SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.16 número40Pluralidad religiosa, tolerancia y no violencia en Said Nursi y Fethullah GülenLa experiencia del pluralismo índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Andamios

versión On-line ISSN 2594-1917versión impresa ISSN 1870-0063

Andamios vol.16 no.40 Ciudad de México may./ago. 2019  Epub 18-Mayo-2020

https://doi.org/10.29092/uacm.v16i40.701 

Dossier

El pluralismo de Charles Taylor. Su pertinencia contra las tendencias conservadoras globales

Charles Taylor’s pluralism. Its relevance against global conservatism

Hugo Rangel Torrijo* 

*Profesor investigador en la Universidad de Guadalajara, México y profesor asociado en Universidad de Quebec, Canadá. Correo electrónico: hugo.rangel@mail.mcgill.ca


Resumen

Taylor es un filósofo con una gran pertinencia para las ciencias sociales por sus propuestas teóricas sobre la pluralidad en el contexto mundial de diversidad y de evolución de la sociedad secularizada. Proponemos un análisis para contrastar sus propuestas con los discursos conservadores. Examinamos su contribución para la comprensión de los fenómenos contemporáneos como el de la secularización en las sociedades modernas. Mostramos que Taylor es un filósofo mayor de la tolerancia y pluralidad religiosa, que ha ejercido una reivindicación de los valores éticos. Sus reflexiones sobre el reconocimiento constituyen aportes substanciales para la comprensión de la identidad moderna.

Palabras clave: Taylor; pluralismo; reconocimiento; valores morales; laicidad

Abstract

Taylor is a philosopher with great relevance to the social sciences for his theoretical proposals on plurality in the global context of diversity and evolution of secularized society. We propose an analysis that contrasts his views with global conservatism.

We examine his contribution to the understanding of contemporary phenomena such as secularization and modernity. We show that Taylor is a major philosopher of tolerance and religious plurality, who has exercised a claim to ethical values. His reflections on recognition constitute substantial contributions to the understanding of modern identity.

Key words: Taylor; pluralism; recognition; moral values; secularism

Taylor es un filósofo mayor de la pluralidad, de la tolerancia, de la reivindicación de los valores éticos y cuyas reflexiones han hecho aportes substanciales al conocimiento de la identidad moderna. En el presente artículo proponemos abordar las bases de su teoría del pluralismo, su dimensión ética y la formación de la identidad. Posteriormente abordamos sus propuestas en defensa de la pluralidad de expresiones religiosas en las sociedades seculares.

Algunos de sus críticos lo etiquetan a Taylor como “comunitarista” en lugar de pluralista, a pesar de que él no haya expresado esa propuesta conceptual1. Hay que precisar que algunas veces particularmente en medios franceses conservadores, el término comunitarista tiene una connotación negativa al pretender que divide lo nacional (la Republique) supuestamente por centrarse en subgrupos culturales. Pero esta interpretación no corresponde de manera alguna al espíritu de sus textos. Como él mismo lo aclaró, es comunitarista solamente si se define éste como “una comunidad nacional en la cual sus miembros tienen responsabilidades y deberes” (En Gouvin, 2011).

Pluralismo basado en el reconocimiento y los valores

¿El pluralismo de Taylor adopta una moral relativista? Definitivamente no porque Taylor critica las formas de individualismo en la actualidad que derivan en relativismos. Sobre todo critica lo que llama un debate inarticulado, en el que por ejemplo Bloom (1991) entre otros autores, se quejan de la ausencia de valores. Critica el argumento según el cual la lucha por la supervivencia ha substituido al heroísmo como calidad moral, como señala Bloom2. Asimismo cuestiona que se recurra a imágenes antiguas como referencias para evaluar el bien en el presente3

Es importante enfatizar que Taylor critica un pluralismo que se aleje de las perspectivas morales. “Este pluralismo se acompaña de un difundido escepticismo acerca de lo defendible de los principios o las perspectivas morales” (2009, p. 135). Es decir, Taylor no es ni relativista ni comunitarista en los sentidos descalificativos que se le pretende imputar. Por el contrario, como él mismo lo ha manifestado insistentemente, él lucha contra la fragmentación social (2002).

Taylor (1989) reafirma que la dimensión ética es esencial para explicar la formación de la identidad en la llamada era de la información y la globalización. La identidad se basa en una afirmación de lo personal, es decir de la pluralidad, y no de una identidad cerrada o fija. Contrariamente a las tendencias conservadoras que cuestionan las normas de justicia y bienestar; Taylor se pregunta si disponemos de medios creíbles para ver lo que está bien, y mantener esas normas (2003, p. 645). Estas preguntas son pertinentes en una era en la que los grupos conservadores en el mundo se burlan de dichas normas, tildándolas como simple corrección política. Por eso Taylor tiene razón de demandar medios morales creíbles para renovar la legitimidad de las normas de justicia. Es decir, fortalecer moralmente las normas internacionales como las referentes a los derechos humanos.

Taylor critica el discurso de la pérdida de valores y hecho que supuestamente caemos en un amoralismo. Esto es un error de percepción, estima Taylor y propone más bien buscar fuentes más profundas de moralidad (1991). Taylor pide una reflexión sobre la moralidad y demanda la necesidad de buscar las fuentes, las raíces, e insiste que no se debe caer en un fatalismo negativo. Hay en efecto, un nuevo individualismo al que corresponde una nueva moralidad. No es que solamente estemos perdiendo valores, también nos estamos transformando, estima Taylor. Necesitamos constantemente criticar y encontrar elementos positivos en nuestra modernidad. Entonces Taylor estima que en el relativismo del individualismo moderno las consideraciones morales se replantean de manera “lateral”. Es decir, lo moral se reformula. Es una equivocación, insiste Taylor, hablar de laxitud o de permisividad (2002, p. 52). Esta noción es de gran actualidad porque algunos libros recientes como el de Finkielkraut, condenan esta permisividad producto, según él, del relajamiento ante las migraciones, es decir de la multiculturalidad, el pluralismo y de las libertades individuales.

En este contexto, Taylor critica lo que llama liberalismo de neutralidad, es decir, aquel que busca una sociedad neutral por lo que respecta la “vida buena”, a la que cada individuo aspira. Como consecuencia, “nos encontramos ante una extraordinaria incapacidad de articular la moral como uno de los ideales de la cultura moderna” (2002, p. 52). Así, Taylor ataca el subjetivismo moral de nuestra cultura y el supuesto según el cual la razón no puede mediar en las disputas morales (2002, p. 54). La autenticidad como ideal moral es ignorada por el liberalismo neutral y por el subjetivismo del mundo filosófico. Las consecuencias son concretas “en la medida en que se justifica o se hace caso omiso a lo que trascienda el yo: el rechazo al pasado por irrelevante, la negación de las exigencias de la ciudadanía, los deberes de solidaridad o las necesidades del medio ambiente natural” (2002, p. 58). Estas demandas son de gran relevancia, ya que Taylor reivindica estos valores para reafirmar las exigencias ciudadanas de pluralidad y la necesidad de un medio ambiente sano.

Esta afirmación de los valores morales confirma el señalamiento de Leon Olivé que el pluralismo invita a no abandonar las ideas de verdad, racionalidad, método, además de no cancelar la posibilidad de impulsar la búsqueda de criterios normativos a los que se les pueda imputar un papel de sustento, fundamento o como recurso para las vigilancias epistémicas, éticas o políticas.

Taylor señala acertadamente que la moral ha desaparecido de las ciencias sociales. Las ideas morales son vistas con desprecio pues la ciencia se define como amoral. Es pertinente destacar que en México Miranda hizo el mismo reclamo sobre las ciencias sociales positivistas, carentes esencialmente de principios morales. Razón por la cual estas “ciencias neutras” apoyan las injusticias sociales (Miranda, 1983).

En este contexto y en una realidad marcada por la diversidad cultural y religiosa concretas (Bobbio, 2001); la teoría de reconocimiento de Taylor es de gran relevancia. Debido a que su libro lo tituló multiculturalismo, hay que aclarar que la derecha en Europa y Norteamérica han construido una demonización de la palabra multiculturalismo. Más que una crítica, se le ataca sin referentes conceptuales ni contextualizaciones, simplemente se usa como una manera burda de atacar las migraciones y la pluralidad cultural que éstas representan4. Así, Marine Le Pen, la dirigente de ultraderecha francesa se pronuncia sin cesar contra Francia multicultural (que vincula a la inmigración masiva a la Unión Europea) y culpa al gobierno en turno de “multiculturalista”. Sin embargo, la connotación negativa del término “multicultural” en Francia es tan fuerte y generalizada que el mismo presidente Macron dijo defender una diversidad y no el multiculturalismo5. Algunos autores hacen extensiva la animadversión del multiculturalismo a toda forma de pluralidad6.

Ante esta animadversión, Taylor afirma que el multiculturalismo es simplemente una política de integración. En su obra Multiculturalismo y políticas de reconocimiento (2009), Taylor hace una apología a la necesidad del reconocimiento de grupos minoritarios como los francófonos en Canadá. Así, el popular adagio de que nadie es profeta en su tierra, se cumple con Taylor, quien es visto con recelo por los nacionalistas quebequenses, a pesar de ser originario de Montreal y defensor de la cultura francófona minoritaria.

La tesis de Taylor radica en “que nuestra identidad se moldea en parte por el reconocimiento o por la falta de éste; a menudo, también, por el falso reconocimiento de otros, y así, un individuo o un grupo de personas puede sufrir un verdadero daño” (2009). Taylor ejemplifica este proceso del uso para discriminar a las feministas, o los grupos de negros en Estados Unidos. A estos grupos como a los indígenas, se les imponía una imagen negativa como parte de su dominación.

Es de gran importancia subrayar que Taylor insiste un aspecto que a menudo olvidan sus críticos, a saber el carácter dialógico de la identidad y del reconocimiento de los individuos: “El rasgo general de la vida humana que deseo evocar es el de su carácter fundamentalmente dialógico. Nos convertimos en agentes humanos plenos, capaces de comprendernos a nosotros mismos, y por ello de definir una identidad por medio de nuestra adquisición de ricos lenguajes de expresión humana” (2002, p. 68). Los estudios de psicólogos desde Vygotsky hasta Gordon Wells entre otros teóricos como Mead que cita el autor, apoyan claramente esta aseveración de Taylor. En efecto, la identidad se construye en una constante interacción social, a partir del diálogo. No se puede entonces concebir la noción conservadora de identidad que remite únicamente “a las raíces, a los ancestros” o una historia selectiva. Taylor lo señala acertadamente: La génesis de la mente humana no es ‘monológica’, y no constituye algo que cada cual logre por sí mismo, sino que es dialógica” (2002, p. 69). Este aspecto es esencial, ya que incluso los organismos internacionales como la UNESCO han llevado acciones para propiciar ese diálogo entre las culturas, mientras que para los grupos conservadores dicho diálogo corresponde a una simple “corrección política”.

Taylor señala el mecanismo por el cual se ejerce una dominación sobre los grupos minoritarios. Estos grupos “internalizaron una imagen de su propia inferioridad”, por ejemplo los pueblos indígenas fueron definidos como incivilizados y salvajes por los conquistadores en América Latina (y en Norteamérica). De una manera similar podemos mencionar el discurso nazi contra los judíos. Este fenómeno se reproduce en la actualidad con los discursos xenofóbicos en el mundo, como los estereotipos contra las minorías, los inmigrantes y los mexicanos en los Estados Unidos. Hay que mencionar por ejemplo los estereotipos y las imágenes contra lo mexicanos que se difunden en los Estados Unidos desde hace tiempo pero que han sido exacerbados en la coyuntura actual bajo la presidencia de D. Trump.

Para Taylor, la primera tarea de los dominados “… deberá consistir en liberarse de esta identidad impuesta y destructiva” (2009). En efecto, esta liberación constituye un proceso esencial para los grupos que no solamente son marginados, sino se que se les niega su reconocimiento en el seno de una sociedad. Dichas minorías viven subyugadas bajo una identidad negativa impuesta. Este llamado de Taylor para la emancipación es de gran pertinencia en la actualidad.

Taylor insiste sobre un hecho fundamental: “El reconocimiento idóneo no sólo es una cortesía que debemos a los demás, es una necesidad humana vital” (2009). Este principio es esencial para entender la construcción de la identidad colectiva en las sociedades plurales contemporáneas. Resulta incomprensible que algunos autores pretendan que hay confusión al respecto, por ejemplo Baumann, quien afirma que “es problemático porque el concepto de reconocimiento es muy amplio.” (2001, p. 140)7. Si bien existen diferentes formas de reconocimiento, es claro que el rechazo de cualquier forma implica una negación del sujeto en una comunidad política, en la ciudadanía concreta de dichos individuos.

En este sentido, y tomando en cuenta la realidad quebequense, Taylor tiene razón al afirmar que no haya una distinción entre los ciudadanos blancos francófonos, mientras que todos los otros no sean ciudadanos en la misma medida (2015). En efecto, hemos subrayado este peligro en el que el esencialismo quebequense es defendido por el movimiento separatista y que culturalmente es dominante en Quebec (por los medios académicos y los medios de comunicación). Aunque Ryan (2010) muestra que el sentimiento antipluralista está presente en otros medios canadienses. Esta posición no solamente es incompatible con del reconocimiento que propone Taylor, sino que marginaliza y desconoce a los migrantes y las minorías culturales, raciales y religiosas en la sociedad canadiense, exclusión inaceptable en una sociedad democrática como la canadiense.

Es preciso destacar que el concepto de reconocimiento de Taylor no es propuesto como un elemento abstracto, sino como un elemento esencial de la construcción de las democracias modernas: “La democracia desembocó en una política de reconocimiento igualitario... para las culturas y los sexos.” (2009). Es decir reconocimiento a la pluralidad cultural y sexual. Esta noción coincide con el concepto de democracia cultural de Alain Touraine, que consiste a reconocer la diversidad de las trayectorias de los proyectos y de los orígenes. (Touraine 1998).

Es pertinente señalar que la oposición al concepto de reconocimiento (asociado al multiculturalismo) en el ámbito de la francofonía no tiene sentido. En efecto, ya que precisamente en el ámbito francófono Ricoeur (2004) mostró que el concepto de reconocimiento se inscribe en toda la historia del pensamiento occidental. El reconocimiento es un valor inherente a las sociedades occidentales en los que la sociedad francesa no está exenta, sino que ha contribuido a él históricamente.

A pesar de la oposición superficial al concepto del multiculturalismo que ignora la pertinencia de la política de reconocimiento, ésta ha tenido gran eco en los medios académicos internacionales y gran impacto en los medios educativos y en las ciencias sociales. Taylor propone que más allá de una diversidad superficial, existe una “diversidad profunda” que involucra las diferencias etnoculturales. Esta idea se asocia a políticas de reconocimiento y a la participación democrática (1997). Es entonces pertinente comprender esta “diversidad profunda” en cada sociedad contemporánea y asumir el valor del reconocimiento.

