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Culturales

versión On-line ISSN 2448-539Xversión impresa ISSN 1870-1191

Culturales vol.4 no.2 Mexicali jul./dic. 2016

 

Editorial

Sobre las buenas prácticas editoriales. De lo inconsciente a lo consciente

Equipo editorial


Cuando hablamos sobre buenas prácticas editoriales, de manera regular los editores asumimos (malamente) que todos los autores las conocen y, si no, creemos que por lo menos se toman un tiempo para leer las normas que establecen todas las revistas académicas donde optan publicar. Sin embargo, la realidad dista bastante de la reflexión ética que se puede hacer en este sentido. Asumimos que, como en muchos de los casos, los autores son docentes e investigadores bien formados e informados y que, por lo tanto, también son buenos formadores; es decir, dirigen tesis y guían a estudiantes en sus procesos de investigación. Todo esto indicaría que jamás se tendría que dudar del trabajo que recibimos para ser incluido en nuestras revistas porque son personas que conocen las reglas al revés y al derecho.

Sin necesidad de hurgar mucho (ya que la prensa mexicana se ha encargado de hacer "famosos" algunos casos) y considerando la aparición masiva de empresas que desarrollan software "antiplagios", el escenario que se presenta nos indica que las buenas prácticas, al parecer, no son tan conocidas como creíamos (o quizás son conocidas, pero no consideradas), y que en el afán de conseguir los puntos necesarios que los eleve a conseguir los indicadores -que de forma personal e institucional le son exigidos-, los autores llegan a tomar decisiones que cada vez más los aleja de la ética profesional.

En cierto modo los entendemos, pero no los justificamos, ya que las revistas también nos vemos envueltas en esta vorágine de indicadores que a más de una ha seducido, llegando a desvirtuar por completo la práctica de la divulgación y difusión académica (véase el caso brasileño).

En un ejercicio de reflexión interna, Culturales ha sido crítica en sus procesos, cuestionando las políticas impuestas sobre los criterios de calidad y la forma en que son evaluadas las revistas. A pesar de ello, la revista no ha estado exenta de lidiar con malas prácticas editoriales por parte de sus autores. Si bien en algunos casos los hemos detectado a tiempo, en el inicio del proceso, en otros, el artículo ya ha sido publicado.

Con respecto a esto último, hemos tenido dos casos: en el primero pasaron cuatro años desde la publicación del artículo y la denuncia formal sobre el "plagio", caso que abordamos de forma inmediata y que fue resuelto después de unos meses a través de una fe de erratas publicada en el volumen 2, número 2 del año 2014, donde también publicamos parte de las cartas de los involucrados. No fue fácil enfrentar esta situación, ya que implicaba a nuestra institución. El proceso nos hizo crecer, conocer, entender y aprender en qué consiste esta idea sobre buenas prácticas editoriales y cómo se deben abordar.

Una de las cosas importantes que hemos descubierto es que los software "antiplagios" no son "antiplagios" y que, finalmente, sólo nos entregan información referente a coincidencias en Internet del texto sometido a revisión, por lo que luego del análisis del software, nos toca revisar y evaluar cada una de las coincidencias, ya que los programas informáticos no consideran todas las variables que se deben razonar en estos casos. Por una parte, nos dimos cuenta de que no podemos atribuir responsabilidades a priori (aunque las evidencias digan lo contrario) y que debemos confiar, de inicio, en lo que el autor nos señale. De igual forma, independientemente del nivel o porcentaje de coincidencias, no podemos juzgar de buenas a primeras, ya que debemos hacer una revisión de coincidencia por coincidencia para establecer alguna intencionalidad.

Gracias a esta revisión, hemos detectado que por lo menos existen tres niveles de coincidencias que debemos considerar. La primera tiene que ver con lo más fácil de resolver y que se relaciona con una cita mal anotada o un error al transcribir los datos de la cita, cuestiones que en el fondo no distorsionan la calidad del artículo. El segundo es cuando el autor copia de otro trabajo algunos pasajes y las citas no son claras o inexistentes, atribuyéndose la redacción, sin dejar de reconocer que son omisiones u errores. La tercera es cuando pasajes del texto ya se encuentran publicados en otros medios (sea del propio autor o de otros) y están copiados textualmente sin hacer ningún tipo de referencia (cita o nota al pie) y, además, el autor no reconoce la copia. Todos los casos son rechazables y representan una mala práctica, pero a nivel de juicio editorial, sí es importante establecer el nivel y tipo de coincidencia, más cuando las normas y las leyes no son tan claras.

El segundo caso que mencionábamos es el que nos lleva a escribir este editorial, en un afán por transparentar nuestros procesos y de poner en evidencia la experiencia que nos deja esta situación. Se trata del artículo "La economía feminista y la división sexual del trabajo", de los autores Ignasi Brunet Icart (Universidad Rovira i Virgili, España) y Carlos A. Santamaría Velasco (Universidad de Guadalajara, México), publicado en Culturales, volumen 4, número 1, del año 2016. Es un artículo que pasó por todo el proceso editorial y fue aceptado para su publicación. Finalizado este proceso, los autores firmaron las respectivas cesiones de derechos patrimoniales donde se establece en su primera cláusula que "el autor garantiza que el trabajo es original [...] y que no ha sido publicado ni sometido a evaluación [...]".

A partir del segundo semestre del año en curso [2016] nos dimos la tarea de hacer una revisión de forma aleatoria de algunos artículos publicados a través de los softwares Turnitin e Ithenticate. El resultado llamó nuestra atención, ya que nos encontramos con algunos casos en el primer nivel de coincidencia -que no fue significativo-, pero para este caso el nivel de coincidencia superaba 75% del trabajo. Bajo estas circunstancias, hicimos la revisión de cada coincidencia y nos vimos frente a un artículo que aparte de tener errores y omisiones en las citas, gran parte del trabajo ya se encontraba publicado en otros medios y revistas. Por tal motivo, contactamos a los autores y les presentamos el caso a través de un oficio fechado el 10 de agosto de 2016 [anexo 1], para el que emitieron una breve respuesta donde reconocen los errores y omisiones. Luego de un par de reuniones y reflexión sobre esta situación, emitimos un segundo oficio [anexo 2] a través del cual les informamos a los autores de nuestra resolución: hacer público el caso a través de esta editorial. Ante este documento recibimos una nueva misiva de parte de los autores solicitando dar de baja el artículo y que la editorial fuera sólo una nota aclaratoria. Antes de publicar esta editorial, el Dr. Mario Magaña Mancillas, director de Culturales, se reunió personalmente con el Dr. Santamaría (uno de los autores de este artículo) el día viernes 7 de octubre en las instalaciones del Centro Universitario de Ciencias Sociales y Humanidades (CUCSH) de la Universidad de Guadalajara, para explicarle e informarle sobre esta situación.

Presentadas todas las evidencias e informados los autores sobre el caso, les enviamos la galera de la editorial para su conocimiento y aceptación, recibiendo una nota aclaratoria firmada sólo por el Dr. Brunet, expresando su desacuerdo con la publicación editorial de la correspondencia entre Culturales y los autores, reiterando su solicitud de dar de baja el artículo. En atención a que nuestra revista respeta la privacidad de sus autores, hemos decidido sólo anexar la correspondencia emitida por nuestra institución con el ánimo de transparentar nuestros procesos y que sirva de ejemplo o base para otras revistas donde se presenten situaciones similares. Es importante destacar que las normas editoriales son reglas que no tienen fronteras, al igual que las buenas prácticas.

Para finalizar, consideramos que hemos avanzado significativamente en la profesionalización del personal académico comisionado a la revista Culturales, tratando de estar actualizados en las recomendaciones técnicas, así como en las discusiones sobre el presente y futuro de las revistas académicas, siempre buscando un equilibrio para crear y mantener una línea editorial, académica, profesional y ética en la medida de nuestras posibilidades, pero, además, sin caer en la denostación y el señalamiento. Por ello, esperamos que este tipo de editoriales sirvan para fomentar las buenas prácticas editoriales.

ANEXO 1

ANEXO 2

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