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Andamios

versión On-line ISSN 2594-1917versión impresa ISSN 1870-0063

Andamios vol.10 no.22 Ciudad de México may./ago. 2013

 

Reseñas

 

El programa sociofenomenológico de Alfred Schutz

 

Fernando Farías Olavarría

 

Ulises Toledo Nickels (2012), Socio-fenomenología. El significado de la vida social cotidiana. Concepción, Chile: Pencopolitana, 576 pp.

 

El epistemólogo de las ciencias sociales, Ulises Toledo Nickels, desarrolla en este libro una reconstrucción racional de un grupo de reflexiones teóricas, epistemológicas, metodológicas, con base en el análisis de investigaciones empíricas que, en el curso del siglo XX e inicios del XXI, han venido decantando la constitución de una ciencia de la sociedad que tiene a la fenomenología como núcleo firme.

El autor declara que el término fenomenología lo emplea en un sentido amplio para designar un enfoque de las ciencias sociales, cuya atención principal se focaliza en la comprensión del marco de significación que el mundo tiene para el actor social. Es decir la relevancia no reposa en el noúmeno sino en el fenómeno.

El libro postula que el conjunto de teorías, reflexiones e investigaciones que se adhieren a este enfoque (que Toledo Nickels analiza prolijamente) reúnen los requisitos para considerárseles un Programa de Investigación unitario y, asumiendo esa perspectiva, reconstruye la historia interna y la historia externa del referido Programa, para lo cual recurre a los criterios formales de la metodología de investigación epistemológica denominada "Metodología de los programas de investigación científica" (MPI), inaugurada por el matemático húngaro Imre Lakatos.

El plan del libro se despliega en diez capítulos que progresivamente van elucidando una retícula de temas que permiten ir articulando la visión del Programa, desde los fundamentos filosóficos, ontológicos, epistemológicos y de investigación empírica, como en una cascada escalonada: prolegómenos de historia externa-interna, fenomenología, filosofía y ciencia; las raíces europea y americana; la ciencia social comprensiva; de Weber a Schutz; el mundo de la vida; los mundos del mundo de la vida; el mundo de la vida cotidiana (o realidad eminente); intersubjetividad y acervo social de conocimientos; la estructura de significatividad del mundo social; fenomenología de la acción social.

En el curso del desarrollo del texto, los temas se van entretejiendo y va haciéndose visible el fundamento fenomenológico de las metodologías cualitativas en el ámbito de la investigación microsocial. A juicio del autor este es un tema que frecuentemente se soslaya en los textos de metodología dejando —intencionadamente o no— la impresión de que la querella cuantitativo versus cualitativo se reduce a una cuestión de opciones técnicas y que da lo mismo estudiar los fenómenos sociales desde una perspectiva "cuanti-cuali" que de una "cuali-cuanti". Pero Toledo Nickels asevera que, en cada una de estas propuestas (cuali o cuanti), hay comprometida una diferente lógica del descubrimiento y de la justificación que, a su vez, se vinculan a distintas ontologías; lo cual, a nivel epistemológico, implica diferentes criterios de verdad, corroboración o verosimilitud.

El libro, entonces, no quiere limitarse a poner en orden los conocimientos existentes. Si bien ofrece la sistematicidad de un manual, también contiene una tesis que sobrepasa el formato de manual. La tesis sostiene que en los últimos decenios ha irrumpido un programa de investigación coherente y completo, con asentados fundamentos filosóficos (núcleo firme) que apunta a instituir una ciencia del mundo de la vida, donde se reserva un lugar preferente al sujeto en cuanto persona, a la interacción social como (interdependencia de socios) y a las estructuras de significado de la vida cotidiana.

En ese registro se inscriben autores europeos y norteamericanos, como George Simmel, Alfred Vierkandt, Max Weber, Steve Taylor y Robert Bogdan (Métodos cualitativos de investigación), o el importante tratado de S. T. Bruyn (La perspectiva humana en sociología). Asimismo, los estudios de etnometodología de Harold Garfinkel, la sociología cognitiva de Aaron Cicourel, la antropología cognitiva de Clifford Gertz, la sociología del conocimiento de Thomas Luckmann y Peter Berger, entre otros. Y también comprende, con matices, el amplio espectro de los estudios interaccionistas partiendo por Thomas, Zananiecki y Park.

Sin embargo, en el decurso de varios decenios, algunas veces el componente fenomenológico se ha entendido como una fundamentación filosófica de las ciencias sociales (al modo de una protosociología). En ese marco se ha preferido la denominación "fenomenología sociológica", acentuando un cierto cariz filosófico para el enfoque. Pero otros asumen la proposición como un tipo de ciencia empírica inspirada en dicha fundamentación filosófica y, en tal caso, se considera más adecuado hablar de sociología fenomenológica.

El libro, sin embargo, aporta razones que permiten superar el hiato entre una fenomenología sociológica o una sociología fenomenológica proponiendo que esta serie de teorías y acciones de investigación deben asumirse —en conjunto— como un programa de investigación científica. Esta perspectiva ofrece una estructura formal dialéctica que no anula ninguno de los aspectos sino que los integra en calidad de "momentos" de un mismo programa unitario, a saber: el programa socio-fenomenológico. Defiende así que la idea de una protosociología es plenamente congruente con la noción de "núcleo filosófico" de un programa de investigación y busca elucidar el impacto heurístico que dicho núcleo filosófico ha tenido y puede llegar a tener en la epistemología y en la elaboración de una teoría comprensiva del mundo social.

Por cierto, el autor asume (con Lakatos) que todo programa de investigación que logra desarrollarse históricamente lo consigue gracias a que posee un núcleo filosófico que lo provee de potencia heurística.

Empero, como cualquier investigación científica, el estudio del mundo de la vida (o mundo social) exige reunir una base empírica consistente y eso obliga a definir con claridad lo que se entenderá por realidad en el marco de este programa. La ontología en cuestión sostiene que no hay hechos desnudos expuestos al ojo desnudo de un observador aséptico porque solamente hay hechos dentro de una estructura de significado. Y en la medida que los hechos tienen significado se constituyen en fenómenos, es decir, los fenómenos no son cosas-en-sí y tampoco son cosas-para-sí; en estricto rigor, los fenómenos son cosas-para-mí (o cosas-para-nosotros), porque los hechos sociales son interpretados por los actores en el mismo momento en que son percibidos.

El texto sostiene que la interpretación de significados es una constante en cualquier interacción humana, ya sea en relación a las personas con las que uno se encuentra en vinculación inmediata, actual o potencial, o en relación a personas con las cuales no hay interacción directa. Una simple conversación coloquial exige la interpretación y la expresión de significados por medio de complejas estructuras de códigos, indicios, signos y símbolos, en el marco de acervos de conocimiento y experiencia compartidos.

En breve, la base empírica del programa socio-fenomenológico está constituida por los fenómenos sociales. Eso implica que no se privilegia la materialidad de los objetos o de los hechos sino que el interés está puesto en su significado, tal como éste se constituye en el diario vivir de los actores sociales. De tal manera el libro defiende que el auténtico fundamento de la realidad social es el "significado" de nuestras experiencias en la vida cotidiana.

Partiendo de ahí se indaga por la forma que debe adoptar el conocimiento científico que tiene por tema una concepción tal de la realidad. Lo que, ciertamente, no se corresponde con el canon de pensamiento dominante en las ciencias sociales, donde todavía campea la hegemónica autoridad de un positivismo avasallante. Pero, el enfoque del Programa fenomenológico es irreductible a cualquier variante del naturalismo o del positivismo dado que aquellos privilegian el noúmeno en desmedro del fenómeno. Lo anterior invita a reflexionar profundamente sobre la justificación de una hibridación "cuanti-cuali".

El texto se esfuerza por exponer de manera rigurosa las razones que dan sustento a la perspectiva socio-fenomenológica y, sin ceder lugar a los sobreentendidos, va encadenando los razonamientos y las corroboraciones fácticas que evidencian su progresiva concreción y, al mismo tiempo, invita a una exploración de las posibilidades heurísticas que este joven programa de investigación científica le ofrece a las ciencias sociales.

En síntesis, Ulises Toledo Nickels desarrolla, en este libro, una línea argumentativa coherente y articulada en torno a un eje histórico-epistemológico, a través del cual despliega claramente su tesis y construye un programa de la socio-fenomenología.

La selección de autores y sus aportes teóricos y epistemológicos, aunque numerosa, es estrictamente referida a la tesis del libro, lo que pone el énfasis en la relación entre ellos más que en una descripción detallada de cada uno. Dicha relación queda rigurosamente explicada tanto argumentativa como estructuralmente. El ordenamiento de los capítulos, por una parte, expone una vinculación epistemológica bien justificada, al mismo tiempo que el desarrollo de cada capítulo permite tipologías, historizaciones, contrapuntos, contextualizaciones y distinciones que van dando respuesta a las interrogantes centrales planteadas por el autor.

El lenguaje académico del libro es riguroso y sujeto a los enclaves conceptuales de cada uno de los distintos niveles abordados (epistemológico, teórico e investigativo). Además, explica con precisión conceptos de gran complejidad. Asimismo, la escritura posee un estilo que permite la comprensión de las temáticas desarrolladas sea de entendidos que de novatos, puesto que su estilo introductorio avanza sobre la intención del "manual".

Finalmente la claridad del texto lo convierte en un documento adaptable a usos pedagógicos, al mismo tiempo que el acertado y explícito afán reconstructivo y esclarecedor, hacen de la escritura un plan convincente para académicos e investigadores.

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