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Agricultura, sociedad y desarrollo

versión impresa ISSN 1870-5472

agric. soc. desarro vol.5 no.1 Texcoco ene./jun. 2008

 

Migración científica entre México y los EE. UU. Un caso de ingenieros agrónomos

 

Scientific migration between México and the USA: a case of agricultural engineers

 

Mario L. Tinoco-Herrera*

 

* Área de Ciencias Sociales. Sociología de la Educación. 2331 Elendil Line California. EE. UU. (mlttinoc@yahoo.com).

 

Resumen

El objeto de estudio del presente trabajo es la experiencia de migración y su significado para un grupo de científicos mexicanos que participan en la construcción de un circuito de migración entre México y los EE. UU. en el campo de las ciencias agrícolas. Defino a este circuito de migración científica como un hecho histórico, social y cultural, y para abordarlo me apoyo en la perspectiva transnacional de la migración. Desde esta visión entiendo al circuito de migración científica como un campo de relaciones sociales extendido entre México y los EE. UU. Para estudiar esta experiencia y su significado recurro a la reconstrucción histórica del circuito de migración científica entre ambos países, a la observación participante, a las pláticas informales y a la recopilación y análisis de testimonios. Enfoqué tres momentos cruciales de la experiencia de los migrantes: la que se da antes del viaje a los EE. UU., la que se produce en la estancia en una universidad norteamericana, y la que se genera al retornar a un centro de investigación en México. Asimismo, se analizan tres factores importantes que determinan y hacen que la experiencia y su significado sean diferentes: el género, la carrera académica y la adscripción al circuito.

Palabras clave: Circuito de migración, espacio social transnacional, migración científica, migración transnacional, profesión académica.

 

Abstract

The object of this study is the migratory experience and its meaning for a group of Mexican scientists who participate in the construction of a migration circuit between México and the USA in the field of agricultural sciences. I define this circuit of scientific migration as a historical, social and cultural fact, and in order to approach it, I base myself on the transnational perspective of migration. From this point of view, I understand the scientific migration circuit as a field of social relations that extends between México and the USA. In order to study this experience and its meaning, I turn to the historical reconstruction of the scientific migration circuit between both countries, to participant observation, to informal talks and to the collection and analysis of testimonies. I focused on three crucial moments of the migrants' experience: the one before traveling to the USA, the one produced during their stay in a North American university, and that generated upon returning to a research center in México. Likewise, three important factors which determine and make the experience and its meaning different are analyzed: gender, academic career, and attachment to the circuit.

Key words: Migration circuit, transnational social space, scientific migration, transnational migration, academic profession.

 

Introducción

"A primera vista, la conexión México-California es un
intercambio equilibrado. California obtiene lo mejor que México
ofrece: color y cultura, vitalidad y alegría de vivir. México
recibe la modernidad y tolerancia, pero no sin que antes las
hayan procesado sus inmigrantes en el extranjero".

Castañeda (1995).

 

La relación entre México y los Estados Unidos de América (EE. UU.) es compleja y contradictoria. La imagen y la actitud de los mexicanos con respecto a su vecino del norte son ambivalentes. Para un buen número de mexicanos ser frontera con aquel país es una terrible fatalidad geopolítica (Medina, 2001). Para otros es una ventaja incomparable que, entre otras cosas, les permite avanzar hacia el desarrollo económico y la consolidación científica (Larqué, 1993). Sin embargo, el volumen de la migración de mexicanos hacia los EE. UU. es cada día mayor. Y aunque los patrones de migración indican que la población que se mueve hacia los EE. UU. tiene baja calificación laboral, en los últimos años la tasa de crecimiento de la migración de mexicanos con alta calificación laboral ha aumentado (Marín, 1998).

Según el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT, 1997) el número de mexicanos que realizan estudios de postgrado en los EE. UU. ha ido creciendo. Después de la segunda guerra mundial, el destino de las élites mexicanas de la investigación cambió. En vez de ir a Europa, lo hicieron mayoritariamente hacia los EE. UU. Además, "la influencia no sólo se ha sentido por el intercambio de estudiantes, sino también por los convenios de cooperación interinstitucional, los programas de investigación conjunta, la modernización de programas y planes de estudio de licenciatura, maestría y doctorado con ayuda y asesoría de las instituciones norteamericanas" (Marín, 1998).

En 1994, con la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC) las relaciones entre México y EE. UU. fueron redefinidas y, en el campo de la ciencia y la educación superior, se crearon acuerdos importantes y se generaron grandes expectativas. Sin embargo, en la historia de las relaciones entre México y EE. UU. ya existían antecedentes de asistencia tecnológica y capacitación científica. En 1943 ambos países firmaron un convenio de asistencia técnica en el que los EE. UU. se comprometieron a apoyar el desarrollo agrícola de México y se responsabilizó de la capacitación de científicos mexicanos para el proceso de modernización agrícola de México. La firma del convenio es el primer antecedente institucional que marca el inicio de la migración científica en las ciencias agrícolas entre México y los EE. UU.

Hoy, con la nueva división espacial del trabajo, los patrones de migración internacional de expertos se han modificado (Castells, 2001). En los años 70 y 80 la migración de personal altamente calificado se explicaba como un movimiento unidireccional, de los países de menor desarrollo económico hacia los de mayor desarrollo económico y viceversa (Pries, 1999). En los 90 se empezó a analizar la migración internacional como un espacio social transnacional, es decir, como "una combinación de relaciones y posiciones sociales en red que están organizadas en más de dos países simultáneamente" (Faist, 2000). En esa década aparecen estudios de las nuevas formas de migración internacional que empiezan a examinar la dimensión cultural y social de la migración internacional y, desde diversas disciplinas sociales, empiezan a analizar el proceso de creación y mantenimiento de estos espacios sociales de migración transnacional y a cuestionar ¿cuál es el significado de la experiencia migratoria para los sujetos que participan en ella? Es decir, que puede advertirse un cambio sustantivo en la forma de ver y analizar el fenómeno de la migración internacional por los expertos.

Este trabajo plantea dos preguntas: primera, ¿cómo es que se crea y se mantiene el circuito de migración científica entre México y los EE. UU. en el campo de las ciencias agrícolas? segunda, ¿cuál es el significado de la migración para los científicos mexicanos que participan en el circuito México-EE. UU.?

El estudio de la experiencia de los académicos mexicanos en un circuito de migración trasnacional en el campo de las ciencias agrícolas es importante por varias razones. En primer lugar, este circuito de investigación tradicionalmente ha ejercido una poderosa influencia en el campo de la investigación agrícola en México. Este circuito ha apoyado el proceso de modernización de la agricultura mexicana, proveyendo los expertos que desde los años 40 se necesitaban y ahora continúa capacitando científicos en el campo de la biotecnología y otros campos del saber agronómico. En segundo lugar, los científicos entrenados en el extranjero siempre han sido los asesores y los lectores privilegiados del conocimiento agrícola especializado que se genera en las metrópolis. Durante muchos años los científicos que se forman en este circuito han sido una correa de transmisión importante de conocimiento científico y tecnológico en las ciencias agrícolas entre México y los EE. UU. En tercer lugar, los científicos del circuito México- EE. UU. han sido históricamente una fuente importante en la capacitación y formación de recursos humanos para las ciencias agrícolas. Por ejemplo, durante la segunda guerra mundial, la Secretaría de Agricultura de México firmó con la Fundación Rockefeller un contrato de asistencia técnica por medio del cual vinieron a México investigadores de los EE. UU. para apoyar la investigación y producción agrícola. La influencia de este proyecto ha sido determinante en la organización de la investigación agrícola de México. Por ejemplo, en 1961 se creó el Instituto de Investigaciones Agrícolas (IIA) con base en el apoyo del programa de asistencia técnica. Este instituto se integró con una gran cantidad de investigadores prestigiados, incluyendo a Norman Bourlaug, futuro premio Nobel, que originalmente habían trabajado para la Fundación Rockefeller (Cleaves, 1985). Otro ejemplo de apoyo y colaboración internacional fue la creación del Centro Internacional de Mejoramiento del Maíz y el Trigo (CIMMyT) que cuando se fundó, en 1965 "...absorbió prácticamente a todos los científicos residentes a largo plazo de la Fundación Rockefeller, quienes continuaron sus trabajos experimentales y de difusión a nivel mundial" (Cleaves, 1985). En suma, la migración transnacional de científicos en ciencias agrícolas, en su conexión México- EE. UU., ha sido significativa para el desarrollo de la ciencia mexicana. "La influencia no sólo se ha sentido por el intercambio de estudiantes, sino también por los convenios de cooperación interinstitucional, los programas de investigación conjunta, la modernización de programas y planes de estudio de licenciatura, maestría y doctorado con ayuda y asesoría de las instituciones norteamericanas" (Marín, 1998).

Las dos hipótesis más importantes: el proceso de producción y mantenimiento de este circuito fue promovido inicialmente por el gobierno de los EE. UU., a través de la fundación Rockefeller y, segunda, el significado de la migración científica, en contraste a lo que dicen los estudios convencionales, es complejo, diverso y paradójico.

 

Metodología

La metodología usada se basa en el análisis histórico y social. Éste se enfoca al estudio de las condiciones históricas que dieron origen al circuito de migración científica y a las fuerzas sociales que luchan por mantener esta migración. Se hace una reconstrucción histórica de los hechos y las formas específicas a través de las cuales se genera la migración científica en el campo de las ciencias agrícolas. Además se consideran y analizan las fuerzas sociales que hacen posible el establecimiento de esos vínculos entre México y los EE. UU. El análisis de las condiciones histórico-sociales de la migración científica también incluye la experiencia directa de los académicos migrantes, que es integrada a través de cuestionarios, entrevistas y pláticas informales.

Para analizar la información, se recurre principalmente al método socio-histórico, buscando una perspectiva histórica y social para analizar las condiciones históricas y sociales que posibilitaron la creación y el mantenimiento del circuito de migración científica de las ciencias agrícolas entre México y los EE. UU. Para interpretar el significado de la migración de los académicos se buscó el análisis del discurso. Éste permitió analizar e interpretar las interacciones. En segundo lugar, las entrevistas, y sobre todo la convivencia cotidiana con los participantes, ayudaron a integrar la percepción y la valoración que los académicos hicieron sobre su experiencia de migración.

 

Estructura de análisis

Para entender el significado de la migración internacional de académicos se elaboró una estructura de análisis en tres etapas. La primera se refiere al primer acercamiento documental y teórico sobre la migración internacional de expertos. El propósito fue contar, antes del trabajo de campo, con un mapa conceptual del problema. La segunda se refiere al trabajo de campo y al análisis de los documentos en Texcoco, México, y en Davis, CA. Esta fase se cubrió con la observación participante, aplicación de cuestionarios y entrevistas a los estudiantes mexicanos en la University of California, Davis (UCDavis) y a los doctores mexicanos repatriados en el Colegio de Postgraduados (CP). La tercera se refiere al trabajo de análisis e interpretación de la información. Ésta se organizó con base en una matriz de análisis que combina tres dimensiones de observación (género, carrera académica y adscripción al circuito) y los tres momentos cruciales de la trayectoria de migración (experiencia previa al viaje, experiencia de formación científica y experiencia del retorno). La correlación entre las dimensiones de observación y la trayectoria de la migración proporcionó los ejes de la diferenciación de la experiencia. Esta matriz de análisis permite observar cómo se produce la diferenciación de la experiencia con base en los tres momentos cruciales de la migración y las características principales de los participantes. Todas las características generan una diferenciación en la percepción y valoración de la experiencia; sin embargo, en esta investigación se destacan únicamente tres: género, carrera académica y pertenencia o no al circuito de migración científica entre México y los EE. UU.

