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Culturales

On-line version ISSN 2448-539XPrint version ISSN 1870-1191

Culturales vol.4 n.2 Mexicali Jul./Dec. 2016

 

Reseñas

Gays en el desierto. Paradojas de la manifestación pública en Mexicali

Guillermo Núñez Noriega* 

*Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo, A.C./ Investigador visitante en el Departamento de Estudios México-Americanos, University of Arizona

Balbuena Bello, Raúl. UABC, Mantarraya Ediciones, Mexicali: 2015. ISBN: 978-607-607-244-8.


Gays en el desierto o la inteligencia contra la homofobia

Gays en el desierto. Paradojas de la manifestación pública en Mexicali, de Raúl Balbuena Bello y publicado por la Universidad Autónoma de Baja California, con apoyo de Mantarraya Ediciones es, de inicio, un libro con un diseño de portada atractivo, lleno de simbolismo y referencias a la cultura de masas: desde la llegada del hombre a la Luna, con lo que tiene de conquista (en este caso, una conquista con tintes eróticos, a decir por el hombre de espaldas y con el torso desnudo), hasta el discurso de la liberación gay representado por la bandera arcoíris, que en medio de la monotonía de blancos y grises parece sugerir, como en la película de El Mago de Oz, que una vez ondeada, podremos acceder a un mundo nuevo lleno de color. Por si fuera poco, la portada juega con la tipografía en una danza de letras que nos anuncian gráficamente que estamos ante algo que disputa las convenciones establecidas.

El libro, de 204 páginas, tiene una hermosa factura: un tamaño cómodo para su lectura y manipulación; el papel de portada es agradable al tacto; el color de las páginas interiores y el tamaño y tipo de letra lo hacen cómodo a la vista y la lectura. Además, cuenta con dos solapas creativas: una ofrece información académica sobre el autor (una fotografía y un correo electrónico habrían sido un plus), y otra ofrece información sobre títulos de la colección del Instituto de Investigaciones Culturales-Museo, donde se fraguó la publicación. Finalmente, la contraportada nos dice, de manera breve y concisa, de qué trata el libro y su importancia para la población LGBTTI en Mexicali. Mis felicitaciones para quienes participaron en el diseño, la fotografía, la edición y la impresión, y mis agradecimientos por ofrecernos un producto agradable para la experiencia lectora.

En lo que respecta a su contenido, que se desarrolla a lo largo de siete capítulos más agradecimientos, índice, introducción, conclusiones, bibliografía y filmografía, podemos decir que el libro trata de dar una explicación sobre una paradoja que el autor identifica en relación con la condición homosexual en Mexicali y que expresa en estos términos:

[R]esulta extraño [...] que "muchos" homosexuales [de la ciudad de Mexicali] se mantengan en el anonimato en momentos en que las "ganancias ciudadanas" son evidentes. En este sentido se esperaría que los miedos comenzaran a disiparse y, por lo tanto, se fortaleciera la organización colectiva" [...]. Para ser más claro en mis ideas, me pregunto si no resulta paradójico que en momentos en que se ha logrado el matrimonio entre personas del mismo sexo, muchos sujetos prefieran mantener su práctica sexual en secreto. (p. 12)

Unas líneas más adelante, Raúl Balbuena hace explícito el propósito del libro: "En este libro ofrezco explicaciones a este respecto, abordando la discusión entre homosexualidad (clóset) y gay (desclóset) e introduciendo una categoría central en medio de ella: la de sujeto" (p. 12).

Uno, como lector, agradece que de manera tan clara un autor nos ofrezca la preocupación central que recorre el libro, esto es, el planteamiento del problema, así como los conceptos clave que definen el marco de la discusión para resolverlo. Sobre este último punto, podemos plantear la preocupación del autor, usando sus conceptos de la siguiente manera: por qué los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres se mantienen en el clóset, por qué no se salen del clóset y participan de la organización colectiva, esto es, por qué se viven como homosexuales y no se asumen como gays. La premisa aquí proviene del movimiento de liberación gay que distingue entre homosexual y gay. Homosexual es una identidad asignada desde la heteronormatividad y construida desde el discurso de la patología; gay, en cambio, es una identidad construida desde el movimiento de resistencia a ese discurso, como afirmación política de que se tiene el derecho a la inclusión y a la equidad. El tránsito de la identidad homosexual a la identidad gay es un cambio ontológico fundamental que involucra una revolución epistémica ya proclamada por el movimiento de liberación gay francés: los enfermos no son los homosexuales, sino los que piensan que los homosexuales están enfermos.

Estos son los conceptos y planteos teóricos básicos que utiliza el autor para enmarcar la discusión. El telón de fondo es la emergencia del discurso moderno del siglo XIX que crea la figura del homosexual como un enfermo o como un delincuente, un tema ampliamente reseñado por Michel Foucault; pero también los discursos que pretenden resistir la penalización de las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, a veces biologizando la homosexualidad, a veces mostrando que no hay nada que permita distinguir ni biológica ni psicológicamente entre un hombre homosexual y uno heterosexual. El valor de la reflexión de Raúl Balbuena en lo que se refiere a este tema, reside en haber procurado las fuentes originales, haber rastreado autores significativos, así como novedosos, para el campo académico mexicano, todo esto, con notable claridad de exposición.

Ahora bien, la premisa fundamental del movimiento de liberación gay es que para que se dé el tránsito de una posición de identidad a otra es necesario esa acción personal y política llamada "salir del clóset". Pero ¿qué se necesita para que alguien se atreva a salir del clóset? ¿Por qué los homosexuales en Mexicali no salen del clóset o no salen de manera masiva? Raúl Balbuena nos adelanta un poco su respuesta, la cual no deja de ser también una respuesta paradójica: la organización colectiva es fundamental para desafiar las ideas que patologizan la homosexualidad y el desclosetamiento, nos dice.

La pregunta siguiente es más que obvia: ¿Qué se necesita para que haya una organización política que desafíe las ideas que patologizan la homosexualidad y que ayuden al desclosetamiento? Se requiere de sujetos que deseen participar en organizaciones políticas. Sobre este último, nos adelanta el autor: "[E]n Mexicali no existe una organización política gay porque en muchos sujetos homosexuales no existe el deseo, ni la preocupación de organizarse políticamente o de desarrollar críticas hacia la heterosexualidad y algunas de sus instituciones como la del matrimonio" (p. 13). Parece que estamos atrapados: no hay desclosetamiento porque no hay organización política, y no hay organización política porque no hay desclosetamiento.

La trampa es sólo aparente. Raúl Balbuena Bello, como un auténtico émulo del escapista Harry Houdini, nos propone una salida a esta trampa teórica: "entender la subjetividad y los sujetos que se adhieren o renuncian al proyecto identitario gay" (p. 14).

Pero ¿cómo propone Raúl Balbuena entender a la subjetividad y a los sujetos que se adhieren y renuncian al proyecto identitario gay, con el fin de entender por qué no tienen el deseo de desclosetarse y no tienen preocupaciones políticas? Aquí de nuevo, el autor propone un recorte metodológico, una selección del ámbito de observación del sujeto y subjetividad: Mediante el análisis de "las circunstancias que rodean la vida cotidiana de los homosexuales mexicalenses y su conciencia política; [...] su entorno sociocultural" (p. 13). Balbuena nos detalla: "Abordo al sujeto desde su subjetividad (experiencia de lo vivido); desde las experiencias que le permiten reconocerse como homosexual en lugares que son idóneos para ello. Recojo los 'procesos' sociales que devienen gusto, goce, aversión, aceptación o repudio a través de las cuales se generan o rechazan los vínculos identitarios" (p. 14). El estudio de la experiencia de los sujetos involucra, luego pues, su tránsito por los espacios del gueto comercializado (la disco, la sauna, los bares) y el gueto no comercializado (la calle, los parques, los baños públicos de centros comerciales).

Ahora bien, el proceso de "escape de la trampa teórica" la realiza Raúl Balbuena en varios actos: el primero reside en analizar la historia de los discursos que patologizan la homosexualidad, así como aquellos que disputan desde la ciencia y el activismo su valor y su legitimidad. El segundo acto consiste en cuestionar las herramientas que le son dadas para salir de la trampa, esto es, una serie de supuestos epistemológicos, teóricos y metodológicos que están implicados en la trampa misma. El heterosexismo no está sólo allí actuando en la realidad y afectando la vida de los homosexuales en el día a día, también está presente en los supuestos filosóficos, en las teorías y en las metodologías que definen el discurso recto de la ciencia. El tercer acto consiste en ubicar conceptual y teóricamente el problema, no en los homosexuales per se, sino en el ámbito de las relaciones sociales, del poder que articula contextos, subjetividades y acciones en los sujetos, esto es, su capacidad para seguir o dejar el clóset, que un sistema heteronormativo le ha impuesto al sujeto homosexual. Los capítulos uno ("Miradas al pasado, dolencias del presente"), dos ("La ineludible responsabilidad académica"), tres ("Construyendo al sujeto") y cuatro ("¿Existe un problema?") dan cuenta de esta serie de maniobras intelectuales que realiza Raúl Balbuena para darle legitimidad académica a un objeto de estudio y a una metodología de investigación, al mismo tiempo de que se rompe el cerco homofóbico y heteronormativo de la ciencia que ha querido reducir la homosexualidad al terreno de lo abyecto, de la patología o de la irrelevancia.

Lo que hace Balbuena para algunos puede parecer excesivo. Incluso mi madre podría decir lo mismo que dice sobre mis libros a sus amigas cuando se acercan a conocer lo que escribo: "bríncate el marco teórico, es muy aburrido; pásate al capítulo cinco, ahí está el mitote muy bueno". Por mi parte, les recomiendo que no hagan lo que mi madre les sugeriría, sobre todo si tienen interés en formarse en el campo de las ciencias sociales y en la investigación. En esos capítulos, que ciertamente requiere de antecedentes conceptuales y teóricos para su mejor comprensión, podrán adentrarse en el proceso intelectual por medio del cual se va perfilando en las ciencias sociales y en la filosofía la posibilidad de pensar en el ser humano, en el gay, en este caso, no como centrado en la razón, estable, coherente y desde allí libre y dueño de sus actos y su destino, tampoco como un títere de estructuras que lo manipulan o un engrane en una maquinaria que lo determina, sino como un sujeto, un ser con una subjetividad que se construye en una experiencia de socialización continua, que lo sujeta a estructuras de poder complejas, pero también una subjetividad que construye posibilidades de agencia y reelaboración de los términos que le son dados. Esta historia filosófica y teórica que permite pensar desde parámetros más complejos al sujeto gay en su diversidad, vale decir, no sólo ha sido producto de la filosofía y la ciencia a secas, son producto de una gaya ciencia, de la labor de filósofos y teóricos que han tomado como punto de partida la experiencia gay-lésbica, como lo demuestra Balbuena en sus multicitadas referencias a Saint Foucault y Santa Butler, dos ángeles hermanos, entre muchas otras del santoral filosófico LGBTTI.

Los siguientes dos capítulos, el quinto, titulado "La identidad gay en Mexicali", y el sexto, "Enclosetarse para no morir en el desclóset: paradojas de la identidad gay en Mexicali", presentan el dato de campo a través de entrevistas en profundidad y observaciones realizadas por el autor a hombres homosexuales de la ciudad, con el fin de explorar cómo se constituye la experiencia homosexual desde los espacios de encuentro erótico y de convivencia, como una experiencia colonizada por el discurso heteronormativo, subordinada y abyecta. Una experiencia que acepta los límites que le son impuestos y desde allí gestiona sus dosis de placer y felicidad, incluso esa dosis de respetabilidad establecida desde el discurso moral dominante: "soy homosexual, pero sé respetar, por lo mismo mantengo mi orientación sexual en el ámbito de la vida privada o del espacio confinado del gueto comercializado o de 'los no lugares'", como los llama Balbuena.

La experiencia cotidiana reproduce al nivel del sentido común la heteronormatividad, un sentido común que no es otra cosa, según Bourdieu, que el producto de pensar la realidad de acuerdo con los esquemas de percepción dominante, que a su vez son el origen de esa misma realidad. El sujeto homosexual reconoce en su propia historia, si se le pregunta, la presencia de la injuria, del insulto, de la burla, de la exclusión. Así lo dice Alberto, un entrevistado:

Me acuerdo que los apedreaban. Por mi casa, los apedreaban. En colonias marginadas. Los apedreaban.

¿Que si yo llegué a ver a quién apedreaban? Sí. Se llamaba José; vivía por mi casa; de hecho es mi vecino. Un día se enteraron que se vestía de mujer y que trabajaba en el Mirage y lo apedrearon los vecinos.

Se desapareció un tiempo y después regresó.

(Luego) Cambio la actitud porque en la cuadra salieron como cuatro (risas)... entonces, fue como... ¿qué hacían? ¿apedrearlos a todos?

(Alberto, 23 años, estudiante. Entrevista realizada el 5 de julio de 2006). (p. 103)

No obstante la evidencia de la persecución, esto que podría ser la materia prima para articular un discurso y una práctica de resistencia individual y colectiva frente al heteroesexismo, no alcanza a alimentar un discurso de rebeldía y de participación ciudadana. Al parecer, la socialización en la violencia homofóbica construye en los homosexuales de Mexicali un sentido de los límites, una claudicación anticipada con el ánimo de sobrevivir emocionalmente. El resultado es la solución individual y desde el ámbito privado a los problemas planteados por un sistema injusto. El autor lo dice así:

Podemos ver que el sujeto gay enfrenta su realidad e identidad sexual luchando contra la atmósfera sociocultural dominante, donde ser gay es, por lo general, motivo de burlas, sobre todo en edades como la infancia, la adolescencia y la juventud, en las que la presión del entorno pesa demasiado e impacta en el bienestar de la persona. Ese temor, esa desconfianza, la amenaza de la humillación, acaba "ahogando" a la persona gay hasta llegar a desestabilizarse emocional y sicológicamente. (pp. 111-112)

Y no sólo eso. Acaba por acallar las posibilidades de rebeldía, acaba por robar la energía y el valor para disputar las ideologías y prácticas homofóbicas y excluyentes. Ante esa experiencia contradictoria, es común que los entrevistados racionalicen su situación de opresión, le resten importancia, digan que no es tanta, que no es necesario salir del clóset, o que los costos por desclosetarse tal vez sean mayores, o peor aún, que vivan en la ilusión de que mientras "respeten", no sean locas, obvias, etcétera, "serán respetados", un respeto que no deja de ser, en el mejor de los casos, la tolerancia para que sigan habitando en los márgenes o en la clandestinidad del gueto. Dice Eduardo, un entrevistado:

¿Alguna agresión? Sí, pero siento también que me excedí, pero no fue una agresión [...] de un lugar que ya andaba muy borracho, nos dimos un beso con la persona que andaba y nos invitaban simplemente a retirarnos. Simplemente, sabes qué, pues como que no está bien eso. (Eduardo, 27 años, empleado de una compañía de seguros. Entrevista realizada el 15 de marzo de 2006). (p. 110)

Las racionalizaciones pueden adquirir otros matices, como cuando se dice que "no se está de acuerdo con las etiquetas, que por eso no se adopta la identidad gay"; incluso esta narrativa puede ser elaborada con alusiones a la teoría queer, y en esos casos se produce el clóset más sofisticado intelectualmente del que se tiene conocimiento. Por eso resulta pertinente el capítulo siete del libro de Raúl Balbuena, titulado "Gays en el desiserto. Lo queer, lo gay y el clóset".

Gays en el desierto. Paradojas de la manifestación pública en Mexicali es un libro importante y útil en varios sentidos, más allá del tema que trata. Lo recomiendo para quienes se interesen en teoría social, en filosofía política, o en el análisis concreto de los movimientos sociales y la razón de su existencia o inexistencia. Claro está, es un libro indispensable para quienes estamos interesados en entender las razones de la inmovilidad y la no participación ciudadana de la población LGBTTI. El libro no ofrece todas las respuestas, ningún libro lo hace, incluso podemos discutir si hubiera sido más apropiado abrir el campo de visión en lo que respecta a las zonas de la subjetividad y sus procesos de constitución, esto es, no limitarlo al presente etnográfico, sino adentrarnos en los meandros del recuerdo, a las heridas de la injuria, o ampliarlo para estudiar propiamente el campo sexual como un campo de relaciones de fuerza y retratar con más detalle los elementos constitutivos del discurso dominante, así como detectar esos espacios de resistencia que se articulan lo mismo desde una obra de teatro, un poema, un artículo académico o un evento dancístico. Pero en eso radica el valor de cualquier buen libro, en lo que dice porque lo dice y en lo que nos permite pensar que se puede hacer, aunque no lo haga, para seguir avanzando en la construcción de ese rompecabezas interminable de compresión de la realidad. Eso es lo que hacemos en la investigación.

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