SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.9 número20Las ambigüedades de la historización de la violencia en Argentina y ChileGenealogía de las herencias coloniales: Entrevista a Santiago Castro-Gómez índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Andamios

versión On-line ISSN 2594-1917versión impresa ISSN 1870-0063

Andamios vol.9 no.20 Ciudad de México sep./dic. 2012

 

Traducción

 

Cinco cuestiones sobre el Pensamiento Social Brasileño*

 

Lilia Moritz Schwarcz** y André Botelho***

 

** Profesora del Departamento de Antropología de la Universidad de São Paulo, Brasil.

*** Profesor del Departamento de Sociología de la Universidad Federal de Río de Janeiro, Brasil.

 

Traducción del Portugués: Paula Camara da Silva.****

 

Doce eminentes profesores e investigadores contestan a un cuestionario que objetiva no solamente explotar las concepciones del campo de estudio pensamiento social brasileño, sino también discutir posibilidades de actuar en la investigación, dar clases y elaborar cursos. El resultado es un panorama consistente del área de investigación del pensamiento social brasileño, su desarrollo y desafíos.

—¿Cómo ustedes perciben el área de investigación "pensamiento social brasileño" en la actualidad? ¿Cuáles son sus principales objetos, problemáticas y abordajes teórico-metodológicos?

—Angélica Madeira1 y Mariza Veloso2: El área del pensamiento social brasileño —enseñanza e investigación— está bastante consolidado en la academia brasileña y se puede decir que está en pleno crecimiento. Ello puede ser constatado cuando observamos la demanda de los estudiantes e investigadores que con sus trabajos novedosos otorgan más densidad al campo, tanto con la relectura de los clásicos como con perspectivas metodológicas que contribuyen para la apertura de nuevos campos empíricos de investigación.

—Elide Rugai Bastos3: Como todo pensamiento está marcado por posiciones que se oponen, se complementan, dialogan y se confrontan, lo que enriquece el debate. Identifico por lo menos tres grandes líneas, cada una presentando abordajes distintos: la "contextualista", la "textualista" y la que reconociendo la tensión entre los dos términos, propone un análisis que contemple esta tensión. Las variadas formas de definición del objeto de investigación son resultado de la adopción de distintos métodos, puesto que un método no está solo en un campo interpretativo, sino que entra en conflicto explícito o implícito con otros métodos. De otra forma, propondría dogmas y no análisis.

En este sentido, gana terreno en la reflexión las ideas, su impacto en la realidad, su efecto político, la trayectoria de los intelectuales; el lugar político-social que ellos ocupan, las políticas culturales que los favorecen o no y las instituciones que los acogen.

—Glaucia Villas Bôas4: En los últimos treinta años en que he actuado en este área de conocimiento hubo un incremento del interés por el tema del pensamiento social, interés que se puede observar en la creación de grupos de investigación, publicaciones, formación de investigadores e inclusión de la disciplina en cursos de licenciatura y posgrados. Es un campo cuyo objetivo es comprender las ideas producidas sobre el país, cómo fueron elaboradas, en qué contexto intelectual o institución, cómo se propagaron y cómo fueron recibidas.

Las investigaciones son recurrentes en temas como la identidad nacional y el desarrollo moderno de la sociedad brasileña. No obstante, hay también estudios sobre la institucionalización de las ciencias sociales, sobre libros y editoriales. Evidentemente que el campo no se restringe a las ideas sobre el país, sin embargo la mayoría de las investigaciones sigue esta orientación.

—Lucia Lippi Oliveira5: Cuando creen que el área de investigación está declinando, es justo cuando resurge con más fuerza. Pienso que cada nueva generación reconstruye el camino; hasta parece que la producción intelectual alrededor de las interpretaciones sobre Brasil necesita de revisión permanente. Ello puede significar un proceso de construcción de la identidad de los que están en el área. Los objetos que componen el área han sido, entre otros: autores, obras, revistas, instituciones, corrientes de pensamiento, movimientos artísticos, academias, editoriales y colecciones. Las problemáticas que guían los análisis llevan a indagar sobre biografías, redes de sociabilidad, procesos de producción, difusión y recepción de obras; convergencias y divergencias en el campo intelectual. Lo que guían estos análisis son cuestiones acerca de la estructuración del campo (en términos de Bourdieu) y/o el interés en alcanzar la comprensión histórico-sociológica del mismo campo (en términos de Norbert Elias).

—Luiz Werneck Vianna6: El área de investigación académica en pensamiento social brasileño está en expansión, se ha consolidado en los principales cursos de posgrado y es el objeto de estudio de un número creciente de tesis de maestría y doctorado. Podemos decir que los estudios del área abordan una gran diversidad de temas, pero aún persiste la difundida y siempre renovada tendencia a investigar las condiciones particulares que predominaron en la revolución burguesa en Brasil. Bajo esta inclinación que pone en evidencia el hecho notable que transitamos hacia el moderno sin romper con las fuerzas de la tradición, la preocupación más importante de la literatura ha sido identificar, por diferentes objetos y estrategias de investigación, la génesis del autoritarismo constitutivo de la formación del país.

—Maria Arminda do Nascimento Arruda7: Pienso que el campo del pensamiento social e interpretaciones de Brasil ha crecido y se ha vuelto considerablemente más complejo en los últimos años. Es visible la cantidad de trabajos publicados en esta vertiente, como también es considerable la diversidad de temas y abordajes. Aparte de eso, domina, en mi opinión, el estudio de los intelectuales que marcaron la vida cultural brasileña, estudiados ya sea desde el prisma de sus trayectorias individuales, ya sea desde el contexto de su generación. Hay también una nítida concentración de estudios en la generación de 1930, analizada en múltiples dimensiones revelando la preferencia por los llamados ensayistas modernistas. Desde el punto de vista teórico-metodológico, creo que hay gran diversidad, lo que es, en primera instancia, muy bueno. Sin embargo, por el carácter variado de los estudios, se confunde, muchas veces, diversidad con carencia de rigor, visibilizada en la construcción de puros retratos de los personajes investigados.

—Renan Freitas Pinto8: Veo a este campo temático como la oportunidad de identificar la pluralidad del pensamiento brasileño en múltiples sentidos y direcciones, posibilitando, por ejemplo, el conocimiento sobre las formas regionales y locales en que el pensamiento es expresado y distinguido.

—Ricardo Benzaquen de Araújo9: El área ha alcanzado una madurez intelectual bastante significativa, puesto que ya tiene mapeado una parte significativa de las temáticas abordadas en los debates sociológicos del siglo XIX. Sobre las formas de abordar, la vieja oposición entre una perspectiva que privilegia el análisis interno de los textos y otra que busca explicarlos por el contexto —en sus múltiples dimensiones—, ha empezado a convivir con posiciones que buscan mezclar los dos puntos de vista y por lo tanto problematizar dicha oposición.

—Roberto Motta10: Creo que el principal objeto o problemática del área es la comprensión de Brasil, como formación histórica, social, cultural y política. Todo gira alrededor de ello y de los "proyectos de Brasil", explícitos o implícitos. No es una disciplina que surge de la nada, está muy cargada de tensiones y opciones tanto teóricas como prácticas.

—Rubem Barbosa Filho11: Lo veo como un área de investigación extremadamente promisor, tanto por los grupos de trabajo existentes en la ANPOCS12 y SBS13 cuanto por el interés que el tema despierta en la academia en general. No sé si es posible caracterizar la predominancia de un abordaje teórico-metodológico, pero seguramente la clave mecánica "estructura-superestructura" cedió espacio a perspectivas menos esquemáticas, como la de la Escuela de Cambridge. Pienso que los problemas fundamentales estudiados son los que vinculan nuestro pensamiento social con la construcción de la nación y la cuestión de la consolidación de la democracia, con los dilemas involucrados en cada etapa de nuestra historia y con la construcción de "linajes" y filiaciones teóricas de diversos autores estudiados.

—Sergio Miceli14: Por el reciente encuentro del grupo en Río de Janeiro, siguen existiendo, según yo, dos tendencias: de un lado, un abordaje "contextualista", en los textos u obras parecen magnetizar el contexto; del otro lado, un enfoque centrado en el linaje de la historia de las ideas, inclinado a parafrasear, hacer aproximaciones postizas entre libros y autores, construyendo una perspectiva un tanto "espiritualizada" de interpretación. El linaje contextualista busca construir una historia densa de interacciones contemplando los orígenes sociales, la formación cultural y las formas de inserción en el escenario intelectual o artístico. Los adeptos de la historia de las ideas lidian con autores y libros como si estuvieran organizados en una dicotomía honra/deshonra extrayendo de dichos enfrentamientos linajes de pensamiento definidos en términos anacrónicos. En ambas interpretaciones se identifican prodigios de erudición algunas veces dispensables.

—¿Ustedes cómo perciben la relación entre el área del pensamiento social y las ciencias sociales en general, y/u otras disciplinas y líneas de investigación?

—Angélica Madeira y Mariza Veloso: Pensamiento social brasileño es un área que se construye por la representativa cercanía con la teoría sociológica clásica y contemporánea —configuración histórica (Elias); Intelligentsia (Mannheim); campo intelectual (Bourdieu)— y con las ciencias del lenguaje que tienen un acervo de conceptos que permiten manejar los textos y examinar las narrativas —dialógica (Bakhtin); intertextualidad (Kristeva)— desde las nuevas teorías del discurso y de la narrativa, trabajadas por la crítica cultural contemporánea.