 

Preguntas

El mecanismo utilizado para responder a las preguntas es simple. Primero, se formula la pregunta, después se explica su importancia en el contexto de la investigación y luego se explicita el método para responderla.

La primera pregunta es: ¿cómo se crea y se mantiene el circuito de migración de las ciencias agrícolas entre México y los EE. UU.? Contar con el conocimiento histórico y los mecanismos sociales de la reproducción del circuito es importante. Ello permite ubicar en su origen los contextos social e institucional que posibilitaron la creación del circuito. Asimismo, muestra los dispositivos sociales y la experiencia actual de los sujetos que hacen posible el mantenimiento de este tipo de vínculos transnacionales. Es importante contar con una definición precisa de estos espacios sociales que son claramente diferenciados de las redes u otro tipo de conexión transnacional. Como explica Rouse (1989:45) "I use the term "circuit" in preference to "network" because it more effectively evokes the circulation of people, money, goods, and information, the pseudo-institutional nature of the arrangement (over purely individual ties) and the qualified importance of place (over purely social linkages)". Pero además de esta precisión teórica, es necesario integrar la información obtenida en la observación participante en las entrevistas así como en las pláticas informales: la observación y la entrevista. Pasé varias horas de convivencia informal con los académicos migrantes para observar la interacción entre ellos, dentro de su familia y en otros espacios fuera de la universidad.

La segunda pregunta es: ¿cuál es el significado de la migración para los académicos que participaron en el circuito de las ciencias agrícolas entre México y los EE. UU.? El conocimiento del significado es importante porque ello da la posibilidad de recrear las condiciones en las que se desarrolla la experiencia cotidiana de estos migrantes. La respuesta a esta pregunta se apoyó en la observación participativa, las pláticas informales y las entrevistas. Estas se llevaron a cabo tanto en la University of Ccalifornia Davis como en el CP. Las dimensiones de la vida cotidiana de los migrantes consideradas más importantes fueron las referidas a la vida académica, a la vida familiar y, en general, a la vida social y cultural. Parte de la información de la vida académica, social y familiar fue obtenida de los mismos migrantes a través de entrevistas. Sin embargo, también fueron de utilidad las pláticas informales después de jugar fútbol, Squash, y sobre todo, los viernes, cuando después de practicar deporte, nos refrescábamos la existencia con una Budweiser en la cantina "El Graduado". Ahí, poco a poco, se externaban los conflictos familiares, los éxitos y los fracasos de la academia y, naturalmente, las nostalgias propias de los que se encuentran ausentes. Para responder a esta pregunta, se recurrió a tres herramientas: la observación participante, el cuestionario y la entrevista semi-estructurada.

La observación participante estuvo dirigida principalmente a recabar información sobre cómo los académicos migrantes producen las conexiones internacionales, a cómo definen las conexiones significativas y a qué tipo de apoyos institucionales recurren para construir sus vínculos con los profesores y sus compañeros de otros países. El cuestionario ayudó principalmente a obtener información general del académico y, con base en ésta, a construir su perfil socioeconómico. Este perfil se elaboró con base en las siete dimensiones consideradas en el cuestionario del libro "Los Rasgos de la Diversidad" de Antón (1994), únicamente se agregó una más, referente a la adscripción al circuito (género, edad, origen y posición social, escolaridad de los padres, adscripción al circuito, experiencia académica, estado civil y número de hijos). El perfil socio-económico de los académicos obtenido del cuestionario permitió seleccionar los elementos a destacar de los tres ejes de diferenciación en una entrevista semi-estructurada. Es decir, la entrevista sirvió principalmente para comentar y profundizar en la cuestión del género, de la carrera académica y de la adscripción o no al circuito de migración científica. Finalmente, el cuestionario y la entrevista semi-estructurada fueron elementos complementarios.

 

Resultados

De los testimonios de los mexicanos se desprende que el significado de la migración fue múltiple, complejo y paradójico. Fue múltiple porque desde el principio hasta el retorno a casa, tanto la percepción como la valoración de lo vivido estuvo determinada por varios factores, dentro de los cuales figuraron: el género, la carrera académica y la adscripción o no del participante al circuito de migración. Estos tres factores hicieron que la experiencia fuera compleja, porque involucró, además de la dimensión académica, la vida total del sujeto. Fue paradójico, porque todos expresaron una valoración positiva, incluyendo los que pasaron por situaciones traumáticas o bien aquellos que no alcanzaron las metas buscadas.

Para estudiar el significado de la migración científica entre México y los EE. UU. se utilizó una estructura de análisis que combinó dos elementos centrales: una trayectoria ordinaria de un circuito de migración científica y los tres factores que determinan la diferenciación de la experiencia. El primer elemento, fue compuesto por la experiencia previa al viaje, la experiencia de formación en los EE. UU. y la experiencia del retorno a México. Y por el género, la carrera académica y la adscripción al circuito. Las diferentes combinaciones que se hicieron entre los factores de diferenciación de la experiencia y los tres momentos de la trayectoria de migración generaron diferentes significados, como veremos en los siguientes apartados.

 

La experiencia previa al viaje

La experiencia previa al viaje de formación académica fue valorada positivamente, fue vista como una oportunidad para producir y acumular vínculos académicos internacionales. Sin embargo, también hubo variaciones en la percepción y en el significado de la migración. Por ejemplo, para las mujeres, la experiencia de migración antes de salir de México les significaba una vía de igualación laboral con los hombres. A las mujeres, la experiencia previa al viaje a los EE. UU. les permitía generar expectativas para democratizar su espacio de trabajo. Sin embargo, para los hombres, simplemente significaba una vía ordinaria para acumular e incrementar sus vínculos personales, sus conexiones internacionales y una posibilidad de movilidad ascendente.

Otro factor importante que contribuyó en la diferenciación de la experiencia y valoración de la migración lo constituyó la carrera académica de los participantes. Quienes tenían tiempo trabajando en la universidad, tenían experiencia directa o indirectamente con la migración internacional, inclusive algunos, antes del viaje de formación científica al extranjero habían tenido contacto o habían formado parte de un equipo de investigación con académicos de los EE. UU. Esta situación de los académicos con una carrera consolidada y con conexiones en los EE. UU. les dio ventaja sobre aquellos que acababan de egresar de su carrera y desconocían los ambientes de trabajo de estos centros de investigación.

Además, la experiencia de migración no fue la misma para los académicos adscritos al circuito de migración científica entre México y los EE. UU. que para aquellos que no lo estaban. En los aspirantes adscritos al circuito, su interés por estudiar en los EE. UU. y crear vínculos académicos con profesores de este país se expresó con mayor claridad. Por el contrario, hay mayor dispersión y menos vinculación con las instituciones de investigación de los EE. UU. de aquellos estudiantes que no pertenecían al circuito de migración científica entre México y los EE. UU. en el campo de las ciencias agrícolas. Y el significado de la migración para los que estaban adscritos al circuito fue de éxito por haber alcanzado lo buscado, mientras que en los aspirantes que no pertenecían al circuito, el significado fue de indiferencia o, en algunos casos, de satisfacción, pero sin precisar las causas.

 

La experiencia de formación científica en los EE. UU.

En un segundo momento, el de la experiencia de formación científica en los EE. UU., al modificarse el escenario social y experimentar la vida cotidiana de un país diferente, la valoración de la experiencia de migración previa al viaje se transformaba. Y en ese momento la universidad y su entorno social empezaron a ser incomprensibles y ajenos, y en algunos casos hostiles. Es decir, la experiencia de la estancia en una universidad y en un país diferente empezó a tornarse compleja y multidimensional. Aparecen en los testimonios de los académicos mexicanos el significado valioso de la experiencia, pero al mismo tiempo el costo familiar y personal. En ese sentido empezaba a transformarse la imagen rosa de la migración científica y se empezaban a manifestar múltiples tonalidades. Para la mayoría de las mujeres, la experiencia en la UCDavis fue compleja y ambivalente: compleja porque, además de sortear las dificultades propias del doctorado, había que hacer frente a otros deberes que no eran propiamente académicos, y ambivalente porque por un lado con la obtención del diploma de doctor lograban la promesa de un mejor status laboral, pero, por otro, el costo de la obtención del grado había sido muy alto. Para la mayoría de los hombres, la experiencia de formación en la UCDavis también fue compleja, pero a diferencia de las mujeres su significado fue de triunfo, y se mostraban ampliamente satisfechos con lo obtenido.

Por otro lado, en los testimonios de la experiencia de la formación en los EE. UU., la condición de ser o no ser académico fue un factor importante en la diferenciación de la experiencia y en su significado. Por ejemplo, de los diez estudiantes mexicanos de postgrado en la UCDavis entrevistados, siete trabajaban como profesores de una universidad en México, y de forma indirecta y a través de las entrevistas, fue claro que ellos hacían de su actividad una forma de vida; ellos se identificaban plenamente con esta actividad. En ese sentido, formarse en una de las instituciones de mayor prestigio del mundo académico les significaba un gran logro. Además pertenecer o saberse parte del circuito de migración de las ciencias agrícolas entre México y los EE. UU. fue el otro factor diferenciador del significado de la migración. Por ejemplo, los estudiantes que venían del CP manifestaron que su experiencia de formación en la UCDavis tuvo el significado esperado: los conocimientos, el diploma y la conexión buscada. Por otro lado, los académicos que estaban fuera del circuito de migración científica entre México y los EE. UU. expresaron que su experiencia fue ambivalente: por un lado lograron su diploma de doctor de una universidad de los EE. UU., pero por otro, no llegaron a publicar en las revistas de este país ni hacer suficientes conexiones académicas. En suma, el costo de su inversión no correspondió con los resultados obtenidos.

 

La experiencia del retorno a casa

Un momento crucial en la experiencia de migración científica es el momento del retorno de los doctores a México. Este es un momento clave de la experiencia de migración, por la confrontación de las expectativas con la realidad. En ese momento comprobamos que el retorno no significó lo mismo para todos los doctores repatriados. Para unos significó el reencuentro con los amigos y la posibilidad de lograr una mejor posición en la academia o en la administración pública en México. Para otros, la experiencia del retorno les representó el reencuentro con la lucha cotidiana por la acumulación de puntos para alcanzar un mejor salario. Ésto señala cambio cualitativo en el significado de la experiencia. Es claro para los migrantes que obtener un título profesional de una universidad de los EE. UU. no es suficiente para lograr un ascenso laboral o un mejor status. En algunos doctores repatriados se podía observar la sonrisa por la obtención de lo deseado; en estos permanecía la imagen optimista de la migración. Pero también aparecieron expresiones de desencanto, y la misma experiencia migratoria adquiría un significado diferente, opuesto a la primera imagen rosa de la migración.

Entonces, la experiencia del retorno no fue similar. No todos los investigadores que regresaron a México alcanzaron sus expectativas profesionales. Para las mujeres que estudiaron en la UCDavis y regresaron a trabajar al CP, uno de los significados importantes fue legitimar el papel de la mujer como científica y ésto implicaba continuar luchando en su institución por ello. Para los hombres el regreso a casa les significó más o menos éxito profesional, dependiendo de la carrera académica y la adscripción o no al circuito, pero todos se sentían satisfechos y con un sentimiento de misión cumplida. Según los testimonios del retorno, la mayoría de los doctores mexicanos tuvieron la oportunidad de quedarse a trabajar en el extranjero, pero todos los profesores que adscritos al CP regresaron a trabajar a esta institución.

Por otro lado, conocer el conjunto de las experiencias que vivieron los profesores a su regreso al CP muestra, en contraste, la experiencia que tuvieron los profesores que trabajaban en otras universidades. Así, vimos a contraluz que la experiencia y el significado del retorno para los profesores que trabajaban en las Universidades de Sinaloa, Querétaro y Chapingo fue más personal y pudimos comprobar que a este tipo de académico que trabaja en un centro educativo cuya actividad principal es la enseñanza, obtener un doctorado en los EE. UU. y regresar a trabajar a México le significó un logro personal.

El significado del retorno para investigadores que estaban adscritos al circuito de migración entre México y los EE. UU. fue de ganancia profesional. Es decir, fue de capitalización de su inversión originaria de capital académico, ya que antes de hacer su doctorado, y durante el mismo, contaban con cierto volumen de capital académico, pero con la obtención del grado su inversión subió. En contraste, para los investigadores que se encontraban fuera del circuito de migración, el significado del retorno fue de carácter personal. Podríamos decir que adquirió un sentido más íntimo y simbólico; ahora se sentían satisfechos por el logro obtenido y se reconocían como expertos internacionales. Es decir, para estos investigadores que regresaron a trabajar en una universidad centrada en la enseñanza y que no pertenecían al circuito de migración científica entre México y los EE. UU. en el campo de las ciencias agrícolas, su significado estuvo más circunscrito al ámbito personal.

Sin embargo, también se observa que, independientemente del género, de la trayectoria académica y de la adscripción o no al circuito de migración científica que se produce entre México y los EE. UU., persiste en todos los científicos repatriados un significado de logro ético y académico de la migración. En cada uno de los testimonios de los investigadores repatriados hay un sentimiento de éxito intelectual y una satisfacción por ocupar una posición social desde la cual pueden contribuir a los propósitos de su institución y al desarrollo de su disciplina. Estos "académicos viajeros" manifestaron un gran orgullo por haber ampliado su horizonte académico, pero, sobre todo, se ufanaban de su invaluable experiencia de haber conocido otros ámbitos vitales.

En suma, la imagen puramente optimista de la migración científica y sus acercamientos teóricos convencionales no son suficientes para explicar la experiencia y el significado de los mexicanos que participan en el circuito de migración científica entre México y los EE. UU. Fue necesario superar la perspectiva económica de la migración científica y analizarla en su dimensión social y cultural, y de ahí la necesidad de recurrir a los nuevos paradigmas de la migración transnacional.

 

Conclusiones

Los estudios convencionales de migración internacional de expertos arrojan resultados planos y armónicos que no presentan ninguna diferencia en las experiencias, ni en el significado de la migración. Más aún, la imagen socialmente aceptada y nunca comprobada es invariablemente color de rosa; ésta aparece sin diferencias, como si la experiencia hubiera sido la misma, limpia y sin contradicciones. Sin embargo, al analizar los testimonios de los investigadores que aspiran a un doctorado en una universidad de los EE. UU., los testimonios de su experiencia de formación o bien los testimonios de los doctores a su regreso a México, aparecen las diferencias en la percepción y valoración de la migración. En el caso de los académicos migrantes que participan en el circuito entre México y los EE. UU. todos pasaron, más o menos, por los mismos procesos académicos y culturales; sin embargo, la percepción y la valoración de los "mismos" hechos tuvieron diferente significado. No tuvo el mismo valor la credencial de doctor para los académicos hombres que para las mujeres, ni tampoco para los investigadores de una gran trayectoria académica que para uno que iniciaba su carrera. Finalmente, la experiencia de migración y su capitalización fue absolutamente distinta para un profesor mexicano que trabajaba en una institución adscrita al circuito de migración científica entre México y los EE. UU. que para un profesor que trabajaba en universidad mexicana que no pertenece a este circuito. En ese sentido, y en contraste con las perspectivas y los trabajos empíricos de la migración internacional de expertos, al analizar los testimonios se trató de establecer las diferencias con base en los tres factores que se consideraron más importantes: el género, la carrera académica y la adscripción al circuito de migración científica.

 

Definición de cultura

Una debilidad importante en los planteamientos de la literatura convencional de la migración es su definición de cultura. Rouse (1989) señala "los analistas que han examinado la dimensión de la cultura en la migración mexicana la han definido desde un marco de referencia bipolar y la han explicado en términos de una dimensión nacional, socio-espacial o seudo-evolucionista: cultura mexicana y cultura norteamericana, lo rural y lo urbano, lo tradicional y lo moderno. En contraste, yo he enfatizado la naturaleza de la cultura basada en la clase social, sugiriendo las diferentes constelaciones de relación y actividad asociada con los diferentes estímulos y desarrollos de diferentes sentidos de vida". La concepción de cultura basada en la clase social es muy importante porque nos permite visualizar las contradicciones y las trayectorias de los académicos migrantes con base en los valores y creencias adscritos a su clase social y, en segundo lugar, nos permite entender por qué la migración aparece percibida y valorada de diferente manera en los testimonios de los académicos mexicanos.

 

La cuestión del género

En la mayoría de los estudios de la migración internacional de científicos la cuestión del género está ausente. En estos trabajos se habla de las experiencias de los migrantes científicos internacionales sin establecer diferencias por género. Es necesario también integrar en el análisis de la migración científica internacional la cuestión del género. Esta es una categoría central para ubicar la diferencia en la experiencia de la migración científica, ya que no es lo mismo ser mujer estudiante de doctorado que ser hombre y estudiante de doctorado, ni tampoco es lo mismo ser doctor que doctora. En México sabemos que el rol y el significado de la carrera de científico son diferentes para el hombre y para la mujer. En ese sentido, la valoración de la experiencia de migración científica con base en el género ilumina y enriquece el análisis. La importancia de integrar la dimensión del género en los estudios de migración internacional de científicos implica, en primer lugar, reconocer que la valoración y el sentido de la migración varían según el género, y ello nos lleva a suponer la existencia de experiencias que habían permanecido ocultas. Por ejemplo, en esta investigación únicamente las mujeres retomaron el examen oral y únicamente son mujeres las que no han alcanzado el título de doctor. Sería importante conocer las causas y hacer un seguimiento más detallado de estos casos.

 

Migración científica

El universo de estudio de la migración internacional de expertos ha privilegiado las experiencias de los profesionistas que trabajan estrechamente con el capital, como contadores, abogados y asesores financieros. Este tipo de trabajos, según Findlay y Groud (1989) y Beaverstock (1994), se han enfocado a ubicar la geografía y las diferentes rutas de migración de este tipo de migrantes contemporáneos "transitorios", como los llaman. Hacen falta estudios que se enfoquen a las experiencias de migración internacional de los profesionales que no se encuentran directamente involucrados con el capital y, más específicamente hacen falta estudios que se enfoquen al estudio de la creación y mantenimiento de espacios sociales de producción científica, así como estudios que analicen la experiencia y el significado de la migración transnacional de los investigadores de las diferentes disciplinas científicas.

Por ello la investigación sobre la migración transnacional de científicos debe implicar: 1) definir la migración de científicos desde una perspectiva transnacional que caracterice a este fenómeno como una construcción social y cultural, es decir con un sentido más allá del económico; 2) abordar la migración de científicos de las diferentes disciplinas con base en una matriz de análisis que integre al género, la trayectoria de clase y la carrera académica como factores de la diferenciación de la experiencia; 3) integrar en los estudios de migración científica la definición de cultura desde una perspectiva de clase; 4) integrar en los estudios de migración científica la cuestión del género y 5) aplicar al campo de la ciencia y sus actores los estudios de la migración transnacional contemporánea.

 

Literatura citada

Antón, G. 1994. Los Rasgos de la Diversidad. Universidad Autónoma de México Unidad Azcapotzalco. División de Ciencia Sociales y Humanidades. México. 176 p.         [ Links ]

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