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Culturales

On-line version ISSN 2448-539XPrint version ISSN 1870-1191

Culturales vol.5 n.1 Mexicali Jan./Jun. 2017

 

Artículos

Actitudes lingüísticas hacia la maya por yucatecos bilingües de la Región 90 de Cancún

Attitudes toward Yucatec Maya among bilingual speakers in Cancun’s 90 th borough

Eyder Gabriel Sima Lozano* 

Pedro Antonio Be Ramírez** 

*Universidad Autónoma de Baja California. eyderg@gmail.com

**Universidad Autónoma de Baja California. pedro.be.ramirez@gmail.com


Resumen:

Este estudio busca identificar las actitudes lingüísticas hacia la lengua maya en un grupo de yucatecos bilingües de maya y español asentados en un área de la ciudad turística de Cancún conocida como la Región 90. A partir de la aplicación de un cuestionario sociolingüístico se exploran dichas actitudes en los ámbitos familiares, escolares y urbanos, espacios donde la mayor parte de los participantes afirmaron que es importante hablar la maya. Sin embargo, hace falta explorar las causas profundas de las actitudes que los hablantes exponen, pues el instrumento del presente estudio tiene un alcance limitado. Pese a ello, este trabajo es aportativo para comprender la situación del maya yucateco en la ciudad de Cancún, donde predominan actitudes positivas para la lengua maya.

Palabras clave: actitudes lingüísticas; lengua maya; yucatecos bilingües; Región 90; Cancún

Abstract:

This study attempts to identify the linguistic attitudes toward Yucatec Maya held by a group of bilingual (Maya/Spanish) Yucatecos residing in Cancun’s 90th borough (Región 90). These attitudes were examined using a sociolinguistic questionnaire exploring attitudes within families, schools and urban contexts. The results show that participants thought it is important to speak Yucatec Maya in those spaces. Despite the limitations inherent to the questionnaire as a research method, this paper is a contribution to understanding the situation of Yucatec Maya in the city of Cancun, where positive attitudes for the Mayan language seem to prevail.

Keywords: linguistic attitudes; Yucatec Maya; bilingual Yucatecans; 90th borough; Cancun

Introducción

Los estudios de actitudes lingüísticas han cobrado relevancia a partir de que son punto de partida para identificar la situación de una lengua y realizar, a favor de ella, proyectos de revitalización o planificación lingüística (Castillo, 2007; Fishman, 1974, 1979, 1991; Hamel y Muñoz, 1988; McConnell, 1991; Terborg y García, 2011). En el ámbito mexicano, las actitudes hacia las lenguas nativas se producen en contextos contradictorios en los que, por un lado, se dejan ver las bondades de la herencia indígena, y por otro, los hablantes no tienen acceso a los beneficios, por los que son objeto de simbolismo y valoraciones históricas que solamente quedan en la letra de los textos y algunas leyes (Bonfil, 1994; Gutiérrez, 2012).

En el contexto de la península de Yucatán, las actitudes hacia la lengua maya1 dejan ver relaciones también dicotómicas entre la lengua y los hablantes (Sima, 2011, 2012). Existen posturas muy favorables hacia la maya, incluso se han creado diversos proyectos para su continuidad y enseñanza en ámbitos públicos, pero los hablantes mayas siguen sumidos en la pobreza y en situaciones en las que deben migrar para obtener beneficios económicos que sus comunidades de origen nos les permite conseguir (Quintal et al., 2011; Sima, Perales y Be, 2014).

Así, desde una postura sociolingüística y usando como instrumento el cuestionario del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) (2008), esta investigación analiza el contexto de la Región 90 de la ciudad de Cancún, como un espacio en el que existen pocas investigaciones de carácter sociolingüístico tanto para el área del español, la maya2 y el inglés, que son las lenguas predominantes en la metrópoli. La primera por ser el idioma de la mayor parte de la población que ha llegado a radicar; la segunda se constituye en la primera o segunda lengua de los yucatecos y mayas quintanarroenses que han migrado a este polo turístico; y la tercera representa una lengua estándar en situaciones especiales como es el ámbito del turismo.

Por lo anterior, el objetivo de este trabajo es identificar las actitudes hacia el idioma maya de un grupo de población yucateca bilingüe de maya y español que habita en una zona conocida como la Región 90 en la ciudad de Cancún. Derivado del propósito, las preguntas de investigación que guían este trabajo con una metodología cualitativa son: ¿Cuáles son las actitudes hacia la lengua maya en el ámbito familiar y urbano en yucatecos bilingües de la Región 90 de la ciudad de Cancún? ¿Cuáles son las actitudes hacia la lengua maya en su relación con el español y el inglés en el ámbito escolar desde la postura de los yucatecos bilingües de la Región 90 de la ciudad de Cancún?

Por la importancia del tema, revisamos brevemente algunos de los antecedentes más cercanos con nuestro trabajo. Sin embargo, existen pocas investigaciones sobre las actitudes hacia la lengua maya en la ciudad de Cancún, por ello, se hace necesario estudiar otras perspectivas teóricas y metodológicas del concepto de las actitudes lingüísticas en la metrópoli quintanarroense, así como extender el núcleo de población que participa en estos estudios para conocer las posturas de los hablantes, sobre todo porque Cancún es una urbe joven, de reciente creación, que se ha construido a partir de la migración de personas de otros estados del país y de mayas yucatecos que han llegado por la cercanía con el sitio.

El estudio de Hernández y Sima (2015) analiza las actitudes hacia las tres lenguas en contacto (maya, español e inglés) tanto en Cancún, Mérida y Chetumal. Los autores encuentran que la ciudad de Cancún es la que reporta las actitudes más positivas hacia la lengua maya, en contraste con Chetumal, que tiene actitudes negativas no sólo hacia la maya, sino también hacia el mismo inglés. Álvarez (2008) reporta actitudes negativas hacia la maya en la comunidad de Holcá, Yucatán. Pfeiler (1993) describe en su estudio de actitudes en las comunidades de Cantamayec y Chabihau, usando la técnica del matched- guise, que los sujetos hablantes de español recibieron una evaluación más alta que los hablantes mayas. Mención importante es el trabajo de Durán y Sauma (2003), quienes analizan las actitudes en contextos educativos de la ciudad de Mérida y reportan posturas positivas hacia el idioma maya. Por su parte, Sánchez (2009) evalúa las actitudes y la pérdida de la lengua maya como consecuencia de la situación deprimente en las comunidades del estado de Quintana Roo. En tanto, Sima, Perales y Be (2014) encuentran actitudes positivas hacia la lengua maya de los propios bilingües de maya y español. Asimismo, Sima y Perales (2015) encuentran que los jóvenes monolingües de español de la ciudad de Mérida, aunque aprecian la maya, prefieren el aprendizaje del inglés como segunda lengua.

A partir de los antecedentes, nuestro estudio se enfoca en comprender lo que ocurre con los migrantes yucatecos de la Región 90 y las actitudes que construyen con respecto a la lengua maya.

Marco teórico

Tres son las perspectivas metodológicas que inciden para la realización de los estudios de actitudes lingüísticas (Bouchard, Giles y Sebastian, 2000). El primer camino es el análisis de contenido del tratamiento societal, que se concentra en las acciones públicas y las políticas del estado hacia el idioma. Un segundo camino tiene que ver con una postura de carácter conductista que explica que las actitudes están en el medio, son visibles, y el acceso hacia ellas se genera a través de técnicas como las entrevistas, las observaciones y los cuestionarios. Un tercer y último camino apela a que las actitudes no son visibles, están en la mente de los hablantes, por lo que se analizan con técnicas como el matched-guise y los diferenciales semánticos.

Por nuestra parte, consideramos que los tres senderos son opciones válidas. Actúan como luces que guían hacia las actitudes lingüísticas. Para nuestro estudio, siguiendo a Garret (2010), usamos la segunda postura, la conductista, y aplicamos el cuestionario, lo cual detallaremos en la siguiente sección de la metodología. En esta posición, a los sujetos de estudio se les pregunta sobre sus preferencias hacia una lengua, es decir, se trata de una elicitación directa para obtener las actitudes tal como lo expresa Garret (2010). La definición de actitud lingüística que usaremos como guía de esta investigación será la que propone Lorenzo (2000, p. 3) que dice:

A actitude constitúe un constructo teórico, un mecanismo que media entre un estímulo e una respuesta. O estímulo en cuestión pode ser de calquera tipo, e concentrando nos estímulos lingüísticos, estes poden incluír actitudes ante as linguas, ante os falantes das linguas ou ante calquera tipo de obxecto ou contido lingüístico: ante a promoción da lingua, ante a lingua na publicidade, ante a transmisión das linguas na casa ou nas escolas, etc. (original en gallego).

[Una actitud constituye un constructo teórico, un mecanismo que media entre un estímulo y una respuesta. El estímulo en cuestión puede ser de cualquier tipo y centrado en los estímulos lingüísticos; éstos pueden incluir actitudes hacia las lenguas, hacia los hablantes de lenguas y hacia cualquier tipo de objeto y contenido lingüístico: hacia una promoción de la lengua, hacia la lengua y la publicidad, y hacia una transmisión de lenguas en la casa o en las escuelas, etcétera. (Traducción propia)].

En ese sentido, la definición permite explicar que una actitud lingüística es una representación teórica que contiene un estímulo y una respuesta. El estímulo, pues, es cada lengua, sus variantes y los hablantes de éstas, por lo que en este trabajo analizamos cómo la lengua maya es un estímulo ante la que los hablantes yucatecos bilingües de maya y español de la Región 90 de la ciudad de Cancún responden de alguna forma.

Si bien la definición es bastante incluyente en relación con las posturas y caminos que tienen las actitudes lingüísticas, además de que considera aspectos como las políticas lingüísticas, creemos que podría ampliarse a elementos como el tiempo y cuestiones que tienen que ver con la identidad de los grupos, lo cual trataremos al final de este trabajo.

Por otra parte, vale la pena mencionar, en consonancia con Baker (1992), que la revisión de las actitudes hacia una lengua es una forma de mostrar el estado de salud en el que se encuentra dentro de su contexto social, por lo que el constructo viene a representar las conductas y los caminos sociolingüísticos hacia los que se orienta la población o un sector donde se encuentra la lengua o la variante en cuestión.

Para terminar, las actitudes se constituyen de tres componentes fundamentales (Baker, 1992; Gallois, Watson y Brabant, 2007; Garret, 2010). El primero es el cognitivo, que establece el saber y el conocimiento de los hablantes hacia su lengua. En este nivel existe un conocimiento compartido entre los hablantes hacia el idioma y sus variantes, lo que expresan diferentes voces junto con sus relaciones de identidad, es decir, la lengua como un vehículo que viene a reforzar la cultura y las tradiciones. Al mismo tiempo, la literatura y los imaginarios contribuyen a reforzar lo que se dice y se representa en el discurso de los hablantes hacia una o varias lenguas y sus variantes en contacto. Ejemplos de este nivel son: “la maya es la lengua de los yucatecos”, “es la lengua de nuestros antepasados”.

El segundo componente, el afectivo, explora las evaluaciones y la parte más subjetiva de una lengua desde el punto de vista de los informantes. En este nivel no solamente se ubica un saber compartido, se halla presente una evaluación que se expresa en las palabras de los hablantes o de los que están en contacto con el idioma; un grupo de población califica a una variante lingüística, motivado por circunstancias temporales o definitivas, es decir, la gente opina sobre una lengua a partir de ideas arraigadas o de discursos temporales que aparecen como una moda. Típicamente, las personas dicen que una lengua es bonita, fea, agradable, interesante, internacional, etcétera. En el caso de la maya, los informantes suelen decir: “la maya es muy bonita”.

Por la parte del componente conductual, encontramos las acciones que las políticas del lenguaje de las instituciones y los individuos, de forma particular, realizan en pro o en contra de una lengua, como legislar a favor de un idioma o prohibir que se hable. Históricamente, los casos de revitalización como el hebreo o la censura de las lenguas indígenas en las escuelas mexicanas encuentran cobijo en este nivel. En lo individual, las personas, al elegir aprender un idioma, desplazar su lengua nativa o cambiarla por otra, también constituye una forma de reaccionar hacia una variante lingüística. En palabras de un hablante: “yo quiero aprender la maya”, muestra un ejemplo de este componente de las actitudes lingüísticas.

Incluimos estas notas sobre las actitudes porque serán elementos teóricos del análisis a presentar en las siguientes líneas. Pero es importante mencionar que los componentes de las actitudes no actúan solos, pueden estar en constante combinación unos con otros. Por ejemplo, si los hablantes dicen: “la maya es internacional”, constituye un saber predominantemente afectivo, pero, al mismo tiempo, es cognitivo, porque proviene de un discurso que la gente conoce e identifica a partir de diferentes acciones en pro del idioma.

La metodología

El desarrollo de este trabajo tuvo como punto de partida la Región 90, una zona de la ciudad de Cancún, escenario que detallaremos en la siguiente sección. Por ser una zona de alta concentración de yucatecos bilingües de maya y español, tanto de primera y segunda generación, fue la motivación para seleccionar este sitio con el fin conocer las actitudes lingüísticas hacia la maya por parte de los portadores étnicos de origen maya yucateco.

Como mencionamos líneas arriba, nuestra técnica de aplicación, el cuestionario de tipo sociolingüístico, se ubica dentro de la segunda posición, la conductista, que sostiene que las actitudes están en el medio, y de esta forma quisimos conocer a través de dicho instrumento los aspectos que interesan a la presente investigación.

Nuestra muestra abarcó 60 cuestionarios divididos en tres grupos etarios. Las variables que se seleccionaron para el estudio fueron: ser bilingüe de maya y español como la principal, pero incluye a los hablantes pasivos que dicen saber la maya pero no hablarla, características etarias de personas jóvenes de 15 a 30 años de edad, personas adultas entre 30 a 59 años de edad, e individuos de 60 años en adelante. El sexo no fue un determinante para el estudio, pero existe una proporción equilibrada entre los dos géneros. En cuanto a la clase social, los participantes pertenecen a estratos de clase social media y baja. La clase social se dedujo a partir de las visitas en los hogares y la observación de los bienes materiales, aunque es del todo previsible que esto sea subjetivo.

El cuestionario fue diseñado por el Inali (2008) y adaptado para el área maya por Pfeiler, Sánchez y Villegas (2014). El análisis se enmarca dentro de la investigación cualitativa, procurando que sea inductiva, desde la perspectiva de los propios hablantes. Aunque se incluyen datos numéricos como las frecuencias y porcentajes de los hablantes en relación con los temas tratados, no se considera un tratamiento estadístico, pues el fin es proporcionar huellas que lleven a otros caminos y estudios para ampliar las perspectivas de análisis, usando otros instrumentos como la entrevista, para ampliar las perspectivas etnográficas.

La aplicación del cuestionario abarcó 29 preguntas con respuestas de opción múltiple y preguntas abiertas. Los tópicos que aborda el cuestionario son: L1 y L2, la función de la maya en la familia y en la comunidad, situaciones de uso del idioma, la relación entre lengua y escuela, actitudes hacia el idioma, lengua y medios de comunicación, trasmisión del idioma a niños y jóvenes, lengua, escritura y enseñanza.

Debido a la gran cantidad de temas que aborda el cuestionario, únicamente nos limitamos en este estudio al análisis de las respuestas de tres preguntas de dicho instrumento que tienen que ver con las actitudes lingüísticas. En el Cuadro 1 proporcionamos una identificación más generalizada de los 60 participantes del estudio, identificándolos con los rasgos de género, edad, actividad, clase social, escolaridad, lugar de origen y tipo de bilingüismo;3 prácticamente todos son originarios de algún municipio o comunidad de Yucatán.

Cuadro 1 Características de los informantes 

Elaboración propia de los autores.

La realización del análisis sigue una metodología de tipo cualitativa, de forma inductiva, considerando los puntos de vista de los informantes, con pautas numéricas, a fin de plantear posibles expectativas estadísticas en otro estudio que sea de tipo representativo. Las categorías de análisis son tres, tomando como punto de partida la significación continua y coincidente de las respuestas que se obtuvieron de los participantes del estudio. Éstas refieren a ámbitos donde interactúan y conviven los informantes, y van desde el entorno privado hasta lo público. Nos referimos a los escenarios familiar, escolar y urbano. La primera categoría de análisis trata sobre las actitudes hacia la maya en el ámbito familiar; la segunda, actitudes hacia la maya en el ámbito urbano; la tercera categoría es actitudes hacia la lengua maya en el ámbito escolar.

Asimismo, usamos los tres componentes de las actitudes lingüísticas que explicamos líneas arriba en el marco teórico: cognitivo, afectivo y conductual, ya que en ellos ubicamos las respuestas de los informantes. Cada uno de los tres componentes viene a representar subcategorías en las tres categorías enunciadas en el anterior párrafo. Por ejemplo, la categoría actitudes hacia la lengua maya en el ámbito escolar tiene tres subcategorías: cognitivo, afectivo y conductual, lo mismo para las otras dos.

Justificamos el uso de estos tres componentes como subcategorías de análisis debido a que son elementos discutidos en la literatura del tema y que vale la pena revisar cómo funcionan en un contexto como el de Cancún. Además, no siempre se realizan de forma individual, como veremos en el análisis, sino que las respuestas pueden estar traslapadas unas con otras, es decir, los componentes interactúan entre ellos.

La forma en la que se adscriben las respuestas de los informantes en las categorías es: primero se estableció la relación entre las propuestas semánticas de las respuestas, lo cual implica observar que ciertos temas son coincidentes entre las expresiones de los hablantes. Segundo: la adscripción de las subcategorías fue a partir del uso de elementos gramaticales que nos indican un acercamiento a cada uno de los componentes. Para el cognitivo son relevantes las sustantivaciones, todo aquello que refiere a un conocimiento, situación o persona, es decir, funciones referenciales. Para el afectivo es relevante el uso de los adjetivos como los evaluadores de las actitudes. Y para el conductual, lo relevante es el uso de los verbos, pues a partir de éstos se notan acciones realizadas o probables actos que los hablantes hacen o harían ante la lengua.

Finalmente, cabe señalar que los porcentajes puestos en el análisis son indicadores de tipo descriptivo, mas no representativos de una población, y son expuestos para señalar las frecuencias y porcentaje de los informantes que se inclinan de forma positiva o negativa hacia las dos primeras preguntas del cuestionario, y la tercera pregunta presenta opciones múltiples en las respuestas esperadas.

En tanto, en las subcategorías, la adscripción de los participantes hacia las mismas no considera frecuencias de los hablantes, sino más bien se tomaron en cuenta las más llamativas, expresivas y con mejores argumentos del universo total de los participantes para ubicarlas en cada uno de los componentes, a fin de ejemplificar cómo funcionan las actitudes hacia la lengua maya en Cancún por parte de los yucatecos.

El contexto: la ciudad de Cancún y la Región 90

Quintana Roo, territorio considerado ajeno y distante del resto del país, fue habitado por reductos mayas que comerciaron con la copra,4 el chicle, la agricultura, la pesca y la explotación forestal (César y Arnaiz, 1998; Macías, 2002). Actualmente, su población es de 1 325 578 habitantes, de acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2010 (INEGI, 2011), y cuyo evento transformador, el más importante de la región, ha propiciado la llegada de inmigrantes nacionales y extranjeros: se trata de la economía centrada en el turismo.

Con la puesta en marcha del Plan Maestro Cancún para edificar una ciudad turística, el modelo de “plato roto” figurado para el desarrollo de la zona urbana en sus primeras etapas fue rebasado por la llegada de trabajadores y aventureros atraídos por las maravillas del lugar tanto económicas como ambientales (Be, 2015). Esto produjo un crecimiento anárquico caracterizado por fenómenos como el paracaidismo, la invasión de terrenos, así como el surgimiento de zonas irregulares, junto con el aumento exponencial y continuo de población migrante y flotante, entre otros aspectos (Romero, 2009). Se sabe que los asentamientos irregulares fueron extendiéndose de la hoy conocida avenida Chichen Itzá hacia la avenida López Portillo y que, como menciona Jiménez (2010, p. 68), se edificaron “las primeras cabañas, palapas y casitas a medio hacer”.

Previendo estos inconvenientes, el programa Nuevos Horizontes nace en 1982 como una estrategia para regular la tenencia de la tierra así como el mercado de lotes, además de realizar obras de infraestructura básica y, por supuesto, obtener apoyos financieros para llevar a cabo estas acciones en un terreno de aproximadamente 900 ha (Anda, 1986). Si bien este programa estaba dirigido a los habitantes de la zona norte de Cancún, fueron consideradas unas 378 ha de terreno expropiado al ejido Isla Mujeres, donde una de las regiones catastrales corresponde a la Región 90 de la colonia Andrés Quintana Roo, con 48 manzanas y 1 348 lotes (Jiménez, 2010).

En la actualidad, la Región 90 está delimitada al norte por la avenida Puerto Juárez, al occidente por la avenida Lombardo Toledano, hacia el oriente por la prolongación avenida Tulum, y hacia el sur por la calle 32 Norte.

Fotografía de los autores.

Figura 1 La Región 90 de Cancún. 

De acuerdo con un estudio elaborado por el Observatorio de la Violencia Social y de Género (s. f.), los habitantes de la región constituyen una población progresivamente joven estimada en poco más de 7 386 personas. Tan sólo en 2008, la Región 90 constituía una de las 20 regiones con mayor número de incidentes delictivos, con 3.4%, según datos arrojados por la Secretaría de Seguridad Pública Municipal de Benito Juárez, y cuyos actos están relacionados con el consumo de alcohol y drogas, existiendo, además, altos índices de violencia y pandillerismo. Esta es una de las regiones, como señala Be (2015), con características consideras como el “segundo Cancún”, en la cual las problemáticas sociales como la delincuencia y la violencia son más que evidentes.

Fotografía de los autores.

Figura 2 Entrada a la Región 90 de Cancún. 

Actitudes hacia la maya en el ámbito familiar

Para responder a nuestra primera pregunta de investigación que guía este trabajo: ¿Cuáles son las actitudes hacia la lengua maya en el ámbito familiar y urbano en yucatecos bilingües de la Región 90 de la ciudad de Cancún?, comenzamos por discutir la primera parte de la interrogante, centrada en el ámbito familiar.

Resultante del cuestionario que se aplicó, la pregunta 1 que aparece en el Anexo nos permitió conocer el porcentaje de los informantes que responden positivamente a la interrogante y qué tipos de respuestas proporcionan para fundamentarlas. Para ello, veamos en el Cuadro 2 la frecuencia de la aceptación o no sobre la importancia de usar la maya en el ámbito de la familia.

Como se aprecia en dicho cuadro, 96.66% de los 60 informantes que aceptaron responder al cuestionario aseguran que la lengua maya tiene importancia para su ámbito familiar. Solamente dos de los participantes, 3.34%, afirmó que no es relevante la maya para su familia.

Cuadro 2 Frecuencia de aceptación de la maya en el ámbito familiar. 

Elaboración propia de los autores.

Para conocer ahora las causas de tales afirmaciones, en el Cuadro 3 presentamos algunas de las respuestas más representativas de los participantes de esta muestra.

Cuadro 3 Las respuestas positivas de los informantes en relación con la maya en el núcleo familiar. 

Elaboración propia de los autores.

Para ello, retomamos la parte teórica que escribimos líneas arriba, que afirma que las actitudes se organizan en tres componentes: el cognitivo, el afectivo y el conductual. Y posteriormente organizamos las respuestas dependiendo del tipo de componente en el que se ubiquen. En el cuadro sólo presentamos las respuestas que fueron positivas.

Como se puede apreciar en el Cuadro 3, en el componente cognitivo se constituye el saber de los informantes acerca de la lengua maya. La relación que hacen los hablantes se traslapa con la identidad, la cultura, la herencia de los antepasados, el legado, la lengua materna del pueblo, lengua originaria; mientras que en el componente afectivo se evalúa a la lengua como una herencia y legado de las personas; y desde el componente conductual se espera que la lengua no se pierda, pues los hablantes, en sus propias palabras, dicen que el idioma sirve para: “que aprendan más lenguas y entiendan”.

Para finalizar este apartado, las únicas dos respuestas que afirmaron que no era importante la maya para su ámbito familiar fueron las siguientes: “No sé” y “Es indiferente”, acerca de las cuales, la primera es del ámbito cognitivo, mientras que la segunda correspondería al plano del componente afectivo de las actitudes lingüísticas.

Terminamos esta sección con la idea de que para los bilingües de maya y español yucatecos, la lengua maya tiene relevancia en el ámbito familiar, pues el idioma es un saber que se organiza temporalmente en el pasado y llega hasta el presente como un legado que vale la pena conservar porque remite a una esencia conectada a las raíces mayas de los yucatecos.

Actitudes hacia la maya en el ámbito urbano

Para continuar la respuesta a la segunda parte de nuestra pregunta de investigación: ¿Cuáles son las actitudes hacia la lengua maya en el ámbito familiar y urbano en yucatecos bilingües de la Región 90 de la ciudad de Cancún?, en particular sobre la parte correspondiente a la urbana, obtuvimos los datos a partir de la pregunta que se aplicó a los participantes (ver pregunta 2 del Anexo).

De 60 informantes, 22 de ellos (36.66%) dijeron que para vivir en Cancún no es importante hablar la lengua maya, en contraste con 38 (63.34%) de los participantes que respondieron que sí es importante hablar la maya en la ciudad de Cancún. De esta forma, podemos observar y hacer una comparación entre las actitudes del ámbito familiar con las actitudes de tipo urbano, en el que se nota que el hogar es el guardián en donde la maya se desliza como un miembro del grupo, en tanto la urbe va cerrando el paso y la construcción de vialidades hacia el idioma, quizá por el contacto con otros idiomas y las situaciones en las que los hablantes se ven presionados a desplazar su lengua vernácula. Pero aun así, una amplia mayoría todavía cree que el idioma sí es importante para la vida cotidiana de la metrópoli.

Desde el punto de vista de los informantes, retomaremos algunas de sus respuestas para identificar las causas que atribuyen a este tema. Nuevamente, las ubicaremos según el componente de las actitudes que corresponda, sea cognitivo, afectivo o conductual. Comenzaremos con las respuestas negativas del porqué los informantes consideran que no es importante hablar la maya en la ciudad de Cancún.

Como se aprecia en el Cuadro 4, primero sobresale el componente cognitivo, que es el saber y el conocimiento que se tiene sobre una lengua; algunas de estas respuestas están traslapadas con el componente conductual de las actitudes en las que existen coincidencias discursivas. Una de las respuestas del componente afectivo expresa un valor positivo para la lengua. La cita del informante que dice: “No es importante, porque siempre han discriminado a los que hablan maya, cuando llegó más gente que no es de aquí”, se ubica en los tres componentes porque, primero, representa algo que la gente dice sobre la maya (que ya no tiene importancia) y los migrantes que llegaron a Cancún con sus actitudes hacia los yucatecos hablantes de maya. Por otra parte, es afectivo porque la discriminación hacia la maya implica valores negativos, por lo tanto, existe una evaluación hacia el idioma. Y es conductual porque el hablante dice que no es necesario saber la lengua (realizar una acción hacia el idioma) y los que llegaron a Cancún realizaron un proceso discriminatorio (acción). Desde la posición cognitiva, el primer argumento se relacionan con porcentajes de población maya que existen supuestamente en la ciudad. Uno de los informante asegura que entre 25% y 50% de la población cancunense habla la maya; es una cifra que si es analizada desde la subjetividad del participante, representa una proporción alta y coincide con el hecho que Cancún contiene una fuerte presencia de hablantes de la lengua maya (INEGI, 2011).

Cuadro 4 Las respuestas negativas de los informantes en relación con la importancia de hablar maya en Cancún 

Elaboración propia de los autores.

Posteriormente, uno de los informantes asegura que la discriminación realizada por los que no son originarios de la región hacia los hablantes de la maya es una causa en detrimento para hablar el idioma vernáculo yucateco en Cancún. Así, observamos un choque entre migrantes mayas yucatecos y migrantes provenientes del resto del país; no en balde, la ciudad de Cancún se caracteriza por tener tres grupos marcados y diferenciados, según el lugar de origen: los yucatecos, los veracruzanos (incluidos chiapanecos y tabasqueños) y los de la ciudad de México (INEGI, 2011).

Las últimas respuestas de los informantes, las de la columna del componente cognitivo, tienen que ver con los procesos de desplazamiento y mantenimiento de la lengua maya.

Aunque el objetivo del trabajo no es tratar el desplazamiento de la maya a favor del español, cabe mencionar las presiones por las cuales los hablantes transitan en urbes como Cancún. El español se presenta como la lengua predominante o el idioma al que se le atribuyen características de mayor valor y prestigio, lo cual contribuye para que los hablantes de idiomas autóctonos como la maya empiecen a sufrir desventajas como hablantes de una lengua vernácula.

En una ecología de presiones como la que propone Terborg (2006), las lenguas pueden actuar como un tipo de facilidad compartida, concepto que se explica como el agente lingüístico seleccionado porque es comprensible y aceptado por la mayor parte de un grupo. Así, el español y la maya son idiomas de facilidades compartidas para ciertos temas, lo cual es un elemento clave para posteriormente analizar la función, mantenimiento y/o desplazamiento del idioma en Cancún.

Ahora revisaremos cuáles son los puntos de vista positivos de los informantes que aseguran que sí es importante hablar la lengua maya en la urbe más grande del estado de Quintana Roo (véase el Cuadro 5).

Cuadro 5 La importancia de hablar maya en la ciudad de Cancún 

Elaboración propia de los autores.

En contraste con la posición anterior, los informantes muestran actitudes predominantemente desde el componente conductual, es decir, son las acciones que los hablantes hacen frente a un idioma. Pero estos hechos no son indicadores que se cumplan, pues los hablantes establecen actos desiderativos o deseables hacia la lengua, pero no necesariamente se van a cumplir si dicen “Quiero aprender maya”, Sin embargo, puede notarse como una posibilidad remota que podría realizar (acción). 238

Estas actitudes constituyen indicadores positivos, pues los hablantes plantean en sus argumentos la importancia de conocer el idioma para hablarlo y comunicarse con los mayahablantes, por lo que, nuevamente, la facilidad compartida que describimos en el párrafo anterior aparece con fuerza desde el componente conductual de las actitudes lingüísticas.

Por el lado de las respuestas que se ubican en el componente cognitivo, éstas tienen relación con el origen, el turismo y la escuela como aspectos en los que la maya está involucrada, lo cual representa una visión amplia de los informantes que respondieron el cuestionario, pues en ellos se simboliza el origen como un rasgo que los caracteriza, el recordar que son migrantes que tuvieron un punto de partida en el estado de Yucatán. Por otro lado, sobresale el turismo como la actividad por excelencia de la ciudad de Cancún, en la que la lengua maya tiene una participación importante, porque hasta los mismos extranjeros o los llamados “gringos” la solicitan.

Y, finalmente, la escuela, que si bien es un contexto en el que habrá que explorar las políticas del lenguaje para conocer cómo se enseña y quiénes son los docentes que participan en dichas acciones, es interesante observar que en los informantes de este estudio existe la percepción de que la escuela es un ámbito en el que converge la maya. Por último, en el componente afectivo, la respuesta que dice: “Porque somos yucatecos”, es nuevamente un factor de identidad que permite, en el contexto de Cancún, la unificación de todos los yucatecos que han migrado a este destino y que reconoce en ellos un origen, una historia, un saber, una serie de costumbres; así, la lengua maya teje estas relaciones que hacen que los yucatecos se sigan reconociendo como tales, “yucatecos”, en sus propias palabras.

Actitudes hacia la lengua maya el ámbito escolar

Para responder a la segunda pregunta de investigación: ¿Cuáles son las actitudes hacia la lengua maya en su relación con el español y el inglés en el ámbito escolar desde la postura de los yucatecos bilingües de la Región 90 de la ciudad de Cancún?, el cuestionario sociolingüístico que se aplicó a los informantes con la pregunta 3 que aparece en el Anexo, presenta tres opciones para responder, que son: maya, español e inglés.

Así, al realizar el conteo para conocer las frecuencias que los informantes asignan a cada lengua, tenemos que 63.3%, con una frecuencia de 38 participantes, creen que es importante aprender las tres lenguas: maya, español e inglés en la escuela, es decir, es deseable para los informantes conocer los tres idiomas y ser trilingüe en tales lenguas. Por el lado contrario, 36.64%, con una frecuencia de 22 participantes, tienen opiniones divergentes que podemos observar en el Cuadro 6, ya que algunos creen que solamente es la maya y el inglés o el inglés y el español, o solamente inglés o español los idiomas que se deben enseñar en el aula.

Cuadro 6 Frecuencias y porcentajes de opiniones divergentes sobre el uso de lenguas en el ámbito escolar 

Elaboración propia de los autores.

Debido a que nuestro trabajo tiene una orientación limitada en cuanto a las causas que atribuyen los hablantes del porqué de sus respuestas, creemos que hace falta complementar con otro instrumento, como la entrevista profunda, la exploración de estos argumentos.

Para conocer las opiniones de los dos grupos, en el Cuadro 7 presentamos las casusas por las que los hablantes bilingües yucatecos creen que es importante estudiar las tres lenguas.

Cuadro 7 La importancia de aprender las tres lenguas en el ámbito escolar 

Elaboración propia de los autores.

Vemos, entonces, que los que están a favor de las tres lenguas en contacto, en el ámbito escolar, presentan argumentos desde los tres componentes, defendiendo la utilidad, el aprendizaje, el origen, lo bonito del idioma, el enriquecimiento de la cultura y el trilingüismo, que percibido por los hablantes, saber las tres lenguas implica el poder hablar con cualquiera.

Por el lado opuesto, veamos qué piensan los que dicen que no son las tres lenguas las que se deben enseñar. De ellos, 10% (a) no respondió a la pregunta. El que dijo que maya e inglés (b), alega el hecho de que Cancún es una zona turística y aprender maya es para no perder la cultura. En tanto que los que dicen que solamente inglés (c), su argumento se basa en que dicho idioma es la clave para las oportunidades laborales. El informante que expresa que solamente en maya (d), dice que no todos tienen acceso a la lengua, aunque cree que los tres idiomas son importantes. Los que expusieron que en maya y español (e), suponen que es para preservar y rescatar la cultura autóctona y porque la maya es la lengua de la región. Por la parte de los que dicen que es español e inglés (f), apelan al hecho de que son las únicas lenguas de la educación básica. Y por el lado de los que creen que solamente español (g), dijeron que es la lengua de la escuela, de la mayoría, y la que se habla en la ciudad.

Cancún no sólo se ha constituido en un polo turístico en donde la migración ha sido un aspecto palpable que la caracteriza, sino que es un espacio en donde confluyen diversas lenguas en contacto (por ejemplo, español, inglés, maya): las vernáculas de hablantes indígenas que provienen de otros espacios que no pertenecen a la península de Yucatán, y otras lenguas extranjeras (Be, 2015; Sima y Hernández, 2016).

Cancún, escenario de oposiciones entre el origen étnico de sus pobladores, es también, en ocasiones, un contexto de confrontación lingüística, pues de acuerdo con la metáfora de la ecología de presiones de Terborg (2006), los hablantes de lenguas nativas como el maya y los de los otros grupos vernáculos, se sienten impulsados a actuar de determinada forma hacia sus lenguas, ya sea para seguirla usando o desplazarla a favor de las lenguas dominantes.

En el ámbito de los yucatecos bilingües, en los informantes que habitan la Región 90, existe una fuerte cohesión de grupo aunado a su identidad de ser yucatecos, por lo que la lengua se convierte en un motor de fortalecimiento de dicho aspecto identitario. Aunque muchos no hablen la maya, el ser yucateco o de origen yucateco implica una relación estrecha con el ser mayahablante, por lo que la identidad y las actitudes lingüísticas convergen en un polo que permite expresar cómo una actitud lingüística no solamente es la reacción o postura ante las lenguas, sus variantes y sus hablantes, sino que va más allá y trastoca los límites sociales y culturales, como el identitario.

Si retomamos la definición que guía el trabajo de Lorenzo (2000) expresada líneas arriba, proponemos la incorporación de aspectos identitarios y temporales, ya que el vínculo entre estos dos conceptos surge a partir de la voz de los propios informantes cuando expresan: “Es la lengua de nuestros orígenes”. Entonces, una forma también de entender una actitud lingüística es que se convierte en una postura de los hablantes hacia la lengua, hacia ellos mismos y las variantes en la que confluyen las identidades, sintiendo una relación particular con su lengua en determinado contexto temporal, ya que las actitudes surgen motivadas por las acciones que suceden a su alrededor.

Conclusiones

Para concluir este trabajo, retomaremos nuestras preguntas de investigación. Con la primera, al comparar estos dos ámbitos, observamos que mayoritariamente los informantes le adjudican a este espacio valores positivos cuando se trata de explicar que la lengua maya se sigue hablando en el hogar, se reduce cuando se trata de la vida de la urbe, pero aun así, una amplia mayoría considera que Cancún es una ciudad en donde existe y pervive la maya a través de la voz de los yucatecos bilingües de maya y español que llegaron décadas atrás para encontrar mejores oportunidades laborales. Además, en su vida cotidiana afirman el orgullo de ser yucatecos y, con ello, el ser mayahablantes, por lo que la lengua maya es un factor que les permite tener una identidad de grupo frente a los otros.

En la segunda pregunta nuevamente encontramos opiniones diversas, pero sigue predominando en la voz de los yucatecos radicados en Cancún la idea de que la maya es una lengua en contacto con el español y el inglés y que abre las oportunidades laborales y ahínca las raíces para que la cultura permanezca en la esencia del migrante yucateco de primera, segunda y tercera generación, como un estandarte que se porta con orgullo. Así, entre los hablantes yucatecos bilingües de la Región 90 de la ciudad de Cancún existe una conciencia lingüística de la maya en relación con un pasado que hereda a sus hablantes actuales, un tesoro importante que para ellos es trascendental conservarlo.

La identidad cobra relevancia en este punto en el sentido en que las pertenencias expresadas por estos yucatecos bilingües de maya y español están conectadas con un origen cuya carga sociocultural se presenta a través de una herencia compartida mediante costumbres, saberes y prácticas que hoy día dan soporte a la realidad donde se encuentran. Es ahí donde la cultura maya se materializa a través de la lengua como un elemento de cohesión en estos migrantes donde su “ser maya yucateco” converge con las actitudes expresadas sobre la maya. Pese a que el contexto social de Cancún privilegia el uso de otras lenguas como el español o inglés, es el hogar donde adquiere un sentido trascendental de comunicación al interior de la familia, además de fortalecer la identidad como yucatecos. De esta forma, en este trabajo hemos analizado las actitudes lingüísticas de los hablantes de la lengua maya, pero hace falta analizar los procesos de mantenimiento y desplazamiento, a fin de identificar qué tanto orgullo expresan de su lengua los hablantes de maya y si están manteniéndola, sobre todo en una trasmisión intergeneracional, por lo que queda pendiente esta tarea para futuras investigaciones.

Además del cuestionario que aquí hemos usado, el análisis debe complementarse con un trabajo etnográfico que incluya entrevistas para observar la forma de proceder de los migrantes yucatecos mayas en el contexto donde se sitúa. Es decir, el plus de este trabajo a futuro es ver el tema más allá del cuestionario e involucrarse en otras herramientas de análisis para comprender a profundidad el fenómeno sobre las actitudes hacia la lengua maya por los migrantes yucatecos en la ciudad de Cancún.

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Este trabajo es resultado del financiamiento de la Secretaría de Educación Pública, a través del Programa para el Desarrollo Profesional Docente para el Tipo Superior (Prodep) de México.

1Las formas de referirse a la lengua, según los hablantes, son: “la maya” y “lengua maya”. Algunos monolingües de español usan “el maya”, en tanto que las autoridades como el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali), nombran al idioma como “maya yucateco”. En este trabajo nombraremos al idioma según las diversas formas descritas.

2“Aquí vas a encontrar a los mayas”, según el taxista que nos llevó de la terminal de los autobuses del ADO de Cancún al hotel cuando llegamos. “Eres yucateco y no sabes maya, ¿cómo?”, según el último taxista que nos llevó del hotel a la terminal del ADO de Cancún.

3Entendemos por bilingüe funcional a aquellos que dicen tener como competencia lingüística el hablar la maya y entenderla; no analizamos la lectura y escritura, debido a que la mayoría de los mayahablantes no tienen dominio en estos niveles. Por la parte de los pasivos, son los mayahablantes que dicen entender la maya, pero no la hablan e hilan frases sencillas, pero no tienen fluidez cuando hablan la maya (Sima, 2012).

4La copra es el resultado de la desecación de la semilla del coco. Tiene un uso alimentario: sirve como ralladura en los productos de pastelería. Asimismo, se procesa para la elaboración de aceites y jabones. La copra se refiere a la extracción de aceite de coco que durante la década de 1930 tuvo su auge con la presencia de los ranchos copreros que contaban con grandes extensiones para plantar las palmas de coco (Daltabuit, Vázquez, Cisneros y Ruiz, 2006).

Anexo

1. ¿Considera que para su familia es importante hablar la maya? Sí ___ No ___

¿Por qué?

2. ¿Para vivir aquí es importante hablar maya? Sí ______ No _____

¿Por qué? _______________________________________

3. ¿Qué lengua es importante aprender en la escuela?

a. Maya _____

b. Español _____

c. Inglés _____

¿Por qué?

Recibido: 16 de Mayo de 2016; Aprobado: 15 de Diciembre de 2016

Eyder Gabriel Sima Lozano. Mexicano. Doctor en Antropología Lingüística por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Sus líneas de investigación son: procesos de mantenimiento, desplazamiento y actitudes lingüísticas hacia la lengua maya y el mixteco, así como la argumentación e interrogación de la prensa religiosa jalisciense del siglo XIX. Ha publicado artículos en revistas indexadas y dirigido tesis de licenciatura y participado en comités. Ha sido ponente en congresos nacionales e internacionales. Pertenece al SNI, nivel I. Actualmente se desempeña como coordinador de Investigación y Posgrado de la Facultad de Idiomas Campus Ensenada, de la Universidad Autónoma de Baja California.

Pedro Antonio Be Ramírez. Mexicano. Doctor en Antropología por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Maestro en Antropología Social por el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), y Licenciado en Psicología por la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY). Ha sido profesor en la Escuela Nacional de Antropología e Historia, Unidad Chihuahua, y de la Licenciatura en Psicología en el Campus Mérida de la Universidad Valle del Grijalva (UVG). Actualmente se desempeña como profesor de tiempo completo en la Facultad de Ciencias Humanas de la Universidad Autónoma de Baja California Campus Mexicali. Participó como colaborador en el proyecto “Actitudes, mantenimiento, desplazamiento e identidad de la lengua maya en tres contextos urbanos de la península de Yucatán”. Sus líneas de investigación tratan sobre etnicidad, género, identidad, turismo y migración, tanto a nivel nacional como internacional, desde un abordaje cualitativo como cuantitativo. Entre sus publicaciones se encuentran: Migrantes yucatecos, itinerarios transnacionales y aprendizajes: la experiencia desde un escenario turístico; En comunión con Dios y con el pueblo: un acercamiento etnográfico a la fiesta patronal de Telchac Pueblo, Yucatán; y Actitudes de yucatecos bilingües de maya y español hacia la lengua maya en Mérida, Yucatán, esta última en coautoría.

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