a pensar en conjunto, y sistematizar la experiencia es tedioso, pero es parte del proceso" (TE12). Además se logró que todos expresaran libremente sus opiniones. De acuerdo con uno de los productores: "Es participar, es opinar en un ambiente donde podés expresarte, te escuchan e incidís en la resolución. Eso es valioso" (PE1). Los productores estuvieron afines a realizar IP, y según dos técnicos se encuentra relación entre la IP y los sistemas orgánicos: "Cuando hablás de IP se les ilumina la cara porque es su filosofía" (TE13 y TA20). Existe un alto involucramiento de los productores con su sistema como lo afirmó un técnico acompañante: "Lo traen muy incorporado, eso se siente y se ve, son más abiertos, innovadores, quieren participar y tener formas de investigación con más protagonismo e incidencia en lo que se decide" (TA17). Había experiencia previa de trabajo de los productores con INIA y un Plan Estratégico institucional que enfatiza el trabajo con pequeños productores y el uso de nuevas metodologías de investigación, más que en el "qué", en el "cómo". Hubo aportes de la Facultad de Agronomía sobre el marco conceptual y condicionantes externas como el auge de la producción orgánica en otros países y el énfasis del Gobierno para trabajar con productores familiares y promover la sustentabilidad. Los PE tuvieron un alto grado de responsabilidad con el DPI, y de acuerdo a un productor experimentador: "Yo lo siento así, después que uno participa y opina tiene que continuar, es un compromiso" (PE1). Se relaciona con la participación colegiada donde los actores se involucran para construir el futuro. La metodología fue adecuada a los objetivos planteados, hubo comunicación y documentación (web, jornadas, evaluaciones, libro). La amplitud en la convocatoria al inicio del proceso permitió relevar muchas ideas e involucrar interesados. La realización de experimentos en tres zonas dio respuesta a las demandas, pero fue muy exigente, aunque igualmente el análisis de la información se realizó en forma conjunta como mencionó un productor experimentador: "Lo hicimos juntos, la conclusión la sacamos en una reunión con otros productores, donde se analizó lo pasado y el éxito obtenido" (PE3).

Debilidades. La participación decayó, y según un productor experimentador esa actitud está en la esencia humana: "Tres veces intentamos abrir una Comisión de Fomento y los productores no se quieren comprometer" (PE3). En los talleres zonales, al concretar los temas y definir los lugares de los experimentos fueron menos productores, y un técnico experimentador opinó que tuvieron muchas opciones: "Los productores querían algo más definido porque se sintieron sobrepasados al poder elegir tanto" (TE11). No hubo una comprensión clara del proceso, y según un productor acompañante: "Hay otro déficit nuestro, que el concepto de IP los productores no lo tienen muy claro, porque a veces no se imaginan que puedan incidir" (PA8). Fue planteado el tema del poder referido a la capacidad de proponer, demandar, adoptar, opinar, y se hizo referencia al costo de la participación, a la escasez de tiempo y a que es posible que se hayan hecho supuestos erróneos sobre el poder de los actores. Pudo haber diversidad de expectativas y no ser del todo clara la explicación que el foco estaba en temas tecnológicos y que se canalizarían otras demandas. Para dos técnicos los temas importantes del sector no fueron tratados: "Las cosas que más limitan el desarrollo de la PO no pasan por la falta de conocimiento, por ensayos, sino porqué no se adopta" (TA18 y TA19). Faltaron técnicos extensionistas e institucionalmente INIA trabajó bien, pero solo. A eso se sumó la debilidad de la organización de productores que no logró promover el involucramiento, ni realizar un buen acompañamiento del DPI.

Aprendizajes de los actores

Técnicos/as y productores/as aprendieron durante el DPI, aunque pudieron no tener conciencia de ello, como comentó un técnico experimentador: "No sé cuan interiorizados y cuanto han internalizado el proceso que implica el aprendizaje para los dos lados y si valoraron o no, pero seguro que todos aprenden, si" (TE12). En el Cuadro 3 se presenta un resumen de los aprendizajes de los cuatro grupos de entrevistados y posteriormente algunos comentarios sobre ellos.

Productores experimentadores

El DPI fue un aprendizaje sobre manejo de abonos verdes que permitió a los PE una actitud más de investigador, tomar elementos de los experimentos, adaptarlos e innovar de acuerdo al siguiente relato de uno de ellos: "Llamé a un técnico y le dije, quiero plantar papa y poner abono verde. Por acá viene la cosa, vos aprendes" (PE2). Los aprendizajes personales dejan entrever que la experiencia fue muy rica, como mencionó otro productor: "Tener que negociar y a veces uno tiene una forma de ver las cosas y conversándola con un grupo se enriquece y siempre uno está aprendiendo algo" (PE1). El vínculo entre productores y técnicos fue muy bueno, sin miedos, más a la par, comprendiendo mejor la tarea del investigador. Sintieron un trato diferente y están orgullosos de ser parte del DPI, como lo manifestó un productor acompañante: "Una parte de la teoría se cumple y es de sentirse valorizado en su trabajo, que vaya un grupo de investigadores y productores diciendo: "Bueno, eso que vos haces me importa" (PA8).

Técnicos experimentadores

Para los investigadores de INIA el DPI fue una forma diferente de investigar de acuerdo a lo mencionado por un técnico experimentador: "Se avanzó en la IP y ese es el primer aprendizaje: plantearse la metodología, pensarla e implementarla" (TE12). En INIA fomentó el intercambio interno para la resolución de nuevos temas. Aprendieron del trabajo con los productores, y como dijo otro técnico: "Aprendí cómo se plantea un productor el tema y cuáles son sus problemáticas, aprendí de su realidad, de su modo de vida, sus conocimientos e intereses" (TE10). Se aprendió a dialogar, intercambiar y dividir roles. Los productores necesitaron tiempo para concretar el aprendizaje conjunto y los técnicos aprendieron a expresar su sentir, de acuerdo con lo comentado por un técnico experimentador: "No es sólo necesario tener claro que uno está a la par, sino saber expresarlo" (TE10). Se adaptaron al proceso metodológico que necesita tiempo para ajustar las propuestas a cada realidad, y según la opinión de otro técnico experimentador: "Se me clarificaron las opciones de trabajar en forma participativa y las tenemos que crear acorde a nuestra forma de ser" (TE12). El pasaje de la investigación implícita a la explícita y compartible no es fácil y se juega mucho de la IP, como mencionó uno de los técnicos. "Es un tema enorme cómo introducir a personas que no están acostumbradas a investigar, o lo hacen prácticamente" (TE10). Se sintieron cómodos de integrar un equipo que logró una innovación, como dijo otro de los técnicos: "Ha sido una experiencia bárbara, el equipo 10 puntos, ha funcionado en forma excelente. Hemos tenido la suerte y la virtud de armar las cosas e irlas generando bien, y eso no es cosa menor" (TE11).

Productores acompañantes

Fueron los que estuvieron más alejados durante el trabajo de implementación del DPI. La tecnología era conocida por algunos y percibieron que hubo una revalorización de la técnica de abonos verde. Al igual que los PE, aprovecharon las visitas a INIA para ver las publicaciones y conocer tecnologías no específicas para PO. Se generaron vínculos con la investigación y los investigadores, afianzando el trabajo en red. Vieron un enfoque uruguayo de IP, como lo mencionó uno de los productores acompañantes: "Me cambió la mirada de las posibilidades uruguayas de generar formas propias para nuevos enfoques de investigación. Muchas veces sale un modelo de investigación que son réplicas de otros países y se vio el nacimiento de cómo trabajar con un productor típico uruguayo" (PA5).

Técnicos acompañantes

Los TA aprendieron aspectos puntuales de abonos verdes y sobre la primera experiencia de IP, la cual fue enriquecedora. Los técnicos externos opinaron que los de INIA deben haber aprendido del relacionamiento con pequeños productores, de la investigación necesaria para la AO y del enfoque de investigación. Observaron una mayor interacción entre los técnicos de INIA de diferentes disciplinas y uno de ellos dijo: "En las primeras reuniones estaban sentados en la parte de atrás, en las últimas estaban integrados con todo el grupo" (TA17). Para los técnicos de INIA se inició un modo de investigación que brinda mayores posibilidades de interacción y trabajo en equipo. De acuerdo con un técnico experimentador: "Había muchos que tenían experiencia de trabajo en casa de productores, pero no con un grupo de productores que plantea una temática y después hay que interactuar y decidir en conjunto" (TE10). El proceso ha contribuido a generar un relacionamiento mayor de los TA con otras instituciones y emprendimientos, según lo expresado por uno de los técnicos: "Se pueden sentir más motivados o curiosos con la producción orgánica y la IP porque el INIA está trabajando en ello" (TA18).

Sugerencias de mejora y resultado final del DPI

Es prematuro hablar de impacto, porque hay que analizarlo a más largo plazo, por lo que se presentan las sugerencias de mejora y los resultados finales de la experiencia (Cuadro 4). En general el proceso fue medianamente efectivo, habiendo margen para ajustar, quedando preguntas sin responder; pero alcanzando las metas establecidas, como lo mencionó una técnica acompañante: "Empezó y se terminó, efectivo en el sentido de plantearse algo y decir se logró" (TA15). El DPI fue pertinente porque promovió la mejora de los recursos, respondió a la demanda de los productores en un contexto que apuntaba a la producción sustentable e incluyó una nueva metodología de investigación.

Desde el punto de vista tecnológico los productores manejan más aspectos de la tecnología de abonos verdes, pero falta divulgación, como mencionó una productora experimentadora: "Que se repita porque no picó al resto de los productores" (PE2). Se logró mayor discusión y análisis con los productores que consideraban a la producción orgánica con objetivo empresarial como base de su unidad productiva, los que a su vez estaban agrupados. Los ensayos no fueron del todo exitosos en los resultados por distintas razones (lluvias, la primera experiencia), pero se plantearon nuevas interrogantes, como rescató otro productor: "Aprendí que hay que investigar más sobre qué cobertura muerta usar" (PE4).

Desde el punto de vista personal los productores obtuvieron elementos tecnológicos del DPI y conocimientos para desarrollar su propio intelecto y adaptar lo aprendido a su sistema, mejorando su capacidad de análisis. Como mencionó un técnico experimentador: "Lo que me queda claro es que esto reafirma métodos, reafirman el por qué sí y el por qué no" (TE14).

En el DPI ocurrió un intenso compartir de saberes, como lo expresó un técnico experimentador: "El investigador se enriquece de la practicidad del productor y éste de la tecnología y explicaciones teóricas" (TE13). Las relaciones entre técnicos y productores fueron enriquecedoras y ellos sintieron que pudieron ponerse uno en el lugar del otro, como dijo un productor experimentador: "El productor ver un poco las cosas como investigador y el técnico un poco como productor" (PE1). Un técnico experimentador complementó: "Me parece que me quedo corto de cómo se da el intercambio, es muy fuerte lo que se genera, los productores mencionan cómo mejorar una práctica que está en el ensayo y se incorpora automáticamente, lo vi y se da" (TE10). Los actores del DPI mejoraron el diálogo, compartieron saberes y aprendieron, como lo expresó un técnico: "Se fue creando un ambiente favorable a compartir saberes, porque en el momento que se acepta que se priorice un tema sobre otro, se asume que el productor tiene algún saber que el técnico no tiene" (TA18). Un técnico complementó: "No sé cuantificarlo pero se logró; ya por implementar una IP se da" (TE14) y un productor acompañante sintetizó: "Es la sumatoria de lo empírico y deductivo, lo racional y experimental y de los saberes distintos y la riqueza que eso determina después en la participación, porque es distinto cuando el tema sale de vos, de tu vida, de tus bolsillos, de tu mañana, que le da otro color" (PA8).

Desde el punto de vista institucional, INIA innovó con la inclusión de la IP de acuerdo con lo expresado por un técnico: "Se generó algo nuevo: la investigación participativa en el contexto uruguayo" (TE10) y eso puede motivar a la incorporación de enfoques participativos en otros proyectos y acelerar la apropiación social del conocimiento. Como mencionó un técnico acompañante: "No es lo mismo que yo haga el trabajo en la Experimental, los traiga, les muestre, que si se hace en los campos con los productores" (TA21). Mejoró la credibilidad de la institución, y de acuerdo con lo comentado por una productora: "INIA está actuando mucho mejor, no sólo la parte orgánica, también en producción familiar" (PE2). Mejoró el relacionamiento institucional, y si bien las instituciones no tomaron la experiencia como propia, la apoyaron y capitalizaron los resultados. Faltaron extensionistas y la opinión de una técnica asesora fue: "Hubiera sido bueno participar más en definir el lugar, hacer el ensayo, ya que yo conocía al productor pero nunca lo cuestioné porque di por hecho que estaba bien" (TA15).

La organización de productores no tuvo la energía para apoyar a los productores y al DPI de forma relevante, pero entienden que mirando la época en que se vincularon a INIA por primera vez, se ha logrado mucho con el DPI. Dieron importancia a que la IP haya nacido en el Uruguay con el DPI y con la producción orgánica, sintiendo orgullo por pertenecer al grupo.

Desde el punto de vista metodológico quedaron temas sin respuestas. Si se continúa el DPI con foco en temas tecnológicos se deben canalizar los no tecnológicos o abordar integralmente todos los problemas de los sistemas de producción. Se fomenta el trabajo en equipo y cambia la forma de pensar de los investigadores, que deben ser flexibles para ir adecuando los experimentos. Esa forma de generación de conocimiento permite que, ya durante el proceso, se dé una síntesis e intercambio, como dijo un técnico experimentador: "Tiene unas ventajas abismales con respecto a la tradicional en lo que respecta a la relación con los productores" (TE10).

Se ahorra tiempo entre la identificación del problema y el uso de la tecnología, y según un técnico experimentador: "Al estar el ensayo en la casa del productor, él lo maneja, valida y adapta" (TE13). La información cuantitativa de la IP es menor que la de la investigación tradicional y es necesario un fuerte trabajo metodológico, pero en el largo plazo se contemplan aspectos productivos, económicos y sociales. En teoría la IP podría adaptarse a cualquier tema, tipo, tamaño, sistema de producción, y en la práctica con algunos se avanza más rápido y se dificulta con los de largo plazo y con necesidad de controlar factores. Por otro lado no es lo mismo trabajar con productores empresariales que familiares.

Futuro de la investigación participativa

La IP es una metodología para darle continuidad en ROU; hay que ajustarla, aprender a usarla, abarcar más rubros, temáticas, zonas, actores y trabajar las resistencias. La introducción de la IP en INIA será gradual y los investigadores tomarán algunos aspectos del enfoque participativo: como lo expresó un técnico: "Le veo mucho futuro al híbrido, no a la IP pura" (TE11). Los productores deberán tener interés por la IP y considerar limitantes de tiempo y económicas. Algunos quisieran que la IP se adaptara a todos los productores, sistemas, temas, pero se adaptaría más a los familiares, innovadores y diversificados.

Frente a la diversidad de problemas hay que reflexionar si incluirlos en la IP. Una técnica acompañante opinó: "Me parece que habría que incorporar otros elementos que no pasan por opciones tecnológicas, porque es la forma de avanzar en la innovación" (TA19). Si el foco de la IP es tecnológico se canalizarán las otras demandas y siempre se deberá trabajar coordinadamente con las instituciones de I&E, Universidad, Intendencias, organizaciones de productores, generando "una innovación dentro de la innovación". La IP es un componente en una visión de desarrollo, aportando soluciones en el contexto de I+D+i, como lo mencionó un técnico experimentador: "Soy optimista que se van rompiendo mitos, hay un diálogo mayor entre la generación de conocimiento, la investigación y los procesos de desarrollo" (TE14).

 

Lecciones aprendidas

Sobre los aportes conceptuales de la IP

El DPI se califica de investigación participativa porque combinó el saber, habilidades y experiencias de los productores con el pensamiento analítico de los investigadores para generar nuevos conocimientos y aprendizaje continuo, interactuando a través del diálogo y la acción. La experiencia dió validez a los planteos de: 1) Freire, que el aprendizaje se basa en la experiencia práctica de las personas; 2) Fals Borda, de considerar las aspiraciones de los productores y la participación conjunta de investigadores e investigados en un proceso de cambio; 3) Bosco Pinto, de tomar parte en los procesos, participando en la planificación, ejecución, análisis y divulgación.

Fue oportuno haber seleccionado una definición de participación (la de Blackstock) y utilizar la tipología de participación de Probst y Hagmann para analizar el criterio de involucramiento de los actores, de tal manera que se clasificó la participación del DPI entre consultiva y colegiada.

Se consideró la participación como medio y como fin. Como medio, relacionado con el objetivo funcional de la IP (investigación de utilidad). Como fin, asociado al objetivo de empoderamiento de la IP (trabajando juntos, aprendiendo y desarrollando capacidades). Con el DPI se incluyó el concepto de innovación junto a la investigación y aprendizaje y algunos productores lograron innovar, otros no porque tenían otras problemáticas no tecnológicas que no se abordaron. La innovación fue el resultado de un trabajo colaborativo que requirió diálogo y negociación, técnicas de facilitación para generar interacción y aprendizaje de los actores que aportaron en forma complementaria tomando una perspectiva constructivista.

El DPI se relacionó con el modelo de aprendizaje e investigación en acción y a nivel metodológico, y tomó aspectos del PTD y del PID. Con el DPI se ajustó una propuesta metodológica de IP a la realidad uruguaya, trabajando con un grupo de productores orgánicos.

 

Sobre el proceso del DPI

Se concretó en INIA una experiencia de IP, originada por diferentes fuerzas impulsoras, demostrando que es posible un enfoque diferente de investigación. Los proyectos que incluyen enfoques participativos deben ser a largo plazo, reiterando los experimentos por varios años.

Como se trabaja con un grupo limitado de experimentadores, hay que consolidar un grupo que pertenezca a una organización de productores fuerte, la cual pasa a ser actor clave del proceso, con buena relación con otros actores considerando el "aprender a aprender institucional".

Como investigación ligada a la acción pierde algo del rigor científico en función de las prioridades del productor, siendo necesario un esfuerzo en la sistematización y publicación de los casos. El "peso metodológico" de la IP se debe tomar como una característica, por lo que hay que decidir cuándo se introducen los elementos teóricos en el proceso; aclarando metas, resultados esperados, precisando métodos y técnicas, acorde con su avance y manteniendo flexibilidad.

 

Sobre la tecnología desarrollada

Hubo una aplicación inmediata de la tecnología y de lo aprendido. Se acorta el tiempo entre la necesidad tecnológica del productor y la respuesta de la investigación. Los procesos de IP promovieron la realización de nuevas formas de hacer las cosas, y los productores entendieron el "por qué" y el "cómo" ocurren ciertos hechos. Asimismo se pudieron apreciaron mejor los factores sociales, económicos y ecológicos que afectan la producción.

 

Sobre los actores participantes

Los actores del DPI lograron identificar un propósito común, compartieron saberes, mejoraron el diálogo y analizaron la información buscando nuevas maneras de hacer las cosas. Se reforzaron los vínculos y hubo sinergia entre los conocimientos de los productores y los investigadores que permitieron obtener resultados tecnológicos, apropiación de logros y aprendizaje.

Hay que detenerse a analizar algunos temas: el poder, los tiempos, la toma de decisiones, los aspectos económicos, la identificación y selección de los productores con la capacidad de llevar adelante los experimentos y ser buenos multiplicadores. Parece adecuado orientar la IP a productores agrupados, innovadores, familiares y con sistemas diversificados.

Los investigadores que se incorporen a la IP necesitan una capacitación integral que les permita interactuar con aspectos sociales, económicos, políticos, culturales, etc. Se debe fomentar buena coordinación y la interdisciplina con técnicos de las ciencias sociales. Todos requieren actitud y habilidades de comunicación para aplicar técnicas participativas y necesitan trabajar en equipo con facilitadores especializados para implementar efectivamente procesos participativos.

Sobre aspectos institucionales

La capacidad de experimentación de INIA se multiplicó y mejoró su imagen, promoviendo el relacionamiento institucional. Las propuestas se concretaron, la tecnología no quedó en los cajones y se fomentó el diálogo interno en INIA. Todo ello posiciona a la IP con potencial para que instituciones de I+D+i avancen en propuestas consensuadas. El abordaje interinstitucional para la planificación, implementación y seguimiento de la IP deberá contar con investigadores agrarios y sociales y extensionistas locales, promoviendo una red regional.

Los avances de los procesos participativos no se pueden medir a corto plazo, con criterios de costo-beneficio o con indicadores que midan sólo número de asistentes, sino que será necesario elaborar indicadores pertinentes. Resulta interesante buscar un sistema de seguimiento y evaluación participativa, que además puede brindar elementos para realizar ajustes sobre la marcha.

 

Conclusiones

La información que surge de una IP tiene relación con el entorno, con el tipo y sistema de producción, con los objetivos y la naturaleza de la pregunta de investigación, con las instituciones y técnicos que la llevan adelante y con el grupo de productores involucrados, por lo que necesita ser diseñada y evaluada en su contexto. Se deben acordar los objetivos con los involucrados, explicitar lo que se busca, quiénes y cómo lo van a hacer, y cuáles son los resultados esperados.

 

Para un próximo ciclo de DPI en AO

En función de los resultados obtenidos, se realizan las siguientes recomendaciones para llevar adelante en un próximo ciclo de DPI:

1. Analizar con todos los actores los resultados logrados, y a partir de las sugerencias y aprendizajes, plantearse un próximo DPI realizando llamado a interesados en IP.

2. Consolidar un grupo interinstitucional que lidere el proceso, integrado por: investigación agraria, productores, ciencias sociales, academia, extensión y organizaciones locales.

3. Comenzar con actividades de identificación de necesidades de los productores para seleccionar las propuestas más pertinentes y trabajar a diferentes niveles: a) realizar capacitación para los temas en los que ya hay información, b) realizar validación o c) definir un nuevo DPI para generar nueva información con un plan alternativo para ejecutar.

4. Realizar una discusión profunda sobre si se pondrá foco en temas tecnológicos.

5. Prestar atención a la selección de productores, al diseño de los experimentos y al "poder" para mantener el diálogo de saberes y lograr resultados funcionales y de empoderamiento.

6. Realizar la sistematización escrita y registro de imágenes durante el ciclo, haciendo accesible la información y realizando buen marketing de la experiencia.

7. Implementar un sistema de seguimiento y evaluación participativa.

 

Para la aplicación de la IP

Las recomendaciones para llevar adelante un proceso de investigación participativa abarcan diferentes ángulos desde una mirada conceptual hasta la operativa.

En caso de tomar la decisión de utilizar investigación participativa, se la debe concebir como una forma de investigación distinta y complementaria de la tradicional, donde productores y técnicos comparten saberes, aprenden aspectos tecnológicos y personales, innovan y generan conocimiento. Para avanzar con la IP en otros temas y productores hay que realizar una discusión sobre el estado actual, ventajas y dificultades de incluir la metodología a nivel institucional, la cual desafía el proceso lineal de transferencia de tecnología. Además, hay que desarrollar las capacidades técnicas y establecer mecanismos de coordinación institucional para los proyectos de IP. Asimismo, se deben analizar los factores que condicionan el enfoque de la IP: la escala, el predio, lo económico, el tema, la actitud frente a la innovación, la organización de productores y tomar la decisión de si se realizará la IP con foco en la tecnología o se abordarán todos los temas integralmente (comerciales, organización, etcétera).

Hay que estar preparados para aceptar los desafíos técnicos, económicos e institucionales para demostrar la efectividad y eficiencia del enfoque participativo, con resultados a largo plazo y no fácilmente cuantificables, todavía dentro de un paradigma positivista. Eso lleva a tener que destinar tiempo a estudiar cuáles son los mejores diseños experimentales para sacar conclusiones tecnológicas útiles, fomentar el aprendizaje e intercambio con otros actores y que tenga validez científica. Como el progreso es lento, es recomendable comenzar con casos que permitan obtener un aprendizaje y lograr resultados concretos, construyendo asociaciones entre actores que promuevan la participación y el trabajo en red y acciones en diferentes niveles (individual, local, nacional) y ámbitos, para lograr impactos positivos y duraderos. En este proceso se considera clave el liderazgo para lograr involucrar a productores y técnicos, alcanzar un balance entre el proceso formal e informal de investigación y obtener buenos resultados.

El beneficio del enfoque participativo debe ser medido por el desarrollo de tecnología, su uso y por la mejora de habilidades y aprendizajes de los involucrados. La evaluación debería responder a cómo y en qué condiciones se cumplen las metas de coproducción de conocimiento, aprendizaje y promoción de las capacidades personales e institucionales para el cambio.

Finalmente es necesaria la promoción de capacidades para poder avanzar con estudios conceptuales y metodológicos de la investigación participativa. Como una forma de gestión del conocimiento requiere capacidades humanas, económicas e institucionales para obtener la energía para empezar, desarrollar y culminar el proceso con buenos resultados en todas las dimensiones.

 

 

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Notas

3 www.prolinnova.net/

4 Quirós, C. e I. Roa. 2010. Conferencia sobre "Enfoques participativos en investigación e innovación: La experiencia del proyecto IPRA- CIAT de Colombia", realizada el 10-9-2010 en la Expoprado 2010. Montevideo, Uruguay.

5 www.eulacias.org/

6 http://www.inia.org.uy/online/site/221234I1.php

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