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Andamios

versión On-line ISSN 2594-1917versión impresa ISSN 1870-0063

Andamios vol.16 no.39 Ciudad de México ene./abr. 2019

https://doi.org/10.29092/uacm.v16i39.684 

Artículos

La lengua al servicio de la adaptación sociocultural y económica de los migrantes en la época de las transformaciones globales

The language at the service of the sociocultural and economic adaptation of migrants at the time of global transformations

Tatiana Cherkashina* 

Natalia Novikova** 

Sergey Dembitskyi*** 

Ivan Pugachev**** 

Svetlana Iakovleva***** 

*Jefa de cátedra de RLE en la Universidad Estatal Rusa Kosygin, Rusia. Correo electrónico: ttch2004@yandex.ru

**Docente en la Academia de Ingeniería de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos. Correo electrónico: natalynov@yandex.ru

***Vicerrector de la Universidad Estatal Rusa Kosygin, Rusia. Correo electrónico: ser.dem@mail.ru

****Jefe de cátedra de RLE en la Academia de Ingeniería de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos. Correo electrónico: pugachev-ivan@mail.ru

*****Profesora en CLe FES Aragón UNAM. Correo electrónico: svietaiak@yahoo.com


Resumen

El artículo presenta el análisis de los problemas de globalización e integración, así como de individualización de la persona que obtuvo el estatus de migrante económico en la Europa occidental y Rusia. La adaptación sociocultural y económica de los migrantes, las transformaciones axiológicas en su conciencia, se analizan a través del prisma de la lengua. Se explican las causas de polarización de la sociedad según el principio “propios - extraños”, se mencionan las vías para unir la gente de distintos orígenes étnicos. En el artículo se exponen los resultados de la encuesta entre la juventud universitaria, se determina el grado de su tolerancia hacia los migrantes, se presenta el conjunto de iniciativas de su adaptación académica. Los autores probaron que la consideración de los matices etnopsicológicos de la comunicación está determinada por la influencia de la sociedad sobre la aculturación como forma de socialización y modelo de la integración psicológicamente confortable del individuo a una cultura distinta.

Palabras clave: Época de transformaciones; adaptación económica de migrantes; diálogo intercultural; pluralismo étnico

Abstract

The article presents the analysis of the problems of globalization and integration, as well as the individualization of the person who obtained the status of economic migrant in Western Europe and Russia. The sociocultural and economic adaptation of migrants, the axiological transformations in their consciousness, are analyzed through the prism of the language. The causes of the polarization of society according to the "own - strangers" principle are explained, the ways to unite people of different ethnic origins are mentioned. In the article the results of the survey among the university youth are exposed, the degree of their tolerance towards the migrants is determined, the set of initiatives of their academic adaptation is presented. The authors proved that the ethnopsychological nuances of communication are determined by the influence of society on acculturation as a form of socialization and model of the psychologically comfortable integration of the individual into a different culture.

Keywords: Time of transformation; economic adaptation of migrants; intercultural dialogue; ethnic pluralism

Introducción

El siglo XXI puso al descubierto las principales contradicciones económicas y socioculturales que ejercieron la mayor influencia en los cambios radicales en el ámbito de colaboración interpersonal:

  1. la globalización y la integración de los procesos sociales vs. la individualización de la persona y, como consecuencia, las supuestas tendencias de desmasificación de los medios y sistemas de información, es decir, de la desmasificación de la persona y la cultura;

  2. la occidentalización, o de manera más precisa, la americanización de todos los ámbitos de la vida social y económica vs. la aspiración de los pueblos de conservar su soberanía y la identificación étnica;

  3. las posibilidades potenciales de nuevas tecnologías de comunicación vs. las formas tradicionales de la existencia de una cultura de comunicación verbal, etc.

El mundo contemporáneo se hizo testigo de un apocalipsis migratorio jamás visto en cuanto a su dimensión y que está directamente relacionado con las transformaciones fundamentales, las cuales, a su vez, son determinadas por la globalización y el dominio de tecnologías de información por encima de las industriales, lo que hace actual el estudio de modelos para construir la comunicación en el régimen del diálogo intercultural. Es indiscutible que las transformaciones axiológicas de la cultura tradicional están relacionadas con las orientaciones de valores de las culturas nacionales y, ante todo, con la lengua.

