SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.1 número1El ajuste del tiempo de rotación de la Tierra en la época prehispánica índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Agricultura, sociedad y desarrollo

versión impresa ISSN 1870-5472

agric. soc. desarro vol.1 no.1 Texcoco ene./jun. 2004

 

Agroecometría: una caja de herramientas para el diseño de una agricultura virtual

 

Agroecometry: a toolbox for the design of virtual agriculture

 

Klavdia Oleschko 1, Benjamín Figueroa-Sandoval 2 , Gabor Korvin 3 , Mario Martínez-Menes 2

 

1 Instituto de Geología, Universidad Nacional Autónoma de México, Apartado postal 70-296, Ciudad Universitaria, C.P. 76230, Coyoacán, México, D.F.

2 Colegio de Postgraduados, km 35.5 Carretera México-Texcoco, Montecillo, Estado de México, C.P. 56230, México.


3 King Fahd University of Petroleum and Minerals, Dhahran 31261, Saudi Arabia.

 

Resumen

La agricultura raramente ha sido el área de mayor atracción para las innovaciones tecnológicas y científicas. Sin embargo, en el contexto de la evidencia de riesgo de un manejo no sustentable de los agroecosistemas, surge la necesidad de un mejor aprovechamiento de las oportunidades tecnológicas. Una de estas oportunidades consiste en utilizar los avances del cómputo de alto rendimiento (y en paralelo), la modelación matemática para unificar los bancos de información (Smith etal, 2002) que surgen en áreas tan diversas como el estudio de los recursos naturales, la economía y la eociología o el desarrollo rural, dirigiéndolos a un propósito común. La pregunta específica en este trabajo de investigación es: ¿Hay manera de medir no sólo los patrones estructurales de los sistemas físicos, químicos, biológicos, sino también los económicos y sociales con una misma variable y visualizar su contribución competitiva a la sustentabilidad de un agroecosistema? En este trabajo se exponen las bases matemáticas y de simulación computacional para contestar esa pregunta, e introducir en las ciencias agrícolas una nueva disciplina cuyo marco teórico-metodológico parece prometedor para unificar la cuantiosa información disponible. La nueva disciplina, que llamamos Agroecometría, tiene como objetivo básico construir espacios métricos efectivos para las ciencias agrícolas y visualizar el funcionamiento de un agroecosistema en toda la riqueza de sus parámetros característicos dentro de un modelo virtual.

Palabras clave: Agroecosistemas, Modelación matemática, Modelo virtual.

 

Abstract

Agriculture has rarely been an area of great attraction for technological and scientific innovations. Nevertheless, as there is evidently a risk of a non-sustainable management of agroecosystems, it is necessary to use better the technological opportunities. One of these oportunities is to use the advances in of high-yield computation (and in parallel) mathematical modeling in order to unify the information data bases (Smith et al., 2002), that arise in areas as diverse as the study of natural resources, economics, and sociology, or rural revelopment, aiming them towards a common purpose. The objective of this study was to answer one specific question: Is there a way to measure the structural patterns of the physical, chemical, and biological systems as well as the economic and social structural patterns with one and the same variable, and visualize their competitive contribution to the sustainability of an agroecosystem? We have constructed the mathematical bases and those of computer simulation to answer the aforementioned questions and to introduce a new discipline to agricultural sciences, whose theoretic-methodological frame seems promising in the field of unification of the extensive, multifaceted information. This new discipline which we call Agroecometry, has as its fundamental objetive to construct metric spaces effective for agricultural sciences, and visualize the performance of an agroecosystem in all its the richness its in the frame of virtual model.

Key words: Agroecosystems, Mathematical modeling, Virtual model.

 

"When I examine myself and my methods of thought, I come to
the conclusion that the gift of fantasy has meant more to me, than my talent
for adsorbing positive knowledge."

Albert Einstein

 

Introducción

La agricultura no es el área de mayor desarrollo de innovaciones tecnológicas y científicas. Sin embargo, en el contexto de la evidencia de riesgo de un manejo no sustentable de los agroecosistemas, surge la necesidad de un mejor aprovechamiento de las oportunidades tecnológicas que pueden contribuir a la solución de los problemas ambientales y humanos asociados a ella. Una oportunidad consiste en utilizar los avances del cómputo de alto rendimiento (en paralelo) y la modelación matemática para unificar los bancos de información (Smith et al., 2002) que surgen en áreas tan diversas como el estudio de los recursos naturales, la economía y la sociología o el desarrollo rural, dirigiéndolos a un propósito común. Sabemos que la separación de las ciencias agrícolas en numerosas disciplinas casi independientes es una consecuencia del pensamiento de Descartes: Cualquier problema tiene que ser separado en partes manejables de un modo independiente. Sin embargo, la mayor dificultad de este enfoque es integrar de nuevo lo separado (resolver un problema inverso). Para superar esa dificultad es indispensable incorporar algunos nuevos rasgos al diseño metodológico de la ciencia, trascendiendo lo que consideramos normal o común. Y esto es una consecuencia de la revolución visual ocurrida en el mundo de las ciencias duras. Esta revolución se derivó de la combinación de la ciencia de las prótesis, la tecnología de la simulación, la informática, de la ingeniería computacional y, en mayor grado, de las tecnologías avanzadas de la visualización (Czegledy y Czegledy, 2000); estas últimas están constituidas por vectores totalmente nuevos que garantizan el mejoramiento de la calidad de las imágenes. Actualmente la ciencia ha regresado al lema: ver es creer (Mandelbrot, 1983).

La creciente oferta informática en cada una las disciplinas de las ciencias agrícolas trae consigo desde nuevos enfoques, conceptos y neologismos hasta paquetes tecnológicos completos y numerosos testimonios de su aprovechamiento (Bradshaw y Smit, 1997; Wagner, 1999; Welch y Graham, 1999; Porta, 1999; Wilson et al., 2001). La asimilación y aprovechamiento de esta información depende en mayor grado de la permeabilidad de las fronteras entre las disciplinas que constituyen las ciencias agrícolas, las cuales a su vez requieren pasar de lo cualitativo a lo cuantitativo, así como visualizar la información adquirida. La solución, en un futuro cercano, de los problemas presentes, puramente epistemológicos del conocimiento científico o que se pretendan introducir en la agricultura, hasta la posibilidad de construir un esperanto que incremente el grado de entendimiento entre científicos, productores y gobernantes, depende de la calidad de esta translación.

Las preguntas de índole general en las ciencias agrícolas, cuya respuesta requiere de la transferencia de la información ya existente a términos cuantitativos son: ¿hasta qué grado son relevantes las evidencias experimentales que se obtiene en los proyectos de investigación? ¿Con qué frecuencia el diseño científico está en la frontera del procedimiento tradicional de prueba y error? ¿Qué tan probable es que, después de realizar un proyecto de investigación costoso y largo, se llegue a concluir que las diferencias observadas en los datos no son estadísticamente significativas? ¿Podría ser que los parámetros que se miden, o las técnicas analíticas utilizadas no son adecuados para detectar las diferencias que se buscan, y por ende, éstos fueron incorrectamente seleccionados desde el principio de la investigación? Y, finalmente, ¿no es tiempo de buscar, aun en otras áreas del conocimiento, las variables de origen integrador útiles para comparar las medidas puramente físicas, químicas o biológicas con las socio-económicas?

La pregunta específica que se formula en este trabajo es: ¿No hay manera de medir no sólo los patrones estructurales de los sistemas físicos, químicos, biológicos, y los patrones estructurales económicos y sociales con una misma variable y visualizar su contribución competitiva a la sustentabilidad de un agroecosistema?

En este proyecto se han construido las bases matemáticas y de simulación computacional para contestar las preguntas formuladas, con objeto de introducir en las ciencias agrícolas una nueva disciplina, cuyo marco teórico-metodológico parece prometedor para unificar la voluminosa información disponible. Los principales rasgos distintivos de esta información son:

♦ La naturaleza jerárquica de los sistemas naturales, económicos y sociales.

♦ La multiescalaridad espacial y temporal de los datos experimentales y de los modelos matemáticos diseñados.

♦ La variabilidad en el espacio y en el tiempo de los procesos estudiados.

♦ La invarianza de escala de la mayoría de los fenómenos observados en la constitución y el comportamiento de los agroecosistemas.

El último rasgo ha sido poco explorado por los agrónomos, aunque recientemente registrado en investigaciones agrícolas (Eghball y Power, 1995; Valdez-Cepeda y Olivares-Záenz, 1998). La invarianza de las escalas, básica en la presente discusión, es un tipo de simetría generalizada que garantiza la coincidencia de la naturaleza con las matemáticas (Mandelbrot, 2002), y que será importante en este trabajo.

Para integrar los rasgos distintivos de los agro-ecosistemas en los modelos multiescalares de comportamiento espacio-temporal, así como para cuantificar las interacciones de las diversas piezas que articulan a estos últimos, se necesita un nuevo tipo de pensamiento, basado en los avances tecnológicos y científicos recientes. Se pretende integrar estos avances mediante una nueva disciplina que los autores llamamos Agroecometría, cuyo objetivo básico es construir espacios métricos efectivos para las ciencias agrícolas y visualizar el funcionamiento de un agroecosistema caracterizado por sus parámetros dentro de un modelo virtual.

Para tratar de alcanzar el objetivo, concebimos a la Agroecometría como una disciplina virtual que se distingue por una máxima permeabilidad de sus fronteras, y que garantiza el máximo aprovechamiento de los avances tecnológicos y científicos recientes. Mandelbrot (2002) considera la disciplina virtual como cercana, por su espíritu, a la ciencia de la luz, la cual es percibida como una colección de esfuerzos disciplinarios e interdisciplinarios que se mueven, en la mayoría de los casos, ignorándose los unos a los otros, pero que permanecen unidos entre sí por un objetivo común.

Puede considerarse sólo un indicador de la integridad de la Agroecometría como una nueva disciplina: la sustentabilidad de los sistemas que se diseñan por su intermedio.

 

Agroecometría

Las raíces del término

A diferencia de la agronomía, la medicina, y la física, han sido áreas del conocimiento con gran desarrollo para innovaciones tecnológicas y científicas. Sin embargo, un agrónomo y un médico todavía comparten muchas cosas: el acierto del primer diagnóstico de ambos es sesgado, se basa en la experiencia acumulada directamente en la acción, y en primer término, en la percepción de la calidad de la imagen explorada. Habría que reconocer que, a diferencia de las ciencias agrícolas, la medicina ha sido capaz de adaptarse a la revolución visual mencionada.

Al analizar los proyectos de investigación que han agrupado a un gran número de colaboradores de diversas instituciones, así como a los que han atraído importantes recursos de diferentes fuentes, llama la atención el proyecto Physioma, Jim Bassingthwaighte (1997), en el área de fisiología cardiáca (ver Smith et al., 2002). El proyecto se inició con una simple modelación matemática y simulación computacional de las estructuras de iones en las proteínas de los tejidos del corazón humano. De sus resultados se derivó el diseño del corazón virtual. La morfología de este corazón, producto de la integración de millones de datos puntuales extraídos de las secciones del corazón de animales, y de miles de ecuaciones, es idéntica a la del prototipo (Smith et al., 2002).

El proyecto de Bassingthwaighte mostró las ventajas del esfuerzo de cooperación. Los rasgos de su diseño se asemejan mucho a lo que buscamos en una investigación agrícola.

Un sistema virtual es una imagen del sistema real vista en el espejo de la simulación computacional y en el de los avances tecnológicos, por lo cual es un árbitro no sesgado de la calidad de información utilizada. Si los modelos se correlacionan con la realidad, la dinámica de las palpitaciones del corazón virtual, la cual se observa desde la pantalla del monitor y cambia en función de los parámetros de entrada de los modelos matemáticos, será similar a las palpitaciones del corazón humano, saludable o enfermo.

A partir del proyecto Physioma, y en los últimos cinco años, se han derivado numerosos sub-proyectos dirigidos al diseño de los principales órganos vitales del hombre (p.e. Cardioma, Genoma, etc.). El nombre de todos los proyectos mencionados lleva el semema, que viene de métrica, y su objetivo final es construir un modelo del organismo humano capaz de simular su morfología y funcionamiento. Aunque estos proyectos, como siempre ocurre en las innovaciones que involucran al hombre común, han provocado una amplia discusión entre los antropólogos y los sociólogos, preocupados por los aspectos éticos y la dimensión social de lo que llaman el bioturismo (Czegledy y Czegledy, 2000), sus contribuciones al avance de la medicina son obvios (The Economist, 2001). La Agroecometría, al igual que los proyectos discutidos, nos invitan a un largo, pero seguramente fructífero, agroturismo.

Percibir un agroecosistema como un organismo vivo, dinámico en el tiempo y variable en el espacio, cuya complejidad reclama nuevos enfoques de análisis y nuevas técnicas de caracterización, es indispensable a las ciencias agrícolas. El proyecto Physioma nos ha inspirado a diseñar la Agroecometría, con el propósito de reconstruir un agroecosistema de un modo plural: a partir de las variables tradicionales seleccionadas para el estudio.

Significado lexicológico

El semema Agroecometría está constituido por tres semas (la unidad mínima de significado lexical). Agro se deriva del griego y tiene un significado amplio: (suelo, producción de cultivo) y es útil para formar palabras complejas; eco, se utiliza para indicar que la Agroecometría buscará indicadores cuantitativos útiles para estimar la calidad, la sustentabilidad y la salud tanto económica como ecológica y social de los agroecosistemas. El sema metría refleja el objetivo básico de esta disciplina virtual: construir los espacios métricos efectivos para medir la calidad, salud y sustentabilidad de los agroecosistemas y sus componentes en términos de medidas precisas y exactas comparables.

Los desafíos de la agroecometría

El mayor desafío de la Agroecometría es unir el potencial actual de la modelación matemática y la simulación computacional a las ciencias agrícolas (ciencias del suelo, ecología, hidrociencias y ciencias afines) con un triple propósito:

♦ Diagnosticar el estado actual de los sistemas de interés desde el punto de vista ecológico, económico y social, utilizando variables cuantitativas.

♦ Pronosticar el desarrollo espacial y temporal de los patrones estructurales ecológicos, económicos y sociales en términos de las mismas medidas.

♦ Diseñar prácticas de conservación y mejoramiento de los tres patrones estructurales señalados, mediante el empleo de las mismas variables capaces de identificar los mayores riesgos o debilidades de cada uno.

Se propone utilizar la entropía informática (medida de la información) como unificadora de los indicadores de diverso origen que se manejan actualmente en numerosas investigaciones dirigidas al análisis de los agro-ecosistemas. Al inicio del siglo XX, las ideas de matemáticos como Turing y Von Neumann de que todo el conocimiento tiene que reducirse a la lógica binaria (verdadero/falso, 0/1, 0/0) fue creciendo en importancia y elevándose a un estatus universal como la forma del diálogo mundial (Batty, 1997). La Agroecometría intenta simplificar este diálogo, traduciendo todas las variables, independientemente de su origen, en entropía informática. La Agroecometría es una caja de herramientas útiles para construir y evaluar cuantitativamente las jerarquías de todo tipo, derivadas del análisis de los agro-ecosistemas o los requeridos para su modelación. Estas jerarquías pueden cruzarse o yuxtapocisionarse en el espacio y en el tiempo multiescalares, formando aglomeraciones diversas. Lo importante es que la disciplina virtual reconoce que cualquier tipo de interacción humana con el medio ambiente tiene potencial para ser representada dentro del complejo espacio cibernético (Batty, 1997) que se diseña para la Agroecometría.

Entropía informática

Para cualquier proceso estocástico se puede definir una cantidad no negativa la entropía, que expresa el grado de aleatoriedad de las secuencias medidas de realizaciones (Slomczynski y Zyczkowski, 1994). La entropía cuantifica dos tipos diferentes de aleatoriedad: la derivada de los errores de medición, y la derivada de la dinámica del sistema.

Una medida de entropía de la información es la dimensión fractal Di, la cual cuantifica el número de bites necesarios para especificar un punto del fractal con una precisión dada. En el caso de un cubo E-dimensional de tamaño unitario, éste está constituido por 2Ek sub-cubos del lado r=2-k. Entonces, se necesitan S(R) bites para especificar la localización de cualquier punto dentro del E-cubo, con precisión r, de donde se obtiene que:

Si un fractal se divide en cajas Bj con lado r, entonces la información promedio que se requiere para especificar una caja en particular que contiene un punto dado será expresada por la ecuación de Shannon:

donde pi es la probabilidad de que un punto seleccionado al azar se encuentre en la caja iésima. Según las ecuaciones anteriores, se puede definir la dimensión de la información como

En el caso del análisis del patron estructural, la entropía informática medida por la dimensión de la información, es un indicador preciso del grado de desorden del sistema.

Diseño del sistema virtual

Los pilares del diseño de los sistemas virtuales son tres: (i) Banco de datos experimentales, precisos y exactos, cuyo volumen se extiende a millones de bits; (ii) Modelos matemáticos cuantitativos capaces de asimilar estos datos y asumir su naturaleza jerárquica, multiescalar, dinámica y variable en el espacio de los sistemas naturales; (iii) Modelos de simulación computacional que reproduzcan tanto la morfología de los componentes básicos del sistema como la de sus conglomerados, visualizando su funcionamiento en la pantalla del monitor.

Si no se presentan fallas en ninguna de las etapas de la investigación se observa una similitud sorprendente entre la apariencia del sistema virtual y su homólogo natural. Sin embargo, la principal fortaleza de un sistema virtual es su capacidad de representar, en la pantalla, la respuesta del sistema a cualquier cambio en los parámetros de entrada. Un sistema virtual es un sistema vivo que no sólo destaca por el diagnostico acertado del estado actual del sistema, sino también por un pronóstico preciso de su desarrollo espacio-temporal. El papel de los sistemas virtuales en el diseño de las prácticas de conservación y mejoramiento de los sistemas naturales se distingue por su eficiencia sin paralelo.

¿Cuáles son los avances de los especialistas en ciencias agrícolas en este campo unificador de la ciencia del siglo XXI? ¿Qué tan lejos estamos de modelar los agroecosistemas virtuales? ¿Qué tan capaces somos de ver en la pantalla, dentro de un espacio cibernético, un agroecosistema funcionando y respondiendo a cualquier cambio de los parámetros que gobiernan sus acciones? Las respuestas no son alentadoras. Hay que reconocer que el método tradicional de los agricultores (prueba y error) sigue siendo el principal motivo que nos inspira a realizar nuevos proyectos de investigación experimental que requieren importantes inversiones de recursos y de capital humano que, con mucha frecuencia, nos llevarán a la misma conclusión: las diferencias observadas no son estadísticamente significativas.

 

TRISA: Triángulo de sustentabilidad de los agroecosistemas

Tanto los problemas ambientales como los esfuerzos del hombre para manejarlos se conceptualizan como sistemas únicos, complejos en una continua evolución (Hadfield y Saeton, 1999). Existe una profunda brecha entre lo observado en sistemas físicos y la dinámica de los patrones socio-económicos. La Agroecometría intenta unirlos dentro del Triángulo de la Agricultura Sostenible (TRISA), cuyo funcionamiento se describe enseguida.

Paquete de cómputo

Los principales tipos de sustentabilidad que se manejan usualmente son tres: la ambiental, que llamaremos ecológica, la económica y la social. Para su identificación y medición se han propuesto y utilizado numerosas y diversas variables (Daly y Cobb, 1989; Karlen et al., 1997; Goodland, 2002). El manejo de estas variables multiescalares requiere del conocimiento de expertos en cada una de las áreas mencionadas, lo que dificulta el uso común de los bancos de datos y la interpretación acertada de las tendencias de la dinámica polifacética de la sustentabilidad en los diversos sistemas. Para resolver este problema de incompatibilidad, y como una primera contribución a la Agroecometría y al diseño de los agroecosistemas virtuales, hemos diseñado un paquete de cómputo capaz de medir el grado de equilibrio entre los componentes ecológicos, económicos y sociales dentro de los sistemas complejos y la organización jerárquica. El programa es aplicable al análisis de cualquier sistema que se caracterice por una jerarquía regular de interdependencias entre las variables de estado, formando grupos de tres a cada nivel estructural.

La triangulación es un método muy común en el pensamiento humano que, desde los tiempos de Kepler, 1687, se ha utilizado para el análisis y clasificación de fenómenos complejos (Shróder, 2001). Kepler analizó las trayectorias de los planetas, formando un triángulo con la Tierra, Marte y el Sol. De esta triangulación se derivaron las principales leyes del movimiento planetario (Press y Tanur, 2001). En las ciencias agrícolas, el nuevo paradigma de la agricultura mundial tiene tres ángulos: ser productiva; sustentable; y de mejor calidad nutricional (Welch y Graham, 1999). Otro ejemplo que requiere del análisis triangular es el manejo sustentable del suelo, que se refiere a un sistema que ha llegado a la calidad física, química y biológica esperadas, cada una de las cuales se mide mediante numerosos indicadores que tienen ciertas jerarquías entre ellos.

TRISA incluye un algoritmo original que calcula las entropías relativas de los parámetros seleccionados procurando relacionarlos entre sí y que respondan a los rasgos específicos de la morfología o del comportamiento del sistema en cada nivel estructural. El uso de diagramas ternarios es común en la descripción de los sistemas multi-componentes: la clasificación de la distribución de partículas por el tamaño (triángulo de textura de suelos o rocas Bullock et al., 1985), la representación de la composición de minerales en rocas llamado el triángulo de Pettijohn y la visualización del consumo de energía por el hombre.

Nuestro diagrama ternario tiene dos rasgos distintivos. En primer lugar, las variables que caracterizan al sistema (escalares, vectores o tensores) se expresan en términos de la entropía relativa de Shannon, la cual se estima en relación con la entropía total del sistema; por lo que todas las variables se vuelven conmensurables. El segundo rasgo distintivo es la aceptación de la subdivisión fractal del triángulo inicial, que hemos llamado triángulo-madre. El modelo fractal de Sierpinski (Mandelbrot, 1977) se utiliza para la clasificación multiescalar de la distribución de los puntos empíricos; la fragmentación fractal del triángulo automáticamente reconoce la invarianza de escalas o la auto-similitud en el origen de las variables seleccionadas.

Invarianza de escalas: caja de herramientas para el análisis de los sistemas naturales

Las distribuciones homogéneas en una dimensión, en el plano o en el espacio E-dimensional (E de Euclides) tienen dos propiedades deseables: son invariantes al desplazamiento y al cambio de la escala. Sin embargo, actualmente no se cree en la homogeneidad estricta del mundo (Mandelbrot, 1983). Y, a pesar de esto, la mayor parte de los fenómenos naturales son invariantes bajo ciertas transformaciones de escala, propiedad que Mandelbrot llamó escalado. El fractal es un objeto irregular y fragmentado (Mandelbrot, 1983). Un invariante fractal que se forma bajo una similitud geométrica ordinaria se llama auto-similar. Fractal significa desorden y cubre casos de irregularidad intratable; el fenómeno de escalado establece cierto tipo de orden. En física los aspectos analíticos del escalado se asocian con la noción de grupos de renormalización, mientras que la Geometría Fractal estudia los aspectos geométricos del escalado no ordinario (Mandelbrot, 1983).

La estructura interna no uniforme de un agregado fractal de tamaño R en el espacio E-dimensional, se manifiesta en una distribución no trivial de la masa (M) y de la densidad ( Ρ ), cuyo escalado se describe como

donde D es la dimensión de la masa fractal y m0, p 0 y a0 son la masa, la densidad y el tamaño de las partículas constituyentes. En nuestro análisis, el concepto de agregado incluye tanto un objeto físico como una unidad de organización socioeconómica. El escalado puede describirse por los principales estadísticos (los momentos de diferente orden). Por ejemplo, la función de correlación de la densidad del agregado C(R) puede escalarse por

Las ecuaciones presentadas son parte del grupo de las leyes de potencia, distribuciones hiperbólicas o leyes de Pareto, cuya identidad fue establecida empíricamente en numerosos fenómenos naturales, económicos y sociales durante los últimos 150 años (Mandelbrot, 2002).

Los fractales son construcciones geométricas con propiedades específicas, cuya su complejidad se deriva de su textura no homogénea y su importante rugosidad externa (Smith et al., 1996). La lagunaridad A(r) y la dimensión de la masa fractal DM son medidas de la primera, mientras que la dimensión de la superficie fractal DS lo es de la última. Las principales medidas de los objetos fractales varían como una potencia fraccionaria de la escala (ley de potencia). La auto-similitud es la propiedad más estricta de los fractales isotrópicos, cuyas piezas son geométricamente similares a la forma completa (auto-similitud estadística), y cuyos momentos estadísticos (media, desviación estándar y otros) son los mismos independientemente de la escala (Mandelbrot, 1983; Turner et al., 1998). La invarianza al traslado de un fractal auto-similar se mide mediante la lagunaridad. Todos los neologismos y medidas específicas introducidas [A(r), DM, DS] son las herramientas más comunes de la rica caja que maneja la geometría fractal. Estas herramientas se utilizan como pruebas mucho más potentes que las medidas alternativas, y no destruyen las tendencias empíricas observadas(Mandelbrot, 2002).

Auto-afinidad es otro concepto fractal básico que es especialmente útil cuando se analizan superficies rugosas, trazas o perfiles. Para los objetos auto-afines, las diferentes direcciones geométricas se escalan de distinto modo para preservar la forma o los momentos estadísticos (Carr, 1997).

La principal ventaja del enfoque fractal aplicado al análisis de los sistemas naturales es la posibilidad de extrapolar las propiedades del objeto, conocidas a una escala dada, o cualquier otra si su forma o las medidas de su complejidad son auto-similares o auto-afínes.

Análisis fractal de los conglomerados

El diseño de TRISA se deriva de la suposición básica que parte de la idea que el modelo de Sierpinski (el fractal auto-similar más conocido), es útil para realizar un análisis objetivo de los conglomerados que forman los grupos co-existentes de variables en diferentes niveles jerárquicos de cualquier subsistema ABC ternario ubicado dentro del triángulo-madre. Para superar la incompatibilidad de variables de naturaleza drásticamente opuesta (ecológica, económica y social), que en términos generales representan los vectores (o tensores) multi-componentes, transformamos todas las variables de interés a variables escalares adimensionales, que llamaremos pecon, psoc, pecol, normalizándolas en el intervalo [0,1]. Posteriormente, comprobaremos que la suma de las variables transformadas es igual a 1, ya que, en caso contrario, no se puede utilizar el sistema ternario de clasificación. El algoritmo puede ser aplicado en comparaciones de diversos tipos: entre países, zonas agrícolas del mismo país, etc. Un ejemplo del análisis a realizar podría ser la comparación entre la labranza tradicional, la de conservación (o mínima), y la labranza

Descripción del algoritmo

El algoritmo fue presentado por primera vez en el décimo séptimo Congreso Mundial de la Ciencia del Suelo (Oleschko et al., 2002). Por considerar relevante esta información, se describe en detalle los ocho pasos básicos del algoritmo que resulta en la construcción completa de TRISA.

Paso 1

Se selecciona un número Necon (entre 15 y 20) de patrones económicos, derivados de un manejo específico del agroecosistema (se puede seleccionar cualquier variable que caracterice este sistema desde el punto de vista de su sustentabilidad económica), donde la magnitud del indicador económico pertenece a las clases ECON1, ECON2, ... , ECONNecon. Si el patrón económico se caracteriza por un vector mecon-dimensional, cuyo iésimo componente se ubica dentro del intervalo [minecon,i, maxecon,i], entonces cada una de las clases tiene que ser un dominio convexo del espacio euclidiano mecon- dimensional, por lo que

y para

Las clases ECON1, ECON2, ... , ECONNecon pueden arreglarse en orden creciente de importancia, de tal manera que, según algún criterio económico, ECONi es más importante que ECONi-1.

De manera similar, se seleccionan las variables sociales, y se dividen en un número Nsoc de 15 a 20 posibles clases SOC1, SOC2, ... , SOCNsoc, en orden creciente de importancia.

Los parámetros ecológicos se clasifican de modo similar en Necol (15 a 20) grupos ECOL1, ECOL2, ... ,ECOLNecol

En el caso de trabajar con las variables escalares, si se tienen los datos de N países; Emax y Emin son los valores máximo y mínimo del parámetro E seleccionado para el análisis, y Necon es el número de clases, el número j (j=1,2, ...,Necon) de la clase con el valor E del iésimo país, que pertenece al (i=1,2, ...N), se define como:

donde Ei es el valor del parámetro seleccionado correspondiente al iésimo país. En este caso E puede ser cualquier variable escalar ECON, SOC o ECOL.

Paso 2

Se seleccionan los datos estadísticos conocidos (o tomado de la literatura) referentes a N países (u otras unidades de organización consideradas de interés para la investigación como áreas agrícolas, unidades de producción, etc.), y un año de interés. Con estos datos se construyen histogramas empíricos de la distribución de las variables ECON, SOC, ECOL entre las clases definidas en el Paso 1. Es importante, en esta etapa, seleccionar variables representativas de los diferentes sistemas económicos y sociales, así como condiciones geográficas contrastantes.

Paso 3

Se busca una función de bienestar (W), objetiva y significante, que permita caracterizar el grado de desarrollo de un país, por ejemplo: Producto Agrícola Bru-to/ Área cultivada. Si suponemos que la función de bienestar del iésimo país es Wi (i¡=1,2.....N), y el país i pertenece a la clase económica ECONj, social SOCk, ecológica ECOLl, entonces:

Paso 4

La función W se ajusta a un modelo lineal

donde los coeficientesl λ , μ, ν se definen como óptimos en el sentido de mínimos cuadrados:

Paso 5

Los histogramas que se construyen en el Paso 2 definen tres distribuciones de probabilidades. Para el caso de la economía, por ejemplo, ya que hay N países y Necon clases económicas, si hay N1(econ),N2(econ),... países en las clases ECON1, ECON2,..., tales que entonces:

y se llega a una distribución de probabilidades completa.

De manera similar se definen las distribuciones de probabilidades completas para las clases sociales y ecológicas

y

El conjunto de las probabilidades Ρj(econ) • Ρk(soc) • Ρ1(ecol) refleja el hecho de que un país dado entra a la clase económica (i), social (k) y ecológica (l), formando también una distribución completa

 Paso 6

Regresando al concepto de entropía de Shannon de la distribución de probabilidades (Rényi, 1987), supongamos que f(p) es una medida de la información obtenida vía observación directa de que el evento A ocurre con una probabilidad p. Si B es otro evento, independiente de A, que ocurre con probabilidad q, la probabilidad de la ocurrencia simultánea de A y B será pq y la información obtenida es f(p+q). Entonces, para eventos independientes

Según la ecuación de la función de Cauchy (Aczel, 1966), la única solución continua no trivial de la Ec. (7)

donde c es una constante positiva y ln es el logaritmo natural. El valor esperado de la información, obtenido mediante la observación de un resultado aleatorio de un conjunto de eventos independientes

Con c=1 se llega a la entropía de Shannon, es decir:

Paso 7

La entropía total de Shannon para la distribución completa de probabilidades j(econ) •Ρk(soc) •Ρ1(ecol)}j,k,l es

Si se observa un evento (país) A={ECONj, SOCt, ECOL1}, éste contribuye con una entropía parcial

a la entropía total Htot. Los pesos relativos de la información aportada por las variables económicas, sociales y ecológicas Hjkl son:

y, de modo similar,

Estos tres pesos relativos de información son adimensionales, fluctúan entre 0 y 1 y su suma es igual a 1:

Estas tres variables se utilizarán como coordenadas a lo largo de los lados del triángulo equilátero ECON-SOC-ECOL, y ocupan el lugar de las variables no comparables ECON, SOC y ECOL. Se construirá un mapa de elevación de cualquier función F(ECON,SOC,ECOL) de las variables originales dentro del triángulo:

Paso 8

Ahora es posible construir diagramas ternarios de la dinámica relativa de entropía, de la función de bienestar o de cualquier función F(ECON, SOC, ECOL). Neconson las posibles clases económicas, Nsoc las sociales y Necol las ecológicas, resultando en total valores de la función a graficar dentro del diagrama ternario NeconNsoc Necol. La combinación de las variables {ECON ∈ ECONj; SOC ∈ SOCK; ECOL ∈ ECOL 1} corresponderá a las coordenadas ternarias a lo largo de los lados del triágulo, donde tienen computacinalmente a partir de las ecuaciones 4 a 6, 12 a 14.

En la gráfica ternaria de la entropía se grafica la entropía relativa del evento A={ECONJ, SOCK, ECOL} con respecto a la entropía total:

donde Htotal es dada por la ecuación 10.

En la gráfica ternaria de la función de bienestar, si para el iésimo país los parámetros son {ECONi, SOCt,ECOL1}, en el punto del triángulo se grafica el valor suavizado del Wi original

(ver Ecs. 4 a 6), lo que permitirá minimizar las fluctuaciones aleatorias.

Un ejemplo de la construcción de TRISA

En la Figura 1 se presenta la gráfica de las entropías relativas y funciones de bienestar construidas mediante el algoritmo diseñado a partir de los datos seleccionados de la bibliografía (su naturaleza no tiene ninguna importancia en la discusión). En la Figura 2 se muestra el resultado de la construcción jerárquica de TRISA compuesta por los cinco niveles de la triangulización (resultado de cinco iteraciones del algoritmo diseñado). Se tiene una jerarquía perfecta, donde cada variable depende exactamente de tres parámetros. Para simplificar el ejemplo, en cada iteración se utilizó el mismo banco de datos que fue llenando primero el triángulo-madre (iniciador de la construcción fractal), y posteriormente todos los otros triángulos más pequeños, de manera totalmente independiente. Se consideró en cada caso sólo el área del triángulo correspondiente al número de la iteración aplicada como disponible, resultando el área restante un vacío impermeable. En un caso real, las variables pueden depender de un número infinito de parámetros, lo que a su vez requerirá de un número infinito de iteraciones. El proceso de construcción se inicia en el nivel 0 partiendo del iniciador, que en el caso de TRISA es un triángulo madre. El estado del sistema a este nivel se describe vía tres variables ECOL0, ECON0 y SOC0, cuya naturaleza tiene que ser general e integradora. Por ejemplo, las tres bases de la agricultura sostenible son la sustentabilidad económica, ecológica y social. Para cada una de ellas se selecciona un sólo indicador, lo más general posible, y se construye poco a poco la jerarquía completa de las variables involucradas en cada una de las sustentabilidades mencionadas.

Como resultado de la primera iteración, el triángulo-madre se divide en cuatro partes auto-similares, copias exactas de éste. Sin embargo, sólo tres de estas partes serán aptas para ubicar los nuevos puntos que se introducirán en la siguiente iteración. Cada etapa de la construcción representa un paso de lo general a lo local (específico), un acercamiento al sistema y, por tanto, el cambio de la resolución del análisis. En tanto es mayor el número de iteraciones del algoritmo, más cercana es la vista del sistema, más precisa su imagen, pero más lejano de lo general es el análisis.

El TRISA hereda un sentido físico riguroso del modelo fractal utilizado (el triángulo de Sierpinski). Con cada división del triángulo-madre (i.e. con cada iteración del algoritmo), se incrementa la densidad de la información necesaria para caracterizar el sistema, y disminuye la variabilidad en el espacio de su patrón estructural y la dinámica de sus propiedades.

Es de esperar que la variabilidad máxima en el espacio la tenga el sistema dentro del triángulo-madre, que sean más generales las variables que lo caracterizan y más integral y voluminosa, la información necesaria para identificar el sistema. Todo lo contrario se puede decir acerca de los triángulos de las etapas avanzadas de división: las variables utilizadas para la descripción del sistema serán específicas, estables y menos variables.

El ápice izquierdo de TRISA acumula las variables económicas que forman conglomerados con diferentes rasgos. El ápice derecho corresponde a los parámetros sociales y el ápice superior abarca los datos ecológicos. Entonces, en el primer nivel de la construcción, ECOL0, por ejemplo, depende de tres variables ecológicas seleccionadas por el investigador: ECOL1-1, ECOL1-2, ECOL1-3. y su información mutua se despliega dentro del primer triángulo ecológico, producto de la primera iteración del algoritmo generador de las estructuras jerárquicas. El investigador puede definir cuántos niveles de jerarquía le interesan. Cuando la construcción está terminada se llega al mapa de los puntos experimentales que forman conglomerados específicos en función del equilibrio entre los parámetros evaluados (Fig.1). Al tocar cualquier punto de este mapa con el ratón de la computadora, se despliega en la pantalla la información completa sobre el número de la iteración responsable del mapeo de este punto específico, sus coordenadas y, por tanto, los valores de las tres entropías relativas que lo definen (Fig. 3). Si se desea construir mapas de los contornos de elevación que unirán los puntos con la misma magnitud de entropía, es fácil hacerlo directamente dentro del triángulo correspondiente.

 

Conclusiones

Se han desarrollado las primeras bases matemáticas y de simulación computacional necesarias para introducir en las ciencias agrícolas una nueva disciplina virtual: la Agroecometría. Su desafío es unir la información recopilada de las áreas ecológica, económica y social dentro de los mismos esquemas, utilizando variables conmensurables entre sí. Consideramos que la construcción de los espacios métricos efectivos dentro del espacio cibernético general permitirá, en un futuro cercano, crear un lenguaje común para los científicos de diferentes áreas de las ciencias agrícolas, los productores y los gobernantes.

 

Literatura citada

Aczel, J. ,1966. Lectures on Functional Equations and their Applications.Academic Press, New York & London.         [ Links ]

Batty, M.,1997. Virtual Geography. Futures, 29, 4/5: 337-352.         [ Links ]

Bradshaw, B., and Smit, B., 1997. Subsidy removal and agroecosystem health. Agriculture, Ecosystems and Environment, 64: 245-260.         [ Links ]

Bullock , P., Fedoroff, N., Jongerius, A., Stoops, G., Tursina, T., and Babel, U. 1985. Handbook for soils thin section description. Waine Research Publications, 152 pp.         [ Links ]

Carr, J.R., 1997. Statistical self-affinity, fractal dimension, and geological interpretation, Engineering Geology, 48: 269-282.         [ Links ]

Czegledy, N., and Czegledy, A., 2000. Digitized bodies, virtual spectacles.Future, 32: 103-120        [ Links ]

Daly, H.E., and Cobb, J.B.,1989. For the Common Good, Beacon Press, Boston, 507 p.         [ Links ]

Eghball, B., and Power, J.F., 1995. Fractal description of temporal yield variability of 10 crops in the United States. Agron. J., 87:152-156.         [ Links ]

Goodland, R., 2002. Sustainability: Human, Social, Economic and Environmental. Encyclopedia of Global Environmental Change, 1-3.         [ Links ]

Hadfield, L., and Seaton, R.A.F., 1999. Aco-evolutionary model of change in environmental management. Futures, 31: 577-592.         [ Links ]

Karlen, D. L., Mausbach, M.J., Doran, R.G., Cline, R.G., Harris, R.F., and Schuman, G.E., 1997. Soil quality: a concept, definition, and framework for evaluation. Soil Sci. Soc. Amer. Journal, 61 : 4-10.         [ Links ]

Mandelbrot, B.B. 1977, Fractals: Form, Chance, and Dimension. Freeman, San Francisco        [ Links ]

Mandelbrot, B.B. 1983, The Fractal Geometry of Nature, Freeman, NewYork.         [ Links ]

Mandelbrot, B.B., 2002, Gaussian Self-Affinity and Fractals. Springer-Verlag, 654p.         [ Links ]

Oleschko, K., Korvin, G., Figueroa, B. 2002, Entropy based triangle for designing sustainable soil management. Transactions of 17 World Congress of Soil Science, Symposium 65, Paper, 2009.         [ Links ]

Porta, S. 1999. The community and public spaces: ecological thinking, mobility and social life in the open spaces of the city of the future. Futures, 31:437-456.         [ Links ]

Press, J.S., and Tanur, J.M. 2001. The Subjectivity of Scientists and Bayesian approach. A Wiley-Interscience Publications, 280 p.         [ Links ]

Rényi, A, 1987, A Diary on Information Theory. J. Wiley & Sons, Chicester.         [ Links ]

Shröder, M., 2001, Fractals, Chaos, Power Laws. Freeman and Company, New York, 527p.         [ Links ]

Slomczynski, W., and Zyczkowski, K., 1994. Quantum chaos: An entropyapproach. J. Math. Phys., 35:5674-5700.         [ Links ]

Smith, T. G., Lange, G.D., and Marks, W.B., 1996, Fractal methods and results in cellular morphology - dimensions, lacunarity and multifractals: Journal of Neuroscience Methods, v.69:123-136.         [ Links ]

Smith, N.P., Mulquiney, P.J., Nash, M.P., Bradley, C.P., Nickerson, D.P.,and Hunter, P.J. 2002. Mathematical modeling of the heart: cell to organ. Chaos, Solitons and Fractals, 13: 1613-1621.         [ Links ]

The Economist, 8.11. 2001. The heart of the matter. The Economist Technology Quarterly:21-23.

Turner, M.J., Blackledge, J.M., and Andrews, P.R., 1998, Fractal geometryin digital imaging, Academic Press, Cambridge, Great Britain, 328 p.         [ Links ]

Valdez-Cepeda, R.D., and Olivares-Záenz, E.,1998. Fractal análisis of Mexico's annual mean yields of maize, bean, wheat and rice. Field Crops Research, 59: 53-62.         [ Links ]

Wagner, W.C. 1999. Sustainable agriculture: how to sustain a productionsystem in a changing environment. International Journal of Parasitology, 29:1-5.         [ Links ]

Welch, R.M., and Graham, R.D. 1999. A new paradigm for world agriculture: meeting human needs. Productive, sustainable, nutritious. Field Crops Research, 60:1-10.         [ Links ]

Wilson, T.C., Paul, E.A., and Harwood, R.R., 2001. Biologically activesoil organic matter fractions in sustainable cropping systems.Applied Soil Ecology, 16: 63-76.         [ Links ]

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons