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Agricultura, sociedad y desarrollo

versión impresa ISSN 1870-5472

agric. soc. desarro vol.8 no.3 Texcoco sep./dic. 2011

 

Artículos

 

La gestión social del agua: el programa K030 en el distrito de riego 061, Zamora Michoacán, México

 

Social management of water: program K030 in irrigation district 061, Zamora, Michoacán, México

 

Sandra Rosario Jiménez

 

El Colegio de Michoacán A. C. Martínez de Navarrete 505. Fracc. Las Fuentes, 59690. Zamora, Michoacán. (sandraluzrosario@yahoo.com.mx)

 

Resumen

Este trabajo tiene como objetivo mostrar las relaciones sociales y de poder surgidas a raíz de la implantación del programa K030, que consiste en el intercambio de 5 millones de metros cúbicos de agua rodada por cinco millones de metros de agua subterránea, en el módulo IV del distrito de riego 061, Zamora, en el estado de Michoacán, México. Se analizan las consecuencias que ha traído la aceptación de este programa en el ámbito agrícola, entre las que se cuentan la inserción de algunos productores al cultivo de fresa y la polarización de los usuarios que tienen acceso al agua limpia y los que carecen de ella.

Palabras clave: agua subterránea, cuenca Lerma-Chapala-Santiago, cultivo de la fresa, PMIR, relaciones sociales.

 

Abstract

This manuscript has the objective of showing social and power relations that arose from implementation of Program K030, which consists in the exchange of 5 million cubic meters of rolling water for five million cubic meters of underground water, in Module 4 of irrigation district 061, Zamora, in the state of Michoacán, México. The consequences that accepting this program have brought to the agricultural scope are analyzed, among which the insertion of some producers to strawberry production and the polarization of users who have access to clean water and those who do not, stand out.

Key words: underground water, Lerma-Chapala-Santiago basin, strawberry production, PMIR, social relations.

 

Introducción

En este ensayo se intenta exponer las relaciones sociales y de poder que se tejen en torno al uso, manejo y distribución del agua en el distrito de riego 061, Zamora, en el estado de Michoacán, con especial atención al módulo IV, que ha aceptado participar en el proyecto K030 del Programa de Modernización Integral del Riego (PMIR). Siendo una región dedicada a producir cultivos de exportación, especialmente fresa, la calidad del agua para el riego es un factor fundamental que determina las posibilidades de insertarse en un mercado internacional. Con este proyecto, los usuarios de dicho módulo tienen acceso a esta ventaja.

Debido a las condiciones establecidas para la comercialización de los cultivos de exportación, no todos los productores zamoranos pueden sembrarlos. Lo hacen sólo quienes cuentan con la cantidad y calidad de agua necesaria para su producción. Esto ha traído consigo una diferenciación entre los usuarios del distrito, debido a que quienes se encuentran cerca de las fuentes de agua limpia, como los agricultores de los módulos I y II, tienen la posibilidad de acceder a ella cuando todavía no ha sido contaminada por los desechos agrícolas de la región y por los habitantes de la ciudad de Zamora. Los usuarios que se encuentran más alejados, como los del módulo IV, localizados en la parte más baja y última del distrito, no pueden cultivar estos productos.

Esta situación se modificó a partir de julio de 2004, cuando el Banco Mundial otorgó un préstamo de 303 030 millones de dólares a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), que se emplearon para financiar parcialmente el costo del Programa de Modernización Integral del Riego (PMIR)1. En este marco, la Comisión Nacional del Agua (CNA) pactó con los usuarios del módulo IV del Distrito de Riego de Zamora, que fueron los únicos que aceptaron esta transacción, el cambio de cinco millones de metros cúbicos de agua rodada por cinco de aguas subterráneas. El proyecto ha resultado en la perforación de cuatro pozos en las tierras del módulo, pero los cambios han sido significativos: los productores beneficiados con las aguas profundas han empezado a cultivar fresa de calidad para la exportación.

A partir de éstos antecedentes, este trabajo da respuesta a las siguientes preguntas: ¿qué consecuencias sociales ha traído este cambio?, ¿cómo y quiénes han sido beneficiados con las aguas limpias extraídas del subsuelo?, ¿por qué el módulo IV fue el único que aceptó el proyecto en todo el distrito?, ¿qué posibles consecuencias traerá la perforación de pozos en la región como único recurso para obtener agua limpia? y, finalmente, ¿cómo se han transformado las relaciones entre los usuarios del módulo IV por el uso de aguas limpias, y cuál es su relación con los usuarios de otros módulos, quienes ven en ellos una competencia potencial?

Este proceso no ha estado libre de conflictos. El representante y líder del módulo IV, Pedro Hernández2, ha jugado un papel fundamental en el proceso, pues ha tejido relaciones de poder y compadrazgo no sólo dentro del módulo que dirige, sino también en un ámbito más amplio que abarca todo el distrito de riego. Esto le ha permitido ser reelegido por tres periodos consecutivos en el cargo. Pero este trabajo no se centra sólo en este personaje; se analizan las acciones, reacciones y puntos de vista de los usuarios del distrito, especialmente los del módulo IV ante este cambio.

Una herramienta analítica valiosa para abordar esta problemática es analizar las relaciones, acciones y posturas de los usuarios frente a cambios externos que los obligan a generar estrategias de decisión y acción que los posicionan en el escenario social, local y global. De acuerdo con Claudia Cirelli, quien considera que el agua no solamente es objeto de políticas globales y nacionales cuyo control está a cargo del Estado, sino que desde lo local se da una gestión del agua a partir de intereses locales, que no siempre responden a una lógica nacional o global, sino que son producto de interacciones que se dan al interior, es posible hacer un estudio integral, que incluya las perspectivas globales y locales, que nos permitan ver la interacción de ambos medios en la construcción de una realidad particular y única. (Cirelli, 2004:13)

En este tenor, se entiende por gestión social del agua las interacciones entre las autoridades del agua y usuarios, así como la de éstos entre sí, en torno al uso, manejo, distribución, aprovechamiento y consumo del recurso hídrico en un sistema de riego. Así, se comprenden todas las relaciones y la organización sociales que se generan en torno al agua.

Michel Crozier y Erhard Friedberg, proponen concebir al sistema de riego, en su composición social, como una organización formada de "engranajes complicados, pero bien dispuestos" (Crozier y Friedberg, 1990:26), "donde reinan relaciones de poder, de influencia, de regateo y de cálculo" (Ibíd: 36). Está conformada por actores sociales que participan de manera colectiva para conseguir beneficios. Esto no quiere decir que todos actúen en beneficio del bien común; más bien, dentro de esta organización hay actores más poderosos e influyentes que otros, que hacen todo lo posible para que su voluntad sea aceptada por todos, y la presión es efectiva porque comparten el mismo interés común: la necesidad del agua para el riego3. Sin embargo, "los dominados" poseen la libertad de elegir apoyarlos o no, dependiendo de la cantidad de intereses que estén involucrados en la negociación y del grado de afectación que reciban4; es decir, en la medida en que puedan o no disponer del agua para el riego de sus cultivos.

Los actores participan en esta organización, construyen estrategias específicas que responden a las presiones de la misma organización, juegan con los papeles que les toca desempeñar, cooperan y negocian de acuerdo con las posibilidades que sus recursos les otorgan, crean incertidumbres que colocan la balanza a su favor para ciertas negociaciones, poseen un margen de libertad que emplean de manera estratégica en sus interacciones con otros actores. No son entes estáticos que se dejan manipular por otros, más bien negocian y actúan conforme a sus intereses (Crozier y Friedberg, 1990).

Según estos autores el poder es omnipresente en toda organización. Es una relación y no un atributo de los actores, ya que implica la posibilidad, para algunos individuos o grupos, de actuar sobre otros (Ibíd, 55). El poder no siempre es producto o reflejo de una estructura de autoridad, si no resultado de una movilización de fuentes de incertidumbre de parte de los actores que controlan una estructura de juego determinada que somete a los otros participantes (Ibíd, 26 - 27). El poder "reside en el margen de libertad de que disponga cada uno de los participantes comprometidos en una relación de poder, es decir, de su mayor o menor posibilidad de rehusarse a lo que el otro le pida" (Ibíd, 58 - 59).

El trabajo está organizado en dos apartados. En el primero se presenta la política hidráulica mexicana en el siglo XX hacia los distritos de riego. Enseguida se presenta el distrito de riego 061, señalando los aspectos físicos y sociales de la obra. El segundo apartado presenta el caso del módulo IV del distrito de riego de Zamora mostrando cómo se recibió el programa K030, parte del PMIR, cuáles fueron las acciones de ambos protagonistas: la CNA y los usuarios, cómo se llevó a cabo el programa, así como los primeros resultados. Finalmente se analiza la participación de los usuarios y las consecuencias que este programa ha traído consigo.

 

El distrito de riego 061 Zamora, Michoacán

La irrigación en México

El estudio de la irrigación en México desde las Ciencias Sociales ha sido un asunto muy atendido. Los primeros trabajos tomaron como eje de análisis las políticas gubernamentales y exaltaron el papel del Estado posrevolucionario mexicano, así como de las instituciones creadas para "llevar el progreso a las zonas más áridas y pobres del país para hacer agricultura" (Vázquez, 1936). Los ingenieros encargados de la construcción de las obras contaban con revistas oficiales, como Irrigación en México e Ingeniería hidráulica en México para difundir las acciones de instituciones como la Comisión Nacional de Irrigación (CNI) y la Secretaría de Recursos Hidráulicos (SRH). A pesar de que eran revistas especializadas en temas ingenie-riles, revelan la importancia que el gobierno federal le otorgaba a estas obras, así como la prioridad de las mismas para el crecimiento económico de México.

Como señala Luis Aboites, con la creación de la Secretaría de Recursos Hidráulicos en 1946 se evidenció la importancia del agua a nivel federal, al grado de crear una Secretaría de Estado. Esto muestra que la creciente participación del gobierno federal exigía un mayor aparato administrativo y burocrático, que mostraba la certeza gubernamental acerca del éxito de la labor hidráulica de los regímenes posrevolucionarios (Aboites Aguilar, 1998:179). Con la creación de la Secretaría de Recursos Hidráulicos, el gobierno federal ya había convertido al agua en un instrumento de desarrollo económico, sobre todo en el plano agrario. En 1955, el área de riego administrada por la Secretaría era de dos millones de hectáreas (Ibíd: 181). Sobre todo en las zonas irrigadas, el gobierno federal se convirtió en un protagonista primordial de la vida local, así como la administración y burocracia, que cobraron importancia en el medio rural, ya que desempeñaban la función de distribuidores del agua (Ibíd: 182). Tras el esfuerzo irrigador de 1935 a 1965, México se ubicó en el octavo lugar en el ámbito mundial con más de seis millones de hectáreas irrigadas (Ibíd: 104).

Aboites Aguilar sostiene en dos de sus obras: La irrigación posrevolucionaria (1988), y el Agua de la Nación (1998) que a partir de que el Estado asume la responsabilidad de construir, administrar e inyectar capital en estas grandes obras de irrigación, sobre todo en la región norteña, adquiere un estatus de dueño del recurso y de preeminencia sobre los inversionistas privados (que ya habían desaparecido). Sin embargo, con la llegada de Lázaro Cárdenas al poder, la política de irrigación se modifica. Ya no era importante crear colonias de pequeños propietarios independientes; más bien, era necesario cumplir con las promesas de la revolución, que consistían en otorgar tierras y agua a los campesinos desposeídos (Aboites Aguilar, 1998). El plan sonorense es abandonado, y aunque los distritos de riego creados antes del cardenismo siguieron funcionando, los nuevos ya no fueron construidos con visión capitalista, sino con la intención de proveer al mayor número posible de campesinos tierra y agua para el sostenimiento de sus familias.

Los gobiernos de Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán se dedicaron a apoyar el desarrollo industrial del país, que tomó auge debido a la segunda guerra mundial, dejando de lado la inversión que había sido constante hasta entonces en los distritos de riego. No obstante, éstos se dedicaron a exportar su producción de granos a EE. UU. Una vez terminada la guerra hubo problemas de sobreproducción y venta a precios inferiores a los costos de producción, lo que según Hewitt, representa el comienzo de una larga crisis en el campo mexicano (Hewitt de Alcántara, 1985).

Las acciones en materia hidráulica de los gobiernos posteriores fueron documentadas en una obra conjunta de la Secretaría de Recursos Hidráulicos y la Secretaría de la Presidencia (1976). Es claro que los distritos de riego, al menos los norteños y del bajío, donde está incluido el de Zamora, eran potencialmente productivos y, a pesar de las crisis económicas, recibían apoyos y subsidios a través de fondos de crédito rural que permitieron mantener niveles productivos considerables, capaces de abastecer a las ciudades mexicanas y de destinar partes importantes a la exportación (Hewitt de Alcántara, 1985).

A raíz de la crisis generalizada en todos los sectores en la década de los setenta y de la presión social por parte de organizaciones campesinas, se plantearon las primeras políticas de ajuste estructural y estabilización económica, que implicaron un proceso de liberalización del sector agropecuario, reflejado en la reducción del papel del Estado en el apoyo al desarrollo económico; apertura comercial externa plasmada en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte; reforma a la legislación agraria, que dio paso a la posibilidad de concentrar la propiedad de la tierra (Torregrosa, 2009: 53 - 54). Según Calva, la política neoliberal implantada desde 1982 "implicó un cambio fundamental en las relaciones económicas y sociales que habían caracterizado el desarrollo mexicano durante los cincuenta años previos" (Calva en Torregrosa, 2009:54).

Con la liberalización de los mercados de la tierra y el agua, y con la reforma al artículo 27 constitucional, se crean las condiciones legales propicias para la reorganización y redistribución de la tierra y el agua. Así se dio paso a la descentralización y transferencia de los distritos de riego, disminuyó considerablemente la política crediticia, se creó el Programa de Apoyos Directos al Campo (PROCAMPO), el programa de Crédito a la Palabra y Empresas Solidaridad, el Programa de Certificación de Derechos Ejidales (PROCEDE) y los programas de Apoyos y Servicios a la Comercialización Agropecuaria (Aserca) como parte de la reforma integral al campo mexicano (Torregrosa, 2009:55).

El Estado perdió protagonismo en la política hidráulica. Aboites demuestra, renegando de su postura anterior, que el poder y dominio del Estado siempre ha estado en entredicho, pues a través de algunos estudios de caso, muestra que los actores (usuarios del recurso) cumplían en apariencia lo que el Estado ordenaba, pero en realidad, se organizaban para conseguir beneficios particulares que no siempre coincidían con lo que planteaban los gobiernos locales y nacionales (Aboites Aguilar, 2009).

El distrito de riego 061, Zamora Michoacán

El distrito de riego 061 se encuentra en la cuenca del Río Duero, afluente del Río Lerma - Santiago, en la zona noroccidental del estado de Michoacán, en el territorio que se conoce como Bajío Zamorano. Predomina un clima semitemplado, las lluvias se concentran entre junio y septiembre y la temperatura media anual es de 20°C. Muestra una abundancia de agua con la presencia de manantiales, ciénegas, ríos y arroyos (Fernández Baudino, 1989:251). La zona geográfica funciona como un control de paso del agua que fluye naturalmente de la Cañada en los cerros de la meseta purépecha y va a los valles de la cuenca del río Duero y al lago de Chapala. Es un sistema que carece de embalse de almacenamiento, por lo que distribuye los escurrimientos naturales y los derrames de los afluentes subterráneos (Peniche Campos, 2009:90).

Las fuentes de abastecimiento con las que se alimenta el distrito son los manantiales y pozos que forman el Río Duero. Éste se origina en el cerro de La Loma como escurrimiento de los manantiales Otácuaro, Ichán, Aricho, Ojo Chico, Cunio, Echungario, Urén y Bejaren en Carapan, donde se le llama Río Chilchota. Se le incorporan los manantiales de Chilchota, El Nogal, Tanaquillo y recibe al río San Pedro. Después del poblado de Chilchota y antes de ingresar al valle de Tangancícuaro, el río se divide en varios canales. La siguiente zona de tránsito es en el valle de Tangancícuaro donde recibe los aportes del arroyo El Pejo y el río Tlazazalca, con aportes de la presa Urepetiro. Después de la confluencia del río Tlazazalca se encuentra el lago de Camécuaro. Esta confluencia es conocida como Las Adjuntas. La entrada al valle de Zamora se efectúa por la barranca el Platanal y se constituye como el elemento medular del distrito de riego 061, que tiene 296 km de longitud total de canales y 155 km de drenes. Los últimos aportes al río son el río Celio localizado entre Zamora y Jacona, así como por manantiales como Orandino, El Bosque y El Disparate (Guzmán Arroyo et al. 2003: 86). Desde su entrada al valle de Zamora hasta su final, antes de incorporarse como afluente del Río Lerma, el Río Duero contiene 208 millones de metros cúbicos que se usan para el riego de unas 18 mil hectáreas anualmente (Ibíd: 87)

Los confines del Bajío Zamorano limitan también al distrito de riego 061. Linda al oeste con la Laguna de Chapala, al norte con el río Lerma, al sur con la sierra de Patamban y al oriente con una serie de cerros conocida como sierra del Purépero. La superficie que ocupa este distrito es de 28 450 ha. De ellas, 10 000 son de cultivo de temporal y el resto de riego, distribuyéndose tal como se presenta en el Cuadro 1.

La superficie ejidal es mucho mayor que la pequeña propiedad. De las 18 450 ha de área dominada, 12 257 son ejidales y 6166 son propiedad privada. Asimismo el número de ejidatarios es mayor: son 4000, mientras que los pequeños propietarios son 589. El tamaño promedio de las parcelas es de 3.6 ha en propiedad ejidal, y de 10.4 en propiedad privada (Fernández Baudino, 1989:253).

Con la creación del distrito de riego 061 en 1938 a cargo de la Comisión Nacional de Irrigación (CNI), el Estado se hizo responsable de supervisar las obras hidráulicas en la región para proporcionar un sistema para el aprovechamiento del agua; también se encargó de la operación de canales, conductos y drenes necesarios para el riego de las parcelas. Todo el costo de la infraestructura necesaria corrió a cargo de la Federación (Peniche Campos, 2007:2). Posteriormente se creó la Secretaría de Recursos Hidráulicos (SRH) y, por la expedición de la Ley de Riegos en 1946, se le entregó la administración del distrito a la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG). En 1951 se le entregó a la SRH su operación y mantenimiento, creándose para tal efecto la Dirección General de Distritos de Riego, que hasta 1985 fue la responsable de estas actividades. En 1977 se fusionó a la SAG con la SRH, dando lugar a la Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos (SARH). Finalmente, en 1989 se creó la Comisión Nacional del Agua (CNA) como la nueva instancia responsable de la administración del distrito de riego (Torregrosa, 2009:65-66).

Antes de la transferencia del Distrito de Riego a los usuarios en 1993, estaba organizado en una Jefatura de Distrito y una Jefatura de Operación y Desarrollo, que tenía control del agua y el registro de los cultivos que se sembraban en el distrito. Tenía a su cargo la medición de los volúmenes y la regulación de la distribución y la conducción del agua a los campos para el riego. Por último, tenía a su cargo la divulgación de las nuevas técnicas de riego y cultivos. Asimismo, tenía a su cuidado el mantenimiento de las presas, represas, canales principales y secundarios, además del mejoramiento de los canales, su revestimiento, limpieza, y construcción. Finalmente, el Departamento de Administración se encargaba del cobro de cuotas a los regantes, que oscilaban entre 35 y 60 pesos por hectárea regada. Además, se encargaba de pagar a los trabajadores del distrito (Bejatrajaut, s.a.: 5v).

La promulgación de la Ley de Aguas Nacionales, en 1992, fue el instrumento jurídico que permitió la descentralización de los distritos de riego, ya que facilitó las transformaciones que permitieron convertir al agua en una mercancía vendible al mejor postor, es decir, a aquel que tuviera la capacidad económica de comprarla y aprovecharla en su beneficio, provocando una diferenciación social aún más marcada. Esta ley propició que la inversión privada tuviera injerencia en las cuestiones hídricas, cuando anteriormente estas dependían absolutamente del sector público. (Peniche Campos, 2009).

Siguiendo a Salvador Peniche, en el distrito de Zamora, se manejó un discurso de escasez, precariedad y rezago en las obras y servicios, lo que ocasionó que la inversión privada tuviera las puertas abiertas para invertir en obras de conducción, almacenamiento y consumo del líquido sin ningún problema. Así, la política hidrológica se adecuó al nuevo contexto económico. (Peniche Campos, 2009:89)

Los agricultores que contaban con capital lograron insertarse en las nuevas posibilidades que planteaba el mercado y propiciaron, para el caso del distrito 061, que los usuarios del reciente módulo I, capitalizados y relacionados con las exportadoras trasnacionales, ocuparan las aguas de mejor calidad, mientras que los de aguas abajo sólo obtuvieron las aguas contaminadas por el campo y la ciudad, las desechadas por los usuarios del módulo I y II, tras haber regado hortalizas y frutas destinadas a la exportación (Ibíd: 90).

Para Peniche, el sentido de la transferencia consistió "en la implementación de una política tendiente a la recuperación de los recursos financieros y los adeudos adquiridos por los usuarios desde hacía mucho tiempo" (Ibídem). No hubo modificaciones en los caudales, que ya habían sido decretados desde la creación del distrito, pero sí un reacomodo en la administración y en la organización del renovado distrito.

Los usuarios consideran que una administración del distrito a cargo de ellos mismos ha traído consecuencias favorables, que se han traducido en un sistema más eficiente y que atiende sus necesidades. Sin embargo, también reconocen que esta nueva forma de organización ha generado una burocracia hidráulica local, que posiciona a los representantes de las asociaciones de usuarios en situaciones de privilegio frente a la CNA en comparación con el resto de los usuarios y, además, les permite escalar puestos políticos más allá del ámbito hidráulico y que muchas veces reproducen la corrupción que caracterizaba a los funcionarios de la Comisión5.

Con la firma del Tratado de Libre Comercio, la política hidroagrícola tuvo modificaciones en el sistema de producción, los que propiciaron una creciente concentración de la producción en parcelas de productores posicionados en el mercado desde el origen del boom fresero local; asimismo aparecieron empresarios foráneos que ocuparon las tierras de los descapitalizados y empezaron a participar en la producción agrícola y, aunque ocuparon superficies reducidas, los rendimientos fueron altos, por el paquete tecnológico que usaron (Ibíd: 93).

El reglamento de la Ley de Aguas de 2004 creó la administración del agua por cuencas, y esto representó un paso más en la descentralización de las atribuciones de las autoridades federales, estableciendo responsabilidades entre las instancias estatales y municipales (Ibíd:94). Parece una acción que responde a una dinámica en la que se quiere incluir a los actores locales; sin embargo, esta participación no se da de manera generalizada e igual, sino que dentro del mismo distrito, hay diferenciaciones motivadas por relaciones de poder y fuerzas de capital que dejan en desigualdad de condiciones de participación a los actores locales propiciando un acomodo inadecuado de oportunidades y beneficios.

Finalmente se crearon cuatro módulos de riego con un volumen de agua que fue concesionado dependiendo del tamaño y del número de usuarios, quedando la distribución como se muestra en el Cuadro 2.

El programa K030 y el módulo IV del distrito de riego de Zamora

Los cambios anteriores son perceptibles en el distrito de riego 061 Zamora, Michoacán, a partir del análisis del módulo IV, denominado Asociación de usuarios agrícolas de los canales Peñitas, La Estanzuela y Guaracheña, A.C. Se trata del segundo más grande del distrito de riego, pero también el último que recibe las aguas. Según el testimonio de Pedro Hernández, su presidente, este módulo podría figurar como el más grande, debido a que el módulo II ha sido afectado por el crecimiento urbano de la ciudad de Zamora, y ya no ocupa la superficie que tenía destinada a la agricultura. Por la misma razón, no utiliza el total del volumen de agua que tiene concesionado6.

El módulo IV comprende 18 ejidos: una fracción del de Ario de Rayón, Potrerillos, Villa Zapata, La Sauceda, La Estanzuela, San Simón, Colombo, Las Cuevas, Rancho Nuevo, Ixtlán, El Salitre, El Limón, La Plaza del Limón, Valenciano, La Luz, San Cristóbal, además de la pequeña propiedad de la comunidad de Ixtlán. Tiene aproximadamente 4500 ha con derecho a riego y 1200 usuarios7.

Los primeros cultivos de fresa en el módulo IV, según testimonios de los habitantes de La Sauceda, pueden rastrearse desde los años cincuenta. A partir de la intensificación de la producción fresera, en las décadas de los ochenta y noventa del siglo XX, muchos agricultores invirtieron en su cultivo, que era destinado en gran parte a mercados extranjeros. En este tiempo, la exigencia en las reglas de salubridad era más flexible (Peniche Campos, 2007 y 2009). A partir de la expedición de normas de inocuidad para los productos destinados a la exportación y de brotes de cólera en el país en la primera mitad de la década de los noventa, la Secretaría de Salud y la Comisión Nacional del Agua empezaron a regular los riegos que utilizaban aguas contaminadas. Así, los productores debían preocuparse por la calidad de las aguas para asegurar la venta de sus productos. Sin embargo, la implementación de normas no fue suficiente, debido a que los productores no aceptaron de buena manera las restricciones, pues para ellos significaba una merma importante en sus ganancias.

Los agricultores que contaban con las fuentes de abastecimiento más cercanas, como manantiales y ojos de agua, como los usuarios del módulo I, lograron incrementar su producción y colocarse en mercados que pagaban bien su producto, pues era regado con aguas limpias. Por su parte, los usuarios del módulo IV, por su ubicación geográfica y su disponibilidad de agua, no podían sembrar cultivos como la fresa, por lo que se especializaron en granos.

El tema más relevante para los usuarios del módulo IV es el hecho de que han estado intercambiando los canales de agua sucia por limpia, con "mucho esfuerzo y mucho sacrificio", aunque "con la ayuda del gobierno federal" para la tecnificación de algunos pozos. En efecto, el programa K030, parte del PMIR, implica localmente el cambio de 5 millones de metros cúbicos de agua de los canales por 5 millones de metros cúbicos de agua limpia extraída del subsuelo. Los gastos de tecnificación corren a cargo de la CNA8.

El programa tiene el objetivo de apoyar la modernización de la infraestructura hidroagrícola y tecnificación de las superficies agrícolas en coordinación con usuarios y autoridades locales. El espacio que cubre es el de la Cuenca Lerma Chapala, y está proyectado para apoyar Programas de Modernización de Distritos de Riego, de agua potable, alcantarillado y saneamiento, operación y mantenimiento de sistemas de medición y conservación de cuencas9. Los resultados preliminares del programa K030, tras una inversión de 229 millones 890 mil pesos, fueron programas de tecnificación y modernización de Distritos de Riego, con los cuales se rescató un volumen de agua de 25 millones de metros cúbicos, en beneficio directo de 10 mil hectáreas.

Hasta julio de 2010, el trabajo en el módulo IV se había visto en la perforación de cuatro pozos, dos en el ejido de Valenciano y dos en el ejido de la Sauceda. Y desde junio de 2009 los trabajos estaban detenidos. Los demás pozos estarán ubicados en Villa Zapata, La Estanzuela, El Salitre, Ixtlán, San Simón y La Plaza del Limón. De hecho, el programa fue aceptado sólo por el módulo IV, "ya que los usuarios de los otros módulos se sintieron inseguros porque dentro del contrato había cláusulas que mencionaban la renuncia del agua a la que tienen derecho". Sin embargo, sostiene Pedro Hernández, en realidad "no se expresaba una renuncia como tal, sino como un intercambio". El objetivo de este programa, según su percepción, fue evitar que "el Lago de Chapala reciba menos volumen de agua", porque "hay muchas presiones de arriba para que el gobierno lleve a cabo estas acciones. Van a construir una hidroeléctrica por Nayarit"10.

En el módulo IV se siembran 400 ha de fresa, que ahora se podrán irrigar con aguas limpias. Y seguramente la cifra irá en aumento. Además de los beneficios a los freseros, los demás agricultores, quienes siembran alrededor de 2500 ha de maíz y sorgo y 1800 ha de trigo, serán favorecidos, porque al reducir el volumen del gasto, sin usarla para las fresas, los canales llegarán llenos hasta las partes últimas del módulo. El pozo de La Sauceda, por ejemplo, puede regar 33 ha de fresa, y se hizo para irrigar 100. Aquí el problema es de recursos financieros para la inversión y construcción de la infraestructura necesaria para la conducción.

