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CONfines de relaciones internacionales y ciencia política

Print version ISSN 1870-3569

CONfines relacion. internaci. ciencia política vol.9 n.17 Monterrey Jan./May. 2013

 

Artículos

 

Medios y política. La participación política vía Internet en Corea del Sur

 

Bárbara Inés Bavoleo*

 

* Candidata a Doctora en Ciencias Sociales por la Universidad de Buenos Aires y Magíster en Estudios de Asia y África por el Colegio de México. Correo: barbarabavoleo@yahoo.com.ar

 

Fecha de recepción: 09/11/2012
Fecha de aceptación: 18/02/2013

 

Resumen

En el presente trabajo se indaga la influencia de Internet en los métodos de aproximación entre políticos/candidatos y ciudadanos/electores, y sus efectos en las prácticas participativas. Se examinan y analizan los usos y las características, en referencia a la interrelación internet-participación política, que adquiere esta tecnología en el plano político desde la observación de entornos electorales e institucionales en Corea del Sur. Los resultados nos permiten concluir que la participación a través de Internet no conduce necesariamente a una relación directa y libre entre el político y el ciudadano, sino que, dependiendo de cómo se emplee y adapte esta herramienta tecnológica, puede (re)crear mediaciones políticas y hallarse limitada a un curso establecido.

Palabras clave: Participación política, Internet, Corea del Sur, campañas electorales, sitio web presidencial, sitios web legislativos.

 

Abstract

This paper investigates the Internet's influence on methods of approach amongst politicians/candidates and citizens/voters, and its effects on participatory practices. It examines and analyzes characteristics and uses, referring to the interrelation of the Internet and political participation, that this technology acquired in the political field from the observation of electoral and institutional environments in South Korea. Results allows to conclude that participation through the Internet do not necessarily leads to a direct and free relationship between politicians and citizens but, depending on how this technological tool is used and adapted, it could (re)create political mediations and be limited to an established path.

Keywords: Political Participation, Internet, South Korea, Electoral Campaigns, Presidency Web Site, Parliament Web Site.

 

"la democracia [...] es una forma de gobierno
encantadora, anárquica y pintoresca que
establece una especie de igualdad tanto entre
los iguales como entre los desiguales".

República, Platón.

 

Introducción

Las tecnologías de información y comunicación (TIC), definidas como "industrias y productos de la informática, las telecomunicaciones y la información convergentes en el paradigma digital" (Goldstein, 2007, p. 267), se relacionan con una incesante transformación de la realidad y plantean interrogantes acerca de la interpretación y de los esquemas que se utilizan para comprender estos cambios. De entre ellas, la Internet se ha vuelto, dentro de la esfera política, un elemento ineludible para aquellos que aspiran a obtener o ejercer el poder, debido a que su vasto uso generó modificaciones en el debate político y en sus estrategias (Castells, 2006, p. 343), al mismo tiempo que ha ido otorgando a los ciudadanos la posibilidad de conducir su intervención de una manera novedosa y desconocida anteriormente.

En los campos de la Ciencia Política y la Sociología, las discusiones teóricas se han enfocado en explicar y comprender cómo las tecnologías de la información y la comunicación afectan a las instituciones y a las formas y prácticas políticas conocidas (Castells, 2006; Sassen, 2003; Bimber, 1998, entre otros). En contraposición, la aceleración en las innovaciones materiales y las características de estas herramientas plantean la necesidad de actualizar constantemente conceptos y argumentos como respuesta a la variedad de adecuaciones que se dan en las prácticas del medio, las alternativas que esto conlleva y la exploración de las nuevas experiencias que van surgiendo.

En tanto fenómeno reciente y versátil, los enfoques explicativos tienden a ofrecer miradas contrapuestas según se vean emplazados en un plano ideal normativo o en la evaluación positiva de casos puntuales -fundamentalmente de los que provienen del sistema político de los Estados Unidos de América. Así, los primeros destacan el impacto revolucionario de la Internet en el trazado político en términos de refuerzo participativo, dado que facilita canales alternativos para el compromiso cívico y la actuación en asuntos públicos (Negroponte, 1995; Grossman, 1995; Barber 2004; Gilder, 2000). Su principal enunciado establece que la Internet puede reconstruir el sentido de comunidad y la confianza social gracias a su capacidad de reunir a los ciudadanos a muy bajo costo y aumentar sus motivaciones para participar (Hauben y Hauben, 1997; Rodotá, 2000). Los segundos, por el contrario, caracterizan a esta tecnología como un medio de reproducción de los moldes sociales y de las funciones políticas preexistentes y sugieren que la brecha digital en los medios de acceso, lejos de dinamizar la participación masiva, beneficia a los sectores más acomodados (Margolis y Resnick, 2000; Coglianese, 2005). Sin desestimar por completo estos dos enfoques, aquí se sostiene que la Internet usado para las actividades políticas, no es un factor determinante y su efecto no es homogéneo, sino que varía en función de las condiciones sociopolíticas e institucionales del contexto.

El caso de Corea del Sur es considerado uno de los más significativos en lo que respecta a la utilización e influencia de la Internet en política debido, principalmente, a la experiencia electoral presidencial del año 2002. Ese año se inauguró el uso intenso de esta herramienta tecnológica por parte del candidato Roh Moo-hyun, quien resultó ganador en la elección. Este caso permite evaluar los postulados mencionados anteriormente e indagar en sus dinámicas propias, su impacto y las características que adquiere el empleo de la Internet por parte de los ciudadanos y los políticos en un contexto dado. En este sentido, el trabajo aborda las prácticas participativas y los modos de hacer política en Internet durante la última década; explora y analiza sitios, páginas y bitácoras; y finaliza destacando y evaluando los mecanismos utilizados para la comunicación e interacción ciudadano-político y su impacto en las características de la participación.

A modo de contexto, cabe señalar que Corea del Sur posee un desarrollo de Internet en términos de infraestructura, de extensión temporal y distributiva -o penetración- que posiciona al país en los primeros lugares de los índices de medición internacionales1. En la actualidad, más del ochenta por ciento de la población surcoreana se encuentra conectada, y este dato, desde 1999 -año en el que inician las estadísticas-, nunca fue menor a un veinticinco por ciento. La inversión en infraestructura permitió llevar esta tecnología a la población de zonas rurales. Programas del estado surcoreano destinados a la alfabetización digital, asignación de equipos informáticos, subsidios y otorgamiento de servicios de conexión, etc. contribuyeron para que amplios sectores de la población emplearan asiduamente la Internet. Este escenario ofrece un marco que cumple con el prerrequisito de la existencia de una audiencia potencial tanto para aquellos políticos que deciden emplear la Internet como un medio estratégico de sus campañas, como para los portales públicos que ofrecen servicios y actividades digitales2.

 

Consideraciones teóricas

La participación política constituye una actividad voluntaria y deliberada que ejerce un individuo sobre un asunto político en el que trata de influir (Verba, Schlozman y Brady, 1995) e incluye una gran variedad de conductas: votar en las elecciones, ser miembro de un partido político, donar fondos para causas políticas, realizar tareas de campaña, tomar parte en algún movimiento social o en algún grupo de presión, tener una posición determinada, participar en análisis y debates, asistir a manifestaciones , reuniones o adherirse a huelgas, etc. Sin embargo, la forma de participar en la política se ha modificado con el tiempo debido a la dinámica de otros cambios que se fueron proyectando sobre la sociedad. A través del empleo de Internet, ciertas actividades comprendidas en la definición de participación política se han simplificado: la acción política puede llevarse a cabo desde cualquier locación geográfica y a cualquier hora del día o de la noche; los recursos necesarios se reducen y los costos de campaña disminuyen notablemente. Ello se hace evidente cuando se observa la facilidad con la que pueden realizarse aportes de campaña que tan sólo requiere introducir los números de una tarjeta de crédito. Si lo que se busca es difusión, en apenas unos minutos y con algunas habilidades técnicas pueden diseminarse afiches, notas, plataformas, fotografías, etc. en la amplitud del ciberespacio. Incluso cuando se decide establecer contacto con un candidato o funcionario público las opciones admiten el envío de un correo electrónico que en pocos minutos arribará a destinatario, y que incluso puede estar dirigido a destinatarios múltiples, sin ningún costo adicional, si la necesidad de comunicación así lo requiere, o se tiene acceso a un número telefónico con sólo ingresar a la página web indicada evitando así los recursos ineludibles para solicitar, acceder y concurrir a una entrevista personal. Se advierten también las ventajas que ofrece la Internet para formar un grupo político con sujetos de intereses o posiciones ideológicas compartidas. "Internet reduce casi a cero el costo adicional de organizar a muchos más que a unos pocos adeptos potenciales, incluso si están muy dispersos geográficamente" (Schlozman, Verba y Brady, 2009, p. 7).

Los cambios introducidos en el sentido de territorio -que ahora carece de los atributos derivados de la distancia y del desplazamiento físico para convertirse en un "desterritorio" donde las relaciones se vuelven instantáneas en un espacio ya sin distancia ni tiempo- y en las personas -a las cuales el ámbito de las tecnologías les permite asumir identidades múltiples y variables (Rodotá, 2000, p. 213)- modifican los dominios del ciudadano y los extiende a la red "que hace posible el flujo continuo de informaciones y de relaciones, que no acrecientan sólo las posibilidades de intervención de cada uno, sino que se contraponen fundamentalmente a la idea de una democracia limitada al momento de la decisión" (Rodotá, 2000, p. 243).

En la Internet, la información política disponible es profusa. A los sitios de personalidades políticas, candidatos, funcionarios públicos, partidos políticos, organismos de gobierno, organizaciones no gubernamentales, bitácoras de carácter político, sitios de periodismo ciudadano y espacios para grupos de discusión y debate (chats, microblogging, redes sociales virtuales), se suman los medios tradicionales de prensa (diarios, revistas, sitios de programas de televisión, emisoras de radio) que ofrecen sus ediciones acostumbradas con agregados gráficos o audiovisuales y actualización en tiempo real. Esta variedad de fuentes es acompañada por la velocidad y flexibilidad de acceso a Internet, donde los sujetos encuentran la ocasión de nutrirse de un requisito imprescindible para ejercer la acción de participar. Varios estudiosos establecen una relación causal directa entre información política y participación (Richter, 2008; Tolbert y Mcneal, 2003; entre otros) y, en este sentido, la Internet podría tener un impacto positivo en los niveles de participación.

El medio disponible para la comunicación y participación política modela sus formas, según el contexto (Arterton, 1987), dando como resultado: relaciones variadas entre gobernantes y ciudadanos, la formación de mecanismos de mediación híbridos o mixtos que incluyen la creación de grupos ad-hoc, distintos de los grupos de presión y organizaciones no gubernamentales, y se encargan de transmitir apoyos, propuestas y preferencias a los funcionarios3 (Bavoleo y Pineau, 2010, p. 14); un reforzamiento en la participación en movimientos sociales, sobre todo en aquellas que poseen redes transnacionales y cuyas demandas abordan un tema específico (Castells, 2006); o una revitalización del involucramiento en partidos políticos y en las mediaciones políticas tradicionales, pues encuentran nuevos y oportunos modos de acercarse al electorado (Norris y Curtice, 2004, p. 10). Ya sean candidatos, funcionarios, representantes de organizaciones políticas o dirigentes de partidos políticos, el medio es utilizado con fines políticos para reclutar adherentes, simpatizantes o moverlos a la acción, espontánea o encauzada.

 

La participación política a través de Internet en Corea del Sur

Para explorar las características y recorridos del uso de la Internet en la interrelación entre ciudadanos y políticos surcoreanos, se seleccionaron casos que responden a: a) campañas electorales presidenciales (2002 y 2007) debido a que la participación se dinamiza y adquiere mayor visibilidad en esos entornos y permite apreciar la relación en su fase candidato-elector; y b) poderes del Estado (legislativo y ejecutivo), con el fin de establecer las posibilidades de participación disponibles que sobrepasan el acto electoral y que dan cuenta del entramado virtual de la relación funcionario político-ciudadano. El abordaje de los casos incluidos en el ítem a) responde a un diseño longitudinal que permite dar cuenta de las transformaciones temporales y recolecta datos de sitios y páginas webs, blogs, recortes periodísticos, estadísticas y literatura específica; mientras que el abordaje de los casos del ítem b) es de tipo seccional y se limita al análisis de los sitios webs oficiales de la Presidencia y la Asamblea Nacional. Al interior de ambos grupos se establecen comparaciones y se consideran en conjunto, en función de una caracterización comprensiva del nexo Internet-participación política.

 

Internet y las campañas electorales presidenciales.

En el contexto de la elección presidencial del año 2002, el uso e influencia de la Internet en el ámbito político alcanzó niveles sorprendentes, al punto que la prensa internacional caracterizó al candidato triunfador como el "primer presidente de Internet" (The Guardian, 2003). El proceso que llevó a tal resultado involucró herramientas tecnológicas y empleos variados. Roh Moo-hyun, del Partido Democrático del Milenio, inauguró su página web personal (http://www.knowhow.or.kr) en agosto de 1999 con un promedio de trescientas visitas al día que, hacia el año 2001, se multiplicaron a cuatro mil, continuando su escalada ascendente hasta las veinte mil visitas diarias en abril del año 2002 (Yun, 2003, p. 154). El día de la votación, el 19 de diciembre, el número trepó a la extraordinaria cifra de 860,855 visitas. Su diseño y contenido fue cambiando y, con ello, las formas de acercamiento y participación disponibles; la incorporación de material audiovisual exclusivo, de emisiones radiales, mecanismos de donaciones monetarias y actualización inmediata de los acontecimientos fueron algunos de los elementos ofrecidos al cibernauta junto con la intervención del candidato en foros de debate en línea. Los estímulos externos, particularmente las ofensivas a la figura de Roh que llevaba a cabo la prensa tradicional, fomentaron la inclinación de los votantes a la búsqueda de información alternativa en el ciberespacio (p. 148). Ohmynews (www.ohmynews.com), periódico online independiente cuyos periodistas son ciudadanos comunes, fue fundamental en la batalla por contrarrestar la crítica de la prensa conservadora. Este incremento de la influencia de la prensa digital fue producto de varios factores entre los que se destacan la flexibilidad en la conducción de las noticias, la cobertura orientada hacia los ciudadanos, la representación de grupos minoritarios que en general es negada por los medios de comunicación establecidos, y las agendas que promueven los derechos e intereses de dichos grupos (Kuhn, 2003, p. 202). Los ciudadanos-reporteros de Ohmynews no sólo supieron explotar estas particularidades en función del objetivo de que su postulante resultara victorioso, sino que contribuyeron a avivar el entusiasmo del electorado juvenil.

Paralelamente, en mayo del año 2000 se origina Nosamo (http://www.nosamo.org) -abreviatura en coreano que significa: los que quieren a Roh- tras la propuesta de un usuario de la página oficial del candidato de formar una organización que apoyara sus actividades. En el momento de su fundación Nosamo, grupo sustentado únicamente en Internet, contaba con quinientos miembros, quienes organizaron secciones regionales en Seúl, Kwangju y Busan y se multiplicaron hasta alcanzar los cien mil en diciembre de 2002, mes de la elección. Según Chang y Lee,

desde su nacimiento hasta su participación en la elección presidencial, Nosamo atravesó dos fases. En la primera, que terminó en diciembre de 2001 [...] Nosamo se transformó en una asociación política. Mediante su participación en las primarias, pudo expandir el rango de sus actividades mientras obtenía ventaja de su potencial online. De acuerdo con la mayoría de las encuestas Rhee era el futuro candidato natural, con una ventaja del 10% sobre Roh Moo-hyun. Sin embargo, el uso estratégico de Internet para movilizar a 400,000 votantes [...] dio como resultado la victoria de Roh. La segunda fase comenzó en mayo de 2002 [...] y la organización funcionó como una maquinaria electoral del candidato Roh. Nosamo organizó comités especiales para la elección y reforzó sus actividades. En consecuencia, se desarrolló una relación interactiva con el equipo de trabajo del por entonces futuro presidente surcoreano que se tradujo en la cooperación en variados proyectos tales como: la donación del dinero de las salidas nocturnas de los jóvenes para fines electorales que surgió del mensaje que un internauta elevó a la web, la manifestación explícita ante otros ciudadanos de la opción política de apoyar a Roh, y la participación en el diseño y contenido de publicidades televisivas(2006, pp. 156-7).

El candidato del Gran Partido Nacional, Lee Hoi-chang, también intentó aprovechar el potencial de la Internet para captar apoyo popular y fomentar la participación política. Sus operaciones en el ciberespacio incluyeron, entre otros, video clips que contenían escenas de sus actividades cotidianas, campañas de recolección de correos electrónicos destinadas a elevar la popularidad del candidato en la red y recolección de firmas online para la revisión del acuerdo que regula la presencia de fuerzas militares estadounidenses en territorio de Corea del Sur. Ninguna de estas actividades logró cosechar adeptos entre los internautas dado que realizó una aproximación a Internet imprecisa e inadecuada (Kim, 2006, p. 58) que la consideró únicamente como una nueva tecnología de reproducción y no como una herramienta susceptible de cambiar el esquema y las prácticas participativas en contextos de campañas electorales (Kim, 2003, p. 235). Al contrario de Roh, Lee empleó una táctica electoral basada en la estructura de su partido lo que le impidió ganar nuevos seguidores. Los votantes jóvenes no se vieron atraídos por la imagen del candidato ni con una estructura partidaria orientada a los incentivos individuales y con rasgos remanentes de la pasada era autoritaria.

Claramente, la estrategia de Roh en la web fue mucho más eficiente que la de sus competidores y esto se vio reflejado en el voto de los grupos etarios que con mayor frecuencia utilizan la Internet. Los votantes de entre 20 y 29 años y de entre 30 y 39 años se inclinaron mayoritariamente por el candidato del Partido Democrático del Milenio, generando una diferencia a su favor por sobre Lee de 30.4 % y 25.4 % respectivamente. En contraste, aquellos cuya edad se ubicaba dentro del rango de los 50 años, de los cuales sólo un 10 % accedía regularmente al Internet, favorecieron con su voto al candidato Lee marcando una diferencia a su favor de 18.5 % (Korean National Election Commission). La influencia política de los ciudadanos virtuales continuó durante el gobierno de Roh. En el 2004 manifestaron su respaldo ante el intento de la oposición de llevar adelante un proceso de juicio político contra el presidente y rechazaron el envío de tropas a Irak. Los ciudadanos, en ese momento, optaron por cambiar su modelo de participación política limitada a la elección de representantes para ejercer una más activa a través de la toma de posición ante temas de agenda política (Yun, 2003, p. 222).

Contrariamente a lo que podría esperarse, las elecciones presidenciales del año 2007 no continuaron con la tendencia marcada por los comicios anteriores en los cuales la Internet desempeñó un papel relevante en la captación de votos de los grupos de menor edad.

Varios factores contribuyeron a disminuir la influencia de la campaña electoral online. Por un lado, las opciones no se presentaron en dos imágenes antitéticas como en el 2002 (Roh/Lee), sino que esta vez participaron diez candidatos, haciendo más difícil la identificación de cada uno de ellos según el tipo de acercamiento a los temas de coyuntura electoral (Park y Lee, 2008, p. 2) y esquemas de políticas públicas. Como resultado sus esfuerzos fueron destinados a ganar la atención del público, de modo que algunos partidos construyeron sitios webs sólo unas semanas antes de la elección, no con la finalidad de interactuar con sus seguidores, sino sólo como un elemento para obtener presencia en el ciberespacio. Durante este periodo la presencia virtual no sólo fue dominio de los partidos o candidatos más progresistas, como podría sugerirse en el caso de 2002, sino que, en vista de los resultados de la elección presidencial anterior, los otros sectores del espectro ideológico también exhibieron su opción.

Por otro lado, se instituyeron ordenaciones que limitaron las posibilidades de debate en Internet. En junio de 2007 se estableció una nueva regulación, a cargo de la Comisión Nacional Electoral, mediante la cual se prohibió la publicación en la red de cualquier material creado por los usuarios que refiriera a un apoyo o desaprobación explícita hacia cualquiera de los candidatos. Esta ley entraría en rigor 180 días antes de los comicios. La medida vedaba desde encuestas de opinión hasta notas periodísticas, y no sólo se fiscalizaría el contenido principal de las páginas, sino también las conversaciones manifestadas en foros de usuarios y los comentarios apostados en los sitios dedicados a las noticias. Esto dio como resultado más de 65,000 comentarios o videos censurados y más de 1000 personas con citaciones policiales ante la supuesta violación de la normativa. Esta medida generó polémica en diferentes sectores sociales que vieron disminuida su capacidad de libre expresión. Varias movilizaciones civiles se sucedieron sin éxito e incluso reconocidos especialistas alzaron sus voces con el fin de lograr la revisión o derogación de dicha regulación (The Korea Herald, 2007). Ante la falta de resultados, los internautas recurrieron a portales y sitios internacionales, especialmente a Youtube. com, que les otorgaban canales de expresión alternativos; sin embargo esto no logró contrarrestar el efecto de una disminución significativa de la actividad política en Internet.

La disminución de la influencia de la Internet sobre los resultados no provocó la anulación de esta herramienta. La página del candidato ganador y actual presidente surcoreano, Lee Myung-bak, fue asiduamente visitada; el video clip en el que se mostraban escenas de su vida cotidiana e incluso a su esposa cocinando fue visto más de un millón trescientas mil veces (Herald Tribune, 2007). El acceso a los sitios de otros candidatos, aunque menor al de Lee, mostró cifras destacables. El de Chung, por ejemplo, mantuvo durante el mes de diciembre un promedio de doscientas mil visitas diarias, casi el doble de la afluencia a las páginas de los candidatos restantes que se mantuvieron alrededor de las cien mil (Park y Lee, 2008, p. 3). Si bien los accesos a sitios de postulantes continuaron su escalada ascendente, en este caso, parecen haber sido utilizados como un mecanismo publicitario más, dejando de lado sus beneficios, tanto para la construcción de un debate no mediado por la prensa tradicional, como para una participación más activa de la ciudadanía. El principal objetivo y función de este instrumento fue la difusión de información referente al contendiente para suplementar la captación de votantes sin intención de alcanzar estadios posteriores relativos al compromiso y vínculo con el ciudadano.

 

Internet y sitios de los poderes ejecutivo y legislativo.

Desde los sitios oficiales de los poderes ejecutivo y legislativo pueden ofrecerse al público herramientas variadas para participar. Una infraestructura tecnológica y un suministro de información constante son elementos esenciales para iniciar la concurrencia ciudadana y es indispensable una infraestructura administrativa que permita que los ciudadanos no sólo accedan a la información a través de la visita, sino que también reciban respuestas a sus interrogantes.

El sitio de la presidencia de la República de Corea (http://www.cwd.gov.kr) pone al alcance de los internautas información de carácter variado y abre espacios para la intervención de los visitantes. En términos amplios, se pueden agrupar sus contenidos en información general e información política más precisa. Cada uno de estos grupos dinamiza y canaliza un modo de comunicación o participación. Por un lado, el sitio despliega detalles de la vida del presidente, sus actividades protocolarias, informa y documenta en imágenes su intervención en eventos públicos, define el perfil y fines de la gestión. A su vez, provee planos y gráficos de la casa de gobierno, narra su historia y enumera a sus anteriores moradores, los ex-presidentes. Esta información general es provista de manera unidireccional y, aunque habilita un espacio para que quienes visitan la página incluyan fotografías y comentarios acerca del presidente y sus actividades, sus experiencias ante la visita y encuentro con el mandatario en actos públicos, etc., no constituye un ámbito de actividad propiamente política. El módulo, sin embargo, capta la actividad de los visitantes y cuenta con casi quinientas contribuciones de usuarios con un rango amplio de visualización que va de 1040 visitas a la publicación más vista hasta 19 de la menos visitada4. Cabe mencionar que para la publicación tanto de fotografías como de comentarios, los usuarios deben estar registrados con sus datos personales; la visualización, en cambio, es libre. La conexión permite un acercamiento a la institución a través del conocimiento de aspectos personales de sus ocupantes y de las características edilicias y, más allá de compartir fotografías y apreciaciones, el ciudadano recibe información de manera relativamente pasiva sin llegar a establecer un lazo participativo de carácter político.

Por otro lado, entre los componentes específicos de información política del sitio existe una amplia variedad de dispositivos y herramientas que habilitan la injerencia del ciudadano en la evaluación de la gestión y en algunas propuestas de medidas y políticas públicas. Los detalles provistos en este apartado, que incluyen iniciativas, proyectos y normativas, otorgan al ciudadano información necesaria para evaluar la gestión pública dado que puede cotejar los logros en función de los objetivos del mandato ejecutivo que también se explicitan en la página. Asimismo, el detalle de las decisiones tomadas y animadas por el poder ejecutivo nacional deja espacio para que el ciudadano aliente medidas no contempladas y realice críticas a aquellas efectuadas, aunque siempre dentro del canal establecido. Estas posibilidades de participación se canalizan a través del espacio de foro y debate y de las herramientas de comunicación con oficiales públicos que ofrece el sitio, para acceder a ellas se solicita registrarse con sus números de identificación5. La obligación de registrarse rige desde el año 2009 para los sitios con más de cien mil visitas diarias y es justificada desde el poder político como un medio para evitar la intimidación y las críticas difamatorias en el ciberespacio.

Por su parte, el sitio de la Asamblea Nacional de la República de Corea (http://www.assembly.go.kr) cuenta con una interfaz profusa que ofrece al cibernauta una amplia variedad de opciones interactivas. La web se compone de cinco grandes espacios: el de reporte de actividades asamblearias, el espacio de los congresistas, el de participación, el espacio público o abierto y el de las noticias. El sitio también cuenta con un foro de discusión en tiempo real y en su página de inicio despliega la agenda del día destacando las actividades más importantes, ofrece un menú de acceso rápido a las secciones de peticiones civiles, al sistema de información de la Asamblea Nacional y al tour virtual. Brinda, además, enlaces a los sitios de los partidos políticos, a la guía electoral de Internet de la Comisión Nacional Electoral, a la oficina de presupuesto, a la bitácora de la Asamblea Nacional y al servicio destinado a la investigación y análisis científico de problemáticas, políticas y tendencias globales en materia legislativa.

La información provista es completa y despliega un abanico de opciones ante el ciudadano para que se informe, ejerza su papel fiscalizador y participe de variadas formas en el espacio de la web. Los detalles suministrados sobre leyes y normativas, proyectos, procedimientos y responsables de iniciativas, son el principal requisito para la formación de una opinión pública reflexiva y para el desarrollo de una gestión transparente y, en este sentido, la página ofrece todas las herramientas necesarias. Los dispositivos orientados a la participación e involucramiento del ciudadano en los asuntos de la esfera de la Asamblea Nacional constituyen el eje central de la publicación; la web promueve la contribución del ciudadano con una entrega detallada de las actividades asamblearias y con facilidades de acceso a recursos externos, entre ellos, las páginas de sus congresistas y de partidos políticos, cuya disponibilidad ofrece un conducto extra de canalización participativa. Asimismo, cuenta con direcciones de correo electrónico y números telefónicos (incluyendo los pertenecientes a los despachos de los legisladores) visibles para cualquier visitante.

Las peticiones en línea, los espacios destinados al foro y debate, los comentarios y proposiciones legislativas, destacan la voluntad política de apertura al ciudadano que se complementa con una infraestructura electrónica acorde que viabiliza el procesamiento del intercambio. A través de estos dispositivos y herramientas el flujo de la comunicación toma un carácter bidireccional. La información no sólo circula de la página a los cibernautas, sino que estos últimos van (re)creando partes de aquella de manera constante con sus propuestas, notas, comentarios, adquiriendo así un papel no sólo de evaluación de la gestión parlamentaria, sino de interacción mediante sus críticas e iniciativas.

Ambos sitios utilizan la Internet para permitir el ejercicio de acciones participativas y ponen al alcance de los ciudadanos los elementos necesarios para llevar a cabo esta tarea mediante la publicación completa de documentación, la retroalimentación a través de formularios y envío de correos electrónicos y la colaboración en línea de usuarios por medio de la producción de materiales y comentarios sobre aquellos elaborados por terceros, entre otros.

 

Medio, mediadores y participación

Los casos arriba destacados permiten reconocer que la Internet adquirió un papel y una posición manifiestos en el plano cívico y político surcoreano. En mayor o menor medida, las vías de expresión y participación de la ciudadanía en asuntos públicos se modifican y adecúan de acuerdo con las posibilidades que les son otorgadas a través de este medio que, lejos de presentarse como un espacio libre e incapaz de ser gobernado, se acomoda y puede llegar a restringirse por controles del Estado. Las experiencias citadas confirman que el medio caracteriza e imprime rasgos particulares en las interacciones que contiene, pero no las determina de forma infranqueable. La Internet es un medio y como tal sirve a los fines de participar, de movilizar. No obstante, su capacidad de definir el tipo de comunicación, participación y movilización no se halla por entero bajo su control. En su carácter de medio político padece una vigilancia ideológica que se renueva a medida que se revela su potencial. Los ejercicios de reglamentación establecida para las elecciones de 2007 y la implementación del número-código PIN en sitios masivos ilustran lo anterior.

Retomando los casos de las campañas electorales se observa cómo el fomento de la movilización y participación en un mismo espacio genera resultados diferentes. En 2002, Lee logró una (re)producción de los mecanismos de apelación a la movilización y participación electoral tradicionales que mantiene al partido político como vehículo mediador, mientras que Nosamo y Roh (re)crearon la intermediación entre candidato y electorado usando una organización que convocaba a los ciudadanos desde la esfera civil para pasar a formar parte de la esfera política. Las herramientas disponibles en el ciberespacio permitieron agrupar a individuos ideológicamente afines en torno al espacio de difusión de una opinión-opción promoviendo la organización, la movilización y la acción política de un grupo disperso, más que uno que girara alrededor de un partido político (Chang y Lee, 2006). El medio y el contexto dieron forma a los vehículos que canalizaron la relación candidato-elector. En el 2007, por el contrario, las posibilidades de empleo de la Internet se restringieron: los candidatos y sus partidos fueron los únicos actores habilitados para promover una opción, mientras que el elector, en tanto individuo colectivo, sólo pudo responder participando con su papeleta el día de la elección.

La participación política a través de la Internet comenzó a ser organizada en función de las necesidades y límites dispuestos por la élite política. La relación político-ciudadano, ilustrada en los casos de los sitios webs oficiales, demuestra que existe una disposición a construir un modelo de participación que anime a las personas a intervenir en el proceso político desde las esferas estatales, ya que procura canalizar la participación a través de sus dominios en el ciberespacio. Ambos sitios otorgan al usuario los detalles necesarios para mantenerse actualizado en materia de la agenda y las políticas públicas, le permiten identificar a sus representantes y sus respectivos desempeños favoreciendo una constitución racional del ciudadano que puede evaluar las gestiones, así como identificar su aprobación. Sin embargo, estos espacios de la web continúan respondiendo a ciertas limitaciones en función de un ordenamiento y control deliberado -cultural, económico y político- que hace que el potencial de la participación dependa de las herramientas habilitadas y resulta en una relación asimétrica que estructura las alternativas en el entorno comunicativo del ciberespacio (Fenton, 2008, p. 236).

 

A modo de reflexión final

Aunque aún no revoluciona la práctica política por completo, como alguna vez se quiso, la Internet continúa desplegando su potencial e impacto en el campo político. Mediante la red se pueden (re)crear mediaciones, llamar a participar a la ciudadanía, reforzar pertenencias y ensayar experiencias más comprometidas siempre y cuando políticos y ciudadanos asuman el deber de profundizar el carácter democrático de una nación. Más allá de los ejemplos aquí abordados, la Internet también ha demostrado en el plano de los movimientos sociales ser un elemento agrupador y movilizador. La práctica de las candlelight vigils -vigilias de velas-, iniciada en 2002, y establecida ya como una forma permanente de manifestación de los sectores más jóvenes de la sociedad, tiene su núcleo en el uso de las TIC para informar, involucrar, conectar y movilizar a los ciudadanos.

El desafío está planteado y el medio disponible para contribuir a él parece ser capaz de ofrecer resultados aún mayores a los pensados. El ejemplo surcoreano señala una dirección clara hacia el aprovechamiento y la construcción de una renovada esfera pública en línea que trascienda la deformación que señalaba Habermas (1981)6. No obstante, ésta debe ser ampliada. Los mecanismos de control establecidos deberían suspenderse en la medida en que la educación política de los cibernautas garantice una participación respetuosa y en la medida en que la élite política se disponga a compartir un espacio que sea para todos. La posibilidad de un ejercicio participativo permanente, que no se acote al acto eleccionario, será posible si el ideal democrático finalmente inunda los valores de los sujetos contemporáneos.

 

Referencias

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Notas

1 Nos referimos a los índices de International Telecommunication Union de la División de Estadísticas de Naciones Unidas; Internet World Stats; Banco Mundial y OECD, entre otros.

2 Las estadísticas completas sobre cantidad de usuarios, tipos de uso, segmentación de los usuarios, equipos domésticos, etc., se encuentran disponibles en inglés en el sitio de la Korea Internet & Security Agency (http://isis.kisa.or.kr/eng/) y abordan el periodo temporal desde 1999 a la fecha.

3 Un caso ilustrativo es el de "6, 7, 8" en Argentina que, a partir de un programa televisivo y la creación de grupos con esta denominación en la red social virtual Facebook, se constituye en un grupo híbrido que otorga cierto tipo de representación a sus miembros y que traslada comunicaciones de apoyo y propuestas al gobierno nacional desde la interacción conformada por las emisiones televisivas, el perfil oficial del programa en Facebook y los subgrupos de la misma red social virtual.

4 Datos al día 19 de julio de 2011.

5 El número de identificación personal se compone de 13 dígitos que indican fecha de nacimiento, sexo y lugar de inscripción del registro, pero para ingresar a los foros y espacios públicos, el gobierno decidió reemplazarlo por un número-código PIN que puede solicitarse en línea.

6 En su Historia y Crítica de la Opinión Pública, el autor detalla la evolución de una esfera inicial de debate y deliberación en un espacio manipulado, principalmente, por los grandes medios de comunicación.

 

Información sobre la autora

Bárbara Inés Bavoleo. Es candidata a Doctora en Ciencias Sociales por parte de la Universidad de Buenos Aires, Magíster en Estudios de Asia y África por parte del Colegio de México con especialidad en Corea. Ha contribuido con varios artículos, entre ellos Democracia, participación y representación. Apuntes para una reflexión sobre el rol de Internet en la esfera pública surcorena (2012). Se especializa en temas de Internet, participación política y Corea del Sur.

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