El día de hoy se utilizan activamente las llamadas “decoraciones verbales”, que invocadas para ocultar, con la ayuda de las posibilidades manipulativas, el estado real -y lejos de ser apacible- de la cuestión tanto política como económicamente. Es costumbre llamar los problemas de la migración como el período transitorio. Sabemos que la palabra “transición” tiene el significado bien definido -es el paso de algo a algo. En la migración, el período transitorio tanto en el continente europeo como en el espacio postsoviético significa el paso desde nada hacia nada y en la práctica significa un fenómeno de inestabilidad y desvinculación de la sociedad.

La expresión factor humano -the human factor- introducida por el economista inglés Seebohm Rowntree (1921) en la conciencia de millones de personas, elimina la responsabilidad personal por lo que ocurre. Desde el punto de vista de la hermenéutica, se estableció la disparidad entre los modelos lingüísticos del tipo dificultades del período transitorio introducidos en las masas y la esencia del estado real de cosas en la economía de muchos países del mundo relacionada con el proceso migratorio nunca antes visto.

El carácter actual del estudio de problemas de la desvinculación de la sociedad rusa contemporánea radica también en la dimensión lingüística. Para nosotros (los autores), la hipótesis inicial reside en la premisa de que exactamente la lengua es el principal “punto neurálgico” en la adaptación de los migrantes y una de las principales razones de la polarización en la sociedad, su división en dos campos según el principio "propio-extraño”.

En los últimos años, Rusia se vuelve más y más un Estado multinacional. Sin duda, se trata en primera instancia de megalópolis como Moscú y San Petersburgo. Así, de acuerdo con los datos del Servicio Federal de Estadística Estatal (ROSSTAT),1 la cantidad de población permanente de la Federación Rusa para el 1 de enero del año 2017, consistió en 146.8 millones de personas. Durante el año de 2016, la cantidad de habitantes de Rusia creció 267 mil tres personas, con esto ¡el aumento por migración fue de 98% del aumento general de la población! El mayor número de migrantes, según los datos de ROSSTAT, arriba a la Federación Rusa procedente de las ex repúblicas soviéticas. Para los habitantes de Rusia, los principales países migrantes son Uzbekistán (más de dos millones de personas), Ucrania (más de dos millones), Tajikistán (más de un millón), Kazajastán (aproximadamente 45 mil) y Armenia (entre 30 y 35 mil). El Diagrama 1 ejemplifica qué parte de migrantes laboraron en Rusia en 2016 y corresponde a cada uno de los países de la Comunidad de Estados Independientes (CEI).

Diagrama 1 

Es importante mencionar que en 2017 la cantidad de migrantes que llegaron a Rusia disminuyó de manera poco significativa (veáse el Diagrama 2), pero, también disminuyó el número de migrantes que abandonaron la Federación Rusa.

Diagrama 2 

Notemos que los números arriba mencionados pueden resultar bastante imprecisos, puesto que en los informes estadísticos se toman en cuenta solamente los migrantes legales. Según los datos de los expertos, en 2016, se encontraban en Rusia no menos de 10 millones de ciudadanos extranjeros, incluyendo los cuatro millones que permanecían de manera ilegal y, como resultado, no fueron incluidos en las tablas estadísticas de ROSSTAT.

El retrato estadístico promedio del migrante actual en el mercado de trabajo ruso es: 1) una persona con baja calificación profesional, 2) sin una profesión definida o experiencia de trabajo, 3) que habla mal el ruso (a veces, ni siquiera lo habla), 4) que no puede adaptarse socialmente y psicológicamente a la sociedad por desconocimiento o conocimiento precario de la lengua rusa.

Anteriormente, cuando los países de CEI eran las repúblicas soviéticas, no hubo conflictos explícitos entre las lenguas originarias y la lengua rusa. El nivel de dominio del idioma ruso era el índice de nivel educativo del miembro de la sociedad, su cercanía a la élite y su éxito en la carrera; el desconocimiento de la lengua se percibía como un indicio del “naco” iletrado. Después de la desintegración de la Unión Soviética, la situación en las ex repúblicas soviéticas cambió: en las escuelas, el foco de la educación nacionalmente orientada fue trasladado hacia el estudio de su lengua originaria, el espacio comunicativo común fue destruido y, como consecuencia, los migrantes trabajadores que pretenden ir a Rusia a menudo no dominan por completo la lengua. Notemos que sin ver la cantidad siempre en aumento de los migrantes-trabajadores ucranianos (según los datos del informe de Ministerio de Asuntos Interiores de la Federación Rusa (MAI FR) del 31 de marzo de 2017, Ucrania superó a Uzbekistán en 2016), ellos frecuentemente no se perciben por los rusos como “extraños”. Este fenómeno psicológico se explica ante todo por la existencia del espacio lingüístico y cultural común, así como por las orientaciones etnopsicológicas semejantes.

El objetivo del estudio realizado por los autores fue la comprobación de que precisamente la lengua es el principal “punto neurálgico” de la adaptación de migrantes en una nueva situación sociocultural y económica y una de las principales razones del surgimiento de la polarización en la sociedad, de su división en dos campos según el principio propio-extraño, así como el análisis de problemas de la adaptación lingüística de los migrantes y la sistematización de problemas etnopsicológicos que exigen una resolución inmediata.

Análisis de bibliografía

En la bibliografía científica dedicada a la adaptación de los migrantes en una sociedad de lengua extranjera, en su mayoría se examinan los casos relacionados con la asimilación de los propiamente inmigrantes, es decir, de las personas que llegaron al país para residir permanentemente -sobre esto escriben tanto los investigadores rusos (Golunov, 2014; Gorenburg, 2014; Streltsova, 2014) como los extranjeros (Edwards, 2008; Jacobson, 1999; Kwok-bun, 2013; Mouw, 1999; Nesdale, 2000]. Pero la particularidad de los migrantes en Rusia consiste en la concientización de la temporalidad de su estancia en la Federación Rusa y, por eso, en la ausencia del deseo de asimilarse en la sociedad rusa. De tal manera, la encuesta realizada en 2014 entre los migrantes respecto de sus planes de estancia en Moscú, mostró que solamente 22% querían quedarse en la capital rusa para residir permanentemente, pero que la mayoría (72%) percibían su vida allí como estrictamente temporal (Zajnchkovskaya, 2014). Además, la mayor parte de las dificultades para adaptarse se examinan desde la perspectiva de la sociología y la politología (Edwards, 2008; Golunov, 2014; Gorenburg, 2014; Jacobson, 1999; Kwok-bun, 2013; Mouw, 1999; Nesdale, 2000). Por esto, el análisis de los problemas dados a través del prisma del enfoque antropológico hacia la etnolingüística, la detección de los “puntos neurálgicos” de la desintegración lingüística de la gente, de las causas de la polarización de la sociedad según el principio propio-extraño, junto con la conservación del pluralismo étnico, se presentan importantes e interesantes, en especial en la etapa actual cuando el movimiento migratorio abarca cada vez más el espacio geopolítico.

Métodos y datos

Para resolver las tareas puestas en el estudio se utilizaron los siguientes métodos: observación, descriptivo, experimental y estadístico. En calidad del material a estudiar fueron analizados los datos de medios de comunicación masiva, así como de la encuesta realizada entre los 76 estudiantes del primer año de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos, de la Universidad Estatal Rusa Kosyguin (Tecnologías. Diseño. Arte) y de la Universidad Estatal Técnica de Moscú Báuman.

Análisis

Durante el estudio del papel de la lengua al servicio de la adaptación sociocultural y económica de los migrantes en la época de transformaciones globales, cuyo centro de interés reside en el problema de la desunión lingüística de los ex compatriotas, es posible destacar los siguientes aspectos, los cuales, en nuestra opinión, permiten aproximarse al análisis de la situación lingüística y económica desde la perspectiva del pluralismo étnico:

  1. La lengua y las nuevas formas de polarización de la sociedad.

  2. La lengua y la adaptación de los migrantes en la sociedad rusa: aspectos sociocultural y económico.

  3. La lengua y la cultura.

  4. Los marcadores lingüísticos de la política migratoria.

Examinemos de manera más detallada cada uno de ellos.

La lengua y las nuevas formas de polarización de la sociedad. A las explosivas oposiciones léxicas existentes en cualquier sociedad que “lanza” a la gente a distintos lados de las barricadas (del tipo “negro-blanco”, “rico-pobre”, “propietario-asalariado”, etc.), se agregan las nuevas connotaciones mentales basadas en la oposición: “hablante de ruso-no hablante (poco hablante) de ruso”. Es evidente que el hablante de ruso es el portador de la lengua (“propio”) y el “poco hablante” es migrante (“extraño”). De tal manera, la oposición de lenguas (según el principio propio-extraño) se transforma en la oposición étnica. La oposición lingüística y étnica se coloca por encima de otras oposiciones socioculturales ya mencionadas arriba, dándoles ya no solo el carácter social, sino nacionalista y (si tomamos en cuenta que el porcentaje suficientemente grande de los migrantes profesan el Islam) también religioso. Así, por ejemplo, las oposiciones vendedor-comprador, ciudadano que acata las leyes-criminal que existen en cualquier lengua, adquieren un matiz étnico específico, ya que para nadie es secreto que en los mercados de Moscú la mayor parte de vendedores proceden de las ex repúblicas soviéticas del sur y que la mayoría de los compradores son representantes de la población rusohablante.

Además, según los datos de los medios de comunicación masiva, alrededor de los 70% de los crímenes en Moscú son cometidos por migrantes. Uno de los síntomas de la desunión agudizada de la sociedad rusa por principio étnico (y lingüístico) es también el hecho de la formación de los grupos criminales étnicos (en el período soviético, estos eran en su mayoría poliétnicos) (Golunov, 2014; Volin, 2015]. Es claramente evidente que uno de los factores de la unión de los criminales en un grupo delictivo es la existencia entre ellos de un espacio lingüístico común, lo que determina en el medio criminal la pertenencia del individuo a los “propios”.

Como resultado, la oposición propio-extraño (desde el punto de vista del dominio de la lengua rusa) en el ámbito de las relaciones monetario- mercantiles que anteriormente tenía sólo la base económica, se vuelve étnica.

La lengua y la adaptación de los migrantes en la sociedad rusa: aspectos sociocultural y económico. Los migrantes actuales son, en su mayoría, los migrantes económicos. El objetivo de su viaje a Rusia es el deseo elemental de sobrevivir (y ayudar a sobrevivir a su familia) o el deseo de enriquecerse rápidamente. En ambos casos, los migrantes no ponen ante sí el objetivo de asimilarse en la sociedad rusa (como sucede con la mayoría de los migrantes en los Estados Unidos). Como regla, su trabajo en el territorio de la Federación Rusa tiene un carácter temporal. Por esto es completamente natural que ellos no concientizan la necesidad de dominar bien la lengua rusa. Para comunicarse con la población originaria en el ámbito de actividades profesionales, les es suficiente un pequeño conjunto de medios comunicativos. Y esto está relacionado tanto con la psicología de los mismos migrantes como con la psicología de la población rusa autóctona.

Es sabido que en Rusia (y ante todo en Moscú - la ciudad con la mayor cantidad de migrantes) existen ciertos tipos de trabajos que realizan los representantes de un grupo étnico determinado (por ejemplo, en las obras de construcción en Moscú, la mayoría de los trabajadores son tadjikos o moldavos; la limpieza de las calles está a cargo de los tadjikos y uzbekos, etc.). Con esto, el personal que dirige la realización de estos tipos de trabajo es ruso. Desde el ángulo psicológico se entiende que la oposición jefe-subordinado para nada contribuye a establecer los contactos amistosos que podría provocar el interés hacia el estudio de la lengua rusa. Por un lado, hay que notar que por un lado los jefes rusos se distinguen con frecuencia por la actitud despectivo-peyorativa hacia los trabajadores forasteros como los torpes iletrados (lo que frecuentemente no corresponde con la realidad); por el otro, los mismos forasteros, al no dominar suficientemente la lengua rusa y ser personas dependientes que temen a todos y a todo (puesto que muchos de ellos trabajan sin permiso legal o al abrigo de un permiso falso), perciben a sus jefes rusos como terratenientes-déspotas. Por eso toda la comunicación en el ámbito laboral se torna con mayor frecuencia en la modalidad imperativa: unos dan órdenes, otros las cumplen sin objeción. Y entre ellos mismos, los migrantes hablan su lengua materna.

Resulta que tanto en el trabajo como en su tiempo libre, los procedentes de las ex repúblicas soviéticas se comunican exclusivamente en su lengua materna, lo que por un lado reduce a nada la motivación de ampliar su conocimiento de la lengua rusa fuera de los límites comunicativamente significativos para ellos en las situaciones laborales; por el otro, irrita a la población rusa provocando el crecimiento de aversión respecto de los “forasteros”. Cuando empezamos a analizar las raíces de esta aversión surge la pregunta: ¿por qué si los rusos escuchan el habla extranjera de los turistas, esta no los irrita, al contrario, al ver a un extranjero que trata, en un mal ruso, saber cómo, por ejemplo, llegar al metro, recibe ayuda? La respuesta es evidente: a la gente no le gusta cuando, en su presencia, los que pueden hablar ruso cambian a su lengua materna y los allí presentes pueden suponer que los hablantes tratan de ocultar algo, llegar a un acuerdo y engañarlos (por ejemplo, al hacer una compra en el mercado cuando los vendedores, atendiendo al comprador, discuten algo en voz alta en su lengua materna), etc.

La lengua y la cultura. Como notan los expertos, el proceso de la adaptación de migrantes en una sociedad nueva constituye etapas determinadas. Nombremos los principales:

  1. el conformismo orientado hacia un objetivo (los migrantes saben cómo actuar en un medio nuevo, pero internamente no reconocen el sistema de valores del nuevo medio y siguen el sistema acostumbrado);

  2. la tolerancia mutua (el individuo y el medio manifiestan una tolerancia mutua hacia los valores y formas de la conducta de cada una de las partes);

  3. la acomodación (se caracteriza por la tolerancia mutua de las partes y las concesiones mutuas);

  4. la asimilación (la adaptación completa cuando el individuo renuncia de sus valores anteriores y acepta el sistema de valores del ambiente nuevo).2

Con esto frecuentemente se afirma que el proceso de adaptación inevitablemente lleva a la asimilación. En el caso de los migrantes laborales, la asimilación no sucede ya que lo impide el carácter de vida de los migrantes en clanes, es decir, la existencia de las diásporas. Dentro de estas, los migrantes se sienten confortablemente porque, por un lado, perciben la “protección” del mundo exterior que con frecuencia es hostil con ellos, y por el otro, no es necesario reconstruir sus orientaciones axiológicas, todavía más, no hay necesidad de conocer profundamente las normas de conducta y moral ajenas. El aislamiento cultural resulta una forma muy cómoda de la existencia del migrante temporal: “propio entre los extraños” se vuelve en “propio entre los propios”. De tal manera, exactamente la existencia de las diásporas impide, a su manera, al diálogo entre las culturas.

La afición misma hacia los clanes es la consecuencia de no dominar o dominar de manera insuficiente la lengua rusa por los migrantes, así como el desconocimiento de las tradiciones de la cultura rusa: con mucha frecuencia ellos simplemente temen comunicarse con los portadores de la lengua por temor a no comprender algo o no ser comprendidos. La comunicación únicamente con sus compatriotas lleva a la creación de las sociedades cerradas, con esto exactamente la lengua juega el papel primordial en la pertenencia a los “propios” o a los “extraños”.

Una parte de los migrantes llega a Rusia con sus familias, esto significa que los hijos de los migrantes van a las escuelas donde la enseñanza se realiza en la lengua rusa. La materia Ruso como lengua extranjera (RLE) es una materia específica que para nada corresponde al curso de ruso para los nativos (Yanovskaya, 2016). Pero los estudiantes deben seguir el programa escolar. Los hijos de los migrantes no lo aprueban y automáticamente son clasificados como reprobados. En consecuencia, se comunican fuera de la escuela exclusivamente con los “propios”, pero no con los compañeros de salón rusohablantes: al salir de la escuela, los niños se juntan en grupos según el principio de origen étnico, o más preciso, según el principio lingüístico de acuerdo con la siguiente orientación psicológica:

Los marcadores lingüísticos de la política migratoria. La barrera lingüística, el choque cultural, el conflicto psicológico de las costumbres, rituales y tradiciones nacionales, crean el suelo para un potencial conflicto intercultural. N. Wiener, hablando de culturas nacionales, afirmaba que

en el sentido más directo somos los pasajeros que sufren el naufragio en un planeta condenado. Pero hasta durante el naufragio, la honradez humana y los valores humanos no deben desaparecer de manera obligatoria y debemos conservarlos mientras haya una oportunidad. No importa que nos hundamos, es mejor si esto sucede con el sentir de su dignidad personal (Wiener, 1950, p. 58).3

Las transformaciones socioculturales y económicas del mundo contemporáneo están relacionadas con la no aceptación étnica que se manifiesta ante todo y de forma más clara en la lengua: en los últimos años, la lengua rusa “se enriqueció” con palabras como «гастарбайтер» ´gastarbaiter´ (o «гастер» ´gaster´) [migrante laboral temporal], «лицо кавказской национальности» ´litso kavkazskoy natsionalnosti´ [persona de nacionalidad caucásica], «москвабад» ´moskvabad´ [trabajador forastero], «таджибеки» ´tadzhibeki´ [migrante de nacionalidad tadjika], «хачики» ´jachiki´ [armenios], «чурки» ´churki´, «чучмеки» ´chuchmeki´ [ambos últimos, forasteros], etc. Que tienen una evidente connotación negativa.

Y si en EUA, los racistas usan la palabra “negro” para denominar a los afroamericanos, en la actual sociedad rusa esta palabra la utilizan los ciudadanos nacionalistas para designar a los migrantes de Uzbekistán, Tadjikistán, Azerbaiyán y otras ex repúblicas soviéticas del sur. Notemos que la misma palabra “migrante” tan popular en nuestro tiempo tiene, en opinión de muchos sociólogos occidentales, por un lado el matiz peyorativo, y por el otro, un sentido aterrador, provocando en la sociedad la imagen de cierto “enjambre de abejas” en ataque que lleva la amenaza a todo el sistema de valores europeos y a la misma Europa.4

El periodista británico David Marsh (2015) escribe que con el término migrante los políticos y los medios de comunicación masiva llaman a las personas que por razones económicas llegan al Reino Unido de los países del tercer mundo y “que no les gustan”, pero al mismo tiempo los británicos que se trasladan a otros países por las mismas razones, se denominan los expats.5 Como dice el director del Centro de Estudios de los Problemas de Refugiados en Oxford, el profesor Aleksander Betts, “las palabras que expresan el sentimiento desmesurado de la amenaza pueden alimentar los humores antimigratorios, creando el clima de intolerancia y xenofobia” (Marsh, 2015).6 Los neologismos arriba mencionados, así como los semejantes tienen hoy día una influencia análoga a los sentimientos de la sociedad rusa.

Discusión

Para entender más claramente cómo la población autóctona percibe a los migrantes, los autores elaboraron una encuesta especial que comprende 11 preguntas. El objetivo consistía en indagar cuál es la posición de la juventud universitaria respecto de los migrantes, definir el grado de la actitud indulgente y tolerante hacia distintos, en el sentido étnico, grupos de los migrantes; entender la razón de la migrantofobia, en particular, de la etnofobia.

Fueron encuestadas 75 personas (de 17 años y más), entre las cuales 72 fueron válidas. Se encuestó a los estudiantes para aclarar la posición de la parte más activa y móvil de la sociedad. La selección de los informantes se realizó mediante elección casual en proporciones idénticas entre los estudiantes del primer año de la Academia de ingeniería de la Universidad Rusa de la Amistad de los Pueblos (URAP), los estudiante de economía de la Universidad Estatal de Administración (UEA) y de la Universidad Estatal Técnica de Moscú (UETM). La encuesta se llevó a cabo de manera anónima en los lugares de estudio de las propias URAP, UEA y UETM. Los resultados se presentan en la siguiente tabla:

Variantes de respuestas (B %)
Pregunta de la encuesta Completamente de acuerdo Parcialmente de acuerdo En desacuerdo Absolutamente en desacuerdo No sé
La lengua define la polarización de la sociedad según el principio propio-extraño. 58 20 12 7 3
Los migrantes agravan la tensión social en la sociedad. 57 32 8 2 1
Los migrantes tratan de adaptarse lo más rápido posible en Rusia. 22 10 38 17 13
Los migrantes aumentan el nivel de delincuencia en Rusia. 56 33 7 1 1
Los migrantes en Rusia deben dominar la lengua rusa. 89 9 0 0 2
Los migrantes deben poseer conocimientos básicos sobre la historia y cultura de Rusia 88 10 2 0 0
Los migrantes deben respetar las tradiciones culturales de Rusia. 92 5 3 0 0
Los migrantes no deben hablar en voz alta en su lengua en los lugares públicos puesto que esto irrita a los rusos. 64 17 10 5 4
Los hijos de los migrantes estudian peor que los moscovitas 10 16 32 28 14
No
Tengo amigos que son hijos de los migrantes. 15 85
Sí, siempre Sí, a veces Nunca
Hablando de los migrantes utilizo palabras como «чурки» [churki], «хачики» [jachiki], «черные» [chernye], etc. 13 82 5

Como puede apreciarse, los resultados de la encuesta mostraron el bajo nivel de tolerancia de la juventud estudiantil hacia los migrantes.

Podemos concluir que la percepción de la población rusa7 hacia los migrantes corresponde con el siguiente esquema (Novikova, 2011, pp. 3-4):

Por su lado, el migrante tiene otro esquema:

Como vemos, ambas posturas son viciosas en su esencia: por un lado, la persona que habla otra lengua probablemente quisiera conocer mejor la cultura rusa, pero se lo impide una actitud negativa hacia él por parte de los representantes de dicha cultura, por otro lado, hablar ruso para nada significa la pérdida de su identidad cultural. El estudio de cualquier lengua extranjera nunca lleva a la pérdida de sus raíces, al contrario, según las palabras de W. Humboldt, permite “romper el círculo mágico de su lengua” (Cassirer, 1946, p. 9), dando la posibilidad de comprender una nueva realización anteriormente inalcanzable.

¿Habrá salida de esta situación? ¿Qué fue ya hecho y qué deben hacer el gobierno y los representantes de ciencias afines en cuanto a la lengua y la persona que habla, no sólo para optimizar el diálogo intercultural sino para amortizar la oposición etnocultural? ¿Qué puede ser el empuje para que el actual migrante laboral, “un temporal”, se sienta como “propio” entre los “extraños”? Probemos analizar el problema con el caso particular de los migrantes uzbekos.

En Uzbekistán, hasta 1995, la lengua rusa tenía el estatus de comunicación internacional, pero después de hacer modificaciones en la Ley sobre la Lengua Nacional, el idioma ruso perdió el estatus oficial y lo igualaron a las lenguas de las minorías étnicas. Como lo destaca Jurramov (2015), la lengua rusa en Uzbekistán “dejó en mucho sus posiciones en comparación con lo que era hace 20 años […] Durante 25 años 'la generación de la independencia' olvidó la lengua rusa”. En calidad de ejemplo se presenta el caso de un joven de 21 años, quien se desconcertó mucho cuando en el examen de lengua rusa vio el apartado «Образование» [educación] y con perplejidad dijo al profesor que se le acercó, que no podía contestar esto. Después de que el profesor le explicó el significado de la palabra, el joven respiró alegremente ya que estaba seguro de que esta palabra significaba «обрезание» [circuncisión].

Conforme con las nuevas reglas, los migrantes deben dominar la lengua antes de que se vayan a trabajar. Como lo establece Jurramov (2015), “los cursos para estudiar el ruso […] tienen el segundo lugar en popularidad después del inglés”. La mayor parte de la juventud de Uzbekistán está interesada en estudiar la lengua rusa, pero no siempre dispuesta a pagar los precios del mercado. De esta manera, obtener el certificado del dominio de la lengua rusa resulta muy complicado. No obstante, el estudio de calidad del idioma ruso es la oportunidad de conocer mejor las tradiciones de la cultura rusa y eliminar los “puntos neurálgicos” del conflicto de mentalidades.

Resultados

Desde nuestro punto de vista, se podría reconocer como perspectivas las siguientes iniciativas educativas que están estrechamente relacionadas con las medidas legislativas y organizativas a nivel estatal:

  1. Debe haber cursos de lengua rusa y cultura rusa adjuntos a todas las embajadas de Rusia en los países de CEI, accesibles para la gente que tiene la intención de ir a trabajar a Rusia. Tomar en cuenta los matices etnopsicológicos está determinado por la influencia de la sociedad en la aculturación como modelo de la confortable introducción psicológica del individuo a una cultura diferente (Cherkashina, 2017).

  2. En nuestra opinión, es necesario crear grupos escolares especiales de preparación donde los niños de los migrantes de edad preescolar y que no dominan o dominan mal la lengua rusa, les den las clases los maestros que tuvieron un curso de preparación especial en la materia “Ruso como lengua extranjera”.

  3. Enseñar la tolerancia, denunciar la xenofobia de los medios de comunicación masiva y excluir de las publicaciones la indicación del origen étnico de las personas que cometieron un delito.

  4. Atraer activamente a los mismos migrantes a la organización de festivales juveniles internacionales, exposiciones de culturas nacionales, concursos de idioma ruso, puesto que esto encontrará una respuesta positiva en los migrantes si en calidad de premios los ganadores recibirán el certificado para una beca o los estudios en una universidad rusa.

Conclusiones

Los resultados del estudio realizado probaron que la lengua representa el obstáculo principal en el camino de la adaptación de migrantes en la actual sociedad rusa. Con esto, el estudio de calidad de la lengua rusa es la oportunidad para conocer mejor las tradiciones de esta cultura y romper el círculo vicioso del conflicto de mentalidades, y el profesor de la lengua rusa tiene el papel rector en la formación de habilidades de escuchar y oír al representante de otra cultura, puesto que el día de hoy precisamente la lengua se presenta como la “fuerza suave”, el principal instrumento del diálogo intercultural.

Fuentes consultadas

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3In a very real sense, we are shipwrecked passengers on a doomed planet. Yet, even during a shipwreck, human decencies and human values do not necessarily vanish, and we must make the most of them. We shall go down, but let it be in a manner to which we may look forward as worthy of our dignity.

4The language we hear in what passes for a national conversation on migration has become as debased as most of the arguments, until the very word “migrants” is toxic, used to frighten us by conjuring up images of a “swarm” (as David Cameron put it) massing at our borders, threatening our way of life (Marsh, 2015).

5Having moved to the UK to further their careers, some of them (migrants) might perhaps be described as “economic migrants”. Except that this term is reserved exclusively by politicians and the media to describe people who - unlike bankers or sports stars - they don’t like: people who, in the words of our foreign secretary, are “marauding” across Europe. People from the UK moving abroad to pursue their career or financial interests, meanwhile, are “expats”, never emigrants or migrants (Marsh, 2015).

6As Prof Alexander Betts, director of the refugee studies center at Oxford University, says: “Words that convey an exaggerated sense of threat can fuel anti-immigration sentiment and a climate of intolerance and xenophobia”.

7Entendemos por rusos a todos aquellos que consideran Rusia como su patria. En el extranjero, llaman rusos a todos los procedentes de Rusia independientemente de su origen étnico y religión.

Recibido: 10 de Marzo de 2018; Aprobado: 22 de Octubre de 2018

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