Las cuotas en el módulo IV son las más altas del distrito: la contaminación, la maleza y el azolve hacen necesario el mantenimiento de los canales y drenes. Se cobran 90 pesos por el riego de una hectárea de granos y hortalizas. Para la fresa, que necesita aproximadamente 40 riegos por cultivo, se cobran 2400 pesos, porque la cantidad de agua empleada en cada riego es menor de la que se usa en otros cultivos. Los agricultores que han sido beneficiados con las aguas de pozo profundo aportan 600 pesos, 25% del costo anterior. Aunque ya no usan el agua rodada, pagan el derecho por el uso de canales y drenes11.

El módulo cuenta con maquinaria propia, que se utiliza para las obras de mantenimiento necesarias. Con ayuda del gobierno federal se han hecho inversiones para conseguir maquinaria indispensable para el buen funcionamiento de las obras. El secretario del módulo opina que la CNA les entregó "una brasa ardiendo, porque la maquinaria era vieja, los canales estaban azolvados y llenos de maleza, había muchas deudas, etcétera, etcétera". Sin embargo, considera que ahora, con la administración de los usuarios, el manejo es mejor y con más atención a las necesidades de los regantes12.

Desde la perspectiva de Pedro Hernández, el agua limpia "es vital y fundamental para la fresa; es de primer orden, porque sin el agua limpia no tendría caso la tecnificación", por lo que considera a los proyectos de la CNA como una oportunidad para acceder a la producción de la fresa para la exportación. Comenta: "estamos listos para competir con la producción de países como EE. UU., porque tenemos la capacidad, sólo necesitamos un poco de apoyo por parte del gobierno", porque desde su perspectiva "no estamos mochos y no les tenemos miedo"13. Según Martín Ojeda, por su parte, casi 25% de los productores de esta fruta en Zamora ya están certificados, es decir, cuentan con los requerimientos para colocarse en los mercados internacionales. Sin embargo, la mayoría de ese 25% no se encuentra en el módulo IV14.

Es evidente que las políticas hidroagrícolas que vinieron tras la firma del Tratado de Libre Comercio, la promulgación de la Ley de Aguas Nacionales y la reforma al artículo 27 constitucional afectaron de manera significativa a los usuarios del distrito de riego 061, reconfigurando los escenarios de participación, que anteriormente parecían inaccesibles para algunos, dando pie al consenso y a la negociación.

Una situación que ha creado conflictos entre los usuarios del módulo IV del distrito de riego tras la implementación del PMIR, que ha resultado en la perforación de los pozos, es que uno de ellos está ubicado en una parcela del presidente del módulo. Algunos usuarios opinaron que fue una muestra de la corrupción que se experimenta en el módulo. Por su parte, el presidente comentó que el agua sería aprovechada por todos los usuarios y que no había forma de que él pudiera apropiársela. Sin embargo, los cuestionamientos de los usuarios insisten en que a través del control del pozo en su parcela ha podido beneficiar a otras personas que tienen relaciones cercanas con él. Asimismo, gran cantidad de líquido se desperdicia porque no se han construido los canales necesarios para irrigar las 100 ha proyectadas, mientras que él ya está usando el agua para el riego de frutilla15.

Aunque se ha resuelto uno de los problemas que aquejaba a los usuarios del módulo IV: el uso del agua limpia para la agricultura, que les permitirá en un plazo corto insertarse en los mercados internacionales de fresa, es evidente que se avecinan otros. Deben competir con otros productores que ya están establecidos en este mercado, deberán pagar por la energía eléctrica que posibilita la extracción del agua del subsuelo, que según datos de Peniche asciende hasta a 40 pesos la hora (Peniche Campos, 2007: 7) y tendrán que enfrentar en un periodo relativamente corto el abatimiento de los mantos acuíferos de la región. Finalmente la relación con los usuarios de otros módulos se ha ido transformando. "antes nos veían para abajo, porque nosotros sólo sembrábamos maíz y sorgo, pero ahora que podemos hacerles la competencia ya nos tienen más respeto"16. Es decir, el cambio en el tipo de cultivo, gracias a la disponibilidad de agua limpia, les ha dado un status distinto, pues ahora que son agricultores capaces de insertarse en el mercado internacional de fresa tendrán mejores condiciones económicas, al igual que otros productores de la región.

El PMIR además de apoyar la consolidación del proceso de transferencia de los distritos y apoyar la organización de usuarios en las unidades de riego, deberá lograr una mayor incidencia en el incremento de la productividad del agua y la tierra, con un enfoque sustentable.

Si consideramos que el objetivo del PMIR, según la CNA, es "contribuir a lograr la viabilidad del sector riego en México mediante el mejoramiento de la productividad agrícola de riego, utilizando una estrategia que se vincule a la demanda de los beneficiarios, con mecanismos que aseguren la participación coordinada de instituciones y usuarios" Así, se buscaba que mejoraran las condiciones y la eficiencia de operación de los distritos de riego y las unidades de riego mediante la realización de obras de rehabilitación y modernización de la infraestructura de riego (Pisanty Levy, 2003:19-20). Para los usuarios, estos objetivos se han cumplido, ya que la perforación de pozos como parte de este programa, ha mejorado sus oportunidades de acceder a los mercados nacionales que pagan a buen precio la fresa. Sin embargo, la incertidumbre que queda en el aire es qué consecuencias futuras traerá la extracción acelerada de agua del subsuelo.

 

Conclusiones

La gestión social del agua en el módulo IV del distrito de riego 061 Zamora Michoacán, tras la aceptación del programa K030 de la Comisión Nacional del Agua, que consiste en intercambiar agua rodada por agua subterránea, se ha modificado considerablemente. Los usuarios que participan en este módulo han abierto sus posibilidades de participación en el mercado internacional, que redituará a corto plazo en una mejora sustantiva de sus ingresos económicos.

La aceptación del programa significó la renuncia al agua rodada que tenían concesionada, un cambio en su régimen de cultivos y un cambio en la gestión del agua que venían realizando, pero también trajo consigo un reacomodo en las relaciones entre productores. La diferenciación entre los usuarios se ha polarizado. Por un lado, están los usuarios que tienen acceso al agua de pozos y pueden producir fresa para la exportación y en el otro están los productores alejados de las fuentes de agua limpia, que seguirán produciendo granos. Esta polarización causará conflictos novedosos al interior del módulo IV y los usuarios tendrán que crear estrategias de acción que les permitan obtener beneficios desde su posición en el campo.

 

Referencias

Entrevistas

Entrevista con Pedro Hernández.

Entrevista con Martín González.

Entrevista con Federico Martínez.

Entrevista con Adrián González.

Pláticas informales con varios usuarios del distrito de riego.

 

Literatura Citada

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Sitios en internet

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Notas

1 El objetivo del PMIR, según el Banco Mundial, es lograr la viabilidad del sector riego en México y elevar los niveles de bienestar de los usuarios, mediante el mejoramiento de la eficiencia en el uso del agua y el incremento de la productividad agrícola de riego para adoptar un nuevo modelo que mejore la competitividad de la agricultura de riego, tanto en los Distritos de Riego (DR) como en las Unidades de Riego (UR). Consultado en: http://web.worldbank.org/WBSITE/EXTERNAL/BANCOMUNDIAL/EXTSPPAISES/LACINSPANISHEXT/MEXICOINSPANISHEXT/0,,contentMDK:20810490~menuPK:500900~pagePK:1497618~piPK:217854~theSitePK:500870,00.html el 3 de septiembre de 2011.

2 Se han cambiado los nombres de las personas entrevistadas para proteger su anonimato.

3 Aquí hago una diferencia con el planteamiento de Ostrom (2000) que parte de la idea de que los actores generalmente buscan el bien común pensando en lo que es mejor para la organización a la que pertenecen.

4 Siguiendo este eje, es importante mencionar los trabajos de Scott (2000) y Mallon (2003) que muestran de manera contundente que los dominados, los de abajo o las clases subalternas siempre tienen un plan de acción ante las decisiones de los de arriba, también buscan obtener beneficios de su participación en acciones que aparentemente los excluyen, son capaces de jugar con las circunstancias, de negociar y de actuar.

5 Plática con varios usuarios del distrito de riego 061. 17 de diciembre de 2009.

6 Entrevista con el señor Pedro Hernández en la Empacadora de Fresas de la Unión de Productores de Zamora el 10 de diciembre de 2009. Él comentó que "numéricamente el módulo 2 es el más grande con 5100 ha, pero nada más utiliza 3600 porque la mancha urbana le ha ido comiendo muchas de las áreas, han ido invadiendo".

7 Entrevista con Pedro Hernández, 10 de diciembre de 2009.

8 Testimonios obtenidos a raíz de una plática con varios usuarios del módulo IV en La Estancia el 17 de diciembre de 2009.

9 http://www.semarnat.gob.mx/queessemarnat/Documents/programas_estrategicos/Objetivo%20Estrategico%20agua%20agricola%20280607.pdf consultada el 27 de diciembre de 2009.

10 Entrevista con don Jesús Méndez en las instalaciones del hotel Mesón del Valle, el 9 de diciembre de 2009 en Zamora.

11 Entrevista con Martín González en La Sauceda el 14 de diciembre de 2009.

12 Entrevista con Federico Martínez en La Sauceda el 14 de diciembre de 2009.

13 Entrevista con Pedro Hernández en La Sauceda el 14 de diciembre de 2009.

14 Entrevista con Adrián González, productor de fresa, el 10 de diciembre de 2009 en la empacadora de fresas.

15 Plática con algunos usuarios del módulo IV donde expresaron que el presidente del módulo había pedido a los ingenieros que hicieran el pozo cerca de su parcela para tener el control del agua y así, el control de los usuarios.

16 Entrevista con Pedro Hernández en La Sauceda el 14 de diciembre de 2009.

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