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Andamios

versión On-line ISSN 2594-1917versión impresa ISSN 1870-0063

Andamios vol.12 no.27 Ciudad de México ene./abr. 2015

 

Traducción

 

La construcción discursiva de identidades nacionales1

 

Rudolf de Cillia, Martin Reisigl y Ruth Woddak

 

Universidad de Viena.

Traducción del inglés: Juan Carlos Cabrera Pons*

 

Resumen

Los colectivos y comunidades construyen su pasado para hacerse de una identidad nacional, con lo cual se conforma una visión ego-, etno- y nacio-céntrica. Esto repercute en la actualidad por el número creciente de acciones nacionalistas de discriminación en muchos estados europeos. Esto ocurre dentro de una creciente dinámica de movilidad geográfica, social, política y familiar cuyas desigualdades sociales no pueden ya describirse mediante categorías sociológicas comprensivas ni por las "grandes" teorías. Con base en la crítica del concepto de modernización reflexiva y tomando a Austria como ejemplo, tratamos de ilustrar algunas de las estrategias lingüísticas más prominentes empleadas en la construcción de naciones e identidades nacionales.

Palabras clave: Austria, identidad nacional, nación, naciones, comunidad, cultura, discurso, neutralidad, fronteras.

 

INTRODUCCIÓN2

Comenzamos este artículo citando dos ejemplares impresos que hemos descubierto recientemente: The Xenophobe's Guide to the Austrians (James, 1994) y The Xenophobe's Guide to the English (Miall, 1993).

"Cuando un austriaco de la edad de piedra emergió de un glaciar en Tirol —escribe James (1994: 11)— los italianos lo reclamaron como suyo. Una comisión de eruditos estableció que quizá se encontraba apenas uno o dos metros más allá de la frontera y un reportero de televisión sugirió satíricamente que debíamos 'nada más revisar su pasaporte'".3 La moraleja aquí es que incluso este hombre de hielo, aún tras varios años de gélido confinamiento, está tan confundido sobre su identidad nacional como el resto de los austriacos. Por supuesto que este tira y afloja nacionalista entre Austria e Italia, al que James se refiere irónicamente, no nos dice nada acerca de la identidad de "Ötzi", pues las preguntas sobre la identificación nacional(ista) no comenzaron a surgir sino hasta la era moderna, siglos después de su muerte. Con todo, los esfuerzos tanto de Austria como de Italia por adornar su "pasado nacional" con un descubrimiento arqueológico de relevancia histórica revelan una estrategia nacionalizante típica que consiste en usurpar o tomar la posesión de contingencias del pasado (descubrimientos casuales) mediante una expansión mítica ex post facto transhistórica y al mismo tiempo dehistorizante (eternizante). Con una analogía tomada de la teoría de la relatividad, Rudolf Burger (1996: 40) describe esta estrategia metafóricamente como una "dilatación nacionalista del tiempo".

"Los ingleses" también parecen estar preocupados por su identidad nacional. "Hasta donde saben los ingleses —escribe Miall (1993: 5)—, los más grandes problemas de la vida pueden resumirse en una sola palabra: extranjeros". Continúa: "la visión que los ingleses tienen de los extranjeros es muy sencilla: mientras más se aleje uno de la capital, hacia cualquier dirección, más extranjeras se vuelven las personas" (1993: 6). Es obvio que la visión ego-, etno- y nacio-céntrica descrita por Miall no es tanto una particularidad de los ingleses como una característica de patrones etnocentristas y nacionalistas de la percepción del otro.

Por supuesto que podríamos multiplicar casi al infinito estas y otras opiniones anecdóticas más o menos serias acerca de la nacionalidad o de las presuntas mentalidades de una nación. Pero, mientras que esto podría resultar de algún modo entretenido, sabemos que las actitudes nacionalistas y los estereotipos articulados en los discursos no sólo acompañan sino que a la vez influyen en las decisiones políticas, y hoy en día podemos distinguir con preocupación un número creciente de acciones nacionalistas de discriminación en muchos estados europeos.

Cambios con grandes consecuencias en el paisaje político europeo desde finales de la década de 1980 —como la transformación del antiguo bloque del Este, la reunificación de Alemania, la expansión e integración profunda de la Unión Europea (UE), así como los continuos debates sobre migración e inclusión— han llamado nuevamente la atención al asunto de las identidades étnicas y nacionales. En los países de la UE la propagación de una nueva identidad europea ha venido acompañada de la emergencia o reemergencia de una serie de identidades étnicas y nacionales en apariencia arcaicas, fragmentadas e inestables, al tiempo que otras identidades nacionales y culturales que parecían firmes y estables se han convertido en terreno de contiendas políticas y se han visto reflejadas en el corazón de nuevos conflictos políticos.

Como lo exponía ya el Economist en un artículo de 1930 (citado por el politólogo Ulrich Beck (1993: 99-100):

Desde una perspectiva económica, el mundo de hoy en día actúa como una unidad común. Políticamente, el mundo no sólo ha mantenido una distribución entre sesenta o setenta naciones soberanas, sino que al mismo tiempo las identidades nacionales se están haciendo más pequeñas, más numerosas, con una tendencia cada vez mayor hacia la conciencia nacional. La tensión creada por estas dos tendencias divergentes ha conducido a una ola de choque, agitación y colapso de la población mundial.

Lo que el Economist previó en 1930 —además de que ahora existen más de setenta naciones— ocurre en mayor manera en nuestros tiempos. Hoy en día es posible distinguir tendencias muy opuestas: lo que Beck et al. (1993) llaman "modernización reflexiva" liquida las fronteras entre o dentro de las clases sociales, sectores, naciones, continentes, familias y roles de género. La "modernización reflexiva", que Beck (1993: 57) entiende como una segunda etapa de la modernidad, significa una transición "automatizada", no intencional, ciega y, por decirlo de algún modo, a manera de reflejo (y no "reflexivamente" en el sentido de "reflexionado") de la sociedad industrial a la "sociedad de riesgo", que se caracteriza, entre otros factores, por el incremento de la movilidad geográfica, social, política y familiar (Walzer, 1994: 164-166), y por la agravación e individualización de desigualdades sociales que no pueden ya describirse adecuadamente ni por categorías sociológicas comprensivas ni por las "grandes" teorías. El concepto de modernización reflexiva denota el proceso de cambio más o menos automatizado, no planeado y progresivo que ocurre en el curso de las modernizaciones "normales" y que —aunque las formas políticas y económicas permanezcan más bien consistentes e intactas— termina en la radicalización de la modernidad, la disolución de las premisas y formas de la sociedad industrial y la apertura de nuevas maneras de modernidad y contramodernidad (Beck, 1993: 67). La contra-modernización —a la vez un proyecto y un resultado, una demarcación estructural y una contradicción (impugnada) de la modernidad— vuelve a enfatizar, formar, construir y reforzar fronteras vacilantes (Beck, 1993: 100). Dirigida en contra de la ya existente "política interior mundial", se apoya en conceptos claves esencializados de nación, pueblo, naturaleza, hombre, mujer y otros, e intenta dar la impresión de una certeza natural y evidente.

Los muy interrelacionados pero conflictivos procesos de regresión nacionalista y humanitarismo emancipador y supranacional se manifiestan discursivamente en diferentes maneras de legitimación y deslegitimación. Tomando Austria como ejemplo para un estudio de caso, tratamos de ilustrar algunas de las estrategias lingüísticas más prominentes empleadas en la construcción de naciones e identidades nacionales. El marco teórico de nuestro estudio es el del análisis crítico del discurso tal y como se ha desarrollado en el Departamento de Lingüística Aplicada de la Universidad de Viena, y, aunque este marco teórico ha sido elaborado con respecto a Austria, sus fundamentos tanto teóricos como analíticos nos ofrecen información sobre patrones ampliamente difundidos en la nacionalización discursiva de varios estados-nación (contra)modernos.

En este artículo enunciamos primeramente algunos de nuestros supuestos básicos sobre la construcción discursiva de identidades nacionales y discutimos brevemente los conceptos de nación e identidad nacional con el objetivo de proveer definiciones en uso, principalmente basadas en los trabajos de Benedict Anderson (1988); Pierre Bourdieu (1993, 1994a y 1994b), Paul Ricoeur (1992), Denis-Constant Martin (1995), Stuart Hall (1994 y 1996) y Laszek Kolakowki (1995). Más adelante presentamos las características que distinguen al análisis crítico del discurso y, en particular, a su enfoque histórico, desarrollado en Viena, cuyo objetivo, entre otras cosas, es develar las estrategias discursivas de disimilación (que apuntan hacia la construcción de diferencias nacionales) y las estrategias discursivas de asimilación (que apuntan hacia la construcción de similitudes intranacionales), y que describe un número de "narrativas de identidad nacional" contextualizadas. Este enfoque metodológico en particular fue desarrollado y probado inicialmente con amplios corpus de datos en el curso de una investigación de dos años recientemente finalizada, en la que se investigó la constitución de identidades nacionales mediante el análisis tanto de las representaciones como de los rituales sociales enlazados a las identidades nacionales. Concluimos nuestro artículo al establecer una relación entre los resultados de nuestro estudio y los supuestos teóricos de nación, identidad, nacionalismo y globalización.

Antes de comenzar, sin embargo, nos gustaría ofrecer información sobre los datos que hemos analizado en nuestro estudio. Nuestro corpus incluye: a) 23 discursos de políticos en eventos conmemorativos específicos (sobre todo relacionados con el 50° aniversario de la Segunda República Austriaca); b) artículos de periódicos que discutieron la neutralidad austriaca4 y las políticas de seguridad europeas en junio de 1994, justo antes del referéndum de la adhesión a la UE; c) afiches, eslogans y propaganda enviada o exhibida durante la campaña que condujo hacia el referéndum para que Austria se convirtiese en miembro de la UE; d) siete discusiones de grupos organizadas en diferentes provincias de Austria; así como e) 24 entrevistas cualitativas en las que se hicieron preguntas y se obtuvieron respuestas que abarcaron diferentes aspectos de la identidad nacional (para más detalles véase Wodak et al., en imprenta).

La mayoría de los ejemplos citados y analizados en este artículo fueron tomados de las discusiones grupales que condujimos con el objetivo de explorar discursos semipúblicos. Con un ejemplo de una charla política (ejemplo 4) quisiéramos ilustrar de pasada la recontextualización de la esfera política pública en un contexto semipúblico (para más detalles acerca de los discursos de políticos analizados, véase también Reisigl, 1998). Elegimos ilustrar la eminencia del tema político en la construcción de identidades nacionales en las conversaciones cotidianas, y no sólo a través de extractos de discursos realizados por políticos o con la presentación de muestras del discurso de los medios de comunicación. Esto refleja nuestro uso de una noción amplia de lo político, que no se centra únicamente en los discursos de las elites del poder, sino también en las acciones (discursivas) que, de acuerdo con Paul Chilton y Christina Schãffner, "involucran poder o, su opuesto, resistencia" (1997, p. 212) en muchos otros contextos, incluyendo los no oficiales o informales.

Para comprender el impacto del discurso de los políticos en el discurso público, es necesario investigar su recepción y su recontextualización (en el sentido de Bernstein) en otros espacios sociales, por ejemplo, en mundos de vida concretos. El método de la discusión con grupos focales (véase Bruck y Stocker, 1996; Lamnek, 1989; Friedrichs, 1990) ofrece una herramienta muy prometedora para la investigación etnográfica en el análisis crítico del discurso. Nos permite estudiar parcialmente la recontextualización y transformación de conceptos políticos y narrativas identitarias específicas expresadas por políticos, enseñadas por sistemas educativos (por profesores y libros de texto), promovidas por los medios de comunicación masiva, etcétera, y que se manifiestan en situaciones e interacciones cotidianas. Específicamente, nos permite observar la co-construcción local del significado de conceptos (como nación e identidad) durante una discusión llevada a cabo por individuos, pero bajo la influencia interaccional del grupo. En resumen, nos provee de una llave metodológica que abre puertas hacia las extraordinariamente complejas dialécticas entre los procedimientos de arriba hacia abajo de la construcción de opiniones públicas hegemónicas y los procesos de abajo hacia arriba de la legalización de los medidores de estados de ánimo, ansiedades y fluctuaciones de grupos específicos de votantes.

 

SUPUESTOS GENERALES

Aunque un recuento demasiado detallado de las proposiciones teóricas desarrolladas en nuestro estudio no dejaría mucho espacio para presentar los datos que examinamos, nos gustaría de todas maneras revisar brevemente algunos de los supuestos generales que resultan de particular relevancia para la investigación de identidades nacionales.

En primer lugar, partimos del supuesto de que las naciones deben entenderse como construcciones mentales, como "comunidades políticas imaginadas" (Anderson, 1998: 15). Son representadas en las mentes y memorias de los sujetos nacionalizados como unidades políticas soberanas y limitadas, y pueden convertirse en ideas rectoras muy influyentes que llegan a tener consecuencias que pueden ser bastante graves y destructivas.

En segundo lugar, asumimos que las identidades nacionales —concebidas como formas específicas de identidades sociales— son producidas, reproducidas, transformadas y destruidas discursivamente (es decir, por medio del lenguaje y otros sistemas semióticos). La idea de una comunidad nacional específica se hace realidad en el reino de las convicciones y creencias, mediante la reificación de discursos figurativos continuamente arrojados por políticos, intelectuales y medios de comunicación, y diseminados a través de sistemas educativos, comunicación masiva, militarización y encuentros deportivos.

Nuestro tercer supuesto recurre a la noción de habitus de Pierre Bourdieu. Desde nuestro punto de vista, la identidad nacional puede considerarse una suerte de habitus, es decir, un conjunto de ideas compartidas, conceptos o esquemas de percepción, a) de actitudes emocionales relacionadas y compartidas subjetivamente entre un grupo de personas; así como b) de disposiciones de comportamiento similares; c) todas las cuales se internalizan mediante una socialización "nacional". En el caso de la nación austriaca, las ideas y esquemas en cuestión hacen referencia a la imaginación del Homo austriacus (véase Liebhart y Reisgl, 1997), al austriaco "como tal", a una cultura nacional, historia, presente y futuro comunes, así como a un tipo de "cuerpo nacional" o territorio nacional. Al mismo tiempo, el habitus nacional tiene también que ver con nociones estereotipadas de otras naciones y su cultura, su historia, etcétera. Las actitudes emocionales hacia las que Bourdieu se refiere son aquellas que se manifiestan, por un lado, hacia adentro del grupo nacional específico y, por otro, hacia los demás grupos determinados. Las disposiciones conductuales incluyen las disposiciones tanto hacia la solidaridad con el grupo nacional de cada uno como hacia la degradación y la exclusión de "otros" de este colectivo construido.

En cuarto lugar, la construcción discursiva de identidades nacionales corre siempre de la mano de la construcción de diferencias/distinciones y singularidades (Hall, 1994, 1996; Martin, 1995). Tan pronto como se eleva hacia un nivel colectivo imaginado, tanto la construcción de similitudes como la construcción de diferencias violan la pluralidad y variedad democrática y la multiplicidad mediante la homogenización interna del grupo (del grupo al que se pertenece tanto como de los grupos a los que no se pertenece). Como ha escrito Seyla Benhabib (1996: 33 ss):

Ya que la búsqueda por la identidad incluye la diferenciación de lo que no se es, la política identitaria es siempre y necesariamente una política de la creación de diferencias. Se es un serbio bosnio al grado de que no se es un bosnio musulmán o un croata; se es un colono del bloque de los fieles en Cisjordania en la medida en que no se es un sionista secular [...] Lo que sorprende acerca de estos procesos no es la dialéctica inevitable de la identidad/diferencia que conllevan, sino la creencia ancestral de que las identidades pueden mantenerse y asegurarse sólo mediante la eliminación de la diferencia y la otredad. La negociación de la identidad/diferencia [...] es un problema político que apunta hacia las democracias en una escala global.

Una premisa más —y éste es el quinto supuesto— es que no existe tal cosa como una única identidad nacional en un sentido esencializante, sino que diferentes identidades se construyen discursivamente de acuerdo con el contexto, es decir, de acuerdo con el campo social, el escenario situacional del acto discursivo y el tema discutido. En otras palabras, las identidades nacionales no son completamente consistentes, estables e inmunes; al contrario, debemos entenderlas como dinámicas, frágiles, "vulnerables" y generalmente incoherentes. De cualquier manera, asumimos que hay ciertas relaciones (de transferencia y contradicción) entre las imágenes de la identidad que ofrecen las elites políticas y los medios, así como las de los "discursos cotidianos" acerca de las naciones y las identidades nacionales. Por ello que nuestro estudio considera cinco diferentes corpus de áreas públicas, semipúblicas y privadas.

 

LOS CONCEPTOS DE NACIÓN E IDENTIDAD NACIONAL

Las naciones —como cualquier otro tipo de comunidad mayor a las relaciones cara a cara— son lo que Anderson (1988) llama "comunidades imaginadas". Incluso los miembros de las naciones más pequeñas no llegan a conocer a la mayoría de sus conciudadanos: no se han visto, no han escuchado hablar de cada uno de ellos. Sin embargo, están convencidos de que pertenecen a una misma comunidad nacional (tanto más por cuanto que hasta cierto punto leen los mismos periódicos, ven casi los mismos programas de televisión, escuchan más o menos los mismos programas de radio, etcétera). Las naciones se perciben como limitadas por fronteras y, por tanto, separadas de las naciones con las que colindan, pues ninguna nación se identifica con la humanidad en su conjunto. La nación se percibe como una comunidad de similares congénitos y se asume soberana, lo que en parte tiene su origen en las "raíces" seculares de la Ilustración y la Revolución francesa, cuando los estados soberanos se equipararon con y vinieron a simbolizar el concepto de libertad.

La construcción de identidades nacionales se erige sobre el énfasis en una historia común, y la historia siempre está ligada al recuerdo y la memoria. La noción de memoria colectiva de Maurice Halbwachs (1985), es decir, la recolección selectiva de eventos del pasado que se consideran importantes para los miembros de una comunidad específica, permite que —a pesar del peligro inherente en el significado del adjetivo— un "colectivo" reifique conceptos abstractos, ideales (véase Burke, 1991: 290-291); que encuentre una conexión entre discursos más bien teóricos sobre la identidad nacional y los mitos, símbolos y rituales de la vida cotidiana (Breuss et al., 1993: 553). La conciencia nacional utiliza un conjunto de símbolos (tomados de diferentes ámbitos de la vida cotidiana) y define estructuras convencionalizadas como normas específicas para un grupo, mismas que son representadas en el nivel simbólico como re-presentaciones, re-simbolizaciones, y puestas en escena, así como en forma de objetos y materiales (Hunt, 1989).

La memoria colectiva, de acuerdo con Halbwachs, mantiene una continuidad histórica al recurrir a elementos específicos del archivo de la memoria histórica. Este concepto de Halbwachs es de particular interés para un acercamiento analítico a la construcción discursiva subjetiva de la identidad nacional, especialmente cuando se trata de la pregunta sobre qué "historia nacional" cuentan los ciudadanos de una nación, qué y cómo la recolectan y entre qué "eventos" hallan conexiones con su "narrativa nacional" subjetiva.

Mientras Halbwachs centra su atención en el concepto memoria, Stuart Hall (1994) enfatiza el rol que la cultura juega en la construcción de naciones e identidades nacionales. Hall describe a las naciones no sólo como constructos políticos, sino como "sistemas de representación cultural" (1994: 200), mediante los cuales puede interpretarse una comunidad imaginada. Las personas no son sólo ciudadanas por ley, sino que participan también en la formación de la idea de nación tal y como se representa en su cultura nacional. Una nación es una comunidad simbólica construida discursivamente:

Una cultura nacional es un discurso, una manera de construir significados que influye y organiza tanto nuestras acciones y percepciones como a nosotros mismos. Las culturas nacionales construyen identidades al crear significados de "nación" con los que podemos identificarnos; estos significados se encuentran en historias que se cuentan sobre la nación, en memorias que unen su presente con su pasado y en las percepciones que se construyen de ésta (Hall, 1994: 201).

En este tenor, Uri Ram (1994), siguiendo a Clifford Geertz (1975), insiste en que la "nacionalidad es una narrativa, una historia que la gente cuenta sobre sí misma para dotar de significado a su mundo social" (Ram, 1994: 153). Las narrativas nacionales no emergen de la nada y no operan en el vacío; sino que se producen, se reproducen y se difunden por actores en contextos concretos (institucionalizados).

Quienes diseñan las identidades y culturas nacionales pretenden "ligar la filiación entre el Estado-nación político y la identificación con la cultura nacional" (Hall, 1994: 205), de manera que la cultura y el Estado se identifiquen. Todas las naciones modernas son, de acuerdo con Hall, "híbridos culturales" (Hall, 1994: 207): las comunidades y organizaciones se integran y relacionan en nuevos términos espacio-temporales debido a los procesos de cambio actuales, tales como la homogenización global y la emergencia paralela de identidades locales y de grupos específicos.

En lo que concierne a la relación entre la identidad nacional como habitus interiorizado y su construcción discursiva, es necesario enfatizar un punto. Si consideramos que las identidades nacionales son únicamente constructos discursivos que se forman de narrativas de la identidad nacional específicamente construidas, la pregunta sigue siendo por qué reproduciría alguien una construcción discursiva específica. Martin (1995: 13) ofrece una respuesta convincente:

Para resumirlo, las narrativas identitarias abren el camino a emociones políticas para que estimulen esfuerzos para modificar un balance de poder; transforman las percepciones del pasado y el presente; cambian la organización de los grupos humanos y crean nuevos; alteran culturas al enfatizar ciertos aspectos y sesgar sus significados y lógicas. Las narrativas identitarias dan luz a nuevas interpretaciones del mundo con el objetivo de modificarlo.

De cualquier manera, suponemos que no nos enfrentamos únicamente a representaciones y discursos sobre la identidad nacional, sino también a una identidad nacional como impulso estructurante interiorizado que, en mayor o menor medida, influye de manera contundente en las prácticas sociales. Esto nos hace volver al concepto de habitus de Bourideu que introdujimos anteriormente. Desde esta perspectiva, el habitus nacional puede entenderse ya sea como un resultado estructurado (opus operatum) o como una fuerza estructurante (modus operandi).

En su ensayo "Génesis y estructura del campo burocrático", Bourdieu (1994b) describe la contribución del Estado o, más precisamente, de sus agentes políticos y representativos en la creación de la identidad nacional de la manera siguiente:

A través de sistemas de clasificación (especialmente cuando se trata del sexo y la edad) inscritos en la ley, mediante procedimientos burocráticos, estructuras educativas y rituales sociales (particularmente sobresalientes en el caso de Japón e Inglaterra), el Estado moldea las estructuras mentales e impone principios de visión y división comunes [...] Y contribuye por lo tanto en la construcción de lo que comúnmente designamos identidad nacional (o, en un lenguaje más tradicional, carácter nacional). (Bourdieu, 1994b: 7 ss)

Si bien no estamos de acuerdo con la ecuación conceptual que propone Bourdieu entre "identidad nacional" y "carácter nacional" (pues los caracteres nacionales no son sino un manojo de estereotipos), sí nos parece que sus otras observaciones sobre la identidad nacional son relevantes en nuestro contexto. De acuerdo con Bourdieu, es en gran medida mediante sus escuelas y sistemas educativos que el Estado da forma a esas estructuras de percepción, categorización, interpretación y memoria que le sirven para determinar la orquestación de los hábitos que sucesivamente son la base constitutiva de un tipo de sentido común nacional.

 

EL ANÁLISIS CRÍTICO DEL DISCURSO: EL DISCURSO COMO UNA PRÁCTICA SOCIAL

A continuación quisiéramos explicar cómo es que nuestro enfoque histórico del análisis del discurso puede ser utilizado como un medio eficaz para analizar discursos acerca de naciones e identidades nacionales.

Este enfoque se aproxima a la dimensión histórica de los actos discursivos que tienen que ver con temas y textos históricos y políticos de dos maneras: primero, el enfoque histórico del análisis del discurso se propone integrar, a partir de las fuentes originales, toda la información disponible sobre el contexto histórico en el que se desarrolló el "evento" discursivo; en segundo lugar, explora las maneras en que los tipos y géneros discursivos particulares están sujetos a cambios diacrónicos, como se ha demostrado en varios estudios previos (Woedak et al., 1990, 1994; Matouschek et al., 1995).

El análisis crítico del discurso entiende que tanto el "discurso" escrito como el oral son prácticas sociales (Fairclough y Wodak, 1997; Wodak, 1995, 1996; Titscher et al., 1998). Asume que hay una relación dialéctica entre eventos discursivos particulares y las situaciones, instituciones y estructuras sociales en los que se enmarcan: por un lado, los contextos situacionales, institucionales y sociales dan forma y afectan a los discursos; por otro, los discursos influyen en la realidad política y social. En otras palabras, el discurso constituye prácticas sociales y, a la vez, es constituido por éstas.

Mediante el discurso, los actores sociales construyen tanto conocimientos, situaciones y roles sociales, como identidades y relaciones interpersonales entre grupos sociales. Además, los actos discursivos son socialmente constitutivos de diversas maneras: en primer lugar, juegan un rol decisivo en la génesis, producción y construcción de ciertas relaciones sociales y, por tanto, permiten la construcción de identidades nacionales; en segundo lugar, pueden perpetuar, reproducir o justificar cierto statu quo social (y las identidades nacionales relacionadas con éste); en tercer lugar, son instrumentales en la transformación del statu quo (y las identidades nacionales relacionadas con éste); y en cuarto lugar, las prácticas discursivas pueden tener un efecto importante en el desmantelamiento o, incluso, en la destrucción del statu quo (y de las identidades nacionales relacionadas con éste). Con base en estas macrofunciones sociales, distinguimos entre macroestrategias discursivas constructivas, de perpetuación, transformacionales y destructivas (más adelante nos detenemos en estas distinciones).

Para explorar la interconectividad entre las prácticas discursivas y las estructuras sociales extralingüísticas, utilizamos el principio de triangulación (Cicourel, 1974), es decir, combinamos interdisciplinariamente varios enfoques metodológicos y fuentes específicas para investigar un fenómeno discursivo en particular. Por ejemplo, al explorar la construcción discursiva de la identidad nacional, nuestro enfoque interdisciplinario combina perspectivas históricas, sociopolíticas y lingüísticas. El principio de triangulación utilizado para nuestro estudio de caso emplea varios métodos de recolección de datos y el análisis de cinco diferentes corpus (discursos políticos, artículos de periódicos, afiches y panfletos, entrevistas y grupos de discusión). En consecuencia, pudimos proveer una imagen detallada de la identidad austriaca en escenarios públicos y cuasi-privados en varios niveles de formalidad, e identificar y contrastar conceptos divergentes de identidad nacional así como de narrativas identitarias divergentes.

 

CATEGORÍAS Y ANÁLISIS

A continuación describimos algunas de las herramientas para el análisis del discurso empleadas en nuestro estudio, al tiempo que ilustramos las categorías mayores con fragmentos de los siete grupos de discusión.

Analíticamente, distinguimos tres dimensiones interrelacionadas: 1) contenidos/temas; 2) estrategias, y 3) medios y formas de realización lingüísticas.

Contenidos/temas

Para comenzar ilustrando nuestra matriz de temas, distinguimos entre cinco macroáreas semánticas relacionadas con la construcción discursiva de la identidad y la nación austriaca:

1) la idea de un Homo austriacus y un Homo externus,

2) la narrativa de una historia política colectiva,

3) la construcción discursiva de una cultura común,

4) la construcción discursiva de un presente y futuro colectivos,

5) la construcción discursiva de un "cuerpo nacional".

El Homo austriacus puede identificarse con ayuda de los siguientes criterios: 1 ) su apego emocional a Austria; 2) la presunta mentalidad austriaca y sus supuestas disposiciones de comportamiento/hábitos; 3) varios aspectos de la génesis biográfica de la identidad nacional/nacionalidad (destino, suerte, origen, lugar de nacimiento, lugar de crianza y lugar de residencia, socialización), y 4) la "activación" de la identidad nacional en una situación determinada (por ejemplo, mientras se encuentra en un país extranjero).

Este último aspecto, junto con los lazos emocionales que lo ligan al país de origen y el orgullo nacional, puede observarse en el ejemplo 1, que es, como todos los demás ejemplos, un extracto de nuestro corpus de discusiones grupales:5

1

y e:m - para mí es realmente el amor por este país quizá estoy exagerando un poco ahora porque - yo regresé de Francia hace tres días estuve ahí por diez meses - y -/ya sabes es sólo cuando te vas del país que te das cuenta cuán orgulloso puedes estar de este país

[und a:m - für mich is es wirklich die Liebe zu diesm Land vielleicht is das jetzt ein biβl übatriebn weil - ich bin vor drei Tagn aus Frankreich zurückgekommen ich war dort zehn Monate - und -/also wemma das Land verläβt merkt ma erst wie stolz ma auj dieses Land sein kann]

Hemos identificado los siguientes temas generales que se relacionan con la construcción de una historia política colectiva: mitos de génesis y origen, figuras míticas, triunfos políticos, épocas de florecimiento y prosperidad, declive, derrota y crisis. Además, hemos profundizado en el aspecto de la inversión víctima/victimario y en el asunto de lo que conocemos como "Wiedergutmachung (indemnizaciones) en el contexto del pasado austriaco como parte del Tercer Reich nazi. El ejemplo 2 se refiere al mito central de la génesis del presente de Austria asociado con el "Tratado de Estado" y la Declaración de Neutralidad de 1955.6

2

el Tratado de Estado de 1955 es el evento más importante para mí y también pienso que de hecho (emm) para Austria -/ emm en -/ ese / ese ese documento es por lo que uno es consciente de ser austriaco porque realmente emm es la piedra fundacional de la Segunda República. y espero que permanezca así, en él se ancla la neutralidad

[für mich is der Staatsvertrag von neunzehnfünfundfünzig das wichtigste Ereignis und ich mein auch daβ eigentlich (ah) für Östarreich -/ ah in -/ daβ / daft das Dokument das das Östarreich-Bewuβtsein ausmacht. weil es eigentlich äh der Grundstein für die Zweite Republik ist. und ich hoffe auch bleibm wird. darin ist fixiert die Neutralität]

Los rótulos que nos han parecido más relevantes para el análisis de la construcción de una cultura común fueron "lengua", "religión", "arte", "ciencia y tecnología" y "cultura cotidiana" como "deportes", "alimentos y cocina", "bebida", "indumentaria", etcétera (esto se explora más adelante, con una discusión grupal llevada a cabo en Carintia que se cita al final de este artículo).

Analizamos la construcción de un presente y futuro políticos colectivos de acuerdo con los temas de "ciudadanía", "logros políticos", "problemas políticos presentes y futuros", "crisis y amenazas", "posibles objetivos políticos" y "virtudes/valores políticos". En particular, hemos observado la adhesión de Austria a la UE y su "neutralidad permanente" por separado, pues estos temas son muy importantes para discutir la construcción discursiva y la transformación discursiva. El ejemplo 3 sugiere que algunos ciudadanos consideran la neutralidad de Austria, hasta ahora uno de sus emblemas de Estado más incuestionables y singularizantes que invitan a una identificación nacional, como algo obsoleto.

3

M7: bueno que / tendría que decir que para mí está ciento por ciento claro que la neutralidad es algo hueco: que está vacía que:
M1: exacto
M7: no tiene ya una función - hoy por hoy -
[M7: nja des / do muaβ i hundertprozentig sogn für mich ist die Neutralität ein Hohlkörper: der leer is der:

M1: richtig
M7: keine Funktion mehr hot - heute mehr -
]

Con el conocimiento de que los dos hablantes masculinos M7 y M1 simpatizan con la visión del Partido Popular Austriaco (ÖVP) y el presidente Thomas Klestil, quien —al igual que el Partido de la Libertad Austriaca (FPÖ) y el Fórum Liberal (Liberales Forum)— busca el desmantelamiento o transformación de la neutralidad, surgen preguntas sobre la influencia de los políticos y sobre las conexiones interdiscursivas entre el discurso público-político y el semipúblico. Al revisar las diferentes contribuciones de los políticos al discurso público acerca de la neutralidad austriaca, resulta que la recontextualización de las mismas convicciones políticas en el discurso semipúblico y cuasi-privado no siempre involucra una repetición simple. Por consideración a los votantes con convicciones ligeramente diferentes o ambivalentes (acerca de la neutralidad), las declaraciones de los políticos en contra de la neutralidad son metafóricamente menos drásticas y generalmente menos explícitas que las declaraciones del ejemplo 3), aún si el mensaje es prácticamente el mismo. Para citar un solo ejemplo de una charla dada por Firedhelm Frischenschlager del Fórum Liberal el 1 de julio de 1995:

4

como concepto de seguridad de un solo Estado enmarcado en la arquitectura de seguridad que fue creada después de 1945, la neutralidad fue definitivamente significativa (aunque no fue, gracias a Dios, realmente nunca amenazada). No puede, sin embargo, considerarse en el futuro como una receta conveniente para la seguridad política

[als einzelstaatliches, in die nach 1945 geschaffene Sicherheitsarchitektur eingebettetes Sicherheitskonzept war die Neutralität durchaus sinnvoll (sie ist allerdings gottseidank niemals wirklich herausgejordert worden). Als taugliches sicherheits-politisches Rezept für die Zukunft kann sie jedoch nicht gelten]

El quinto tema general en el que centramos nuestra atención fue en la dimensión local, geográfica y física, en el "cuerpo nacional", hablando metafóricamente, es decir, en el territorio nacional con sus fronteras, sus recursos naturales y sus paisajes, pero también con los resultados materializados del "plan de desarrollo", y la estructuración artificial y gestión de las construcciones artificiales arquitectónicas de importancia nacional. En cierto sentido, incluso los cuerpos de los deportistas prominentes, quienes compiten en las competencias internacionales como partes pro toto vivientes de una nación específica, pueden concebirse como segmentos de un "cuerpo nacional".

Estrategias

El segundo elemento principal en nuestro enfoque del análisis del discurso son las estrategias involucradas en la construcción, perpetuación, transformación y desmantelamiento discursivos de las naciones y las identidades nacionales.

En general, usamos el término estrategias para referirnos a planes de acción con grados de elaboración variables cuya realización puede ser más o menos automática o consciente, y que se localizan en diferentes niveles de nuestra organización mental. Podemos asumir que, en los datos que hemos estudiado, el nivel de intencionalidad varía en gran medida dependiendo a las causas y orígenes de los discursos sobre la identidad y la nación austriacas.

De acuerdo con nuestra definición del discurso como práctica social, distinguimos entre cuatro tipos de macroestrategias: 1 ) estrategias constructivas; 2) estrategias de perpetuación y justificación; 3) estrategias de transformación, y 4) estrategias de desmantelamiento y destrucción.

Estos cuatro tipos de macroestructuras subsumen un rango de estrategias más locales que se relacionan con su respectiva macrofunción. Estas últimas estrategias lingüísticas —que ilustramos a continuación— presuponen o enfatizan la igualdad y/o la diferencia (las dos características más importantes de la formación de la identidad) así como la individualidad, la autonomía/independencia, la inclusión, la unidad y la continuidad, por un lado, y la heteronomía, la exclusión, la fragmentación y la discontinuidad, por el otro.

Lo que describimos como estrategias constructivas abarca esos actos lingüísticos que sirven para "construir" y establecer una particular identidad nacional. Son procedimientos principalmente lingüísticos que constituyen un "nosotros" nacional en conexión con la etiqueta de-toponímica "austriacos"; es decir, "nosotros los austriacos", que sirve como base para apelar directa o indirectamente a la solidaridad y la unión nacional. Expresiones como "afrontar algo juntos" y "cooperar y permanecer unidos" frecuentemente ocurren en dichos contextos. Los componentes de las estrategias constructivas son todos mecanismos lingüísticos de persuasión que invitan a la identificación y solidaridad con el "nosotros", que, de cualquier manera, implica simultáneamente una distancia y una marginalización del "otros".

Las estrategias de perpetuación y justificación intentan mantener, apoyar y reproducir identidades nacionales. Estas estrategias se utilizan para enfatizar la necesidad de "mantener el curso de la nave del Estado" (la metáfora asimilatoria de estar en el mismo barco es muy común en este contexto); es decir, conservar la continuidad, construir discursivamente a los inmigrantes como una amenaza a la identidad nacional (por ejemplo, con argumentos ad baculum). Las estrategias de justificación y legitimación son tipos específicos de estrategias de perpetuación. Se utilizan principalmente para defender y preservar una narrativa problemática de la "historia nacional", que alude a acciones polémicas y eventos del pasado. Ayudan a justificar un statu quo social ante, por ejemplo, el manejo problemático de los crímenes del régimen nazi por parte de Austria.

Con la ayuda de las estrategias de transjormación, se puede intentar discursivamente transformar el significado de un aspecto relativamente bien establecido de la identidad nacional en otro. El hablante, por otra parte, puede ya tener una idea de este nuevo significado. Por ejemplo, algunos políticos austriacos han estado pretendiendo que sería posible redefinir la neutralidad austriaca de forma que pudiera integrar las condiciones geopolíticas modificadas, sin abandonar la neutralidad por completo.

Finalmente, las estrategias de desmantelamiento o destrucción sirven para desmitologizar o demoler las identidades nacionales existentes o algún elemento de ellas. En nuestro contexto, la neutralidad austriaca es muy a menudo un objeto en desmantelamiento. Además de un desmantelamiento más bien directo, como los extractos 3 y 4 sugieren, las estrategias de heteronominalización sirven para desmantelar el mito de la neutralidad de un modo más indirecto. Un ejemplo de esta estrategia es cuando los hablantes insisten en que la neutralidad austriaca no puede rastrearse como una decisión "nacional" autónoma, sino más bien como una orden del "exterior" (de los aliados ocupantes, especialmente de las naciones del antiguo bloque soviético); en otras palabras, que fue el "precio de la independencia". La implicación es que la neutralidad no merecía mantenerse.

Quisiéramos ilustrar algunas de estas subestrategias que sirven a las macroestrategias y que ayudan en la construcción, perpetuación, transformación y destrucción lingüística de las naciones o las identidades nacionales con cinco ejemplos tomados de nuestros datos obtenidos.

El ejemplo 5 muestra cómo la muy frecuente estrategia de presuponer igualdad o similitud intranacional se utiliza tanto constructiva como reproductivamente:

5

que nosotros somos de mentalidad - emm bastante: emmm - muy amplia por un lado: que yo creo que somos muy trabajadores: pero luego por otro lado que también emm sabemos cómo relajarnos y celebrar en Austria

[daβ wir in der Mentalität - ähm durchaus: ähm - sehr breit sind einerseits: daβ wir glaub i doch strebsam sind: andrerseits aber doch auch äh das Feiern und: Gemütlichsein auch äh kennen in Österreich]

El "nosotros" utilizado en esta cita con relación a la clasificación adverbial toponímica "en Austria" puede identificarse claramente como un "nosotros nacional". Así, el hablante habla presumiblemente por todos "los austriacos". Aunque los rasgos de la mentalidad atribuidos a "los austriacos" incluyen cualidades tan heterogéneas y estereotípicas como la diligencia y la relajación, el hablante no presupone una heterogeneidad intranacional, sino una igualdad intranacional. Su elocución da por hecho y sin lugar a dudas que existe un "nosotros" homogéneo con una mentalidad compartida, y que rasgos como el trabajo duro y la convivencia caracterizarían igualmente a cada uno de los miembros del grupo nacional imaginado.

La estrategia de enfatizar la singularidad nacional puede entenderse como una estrategia de disimilación específica (pues la relación de individualidad no es sino una relación de diferencia hacia todos los otros elementos involucrados en la comparación). El ejemplo 6 ilustra esta estrategia:

6

bueno yo creo: que el austriaco es alguien diferente de todos los demás: de otra manera no seríamos nosotros mismos / de otra manera no seríamos austríacos ¿no? simplemente no seríamos todos - un pueblo ¿no?

[also i glaub: daβ si der Österreicher von jedn ondern irgndwie unterscheidet: sonst war ma ka eigen / sunst war ma net Österreicher net? war ma jo olle - kein ein Volk net?]

Aquí, el colectivo singular "los austriacos", que es bastante común en las generalizaciones estereotípicas precipitadas, introduce un referente imaginario subsecuentemente adoptado por el "nosotros". Este referente de grupo es singularizado al atribuirle las muy vagas características del ser "de algún modo diferente de los demás", y la característica distintiva de peculiaridad tocada por el "eigen (mismo)" se presupone como un prerrequisito para la existencia de "el austriaco" y el "pueblo austriaco".

La presuposición o énfasis en las diferencias entre naciones sirve a menudo como delimitación negativa, degradante, de un grupo considerado como un colectivo nacional diferente. En el ejemplo 7 el hablante masculino enfatiza la diferencia entre los austríacos y los residentes extranjeros con respecto a la mentalidad y la forma de vida. Como en el ejemplo 6, el uso del singular colectivo "los sureños" por parte del hablante indica la verbalización estereotípica de un prejuicio que intenta dotar de plausibilidad argumentativa a explicaciones ambientalistas de los conflictos posibles entre "austríacos" y "extranjeros", es decir, como consecuencia inevitable de una diferencia climática determinística en las formas de vida y comportamientos cotidianos:

7

hay mentalidades muy bas / muy básicas - emm y por las diferentes maneras de vivir quiero decir - es porque - emm simplemente porque probablemente el sureño - porque el calor que hay allá se utiliza durante el día - emm para tomar una siesta y descansar y él realmente no se levanta sino hasta la noche ¿no? claro que esas son diferencias que: - - automáticamente llevan a un conflicto en nuestro país

[es san ganz grund / diese grundlegendn - öh Mentalitätn und aus den untaschiedlichn Lebnsformen i ma:n des - lieg schon -öh allein darin daβ vielleicht da Südl.nda - bedingt durch die dort herrschende Hitze ebm mehr unta togs - öh Siesta mocht und herumliegt und eignlich am Obnd erst munta wird. nein? des san natürlich Gegnsätze die: - - automatisch bei uns zum Konflikt führn]

El ejemplo 8 ilustra la diferencia que puede desempeñar un rol eminentemente importante en la delimitación (potente) de un país colindante con el propio, en este caso precisamente por las similitudes entre ambos. Esto es análogo al fenómeno que Freud (1982: 243) describe como "narcisismo de las pequeñas diferencias". En el ejemplo 8 el distinguir a Austria de Alemania se refiere explícitamente como un "problema":

8

pues el problema de diferenciar: no me molesta de Italia ahí no tengo que diferenciarme de Eslovenia no tengo que diferenciarme - emm - que lo que: de alguna manera -emm me atormenta es esta relación con Alemania

[also das Abgrenzungsproblem: bekümmert mich nicht gegnüber Italien da muβ ich mich gar nicht abgrenzn oder gegnüber Slowenien muβ ich mich nicht abgrenzn - ähm - das was: irgndwie - äh nagt in mir is dieses Verhältnis: zu Deutschland]

Otra estrategia empleada para construir y perpetuar apunta a la presentación positiva de uno mismo, como en el ejemplo siguiente:

9

[...] que aquí simplemente todo: pues - / emm es menos complicado emm mucho más - simple digamos más fácil de entender - es que / no hay tanta - hipocresía sino que todo es de algún modo - obvio y tangible lo entiendes de inmediato - y: no es tan racionalmente - comprensible y tan completamente clasificado y: categorizado emm - en lo político / en lo político - o también en - la vida social que uno /- que uno - tendría cierta distancia de eso pero - emm uno se siente emocionalmente más cercano y: se puede - entender más fácilmente con el corazón digamos / por decirlo así emm emm / más que con la razón

[ [...] daβ hier einfach alles: so -/ äh unkomplizierter ist äh viel - einfacher sagn wir verständlicher - es is / es gibt nicht so viel - Heuchelei sondern alles ist so irgendwie - offensichtlich und greifbar man versteht es gleich - und: - es ist nicht so rational - faβbar und so vollkommen klassifiziert und: kategorisiert äh - in der Politik / in der Politik - oder auch im - sozialn Lebm daβ man - eine gewisse Distanz dazu hätte sondern - äh es ist etwas emotional näher und: man kann es - leichter mit dem Herzen verstehn sagn / sozusagn mhm eh / eher als mit dem / mit der Ratio]

En este ejemplo se enfatiza el rol de las emociones. Se insiste en que en Austria hay menos distancia entre la vida cotidiana y "el sistema" en comparación con cualquier otro lugar. Ex negativo, el hablante del ejemplo 9 busca también una presentación negativa del otro sin un referente explícito. Aunque la repetición del comparativo revela la relación de comparación: los "otros" no tienen nombre.

Medios lingüísticos y formas de realización

En esta sección, volvemos brevemente la mirada hacia varias de las formas lingüísticas involucradas en la construcción discursiva de naciones e identidades nacionales.

Nuestro análisis se centra principalmente en las unidades léxicas, los esquemas argumentativos y los objetivos sintácticos que expresan unidad, igualdad, diferencia, singularidad, continuidad, cambio, autonomía, heteronomía, etcétera.

El uso del pronombre personal "nosotros" —así como de sus formas dialécticas y sus correspondientes pronombres posesivos— parece ser de especial importancia en los discursos sobre naciones e identidades nacionales. El "nosotros" puede tener diferentes referentes de acuerdo con la situación particular. En la mayoría de los casos, sin embargo, el "nosotros" se refiere a "los austriacos" de hoy, como ocurre en el ejemplo 10:

10

... que hoy puedes ser feliz de que naciste aquí - y t / - tú / que nosotros podemos vivir aquí

[ ... daβ man froh sein kann daβ man hier geboren wurde - und m - / man / daβ wir hier lebm kennen]

Pero el "nosotros" puede también incluir a los austriacos que ya no viven, en cuyo caso, como en el ejemplo 11, puede uno recurrir a un "nosotros históricamente extendido":

11

La historia que hemos vivido...
las dos guerras que hemos perdido...
ciertamente nos vimos envueltos en ella... (en la segunda Guerra Mundial)

[die Geschichte, die wir hinter uns ham...
unsere beiden Kriege, wos ma verloren hobm...
mir san do sicher mit einigrissen worn... (in den Zweiten Weltkrieg
)]

El "nosotros" también puede encontrarse en referencia a grupos subnacionales particulares, como los carintios, los eslovenos o los croatas. En el contexto más amplio de la UE, "nosotros" puede también utilizarse para nombrar el grupo de "los europeos" ("debemos formar un frente contra los Estados Unidos y Japón"). La implicación que prevalece, de cualquier modo, del "nosotros" sigue siendo la del colectivo nacional "los austriacos". Las connotaciones y la fuerza persuasiva del "nosotros nacional" son tan fuertes que ni siquiera aquellos participantes de la discusión que se expresan de manera crítica sobre las generalizaciones con motivos nacionales pueden evitar su uso: tarde o temprano, cada participante recurre al "nosotros" de modo que implique a "los austriacos". Volmert (1989: 123) comenta sobre esta asimilación, unificación y posesión expresada pronominalmente:

Un hablante tiene en su [¡sic!] disposición un rango completo de opciones ingeniosas con las cuales presentar los intereses y atenciones de los "nosotros grupales". En el contexto de las campañas electorales, un hablante puede unificar a su [¡sic!] audiencia en un solo grupo de interés al reemplazar diferencias de origen, fe, clase y estilo de vida con un simple "nosotros". Este grupo de interés puede asimilarse en diferentes grados de intimidad y familiaridad: desde el interés económico común de la sociedad como un todo hasta las necesidades emocionales de las comunidades de tipo familiar.

La primera persona plural del pronombre "nosotros" es la más compleja de su tipo y puede abarcar todos los otros pronombres personales. Se muestran posibles referencias en la siguiente matriz referencial:

(a) yo + tú                                   parcial/totalmente incluyente

(b) yo + él/                                  excluyente
     yo + ella

(c) yo + tú (plural)                        parcial/totalmente incluyente
     (= yo + n × tú)

(d) yo + ellos/ellas                         excluyente
     (= yo + n × él/ella)

(e) yo + tú + él                             parcial/totalmente incluyente + ?
     yo + tú + ella

(f) yo + tú (plural) + él/                  parcial/totalmente incluyente + ?
     yo + tú + ella

(g) yo + tú (plural) + ellos/ellas        parcial/totalmente incluyente
     (= yo + n × tú + n × él/ella)

Los estudios lingüísticos7 suelen distinguir entre un "nosotros" que incluye al destinatario y uno que excluye al destinatario, y entre un "nosotros" que incluye al hablante y uno que excluye al hablante. Esta categorización sigue siendo bastante general, pues en algunos casos las referencias no pueden especificarse tan claramente (véanse los incisos e, f y g de la lista, donde el signo de interrogación implica la referencia adicional a una tercera persona singular o plural, como por ejemplo en el caso de un uso histórico extendido del "nosotros" en el inciso g.

Los tres tropos de metonimia, sinécdoque y personificación son aquí de particular relevancia, pues pueden crear una igualdad entre personas que es particularmente evidente cuando se utilizan estrategias constructivas. La sinécdoque particularizante (pars pro toto), descrita como "colectivo singular" en la sección anterior de este artículo, es un medio de anexión, asimilación e inclusión referencial al igual que la sinécdoque generalizante (totum pro parte, por ejemplo, "Austria" en un enunciado como "Austria es el campeón mundial"). Las sinécdoques particularizantes como "los extranjeros", "los austriacos" (ejemplo 6) y los "sureños" (ejemplo 7) sirven, como hemos sugerido, para generalizar y esencializar estereotipos que se aplican a un grupo completo de personas, como en "el austriaco es en serio un poco más lento" [der Österreicher ist schon ein biβchen vershlafen], o como en el ejemplo 12 en el que un hablante masculino inventa un escenario ficticio en el que expresa alegóricamente su temor de ser "anegado por extranjeros confianzudos":

12

pero no debería ir tan lejos entonces - que los austriacos y sus familias tengan que ba:jarse de la acera

[nur s derf dann bittschön nicht soweit kommen - daβ da Österreicha mit seina Familie den Gehsteig verlo:βn mueβ]

La metonimia le permite al hablante disolver las individualidades y, por tanto, las voluntades y responsabilidades, o al menos mantenerlas en el plano semántico. Las entidades abstractas —las naciones, por ejemplo— obtienen una forma humana mediante el uso de la personificación (antropomorfización) que las ata a diferentes campos semánticos. El ejemplo 13 contiene una personificación ("Austria no nació para financiar una guerra"), el ejemplo 14 contiene dos personificaciones (las mentalidades de Suiza y Alemania). Sin embargo, estas tres personificaciones son asimismo metonimias del tipo sustitutivo "tierra/país en lugar de habitantes", lo que sugiere un entrecruzamiento tropológico de afiliaciones:

13

- bueno Austira no - nació para financiar la guerra que: / pues hemos perdido cada guerra hasta ahora - / hemos perdido cada una ¿no?

[- also Österreich is nicht - geborn zum Krieg führn des: / also wir habm no jedn verlorn - / wir habm no an jedn verlorn an jedn Krieg ne?]

14

la mentalidad es cómo nosotros / cómo vivimos aquí y:y cómo organizamos nuestras vidas / bueno esta manera es diferente yo realmente creo que emm en muchos aspectos de / de la de Suiza y también de / de la de Alemania

[die Mentalität wie wir / wie wir hier lebm u:nd wie wir unser Lebm gestalten / also diese Art unterscheidet sich glaub ich doch öh in vieln Punktn von / von da Schweiz und auch von / von Deutschland]

 

LA CO-CONSTRUCCIÓN DE SIGNIFICADOS: AUSTRIACOS ESLOVENOPARLANTES, CARINTIOS Y ALEMANES

Con nuestro último ejemplo, tomado de una discusión grabada en el estado austriaco de Carintia, quisiéramos ilustrar brevemente la manera en que los participantes del grupo de discusión co-construyen y negocian los significados de los conceptos más importantes relacionados con las identidades étnicas y nacionales.

15

F4: [...] bueno por primera vez de algún modo: me di cuenta de que Austria de algún modo es algo diferente cuando estaba en Francia por primera vez entonces tenía dieciocho - y cuando trabajaba en una familia francesa y: entonces ellos - / la primera pregunta era "¿eres alemán?" y yo "no no yo soy austriaca" y los otros "gracias a Dios" ¿sabes? - y entonces de algún modo ocurría - "ajá: gracias a Dios:" sí - así como así - ¿ves? - así que / yo / yo sólo puedo describir experiencias de esta manera: emm - tan. "bueno así que debe haber algo" ¿sabes? - y emm ahora sólo pienso por mi parte / quiero decir que es / yo vivo en este país, y lo que quizá ahora me hace tan: conscientemente una austriaca después de todo es simplemente esto - que yo/ no es sólo la política y la cultura que influyen en mí en este país donde yo vivo sino que también intento: meter mi cuchara en la política y cultura de este país e involucrarme críticamente ¿sabes?

M0: emm

F4: no sé si es - ahora sólo una primera de algún modo / no sé / definición: teórica para mí y también tengo mucho de esa - cosa emocional también

M0: Emm - - okey

F5: Mi: mi nombre es XXX ((nombre de F5)) - ahora viene la primera ahora creo / sí algunos dicen qué clase de carintia se es. sí y ¿qué tipo de carintia soy? ¿verdad? soy: ¿una carintia eslovenoparlante? bueno pues yo diría - eslovena / yo soy una carintia eslovena ¿verdad? - y entonces: / realmente una carintia eslovenoparlante - pero también hablo alemán ¿no? - sólo realmente ya te estás definiendo de este modo

M0: ¿por qué?
F5: ¿verdad? - porque - si alguien dice sólo carintia: una piensa que sólo puede hablar: alemán "sólo" entre comillas M0: emm

[...]

F5: en serio y sobre mi ser austriaca - emm - yo diría que soy / bueno me gusta ser austriaca - me he alimentado de ello - desde que era una niña a una le enseñan que en la escuela primaria: "Austria éste es mi país y blablablá" bueno: eso es porque - realmente yo soy austriaca eso es lo que me gusta ser es completamente natural para mí - en serio

M0: claro - o / okey - si: - / ¿sí?

M2: mientras más difícil es esto más sencilla es la respuesta ((risas)) así como todo:

F5: no

M2: lo admites desde el principio se me ocurre y lo que es tan complicado al final ((risas))

F5: sí. quizá / emm sí. podría añadir - emm - la idea de la distinción de Alemania que: se ha mencionado -nunca realmente había pensado en este problema de esta manera - pues yo diría - la distinción alemán no-alemán que para mí está más lejos - bueno Austria cierto - es interesante

M1: la distinción es nada más / - es nada más / es nada más arbitraria o así es

F5: bueno bueno

M1: nada más una distinción arbitraria: de Alemania diría yo

M0: ¿sí? - emm

M5: pues lo que quiero decir ahora se me ocurre bueno - emm

M1: por yo mismo como: -/ bueno porque yo veo / yo veo a Austria más bien - tan como un todo es una construcción política - nada más - porque no puedo / por ejemplo si tomo la distinción con Alemania puedo también: fácilmente: incluir a Baviera en Austria ¿o no? también podría: añadir Tirol del Sur a Austria - pero sólo / po/ bueno por las: fronteras actuales no es el caso - pero intrínsecamente eso no tiene mucho sentido para mí: por qué una frontera es un lugar determinado o si no hay frontera

M0: podría decirse también que Eslovenia por ejemplo podría también: añadírsele a Austria

M1: sí cla/ claro y también: no lo sé

M0: - pues del mismo modo- / bueno porque /

M1: bueno en este sentido también puedes incluir todo Kranjska Gora a Austria o Liubliana - creo

M0: emm

F1: en esa época tenía /

M1: porque la / la cosa seguramente no - las: / son las regiones que son tan preciadas - por ejemplo Carintia - creo - o / o Salzburgo / o Alta Austria - no sé o / o - emm - el / emm - emm - el área alrededor de Koenigssee es / pertenece a Alemania pertenecen tan llanamente a Austria / emm -como quizá también es lo mismo del modo contrario

-M3: emm pero ahí lo tienes - tendrías instantáneamente / emm creo un problema muy grande el problema de las fronteras: principalmente la cuestión es también: cómo es que una frontera llegó a serlo y cómo se inventaron originalmente - quiero decir si ves la historia de Austria - entonces ocurre así ¿no? bueno por un lado separa por otro converge y serpentea aquí y allá y por el momento está donde está ahora

M0: emm

M2: por tanto ésta es creo una pregunta muy compleja - emm si se quiere decir lo que los otros pueden - emm contar como parte de Austria - creo que se / se solía: incluir todo el norte de Italia a Austria hasta Trieste - y: ahora no se ves bueno para mí ésta / ésta es una muy - una historia muy delicada de algún modo así es como me lo parece

Este pasaje —cuando los últimos dos participantes hacen explícita su percepción de Austria— es un extracto, ubicado hacia el final de la primera ronda de preguntas y respuestas, de una discusión grabada en Carintia. F4 había hablado anteriormente de las dificultades que había estado sintiendo sobre todo como carintia, aunque "siendo de manera racional, por supuesto... primeramente austriaca". Define su identidad austriaca en términos de una distinción ante Alemania (la experiencia en el exterior, un tema que se había discutido anteriormente en este grupo) y en términos de socialización cultural y política activa. Ella introduce el elemento de la participación política activa como un componente constitutivo de su identidad austriaca. Más adelante, indica de manera más bien vaga la importancia de "esa cosa emocional". Partículas modificantes como "de algún modo", "así que" y "quizá" aparecen con frecuencia, al igual que fórmulas atenuantes que incluyen verba sentiendi y atenuadores como, por ejemplo, "y así", "creo", "digo", "no sé", que generalmente enfatizan subjetividad e incertidumbre por parte del hablante.

El participante F5 comienza especificando su identidad regional (carintia). Sin embargo, no tiene la seguridad de ser primeramente carintia o eslovena, y finalmente se decide por la categoría "carintia eslovena [...] y entonces [...] carintia eslovenoparlante". En cualquier caso, argumenta, el bilingüismo es un factor esencial para ella, ya que "sólo carintia" significa que "puede hablar sólo alemán". Aquí, la diferenciación léxica entre identidades carintias diferentes como los "carintios eslovenos", "carintios eslovenoparlantes" y "sólo carintios" es particularmente interesante. F5 define su identidad austriaca con base en apegos emocionales y en la socialización que se lleva a cabo en la escuela. Al mismo tiempo, niega que la distinción entre Austria y Alemania, si lo considera de manera racional, sea un problema para ella.

M1 toma esta información y la interpreta de manera literal. Opina sobre la arbitrariedad ostensible de la frontera ente Austria y Alemania e insiste en que tanto Baviera como Tirol del Sur podrían añadirse a Austria. Cuando M0 (el moderador) le pregunta si esto aplicaría también para Eslovenia, se muestra de acuerdo, pero continúa su argumentación al remarcar que "son las regiones que son tan preciadas", y ofrece otro ejemplo que demuestra las similitudes entre Austria y Alemania ("el área alrededor de Koeningssee" podría pertenecer a Austria). Con todo, parece tomar una posición sustentada en un nacionalismo cultural y lingüístico que, sin embargo, formula de una manera más bien cautelosa (mediante partículas modificantes, como el uso del subjuntivo, verbos de opinión y conjetura del tipo "creo" y "yo sé").

En ese momento, un conflicto potencial (sobre todo debido a la presencia de austriacos eslovenoparlantes) se previene gracias a las intervenciones de otros miembros del grupo. M3 generaliza el problema de la identidad como un "problema de fronteras" completamente abstracto. Todo su turno se caracteriza por una gran vaguedad. A M2 le parece que la pregunta sobre lo que "se" puede o no asignar como Austria es "muy compleja". Mediante el uso del "se" impersonal, M2 intenta elevar la discusión a un nivel más general, apaciguando así la "historia muy delicada".

Este extracto muestra claramente cómo un grupo de miembros co-construyen identidades étnicas y nacionales. Sin embargo, demuestra a su vez que posiciones potencialmente controversiales pueden ser mitigadas por la intervención del grupo. Un conflicto potencial entre un concept o de nacionalismo basado en el Estado y un nacionalismo cultural-lingüístico, que entre otras cosas se propaga en forma de regionalismo, se previno gracias al control del grupo. Lingüísticamente, este pasaje se caracteriza por el uso frecuente de modificadores que refuerzan la subjetividad de las posiciones particulares expresadas. Es interesante observar que ningún "nosotros" aparece en este extracto (únicamente M3 utiliza el "nosotros", que en una ocasión se refiere al grupo de discusión y otra vez a los austriacos).

 

CONCLUSIÓN

Resumiendo brevemente, nos gustaría resaltar algunas de las conclusiones que sugiere nuestro análisis de la construcción discursiva de la identidad austriaca. Aun sin presentar secuencias discursivas de cada uno de nuestros cuatro diferentes dominios analíticos y tópicos (que, mediante un proceso de asimilación, podrían aplicarse al contexto de otros países occidentales), los ejemplos presentados descubren la importancia de la dependencia del contexto en la definición de "nación".

El rango de significados asociados con el concepto de nación es muy amplio y abarca, por un lado, una noción derivada de definiciones de ciudadanía y otras instituciones legales y democráticas (Staatsnation), y por el otro, el entendimiento culturalmente tradicional y étnicamente connotado de nación (Kulturnation) (véase también Billig, 1997). En general, el término "nación austriaca" no aparece con frecuencia explicitado en nuestros datos, aunque los austriacos sin duda perciben su existencia. La percepción de la identidad austriaca en contextos semi-públicos y cuasi-privados incluye tanto elementos específicos de cada Estado como culturales. La mayoría de los participantes y entrevistados no sólo recurren al concepto de ciudadanía y a la interpretación positiva de los logros políticos e institucionales, sino también a la lengua y la noción del Homo austriacus, a la vez que refuerzan características socio-culturales compartidas y logros nacionales y culturales notables.

La "afirmación de la fe en Austria" (Bekenntnis zu Österreich) es un tema central en todos los datos que analizamos. En el "discurso de festividades" político oficial, los políticos lo estipulan tanto como lo declaran solemnemente. En el discurso semiofficial y cuasi-privado se manifiesta asimismo como el resultado de una exitosa inculcación de la nacionalidad a través del Estado, la escuela, los medios y la socialización familiar. En este contexto, las declaraciones de un orgullo nacional incuestionable van de la mano con el patriotismo:

16

lo que me convierte en austriaco es que yo / es / esto es interesante porque yo he vivido la reconstrucción - de Austria - - primero como un niño pequeño - y luego -como una persona trabajadora ¿no? - y creo - no se debería no se puede realmente estar orgulloso de ser austriaco no puedo imaginármelo de otro modo.

[wos mich ols Österreicher mochn tuat is daβ i / is / des is interessant weil ich den Wiederaufbau - Österreichs - - erst ols klaner Bua - und nochher - als Berujstätiger erlebt hob ne? - und ich glaub - man soll nicht man kann nicht man muβ sogor - stolz sein Österreicher zu sein, anders kann i mir s net vorstelln]

A la luz de nuestro análisis histórico del discurso, los modelos ideal-típicos tradicionales de Staatsnation y Kulturnation parecen inapropiados para la descripción de un Estado-nación empírico específico, si se asume que estos dos conceptos pueden ser mutuamente exclusivos. Tanto el Estado como la cultura desempeñan casi siempre un rol en la construcción de la identidad nacional, aunque para el discurso oficial la cultura es ligeramente más importante. En los discursos semioficiales y cuasi-privados, sin embargo, las ideas culturales (mentalidad, carácter, disposición de conducta del Homo austriacus, lengua, etcétera), que apuntan hacia la imaginación de un descendiente común y las nociones de una "nacionalidad innata", pasan a primer plano. Por lo tanto, nuestro estudio revela que la distinción entre estos dos conceptos de nación puede entenderse mejor como diferencias luminosas en la imagen nacional propia dentro de cada uno y el mismo Estado-nación, es decir, diferencias entre divergentes orientaciones políticas e ideológicas y afiliaciones dentro del Estado.

Volvamos al comienzo de nuestra discusión, a las tensiones entre globalización y nacionalización, y a la dependencia contextual de diseños de identidades discursivas que hemos identificado como dinámicas e inestables. Las complejidades globales y la inseguridad de la modernidad tardía parecen alimentarse de una necesidad de las identidades nacionales, que forman a su vez enclaves sociales. El proceso de globalización parece venir acompañado de un redescubrimiento y revitalización del pasado y un sentido premoderno de comunidad, de sentimientos patrióticos profundamente emocionales y ancestrales hacia la nación de cada uno. Como propone Dubiel (1994: 208): "cada desilusión impuesta del mundo se repone con nuevas formas de mistificación y creación de mitos".

Al recolectar datos de diferentes contextos sociales (discursos políticos conmemorativos, propaganda política, artículos de la prensa, discusiones de grupo y entrevistas) sobre el fondo de una noción más amplia de lo "político", hemos querido insistir en que la construcción discursiva de identidades nacionales es un fenómeno multidimensional. De hecho, nuestro estudio demuestra la importancia del análisis crítico del discurso y, especialmente para el caso del discurso político, de incluir datos de la vida cotidiana y la experiencia, para complementar el estudio de los discursos de elite con una investigación etnográfica, para comprender las tensiones y las relaciones interdiscursivas dentro de y entre discursos oficiales, semioficiales y cuasi-privados así como entre prácticas sociales discursivas y de cualquier otro tipo.

 

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Notas

* Poeta, traductor y maestro en Estudios Culturales por la Universidad Autónoma de Chiapas.

1 Este artículo resume los resultados de una investigación que se llevó a cabo durante dos años, financiada por el Internationale Forschungszentrum Kulturwissenschaften (IFK) de Viena. Rudi de Cillia, Klaus Hofstãtter, Maria Kargl, Karin Liebhart y Martin Reisigl fueron los investigadores de este proyecto dirigido por Ruth Wodak. Agradecemos a Norman Fairclough y Richard Mitten por sus estimulantes y agudos comentarios a una versión previa de este artículo.

2 La traducción al inglés de este artículo, realizada por Angelika Hirsch, fue originalmente publicada en 1999: Rudolf de Cillia, Martin Reisigl, and Ruth Wodak (1999), "The Discursive Construction of national identities", Discourse & Society, vol 10 (2), pp. 149-173. Si bien en su mayor parte traduzco de su versión, me he apoyado en el original alemán para los fragmentos más confusos de las transcripciones de extractos de entrevistas y discusiones de grupo que se utilizan como ejemplos. Excepto en el ejemplo 15, que por su longitud se diferencia del resto, he dejado entre corchetes la transcripción original para que pueda ser contrastada. (N. del T.).

3 Se trata de la momia de un hombre hallada en 1991 que debió vivir hacia el año 3300 a.C. Se le dio el nombre de Ötzi. (N. del T.).

4 La Declaración de Neutralidad fue promulgada como acto constitucional por el parlamento austríaco el 26 de octubre de 1955. Este acto declaraba al país como permanentemente neutral. Aunque formalmente fue una decisión voluntaria de la República Austriaca, se trata de una condición implícita del Tratado de Estado para la Restauración de una Austria Independiente y Democrática, firmado el 15 de mayo de ese mismo año, mediante el cual la Unión Soviética retiraba sus tropas ocupantes y restablecía la soberanía política de Austria a cambio de su neutralidad. (N. del T.).

5 Respecto de las transcripciones de los ejemplos citados en el dialecto austriaco del alemán original, difieren de la norma ortográfica, pues se mantienen cercanos a la pronunciación. En las transcripciones, el punto y seguido indica cada movimiento de caída de tono claramente discernible al final de una unidad tonal, y no sólo al final de una oración. La barra vertical simboliza rupturas en la oración o en las palabras. Los dos puntos representan alargamientos de sonido. Los guiones representan pausas. Pasajes inaudibles en el discurso se indican con "xxx" entre paréntesis. Identificaciones auditivas conjeturales se colocan entre paréntesis simples, comentarios entre paréntesis dobles. Los corchetes se colocan en lugar de omisiones. "F" por mujer; "M" por hombre. Los números después de "F" o "M" indican el orden cronológico de entrada a la discusión por primera vez. [N. del T. No se ha querido traducir regionalismos ni formas dialectales propias del original, y tampoco sustituirlas por las de algún dialecto del español. En cambio, al final de cada ejemplo se ha dejado entre corchetes la transcripción original a fin de que ésta sea accesible a quien así lo desee y tenga la posibilidad de leerla. Esto, con excepción del ejemplo 20, cuya longitud rebasa, con mucho, a la del resto de los ejemplos.]

6 Véase la nota 4.

7 Véase, entre otros, Volmert (1989).

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