1.- ¿Qué razones explican el auge de Podemos?

La novedad más importante que se ha dado en la política española en estos dos últimos años es la aparición de partidos nuevos como Podemos y Ciudadanos. Unos partidos emergentes que han irrumpido con mucha fuerza en el escenario político rompiendo un panorama dominado básicamente por dos partidos, el Partido Popular (PP) y Partido Socialista Obrero Español(PSOE). La mayor relevancia la ha adquirido Podemos, pues en las elecciones que ha habido al parlamento europeo, locales, autonómicas y generales ha obtenido mejores resultados que Ciudadanos. La excepción ha sido en las elecciones en Cataluña en donde Ciudadanos se ha situado como segunda fuerza política tras los nacionalistas.

Pero no es una novedad el que unos partidos nuevos aparezcan en el escenario político, sino con la fuerza con la que han emergido, fundamentalmente Podemos. Un partido de reciente creación y que en poco tiempo ha conseguido lo que Izquierda Unida (IU) no ha logrado en 30 años de existencia. La sorpresa se dio en las elecciones al parlamento europeo, pues ninguno de los sondeos habían previsto el fenómeno de Podemos. En estas elecciones obtuvo cinco eurodiputados uno menos que IU, pero a partir de entonces inició un camino ascendente mientras IU iniciaba una decadencia que le ha conducido a obtener solamente dos diputados en el Congreso frente a los sesenta de Podemos si se suman las coaliciones electorales efectuadas en Comunidades Autónomas, como Cataluña, Valencia y Galicia.

Hay varios factores que han contribuido a este éxito, la crisis económica, la corrupción, y la decadencia del PSOE, pero también la de IU, aunque ésta ha venido dada más como consecuencia del ascenso y auge de Podemos. De hecho IU venía subiendo en los sondeos en la intención de voto antes de que apareciera Podemos. Era una subida considerable propiciada por la crisis en la que estaba sumido el PSOE, pero ni mucho menos para quedarse cerca del partido socialista y, por tanto, lograr superarle, lo que sí ha conseguido Podemos en varias Comunidades Autónomas en las últimas elecciones legislativas.

El ascenso de Podemos hay que atribuírselo a méritos propios, que no son pocos ni mucho menos. El principal es que ha removido las aguas estancadas y malolientes que había en la política española. Unas aguas resultado de la elevada corrupción que afecta fundamentalmente al PP pero de la que no se escapa el PSOE, como tampoco Convergencia i Unió, el partido catalán que ha vencido durante muchos años en las elecciones en su Comunidad. A su vez esta prepotencia ha conducido a estos partidos a generar unas dosis importantes de clientelismo. Los partidos se han alejado de los problemas de la sociedad, pues se han convertido en máquinas electorales, habiéndose considerado un fin en sí mismos y no como un medio para gobernar en favor de los ciudadanos.

El mérito de Podemos es que ha sabido conectar con las inquietudes que mostraban gran parte de los ciudadanos con los recortes presupuestarios iniciados por el PSOE y luego agudizados con el PP que afectaban principalmente al Estado del bienestar. Esas inquietudes se mostraron en manifestaciones casi diarias, sobre todo en Madrid para protestar por la reducción de los gastos públicos fundamentalmente en educación y sanidad. A estas manifestaciones se les conoció como “mareas”, de modo que los de educación portaban camisetas verdes y los de sanidad blancas.

A ello le siguió el movimiento bautizado como 15-M, pues es la fecha en la que se inició la ocupación de Puerta de Sol en Madrid, pleno centro de la ciudad, que tuvo también su repercusión en otras ciudades españolas e internacionales. En esta concentración se daban gritos y había pancartas contra las políticas de austeridad, pero también se lanzaban proclamas como “no nos representan” refiriéndose a los diputados y “le llaman democracia y no lo es”, lo que expresaba un malestar con las instituciones representativas y su alejamiento de los problemas reales de los ciudadanos. La desafección con la política era evidente, así como el desprestigio de las instituciones. La virtud de Podemos es que ha sabido canalizar todo ese malestar configurándose como partido político. El impacto que está teniendo en la sociedad es muy grande. Todo este éxito lo está teniendo como consecuencia de los discursos de sus dirigentes que saben conectar con las inquietudes de la gente. En los momentos presentes el parlamento español ofrece una gran heterogeneidad y resulta más representativo de lo que la sociedad española es. No deja de ser significativo que muchos diputados provengan del activismo social. Los movimientos sociales han llegado a las alcaldías, comunidades autónomas y al parlamento.

Podemos ha conseguido este ascenso, que ha tenido también momentos de bajada, a pesar de la campañas que se han hecho en su contra. Estas campañas arreciaron a raíz de la consecución de los cinco eurodiputados. Hasta entonces Pablo Iglesias había aparecido en varios programas de televisión, fundamentalmente en el canal de la sexta y era tratado de forma amable. A partir de ese momento las cosas cambiaron y se comenzó a denunciar sus vinculaciones con Venezuela e incluso se llegó a decir que tenía sus simpatías hacia ETA. Ahora, también se publican relaciones con Irán. Sus líderes son investigados por hacienda con el fin de encontrar cualquier irregularidad con la que desprestigiarles.

Esta campaña contra Podemos no solo está orquestada por los medios afines a la derecha, sino también por un diario como El País, que ha lanzado editoriales, así como a los intelectuales vinculados a su grupo para desprestigiarles. Hasta ahora no han conseguido sus propósitos. Hubo un momento en que sí parecía que lo habían logrado aunque fuera parcialmente el objetivo que buscaban. El pobre resultado obtenido en las elecciones catalana daba la impresión que Podemos estaba en caída, hasta el punto en que la mayor parte de los sondeos le daban como cuarta fuerza política y a Ciudadanos como segunda tras el PP. Los hechos han puesto de manifiesto los grandes errores cometidos por los sondeos una vez más.

La crisis económica y la economía española hoy

La crisis económica, la política económica de austeridad puesta en marcha, y la corrupción tan elevada, han hastiado a gran parte de la población y la han desengañado de los partidos tradicionales. Podemos obtiene sus votos de abstencionistas, de votos en blanco, de anteriores votantes del PSOE e IU. Se ha llegado a decir que también del PP, pero estos en caso de haber sido son pocos y los que les dieron la confianza en las elecciones europeas han emigrado en su mayor parte a Ciudadanos. Así que su mayor caladero se encuentra en la izquierda y en los que tradicionalmente no votaban o lo hacían en blanco, pero que entre los que ha creado una ilusión que había desaparecido.

El PSOE inicia su declive a partir de mayo de 2010 cuando se doblega como gobierno antes las imposiciones que le impone las instituciones la Unión Europea (UE), y que con posterioridad le lleva conjuntamente con el PP a modificar un artículo de la Constitución, poniendo límites al déficit público y dar prioridad a los pagos de la deuda sobre otras necesidades sociales. Este giro y la asunción de las políticas de austeridad le están resultando muy costosa al PSOE. Además, de la forma desastrosa que tuvieron de gestionar la crisis desde sus comienzos. El equipo económico no había previsto que se diera tal posibilidad y cuando tuvo lugar el estallido de la Gran Recesión partieron del supuesto que iba a ser pequeña y que no alcanzaría los niveles que ha tenido. Por si fuera poco, la corrupción que le ha estallado en sus manos ha contribuido a perder la hegemonía que ha tenido en la izquierda española desde la restauración de la democracia en 1977. Hay que resaltar que afortunadamente la izquierda es más severa que la derecha antes los casos de corrupción habidos en su seno y por ello sus potenciales votantes castigan más al PSOE que los suyos al PP.

La crisis económica y las políticas económicas aplicadas han supuesto un aumento de la desigualdad, la pobreza relativa, la malnutrición infantil, los desahucios de las viviendas, el empleo precario y la inseguridad en el trabajo. La política económica ha tenido como objetivo el restablecimiento de los beneficios a costa de los trabajadores y del Estado del bienestar. El panorama es desolador pues nos encontramos con una sociedad que padece el paro en niveles elevados, que es más pobre, que ha perdido derechos laborales y de ciudadanía.

Esta imagen no se corresponde con el optimismo que despliegan el gobierno y las élites económicas, como consecuencia del crecimiento económico que está habiendo, más del 3% en 2015 y la creación de empleo, aunque sea escasa y en condiciones bastante precarias. Pero este optimismo lo es para las grandes corporaciones económicas y financieras que aumentan sus beneficios pero no para la mayoría de la población, y no digamos para los jóvenes, mujeres y para los que tienen los ingresos más bajos e intermedios.

El desafío que tiene ante sí Podemos si gobierna en coalición con el PSOE es muy grande ante la situación tan devastadora que deja el PP. La tarea de curar las heridas causadas no es sencilla, sobre todo con una UE que sigue fiel a una ortodoxia que ha demostrado su fracaso, pero que impone unos límites muy estrechos a la actuación de los gobiernos. La integración europea está resultando un gran fiasco y eso es otro deber que hay que hacer, tratar de influir para cambiar la política económica y social y la posición tan negativa que se está teniendo con los refugiados.

Todo esto en un contexto incierto de la economía global y que tal vez conduzca a otro estallido económico. La inestabilidad con que han saludado los mercados financieros el nuevo año es un síntoma de los achaques que sufre la economía real y puede ser un anticipo de lo que se avecina. La crisis en Brasil y Argentina y sobre todo la desaceleración de la economía china pueden traer consecuencias muy graves. Estos países junto con otros emergentes han servido de contrapeso a la crisis surgida básicamente en el mundo desarrollado. Ahora les toca a ellos sufrir la recesión con retraso en una economía que aún no se ha recuperado.

En el caso de que Podemos no gobierne también debe desempeñar un papel importante desde la oposición con críticas a la ortodoxia y ofrecer alternativas viables y creíbles de política económica, social y de regeneración de la democracia. No son momentos para la demagogia y arrogancia sino para saber negociar y pactar, lo que requiere ceder sin que esto suponga renunciar a los principios básicos que le han colocado dónde está.

5 de febrero, 2016