—Elide Rugai Bastos: El área de pensamiento social supone interfaces con muchas disciplinas: filosofía, historia, sociología, política, antropología etcétera. Además, comparte las reflexiones no sólo de las ciencias sociales como también abarca las ciencias humanas. De manera que dialoga con diversas vertientes teórico-metodológicas-clásicas, modernas y contemporáneas. Este procedimiento permite que sean solapados los límites de la experiencia personal para tornarla social, vinculando la reflexión individual con la de investigadores de otros campos. Ello me recuerda a Isaiah Berlin que dice que nuevas o viejas las ideas forman el capital intelectual fundamental de nuestra vivencia. Dicho de otra forma, el pensamiento no emerge de un espacio deshabitado por el conocimiento.

—Glaucia Villas Bôas: El área de conocimiento que se ha concertado llamar "pensamiento social" se impuso y se legitimó dentro de las ciencias sociales, como aún la consideramos en Brasil, conformada por la sociología, antropología y ciencia política. Además, hay historiadores que dedican sus investigaciones al campo del pensamiento social, como también lo hacen especialistas en educación, derecho y filosofía. Sin embargo, vale decir que hay científicos sociales que no consideran el pensamiento social como un área de conocimiento con indagaciones y métodos propios, considerando que cualquier investigador puede producir conocimiento sobre un autor o tema tradicional de los estudios sobre Brasil. Y no cabe dudas de que lo que plantean es posible e incluso edificante para la investigación. Todo estudio respetable debe pensar sobre sí mismo. No obstante, hago una diferencia entre el dominio del campo pensamiento social brasileño (que también es conocido como sociología del conocimiento, historia intelectual, historia social de las ideas, sociología de la cultura) y los trabajos de especialistas en sociología urbana o sociología de la violencia, que en determinado momento quieren escribir un artículo sobre Gilberto Freyre, Capistrano de Abreu o Roberto Cardoso de oliveira, que hicieron una lectura importante para su reflexión o investigación.

—Lucia Lippi Oliveira: El área de investigación toma cuestiones importantes de la sociología y de la antropología —disciplinas que desarrollaron evaluaciones históricas sobre sí mismas— para realizar el análisis de los objetos de investigación ya mencionados. El área se distancia de la ciencia política y de la economía, como son ejercidas al día de hoy, una vez que dichas disciplinas han adoptado principios más formalistas sostenidos en modelos que toman el individuo como centro de las decisiones racionales. De manera que el área interactúa mejor con las ciencias sociales, aquí incluyo también la historia y la geografía, concebidas como parte de las humanidades.

—Luiz Werneck Vianna: Por definición, el estudio del pensamiento social consiste siempre en el manejo de la teoría social, una vez que sus obras clásicas ocupan notoriamente un papel privilegiado. Estudiar el liberalismo para nosotros nos remite a Guizot, a Stuart Mill, a Tocqueville, además de las imprescindibles referencias a Marx y a Weber en los casos en que las categorías de Estado y formación de las clases se presentan como temas centrales en la expresión de nuestro pensamiento. Por otro lado, en virtud de que este campo de pensamiento, desde su inicio, fue orientado por una sociología histórica comprada —nuestro caso particular confrontado con el norte americano—, la literatura aplicada a esa perspectiva, como en las obras de Barrington Moore y Charles Tilly proporcionaron la apertura hacia nuevas oportunidades para el ejercicio de la comparación. Asimismo ya se volvieron recurrentes los estudios sobre los casos rusos, alemán, italiano, que se han enfocado en los procesos de modernización discrepantes del modelo liberal-democrático triunfante en los países que realizaron revoluciones burguesas clásicas, como Inglaterra y Francia. Para dicha tendencia, Lenin y Gramsci integran la galería de los grandes autores de referencia en la materia.

—Maria Arminda do Nascimento Arruda: El área del pensamiento social es, por esencia, interdisciplinar. El vínculo con las ciencias sociales es intrínseco. Creo que el desarrollo de la llamada sociología de la cultura en Brasil en los últimos años dependió, entre otras razones, del volumen de reflexiones sobre los intelectuales, componente actualmente central de la especialidad.

—Renan Freitas Pinto: Pienso que los estudios sobre pensamiento social pueden clarificar aspectos esenciales a medida que interactúan con otras disciplinas. Por tanto debemos tener presente que los cambios se gestan siempre en el campo de las ideas.

—Ricardo Benzaquen de Araújo: Aunque haya sido creada, en lo referente a la ANPOCS, con el objetivo de limitarse al estudio de la producción intelectual en el ámbito de las ciencias sociales —razón por la cual el grupo se llama pensamiento social en Brasil y no pensamiento social brasileño—, el área también se ocupa, hace mucho tiempo, de trabajos oriundos de la literatura, de la crítica y de la tradición ensayística, para mencionar sólo pocos ejemplos. El desafío, ahora, tal vez sea el de relacionarnos con éstas otras disciplinas de manera más abierta, en la dirección de un dialogo, de un intercambio intelectual más amplio, matizado, complejo y ventajoso para todos los involucrados.