Por otra parte, Taylor participó en una consulta parlamentaria para implementar una política migratoria8. En dicho foro Taylor reivindicó la adopción del interculturalismo en la provincia de Quebec como una política de integración9. El filósofo insistió que en la necesidad de recurrir a la historia y adoptar los principios democráticos y la lengua francesa, más que “los valores” que defienden ciertos nacionalistas10. En suma, Taylor defendió la propuesta intercultural puesto que ésta se ha discutido y adoptado por las instituciones en Quebec. Esto indica que Taylor más que insistir en una política de integración rígida, se pronuncia más bien por estrategias democráticas de pluralismo que se desarrollen contextualmente.

La propuesta de Taylor son pertinentes en el debate sobre la diversidad en la actualidad, misma que se dirime en las sociedades industrializadas pero que también se debate en el continente latinoamericano. Incluso hemos constatado que algunas autoridades en América Latina toman en cuenta las tesis de Taylor11.

Pluralidad de expresiones religiosas

¿El tomar en cuenta la cultura y el reconocimiento quiere decir que Taylor ataca al liberalismo? De ninguna manera, Taylor critica un liberalismo como una cultura hegemónica si no toma en cuenta las diferencias culturales y religiosas porque impone normas a la minoría para que se asimilen. Es una forma de dominación, de manifestación del etnocentrismo. “El liberalismo es un particularismo que se disfraza de universalidad”, escribe Taylor. Este aspecto es de gran trascendencia porque como lo señala Nussbaum, la noción de laicidad oficial francesa, simula una neutralidad estatal pero en realidad limita las libertades de religiones no cristianas, particularmente la musulmana (Nussbaum, 2012, p. 90).

El conservadurismo global, en particular en Francia, pretende censurar las expresiones religiosas en nombre de la laicidad. Taylor argumenta que el laicismo radical que reprueba cualquier expresión religiosa y espiritual olvida que incluso en la tradición francesa de la luces, los filósofos franceses como Voltaire y Montesquieu fusionaron un deísmo con las versiones inglesas de Spinoza y Locke (2003, p. 423).

En su libro Varieties of Religion Today (2002) Taylor aborda las expresiones religiosas a la luz de la teoría de W. James. Cabe mencionar que Borges había criticado con cierta arrogancia el hecho que Canadá no tenía un desarrollo filosófico paralelo al estadounidense de W. James, a pesar de su proximidad geográfica. El trabajo de Taylor desmentiría en cierta forma dicha pretensión. Taylor observa de manera similar a James, que más allá de las instituciones religiosas, las prácticas religiosas tienen una gran importancia en la actualidad y coincide con Nussbaum en el sentido que las prácticas religiosas constituyen una parte importante de la identidad contemporánea de los individuos.

Taylor señala que las grandes visiones espirituales de la historia humana han sido envenenadas y han acarreado la miseria y una salvajez indescriptible (2011, p. 647). Estas derivas de las religiones fueron criticadas por la ilustración. De hecho ésta es la justificación bajo la cual se erige la laicidad para prevenir dichas consecuencias negativas. Taylor se pregunta si dicho peligro impide el desarrollo de la religión o de las ideologías. El mismo responde que “lo que necesitamos es más bien un humanismo sobrio, inspirado por la ciencia, es decir, secular” (2003, p. 648).

Por otra parte, es pertinente mencionar su contribución sobre este tema en el ámbito político canadiense. Debido a su reputación sobre el tema, el gobierno de Quebec lo nombró junto con el sociólogo G. Bouchard para presidir una comisión de consulta pública sobre las prácticas religiosas en esa provincia luego de las exageraciones y los sensacionalismos difundidos en los medios de comunicación en 200712. Taylor y Bouchard coordinaron esta consulta que contó con una nutrida participación social y la de un grupo de investigadores sobre el tema.

Sin embargo, hubo una animadversión a la comisión de la parte de los grupos conservadores (principalmente de tendencia separatista). El informe final propone la tolerancia para abordar la migración y la diversidad religiosa. En efecto, algunos funcionarios participaron en el debate electoral y sobre el proyecto de ley 60 que pretendía en 2013-4 prohibir vestir el velo islámico a las mujeres que fueran empleadas públicas, so pena de su despido13. Una ley similar (la ley 21) se plantea en 2019 por el gobernante partido derechista (CAQ), iniciativa que criticó Taylor14. Algunos autores locales critican también estas medidas como falsamente laicas, ya que tienen por blanco a los musulmanes y su expresión religiosa (Pelletier, 2018).

Taylor critica en su extenso estudio sobre la sociedad secular el hecho que ésta sea dominada una por una hegemonía narrativa que margina no solamente la experiencia religiosa, sino margina la dimensión ética (2014). En este sentido Taylor precisó que discrepaba de una distinción tajante entre ética y religión. Si alguien dice que defiende el derecho de los seres humanos porque lo dice el Génesis, no importa si es judío, católico o protestante o si es alguien piensa que dicho texto es significativo. Es decir, los textos religiosos pueden emplearse como referencias de valores morales o de justicia para la gente. Esto no significa que contravengan los valores de las sociedades seculares como el principio de laicidad entendido como separación de las instituciones religiosas de las gubernamentales.

De esta manera las manifestaciones religiosas deben ser comprendidas y sobretodo toleradas, como afirma Nussbaum (2012), ya que es preciso “superar la política de miedo en una era de ansiedad” así como una islamofobia discursiva mundial15.

Conclusiones

Taylor ofrece un diagnóstico ecuánime de nuestra vida en la modernidad, sin la ingenuidad de los postmodernos pero tampoco sin fatalismos ni catastrofismos conservadores. La actualidad del pensamiento de Taylor tiene varias ramas de aplicación para comprender y valorar la pluralidad: a) la diversidad y la tolerancia b) reconocimiento de las minorías a partir de su identidad; y c) Una dimensión moral presente en la sociedad contemporánea en formas y expresiones nuevas.

Estas aplicaciones cuestionan los principios conservadores de identidad, al populismo antiimigración de moda en Europa, en Estados Unidos y Quebec. Es una ironía que en unos medios tenga la imagen de un “comunitarista” por haber defendido la particularidad cultural de esa provincia y que en ella sea percibido como un multiculturalista que niega su cultura. No obstante, es un acierto su conceptualización sobre el proceso de reconocimiento, ya que si bien se le asociaba a una permisividad exagerada en su informe sobre los “acomodos razonables” (2008).

Sus reflexiones sobre la evolución secular de la sociedad contribuyen a la comprensión de la laicidad desde una perspectiva más abierta a la pluralidad, alternativa a la versión conservadora (especialmente en Francia). En efecto, sus estudios han contribuido no solamente al entendimiento de los fenómenos religiosos contemporáneos, sino a entender y respetar la pluralidad religiosa. Esto es fundamental debido al incremento de las posiciones populistas islamofóbicas y al antisemitismo en el mundo.

Su propuesta del multiculturalismo debe ser evaluada a partir de sus argumentos sobre la necesidad del reconocimiento y tolerancia en el mundo actual, no como una teoría colonial en los países del sur. Tampoco como una teoría permisiva y nociva de expresiones culturales. En este sentido las múltiples tendencias anti-multiculturalistas conservadoras ni siquiera abordan los conceptos teóricos sobre los que se fundamenta, son viscerales. Sin embargo, el multiculturalismo canadiense debe sopesarse no solamente por conceptos o principios, sino por las políticas concretas que atiendan las profundas carencias de los grupos indígenas y la discriminación de los migrantes. Por ejemplo, bajo los términos de Taylor, los pueblos indígenas han sido marginados y no cuentan con un reconocimiento real y concreto de los canadienses16.

Bibliografía consultada

Appiah, A. (1994). Identity autenticity, Survival: Multicultural societies and social reproduction. En Gutmann Multiculturalism: Examining the politics of recognition. Princeton: Princeton University Press. [ Links ]

Baumann, G. (2001). El enigma multicultural. Barcelona: Paidós. [ Links ]

Bobbio, N. (2001). El futuro de la democracia. México: FCE. [ Links ]

Bouchard, G. (2014). L’Interculturalisme. Montreal: Boréal. [ Links ]

Bouchard, G. y Taylor, C. (2008). Fonder l’avenir. Le temps de la conciliation, Rapport final intégral. Quebec: Gouvernement du Québec/Commission de consultation sur les pratiques d’accommodement reliées aux différences culturelles. [ Links ]

Finkielkraut, A. (2013). L’identité malhereuse. Paris: Stock [ Links ]

Gauvin, F. (2011). Charles Taylor: la société moderne se fonde de plus en plus sur la discipline. Entrevista en Le Point, 15/03/2011. Globe and Mail. 9-02-2015. [ Links ]

Kymlicka, W. (1995). Multicultural citizenship. Oxford: Oxford University Press. [ Links ]

Laforest & De Lara (2001). Charles Taylor et l’interprétation de l’identité moderne. Quebec: Presses de l’Université Laval. [ Links ]

Miranda, P. (1983). Apelo a la razón. México: Premia editora. [ Links ]

Nussbaum, M. (2012). The New Religious Intolerance. Overcoming the Politics of Fear in an Anxious Age. Massachusetts: Harvard University Press. [ Links ]

Olivé, L. (2000). El bien, el mal y la razón. México: Paidós-Universidad Nacional Autónoma de México. [ Links ]

Pelletier, F. (2018). Laïcité: le gros bon sens. Le Devoir, 24-10-2018. [ Links ]

Rangel, H. (2015). Los migrantes en las elecciones de Québec en 2014. Democracia republicana vs populismo identitario. En Andamios, No. 28. Marzo-agosto. DOI: http://dx.doi.org/10.29092/uacm.v12i28.34 [ Links ]

Renaut. A. (2013). Un monde juste est-il possible? París: Stock. [ Links ]

Ricoeur, P. (2004). Parcours de la reconnaissance. París: Stock . [ Links ]

Ryan, P. (2010). Multicultiphobia. Toronto, University of Toronto Press. [ Links ]

Sutherland, S. (2015). Rich country, poor Nations: 11 facts about the gap between First Nations and the rest of Canada. En TheLinks ]

Taylor, C. (1991). The Malaise of Modernity. Toronto: CBC - Anansi. [ Links ]

Taylor, C. (1993). Reconciling the Solitudes: Essays on Canadian Federalism and Nationalism. Toronto: McGill-Queen’s University Press. [ Links ]

Taylor, C. (1995). Philosophical Arguments. Massachusetts: Harvard University Press . [ Links ]

Taylor, C. (1996). Conditions of Unforced Consensus on Human Rights. Presentado en Bangkok Workshop, Marzo. [ Links ]

Taylor, C. (1997). Deep Diversity and the Future of Canada. En Hayne, Can Canada Survive? Toronto: Toronto University Press. [ Links ]

Taylor, C. (1999). La Liberté des modernes. París: Presses Universitaires de France [ Links ]

Taylor, C. (2002). La ética de la autenticidad. Barcelona: Paidós . [ Links ]

Taylor, C. (2003). Les Sources du moi. La formation de l’identité moderne. Montreal: Boréal . [ Links ]

Taylor, C. (2003b). La Diversité de l’expérience religieuse aujourd’hui. Montreal: Bellarmin. [ Links ]

Taylor, C. (2008). Master Narratives of Modernity. Conferencia en el Berkely Center. Religion, Peace & World Affaires. Georgetown University. 21 octubre 2008. [ Links ]

Taylor, C. (2009). El Multiculturalismo y la política del Reconocimiento. México: FCE . [ Links ]

Taylor, C. (2011). L’âge séculier [« A Secular Age »]. París: Seuil. [ Links ]

Taylor, C. (2015). Charles Taylor, filósofo de las religiones y las nacionalidades; publica ‘La era secular’. Entrevista en La Vanguardia, 13 de junio de 2015. [ Links ]

Taylor, C. y Maclure (2010). Laïcité et liberté de conscience, Montreal: La Découverte. [ Links ]

Touraine, A. (1998). Vers une démocratie culturelle? Entrevista por S. Allemand en Sciences Humaines No. 81. [ Links ]

1 Communitarianism, Stanford Encyclopedia of Philosophy, http://plato.stanford.edu.

2 Taylor se refiere al libro The Closing of American Mind, de Bloom.

3 Cabe mencionar que Renaut (2013) culpa a Taylor de adoptar una postura relativista de la democracia al apoyar al modelo de Singapur de Lee Kuan Yew (2013). Sin embargo el texto que alude Renaut no se observa dicha postura (ver Taylor, 1996).

4 Podemos mencionar la plataforma explícita de partidos de derecha como el Front National en Francia así como diversos autores que han nutrido esta animadversión populista, como Finkielkraut, Zemmour y Bock-Coté en Quebec. En Italia, el primer ministro Giuseppe Conte y el ministro xenófobo Mateo Salvini.

5 Entrevista al presidente Macron en Mediapart, 6 de mayo 2017.

6 Por ejemplo, para Bock-Coté el interculturalismo, la diversidad y la pluralidad son trucos para ocultar el multiculturalismo, que él considera diabólico, la fuente de todos los males.

7 Baumann objeta las medidas de los grupos nacionalistas en Quebec, sin embargo, independientemente de que dichas medidas puedan ser cuestionadas, el argumento de reconocimiento cultural persiste.

8 Consultations particulières et auditions publiques sur les documents intitulés Vers une nouvelle politique québécoise en matière d’immigration, de diversité et d’inclusion, 5 février 2015 - Vol. 44 N° 21. http://www.assnat.qc.ca.

9 El Interculturalismo es una política de integración centrada en la cultura de la minoría francófona. Bouchard, 2014.

10 Los separatistas se referían a los “valores quebequenses” (no valores morales) sino rasgos que los diferenciaban de los migrantes. Ver por ejemplo la propuesta de JF Lisée y la version original de la iniciativa de ley llamada Carta de Valores Quebequenses (2013).

11 En 2006, Ricardo Henríquez, entonces Secretario de Educación Continua, Alfabetización y Diversidad Cultural de Brasil nos confirmó en Brasilia que Taylor era tomado en cuenta de manera significativa en las políticas de diversidad de ese país.

12 Oficialmente denominada “Commission de consultation sur les pratiques d’accommodement reliées aux différences culturelles”, creada por el gobierno de Quebec el 7 febrero 2007.

13 El proyecto de ley 60 fue presentado por el gobierno de Quebec en 2014 con el fin de prohibir que los empleados del gobierno vistan signos religiosos ostentosos.

14 Taylor calificó como deshonesto el proyecto de ley del Primer Ministro Legault. Entrevista CBC, 18-10-2018.

15 En 2007, Taylor recibió el premio Templeton por su contribución para la afirmación de la dimensión espiritual. Asimismo en 2015 compartió con Jürgen Habermas el premio Kluge por el estudio de humanidades que otorga la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos por “su participación en el debate político a nivel público”.

16 A pesar de que existe acuerdos políticos con los grupos indígenas por el gobierno liberal de Justin Trudeau, los índices de marginación de estos grupos continúan. (Véase Sutherland, S., 2015).

Recibido: 25 de Octubre de 2018; Aprobado: 12 de Abril de 2019

Creative Commons License Este es un artículo publicado en acceso abierto bajo una licencia Creative Commons