SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.9 número18Crítica y conocimiento: estudios sociales de la ciencia y transformación crítica de prácticas epistémicasLa izquierda y los derechos sociales índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Andamios

versión On-line ISSN 2594-1917versión impresa ISSN 1870-0063

Andamios vol.9 no.18 Ciudad de México ene./abr. 2012

 

Artículos

 

Migración étnica y cambio social entre los Odham del noroeste de Sonora

 

Ethnic migration and social change among the Odhams Altar Desert, Northwest Sonora

 

Guillermo Castillo*

 

* Maestro y Doctorante en Antropología, Instituto de Investigaciones Antropológicas de la UNAM. Correo electrónico: saudadegris@yahoo.com

 

Fecha de recepción: 11 de agosto de 2009
Fecha de aprobación: 1 de agosto de 2010

 

Resumen

Este texto aborda, principalmente a través de testimonios orales, el proceso de cambio histórico y desplazamiento geográfico de la comunidad Odham de Las Calenturas-Pozo Prieto a la ciudad de Caborca en el noroeste de Sonora, en la segunda mitad del siglo XX. El Estado mexicano con sus políticas de reparto agrario y de uso selectivo de recursos naturales desempeñó un papel determinante en este proceso, particularmente en perjuicio de los Odham. Este trabajo describe la movilidad geográfica del lugar de origen en un entorno rural desértico a la urbe de destino. Además, trata brevemente la percepción de los Odham acerca de esta dinámica de cambio social que los llevó a reconfigurarse como grupo étnico en un entorno social y culturalmente distinto, la ciudad.

Palabras clave: Memoria colectiva, comunidad, Odham, migración, políticas estatales.

 

Abstract

This text deals, mainly through the oral testimonies, the process of historical change and geographical displacement of the Odhams community of las Calenturas-Pozo Prieto to the city of Caborca in the Northwest of Mexico in the second half of the XX century. The State with its agrarian and the selective use of the natural resources policies played a determining role in this process, particularly in damage of the Odhams. This work describes the geographical mobility from the origin place in a rural environment to the urban center of destination. Besides, this text treats briefly the Odham perception about this dynamic of social change that leads them to reconfigure as ethnic group in a different cultural and social environment, the city.

Keywords: Collective memory, community, Odham, migration, state policies.

 

INTRODUCCIÓN

En el contexto de un medio ambiente adverso, el desierto de Altar, noroeste de Sonora, el modo de vida tradicional de las comunidades Odham estaba basado en la agricultura de temporal, la ganadería extensiva y la recolección de frutos del desierto. Sin embargo, a mediados del siglo XX este modo de vida sufrió un desequilibrio significativo debido a la llegada de nuevos actores sociales (los rancheros) y al papel ambiguo que desempeñó el Estado mexicano, tanto a nivel estatal como federal. Las instituciones del Estado, principalmente la Secretaría de la Reforma Agraria y el distrito de Colonización de Altar, como parte de una política selectiva y discriminatoria, impulsaron el proceso de colonización (población) del desierto a través del reparto agrario y el control del uso de recursos naturales como el agua y las tierras más fértiles. Estas acciones favorecieron a los rancheros y medianos propietarios y perjudicaron a los Odham, ancestrales habitantes del desierto.

Los miembros del grupo étnico se vieron en la necesidad de partir hacia diferentes destinos fuera del lugar de origen. Se dirigieron a las ciudades próximas en el noroeste del estado en busca de elevar sus condiciones de vida (mejores oportunidades laborales y acceso a servicios de salud y educación). Esto implicó una dinámica de cambios y permanencias en la vida social de los Odham en este nuevo entorno social (la ciudad). Lo cual se manifestó en la conservación, pero también en la modificación, de diversas prácticas culturales propias de sus ancestros. Este trabajo también aborda brevemente la forma en que los Odham, particularmente las personas de Las Calenturas-Pozo Prieto, se reconstituyeron como colectividad en el nuevo entorno urbano y cómo han ido negociando con los diversos actores sociales desde esta condición su "ser Odham".

Debido a que la movilidad geográfica se dio dentro de la ancestral área cultural del grupo étnico, así como por la historicidad de las relaciones entre el lugar de origen en el desierto y el sitio de llegada en la ciudad, los Odham representan un caso muy peculiar. Como se verá al final del texto, este proceso social se diferencia de experiencias migratorias internacionales de mexicanos en y hacia EUA (Durand, 1991 y 2007), pero también de aquellos procesos de migración étnica transnacional de los grupos del sur del país, como los oaxaqueños en la frontera noroeste de México y California (Velasco, 2002 y 2005; Besserer, 2002).

 

LOS ODHAM DESDE EL TEXTO: ETNOGRAFÍAS DEL GRUPO

Los Odham son uno de los grupos étnicos del noroeste de México, habitan en la zona fronteriza con Arizona en un entorno natural adverso (Aguilar Zeleny, 2005). Desde hace siglos los Odham han vivido, en pequeños asentamientos, en el desierto de Altar (Ortiz Garay, 1995: 219-290; Neyra Solís, 2007: 1-50; Aguilar Zeleny, 1998: 7-10). El territorio tradicional del grupo étnico se extendía desde el centro de Sonora y llegaba hasta el suroeste de Arizona, en EUA (Nolasco, 1965: 375-448; Basauri, 1990: 155-166; Salas Quitanal et .al., 2004: 8-12). Los Odham eran un pueblo compuesto de tres tribus diferentes: los Akimel Odham, los Hia'ched Odham y los Tohono Odham (ver mapa 1).

En la parte noroeste del territorio se encontraban los Akimel Odham, la "gente del río," que comprendía los asentamientos que se desarrollaron sobre la zona del río Gila, en el actual suroeste de Arizona (Swanton, 1953: 357). Eran los poblados ubicados en límite norte de las tierras Odham, en las inmediaciones de lo que hoy día es Phoenix.

Después, hacía la parte noroccidental y en la zona con las condiciones climáticas más adversas, estaban los Hia'ched Odham, "gente de la arena" que abarcaba los asentamientos localizados en el área del Pinacate en el desierto de Altar (Spicer, 1941: 22). Los Hia'ched, a causa del entorno natural, eran los grupos que realizaban los mayores desplazamientos.

Por último, estaban los Tohono Odham, "gente del desierto", quienes se ubicaban en la sección y sur del desierto de Altar y su modo de vida se fundaba en la agricultura, la cacería y la recolección de flora (Swanton, 1953: 357; Spicer, 1941: 22). Las comunidades de los Tohono Odham tenían dos asentamientos. Uno en verano en las planicies desérticas ("oidag") orientado a la agricultura y la recolección de flora. Y otro en invierno ("wahia"), en donde las actividades productivas eran la recolección de flora y la caza de fauna (Swanton, 1953: 357). Debido a esta diversidad social y cultural de los pueblos Odham, los misioneros españoles llamaron Pimas a los grupos de los ríos Salado y Gila, mientras a los procedentes de las otras latitudes del desierto los designaron como Pápagos (Amador, 2009: 14). Considerando el área total de los Hia'ched, Akimel y Tohono Odham, el territorio tradicional del grupo abarcaba desde el noroeste de Sonora hasta el suroeste Arizona (ver mapa 2).

Tras la creación del Estado mexicano y con el tratado de Guadalupe Hidalgo (1848) y el de la Mesilla —Gadsden Purchase (1853)—, el territorio tradicional Odham fue partido en dos por la frontera internacional entre México y los Estados Unidos. Hasta bien entrado el siglo XX, los Odham tenían una economía de autosubsistencia basada en la agricultura de temporal y la crianza de ganado vacuno; la recolección de flora y la caza eran otras de sus actividades productivas. El modo de vida tradicional de los Odham del siglo XIX y de principios del XX estaba en estrecha relación con el medio ambiente natural, el gran desierto de Altar. Para la primera mitad del siglo XX, en la mayoría de los asentamientos rurales, los Odham vivían exclusivamente entre ellos mismos y, en algunos casos, coexistían con mestizos mexicanos y rancheros (Nolasco, 1965: 375-448).

A principios de la década de 1960 había 21 asentamientos del grupo étnico en el desierto sonorense (Nolasco, 1965: 375-448),1 además de otros 6 poblados donde los Odham compartían el espacio con mexicanos2 y, por último, 4 ciudades del noroeste de Sonora (Caborca, Sonoyta, Magdalena de Kino y Puerto Peñasco) donde había población del grupo étnico.

Tres décadas después (1990), acontecieron cambios significativos en la constitución social del grupo étnico (Ortiz Garay, 1995: 219290). Hubo un decrecimiento de los asentamientos (INI, 1991). De las 28 localidades Odham registradas en la década de 1960 por Nolasco (1965: 375-448), ya sólo quedaban 17 y Ortiz Garay destaca que los poblados que fueron abandonados eran en los que antes vivían exclusivamente Odham (Ortiz Garay, 1995: 219-290). En lo tocante al aspecto demográfico, para 1992, se asienta la existencia de 335 miembros del grupo étnico (Ortiz Garay, 1995: 219-290), lo que representó un decrecimiento significativo respecto a los 450 Odham apuntados poco después de mediados de siglo XX por Nolasco (1965: 375-448).

Se alteró drásticamente el patrón de asentamientos. Mientras a mediados del siglo XX los Odham mexicanos vivían principalmente en localidades rurales en el desierto, para inicios de la década de 1990 más de tres cuartas partes de la población se concentraba en ciudades, principalmente en los centros urbanos de Puerto Peñasco, Sonoyta y Caborca, siendo esta última la que cuenta con la mayor población Odham. Surge la interrogante de cuáles y cómo han sido los procesos de transformación-diversificación del grupo. Tanto los antiguos asentamientos de origen en el desierto, como los centros urbanos en los que habitan actualmente los Odham se encuentran en la zona fronteriza del noroeste de Sonora, en los municipios de Pitiquito, Puerto Peñasco, Caborca, Altar, Saric y Plutarco Elías Calles; estos cuatro últimos hacen borde internacional con Arizona, y son en los que se encontraba la mayor parte de las comunidades Odham en el desierto.

 

TESTIMONIOS ORALES Y MEMORIA COLECTIVA

Debido tanto al contexto de los sujetos sociales, como a los procesos de cambio y al periodo temporal que abarca este trabajo fue necesario recurrir a una estrategia metodológica múltiple, en la que se combinaron las disciplinas de la Antropología y la Historia desde una perspectiva cualitativa. Como señala Marcus (2001) al desarrollar su propuesta de la etnografía multilocal, hay una serie de nuevos sujetos y procesos sociales que desbordan el abordaje etnográfico tradicional del trabajo de campo en una sola localidad (Marcus, 2001: 111-127); dentro de estos "nuevos temas" se encuentra la migración étnica en sus diversas modalidades. En la elaboración del presente texto se recurrió a varias fuentes de diversa índole: testimonios orales, monografías etnográficas, textos históricos, documentos e informes de instituciones federales (INI, CDI, SRA).3 Se emplearon diversos métodos y técnicas: la observación participante del método etnográfico, las entrevistas semi-dirigidas de corte biográfico de la Historia Oral y el trabajo de archivo de la Historia. No obstante, se privilegió la manifestación verbal de la experiencia de vida de los individuos a través de los testimonios orales, en un afán por resignificar y poner en el centro de la investigación al ser humano concreto como el "sujeto de estudio" (Pujadas Muñoz, 1992: 7-15).

De julio de 2006 a junio de 2008 se realizaron 4 temporadas de campo de varios meses en Caborca; durante estos lapsos de tiempo se realizo observación participante y se recopilaron variados testimonios orales.4 Se recurrió a la Historia Oral como un procedimiento de nuevas fuentes establecido para la investigación histórica con base en testimonios orales obtenidos en investigaciones específicas (Aceves Lozano, 1996: 18).5 En este sentido, Thomson (1998) apunta que el abordaje disciplinar que trabaja con testimonios orales abre una posible reconstrucción de la historia de grupos sociales que tradicionalmente han sido marginados y están fuera de la visión de la historia oficial. En el caso de los sujetos sociales del presente trabajo, hay tres niveles de marginalidad que se pretende evidenciar y que se traslapan entre sí: 1°) Se trata de un grupo social con una tradición y un modo de vida diferente, ubicado en el noroeste del país en un contexto fronterizo, región escasamente tratada por la investigación social en el siglo XX y principios del XXI; 2°) los actores sociales en cuestión son parte de un grupo étnico que ha sido discriminado por las políticas estatales y las alteridades regionales circundantes (rancheros, pequeños propietarios, mestizos urbanos), y que hasta hace poco se le reconocieron algunos de sus derechos; 3°) por último, se trabajó principalmente con los testimonios de mujeres Odham, lo que representa un tercer nivel de exclusión, debido a que en las comunidades las mujeres no gozaban de las mismas prerrogativas ni derechos que los hombres. Las mujeres eran y son, aunque en la actualidad en menor medida, uno de los sectores del grupo étnico parcialmente excluidos de las instancias de decisión. Más que trabajar con "historias de vida" que además de las narraciones de los actores incorporan otro tipo de fuentes históricas (como historias clínicas, historial escolar, testimonios de terceros, etcétera), se trató con "relatos de vida", entendidos como las narraciones de vida tal como las cuenta la persona que las ha vivido (Bertaux, 1990: 197). Así, las principales fuentes para la elaboración de este trabajo fueron los testimonios orales de doña Juanita, don Matías, doña Mercedes y doña Alicia, todos procedentes de Las Calenturas-Pozo Prieto.6 Un papel destacado tiene la voz de doña Alicia, quien actualmente es autoridad tradicional.7

Para la reconstrucción de estos procesos sociales a través de las miradas Odham fue necesario recurrir a la memoria, no como una mera capacidad individual, sino como una práctica social que permite a los sujetos apropiarse de su pasado y resignificarlo desde las cambiantes situaciones de su presente. En este sentido, Halbwachs (2004) distingue dos tipos de memoria. Una individual o personal que trata de la historia de nuestra vida y otra memoria social o colectiva, que es significativamente más grande que la primera, pero que representa el pasado de manera resumida y esquemática; en tanto que la memoria individual nos ofrecería una representación mucho más continua y densa (Halbwachs, 2004: 55).8 En Halbwachs (2004) se delinean esquemáticamente los atributos fundamentales de la memoria como una práctica social: 1) los recuerdos se detonan desde el presente, desde la condición actual del sujeto que rememora; 2) es muy probable que la imagen evocada conduzca a otras imágenes, es como una red, los recuerdos no vienen solos, sino ligados entre sí; 3) el recuerdo surge bajo condiciones precisas, está constreñido por el entorno y la situación social del individuo que recuerda; 4) de esta manera, la memoria individual se da dentro de la memoria colectiva, así como el individuo es parte y a la vez está determinado por los grupos sociales en que está inserto; 5) los recuerdos y marcos familiares, no son sólo imágenes del pasado, sino también modelos de comportamiento y enseñanzas que reflejan la actitud general del grupo, sus cualidades y valores; 6) así, la memoria colectiva se ancla y basa en los grupos sociales dentro de los cuales son los individuos concretos los que recuerdan. Pero, a su vez, los grupos están delimitados por los marcos sociales que nos remiten a los espacios y tiempos sociales. La memoria colectiva se basa en varios marcos sociales, nunca en un solo sistema de referencia social. El marco se relaciona con otros marcos y está cargado de las vivencias personales del individuo en su interacción con los grupos sociales, "el marco está cuajado de reflexiones personales, recuerdos familiares, y el recuerdo es una imagen enredada con otras imágenes, una imagen genérica transportada al pasado" (Halbwachs, 2004: 73). La memoria colectiva se apoya en el grupo, es una cadena de representaciones continuas del pasado en la que se registra lo acontecido, esta memoria social conserva del pasado "lo que aún queda vivo de él [en la psique de los miembros de un gremio social] o es capaz de vivir en la conciencia del grupo que la mantiene" (Ídem.: 83). Esta memoria, asociada a la tradición y su transmisión, no traspasa los límites del grupo. No hay memoria colectiva que no se vincule a la existencia de un grupo preciso. Tampoco hay memoria colectiva que no suceda en un marco espacial. Todo grupo e individuo realiza su existencia en una realidad material precisa, en la casa, en la escuela, tiendas, en el caso de los Odham encontramos la ramada, el hogar, la parcela, el desierto, etcétera.

 

ACTORES, TESTIMONIOS Y CONTEXTO DE VIDA ACTUAL

Hoy día la mayoría de los Tohono Odham sonorenses viven en ciudades del noroeste de Sonora, a excepción de unos cuantos que habitan en el pequeño pueblo de Quitovac y las comunidades rurales próximas a la línea fronteriza con Arizona como San Francisquito, el Cubabi, el Cumarito, el Bajío y Pozo Verde; estas últimas cinco comunidades cuentan en su conjunto con menos de quince o veinte Odham. Actualmente, los Odham están lejos del patrón "clásico" atribuido a los grupos étnicos en México —y en buena parte de Latinoamérica— por la antropología. No viven juntos en comunidad en un territorio rural definido. Tampoco conservan las formas de organización social propias de un grupo de personas con la misma ascendencia étnica y con pertenencia a una misma "comunidad".9 Las principales ciudades donde habitan los Odham en Sonora son Caborca, Sonoyta, Puerto Peñasco, aunque también algunos residen en las poblaciones urbanas de Magdalena de Kino, Pitiquito y San Luis Río Colorado.

Caborca es una ciudad sobre la carretera Panamericana en el desierto de Altar, Sonora, aproximadamente a doscientos kilómetros de la garita migratoria de Sonoyta-Luckeville, Arizona. Para mediados de la década de 1990, Caborca contaba con aproximadamente cien mil habitantes (INEGI, 2007) y, actualmente, es un polo de desarrollo regional para poblados cercanos. Las principales actividades productivas son la ganadería y la agricultura de riego, dentro de esta última sobresale el reciente cultivo y pizca del espárrago.10 Lumholtz (1990: 147-148) en su recorrido por el noroeste de Sonora a principios del siglo XX reporta que había alrededor de ocho familias Odham viviendo en los suburbios de Caborca. Desde inicios del siglo pasado y hacía las afueras de este poblado había un barrio donde sólo vivían Odham, el barrio Pápago o la Papaguería.

Hasta el día de hoy y desde hace décadas en Caborca residen Odham procedentes de diversas comunidades, principalmente del sur y centro del territorio tradicional Odham. Las Calenturas-Pozo Prieto es la comunidad que principalmente ha nutrido esta urbe. Esta comunidad estaba ubicada al suroeste del municipio de Caborca sobre el camino a Puerto Lobos, pequeño puerto pesquero en el mar de Cortés. No obstante, en Caborca también hay Odham originarios de comunidades ubicadas más al norte del territorio Odham.11 La peculiaridad de este caso reside también en que desde principios del siglo XX había un estrecho contacto entre la comunidad de Las Calenturas-Pozo Prieto y Caborca, ya fuera para la venta y compra de mercancías o por las relaciones familiares y sociales con las familias Odham que ya vivían en este poblado urbano. Lumholtz (1990: 147-148) comenta que entre 1909 y 1910 había ocho familias Odham en Caborca.12

 

LA VIDA EN COMUNIDAD: LAS CALENTURAS-POZO PRIETO

Esta comunidad13 tenía dos asentamientos, 1) Las Calenturas de corte agrícola y donde vivían en el verano, y 2) Pozo Prieto en el invierno. Estos asentamientos se ubicaban en el municipio de Caborca, en la zona de la costa-occidente, próximas al mar de Cortés (RAN, 1973: 12). Las Calenturas, anexo agrario del Pozo Prieto, tenía tal nombre porque, según los lugareños, a principios del siglo XX (1910), brotaba agua de un manantial que provocaba fiebre a quien la tomaba (INI, 1996: 8). Hoy día Las Calenturas es un predio abandonado y parte de las mejores tierras de esta comunidad han sido invadidas por rancheros. Por su parte, el asentamiento del Pozo Prieto debe su nombre a una tinaja de donde salía el agua muy sucia (INI, 1996: 9). En su recorrido por Sonora a finales de la primera década del siglo XX, Lumholtz coincide en el origen del nombre de este asentamiento Odham.14 Una constante de los asentamientos de la tribu Odham en el desierto, fue el establecimiento de grupos humanos donde había recursos hidráulicos, además de tierra apta para la agricultura. En este tenor doña Alicia comenta: "Donde hubiera agua, donde hubiera agua pues allí se acampaba. Así hacían sus tierras porque, me imagino yo así porque, la plática era donde había agua pues, y donde hubiera vida vamos a decir, ya después hacían sus parcelas ¿no?, sus parcelas" (Choihua, 2007a).

Las antiguas comunidades Odham del desierto de Altar, estaban a pie de río y/o muy próximas a nacederos o veneros de agua.15 Tenían un elaborado sistema de explotación racional de los recursos naturales, no sólo se limitaba al abastecimiento de agua para ellos, sino también dirigían el uso del recurso hidráulico a la producción agrícola a través de sistemas mecánicos de riego y del uso, en verano, de las lluvias.

Para la década de 1930, la mayoría de las personas vivían principalmente en Las Calenturas. De las generaciones Odham mayores de este asentamiento doña Alicia recuerda a Eloisa Juárez y su esposo, el señor López, padres de los hermanos López Juárez. También estaba Próspero Choihua y sus hijos (entre ellos Elvira Choihua, la mamá de doña Alicia); además de los hermanos de Próspero: Laureano, Francisco y Antonio Choihua. Después venían los hijos de Laureano Choihua, Matías, Pedro y aparte estaba Ruperto Méndez. Por último, estaba Ciriaco García y la familia de Iziquio Tiznado, quien fue gobernador tradicional y jugó un papel fundamental en la obtención de los certificados de posesión de los solares de la Papaguería en Caborca. De las generaciones menores estaban los hermanos López Juárez: Francisco, Ana, Juanita y Alberto. También estaban Alicia Choihua, Benito Tiznado y sus cuatro hermanos, dos de los cuales —Raúl y Guillermo— posteriormente emigrarían a EUA. Por último, estaban los hijos de don Ciriaco, dos de los cuales serían progenitores de doña Mercedes García Valencia y de María Elena. Casi la totalidad de los habitantes eran Odham, salvo el padre de los hermanos López Juárez, el señor Santos López, quien era un mestizo mexicano, originario de Tajitos.

Los Odham de esta comunidad tenían una economía mixta basada en cuatro actividades: la siembra, la ganadería, la recolección de flora y la caza. Aunque una parte de la producción agrícola se dirigía a la venta con los mestizos mexicanos en Caborca —utilizando las redes familiares con que contaban en dicho poblado—,16 el grueso de la cosecha estaba dirigida al autoconsumo. En el asentamiento de Las Calenturas la principal actividad productiva que se realizaba era la agricultura de temporal. Se sembraba a mediados de junio con las primeras lluvias del año. En agosto, ya entrada la temporada de aguas, se sembraba el frijol y el maíz pollero. Entre septiembre y octubre se empezaba a cosechar la calabaza y la primera siembra de maíz. De noviembre a diciembre se terminaba de cosechar el maíz tardío y el frijol; también se recogía trigo, garbanzo, lenteja y el chícharo (Choihua, 2007d). Las tierras, la mayoría planicies, se cultivaban con arado y yunta de mulas. No obstante, la mayoría de las actividades del campo, salvo el caso preciso de la siembra de trigo en el que las mujeres depositaban las semillas, eran realizadas exclusivamente por hombres. El ciclo agrícola estaba planeado y determinado por el ciclo meteorológico del desierto; la relación de dependencia con el medio ambiente natural y sus estaciones era muy estrecha.17

La mayor parte de la producción agrícola estaba orientada al autoconsumo, no obstante, cierta porción de la producción del frijol y el maíz se destinaba a la venta, como señala doña Juanita: "Parte de la cosecha se la llevaban a Caborca para venderla, hacían trojes grandes de ocotillo como del tamaño del cuarto" (López, 2007). Los excedentes de la cosecha se vendían en un comercio del centro de Caborca y con el dinero obtenido los Odham compraban mercancías como manteca, azúcar, harina.

Doña Alicia comenta que antes sólo iban a Caborca a realizar actividades comerciales y su contacto con los mexicanos era bastante selectivo y reducido; se limitaba a transacciones económicas.18 En Las Calenturas se criaban animales para autoconsumo y venta. Tenían pollos, cerdos de engorda, caballos y bestias de carga. Las Calenturas mantuvo su productividad agrícola hasta principios de la década de 1950. Actividades suplementarias y típicamente Odham, como la recolección de flora y la cacería, se realizaba en las cercanías del asentamiento durante primavera y principios de verano.19

En cambio, el asentamiento del Pozo Prieto estaba dedicado a la ganadería y se encontraba a siete kilómetros al suroeste de Las Calenturas, en dirección a Puerto Lobos (RAN, 1973: 12). Mientras en la primavera y el verano vivían en Las Calenturas, en el invierno emigraban al Pozo Prieto, donde se encargaban de cuidar el ganado, ordeñaban las vacas y elaboraban jalea con la pitaya.20 Según comenta doña Alicia eran principalmente los hombres quienes iban al Pozo Prieto, pues la ganadería era una labor exclusiva de hombres.21

Estas prácticas de movilidad entre Las Calenturas y el Pozo Prieto eran una de las formas en que los Odham aprovechaban lo que proveía el desierto, debido a que el acceso a los recursos naturales estaba determinado por la estación del año y el sitio geográfico en que se encontraban. Por otra parte, estos desplazamientos periódicos y repetitivos pueden leerse, a su vez, como una estrategia de sobrevivencia que en el futuro tomarían nuevos matices, ya no como el ir y venir entre un asentamiento y otro en el desierto, sino entre un asentamiento y un centro urbano.

En esta época (primera mitad del siglo XX), la mayoría de las personas de Las Calenturas eran del grupo étnico. De hecho doña Alicia y doña Juanita coinciden al señalar que antes, en alusión a las épocas de sus ancestros, sus padres y abuelos eran "Odham puros" o "legítimos" ("Papagos crudos"), haciendo referencia a que los matrimonios eran exclusivamente entre miembros del grupo étnico. La sangre que se heredaba, tanto del lado del padre como de la madre, era Odham completamente. Según ellas, la tradición y las prácticas culturales que caracterizaban a los Odham estaban estrechamente vinculadas a estas generaciones previas, a sus padres, abuelos y bisabuelos (Choihua, 2008; López, 2008). Con la posterior salida de la comunidad empezó a incrementarse la tendencia hacia los matrimonios mixtos con mexicanos y la tradición empezó a modificarse. No obstante, hasta inicios de la década de 1950, "ser Odham" se vinculaba a dos ejes. Por un lado, 1) a un modo de vida agrícola basado en el territorio, así como en la realización de ciertas prácticas culturales, como la lengua, la ceremonia del venado Buro, el trabajo comunitario, entre otros. Por otra parte, 2) el sentido de pertenencia al grupo también se vinculaba al pasado, a través de las genealogías familiares y de la ancestral tradición Odham.

 

POLÍTICAS ESTATALES DE DISCRIMINACIÓN ÉTNICA Y LA LLEGADA DE LOS RANCHEROS

A finales de la primera mitad del siglo XX, a través del distrito de Colonización creado en 1949 por el estado y la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA), se inició la colonización del desierto de Altar con la llegada de grupos sociales externos. Para la década de 1950 se hizo un enorme reparto agrario con tierras que, supuestamente, eran propiedad de la nación. No obstante, una buena porción de estas tierras eran parte del territorio tradicional Odham desde siglos atrás, aunque el Estado no las reconociera como propiedad de este grupo étnico. De esta manera comenzó el arribo de rancheros al desierto. Para hacer viable el proyecto de colonización se requirió la implementación de sistemas de riego por bombeo.22 Debido a los costos de esta agricultura industrializada, la recuperación de la inversión económica fue una cuestión presente desde el inicio de estas políticas. La manera de dar salida a esta situación fue cultivar productos altamente redituables. Así, los grupos que venían de otras partes de Sonora y de otros estados del país tenían el propósito de producir algodón, debido a que era un cultivo muy rentable. Los créditos estatales fueron la vía para capitalizar a los recientes agricultores. Desde el inicio, se orientó la producción a la colocación para venta en los mercados (García, 2006: 143-151).

En el periodo de la colonización se concedieron aproximadamente 60 mil hectáreas que, según el Estado, eran aptas para los cultivos de riego (Almada, 2000: 150-151). Si bien este proceso impulsado por el Estado a nivel federal y estatal benefició a algunos agricultores, en cambio, los Odham sólo se vieron perjudicados por este contexto y las políticas del Estado. A pesar de que algunas comunidades y asentamientos Odham contaban con la tenencia legal de parte de sus tierras ancestrales, principalmente a través de ejidos, la mayoría de las tierras tradicionales Odham fueron vendidas y repartidas por el Estado (Torres Gastélum, 2007).23 Los Odham tampoco gozaron de los créditos estatales en el proceso de colonización del desierto para la capitalización de esta agricultura altamente tecnificada (García, 2006: 143-151).

Antes, cuando eran jóvenes los padres y abuelos de doña Juanita y doña Alicia a principios de siglo XX, casi no había rancheros ni cercos, las tierras eran de las comunidades Odham. Sin embargo, para la segunda mitad de la década de 1950 y debido a la llegada de nuevos actores, se redujo el acceso de recursos naturales y se presentaron obstáculos para el cultivo de la tierra. Esto puso en riesgo el modo de vida tradicional Odham, principalmente las actividades de producción agrícola. La llegada de nuevos pobladores fue resultado de la política estatal de colonización del desierto y para ello se creó ex profeso el distrito de colonización del desierto de Altar (Torres Gastélum, 2007). Doña Alicia recuerda que alrededor de 1957 el agua empezó a escasear, a causa de que uno de los rancheros que recientemente había llegado construyó una represa (Choihua, 2007d). Esto tuvo una repercusión directa en la actividad agrícola Odham. Debido a estas circunstancias, los Odham de Las Calenturas-Pozo Prieto tuvieron que cambiar su modo de vida y dejar sus asentamientos en el desierto para buscar otras formas de subsistencia. No obstante que los Odham intentaron negociar el acceso al recurso hidráulico con algunos rancheros como Quiroz, el agua, en las contadas ocasiones en que se las concedían, era insuficiente para las siembras.

De los rancheros presentes en la región en la década de 1950, el primero en llegar fue Canuto Garibay. Doña Alicia recuerda que "Garibay hizo su rancho, pues supuestamente empezó a hacer un represo muy grande y ahí almacenaba mucha agua y lo que podía, lo que iba acabándose el agua, él sembraba trigo, maíz pollero y todo eso, y ahí debajo de la bolsa esa hizo las tablas" (Choihua, 2007b).

No obstante, Garibay, más que agricultor, era ganadero e hizo dos pozos de agua para mantener su ganado. Doña Alicia comenta que con la perforación de estos pozos se fue yendo el agua, se tapó la presa, escaseó la corriente de las montañas y se acabaron los cultivos (Choihua, 2007d). Sin embargo, el represo que más redujo el abasto del recurso hidráulico fue construido por Quiroz, quien adquirió una propiedad llamada "El Deseo," en las inmediaciones de Las Calenturas. Doña Alicia explica:

En esos años [1957], no sé, fue cuando se hizo el represo de aquí del, de Quiroz que le dicen. El Deseo es una parte que le dicen, El Deseo, pero quedó como Quiroz porque el dueño de ahí es Quiroz. Ya falleció también. Hizo un represo muy grande y ahí se quedaba todo el agua. Hubo un convenio con ellos [los Odham], [de] que les iba a pasar agua según, pero pues sí, se les pasaba el agua. Una regada. Pero cuando crecían las matas y todo, pues no, se secaban porque no les daba agua constante, que cuando la necesitaran y todo eso. Y se vino acabando, todo se vino acabando. [...] Sí, porque al [19]57 ya casi no había [nada], había escasez de todo (Choihua, 2007b).

En total eran cinco rancheros los que colindaban con Las Calenturas y cuya presencia rompió la relación de equilibrada explotación que tenían los Odham con el desierto. Junto a Canuto Garibay y Quiroz, estaban Venegas, Lema y Valenzuela. La política selectiva y discriminatoria del Estado no sólo permitió a los rancheros la adquisición de tierras Odham, sino que además legitimó y estimuló que estos nuevos actores sociales hicieran un uso discrecional y en beneficio propio del recurso hidráulico en detrimento de los Odham. Además, hay que recalcar las frecuentes invasiones de tierra que sufrieron los Odham en el proceso de colonización del desierto.

 

LA SALIDA DE LA COMUNIDAD Y EL CAMINO A CABORCA

La modificación del modo de vida Odham debido a la alteración del uso y explotación de recursos a causa de la llegada de nuevos agentes sociales generó una serie de cambios en la organización social de esta comunidad que los llevó a desplazarse paulatinamente de sus asentamientos en el desierto e ir a buscar nuevas fuentes de trabajo y subsistencia.24 Frente a la imposibilidad de mantener un modo de vida tradicional agrícola, se plantearon nuevas alternativas.25 En ese sentido, los desplazamientos a ciertos ranchos a trabajar como jornaleros y posteriormente Caborca son la prolongación de una estrategia de adaptación al entorno por parte del grupo étnico.

Además de la reducción de los recursos hidráulicos con la entrada de los rancheros, hubo otras situaciones que alteraron la reproducción y organización social de la comunidad. Por una parte, la salida de ciertos miembros de la comunidad en busca de otras condiciones de vida. Entre las comunidades Odham de la región, tanto en Sonora como en Arizona, había fuertes vínculos de diversa índole: parentesco, relaciones sociales (padrinazgos, matrimonios, alianzas, etcétera), festividades, intercambio de mercancías, por destacar las más importantes. En el caso de Las Calenturas-Pozo Prieto, de finales de 1930 a la década de 1950, varios de los miembros se fueron en busca de mejores oportunidades hacia comunidades Odham en el norte del territorio tradicional, principalmente en Estados Unidos.26 Doña Alicia recuerda que migraron varios de los pobladores, tanto de las generaciones más jóvenes como de las mayores. El caso más cercano fue el de su madre que, por varios años, se fue a Arizona, pero al cabo de un tiempo volvió (Choihua, 2007d). De las generaciones mayores también se fueron Antonio Choihua, el padre de los Choihua que están al "otro lado" y Francisco (Chico) Choihua, ambos casados. Doña Alicia recuerda: "Entonces, dos hermanos Choihua [Antonio y Francisco] se fueron y dos [Laureano y Próspero] se quedaron aquí en Las Calenturas" (Choihua, 2007b).

De las generaciones más jóvenes fueron Guillermo y Raúl Tiznado, dos de los hijos de Iziquio Tiznado, quienes se fueron a vivir al suroeste de Arizona y allá murieron. En aquellos tiempos, cruzar el límite internacional no representaba mayor problema, "no había línea fronteriza en ese tiempo" (Choihua, 2007a).

De hecho, el paso y cruce de Odham entre las comunidades del grupo étnico de Sonora y Arizona era frecuente, realizaban visitas familiares, acudían a eventos religiosos como el caso de los Odham de Arizona que asistían tanto a la fiesta de San Francisco en Magdalena de Kino y la comunidad San Francisquito el 4 de octubre, como a la ceremonia del venado Buro en la comunidad Odham de Sonoyta, Sonora (López, 2007). Hubo comunidades en que el contacto fue más estrecho, pero esto estuvo determinado por las condiciones geográficas y los vínculos sociales regionales. Tales fueron los casos, por ejemplo, del Bajío y Pozo Verde, comunidades al borde de la línea fronteriza internacional, donde los niños iban a la escuela cerca de San Miguel, en la reservación de Sells en Arizona. Otro ejemplo es el poblado de Sonoyta, donde varios de los pobladores, como doña Lily León y su hermana, la madre de los Hermanos León León, nacieron en Arizona (López, 2007). Así, es significativo destacar que la mayoría de los pobladores de las comunidades de San Francisquito, el Bajío, Pozo Verde, Cumarito, Cubabí, todas ellas muy cercanas al borde internacional con EUA, se fueron a diversos poblados de la reservación de Sells en Arizona en busca de mejores condiciones de vida. En Las Calenturas-Pozo Prieto, además de aquellos que se fueron de manera definitiva a EUA —como Antonio y Francisco Choihua—, hubo personas que fueron y vinieron. Doña Alicia recuerda que "Matías [tío de ella y uno de los últimos Odham de las viejas generaciones] se fue [montado] a caballo al otro lado [Arizona]. No había división como ahora" (Choihua, 2007d).

El otro hecho que modificó la vida comunitaria y la reproducción social del grupo fue la muerte de las generaciones de mayor edad. A las personas mayores, salvo los dos hermanos Choihua que se fueron a EUA, ya no les tocó este éxodo en busca de oportunidades laborales en el interior de Sonora. Doña Alicia comenta que "No emigraron los viejos, mi tata [abuelo], mi papá, todos ellos murieron en el Pozo Prieto. Para esas fechas, [finales de la década de 1950] murieron casi todos los viejos, estaba sólo Benito [Tiznado, hijo del Gobernador don Iziquio]" (Choihua, 2007d).

Algunos Odham, entre ellos doña Juanita y doña Alicia, consideran que con la muerte de esa "generación de mayores" el legado de la tradición sufrió un fuerte menOSCabo, a causa no sólo de que se alteraron radicalmente los mecanismos de transmisión de las prácticas culturales y sociales, sino que además hubo ciertos "saberes" que se fueron con ellos. Fue el caso de mitos, ritos, ceremonias —la danza del venado Buro— y objetos de cultura material como la cerámica, la cestería, entre otros (López, 2007).

A causa de los severos problemas en el acceso a recursos para la siembra, los Odham empezaron a trabajar en los ranchos aledaños, ya fuera como jornaleros agrícolas, en la pizca del algodón o como vaqueros en el cuidado del ganado. Doña Alicia comenta: "Pues ellos [los hombres] empezaron a trabajar ahí [con los rancheros]; [...] con los rancheros, con agricultores, ¿no? Iziquio [Tiznado] trabajaba, era trabajador de Garibay, Iziquio. Matías [Choihua] con Valenzuela y Benito [Tiznado, hijo de Iziquio], pues él hacía ahí la pizca con Valenzuela o con Lema" (Choihua, 2007a).

Sin dejar del todo la comunidad como su sitio de residencia, su lugar de trabajo se desplazó. Esta nueva condición de trabajadores asalariados los colocó en una situación más vulnerable, debido a que pasaban a depender económicamente de un tercero, del ranchero en turno que los contrataba y les pagaba. El trabajo colectivo y la organización social en torno al cultivo de la tierra tan característico de la reproducción de su vida comunitaria desaparecieron dando lugar al trabajo individual como peón. El tejido comunitario se desarticuló paulatinamente, las personas se disgregaron y empezaron a trabajar para diferentes rancheros.

Para 1957 había una severa escasez de agua y los hombres de Las Calenturas ya estaban trabajando con los rancheros. Es probable que por algún tiempo alternaran la siembra en su comunidad con el trabajo como jornaleros en los ranchos; sin embargo, en los testimonios no se ha encontrado evidencia suficiente para corroborar esto. Posteriormente algunos de los Odham terminaron instalándose definitivamente en Caborca, como fue el caso de Matías Choihua, quien se casó con una "mexicana".27 En la medida en que los Odham tenían que trabajar para alguien más, el contacto con la alteridad mestiza se incrementó, la presencia de la "otredad" se hizo más patente y frecuente. No obstante, sería excesivo atribuir el inicio de este contacto sólo al trabajo asalariado con los rancheros.

Desde mucho antes de este proceso de cambio de residencia a Caborca, los Odham se iban a vender e intercambiar mercancías a esta localidad. También realizaban visitas familiares con sus parientes Odham que vivían en la Papaguería, en la periferia de Caborca. En las generaciones menores, debido a la necesidad de educación, el contacto con los mestizos y Caborca fue distinto y probablemente más intenso que el de sus padres. El caso de doña Alicia Choihua es representativo de lo acontecido con los más jóvenes de la comunidad. Doña Alicia recuerda que ella, cuando tenía alrededor de nueve ó diez años (1947), empezó a asistir a la escuela primaria en Caborca. Debido a que Canuto Garibay, el ranchero vecino, tenía en su familia varios niños pequeños, doña Alicia se iba con ellos a la escuela y mientras duraba el ciclo escolar vivía con la familia de Garibay en Caborca (Choihua, 2007b). Sin embargo, cada que regresaba a Las Calenturas, doña Alicia volvía a comunicarse en Odham con sus padres y familiares, nunca perdió ese contacto ni esa manera de nombrar el mundo. Así permaneció por tres o cuatro años, hasta que finalmente dejó la escuela.

No obstante, este no fue el único periodo de tiempo prolongado en Caborca. Para 1956 y hasta 1957, doña Alicia regresó a cuidar a su tía Cristina, quien la había criado mientras su madre estaba ausente trabajando en Arizona. Por esa temporada estuvo viviendo aproximadamente un año en la Papaguería, barrio Odham en Caborca. Y fue en ese periodo cuando conoció a quien sería su esposo, un jornalero mexicano de apellido Méndez, originario de Pueblo Viejo y quien también estaba en Caborca. El caso de doña Alicia representa, en términos generales, el proceso de cambio que experimentaron los Odham de Las Calenturas, y que los llevó de una vida comunitaria fundamentalmente agrícola en su asentamiento de origen en el desierto, a una transformación en el uso y posesión de la tierra debido a las políticas estatales de colonización. Posteriormente esto los llevaría a establecerse definitivamente en la ciudad (ver cuadro 1).

A semejanza de doña Alicia, la mayoría de las personas que salieron de Las Calenturas y el Pozo Prieto se fueron a Caborca sobre la base de redes de parentesco, debido a que ahí ya contaban con familiares. El paso de Las Calenturas a Caborca y de la vida comunitaria Odham a la convivencia con los grupos mestizos en la urbe fue paulatino, y un proceso que resulta difícil esquematizar e interpretar a través de los conceptos dicotómicos campo-ciudad, indígena-mestizo o de la idea de migración como la salida de una vez y definitiva de un sitio conocido a otro desconocido (ver cuadro 2).

Por el contrario, la experiencia de estos Odham nos remite a una reconstrucción detallada de múltiples procesos sociales, donde más que generalizar de manera imprudente y reduccionista, habría que tratar de entender la experiencia y significados que los sujetos le atribuyen a su historia. Descifrar a través de los casos particulares los procesos sociales que subyacen a la concreta peculiaridad de la experiencia individual.

 

LA "PAPAGUERÍA" Y LA VIDA EN LA CIUDAD: SER ODHAM EN CABORCA

Doña Mercedes García, quien llegó a Caborca en 1947 cuando era una niña, recuerda que en la Papaguería los Odham que ahí vivían procedían de Las Calenturas-Pozo Prieto (García, 2007). Según recuerda doña Mercedes, la Papaguería estaba casi en los límites de Caborca y era un gran rectángulo, se encontraba ubicada entre las calles primera y tercera y de la calle "I" hasta la "K",28 (García, 2007). Sin embargo, probablemente el área de este barrio era un poco más grande, pues el domicilio de la familia López Juárez todavía era parte de la Papaguería y se ubica en la calle 3ra No. 131. Esto hace pensar que la Papaguería llegaba hasta la calle "L".

Este barrio estaba habitado únicamente por miembros del grupo étnico y de manera cotidiana se hablaba Odham, al menos entre los adultos. Los mestizos mexicanos habitaban otras zonas de Caborca y el contacto entre Odham y mestizos era bastante selectivo y se daba en ciertos espacios sociales: la escuela, los comercios, la iglesia, el trabajo, por mencionar los principales lugares de encuentro social. Si bien este barrio estaba a un par de cuadras del centro de la ciudad, en aquél entonces el área de la Papaguería representaba la periferia del poblado. Respecto a la composición social, eran varias las familias que constituían el tejido social del barrio Odham: la familia López Juárez, el Cheno Hermosillo, la familia de Ciriaco García (abuelo de doña Mercedes), la familia Tiznado, Jesús y Dolores García, Ruperto Méndez, Carolina Pino y las diversas ramas de la familia Choihua (Próspero y Laureano, además de sus respectivas descendencias). Los niños de las familias Odham ya iban a la escuela a Caborca. Muy probablemente esta institución jugó un papel clave para que, posteriormente, estos niños, una vez que fueron adultos, perdieran la lengua Odham.

Los terrenos de este barrio fueron otorgados a la Tribu Odham (Pápago) el 1 de agosto de 1923. Sin embargo, los títulos de propiedad de los solares se formalizaron hasta 1953. Dicho trámite fue gestionado por Iziquio Tiznado, quien era gobernador tradicional (Tiznado, 1953: 1). A decir de doña Juanita López, originaria de Las Calenturas, pero quien desde la adolescencia vivió en la Papaguería, hasta bien entrada la década de 1940 no había una cuadricula de calles en esa zona de la ciudad (López, 2008). Las casas estaban dispersas y los límites del barrio colindaban con el desierto, huertas y lotes baldíos (López, 2008). En ese mismo tenor, doña Mercedes recuerda la ausencia de trazado urbano:

Eran veredas aquí [en la Papaguería], donde la gente iba y así. Eran puras veredas, no había calles, y los carros, los carros, puros carros de bestias de mulas, y nomás, esos caminos eran de tierra cuando salían pa'l Pozo Prieto iban en carro [carreta], otros a caballo [...]. Sí, pues había, había pozos [de agua] en cada casa [en la Papaguería], había un pozo para el agua que usaba uno (García, 2008).

Los Odham que habitaban la Papaguería tenían una división laboral de acuerdo al género. La mayoría de los hombres trabajaban como jornaleros agrícolas en los campos de cultivo de algodón y trigo cercanos a Caborca. Las mujeres, por su parte, producían tortillas, criaban animales y hacían ollas para la venta. Dentro de este barrio Odham se reprodujeron una serie de prácticas socioculturales características de sus asentamientos del desierto: la conservación y habla de la lengua Odham entre los adultos, la asistencia a la ceremonia del Buro en el Álamo cerca de Caborca, reuniones en ciertas noches en torno a una hoguera y pláticas, se interpretaba música, elaboración de ollas por parte de las mujeres para venta y consumo (López, 2008). Además, los Odham se habían apropiado de ciertos espacios urbanos como, por ejemplo, una parte del panteón de Pueblo Viejo a las afueras de Caborca. Hasta la fecha este cementerio está dividido en dos secciones y una corresponde a los Odham. Sin embargo, tiempo después, cuando los hijos de estas generaciones se volvieron adultos, hubo procesos de cambio sociocultural muy intensos. Prácticamente se dejaron de realizar los matrimonios endogámicos característicos de sus antepasados. Casi se perdió la lengua, se dejó de hacer cerámica y cestería, las ceremonias se redujeron. Posteriormente, los Odham vendieron sus terrenos, lotes y casas en la Papaguería y se disgregó el barrio.

Por otra parte, las personas que venían de Las Calenturas-Pozo Prieto y que alcanzaron a vivir un tiempo en la Papaguería, una vez que salieron a otros sitios de la ciudad ya no pudieron reproducir el grupo como antaño. La constante que se empezó a presentar fueron los matrimonios cruzados, principalmente entre mujeres Odham con mestizos. Probablemente con la convivencia tan cercana del mestizo —como pareja, jefe laboral, esposo, compañero de escuela, etcétera— fue difícil transmitir y conservar la tradición. A continuación se traza, mediante un diagrama bastante reduccionista y esquemático, el proceso social que vivieron estos Odham:

Dentro de esto, se asienta brevemente cuáles han sido las distintas formas de adscripción y los principios de mismidad dentro del grupo a través de su historia y de los cambios que lo marcaron; considerando al grupo como un compendió de voces disímiles y semejantes, aglutinados en torno a un proyecto de vida en común. Dentro de lo anterior, sobre todo para el periodo en que los Odham vivían en sus asentamientos en el desierto, se consideró su relación con las alteridades circundantes: los rancheros, los mestizos, la ciudad, el Estado. En este sentido, se trazó una genealogía de la imagen que los miembros del grupo (por lo menos la generación mayor) tenían de su biografía en común. Otro punto vinculado a lo anterior fue el traslape de la dinámica migratoria de la comunidad a la ciudad, con el proceso de cambio cultural y la diversificación asociada con el decrecimiento del grupo (por lo menos en los términos de ser Odham en los asentamientos en el desierto y de tener únicamente ascendencia del grupo étnico).

 

CONCLUSIONES

Este amplio proceso de cambio histórico y de lugar de vida y residencia estuvo marcado por múltiples factores. El arribo de rancheros a las tierras Odham y la alteración del uso de recursos (principalmente el agua) fomentada por las políticas estatales fueron algunos de los detonantes más importantes.29 Aunadas a lo anterior se presentaron otras dos situaciones, por un lado, la muerte de las generaciones mayores vinculada al deterioro del legado de la tradición y, por otra parte, la partida tanto a la Papaguería como hacia el norte (Arizona) de miembros de las comunidades. Es preciso destacar los rasgos que le dan a la experiencia Odham un carácter casi único: 1) el cambio de residencia se dio en el interior del viejo territorio Odham, tanto Las Calenturas como Caborca se ubican dentro de esta zona. Entre el lugar de origen y la urbe de destino había relaciones sociales previas a la movilidad geográfica descrita. 2) El proceso fue paulatino, se dio en etapas, no fue una salida súbita y definitiva de la comunidad para insertarse en la ciudad. Antes de establecerse definitivamente en la urbe, los Odham trabajaron en los ranchos aledaños a Las Calenturas. 3) Si bien la movilidad estuvo dirigida por la búsqueda de mejores condiciones de vida y oportunidades laborales, el parentesco y las redes sociales jugaron un papel clave. No obstante la existencia de varios destinos posibles en la región, la mayoría de los Odham terminó instalándose en Caborca, donde ya contaban con relaciones familiares sólidas. 4) Finalmente fue una migración dentro de Sonora, con un eminente carácter interestatal, pero también con un cariz histórico-cultural, debido a que los Odham se desplazaron dentro de su territorio ancestral.

Por las características descritas, la experiencia Odham se aleja en buena medida de los procesos internacionales de mexicanos en y hacia EUA durante el siglo XX, sean las experiencias de inicios de siglo pasado durante la década de 1920 (Durand, 1991), o los casos posteriores a través de tratados laborales internacionales como el programa Bracero (1945-1964) (Durand, 2007). También se diferencia de los procesos de migración étnica transnacional de los grupos del sur del país, como los oaxaqueños que se fueron a la frontera noroeste del país y a California (Velasco, 2002 y 2005; Besserer, 2002). Mientras en los procesos sociales analizados por Durand (1991 y 2004), Velasco (2002 y 2005) y Besserer (2002) se dejó el lugar de origen para, una vez cruzando la frontera internacional, instalarse en EUA en un nuevo entorno y en otro contexto de vida, en el caso de la experiencia migratoria Odham la ciudad de destino (Caborca) se ubica dentro de lo que era el viejo territorio del grupo étnico. No obstante, una semejanza importante entre estas diversas experiencias es la fuerte presencia e importancia de las redes sociales en estos procesos.

La experiencia Odham es más cercana a lo ocurrido con otras etnias del noroeste del país, como los grupos Pai-pai, Cochimi, K'miai de la Baja California estudiados por Garduño (1994). Aquí la semejanza no se limita a la presencia de un medio ambiente de origen similar (el desierto), sino también al papel que el Estado mexicano y los grupos sociales no indígenas jugaron en el despojo e invasión de sus tierras, así como en el consecuente cambio de vida de estos grupos étnicos (Garduño, 1994: 346). Otra semejanza significativa fue la importancia de las redes comunitarias, de relaciones de parentesco y el papel de los ancestros, así como el mantener un fuerte lazo a nivel simbólico con el territorio. Sin embargo, hay también una diferencia sustantiva. Aunque de manera tardía, algunos grupos Pai-pai, Cochimi, K'miai lograron rearticularse como comunidad en torno al lugar de origen y recrear una vida en común en un entorno rural (Garduño, 1994: 342), en cambio en el caso Odham no se dio este proceso de retorno y refundación de la comunidad, sino, por el contrario, su establecimiento definitivo en la ciudad.

Ya en Caborca y en la negociación constante con las alteridades mestizas, los Odham se fueron apropiando de algunos espacios urbanos como la Papaguería y parte del panteón de Pueblo Viejo. Sin embargo, una vez en la ciudad, y probablemente desde un poco antes de salir de la comunidad, ya no era posible la reproducción social de las condiciones sociales de existencia de los Odham como antaño. Ya no había Odham "puros" con ambos padres de sangre Odham, viviendo en las comunidades en el desierto y con un modo de vida basado en la agricultura, la ganadería y la recolección de flora y fauna del desierto; también se deterioraron varias prácticas culturales. Sin embargo, como todo proceso social, ser Odham se revistió de nuevos significados e incorporó nuevos contenidos.

A pesar de las rupturas, no era lo mismo vivir en un asentamiento en el desierto solamente entre Odham que cohabitar en la ciudad con la otredad mestiza —los mexicanos—, hubo también una continuidad que permitió tejer un hilo conductor entre lo que significaba ser Odham tanto cuando vivían en la comunidad en el desierto como, décadas después, cuando vivían en la ciudad. No obstante, años después y con la venta de lotes y la dispersión de la Papaguería, buena parte de las prácticas culturales Odham se desvanecieron. El sentido de comunidad quedó más anclado en la historia vivida y la conciencia del proyecto de vida comunitaria que habían tenido en el desierto que en actividades comunes actuales. No obstante, a lo largo de este complejo proceso se destaca que el criterio de definición étnica elaborado por los Odham de la generación de doña Juanita y doña Alicia tuvo tres ejes principales: 1) el hecho y la conciencia del parentesco extendido y de una larga y remota genealogía de sangre Odham anclada en el territorio Odham en el desierto de Altar; 2) la comunidad de procedencia en el desierto, tanto en el sentido de un espacio social y geográfico como de un grupo social dentro del cual se creció, y 3) finalmente, la memoria social del grupo, el recuerdo y registro de aquellos hechos significativos que moldearon la historia de la comunidad y que les tocó vivir directamente o que les fueron transmitidos oralmente por sus antepasados.

 

FUENTES CONSULTADAS

Amador Bech, J. (2009), Cosmovisión y cultura. Tradiciones míticas de los O'odham: su relación con el entorno natural y la cultura, México: UNAM/Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT)/Instituto Nacional de Ecología (INE).         [ Links ]

Aceves Lozano, J. (1996), Historia oral e historias de vida. Teoría, métodos y técnicas. Una bibliografía comentada, México: Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS).         [ Links ]

Aguilar Zeleny, A. (2005), "Identidades del desierto", en Miguel Bartolomé (coord.), Visiones de la diversidad: procesos identitarios e identidades étnicas en el México actual, tomo 1, México: INAH.         [ Links ]

---------- (1998), Identidad y ritualidad en el noroeste de México, tesis de maestría, México: Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH)-Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).         [ Links ]

Almada, I. (2000), Breve historia de Sonora, México: El Colegio de México (COLMEX)/Fondo de Cultura Económica (FCE).         [ Links ]

Alvarado Solís, N. (2007), Pápagos, México: Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indios.         [ Links ]

Basauri, C. (1990), "Tribu: Pápagos", en La población indígena de México, México: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA)/Instituto Nacional Indigenista (INI).         [ Links ]

Bertaux, D. (1999), "El enfoque biográfico: su validez metodológica, sus potencialidades". Artículo en línea disponible en http://www.scribd.com/doc/6901568/Bertaux-D-1999. 15 de noviembre de 2008.         [ Links ]

Besserer, F. (2002), Topografías transnacionales. Una geografía para el estudio de la vida transnacional, México: Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)-Iztapalapa/Plaza y Valdés.         [ Links ]

Durand, J. (2007), Braceros: las miradas mexicana y estadounidense: antología (1945-1964), México: Senado de la República, LX Legislatura.         [ Links ]

---------- (comp.) (1991), Migración México-Estados Unidos. Años veinte, México: CONACULTA.         [ Links ]

Felger, R. S., Broyles, B. (eds.) (2007), Dry Borders: Great Natural Reserves of the Sonoran Desert, Salt Lake City: University of Utah Press.         [ Links ]

Garduño, E. (1994), En donde se mete el sol. Historia y situación actual de los indígenas montañeses de Baja California, México: CONACULTA.         [ Links ]

Halbwachs, M. (2004), La memoria colectiva, Zaragoza, España: Prensas Universitarias de Zaragoza.         [ Links ]

Lizárraga García, B. (2006), Caborca y los caborqueños, tomo II, México: Municipio de Caborca, Sonora.         [ Links ]

Lumholtz, C. (1990), New Trails in Mexico. An account of One Year Exploration in Northwestern Sonora, Mexico, and Southwestern Arizona, 1909-1910, Tucson, AZ: The University of Arizona Press.         [ Links ]

Madsen D. K. (1995), The Nation across nations: the Thono O'odham and the US-Mexico Border, tesis doctoral, Tucson, AZ: Arizona State University.         [ Links ]

Marcus, G. (2001), "Etnografía en/del sistema mundo. El surgimiento de la etnografía multilocal", en Alteridades, año 11, núm. 22, México: UAM-Iztapalapa, pp. 111-127.         [ Links ]

Niethammer, L. (1989), "¿Para qué sirva la historia oral?", en Historia y Fuente Oral, año 1, núm. 2, Barcelona: Universidad de Barcelona, pp. 3-25.         [ Links ]

Nolasco, M. (1965), "Los pápagos, habitantes del desierto", en Anales del Instituto Nacional de Antropología e Historia, tomo XIV, México: INAH, pp. 375-448.         [ Links ]

Ortiz Garay, A. (1995). "Los pápagos," en Pueblos indígenas de México, México: INI, pp. 219-290.         [ Links ]

Pujadas Muñoz, J. J. (1992), El método biográfico: El uso de las historias de vida en las ciencias sociales, Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas.         [ Links ]

Salas Quintanal, H., Pérez-Taylor, R. (eds.) (2004), V Coloquio Paul Kirchhoff. Desierto y fronteras: una lectura antropológica de la historia, México: Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA)-UNAM/Plaza y Valdés.         [ Links ]

Spicer, E. (1962), Cycles of Conquest. The Impact of Spain, Mexico and United States on the Indians of Southwest, 1533-1960, Tucson, AZ: The University of Arizona Press.         [ Links ]

---------- (1941), "The Papago Indian," en The Kiva, vol. 6, núm. 6, Tucson, AZ: Arizona State Museum.         [ Links ]

Swanton, J. R. (1953), "The Indian Tribes of North America", en Smithsonian Institution Bulletin, núm. 145, Washingthon, dc: Smith-Sonian Museum.         [ Links ]

Thomson, P. (1998), "The voice of the Past. Oral History", en Robert Perks, Alistair Thomson (eds.), The Oral History Reader, Londres-Nueva York: Routledge.         [ Links ]

Velasco Ortiz, L. (2005), Desde que tengo memoria. Narrativas de identidad en indígenas migrantes, Tijuana: El Colegio de la Frontera Norte (COLEF)/CONACULTA/Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (FONCA).         [ Links ]

---------- (2002), El regreso de la comunidad: migración indígena y agentes étnicos. Los mixtecos en la frontera México-Estados Unidos, México: COLMEX/COLEF.         [ Links ]

 

DOCUMENTOS CONSULTADOS

INI (1996), Matriz de Indicadores de la Región O'odham, Instituto Nacional Indigenista. Delegación Sonora, Residencia Caborca, noviembre.         [ Links ]

---------- (1991), Cuadernos de Demografía Indígena, Proyecto de Investigación Básica para la Acción Indigenista, México: Sub-dirección de Investigación, Dirección de Investigación y Promoción Cultural, INI.         [ Links ]

Registro Agrario Nacional (RAN) (1973), Informe sobre la situación de los miembros de la Tribu Pápaga en los Municipios de Puerto Peñasco, Caborca, Altar y Saric, del Estado de Sonora, 9 de mayo, Hermosillo: RAN.         [ Links ]

Subcomité Especial para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (SEDPI), Gobierno del Estado de Sonora, "Programa de Desarrollo de los pueblos indígenas de Sonora", mimeo, Hermosillo: SEDPI/Comité de Planeación para el Desarrollo (COPLADE).         [ Links ]

Tiznado, I. (1953), "Oficio del gobernador de la tribu pápago, dirigido al Cabildo Municipal de Caborca", Caborca, Sonora.         [ Links ]

 

SITIOS DE INTERNET

www.inegi.gob.mx. Fecha de consulta: 30 de marzo de 2007.

 

ENTREVISTAS

Choihua, Alicia (2008), 15 de mayo, Caborca, Sonora, realizada por Miguel Ángel Paz y Guillermo Castillo.         [ Links ]

---------- (2007a), 15 de septiembre, Caborca, Sonora, realizada por Miguel Ángel Paz, Guillermo Castillo y Karyn Galland.         [ Links ]

---------- (2007b), 5 de septiembre, Caborca, Sonora, realizada por Miguel Ángel Paz.         [ Links ]

---------- (2007c), 27 de marzo, Caborca, Sonora, realizada por Guillermo Castillo.         [ Links ]

---------- (2007d), 22 de marzo, Caborca, Sonora, (no grabada) realizada por Guillermo Castillo.         [ Links ]

García Valencia, Mercedes (2007), 10 de abril, Caborca, Sonora, realizada por Guillermo Castillo.         [ Links ]

López Juárez, Juanita (2008), 8 de abril, Caborca, Sonora, realizada por Miguel Ángel Paz y Guillermo Castillo.         [ Links ]

---------- (2007), 12 de abril, Caborca, Sonora, realizada por Guillermo Castillo.         [ Links ]

Torres Gastélum, Lorenzo (2007), 11 de septiembre, Caborca, Sonora, realizada por Guillermo Castillo, Miguel Ángel Paz y Karyn Galland.         [ Links ]

 

NOTAS

1 Eran las comunidades de: el Carricito, San Francisquito, Represa de Enrique, Sobaco, la Espuma, la Lezna, el Quelele, Las Calenturas, San Pedro, las Norias, Santa Elena, Carricito, Aribaipa, Chujúbabi, el Bisani, el Bajío, Pozo Prieto, Pozo Grande, las Maravillas, el Cumarito, el Cubábi.

2 Eran los poblados de Pozo Verde, Las Mochoneras, Quitovac, Sáric, Tubutama, Quitovaquita.

3 Se consultaron los archivos del Registro Agrario Nacional (RAN), en especial del ejido del Pozo Prieto y su anexo Las Calenturas, así como los archivos de la Procuraduría Agraria de la Secretaría de la Reforma Agraria (SRA) en Caborca. Se revisaron censos, padrones, informes y actas de talleres de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indios (CDI), sede Caborca.

4 La primera temporada de campo fue en verano de 2006; la segunda de marzo a mayo del 2007; la tercera de agosto a octubre de 2007 y la cuarta de marzo a mayo de 2008. Todas, salvo la 2a temporada, se realizaron junto con Miguel Ángel Paz.

5 Ampliando este punto, Niethammer considera que esta forma de indagación histórica se trata de un campo de métodos específicos para un tiempo determinado, y apoyado en un trabajo interdisciplinario; y se diferencia de otros campos de heurística histórica porque las fuentes no son directamente accesibles —no son textos escritos—, y que la forma de explorarlos determina su carácter (Niethammer, 1989:3-25).

6 A diferencia de otros trabajos de corte antropológico que hacen la lectura e interpretación del "otro" o los "otros" desde cierta categoría teórica o desde textos etnográficos previos, este trabajo pretende elaborar una comprensión del "otro"/los "otros" principalmente a través de los testimonios orales. De ahí que, como se verá, se recalque la relación entre descripción de la vida de doña Alicia en este texto de corte etnográfico y los testimonios orales de ella.

7 El que los testimonios de doña Alicia sean los más recurrentes no fue aleatorio, obedece a dos condiciones en el proceso de investigación: 1) La primera condición y la más importante tiene que ver con la disponibilidad de tiempo durante el trabajo de campo. Tanto doña Juanita como doña Mercedes, pocas veces pudieron recibirnos para tener entrevistas. Doña Mercedes trabaja por la mañana en una fábrica de tortillas de harina y por la tarde cuida de sus nietos, tenía muy poco tiempo disponible. Doña Juanita, por su parte, estaba cuidando a sus hermanos, quienes se encontraban enfermos de gravedad y posteriormente murieron. Doña Alicia, en cambio, entre sus labores en la administración de la Estética (salón de belleza) que tiene y sus actividades en la CDI y otras instancias disponía de más tiempo libre; de hecho la mayoría de las entrevistas se realizaron en el Estética de su propiedad. 2) La segunda condición es que a doña Alicia le tocó vivir el proceso de desplazamiento geográfico a Caborca cuando era una joven y recuerda con mayor claridad varios de los detalles del proceso; además de que en general tiene una creciente preocupación por la tradición e historia de su comunidad y del grupo Odham.

8 Al igual que la memoria personal que está acotada en el tiempo y espacio, la memoria colectiva tiene sus propios linderos (Halbwachs, 2004: 54), los cuales están definidos por el tipo de relación entre el individuo y los grupos sociales.

9 Tampoco las prácticas culturales propias de sus ancestros son compartidas por la mayoría de los Odham en el presente. La mayoría de los Odham de Sonora ya no viven del cultivo de la tierra, ni de la ganadería, tampoco recolectan plantas y frutos del desierto y la caza de fauna del desierto es casi una actividad extinta, no viven más como antes acostumbraban hacerlo sus abuelos.

10 Un par de décadas atrás hubo un auge de producción de algodón, pero en la actualidad no es una actividad económicamente rentable. Más recientemente, ocurrió con el cultivo de la vid, de hecho una de las principales empresas vinícolas del país tenía viñedos en las cercanías de esta urbe.

11 Hoy día, hijos de pobladores de Quitovac como Heriberto Montijo Velasco y Oscar Pacheco Velasco viven en Caborca. De la comunidad de las Norias proceden Anita Zepeda, el profesor bilingüe Rafael García y su madre, ahora difunta y don Nazario. Por su parte, doña Julia Sortillón, quien vivió en San Francisquito desde hace décadas, hasta la fecha vive en la Colonia Aviación en las afueras de Caborca.

12 Lumholtz comenta que dos familias tenían todavía tierra para la siembra y el resto trabajaba como jornaleros agrícolas en los ranchos de la región (Lumholtz, 1990: 147148).

13 Al hablar de comunidad, más que referirnos exclusivamente a un referente espacio territorial vinculado a la historia del grupo Odham y sus ancestros, se hace alusión también a la vida en común entre los miembros de Las Calenturas, especialmente apuntando a las prácticas comunitarias que ellos tenían.

14 Respecto al nombre de este asentamiento Lumholtz comenta: "Pozo Prieto or Agua Prieta, Ranchería. In Papago sTjukshootak ("Black Water". sTjuk, black, shóotak, water). Near the foothills of Sierra del Viejo, two leagues from Pozo Grande. Papagos from Bisani visit it every year, but it is more or less abandoned" (Lumholtz, 1990: 392).

15 Las Norias se encuentra a las orillas de un río, en Quitovac hay una laguna, en Sonoyta corría un río del mismo nombre, en el Pozo Verde había un pozo de agua.

16 Para estas fechas (primera mitad del siglo XX) ya había familias Odham habitando el área oriente de Caborca. Uno de estos grupos familiares era una rama de los Choihua, pues don Ramón Choihua, tío de doña Alicia, había nacido en Caborca, donde ya vivían sus padres en la década de 1930.

17 El cultivo de la tierra implicaba una serie de saberes indispensables: esperar y preveer la primeras aguas en el mes de junio, elegir las planicies adecuadas y cerca o sobre los márgenes de los ríos, la elaboración de acequias y canales de riego, el control de fauna y flora perjudicial al cultivo, el tiempos de cosecha y pizca, sólo por citar los más evidentes.

18 Aunque posteriormente menciona que las vistas familiares o para obtener ciertos servicios como educación o salud fueron otros de los motivos para ir a Caborca, esto se tratará en detalle más adelante.

19 La recolección de frutos abarcaba la pizca de pitayas y de pechita para la elaboración de atole, la extracción de la flor y miel del sahuaro, el corte de la duraznilla (una especie pequeña y tierna de nopal) y del zopichi (la fruta del sahuaro). La otra actividad era la caza, principalmente venado Buro, aunque también de tortugas silvestres y liebres (Matías Choihua, Caborca, Sonora, 03/05/2008).

20 Los Odham recolectaban la pitaya durante los meses de junio y julio. Parece que también, a veces, durante el mes de octubre, se volvía a pizcar pitaya (INI, 1996).

21 En las carretas los hombres se llevaban zacate y pacas de trigo, a veces también se cortaba zacate en las inmediaciones del asentamiento para los caballos y el ganado. Los hombres iban y venían. Frecuentemente se les dejaba provisiones a los encargados que se quedan al tanto de los animales en el Pozo Prieto. Las mujeres también tenían actividades productivas exclusivas de su género, aparte de las labores domésticas, se encontraba la elaboración de ollas para uso del grupo y probablemente para venta.

22 Se necesitaron grandes inversiones económicas para la perforación de pozos profundos, su equipamiento y maquinaria agrícola. Fue indispensable entablar relaciones con los sectores industriales. Además, el acceso a las zonas de irrigación no fue acorde a derechos de riego, sino por el capital económico a que tuviera acceso cada productor (Almada, 2000: 148-151).

23 Así, a mitad del siglo XX (1949), con la creación del Distrito de Colonización de Altar en Sonora se formaron varias "colonias" por personas procedentes de otros lugares en parte de lo que era el territorio tradicional Odham. Estas "colonias" representaban una nueva modalidad de tenencia de la tierra (Torres Gastélum, 2007).

24 No obstante, este proceso de cambio histórico también puede ser leído como la continuidad de las prácticas de movilidad social y estacional que habían caracterizado al grupo previamente, pues recuérdese que para la década de 1940, en función de la temporada y los recursos naturales disponibles alternaban su residencia entre el asentamiento agrícola de Las Calenturas y el ganadero del Pozo Prieto.

25 En este tenor es que doña Alicia señala que la migración (salida de la comunidad) se debió probablemente a la escasez de recursos; el agua se acabó por la represa, la represa que controlaba Quiroz (Choihua, 2007d).

26 De hecho, muchos de los Odham de las diferentes comunidades en Sonora que se fueron a Arizona, primero trabajaron en la pizca del algodón en el suroeste de esa entidad estadounidense.

27 Como se mencionó antes, los Odham, sobre todo los de edad más avanzada, tenían como primer referente identitario el ser parte de un grupo étnico, por ello marcaban una clara división entre ellos [los Odham] y los demás actores circundantes, de ahí que designaran como mexicano a cualquier otra persona que fuese originario de Sonora y del país.

28 A semejanza de las ciudades norteamericanas que están trazadas en cuadrícula, en la ciudad de Caborca las calles céntricas verticales están denominada por nombres de letras y las horizontales por números.

29 Mas dicha movilidad fue también la prolongación de las prácticas Odham de desplazamiento previas, recuérdese que en el pasado cambiaban de residencia en el inverno y en la época de aguas volvían a las zonas agrícolas.

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons