SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.8 número3Impacto de los apoyos externos en la promoción de cajas de ahorro y crédito comunitario en el medio ruralImpuesto a las aguas saborizadas (refrescos): una alternativa para financiar el combate a la diabetes en México índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Agricultura, sociedad y desarrollo

versión impresa ISSN 1870-5472

agric. soc. desarro vol.8 no.3 Texcoco sep./dic. 2011

 

Artículos

 

Conocimiento tradicional del "cuatomate" (Solanum glaucescens Zucc) en la Mixteca Baja Poblana, México

 

Traditional knowledge of "cuatomate" (Solanum glaucenscens Zucc) in Puebla's Low Mixteca region, México

 

Nicolás Gutiérrez-Rangel1, Alfonso Medina-Galicia1, Ignacio Ocampo-Fletes1, Pedro Antonio-López1, Martha Elena Pedraza-Santos2

 

1 Colegio de Postgraduados, Campus Puebla. Km 125.5 Carretera Federal México-Puebla, Santiago Momoxpan, San Pedro Cholula, Puebla, México. 72760. (ngrangel@colpos.mx).

2 Facultad de Agrobiología Presidente Juárez. Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Avenida Revolución esq. Berlín. Uruapan. Michoacán, México. 60000.

 

Resumen

El cuatomate es una planta silvestre en proceso de domesticación y con alto potencial económico en la Mixteca Baja Poblana; por ello, el objetivo de este estudio fue sistematizar el conocimiento campesino sobre su importancia, diversidad, manejo y perspectivas. Se aplicó un cuestionario a 51 productores seleccionados por el método "bola de nieve", y se encontró que el cuatomate es importante para todos los productores de la Mixteca Baja Poblana, debido a su valor de uso y de cambio. Existen tres tipos de cuatomate fácilmente identificables por el color del fruto: verde, blanco o cenizo, y moteado. El verde tiene mayores perspectivas para su producción comercial. El traspatio es el espacio productivo más importante para la especie, que ha permitido su reproducción, distribución, conservación y difusión a través de prácticas de manejo realizadas por toda la familia, entre ellas siembra, estacado, trasplante, tutoreo, riego, fertilización, cosecha, compra-venta de fruto y plantas. La dificultad de obtener sólo plantas fértiles y con calidad para la propagación del cuatomate, es uno de los principales problemas que limitan su producción; sin embargo, la mayoría de los productores están dispuestos a comprarlas y pagar un sobreprecio si se les garantiza la fertilidad y calidad de las mismas.

Palabras clave: domesticación, nativa, traspatio, valor de cambio, valor de uso.

 

Abstract

Cuatomate is a wild plant in process of domestication and with high economic potential in Puebla's Low Mixteca region; therefore, the objective of this study was to systematize peasant knowledge about its importance, diversity, management and prospects. A questionnaire was applied to 51 producers selected by the "snowball" method, and it was found that cuatomate is important to all producers in Puebla's Low Mixteca region, because of its use and change value. There are three types of cuatomate that are easily identifiable by the color of their fruit: green, white or ashen, and spotted. The green fruit has higher prospects for commercial production. The backyard is the most important productive space for the species, which has allowed its reproduction, distribution, conservation and diffusion through management practices carried out by the whole family, among them sowing, staking, transplanting, tutoring, irrigating, fertilizing, harvesting, and purchasing-selling fruit and plants. The difficulty in obtaining only fertile plants with quality for cuatomate propagation is one of the main problems that limit its production; however, most of the producers are willing to buy them and pay a surcharge if their fertility and quality is guaranteed.

Key words: domestication, native, backyard, change value, use value.

 

Introducción

El conocimiento es una explicación e interpretación filosófica del hombre, y tiene como pretensión analizar la naturaleza, sus posibilidades y limites; sean o no de carácter científico (Hessen, 1996). En este contexto, el conocimiento campesino, también llamado conocimiento tradicional, conocimiento local, tecnología indígena y sabiduría campesina, entre otros términos; se refiere a conceptos empleados para demostrar el amplio cuerpo de saberes ligados al campesino (Toledo, 1990; Altieri, 1993). En términos generales, de acuerdo con Hernández y Ramos (1977) el conocimiento empírico campesino es el resultado de experiencias acumuladas durante miles de años y seleccionadas con el fin de obtener los mejores resultados en el aprovechamiento de los recursos naturales, según los parámetros establecidos por las comunidades.

Existe una relación estrecha entre el conocimiento campesino y los recursos fitogenéticos (Cuevas y Estrada, 1988); de manera que los campesinos de la Mixteca, han incorporado algunas especies silvestres a su alimentación; integrando la diversidad biológica, ecológica y cultural a través de procesos históricos. Entre esas especies se encuentra el cuatomate (Solanum glaucescens Zucc), planta silvestre, perenne, semileñosa y de tipo trepador en proceso de domesticación, ampliamente utilizada para el consumo humano; con diversidad biológica, de uso y valor (Cuevas y Estrada, 1988; Medina et al., 2009); con una demanda insatisfecha que se incrementa aceleradamente por el hecho de que los emigrantes Mixtecos lo transportan, comercializan y promueven en los EE. UU. (González, 1999).

Por otra parte, los hábitats naturales son desplazados por los monocultivos y la ganadería, lo que repercute directamente en los sistemas tradicionales, los cuales contienen una incalculable biodiversidad genética, potencialmente útil para la agricultura y el equilibrio ecológico del planeta (Toledo, 1993).

Altieri (1993) indica que el campesino domina su medio y distingue características deseables de las plantas, sobre todo de aquellas que le benefician; con ello, identifica una gran variedad de recursos fitogenéticos (Castillo, 1993) y acumula un acervo de conocimientos que se derivan de las observaciones cotidianas (Johnson, 1992). Estos conocimientos se refieren a taxonomías locales de plantas y animales, sobre el medio ambiente y las prácticas de producción (manejo del suelo, agua, plagas y enfermedades). Por tanto, tiene múltiples dimensiones: lingüísticas, botánicas, zoológicas, artesanales y agrícolas (Altieri, 1993).

El valor de uso es la cualidad material que tiene un bien para satisfacer una necesidad, en tanto que el valor de cambio es la proporción en que se intercambian las mercancías de una clase en relación con otra (Sanz, 2003).

En 1998 se realizó una caracterización etnobotánica del cuatomate en la Mixteca Baja Poblana y se determinaron los contenidos de proteína del fruto (Vargas, 1998). El mismo autor logró propagar la especie a partir de estacas y obtuvo 85% de prendimiento. A partir de semillas alcanzó 90% de germinación.

Un aspecto sobresaliente de la especie consiste en que, aun cuando todas sus flores son completas y hermafroditas, cuando se propaga por semilla se producen individuos infértiles asociados con una anomalía conocida como heterostilia (Ganders, 1979), en la cual el gineceo es considerablemente más corto que el androceo (Vargas, 1998).

Martínez (2004) realizó un estudio sobre la adaptación del cuatomate a un sistema de producción intensivo. Encontró que el uso de media sombra es ideal para el mejor desarrollo de esta especie. En una evaluación de tipos de injertos, el enchapado lateral resultó el mejor. La aplicación de distintos niveles de N, P y K no afectaron significativamente la producción.

Por lo antes descrito, aunque se tienen avances para facilitar el proceso de domesticación del cuatomate, las investigaciones que dan a conocer el conocimiento de los campesinos de la región acerca de esta especie son muy escasas, teniendo en cuenta que son ellos los actores principales de su proceso de domesticación. Por ello, el objetivo de esta investigación fue sistematizar el conocimiento campesino sobre la importancia, diversidad, manejo y perspectivas del cuatomate en la Mixteca Baja Poblana.

 

Materiales y Métodos

Área de estudio

La investigación se llevó al cabo en cinco municipios de la Mixteca Baja Poblana, donde el uso, manejo y cultivo del cuatomate ha tenido mayor importancia y desarrollo durante los últimos años. Estos municipios son Tehuitzingo, Chinantla, Piaxtla, Tecomatlán y Tulcingo del Valle, los cuales se localizan al sur del estado de Puebla; entre los 17° 52' 54" y 18° 28' 12" N y los 98° 09' 06" y 98° 28' 18" O; con precipitación de 800 a 1800 msnm. Los climas predominantes son el cálido subhúmedo con lluvias en verano [A (w)] y el semiseco muy cálido y cálido [BS1(h')], con temperatura y precipitación media anual de 20 a 26 °C y 700 a 1000 mm, respectivamente. Los suelos más importantes son Leptosol y Phaeozem. La vegetación dominante es selva baja caducifolia (INEGI, 2009 y 2010).

Técnica de investigación

Se utilizó la técnica de encuestas empleando como instrumento un cuestionario con 72 preguntas; el que se dirigió a todos los productores de cuatomate independientemente de que realizaran o no otra actividad relacionada (recolección, comercialización, etc.). La muestra se seleccionó a través de un método no probabilístico o muestreo dirigido, que consiste en un procedimiento de selección informal de sujetos típicos, con la meta de que sean casos representativos de una población determinada (Sánchez Carrillo y Valtierra, 2003). El método se conoce como bola de nieve, muestreo en cadena o por redes.

Se aplicaron 51 encuestas para obtener información de los siguientes aspectos: importancia del cuatomate, características de los productores, organización familiar, grado de diversidad, espacio productivo, proceso de reproducción, valor de uso, valor de cambio y perspectivas. Para el análisis estadístico los datos se capturaron en hojas de Excel y se procesaron con el programa SPSS versión 15.0.

 

Resultados y Discusión

Importancia del cultivo

El cuatomate es una especie importante para todos los entrevistados, ya sea por sus repercusiones económicas, como de seguridad alimentaria. Su importancia reside en los siguientes aspectos: 51% de los productores sólo lo consume y 41% lo utiliza para alimento y para venta, en tanto que para el 8% restante su relevancia radica en que forma parte de su cultura, como elemento tradicional de la dieta familiar durante varias generaciones. Como puede apreciarse, además de las repercusiones económicas y del cultivo (Vargas, 1998), otro aspecto importante que realza su importancia es la tradición de su consumo.

Características de los productores relacionados con el cuatomate

De los productores encuestados, 56.9% son mujeres y 43.1 hombres. Del total de hombres 39.2% se dedican sólo a la agricultura (en la parcela) mientras que el 9.8 y 4% restantes tienen como actividad principal alguna profesión o la albañilería. El hecho de que los hombres estén enfocados a realizar actividades que generen ingresos para el sostenimiento familiar explica que dediquen menos tiempo al manejo del cuatomate (que se da principalmente en el traspatio). Ante esta situación la mujer, además de realizar actividades inherentes a su condición en el medio rural, asume la responsabilidad de manejar el huerto de cuatomate, que se convierte en parte de su vida cotidiana y, por tanto, en un medio para adquirir y acumular conocimientos (Toledo, 1990).

La edad de los encuestados varía de 51 a 80 años. Sí, como mencionan Toledo (1990), Altieri (1993) y Ball et al. (1995), el conocimiento y experiencia acumulada sobre el manejo y aprovechamiento de sus cultivos está relacionada con la edad, esto quiere decir que en los productores de cuatomate se tiene una gran riqueza de conocimientos que es necesario rescatar, sistematizar y difundir.

Respecto a la escolaridad, 17.6% es analfabeta, 41.2% estudió de 1 a 3 años, 13.7% de 4 a 6, 7.8% de 7 a 9, 11.8% de 10 a 12 y sólo 9.8% tiene alguna profesión. Lo anterior indica que, en general, el grado de instrucción de los encuestados es bajo. Esto es una limitante severa para la transmisión de nuevos conocimientos; por ello, algunas organizaciones como la FAO (2000) recomiendan recurrir a medios audiovisuales y prácticos adecuados para favorecer el proceso de enseñanza-aprendizaje en estas condiciones.

En relación con la participación en el proceso de producción a comercialización del cuatomate, 58.8% de los entrevistados únicamente lo producen, 23.5% son productores-comercializadores, 7.9% sólo comercializadores y 2.0% productores-recolectores. Como puede observarse, el campesino de la Mixteca Baja Poblana en su estrategia de supervivencia realiza diversas actividades relacionadas con los cultivos que maneja.

Por lo antes expuesto, se hace patente que los productores poseen diversas características observables que los identifican, pero al mismo tiempo los distinguen, lo cual permite agruparlos desde distintos puntos de vista (Caracciolo et al., 1981; Gutman, 1988).

Tipos de cuatomate

Aunque existen diferencias en características de frutos, hojas y tallos de las plantas de cuatomate que se desarrollan en el área de estudio; los campesinos mixtecos sólo identifican claramente tres tipos (Figura 1). Las proporciones en que mencionan a cada uno son: verde, 48.05%; blanco o cenizo, 24.68%, y moteado, 27.27%.

Los tipos de cuatomate identificados están relacionados con el color externo del fruto desde sus primeras etapas de desarrollo hasta el inicio de su maduración (en la cual todos los tipos adquieren un color amarillo-naranja). Así, mientras el verde y el blanco se identifican con esos colores, el moteado se caracteriza por ser un fruto de fondo verde con manchas blancas (Figura 1).

Lo anterior comprueba que una de las formas más comunes que tienen los productores para clasificar a las especies vegetales para su aprovechamiento es por su color (Herrera Cabrera et al., 2004).

Era de esperarse que los productores asociaran los tipos de cuatomate con otras características de la planta o con el sabor, color o textura de la salsa que se produce; en ese sentido, 33.3% lo relaciona con el color de la hoja y 11.8% con el del tallo, pero 52.9% no encuentra ninguna correspondencia.

En relación con el rendimiento, 72.5% de los encuestados considera que no hay diferencias entre tipos de cuatomate; 7.9% que los blancos producen más y 19.6% que tanto los blancos como los verdes son más rendidores. Al respecto, el rendimiento medio es de 4.56 kg de fruta por planta.

En cuanto a la época de producción, 98% de los campesinos no observan diferencias, pues según ellos todos producen en los mismos periodos. En otras características de las plantas, 39.2% encuentran diferencias en el color de hojas y 33.3% en el de tallo, pero 25.5% no detectan ninguna más. Respecto a las flores, todas les parecen iguales, esto es muy importante pues resalta la necesidad de capacitarlos para que puedan distinguir las plantas fértiles (con flores hermafroditas normales) de las infértiles (con flores hermafroditas pero con el gineceo atrofiado -con heterostilia-) desde sus primeras etapas de desarrollo.

Con lo antes expuesto se deduce que existe una mayor diversidad de la que se tiene identificada, por lo que se necesitan estudios más profundos para detectar caracteres y tipos que los campesinos no han distinguido hasta ahora, pues la valoración y caracterización de la diversidad local en tiempo y espacio resulta imprescindible en el diseño de estrategias orientadas al aprovechamiento óptimo y la conservación de los recursos genéticos (Herrera et al., 2004).

Espacio productivo

Los productores de cuatomate tienen definidos sus espacios productivos de la siguiente manera: 64.7% lo cultiva en el traspatio, 13.8% en sus parcelas, 11.8% en ambos sitios y excepcionalmente en la calle o en otro lugar. La importancia de los traspatios ya ha sido descrita por la FAO (2004), como las áreas o parcelas altamente productivas en un permanente proceso de desarrollo, generado por la transmisión del conocimiento de generación en generación y que al mismo tiempo son un lugar importante para el resguardo y conservación de recursos fitogenéticos. La diversidad en los espacios productivos de los sistemas tradicionales de producción en México, representan centros de alta importancia para la conservación in situ de una gran variedad de recursos genéticos (Castillo, 1993) como el cuatomate en la Mixteca Baja Poblana.

La superficie destinada al cuatomate es variable: 56.9% de los productores tienen de 10 a 50 m2, 21.6% de 51 a 100, 17.7% de 101 a 500 y 4% de 501 a 4000. En correspondencia, 56.9% poseen de 10 a 20 plantas, 21.6% de 21 a 40, 17.7% de 41 a 100 y 4% desde 400 hasta 8000.

De las plantas establecidas en los espacios productivos 51.1% proceden de otro huerto, 43.0% del monte y 5.9% son adquiridas en los mercados de Tehuitzingo, Piaxtla, Acatlán de Osorio y Tulcingo del Valle (Figura 2). Es importante mencionar que la alta proporción de plantas procedentes del monte, que se extraen completas (desde la raíz hasta el fruto), son un peligro muy grave para la conservación de la especie en su medio natural, por lo que es urgente la búsqueda de alternativas.

Respecto a la edad de las plantas establecidas en los huertos, 56.8% tienen de 1 a 4 años, 25.5% de 5 a 8 y 17.7% de 9 a 12. Se considera que los huertos más altamente productivos son los que tienen de 5 a 8 años de edad.

Propagación y establecimiento del huerto

Para multiplicar las plantas los productores utilizan tanto la propagación sexual como la asexual. En este aspecto, 82.3% obtienen sus plantas por semilla, donde el 53% realizan la siembra directa en el terreno; debido a que es imposible detectar desde la semilla si se obtendrán individuos fértiles y frecuentemente deben recurrir al reemplazo de plantas infértiles. El otro 29.3% colocan las semillas en bolsas y posteriormente las trasplantan en el lugar definitivo; esta práctica la realizan por lo regular los productores que tienen sus huertos lejos de su casa o traspatio. Un 17.7% lo hace a partir de estacas.

Los productores que propagan sus plantas por estacas poseen mayor conocimiento del proceso de producción, tienen plenamente identificadas a las plantas fértiles y generalmente están relacionados con el Programa Estratégico de Seguridad Alimentaria (PESA), uno de cuyos proyectos centrales en la Mixteca es el de cuatomate, como alternativa productiva y para la generación de ingresos.

El trasplante es una práctica agronómica que se realiza cada vez con mayor frecuencia en la región, ya sea de plantas obtenidas por semillas o estacas. Dado que representa un trabajo físico y económico que puede repercutir en pérdidas o ganancias, es importante conocer con exactitud las características de las plantas a establecer (Altieri, 1991).

En ese sentido, al momento de trasplantar, 76.5 % de los productores desconoce si las plantas que está estableciendo son fértiles o infértiles; sólo 23.5 % es capaz de distinguirlas.

Del total de plantas propagadas, 45.1% de los productores indica que obtiene de 41 a 60% de plantas fértiles; 17.6% entre 21 y 40% y sólo 11.8% de 81 a 100% (Figura 3).

Finalmente, para el establecimiento de los huertos, 53 % de los entrevistados indica que el cuatomate prefiere suelos ricos en materia orgánica, 39% considera que prospera en cualquier tipo de suelo y 8 % que requiere suelos negros. Como lo indica Toledo (1990) la clasificación de suelos depende de la naturaleza de la relación que el campesino tiene con la tierra y, en este caso, para discriminar entre tipos de suelo óptimos, el contenido de materia orgánica y el color fueron fundamentales.

Tutoreo

Debido a que el cuatomate es una especie de tipo trepador, necesita de un tutor o espaldera para desarrollarse bien. En este aspecto, se utilizan tanto tutores vivos como muertos; entre los primeros, 13.7% de los productores usa especies de la vegetación nativa como el guamúchil (Pithecellobium dulce) y 19.6% otras especies introducidas como el limón (Citrus limonum) y la toronja (Citrus aurantium). En casos como este, resalta la capacidad de los campesinos mexicanos de identificar a las plantas que cohabitan o viven en simbiosis con otras (Toledo et al., 1985).

En el segundo caso se utilizan "enramadas y espalderas" (49 y 19.6%, respectivamente); las primeras están compuestas por varas de cubata (Acacia pennatula) o huizache (Acacia farnesiana) y las segundas se fabrican con alambre requemado o galvanizado.

Estas innovaciones son un ejemplo de la evolución del conocimiento como resultado de las situaciones a las que se enfrentan los productores y de los recursos que disponen (Johnson, 1992) y sobre todo de sus observaciones cotidianas, la experimentación con formas de vida, sistemas productivos y ecosistemas naturales.

Fertilización

En el caso del cuatomate, 51% de los productores no realiza esta práctica. El 49% que sí la lleva a cabo aplica materia orgánica, principalmente estiércol de caprino. Del total de productores que fertiliza, 68.63% hace las aplicaciones durante todo el año, porque la especie es capaz de producir durante todo el año si se le nutre y maneja bien. El 5.8% fertilizan en junio y julio, al inicio del temporal; 9.8% en agosto, en la época de producción más importante y; 15.69% la realizan de noviembre a febrero.

Riego

El 82.4% de los productores aplica riego. Del total de productores que riegan, 42% lo efectúa cada tres días, 12.3% cada 8, 13.6% cada 15 y 32.1% a intervalos mayores. Los métodos utilizados son diversos; 40% lo hace con cubetas, 34% con manguera conectada a la llave, 12% por cintilla y 13.3% aplica riego rodado.

Plagas y enfermedades

El 100% de los entrevistados indica que ha tenido daños ocasionados por plagas o enfermedades; sin embargo, 96% no las controlan, y sólo 4% las combaten. Algunas de las plagas que identifican los productores son: mosquita blanca (Bemisia tabaci) (19.4%), gusano barrenador (Elasmopalpus angustellus) (14.93%), gusano trozador (Agrotis ipsilon) (8.96%) y gallina ciega (Phyllophaga spp.) (7.46%). Aunque 49.25% identifica las plagas no las reconoce por su nombre. Respecto a las enfermedades, 88.89% manifiestan que no tienen problemas; sólo 5.56% registran ataques de "chahuixtle" y "secadera" de plantas.

Cosecha

La recolección de los frutos se lleva a cabo cuando alcanzan su mayor tamaño pero antes de que maduren y se tornen de un color amarillo-naranja. Aunque es posible encontrar frutos todo el año, 90.82% de la cosecha se concentra de junio a septiembre. Otros periodos importantes de cosecha ocurren de enero a mayo (6.12%) y de octubre a diciembre (6.12%). De acuerdo con los productores (68.7%), el fruto puede permanecer hasta 15 días en anaquel y conservar sus características idóneas para el consumo.

Organización familiar para el manejo del cuatomate

Los hombres de la casa (abuelo, padre, hijo) se hacen cargo de la siembra, el estacado y el trasplante, prácticas que generalmente aprendieron de los técnicos del programa PESA-FAO que se desarrolla en la Mixteca desde 2005. La fertilización y el riego los llevan a cabo las mujeres (abuela, madre, hija) porque permanecen más tiempo en la casa y asumen el manejo del traspatio como tarea propia. El control de plagas y enfermedades lo efectúa el hombre, posiblemente por los riesgos que conlleva. La cosecha la realiza la esposa, quien también determina el destino final del producto, que puede ser la preparación de salsas para el consumo familiar, para la venta en casa, en la comunidad o en los mercados regionales.

En este aspecto, la CEPAL (1986) confirma el proceso que se desarrolla en las familias de la Mixteca Poblana, respecto a la distribución del trabajo en función de género y edad, que determina su funcionalidad para la obtención de alimentos e ingresos. Lo mismo señala Chayanov (1974), al definir a la familia como el eje rector de la serie de actividades llenas de dinamismo, dirección, desarrollo intelectual e ideológico, que permiten la adquisición o transformación de los bienes y servicios que ésta requiere. Este fin común se logra por la serie de funciones específicas que realizan cada uno de sus miembros; como en el caso de las familias mixtecas productoras de cuatomate.

Valor de uso y valor de cambio del cuatomate

Las cualidades o utilidades del cuatomate para satisfacer las necesidades de los productores de la Mixteca Baja Poblana relacionadas o equivalente con el autoconsumo (Hernández, 1981), se refiere a los siguientes aspectos: el tallo se usa por 15.7% de los productores para propagar asexualmente las plantas fértiles a través de estacas. La flor se usa por 23.6% de los productores como condimento de salsas, mole o chilate de cuatomate (el chilate es un platillo representativo de la gastronomía en la Mixteca Baja Poblana). La hoja es utilizada por 25.5% de los productores para la producción de abono. Los frutos, como la parte principal de la planta son utilizados por 100% de los productores para la elaboración de salsas y otros productos culinarios regionales; además, 21.6% selecciona los mejores en tamaño, color y consistencia para su propagación por vía sexual.

El cuatomate en la Mixteca se puede intercambiar con otras mercancías, pero principalmente con dinero. Se considera que tiene un valor de cambio alto (Hernández, 1981), porque contribuye de manera importante a mejorar la economía y a satisfacer algunas necesidades prioritarias de los productores de la región. A manera de ejemplo, al tomar en cuenta los promedios en número de plantas y rendimiento regionales (41.78 plantas y 4.56 kg de fruta por planta, respectivamente) a un precio de $ 46.54 por kilo se obtienen $8866.65 que se distribuyen de la siguiente manera: 51% para solventar gastos diarios ($4522.00), 21.6% para alimentación ($1915.00), 17.7% para mantenimiento del huerto ($1569.00) y 9.7% para la educación de los hijos ($860.00).

Perspectivas del cuatomate

Según la percepción de los productores, el futuro de la producción de cuatomate está relacionado con cada uno de los tipos identificados (Cuadro 1): así, la mayoría opinó que los verdes tienen las mejores perspectivas. Los factores que determinan estas opiniones son el sabor (25.5%) y color (15.7%) del fruto y su demanda (21.6%). En el segundo caso, los productores manifiestan que el color de la cáscara afecta la apariencia de la salsa e influye en su consumo.

Al considerar un rendimiento de 4.56 kilogramos por planta y precio medio de $ 46.54 pesos por litro de frutos, las perspectivas de los productores hacia esta especie son: 41.2% considera que el cuatomate tiene una perspectiva económica excelente y 27.5% le auguran un escenario bueno para los próximos años (Figura 4).

La apreciación de los productores sobre el comportamiento de la producción, precio y demanda del cuatomate se presenta en el Cuadro 2.

En lo que se refiere a industrialización, 54.9% de los entrevistados consideran que el cuatomate puede ser materia prima para la elaboración de distintos productos, más no a nivel industrial; 7.8% asumen que es posible industrializarlo y 37.3% manifestaron no tener conocimiento al respecto.

En general se vislumbran buenas perspectivas para el cultivo de cuatomate por parte de los productores de la Mixteca Baja Poblana, las cuales se confirman por el hecho de que 92.2% están dispuestos a comprar plantas fértiles de calidad e incluso pagar un sobreprecio si la fertilidad y calidad está garantizada (90.2%).

 

Conclusiones

El cuatomate es una especie importante para todos los productores de la Mixteca Baja Poblana, tanto por sus repercusiones económicas como de seguridad alimentaria, dados por sus valores de uso, de cambio y cultural.

Las familias de la Mixteca Baja Poblana han generado un acervo de conocimientos útiles para avanzar en el proceso de producción y conservación del cuatomate por prueba y error. En dicho proceso participa toda la familia; pero principalmente las mujeres de 51 a 80 años de edad, con nivel de escolaridad que no rebasa la primaria y que producen tanto para el auto-consumo como para la venta.

En la región se observa diversidad en las plantas de cuatomate en fenología, características de frutos, hojas y tallos; pero los productores sólo identifican tres tipos con base en el color del fruto: verde, blanco o cenizo y moteado. De los tres, consideran que el verde tiene mayores perspectivas para su producción a futuro.

Por lo anterior, es necesario estudiar más a fondo la diversidad de cuatomate existente en las regiones donde se produce, con el fin de identificar poblaciones sobresalientes para distintos usos.

El espacio de producción de cuatomate más importante es el traspatio, lugar que ha permitido su reproducción, distribución y conservación a través de prácticas como siembra, estacado, trasplante, tutoreo, riego, aplicación de abonos, cosecha, compra-venta de fruto y plantas, así como la transferencia de éstas del monte al huerto y de un huerto a otro. La participación de toda la familia en este proceso permite la transmisión del conocimiento campesino de una generación a otra y garantiza su difusión y conservación.

La dificultad de obtener sólo plantas fértiles es uno de los principales problemas que limitan la producción de cuatomate, porque la mayoría de los campesinos no saben cómo identificarlas desde sus primeras etapas de desarrollo ni cómo propagarlas asexualmente, una vez clasificadas. Sin embargo, la mayoría de los productores están dispuestos a comprar plántulas e incluso a pagar un sobreprecio si se les garantiza la fertilidad y calidad de las mismas.

Por su demanda local y externa, el cuatomate seguirá siendo un cultivo prometedor para la región. Por ello es necesario aumentar su producción complementando la tecnología tradicional y darle valor agregado al producto, de modo que permita mejorar y ampliar su comercialización así como satisfacer el "mercado de la nostalgia".

 

Literatura Citada

Altieri M. A. 1991. ¿Por qué estudiar la agricultura tradicional? In: Revista Agroecología y desarrollo. Consorcio Latinoamericano de Agroecología y Desarrollo. pp. 16-24.

Altieri, M. A. 1993. Desarrollo sostenible y pobreza rural: Una perspectiva Latinoamericana. In: Agroecología Ciencia y Aplicación. CLADES. Berkeley, California. pp. 349-375.         [ Links ]

Ball, J. B, S. Braatz., y C. Chandrasekharan. 1995. Cuando los árboles no dejan ver el bosque (dossier). In: revista de la FAO sobre agricultura y desarrollo. Balance de la revolución verde: nuevas necesidades, nuevas estrategias. 154: 24-30.         [ Links ]

Caracciolo, D. M., P. Tsakoumagkos, C. Rodríguez S., y M. C. Borro. 1981. Esquema conceptual y metodología para el estudio de tipos de establecimientos agropecuarios con énfasis en el minifundio. El minifundio en la Argentina (segunda parte). Secretaria de Agricultura y Ganadería de la Nación. Servicio Nacional de Economía y Sociología Rural. Grupo de Sociología rural. Buenos Aires. 77 p.         [ Links ]

Castillo G., F. 1993. La variabilidad genética y el mejoramiento genético de los cultivos. Revista de la Academia de la Investigación Científica. pp: 69-79.

(CEPAL) Comisión Económica para América Latina y el Caribe. 1986. Economía campesina y agricultura empresarial (Tipología de productores del agro mexicano). Siglo XXI. 339 p.         [ Links ]

Chayanov, V. A. 1974. La Organización de la Unidad Económica Campesina. Ediciones Nueva Visión. Buenos Aires, Argentina. 342 p.         [ Links ]

Cuevas S. J., y E. Estrada L. 1988. Unidad de estudios Etnobotánicos: una estrategia de investigación interdisciplinaria en recursos fitogenéticos. XII Congreso Nacional de Fitogenética. Universidad Autónoma Chapingo. SOMEFI. 41 p.         [ Links ]

FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations). 2000. El estado mundial de la agricultura y la alimentación, Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, Roma, Italia.         [ Links ]

FAO (Food and Agriculture Organization of the United Nations). 2004. Tratado Internacional sobre Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, Roma, Italia.         [ Links ]

Ganders, F. R. 1979. The biology of heterostyly. New Zealand Journal of Botany 17: 607-635.         [ Links ]

González, E. V. 1999. Estudio preliminar sobre la producción de cuatomate (Solanum glaucescens Zucc.) por medio de la técnica in vitro. Tesis de Licenciatura. Instituto Tecnológico Agropecuario No. 32. Tecomatlán, Puebla. México. 75 p.         [ Links ]

Gutman, P. 1988. Desarrollo Rural y Medio Ambiente en América Latina. Centro de Estudios Regionales. Buenos Aires. 136 p.         [ Links ]

Hernández X., E. 1981. Agroecosistemas de México. Chapingo. UACH. p. 42        [ Links ]

Hernández X., E., y A. Ramos R. 1977. Metodología para el estudio de agroecosistemas con persistencia de tecnología agrícola tradicional. In: Agroecosistemas de México. Hernández X., E. (ed.). Colegio de Postgraduados, ENA, México. pp. 321-333.         [ Links ]

Herrera-Cabrera, B. E., F. Castillo-González, J. J. Sánchez-González, M. Hernández-Casillas y R. A. Ortega-Pazkca. 2004. Diversidad del maíz Chalqueño. Agrociencia 38: 191-206.         [ Links ]

Hessen, J. 1996. Teoría del conocimiento. In: Teoría del Conocimiento, el Realismo Critico, los Juicios Sintéticos <<a priori>>. Francisco Larroyo (comp.). Ed. Porrúa. México. pp: 1-66.         [ Links ]

INEGI (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática). 2009. Prontuario de información geográfica municipal de los Estados Unidos Mexicanos. Clave geoestadística 21059, 21113, 21155, 21157 y 21191.         [ Links ]

INEGI (Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática). 2010. Anuario estadístico de Puebla 2010. Tomo I. Instituto Nacional de Estadística y Geografía-Gobierno del Estado de Puebla. Ags., Méx. 393 p.         [ Links ]

Johnson, M. 1992. Lore: Capturing Traditional Environmental Knowledge. Ottawa: Dene Cultural Institute/IDRC. Pp. 91-110.         [ Links ]

Martínez M., L. 2004. Proceso de domesticación de cuatomate (Solanum glaucescens Zucc.) en la Míxteca Poblana. ITA. No. 32, Tecomatlán. Memoria de residencia profesional. México. 33 p.         [ Links ]

Medina, G. A., N. Gutiérrez R., M. E. Pedraza S., I. Ocampo F., y P. A. López. 2009. Propagación por estaca del Cuatomate (Solanum glaucescens Zucc.), un recurso genético promisorio en la Mixteca Poblana. Universidad Autónoma de Chiapas. Agricultura sostenible. 6: 434-439.         [ Links ]

Sánchez-Carrillo, D., y E. Valtierra Pacheco. 2003. La organización social para el aprovechamiento de la palma camedor (Chamaedora spp.) en la selva Lacandona, Chiapas. Agrociencia 37: 545-552.         [ Links ]

Sanz, A. S. 2003. Indagando en los orígenes Aristotélicos del pensamiento de Marx. Nómadas No. 8. Julio-Diciembre. Universidad Complutense de Madrid. España.         [ Links ]

Toledo, V. M. 1990. La perspectiva etnológica. Cinco reflexiones acerca de las "ciencias campesinas" sobre la naturaleza con especial referencia a México. Centro de Ecología. UNAM. pp: 22-29.         [ Links ]

Toledo, V. M. 1993. La racionalidad ecológica de la producción campesina. In: Ecología, campesinado e Historia. Sevilla G., E. y M. González De M. (eds). La Piqueta, Madrid. pp: 197-218.         [ Links ]

Toledo V. M., J. Carabias J., C. Mapes, y C. Toledo. 1985. Ecología y autosuficiencia alimentaria. Hacia una opción basada en la diversidad biológica, ecológica y cultural de México. Siglo XXI. México. 118 p.         [ Links ]

Vargas, M. O. 1998. Estudio etnobotánico y caracterización agronómica del cuatomate (Solanum glaucescens Zucc), en la región Mixteca Baja Poblana. Tesis profesional, UACH. Chapingo, México. 111 p.         [ Links ]

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons