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Región y sociedad

versión On-line ISSN 2448-4849versión impresa ISSN 1870-3925

Región y sociedad vol.13 no.21 Hermosillo ene./jun. 2001

 

Reseñas

 

Aidé Grijalva (coord.) (1999), Los afanes de un historiador: homenaje a David Piñera Ramírez

 

Lawrence Douglas Taylor Hansen*

 

México, Universidad Autónoma de Baja California/Asociación de Bajacalifornianos Residentes en el D. F., 190 pp.

 

* Investigador de El Colegio de la Frontera Norte. Se le puede enviar correspondencia a Blvd. Abelardo L. Rodríguez 2925, Zona del Río, Tijuana, B. C., C. P. 22320. Correo electrónico: ltaylor@colef.mx

 

David Piñera Ramírez, investigador y profesor del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de Baja California, ha sido reconocido como uno de los historiadores mexicanos más destacados en la actualidad, sobre todo con respecto al estudio de la historia de la región del noroeste de México y de Baja California en particular.

En este libro se encuentran reunidos 18 ensayos escritos por personas que han conocido a Piñera Ramírez durante mucho tiempo o colaborado con él en distintos proyectos de investigación. El enfoque de algunas de estas contribuciones es de tipo biográfico, al narrar distintos aspectos de su carrera y personalidad como amigo y colega. Otros de los ensayos analizan sus contribuciones a la historiografía mexicana en distintas áreas: la historia regional, la historia de la región fronteriza de México-Estados Unidos y la historia de las fronteras de las Américas en general.

Con respecto a la historia de Baja California, Piñera Ramírez participó como coordinador de Panorama histórico de Baja California, una obra fundamental para el estudio de este estado.

También colaboró en varios trabajos de investigación —algunos de los cuales dirigió— sobre la historia de sus comunidades. Contribuyó, por ejemplo, a la elaboración de Visión histórica de Ensenada (UABC/FONAPAS-B.C., 1982); Historia de Tijuana: semblanza general (UABC, 1985); Historia de Tijuana: 1889-1989, edición conmemorativa del centenario de su fundación, del cual también fungió como codirector, junto con Jesús Ortiz Figueroa (UABC, 1989, 2 vols.); Mexicali: una historia (UABC, 1991, 2 vols.); y Ensenada: nuevas aportaciones para su historia (UABC, 1999). También es el autor de Los orígenes de Ensenada y la política nacional de colonización (UABC, 1991). En todos estos trabajos, destaca la particular relevancia del Porfiriato (1876-1911) como el periodo en que comenzaron a surgir las poblaciones principales de la entidad —Ensenada, Tijuana, Tecate y Mexicali— y se intensificaron las relaciones entre el estado de California y el norte de la península de Baja California. También indica que estas poblaciones fueron fuertemente influidas por los modelos estadounidenses de la planificación urbana.

Entre las muchas publicaciones de Piñera Ramírez sobre la historia fronteriza, se destaca la Visión histórica de la frontera norte de México, que fue la primera obra que abarcó a los estados fronterizos norteños en su conjunto. Aun cuando Piñera Ramírez no fue el único autor del trabajo, la obra fue preparada bajo su dirección y coordinación y, en este sentido, fungió en cierto modo como su guía y fuente de inspiración.

Hasta la publicación de esta obra monumental, muy pocos de los estudios realizados hasta aquel entonces habían abordado la totalidad de los estados fronterizos mexicanos como una misma región. En parte, esto se debió a la magnitud de la investigación que tal tarea implicaba, pero también fue resultado de los problemas en definir esta zona de acuerdo con los propósitos y características de una investigación histórica.

La Visión histórica de la frontera se divide en distintas fases cronológicas, dentro de las cuales se analizan los acontecimientos y fenómenos del desarrollo de cada uno de los seis estados fronterizos. Cada una de estas secciones o fases cronológicas está seguida con un resumen general, en el cual se señalan las semejanzas y diferencias del desarrollo entre las entidades. Se destaca la guerra de 1846-1848 entre México y Estados Unidos como el gran parteaguas en la historia de la región. Al quedar establecido en 1848 el nuevo límite territorial por el Tratado de Guadalupe Hidalgo, con la mutilación de territorio impuesto a México por los estadounidenses victoriosos en la guerra, se creó una situación en la cual este país se enfrentaba directamente a un Estado vecino potente y en proceso de expansión Piñera Ramírez vuelve a recalcar la importancia decisiva del Porfiriato para el desarrollo de la región fronteriza. Como señala, fue durante esta etapa en la historia de México cuando el país experimentó una modernización general, que fue más evidente en los estados fronterizos del norte. En lo esencial, también es la época en que empezó a formarse la franja fronteriza, y muy en particular las ciudades fronterizas. Durante este periodo se produjo una suerte de simbiosis o vinculación económica entre el norte de México y el sur de Estados Unidos. Debido a que la zona fronteriza del norte de México colindaba con una nación que se perfilaba ya como potencia industrial, el ritmo de crecimiento económico era más acelerado y unilateral en el lado mexicano de la frontera. Este fenómeno provocó, a su vez, un grave desajuste económico y social a gran escala, que constituyó uno de los factores que condujeron al gran levantamiento en armas de 1910.

Referente a la gran contienda que duró de 1910-1920, resalta el hecho de que la zona fronteriza se convirtió en el baluarte principal de la lucha revolucionaria, del cual surgieron tanto los dirigentes como los ejércitos victoriosos. No sólo ofreció Estados Unidos a los exiliados un santuario relativamente seguro en el que pudieran desarrollar sus proyectos de rebelión, sino que también actuó como su más importante fuente de abasto de armas y parque. En el norte del país, y de manera especial a lo largo de la franja fronteriza, se llevaron a cabo varios de los combates principales del conflicto. Después de la derrota de la facción de la Convención revolucionaria y el triunfo de las fuerzas constitucionalistas, los caudillos norteños influyeron fuertemente en la construcción de la nueva nación.

Se subraya la importancia de la época posrevolucionaria en la región fronteriza, que hasta entonces había sido poco estudiada. Dentro de este periodo, se destacan dos subperiodos que fueron particularmente significativos para el desarrollo de la franja fronteriza. El primero corresponde a los años de 1920-1933, cuando tuvo vigencia en Estados Unidos el Acta Volstead o la "Ley Seca", como fue llamada popularmente. A lo largo de la década de 1 920, hubo un auge económico en la región a consecuencia de la prohibición de la venta de bebidas alcohólicas en Estados Unidos y la apertura de un gran número de cantinas y restaurantes en las comunidades fronterizas mexicanas. El segundo subperiodo se extiende desde el inicio de la administración presidencial de Lázaro Cárdenas en 1934 hasta el fin de la Segunda Guerra Mundial en 1945. Durante este espacio de poco más de una década, los estados fronterizos experimentaron profundos cambios en su estructura económica y demográfica a raíz de una combinación de factores tanto internos como externos. La política cardenista respecto a las regiones fronterizas consistió en fortalecer la presencia mexicana en estos territorios, y en estrechar los lazos físicos y culturales entre estas entidades y el resto de la nación. Durante la segunda parte de esta década crucial para el desarrollo de la frontera, que corresponde al periodo de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), se estrecharon todavía más los lazos entre esta zona y el resto de la República Mexicana, al mismo tiempo que se dio un enorme estímulo a su crecimiento económico y demográfico.

Una gran aportación de la Visión histórica de la frontera consiste en el trabajo de síntesis que se realiza con el propósito de —además de trazar el desarrollo de cada estado fronterizo en determinados periodos— detectar los factores en común o constantes que pueden ser percibidos en las diferentes épocas al ver en su conjunto la historia de la región fronteriza norteña. Este tipo de síntesis global se presenta en la forma de secciones denominadas "Consideraciones generales", en todas las cuales Piñera Ramírez también participó como uno de los autores, que se incluyen después de cada periodo en que está dividida la obra. Al final de la ésta, se presenta una especie de síntesis global o "Recapitulación General", realizada por Piñera Ramírez, que contiene una serie de reflexiones sobre la historia de la región fronteriza.

La Visión histórica de la frontera ha tenido un profundo impacto sobre el desarrollo de la historiografía de la frontera norte desde la publicación de su primera edición en 1987. Se ha mostrado particularmente útil en términos de fomentar nuevas líneas de investigación sobre la historia de los estados fronterizos de México y de la región fronteriza México-Estados Unidos en general. También ha desempeñado un papel importante en la enseñanza de la historia en este país, sobre todo en las instituciones que se encuentran en los estados fronterizos del norte.

La experiencia que Piñera Ramírez adquirió durante el periodo en el cual fungió como director y coordinador de los volúmenes de Visión histórica de la frontera, durante el cual fueron madurando sus ideas sobre el trabajo de los historiadores en general acerca de esta zona, le proporcionó los elementos para realizar el trabajo de análisis y reflexión requerido para la elaboración de un ensayo historiográfico sobre la región fronteriza norteña. El producto de este proceso de reflexión fue el libro Historiografía de la Frontera Norte (UABC, 1990).

Este trabajo consiste en una revisión extensa y detallada de la producción historiográfica existente de carácter general y regional, así como el carácter de las obras que abordan distintos periodos de la historia de la región. Piñera Ramírez sugiere que se efectúen investigaciones que no se restrinjan a un sólo estado o localidad, sino que se considere la región del norte en su totalidad, sobre todo desde una perspectiva socioeconómica. La realización de este tipo de estudios podría conducir, opina, a investigaciones más amplias, por ejemplo sobre procesos políticos, grupos sociales, cuestiones de identidad cultural y nacional, entre otros muchos temas.

En lo que se refiere a la investigación de períodos específicos, destaca la necesidad de realizar más estudios sobre el Porfiriato. Esta época, señala, fue más importante para la formación de la región que el periodo revolucionario, que hasta la fecha ha acaparado mucho más atención por parte de los historiadores. Concluye, con una reflexión en torno al perfil que conviene que tengan los futuros historiadores de la región fronteriza México-Estados Unidos, sobre todo los que se están formando actualmente en las diferentes universidades y en los centros de investigación dedicados al estudio de esta área.

De interés especial para Piñera Ramírez en varios de los artículos y ensayos que ha publicado a lo largo de los años es el análisis comparativo de la frontera entre México y Estados Unidos con las demás fronteras de las Américas. Una de las constantes que resalta en varios artículos y ensayos sobre el tema trata de las pérdidas de territorio a raíz de conflictos internacionales. Señala que, si bien el ejemplo más destacado es el de México a consecuencias de la guerra de 1846-1848 con Estados Unidos, existen otros muchos casos en los cuales hubo pérdidas significativas de territorio por razones distintas en cada caso.

Otra constante que en la opinión de Piñera Ramírez vale la pena explorar más a fondo, de manera comparativa, trata de las diversas formas de explotación, desarraigo y transculturación a que dan lugar las migraciones de trabajadores en las distintas situaciones fronterizas, así como las reacciones de los gobiernos y ciudadanos de los países involucrados. Considera que otra de las vetas de investigación promisorias es la que trata del carácter en general de los habitantes de las zonas limítrofes de las naciones de América Latina.

En conclusión, el volumen de ensayos sobre la carrera y obra de David Piñera Ramírez como historiador constituye una crónica emotiva sobre la labor de este personaje en la difícil tarea de reconstruir e interpretar, paso por paso, las distintas etapas y características de una historia que todavía queda en gran parte desconocida. También sirve como una valiosa fuente de inspiración y consejo para aquellas personas que aspiran ser historiadores, así como para aquellos investigadores quienes ya han realizado sus propios estudios sobre la historia del noroeste de México.

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