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Polis

versão On-line ISSN 2594-0686versão impressa ISSN 1870-2333

Polis vol.6 no.2 México Jul./Dez. 2010

 

Presentación

 

Con esta entrega, POLIS cumple 20 años de haber iniciado su inserción en el medio académico y universitario. Cabe hacer algunas reflexiones sobre este breve pero intenso lapso de la historia contemporánea. El mundo entero ha experimentado profundos cambios en las formas de vida del conjunto de las sociedades, tanto en los países de punta del capitalismo, como en los de desarrollo medio y aun en aquellos que guardan un ostensible atraso. América Latina en general, y México en particular, no han sido ajenos a estas transformaciones. Las generaciones presentes y venideras están marcadas ya con sus inquietantes signos. Es un periodo que se inició con el fin del siglo XX corto tipificado por Eric Hobsbawm y que generó originales debates en las ciencias sociales. En esa transición y de cara a la democratización se dibujaron nuevos escenarios políticos en el contexto latinoamericano, que al llegar el nuevo siglo se han consolidado en varios países, aunque con distintos matices.

A esta fase también se incorporan los procesos de globalización que comenzaron a formar parte de la vida de cientos de millones de seres humanos, en una tendencia que aún dista de haberse agotado en sus principales manifestaciones (tecnológicas, laborales, culturales, ambientales).

Nuevos desafíos se han planteado con motivo del cambio climático y ni qué dudar de su importancia, cuando los desastres naturales se suceden año con año en diversas partes del mundo. Ciertamente, una nueva forma de pensar (y de actuar en) las relaciones entre sociedad, territorio y procesos ambientales emerge en los debates internacionales sobre el futuro del planeta y su sostenibilidad en el mediano plazo. Falta ver si las nuevas prácticas se consolidan en escenarios nacionales y se definen como políticas públicas de nuevo tipo.

En el ámbito de las ciencias sociales y humanas, los paradigmas dominantes se debilitaron y replantearon, pero, sobre todo, la pluralidad de saberes se hizo presente y enriqueció las visiones tradicionales. Ha sido posible un mayor diálogo entre las distintas disciplinas en variados campos de conocimiento. El intercambio y difusión de ideas, líneas de interpretación teórica y propuestas metodológicas de análisis se han multiplicado con los años, a la par de las nuevas tecnologías de la información. Se han expuesto, así, novedosos campos de análisis y se ha colocado el énfasis en procesos poco explorados hasta ahora en la investigación social.

Pese a estos avances, la desigualdad en los niveles de bienestar social en el mundo no se ha eliminado. En ciertos países la pobreza es una determinante estructural del conjunto de la sociedad, como ocurre con Haití, que acaso esté sumido en la peor crisis de su historia. México, en particular, tiene uno de los índices de mayor concentración de ingreso en América Latina. Ello en un contexto en el que, no obstante los procesos avanzados de construcción de un régimen democrático, durante los últimos 20 años la desigualdad social se ha incrementado de manera sensible, ostensible y duradera, afectando a decenas de millones de sus habitantes. El narcotráfico y la espiral de violencia que azotan a varias ciudades latinoamericanas desde hace tiempo van más allá de una determinación estructural como la de la pobreza, pero se nutren también de ella.

Las relaciones de poder construidas históricamente inciden de manera central en la génesis de los problemas existentes en una sociedad como la nuestra. Así, la conservación de los privilegios y el mantenimiento del estatus por parte del núcleo de élite no pueden operar sin la existencia de factores culturales, hábitos y comportamientos típicos de los grupos subalternos, que de manera tácita o explícita consienten esa desigualdad. Evidentemente se han opuesto resistencias al modelo dominante y una nación como la mexicana está enfrascada en esas tensiones, por lo menos a partir del levantamiento zapatista en Chiapas, pero también desde otras trincheras sociales y algunos escenarios regionales.

Finalmente, el mundo de la academia universitaria en México ha cambiado sustancialmente en estos últimos 20 años. Las universidades públicas y privadas han observado una expansión a lo largo y ancho del país. También ha sido el caso, aunque en menor medida, de los institutos y centros de investigación. Es inobjetable que hoy asisten a las aulas universitarias más estudiantes que hace dos décadas (a pesar de todo, la cobertura sigue siendo insuficiente y desequilibrada en términos regionales). Y bien, ello es indicativo de la transición demográfica por la que 6 atraviesa el país, con más de 112 millones de habitantes en 2010.

Es en este contexto que se tendría que pensar la diversidad de temas analizados en las páginas de POLIS a lo largo de sus cuatro lustros de vida (sociología, análisis político, psicología social y estudios culturales, fundamentalmente). La revista nació como proyecto editorial del Departamento de Sociología de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa, y fue nutrido en sus inicios con textos elaborados por sus colegas miembros, pero paulatinamente fue recibiendo el beneficio de colaboraciones externas. Como otras tantas revistas universitarias, su resultado es un producto colectivo. Se debe, en primer lugar, a su planta de profesores e investigadores y a su constante presencia a lo largo de sus números; por supuesto, se debe también al apoyo institucional permanente que las autoridades universitarias le han brindado. Pero, sin duda, la revista no sería lo que es hoy sin la presencia de autores y autoras nacionales y extranjeros (particularmente iberoamericanos) en sus páginas, gracias a los cuales se ha podido fortalecer un proyecto académico que concibe a la pluralidad de saberes como el mayor valor alrededor del cual gira esta publicación.

Sólo resta aludir de manera breve al contenido del presente número. La batería mayor de los artículos gira alrededor de temas de análisis político o bien de las implicaciones que el proceso de gobernar tiene sobre la sociedad. Pero dentro de este amplio espectro destacan asuntos más específicos en los que vale llamar la atención en las siguientes líneas.

El primer texto de este número se refiere a la lógica subyacente en los métodos de enseñanza-aprendizaje de la teoría política hoy en día, precisamente con una sociedad y un mundo globalizados, donde los hábitos de lectura se debilitan ante una información virtual e inmediata. Antonella Attili subraya la necesidad de ponderar el sentido de conocer a los clásicos de la teoría política, partiendo del punto de vista de que si bien sus reflexiones se remiten a una época distinta, constituyen un ejercicio de análisis lúcido de los fenómenos de poder, el cual puede ser evaluado de cara a los mecanismos actuales de la política. Este trabajo puede ser retomado seguramente para el caso de la didáctica en la sociología, considerando que también ahí se han desdibujado el aporte y los esquemas de pensamiento que estaban detrás de autores como Marx, Durkheim, Weber y Parsons.

El artículo elaborado por Miguel González Madrid muestra la complejidad analítica que envuelve al estudio de los grupos parlamentarios en su actividad cotidiana. Hace 20 años era difícil pensar en esta circunstancia en el ámbito latinoamericano, pero es indudable que ahora los grupos parlamentarios están en el "centro de la gravitación política" dentro de la vida de los partidos. El autor pone de manifiesto la creciente atención en este campo de análisis, particularmente en México, lo que es un indicador del grado de madurez alcanzado por la teoría política en la región latinoamericana.

Un espacio continuamente atendido en POLIS ha sido el análisis de los procesos electorales. Brasil se ha constituido en uno de los focos de atención en América Latina, dada su dimensión territorial, la consolidación de su sistema federal descentralizado, el amplio abanico de partidos que participan en sus diversas regiones, así como su ambiente poblado de fuertes liderazgos políticos. En este contexto se produjeron las elecciones para renovar alcaldes (prefectos) en las 5 260 circunscripciones municipales de esa nación, proceso que tuvo lugar en octubre de 2008. El artículo elaborado por Murilo Kuschick se enfoca a revisar las peculiaridades que marcaron ese proceso, caracterizado por un limitado uso de recursos financieros para las campañas. La ciudad de São Paulo asume una particular relevancia política ya que es la principal concentración poblacional del país y constituye un soporte importante de las élites del poder. Para el caso se analizan algunos programas radiofónicos de propaganda electoral elaborados por los dos partidos que se disputaron la segunda vuelta electoral, en la cual fue reelecto el candidato del partido Demócratas (DEM), que dejó a la candidata petista (PT) muy por debajo de las expectativas iniciales.

Enseguida vienen dos trabajos centrados en política y gestión de los recursos naturales en México. El primero, escrito por Ludger Brenner y David Vargas, hace una serie de puntualizaciones sobre el manejo de un área natural protegida, la Reserva de la Biosfera Sian Ka'an, situada en la península de Yucatán. El artículo hace un recuento de los actores participantes a lo largo de su proceso de constitución hasta la actualidad, cuando se agudizan los conflictos y se ponen de relieve las dificultades para establecer un régimen de gobernanza ambiental en la zona, dado los intereses puestos en juego, las contradicciones e inercias sociales e institucionales que obstaculizan el objetivo y otros procesos, como el turismo global que incide fuertemente en la región. En ese contexto resulta paradójico querer impulsar y hacer compatibles el desarrollo socioeconómico de la región con los propósitos explícitos de conservación ambiental, que están presentes tanto en el discurso institucional como en los móviles de acción de diversos grupos ecologistas.

El segundo de esta serie es un trabajo elaborado por dos investigadoras de la Universidad de Montreal, quienes desde una perspectiva de análisis jurídico, tratan la legislación ambiental relacionada con el manejo de los recursos hídricos y aportan elementos útiles para entender la política del agua en México. Louise Rolland y Yenny Vega evalúan las transformaciones del modelo de gestión con el que se puso en marcha dicha política, y que en consecuencia ha dado lugar a experiencias locales en el manejo del recurso, a tono con las tendencias privatizadoras y descentralizadoras que han tenido un gran impulso desde 1992. El hecho de que el agua se haya convertido en una cuestión de seguridad nacional muestra la importancia que este tema ha adquirido en los últimos 20 años en México. No obstante, los problemas persisten y una significativa porción de la sociedad mexicana está seriamente amenazada por el desabasto del líquido en sus comunidades, regiones y ciudades. Se repite la paradoja mencionada líneas atrás, entre una política conservacionista del recurso y la maximización de los beneficios económicos por parte de las grandes empresas dedicadas al negocio del agua. Dadas las graves limitaciones económicas de por lo menos dos quintas partes de la población nacional, cabe esperar nuevas tensiones sociales, e incluso pugnas interinstitucionales en los próximos años.

La sección de artículos de esta edición cierra con el estudio elaborado por María Cristina Steffen, quien ha desarrollado una línea de investigación sobre los programas gubernamentales dedicados a la comercialización de granos. Dentro del análisis se destaca el peso del entorno internacional ligado a la apertura comercial y se abordan aspectos relacionados con este fenómeno, como los parámetros de competitividad en los mercados internacionales y la constitución de fuertes empresas comercializadoras de granos. Steffen elabora una interpretación muy clara sobre las implicaciones del neoliberalismo (atizado por la creación de la Organización Mundial del Comercio en 1995) en la política gubernamental destinada a este efecto, para concluir que su ámbito de atención se ha reducido en los últimos años, además de que ha tendido a favorecer regiones donde predomina la agricultura comercial y se ha dirigido a un número cada vez menor de productores. Por tales razones, su impacto como generador de subsidios en el campo mexicano ha menguado sensiblemente. La investigadora hace un recuento de las limitadas acciones gubernamentales en el estado de Guanajuato, en particular las que atañen a organizaciones de ejidatarios. Se pregunta, asimismo, si dichos programas pueden ayudar a conservar la identidad de los ejidatarios como productores de granos. A pesar de que tales sujetos observan una integración a los mercados local y mundial, no están en condiciones de competir debido a que permanecen subordinados al agronegocio, que los mantiene en una situación de subordinación comercial y dependencia económica. Un campo cada vez más débil no hace sino mostrar las grandes debilidades de un caduco modelo de nación, que urge replantear pero que las élites metropolitanas no quieren modificar.

Enseguida viene la sección de reseñas bibliográficas, que ahora es atendida en primer término por Silvestre Manuel Hernández, quien analiza de manera puntual y crítica las tesis del libro de Joseph Ferraro en torno a los discursos y posiciones de la Iglesia católica sobre el comunismo y el capitalismo. La segunda reseña, elaborada por Mario Zaragoza, hace referencia a un libro de reciente aparición sobre el movimiento zapatista chiapaneco, escrito por Guiomar Rovira, cuyo énfasis está puesto en el uso de las tecnologías de la información y su influencia en el poder mediático a propósito del levantamiento armado y su secuela posterior, aún inconclusa, de demandas y reivindicaciones populares e indígenas.

Los próximos años serán claves para un proyecto editorial como POLIS. No es tarea sencilla, pero se busca consolidar una revista latinoamericana abierta al tiempo y al debate en el campo de las ciencias sociales y humanas. Para este editor ha sido un honor participar en la coordinación del esfuerzo académico colectivo durante los más de tres años en que esta figura fue instaurada dentro de la revista. Mi agradecimiento a todos los miembros del Comité Editorial por su apoyo, por su renovada colaboración y por las enseñanzas obtenidas al calor de las discusiones (argumentos esgrimidos de por medio) que mes con mes hemos tenido en las reuniones del Departamento de Sociología.

 

Mario Bassols Ricárdez
diciembre 2010

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