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CONfines de relaciones internacionales y ciencia política

Print version ISSN 1870-3569

CONfines relacion. internaci. ciencia política vol.7 n.14 Monterrey Aug./Dec. 2011

 

In fieri

 

Reformas económicas liberales: casos de China e India

 

Cinthia Liliana Hernández Macías*

 

* Estudiante de relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Campus Monterrey, Nuevo León, México.liliana.art7@gmail.com

 

Fecha de recepción: 06/10/2011
Fecha de aceptación: 18/09/2012

 

Resumen

A partir de la aplicación de las reformas económicas liberales en China e India, ambos países han tenido un rápido crecimiento económico y se han posicionado de forma destacada en la economía mundial. Aunque ambos países se fundaron prácticamente al mismo tiempo —India en 1947 y China en 1949—, resulta interesante saber por qué se aplicaron las reformas y por qué se llevaron a cabo primero en China y después en India. Para ello, este trabajo realiza un análisis comparativo entre ambos casos, con respecto a la adopción de dichas reformas económicas liberales.

Palabras clave: Liberalización económica, democracia, Mao Zedong, China, India.

 

Abstract

Since the implementation of liberal economic reforms in China and India, both countries have experienced rapid economic growth and positioned prominently in the global economy. Although both countries were founded about the same time —India in 1947 and China in 1949—, it is interesting to know why the reforms were implemented and why were carried out first in China and then India. To this end, this paper makes a comparative analysis between the two cases, with respect to the adoption of such liberal economic reforms.

Keywords: Economic liberalization, democracy, Mao Zedong, China, India.

 

INTRODUCCIÓN

En los últimos años, China e India se han posicionado rápidamente en la economía mundial y actualmente juegan un papel muy importante en ella. La visión etnocentrista, que privilegia el lugar de Estados Unidos y los países europeos en los negocios y en las relaciones internacionales, ahora debe reconocer el crecimiento económico de algunos países asiáticos y, principalmente, la nueva posición que tienen China e India en la sociedad internacional. Se puede decir que "China e India comparten al menos dos características: su población es grande y sus economías han estado creciendo muy rápido en los últimos 10 años" (Winters & Yusuf, 2007, p. 1). Este crecimiento económico se originó después de las reformas económicas liberales que se llevaron. Sin embargo, lo interesante de estas reformas es saber el motivo por el cual se anticiparon en China y no en India.

China comenzó su proceso de reforma y apertura económica a finales de 1978, representando uno de los acontecimientos más importantes en su economía. Desde entonces, las reformas han sido relevantes, no sólo dentro del país, sino también fuera de él. El objetivo era construir una economía de mercado socialista para poder modernizar el país. De esta forma se creó un nuevo socialismo con características propiamente chinas. Por otra parte, India llevó a cabo sus reformas económicas aproximadamente una década más tarde, teniendo el mismo objetivo de China de modernizar el país. En este caso, sin embargo, también se pretendía restablecer la economía que había sido afectada por la crisis financiera de 1991, y que se veía reflejada a través de problemas en la balanza de pagos y la reducción de divisas.

Este artículo pretende realizar un análisis comparativo entre los casos de China e India con respecto a la adopción de las reformas económicas liberales. Específicamente, se tiene la finalidad de reflexionar acerca de los factores que facilitaron la implementación de dichas reformas en China, para que se llevaran a cabo antes que en India. Por ello, se considera que un factor que influyó a que esto sucediera fue el tipo de gobierno que existe en cada país, dado que por un lado, India es una democracia liberal y China es una régimen de Estado-Partido, lo cual implica una gran diferencia en cuanto a la toma de decisiones. Sin embargo, la aplicación de las reformas liberales en cada país se dio por distintos y múltiples factores como sus líderes, periodos de inestabilidad política, crisis financieras, entre otros, que muestran que la anticipación de China en este ámbito es un suceso multifactorial.

 

ESTRUCTURA INTERNA Y FORMA DE GOBIERNO.

La República Popular de China se proclama el 1 de octubre de 1949, con su capital en Beijing. Su forma de gobierno se determinó como "una dictadura democrática basada en la alianza de cuatro clases democráticas: obreros, campesinos, intelectuales y burguesía nacionalista" (Cornejo, 2007, p. 6). Existe un partido único, el Partido Comunista de China (PCCh)1 , el cual fue fundado en 1921, y que posteriormente estableció la República Popular China. Se pretende que el partido sea un representante de los intereses del pueblo y que convierta a China en un país socialista moderno, próspero y democrático. Además, su sistema de administración está dividido en provincias, regiones autónomas y municipios, los cuales, a excepción de los municipios, se dividen en prefecturas autónomas, distritos y distritos autónomos. Los distritos se forman de cantones y los municipios grandes se dividen en distritos urbanos y suburbanos.

La estructura interna de China ha sufrido diversos cambios a lo largo de su historia. Entre 1965 y 1969, un grupo radical del partido inició una gran campaña política denominada Revolución Cultural2, causando gran inestabilidad política y movilizaciones de masas. Después, entre 1970 y 1978, se llevó a cabo una intensa lucha por el poder dentro del partido comunista, causada por diferencias ideológicas entre los líderes de la Revolución Cultural y aquellos que habían sido criticados durante ella. Con la muerte de Mao en 1976, se llevó a cabo una "depuración política de los sectores radicales ortodoxos y el ascenso de un grupo de reformistas moderados" (Cornejo, 2007, p. 7) que iniciaron un proyecto de desarrollo económico como una forma de lograr las metas socialistas del partido. A partir de entonces, se dejó a un lado la producción cooperativa en el campo y se sustituyó por la producción individual. También se ha liberalizó el mercado, se promovió la inversión extranjera y se adelgazó la economía estatal.

En cuanto a India, después de su independencia en 1947, decidió optar por un sistema democrático liberal y logró vencer algunos obstáculos de este sistema, como la gran diversidad religiosa, lingüística y étnica India tiene una constitución desde 1950, la cual fue creada después de tres años de debate en la Asamblea Constituyente. Sin embargo, sus derechos fundamentales están basados en ideas posteriores a la independencia y no en legados coloniales, debido a que perteneció durante muchos años a Gran Bretaña. De esta manera, en India existe un parlamento bicameral y "está organizada en 28 estados y 7 territorios de la unión administrados federalmente" (Ganguly, 2007, p. 4). Los estados fueron reorganizados por su lengua a excepción de Jammu y Kashmir, así como otros seis estados del noreste. La población hindú se encuentra internamente dividida en castas: Brahmanes, Kshatriyas, Vaishyas, Shudras y Dalits, pero no representa una división racial, sino que las castas están basadas en una forma tradicional de la división del trabajo (Ganguly, 2007, p. 6).

Después de su independencia, en la política de India había un evidente dominio por parte de las élites tradicionales, es decir, las clases propietarias. Éstas influían en el Congreso Nacional Indio y acentuaban las diferencias de castas. Además, había un problema muy grave en la población, ya que la pobreza era cada vez mayor. No obstante, con la aplicación de las reformas económicas después de la crisis financiera de 1991, se reforzó a la clase media que más tarde fungiría un papel de mediador entre las élites y la clase baja. En cuanto al éxito de la democracia de India, se habla de una real competencia entre los partidos políticos, pero de acuerdo a la teoría de Arend Lijphart (en Ganguly, 2007), éste éxito se debe a un sistema consociacional3. De esta manera, se otorga autonomía cultural a estos grupos, permitiendo representación política y garantizando el derecho de veto a las minorías en asuntos vitales para sus derechos y autonomía (Ganguly, 2007, p. 6). Es así como se respetan y protegen las múltiples identidades del país.

 

PROCESO DE LIBERALIZACIÓN ECONÓMICA EN CHINA E INDIA.

En una población tan grande como la de India, la seguridad de la nación no sólo se basa en armas sino que "está basada en el nivel de prosperidad económica y el bienestar de la población" (Wadhva, 2004, p. 1). Por ello, lograr un mayor desarrollo económico se consideraba necesario para logra la seguridad de India y la liberalización económica prometía cumplir con este propósito. Cabe mencionar que, como indica Nirupam Bajpai (1996), con la transición a una liberalización económica se tenía por principal objetivo incrementar la eficiencia competitiva de la economía india en el mercado internacional y, de esta manera, lograr un acelerado crecimiento. Por otro lado, en China, la liberalización económica prometía llevar a la empobrecida economía planificada a una economía de mercado que generara un crecimiento y, de esta manera, incrementar el bienestar de la población. Pero para llegar a realizar una transformación en la economía, primero se debió llevar a cabo un proceso político y social que le permitiera generar estos cambios.

Las reformas económicas liberales no eran la prioridad frente a la necesidad de una organización política estable, hasta que en 1991 hubo una crisis financiera a nivel nacional que los llevó a redefinir sus prioridades. "Los programas de reformas económicas en China e India se iniciaron por diferentes razones. Mientras las reformas indias fueron indudablemente conducidas por una crisis, las reformas chinas comenzaron por una variedad de razones" (Bajpai, 1996, p. 2). En esta crisis financiera de India, la tasa de cambio tuvo que ser ajustada y el tipo de cambio se devaluó fuertemente frente a las principales monedas extranjeras. Para entender mejor la crisis financiera de India en 1991 hay que tener presente que, entre el periodo que abarca desde 1951 a 1991, India había tenido una economía planificada y centralizada que tenía numerosos controles sobre la economía. Esto se debe a que "la estrategia se basó en un modelo de desarrollo hacia adentro con la sustitución de importaciones" (Whadva, 2004, p. 260). A pesar de que India había pasado por varios intentos de liberalización económica entre los años de 1970 y 1980, los esfuerzos de Indira Gandhi y Rajiv Gandhi no fueron suficientes y fue hasta la década de 1990 cuando las reformas de Narasimha Rao y el Dr. Manmohan Singh, como Ministro de Hacienda, fueron más amplias y profundas, marcando un giro en la política económica del país.

La crisis financiera de 1991 se dio porque hubo una crisis en la balanza de pagos y un índice intolerablemente alto de inflación que se había estado gestando desde 1980. La tasa de inflación había subido a un 12.1% entre 1990 y 1991. La principal causa se atribuye a un mal manejo macroeconómico a lo largo de la década de 1980, que dio por consecuencia un déficit fiscal insostenible. Las reservas de las divisas se redujeron al mínimo e India quedó prácticamente en bancarrota. En ese momento, el Primer Ministro Narasimha Rao puso en marcha las reformas económicas, poniendo en primer lugar a un economista y no un político en el gabinete como Ministro de Finanzas. Fue en 1991 cuando el gobierno de Rao reconoció que había llegado el momento de reformar las políticas económicas de India y de aprender de las lecciones de sus vecinos, como Japón, Corea del Sur y los llamados "tigres asiáticos", que incluían a Malasia, Singapur, Indonesia y Tailandia. De esta manera, India tardó aproximadamente dos años en recuperarse de la crisis y tuvo un éxito notable al lograr tasas de crecimiento altas y sostenidas (Whadva, 2004, p. 262).

En China, las reformas económicas no se realizaron por una crisis financiera como sucedió en India. Si bien es cierto que el Gran Salto Adelante4 ocasionó una crisis, no fue el detonante principal para llevar a cabo tales reformas. En este caso, existe otro contexto que influye, como el agotamiento causado por el maoísmo revolucionario, ya que la Revolución Cultural causó destrucción y conflictos internos entre los partidarios, además que bajo estas condiciones se retrasaba una posible modernización. Por ello se puede decir que, mientras el Gran Salto Adelante había tenido por víctimas a los sectores pobres y al medio rural, la Revolución Cultural tuvo como sus principales víctimas a la clase intelectual del país. Tras la muerte de Mao Zedong, el sucesor sería Hua Guofeng, quien consciente de una posible lucha de poder, mandó arrestar a la Banda de los Cuatro5.

Luego se llevó a cabo nuevamente una lucha de poder, pero ahora entre Hua Guofeng y Deng Xiaoping, quien era un líder reformista y había sido una de las principales víctimas de la Revolución Cultural. De esta manera, en 1978, se convertiría en el líder de facto del país. Cuando llegó al poder, sólo lo tuvo de facto, pero tenía el apoyo de las élites para llevar a cabo las reformas económicas y, por lo tanto, a pesar de la oposición de algunos conservadores, logró implementar las acciones de liberalización que se creían necesarias desde algunos años atrás. Para ello, Deng Xiaoping emprendió cambios a la economía bajo el nombre de socialismo con características de mercado, que pondrían a China en sintonía con el mercado mundial basado en una economía de mercado capitalista. "China inicia un periodo regido por una nueva dirigencia que impone un cambio radical: por sobre determinantes ideológicos, asume como prioritaria la tarea de modernizar el país mediante la activa industrialización, para ello será necesario distender el escenario externo y manifestar voluntad cooperativa con los vecinos y el mundo" (Cesarin, 2005, p. 8).

Para la década de 1990, el éxito de China después de la liberalización de su economía se hace evidente por su crecimiento económico, la mejora tecnológica y los beneficios que esto tuvo en otros ámbitos como el sector militar. "Privatización, en cualquiera de las formas que se tome, es un proceso significativo fundamental para la modernización y el desarrollo de la economía china" (Han & Pannell, 1999, p. 274). Este ejemplo, aunado a la crisis financiera de 1991, hace ver a India que la idea de adoptar un camino similar podría traerle beneficios. En un comienzo, India experimentó una política económica proteccionista, por medio de un modelo planificado y un sistema de licencias, así como la aplicación de planes quinquenales que tenían algunos beneficios pero no le permitían crecer a la velocidad que se requería, sobre todo con el aumento de la población y en comparación con la demanda del mercado mundial. Además, "frente a este escenario, la India se debate entre inestabilidad social, y recurrentes crisis políticas. Las dificultades para la formación de consenso por parte del [Partido del Congreso] PC se agudizan, y el asesinato político [como el asesinato de Indira Gandhi] es un epifenómeno resultante de la radicalización de conflictos religiosos e intereses locales por sobre los del gobierno central" (Cesarin, 2005, p. 9).

Los cambios en la economía y en el desarrollo tecnológico e industrial de India, no tuvieron su origen a partir del año de 1991, con la aplicación de las reformas económicas, sino que, si bien fueron impulsadas a partir de esos años, tienen sus raíces desde mediados de 1970 y 1980, "cuando los desarrollos tecnológicos, cambios en la productividad de las actividades y el poder relativo de varias clases, y relaciones entre autoridades públicas y de capital privado, constituían el mayor cambio del subcontinente" (Ganguly, 2007, p. 197). Además, se dieron cambios en otros sectores como la agricultura, en la cual se llevó a cabo la revolución verde, que permitió a India alimentarse e incluso exportar alimentos. "En 1980's, la economía de India comenzó a crecer más rápido que nunca y en nuevos patrones. Detrás de este acelerado crecimiento estaba la expansión y diversificación de inversiones y actividades económicas. El cambio más grande fue en la agricultura" (Ganguly, 2007, p. 197).

De esta manera, con mayores ingresos, se estimuló la demanda de bienes y servicios, impulsando la industrialización en algunos lugares como Guijarat, Tamil, Nadu, Andhra Pradesh, Punjab, Haryana, y partes del oeste de Bengala. Pero lo importante de este estímulo, se dio un proceso de urbanización alrededor de las grandes ciudades y transformó los pequeños pueblos en nuevos centros urbanos. Esto representaba un impulso al proceso de democratización, ya que se amplió la clase media y su participación en la sociedad. De esta manera, los partidos tienen vínculos con grupos de negocios en diferentes estados, estimulando la competencia de partidos, facilitando la alternancia de poder y consolidando una democracia más estable.

Por otra parte, en China, Deng Xiaoping inició, en 1978, este tipo de reformas, anteponiendo por primera vez los objetivos económicos sobre las cuestiones políticas. De esta manera, se inició un proceso de liberalización económica sin abandonar el régimen comunista. Sin embargo, la transición no fue rápida, sino que se dio de manera gradual y experimental. En la práctica, "las medidas reformistas de esta primera etapa se concretaron en dos direcciones: las Cuatro Modernizaciones y la política de puertas abiertas. Se denominó las Cuatro Modernizaciones a un conjunto de medidas liberalizadoras en el campo de la agricultura, la industria, el ejército, y la ciencia y tecnología" (Salvador, 2009, p. 259). La reforma agraria comenzó con la descolectivización del campo y la supresión de las comunas, creadas durante el Gran Salto Adelante. De esta manera, se volvió a la explotación familiar, pero no se repartió la propiedad de la tierra, sino que, "formalmente los derechos de propiedad seguían siendo del Estado y éste tenía la potestad de alquilar las tierras a los campesinos" (Salvador, 2009, p. 259). Además, se inició un "sistema de responsabilidad familiar", a través del cual se permitía a los hogares agrícolas tomar decisiones sobre diversos temas como, por ejemplo, el tipo de cultivo que se utilizaría en la propiedad. Sin embargo, el campesino debía vender cierta cantidad de su cosecha al Estado, a un precio especial previamente fijado. El resto podía ser vendido libremente.

Este tipo de medidas dio buenos resultados, logrando así un soporte para continuar con las reformas en otros sectores. A mediados de los ochenta, iniciaron las reformas industriales, ya que hasta ese momento este sector estaba constituido por empresas de propiedad estatal. Así se inició un proceso desregulador de la industria que "persiguió varios sub-objetivos, como reducir la participación de Estado en la actividad empresarial, conceder una mayor autonomía de decisión a las empresas o introducir gradualmente los mecanismos de mercado" (Salvador, 2009, p. 260). Cabe mencionar que no se llevó a cabo una privatización, sino que se permitió y se incentivó la creación de empresas no estatales, dando lugar al capital extranjero y privado de las empresas. También se dieron incentivos a los trabajadores, lo cual tuvo efectos muy positivos sobre la productividad. Sin embargo, las reformas continuaron en la década de los noventa, sólo que ahora el sector que aportaba los recursos necesarios para el desarrollo del país no era la agricultura, como lo había sido históricamente, sino que ahora ese papel se le había otorgado al sector exterior. China comenzó un proceso de apertura al exterior, denominado política de puertas abiertas, y sus objetivos principales fueron atraer capital y tecnología extranjera, para poder modernizar el sector industrial, así como fomentar las exportaciones de manufacturas.

En cuanto a las medidas en el ejército y en la ciencia y tecnología, como parte de la política de las cuatro modernizaciones, se realizaron otras reformas. De acuerdo al Departamento de Cultura de la Embajada China (2001), la ciencia y tecnología se estableció como la primera fuerza de producción para el desarrollo socio-económico. Se buscaba elevar el nivel cualitativo de las ciencias, la tecnología y la cultura de la nación. Con respecto a la defensa nacional, de acuerdo Xulio Ríos (2007), a través de la política de cuatro modernizaciones se buscaba modernizar el Ejército Popular de Liberación (EPL) o Ejército Rojo, teniendo menos militares pero más preparados y mejor dotados. Además, el presupuesto a la defensa aumentó y, poco a poco, fueron desapareciendo los viejos líderes revolucionarios que redujeron los vínculos estrechos con el partido, aunque siguen estando relacionados.

Por otra parte, las reformas económicas de India se llevaron a cabo en dos grandes áreas: las principales reformas macroeconómicas y aquellas que fueron estructurales y de un sector económico específico. Aunque en un principio las reformas estaban enfocadas en la crisis financiera, sus efectos fueron más allá. Las reformas macroeconómicas se centraron en el control del déficit fiscal y de ingresos. En este caso, el déficit fue causado por el excesivo empleo en los sectores de gobierno, el precio alto de los bienes y servicios por parte de las empresas del sector público, una carga creciente de interés y el aumento de los gastos de defensa. Fue por ello que se tuvo que reducir el tamaño del gobierno, es decir, la burocracia, las empresas del sector público y los bancos, aunque en este aspecto encontraron resistencia por parte de los empleados. Para poder reducir el déficit fiscal, entre 1991-1992, "el ministro de Finanzas Singh, trató de reducir los subsidios a los fertilizantes y los alimentos" (Wadhva, 2004, p. 264). Asimismo, recurrieron a reducir el gasto de inversión pública y el gasto público en servicios de bienestar social. También, el modelo de "financiación del déficit", a través de la impresión de moneda, pudo limitar el déficit fiscal eficazmente. Así, se aseguró la autonomía del banco central en la regularización de la oferta del dinero para controlar la inflación.

De esta manera, como menciona Wadhva, las reformas se centraron en ampliar la base tributaria mediante la inclusión de los servicios, reducir las tasas de los impuestos directos para los individuos y las empresas, la abolición de los subsidios a la exportación, la reducción de los derechos de importación, la racionalización de los impuestos directos e indirectos mediante la eliminación de exenciones innecesarias, se previeron incentivos fiscales para la infraestructura en los sectores exportadores —incluyendo la creación especial de una Zona Económica— y también se inició una simplificación de los procedimientos y esfuerzos para mejorar la eficiencia del sistema de administración tributaria (2004, p. 265). En cuanto a las reformas estructurales, éstas se dieron en sectores específicos y en las áreas del sector externo, política industrial, sector de infraestructura, políticas de privatización, sector financiero y políticas de atracción de inversión extranjera directa. De esta manera, se pudieron abrir los mercados de la India a la competencia internacional, eliminar los controles de tipo de cambio y fomentar la inversión privada y la participación en la industria.

 

FACTORES QUE ANTICIPARON A CHINA FRENTE A INDIA EN LA LIBERALIZACIÓN.

Las causas por las que China e India optaron por una liberalización económica son diversas y los detonantes que tuvo cada uno de estos países varían, ya que en India el detonante fue la crisis financiera de 1991 y en China fue la llegada de los reformistas al poder bajo el liderazgo de Deng Xiaoping. Sin embargo, lo interesante no sólo es saber qué motivó a cada país a llevar a cabo reformas económicas liberales, sino en por qué China las realizó antes que India. Esto se encuentra estrechamente ligado a que cada país le dio diferente prioridad a la liberalización por distintas razones, pero existe un elemento o hecho que influyó en China para que, dentro del contexto en el que se encontraba, y aunado a otros factores, se anticipara frente a India en la liberalización económica.

Con base en esta información y después de entender el proceso de liberalización en ambos países, es posible identificar algunos elementos que pueden dar respuesta a la cuestión planteada. En primer lugar, se debe tener en cuenta que China e India tienen formas de gobierno distintas. Por una parte, India es una democracia liberal que se reconoce como una República Federal combinada con un sistema parlamentario de gobierno, mientras que China es un régimen de Estado–Partido (Cesarin, 2005, p. 11) reconocido como una República Popular. Esto quiere decir que, para tomar decisiones en India, se debe pasar por todo un proceso de aprobación a través de un consenso político, para finalmente dar una resolución que no siempre puede ser aprobatoria. Si bien con esto se busca promover la participación y la representación de su población, al momento de tomar una decisión, las acciones se dan de una forma muy lenta. Por otro lado, en China existe una figura al mando y el liderazgo colectivo se basa en un solo partido, por lo que se pueden tomar decisiones con mayor libertad y actuar de una forma más rápida, pero la decisión no siempre es la mejor aceptada por los demás. Cabe mencionar que el hecho de que exista un solo partido no significa que no se discutan los temas, sino que es más fácil llegar a un acuerdo entre miembros de un mismo partido.

Cada forma de gobierno tiene sus ventajas y desventajas, pero en este caso China tuvo menores dificultades para llevar a cabo la liberalización. Esto se debe a que en este país no era necesario pasar por un proceso tan elaborado de consenso como en India y, por lo tanto, estas reformas pudieron ser aplicadas antes que en India. "Mientras India se debatía en permanentes disputas políticas domésticas, la simbiosis entre Estado – partido posibilitó a China implementar trece años antes que su rival India, una serie de reformas económicas pro mercado" (Cesarin, 2005, p. 12). La forma de gobierno en cada país no es sólo un elemento importante para la anticipación de China frente a India, sino que también da pie a otros elementos que son la búsqueda de estabilidad política como prioridad y el liderazgo político junto con sus acciones.

En cuanto al liderazgo político, se hace referencia a la influencia que tuvieron los líderes políticos en cada país y las acciones que emprendieron. En India, sus líderes influyeron para que las reformas económicas se retrasaran, debido a que debían realizar acciones populistas o por carecían de liderazgo. Por ejemplo, Indira Gandhi, que estuvo en el poder en los periodos de 1966-1977 y 1980-1984, en un principio ganó su cargo debido a que los miembros de su partido consideraban que sería fácil de influenciar. "Kamaraj sabía muy bien que con Morarji como Primer Ministro, sus días de patronato y su poder tras bambalinas terminaría, pero Indira parecía ser mucho más humilde y maleable" (Stanley, 2008, p. 397). Por este motivo, Indira tuvo que ganarse el apoyo de la población si quería obtener poder y autonomía frente a aquellos que querían manipularla.

Algo que intentó llevar a cabo Indira fue la nacionalización de los bancos para ganar aprobación. Aunque no pudo hacerlo, este tipo de acciones propiciaban una política proteccionista de la economía y, por lo tanto, retrasaban las reformas económicas. En cuanto a Rajiv Gandhi, su falta de liderazgo y de experiencia política, lo llevó a depender más de un grupo de tecnócratas para tomar sus decisiones. Además, aplicó el sistema de licencias a las industrias del software y de químicos, pero no implementó reformas de liberalización económica. Por otro lado, en China también se llevaron a cabo acciones que retrasaron la liberalización económica por parte de sus líderes, como fue el Gran Salto Adelante, que se considera un fracaso. En cuanto a Mao Zedong, comenzó un movimiento conocido como la Revolución Cultural, en la cual se persiguió a intelectuales reformistas, retrasando más aún las reformas económicas. En este sentido, tanto China como India tuvieron factores para retrasar la liberalización económica.

Otro elemento es la búsqueda de estabilidad política como prioridad. Esto se refiere a que los constantes conflictos internos políticos de cada país fueron una distracción para implementar las reformas económicas. En India, éste fue uno de los principales factores que retrasaron la liberalización económica, ya que la prioridad era lograr la estabilidad política. Esto se debe a que el Partido del Congreso (PC) había logrado mantener el poder durante un largo tiempo, pero luego se fue debilitando: "la exacerbación de conflictos separatistas en combinación con el deterioro de la situación económica, la violencia política producto de enfrentamientos religiosos, y sucesivas crisis de liderazgo minaron el apoyo popular del PC" (Cesarin, 2005, p. 11). Es así como durante el periodo de 1977-1979, el partido del Janata Party (BJP) estuvo en el poder. Luego regresa Indira Gandhi pero es asesinada, entre otros sucesos que causaron un periodo de inestabilidad política.

Por otra parte, en China, después de la Revolución Cultural, también hubo un periodo de inestabilidad política entre Mao Zedong, su sucesor, la Banda de los Cuatro y, finalmente, Deng Xiaoping. Pero en este caso hubo una gran diferencia, ya que la muerte de Mao Zedong cambiaría las cosas a favor de los reformistas. Es por ello que el factor principal o el hecho que aceleró la liberalización económica en China fue la muerte del líder Mao Zedong, ya que al fallecer se ocasionó una lucha de poder entre sus seguidores que los debilitaron y favorecieron que los reformistas llegaran al poder, pudiendo aplicar las reformas económicas. También hay que tomar en cuenta que nunca hubo ausencia de liderazgo, ya que al debilitarse el grupo de Mao, quedaba el liderazgo de Den Xiaoping con los reformistas. En cambio, durante esa época en India, la inestabilidad política retrasó la liberalización económica, ya que la prioridad era recuperar la estabilidad del país. Fue cuando subió el Janata Party al poder, el cual no tuvo tanto apoyo debido a que, después de dos años, regresó Indira al mando. Después de eso, las reformas se siguieron retrasando. Esto sucedió porque tras la muerte de Indira hubo ausencia de liderazgo, y la estabilidad política seguía siendo la prioridad hasta la crisis financiera de 1991.

 

CHINA E INDIA DESPUÉS DE LAS REFORMAS.

A finales de los años cuarenta, "la lucha revolucionaria en China y la naciente India independiente coinciden en sus objetivos: anticolonialismo, redistribución de la riqueza mundial y aspiraciones de consolidar vías autónomas de desarrollo económico" (Cesarin, 2005, p. 6). Cabe mencionar que esto tiene explicación en su pasado histórico, ya que tanto China como India, tuvieron un dominio por parte del Imperio Británico. De esta manera, ambos países comienzan a posicionarse en el ámbito internacional. No obstante, durante la década de los setenta y ochenta, se acumularon las tensiones internas en India, ya que "los estados del norte promueven reivindicaciones religiosas radicales y el fantasma del separatismo tamil enfrenta al gobierno central con dilemas de gobernabilidad" (Cesarin, 2005, p. 8) y, por otra parte, China entra en un periodo de convulsión interna con la Revolución Cultural.

Ante estas situaciones, la aplicación de reformas políticas y económicas parecía necesaria en ambos casos. Fue entonces que, aún no resueltas las tensiones en India, China inició un período de estabilidad regido por una nueva dirigencia, cuyo líder era Deng Xiaoping, a través de la cual se impuso un cambio radical en su objetivos nacionales: "por sobre determinantes ideológicos, asume como prioritaria la tarea de modernizar el país mediante la activa industrialización, para ello será necesario distender el escenario externo y manifestar voluntad cooperativa con los vecinos y el mundo" (Cesarin, 2005, p. 8). Mientras tanto, India se debatía internamente entre inestabilidad social y recurrentes crisis políticas. Conforme el éxito de China se hizo evidente, la apertura al exterior fue una medida que India tuvo que adoptar para seguir un camino similar hacia el desarrollo.

Actualmente, India y China comparten diversos organismos multilaterales y acuerdos regionales. De esta manera, asumen un papel protagónico en el Grupo de los 77, el Movimiento de Países No Alineados (MNOAL) y el Grupo de los 15. Además, ambos países forman parte de las Naciones Unidas (ONU), la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Asiático de Desarrollo (ADB) y del Plan Colombo de Cooperación para el Desarrollo Económico y Social de Asia. A escala regional, India participa en la Asociación Sudasiática para la Cooperación Regional (SAARC) que estableció una Zona de Libre Comercio (SAPTA) en el 2006. Respecto a los acuerdos que ha firmado India, se encuentra el Acuerdo de Bangkok, que incluye a Bangladesh —su mayor socio comercial en la región—, Papúa Nueva Guinea, República de Corea y Sri Lanka. También está el Acuerdo de Comercio Preferencial del Asia Meridional que integra a Bangladesh, Bhután, India, Maldivas, Nepal, Pakistán y Sri Lanka.

Aunado a eso, "durante el Gobierno del Primer Ministro Rao, la India definió una política con mirada hacia el Este (Look East Policy) con el fin de acrecentar sus relaciones económicas y políticas con las economías miembros de la Asociación de Naciones del Sudeste de Asia (ASEAN)" (Cesarin, 2005, p. 21). Además, tiene como destino a América Latina y el Caribe, la cual en el 2005 representaba casi un 3% del total exportado por India, siendo sus mayores socios comerciales México, Brasil, Argentina, Chile, Perú, Colombia, Venezuela y Trinidad & Tobago. Dentro de su estrategia orientada a esta región se encuentra la firma de Acuerdos de Preferencias Arancelarias Fijas en el 2004 con MERCOSUR. En el caso de China, la relación con América Latina y el Caribe se caracteriza por un dinámico intercambio económico impulsado por el comercio y la inversión. "En el 2004 los flujos de comercio sino – latinoamericanos ascendieron a US$ 40.000 millones" (Cesarin, 2005, p. 23). Además, China e India poseen sectores empresarios nacionales y firmas transnacionales, de las cuales algunas están presentes en esta región.

En 1994, China adoptó una tasa de impuesto para las empresas nacionales del 33% con el fin de crear competencia en igualdad de condiciones. Sin embargo, las empresas mixtas disfrutaban de una tarifa preferencial del 15% en las zonas económicas especiales (ZEE) y del 24% en las ciudades costeras abiertas. En 1991, "había más de tres mil empresas que habían emitido acciones, el 90% emitió acciones a los empleados internos y 300 se emitieron entre las empresas [...] Desde 1990, dos bolsas de valores (en Shangai y Shenzhen) se han establecido, y ahora comparten la lista de más de 200 empresas chinas" (Bajpai, 1996, p. 6). Así, China es hoy un país con un gran crecimiento económico, pero que enfrenta grandes desafíos como el problema de la pobreza y las condiciones de atraso en que viven millones de campesinos. De igual manera, debe enfrentar la corrupción administrativa, el desempleo y las nuevas circunstancias que desafían su sistema político autoritario.

El 7 de septiembre del 2011 fue publicado en El Economista, que China había revisado un alza en "el crecimiento del Producto Interno Bruto de 2011 al 10.4%, frente al 10.3% anunciado con anterioridad, debido a los buenos resultados de los servicios". Este impresionante crecimiento económico, inevitablemente hace reflexionar acerca del futuro que se avecina en la economía mundial. Es bien sabido que China se ha convertido en una de las principales economías mundiales. Entre 1999 y el 2003, "el crecimiento de China explicó una quinta parte del crecimiento del producto bruto mundial, proporción similar a la de la UE (20%) pero superior a la de EEUU (17%) y, por supuesto, a la de Japón (4%)" (Bustelo, 2005, p. 13). De esta manera, se puede decir que China es y será un importante mercado mundial, ya que según un informe reciente de Crédit Suisse First Boston (CSFB):

El consumo privado en China pasará de 700.000 millones de dólares en el 2004 a 3,7 billones en el 2014, es decir, se multiplicará por cinco en un período de diez años. En el 2004 el consumo chino suponía el 9% del de EEUU y el 3% del consumo mundial. En el 2014 CSFB prevé que supondrá el 37% del de EEUU y el 11% del mundial. El informe de CSFB estima igualmente que en el 2003 había en China 4 millones de hogares con una renta anual superior a los 10.000 dólares, pero que esa cifra pasará a 150 millones en el 2014, esto es, un número superior al de hogares que tienen hoy en EEUU unos ingresos anuales superiores a esa cantidad (Bustelo, 2005, p. 13).

India, por otra parte, tiene grandes diferencias con la economía china, a pesar de encontrarse en cercanía geográfica y tener también un gran crecimiento económico. Entre estas diferencias se encuentra el hecho de que India recibe menos inversión extranjera directa, es decir, son menos los inversionistas que ponen su capital en India para la creación de empresas a largo plazo. La otra diferencia, y la más importante de todas, es que se ha especializado en la expansión del sector de servicios, mientras que China se ha enfocado en la producción de bienes manufacturados. Algunas opiniones como la de Bustelo, hacen referencia a que es más sostenible la producción de bienes manufacturados, porque el comercio internacional de mercancías es mayor al de servicios. Sin embargo, debe considerarse que el éxito de manufacturas chinas se debe a su bajo costo de producción, lo cual puede encontrar más fácilmente una competencia en otro país productor. En cambio, India ha logrado desarrollar un sector en el cual tiene gran población para sostenerlo y le da un valor agregado, debido a que su población está preparada y habla el idioma inglés, por lo que no es necesario un proceso de traducción. También, es importante mencionar la dependencia energética que tiene China, ya que el hecho de ser uno de los principales consumidores mundiales de petróleo representa un gran inconveniente para su economía y para mantener cierta autonomía. Sin embargo, el caso de India es aún más drástico, ya que la dependencia energética por parte de este país es mayor que la de China. Por ejemplo, en el 2004, con respecto al consumo de petróleo, India tuvo un porcentaje de dependencia de aproximadamente el 70%, mientras que China estuvo en el 40%. Esta cifra se obtuvo de acuerdo al consumo diario de barriles de petróleo por día con respecto a los barriles de petróleo importados.

Una de las posibles proyecciones que se pueden hacer de ambos países es hablar de una futura asociación estratégica entre China e India. De esta manera, China podría aportar el hardware e India el software, creando un bloque muy poderoso a nivel internacional. En algunos otros casos, se habla de China como el futuro país hegemónico en la economía mundial, reemplazando el papel de Estados Unidos y creando un nuevo orden mundial. Una tercera proyección habla acerca de India como el principal actor en el mercado internacional, debido a las características que posee y que le permiten visualizar un crecimiento sostenido mayor que el de China. Independientemente de la proyección que se tome, todas éstas hablan de un papel importante del continente asiático, específicamente hablando de China e India. Esto permite señalar que, en un futuro, diversos países, asociaciones y regiones como la Unión Europea y América Latina, deben comenzar a crear alianzas estratégicas con Asia.

 

CONCLUSIÓN.

La anticipación de China frente a India en la aplicación de las reformas económicas liberales se debió a diversos factores que fueron creando las condiciones para que esto sucediera. Existe una clara ventaja por parte de China en cuanto a su forma de gobierno, la cual le permitió actuar de una manera más rápida que India. Sin embargo, ambas tuvieron un periodo en que el liderazgo de sus dirigentes y las acciones que implementaron no favorecieron la aplicación de las reformas. La inestabilidad política en ambos países también fue un factor que retrasaba las reformas; la diferencia fue que, en China, este periodo prácticamente terminó con la muerte de Mao Zedong, debido a que la caída de esta figura propició que Deng Xiaoping lograra tener el poder de facto. Mientras tanto, en India, este periodo de inestabilidad política continuó retrasando las reformas, hasta que finalmente se llevaron a cabo para enfrentar la crisis financiera de 1991.

Es posible observar que, aunque ambos países se fundaron prácticamente al mismo tiempo, es decir, India en 1947 y China en 1949, poco a poco se fueron dando las condiciones para que China se anticipara a India. Actualmente, ambas tienen un crecimiento económico impresionante, pero sería interesante saber si las condiciones que en un principio favorecieron a China frente a India, lo podrían seguir haciendo en un futuro. También podría suceder el caso contrario, en el cual dichas condiciones pudieran retrasarla ante el nuevo contexto internacional en el que se encuentra. Esta reflexión surge a partir de que en China existe cierto autoritarismo, el cual pudo acelerar las reformas en su momento, pero con el avance que han tenido económica y tecnológicamente, se pueden ir generando aspiraciones por parte de la población e incluso oposición frente a problemas como la desigualdad social y otros problemas sociales originados por el acelerado crecimiento económico. Entonces, dado el tipo de gobierno que existe, podría generarse opresión hacia estos grupos y, por lo tanto, mayor descontento que podría ocasionar inestabilidad.

Además, hay que tomar en cuenta nuevos factores que han surgido en ambos países, como la población y la mano de obra. Anteriormente se podía utilizar una gran mano de obra en China pero actualmente, con las políticas para reducción de la población, se puede crear una sociedad en la cual la mano de obra disminuya. Esto quiere decir que, ante la escasez de mano de obra, el crecimiento se volvería más lento Mientras tanto, India cuenta con mano de obra con un valor agregado, ya que su población sabe hablar inglés. Además, dado que en China se han llevado a cabo un mayor número de reformas debido a que se realizaron antes que en India, ésta todavía tiene mucho camino por recorrer y en un futuro, podría posicionarse con una ventaja frente a China.

Existen muchas proyecciones para ambos países, todas ellas originadas a partir del éxito que han tenido tras las reformas económicas realizadas. Si bien es cierto que su papel en el mercado internacional es indudable, no se sabe con certeza el futuro que se avecina para estas dos potencias. Actualmente, existen un gran número de acuerdos y estadísticas que corroboran el crecimiento económico de ambos países, pero se debe tomar en cuenta también el aspecto social y la calidad de vida de su población. Con respecto a este tema, pueden surgir muchas otras reflexiones, poniendo en una balanza el éxito económico frente al desarrollo social. Mientras tanto, es interesante observar la posición que han adquirido China e India a nivel internacional, sobre todo por la rapidez con que lo lograron, y a las economías que han creado con características muy peculiares.

 

Referencias

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Notas

1 De acuerdo a Cornejo (2007), el PCCH tiene como guía de acción al marxismo-leninismo, el pensamiento de Mao Zedong, la teoría de Deng Xiaoping y las Tres Representatividades.

2 Se le conoce como Revolución Cultural a la campaña organizada en China por Mao Zedong como líder del Partido Comunista, en la cual se llevó a cabo una gran movilización estudiantil y obrera, apoyada por los soldados del Ejército Popular. Se persiguió y acusó principalmente a los intelectuales por traicionar los ideales revolucionarios del partido y ser partidarios de ideas capitalistas, aunque no todos las apoyaran (Anguiano Roch, 2008).

3 Estado que tiene grandes divisiones internas de tipo religioso, étnico o lingüístico, pero cuyas características lo mantienen estable, ya que existen acuerdos entre los grupos representativos de los distintos grupos sociales que existen (Stavenhagen, 2000).

4 Programa de distribución de la tierra en la cual se buscaba la industrialización de China a través de planes quinquenales. Fue apoyado por la Unión Soviética y la idea era crear comunas como unidades económicamente autosuficientes, que a través de un sistema de trabajo colectivo pretendía aumentar considerablemente la producción de acero (Tamanes, 2007).

5 El grupo lo componían la viuda de Mao, Jiang Qing, y tres de los colaboradores de ésta: Zhang Chunqiao, Yao Wenyuan y Wang Hongwen (BBC Mundo, 2005).

 

Información sobre la autora

Cinthia Liliana Hernández Macías. Estudiante de relaciones internacionales en el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), Campus Monterrey. Actualmente es editor en jefe de la revista estudiantil The Tec Globalist y miembro de la red internacional Global21 con sede en Yale University.

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