—Roberto Motta: Los cuatro campos que mencioné anteriormente están vinculados al pensamiento social. Pondría entre ellos la economía y la historia económica.

—Rubem Barboza Filho: Pienso que las relaciones con otros campos tendrían que ser intensificadas, en especial con la filosofía o teoría política con una reflexión epistemológica más exigente. No me gustaría supervalorar la cuestión epistemológica. Por otro lado, también creo que sería productivo establecer un contacto más intenso con los historiadores. Varios episodios y circunstancias de nuestra historia han sido abordados por ellos, y creo nos ayudaría a entender mejor la reflexión de muchos de nuestros pensadores. Finalmente, pienso que sería interesante la comparación permanente con otros países no canónicos.

—Sergio Miceli: El llamado campo del pensamiento social ha preservado este título histórico fundamentalmente por una práctica intelectual de interpretar el país a nivel macro, aunque la mayoría de sus investigadores seguramente se acoplarían mejor en alguna de las sociologías actuantes en los universos de práctica social: sociología de los intelectuales, historia social del arte, sociología de la literatura. El área atrajo científicos sociales de procedencia disciplinar variada —historia, sociología, antropología, etcétera— y las prácticas de investigación e interpretación fueron impelidas a dialogar con vertientes diversificadas de la teoría sociológica contemporánea, desde Weber, Gramsci, Durkheim, pasando por Raymond Williams, Pierre Bourdieu, Erving Goffman, hasta las monografías de Ringer, Christophe Charle, Stefan Collini, entre otros.

—¿Cuáles libros o artículos del área ustedes destacarían?

—Angélica Madeira y Mariza Veloso: Son representativas las narrativas clásicas de cada período histórico estudiado, tanto literarias cuanto sociológicas e históricas. Por ejemplo, obras de Joaquín Nabuco, Euclides da Cunha y Machado de Assis pueden sugerir perspectivas siempre nuevas. Esta bibliografía imprescindible debe ser acompañada de una bibliografía crítica sobre la época y sobre los autores estudiados. De esta bibliografía forman parte, para la comprensión del siglo XIX, artículos de Machado de Assis y de José Veríssimo, así como de sus intérpretes.

—Elide Rugai Bastos: Le dieu caché, de Lucien Goldmann, los estudios sobre el iluminismo de Franco Venturi; Goethe y su tiempo, de Georg Lukács; Consciousness and society, de Stuart Hughes; Le travail de l'oeuvre, de Claude Lefort; Ideas políticas en la era romántica, Isaiah Berlin.

—Glaucia Villas Bôas: "Oliveira Vianna e o direito do trabalho no Brasil" en Quinze ensaios, de Evaristo de Morais Filho; A brasilidade modernista: sua dimensão filosófica, de Eduardo Jardim de Moraes; Intelectuais e classe dirigente no Brasil (1920-1945), de Sergio Miceli y Joaquim Nabuco, de Ângela Alonso.

—Lucia Lippi Oliveira: ¡Difícil selección! Voy a mencionar cinco tesis doctorales que fueron publicadas y cuyos temas se vinculan con mis temas de investigación: Benedito Calixto e a construção do imaginário republicano, de Caleb Faria Alves; Guerreiro Ramos e a redenção sociológica: capitalismo e sociologia no Brasil (en prensa), de Edson Bariani Junior; Os arquitetos da memória: sociogênese das práticas de preservação do patrimônio cultural no Brasil (1930-1940), de Márcia Regina Romeiro Chuva; A terra como invenção: o espaço no pensamento social brasileiro, de João Marcelo Maia; Projeto e missão: o movimento folclórico brasileiro, de Luis Rodolfo Vilhena.

—Luis Werneck Vianna: Sobrados e mocambos, de Gilberto Freyre; Raízes do Brasil, de Sérgio Buarque de Holanda; A construção da ordem, de José Murilo de Carvalho; O quinto século, de Maria Alice Rezende de Carvalho, Tradição e artifício, de Rubem Barbosa Filho.

—Renan Freitas Pinto: Pequena bibliografia crítica do pensamento social brasileiro y O rebelde esquecido: tempo, vida e obra de Manoel Bonfim, de Ronaldo Conde Aguiar; Vozes da Amazônia: investigação sobre o pensamento social brasileiro.

—Elide Rugai Bastos y Renan Freitas Pinto: O espetáculo das raças: cientistas, instituições e questão racial no Brasil (1870-1930), de Lilia Moritz Schwarcz; Estilo tropical: história cultural e polêmicas literárias no Brasil (1870-1914), de Roberto Ventura; y Formação do pensamento político brasileiro: ideias e personagens, de Francisco Weffort.

—Ricardo Benzaquen de Araújo: Hay muchos trabajos de gran valor publicados en los últimos años, lo que hace difícil elegir uno sin dejar otros de mérito equivalente a la sombra. Así que prefiero destacar la relevancia de la enseñanza y de investigación sistemáticas que han sido desarrolladas por Sergio Miceli, en la Universidad de San Pablo, y por Luiz Werneck Vianna, en el antiguo Instituto Universitario de Pesquisa do Estado do Rio de Janeiro (IUPERJ). Sergio se acerca al pensamiento social brasileño con énfasis, no exclusivo, en la sociología de los intelectuales; ya Werneck trata del tema por medio de una vertiente, igualmente no exclusiva, de la sociología política. Ambos, sin embargo, han desempeñado un papel de enorme destaque en el esfuerzo de conferir dignidad a nuestro campo.

—Roberto Motta: Casa-grande e Senzala, de Gilberto Freyre; Raízes do Brasil, de Sérgio Buarque de Holanda; Evolução política do Brasil, de Caio Prado Júnior; Neither black nor white, de Carl Degler; e Bandeirantes e pioneiros, de Vianna Moog.

—Rubem Barboza Filho: Es difícil decirlo o elegir. Pensando en la producción más contemporánea, y sin establecer un orden de importancia, yo destacaría algunos estudios ejemplares: Linhagens do pensamento político brasileiro, de Gildo Marçal Brandão; A revolução passiva: iberismo e americanismo no Brasil, de Luiz Werneck Vianna; A construção intelectual do Brasil contemporâneo: da resistência à ditadura ao governo FHC, de Bernardo Sorj; O quinto século: André Rebouças e a construção do Brasil, de Maria Alice Rezende de Carvalho; "Entre a autoridade e a liberdade", introdução ao livro Visconde do Uruguai, de José Murilo de Carvalho.

—Sergio Miceli: Las sociologías de la religión, del derecho y de la música, de Max Weber; La sociedad cortesana, de Norbert Elias; Las reglas del arte, de Pierre Bourdieu; El campo y la ciudad, de Raymond Williams; O declínio dos mandarins alemães, de Fritz K. Ringer.

—¿Ustedes enseñan o han enseñado pensamiento social como curso? ¿En la licenciatura o en posgrado? ¿Optativa u obligatoria? ¿Cuáles los recursos didácticos empleados en sus cursos?

—Angélica Madeira y Mariza Veloso: El curso "Sociología brasileña", obligatorio para todos los alumnos de la licenciatura del Departamento de Sociología de la Universidad de Brasilia, es ofrecido a cada semestre y tiene demanda de diversas áreas de las ciencias sociales. El curso es ofrecido anualmente en la maestría y doctorado, con el nombre "Pensamiento Social Brasileño". La materia existe desde 1993 —con el nombre de "Lectura brasileña I" y "Lectura Brasileña II, ofrecidas respectivamente a cada semestre—, en el Instituto Rio Branco del Ministerio de Relaciones Exteriores. Todo eso evidencia el grado de institucionalización del área.

—Elide Rugai Bastos: He impartido cursos en la licenciatura en Ciencias Sociales y el posgrado en Sociología de la Universidad de Campinas (Unicamp), en materias obligatorias y electivas en el campo del pensamiento social. En la licenciatura, con la disciplina "Pensamiento social brasileño", y en el posgrado alternando entre "Teoría sociológica contemporánea" y "Pensamiento social brasileño". En "Teoría sociológica contemporánea", disciplina obligatoria, inicio con el contexto por lo cual se da la reorientación del pensamiento social europeo en el siglo XX y sus repercusiones en la sociología norteamericana. En este escenario busco señalar las transformaciones político-sociales y culturales que fundamentan la circulación de las ideas. En "Pensamiento social en Brasil" sugiero como eje interpretativo la circunstancia de que en cada momento de configuración de la cuestión nacional cambia. En esta línea interpretativa, la recepción de autores europeos y norteamericanos, así como el diálogo establecido entre brasileños y latinoamericanos son diferenciados en el tiempo.

—Glaucia Villas Bôas: He dado clases en la licenciatura y en el posgrado. Empecé en los años ochentas en la licenciatura de ciencias sociales de la UFRJ. En este entonces era una materia opcional sobre las interpretaciones de Brasil que atrajo un número considerable de estudiantes. Yo elegía tres o cuatro obras paradigmáticas para lectura y discusión. Hasta hoy me encuentro a ex estudiantes que se acuerdan de este curso. En realidad, el plan de estudio en sociología ofrecía poco o casi nada sobre los autores brasileños. A finales de los años ochentas, creo, Ana Maria Galano y yo hicimos el temario para el curso de "Sociología III", cuyo objetivo era informar sobre las características históricas, sociales y cognitivas de la sociología en Brasil. En la creación del Programa de Posgrado en Sociología y Antropología (PPGSA) el área del pensamiento social pasó a integrar la línea de investigación "Sociología de la cultura, ritual y simbolismo", cuya propuesta fue elaborada por Ana Maria Galano, Reginaldo Gonçalves, Maria Laura Vivieiros de Castro y por mí. Teníamos un proyecto conjunto financiado por el CNPq sobre la temática del pensamiento social y resolvemos proponer esta línea de investigación durante la elaboración del proyecto de creación del PPGSA. En esta ocasión, el área fuerte del posgrado era la sociología del trabajo, pero nuestra propuesta fue bien recibida y aceptada.

—Lucia Lippi Oliveira: He impartido "Interpretaciones de Brasil" en la licenciatura como disciplina obligatoria. Para este curso elegí autores que son bastiones del pensamiento brasileño, además seleccioné textos interpretativos sobre los autores utilizando obras como Introducão ao Brasil: um banquete no trópico, tomos 1 y 2, y usé también el recién publicado Um enigma chamado Brasil. En otra ocasión adopté el camino de elegir autores cuya interpretación de Brasil estaba sostenida en temáticas como territorio, espacio, "sertão", frontera y región. Proyecté documentales y películas que ayudaban a comprender las interpretaciones textuales. En el posgrado impartí la disciplina electiva "Viajes y viajeros", ocasión en que trabajé con autores y textos derivados de viajes que en los siglos XIX y XX conformaron un imaginario sobre el país. En este curso, usé textos de autores e imágenes del libro O Brasil dos viajantes, de Ana Maria Beluzzo, así como textos interpretativos sobre ellos.

—Luiz Werneck Vianna: Doy clases hace muchos años, únicamente en el posgrado, siempre como materia optativa. Mi recurso didáctico consiste sólo en la discusión de obras de "intérpretes de Brasil" seleccionados para el curso, ya sea por temas, o por recortes cronológicos. El curso que impartí en el segundo semestre de 2010 fue sobre la producción de jóvenes científicos sociales alrededor del pensamiento social brasileño.

—Maria Arminda do Nascimento Arruda: Hasta hace poco yo era la titular de la materia optativa "Formación del pensamiento brasileño" en la licenciatura. Las clases eran, sobre todo, expositivas pero yo también checaba informalmente la lectura de los textos.

—Renan Freitas Pinto: La verdad es que la experiencia de impartir, en el ámbito de la licenciatura en Ciencias Sociales, la materia optativa "Formación del pensamiento social brasileño en la Amazonia" fue uno de los puntos de partida de la organización y de nuestra participación en un programa multidisciplinario de posgrado que recibió el nombre de "Sociedad y cultura en la Amazonia" y actualmente cuenta con maestría y está iniciando el doctorado. En este programa he impartido por cinco ocasiones la disciplina "Pensamiento social brasileño en la amazonia". También impartí este curso en la maestría del Inpa sobre "Agricultura en el trópico húmedo" y, en tres ocasiones, en la maestría de medicina, "Patología tropical". Además he escrito regularmente artículos ensayísticos sobre temas afines en periódicos locales.

—Ricardo Benzaquen de Araújo: No he impartido, desgraciadamente, ningún curso vinculado al estudio del pensamiento social brasileño en la licenciatura. En el posgrado, tanto en sociología como en historia, los seminarios que he coordinado sobre el tema son optativos. En lo que se refiere a los recursos didácticos, por lo que me dicen, no me he actualizado, sigo dando clases de una forma extremadamente convencional.

—Roberto Motta: Yo he impartido pensamiento social brasileño, pero poco. Mi preocupación con el tema deriva de mi reflexión sobre Max Weber y Gilberto Freyre.

—Rubem Barboza Filho: Normalmente soy el responsable de un curso anual sobre algunos clásicos brasileños en la licenciatura y generalmente imparto otro en el posgrado. En el primer caso, los estudiantes leen y discuten las obras de Gilberto Freyre, Sergio Buarque de Holanda, Raymundo Faoro, Florestan Fernandes, José Murilo de Carvalho, Werneck Vianna y Darcy Ribeiro. En el posgrado, como disciplina optativa, el contenido es variado, y además de los autores mencionados trabajo con Oliveira Vianna, Euclides da Cunha, Wanderley Guilherme dos Santos, entre otros. Este segundo curso se organiza como seminario, y cada estudiante debe presentar un trabajo final.

—Sergio Miceli: He impartido "Teoría sociológica contemporánea" en la licenciatura, pero, sobre todo, en la última década, en el posgrado de Sociología de la Universidad de San Pablo, incluso ésta es la única materia obligatoria que mezcla teoría clásica y teoría contemporánea. En las ocasiones en que fui responsable de este curso preferí profundizar en la evaluación y discusión de autores clave en el campo de la sociología de la cultura (Weber, Elias, Bourdieu). En otros semestres he impartido el curso de "Sociología de los intelectuales", enfatizando tanto el prisma comparado entre inteligentzias y privilegiando discusiones sobre fuentes o géneros de expresión intelectual y artística, como también mirando hacia trabajos de historia social del arte, lo que atrae estudiantes de posgrado en ciencias sociales (en especial, sociología y antropología), letras, historia, arquitectura y ciencias de la comunicación.

—¿Ustedes cómo piensan el futuro del área de investigación del pensamiento social? ¿Cuáles son las cuestiones temáticas, teóricas y metodológicas que consideran son fundamentales para el desarrollo del área?

—Angélica Madeira y Mariza Veloso: Veo un futuro promisor con vínculos teóricos cada vez más firmes con la teoría sociológica; operaciones metodológicas más sofisticadas; descubrimientos de nuevas fuentes de investigación. Como desafío veo la necesidad de mantener la apertura transdisciplinaria del campo, con la permanente posibilidad de releer los clásicos, renovándolos y criticándolos.

—Elide Rugai Bastos: Los temas centrales para la comprensión de la sociedad contemporánea —emancipación, derecho a la diferencia, límites a la libertad, aceptación de la dignidad como proyecto social, reconocimiento, exclusión social, para citar algunos— han sido, de muchas formas, objeto de reflexión de los autores brasileños a lo largo de los años, por la propia condición no democrática del país (colonia, esclavitud, sucesión de dictaduras, extrema desigualdad en la distribución de bienes, etcétera). Volver a considerar dichas temáticas a través del pensamiento brasileño, la evaluación de los alcances y límites de los debates y sus efectos inserta, necesariamente, la reflexión brasileña, en el debate internacional.

—Glaucia Villas Bôas: Creo que es difícil "ver" el futuro, pero arriesgaría decir que el área se puede consolidar y permanecer firme cuando se contemplen condiciones para una diferenciación interna más amplia. Por tanto, sería relevante que las investigaciones tuviesen nuevas orientaciones: 1) que sean menos "halagadoras" y más críticas de la tradición sociológica e intelectual; 2) que se presenten cuestiones que no están necesariamente relacionadas a la identidad nacional y la instauración de la sociedad moderna; 3) que se critiquen las categorías como "centro" y "periferia", cuyo carácter geopolítico contribuye poco para la profundización del conocimiento de las redes de interacción entre intelectuales brasileños y extranjeros; y 4) que se revisen más a menudo los cánones interpretativos.

—Lucia Lippi Oliveira: El espectro de temas y objetos del área pensamiento social tiende a ampliarse más allá de la cuestión nacional tratada, bajo el título de "interpretaciones de Brasil", lo que es bueno y corresponde a la complejidad de la vida social. Por otro lado, tenemos que recordar que los elementos relacionados con la construcción de la "comunidad imaginada" van a seguir presentes. Es difícil para mí hacer un ejercicio de "futurología", sólo puedo decir que lo fundamental es tener apertura intelectual para los nuevos temas y perspectivas que se presenten.

—Luiz Werneck Vianna: El área ha asumido el intento de producir una narrativa, que más allá de las diversas matrices contradictorias presentes en nuestra formación —el iberismo, el americanismo— busca más que singularizarlas, instituir modos de articulación entre ellas. Bajo esta orientación, reconozco que el énfasis en la producción de una narrativa se acerca como en la metáfora de Ronald Dworkin a la escritura de una novela en que cada generación incrementa un nuevo capítulo, de manera que su sentido sea al mismo tiempo superado y preservado. De esta manera, identifico en el campo la vocación para un esfuerzo reflexivo, que, al interpretar el país, se inserta en el movimiento de las fuerzas sociales que lo transforman.

—Maria Arminda do Nascimento Arruda: El campo de investigación del pensamiento social en Brasil es bastante dinámico, cuando consideramos el trabajo efervescente de jóvenes investigadores y el volumen de textos editados. Es posible proyectar, en estos términos, el crecimiento de la especialidad. Hay temas que podrían ser más desarrollados como las imágenes colectivas de intelectuales, sistemas de pensamiento, movimiento de ideas, vínculos entre el modernismo y las ciencias sociales, tratamiento de lenguajes, entre otros. Como ya mencioné, pienso ser fundamental y evitar tanto el carácter poco riguroso de los estudios como la investigación poco sistemática. Considero, también, que el área del pensamiento social debe alejarse de las perspectivas muy formalistas, es decir, las que toman los autores y sus ideas como realidades auto-explicables. Desde el punto de vista sociológico, como sabemos, es necesario elucidar las conexiones entre biografía, obras, ideas, etcétera. No se trata de privilegiar análisis "externalistas", una vez que la disyuntiva interno-externo es un rotundo equívoco y no se sostiene. Finalmente, un abordaje de la cultura desde la perspectiva de las disciplinas sociales presupone revelar la faceta simultáneamente colectiva y particular del pensamiento.

—Renan Freitas Pinto: Veo como fundamental para la expansión del campo de investigación de las temáticas relacionadas al pensamiento social la inclusión de nuevos abordajes capaces de proporcionarnos herramientas aún poco utilizadas en nuestros análisis y estudios. Por ejemplo, autores y métodos de la hermenéutica como Husserl, Heidegger, Gadamer, Ricoeur, Habermas y Axel Honneth. Necesitamos realimentar nuestras investigaciones con estos autores y sus ideas, como también con otros autores del campo de la crítica del arte, de la literatura y de la historia cultural, por mencionar algunos.

—Ricardo Benzaquen de Araújo: Mi impresión, para dar una respuesta corta a una cuestión casi imposible de ser enfrentada, es que debemos, por un lado, profundizar el diálogo de las investigaciones acerca del pensamiento social con referencias teóricas no solamente de las ciencias sociales como también de disciplinas cercanas, como por ejemplo la historia —en especial la historia intelectual—, la crítica literaria y del arte visual. Por otro lado, creo que la constitución de una perspectiva comparada con el pensamiento social de otros países, como lo que ya está pasando, sobre todo, en Argentina, abre grandes posibilidades de expansión de la riqueza y de la complejidad intelectual de las investigaciones en este campo.

—Roberto Motta: Desde mi punto de vista la cuestión fundamental aún es la de los modelos de sociedad y de la historia. Es decir, ¿habrá un modelo normativo? Dos veces he mencionado a Gilberto Freyre. Yo digo que una cuestión primordial es la evaluación, aceptación o rechazo de la interpretación freyriana de Brasil, aún más tras la aparente obsolescencia del modelo marxista.

—Rubem Barboza Filho: Veo con optimismo el desarrollo del área de investigación. La sugerencia anterior de ampliar la comparación con otros países, sin embargo, necesita ser sustituida por una perspectiva que preserve aquello que es original entre nosotros para no caernos en el error de hablar siempre de lo que no fuimos y de lo que no pensamos. Creo que el desafío más grande será entender que, al estudiar nuestro pensamiento social, suscitamos más que historia de las ideas, suscitamos el mismo pensamiento social. De ahí la relevancia de la cuestión de la democracia para nuestra reflexión sobre los clásicos, y la preocupación con la recuperación de nuestras posibilidades y límites de la vida democrática.

—Sergio Miceli: La facilidad del acceso a las fuentes y a los materiales de documentación sobre la vida intelectual y artística ha tornado prácticamente imposible emprender un trabajo de investigación relevante sin movilizar los pasajes y mediaciones entre los diversos universos de la práctica social. El mundo intelectual, literario, artístico y académico son universos expuestos a coerciones y no dependen de la libertad o de la virtud de las ideas, tampoco de la libre elección de sus practicantes.

 

Notas

* Texto originalmente publicado en Botelho, A. y Schwarcz, L.K.M. (2011), "Simpósio: Cinco questões sobre o pensamento social brasileiro", en Lua Nova, núm. 82, San Pablo: Centro de Estudos de Cultura Contemporânea, pp. 139-159.         [ Links ]

**** Miembro del Equipo de Redacción de la Revista Andamios.

1 Profesora-Investigadora de la Universidad de Brasília (UNB), Brasil.

2 Profesora -Investigadora de la Universidad de Brasília (UNB), Brasil.

3 Profesora-Investigadora de la Universidad Estatal de Campinas (UNICAMP), Brasil.

4 Profesora-Investigadora de la Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ), Brasil.

5 Profesora-Investigadora de la Fundación Getúlio Vargas (FGV), Río de Janeiro, Brasil.

6 Profesor-Investigador de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro (PUC-RJ), Brasil.

7 Profesora-Investigadora de la Universidad de São Paulo (USP), Brasil.

8 Profesor- Investigador de la Universidad Federal de Amazonas (UFAM), Brasil.

9 Profesor-Investigador de la Pontificia Universidad Católica de Río de Janeiro (PUC-RJ), Brasil.

10 Profesor-Investigador de la Universidad Federal de Pernambuco (UFPE), Brasil.

11 Profesor-Investigador de la Universidad Federal de Juiz de Fora (UFJF), Brasil.

12 ANPOCS es la Asociación Nacional de Posgrados e Investigación en Ciencias Sociales.

13 SBS es la Sociedad Brasileña de Sociología.

14 Profesor-Investigador de la Universidad de São Paulo (USP), Brasil.

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons