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Economía UNAM

versão impressa ISSN 1665-952X

Economía UNAM vol.1 no.3 Ciudad de México Set./Dez. 2004

 

Artículos

 

Diez años del TLCAN: el recuento

 

NAFTA at Ten: The Recount

 

Mark Weisbrot*, David Rosnick* y Dean Baker

 

* Codirectores del Center for Economic and Policy Research, Washington, y David Rosnick es investigador asociado en el mismo Centro. Correo electrónico: weisbrot@cepr.net

 

Resumen

Se examinan los resultados de una investigación del Banco Mundial en la cual se concluye, entre otros aspectos, que el TLCAN condujo a un incremento del PIB de México de 4 a 5 por ciento en un lapso de ocho años. Al demostrar que las cifras empleadas por aquél organismo discrepan de manera notable de las fuentes generalmente aceptadas, los autores concluyen que en realidad dicho Tratado ha abatido el dinamismo de la economía mexicana, lo contrario del resultado obtenido por el Banco Mundial.

 

Abstract

A World Bank survey stating that NAFTA has increased Mexican GDP by 4-5 percent in an eight-year period is analyzed. The authors demonstrate the data used by this institution significantly differs from the broadly accepted sources of information. Their conclusion is that NAFTA has in fact slowed down Mexican economy dynamism, contrary to the results presented in the aforesaid study.

 

JEL classification: F10, F14

 

En ocasión del décimo aniversario del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) el Banco Mundial publicó Lecciones del TLCAN para los países de América Latina y el Caribe. Un resumen de resultados. La investigación reúne diversos trabajos previos que miden el impacto del Tratado, principalmente en México. En ella se da a conocer información importante, aunque destaca de manera desproporcionada un modelo econométrico que evalúa el impacto del TLCAN sobre el porcentaje en el cual el PIB per cápita de México converge con el nivel del PIB per cápita de Estados Unidos. Con base en ese modelo se concluye que el Tratado ha incrementado el PIB de México de 4 a 5 por ciento en ocho años.

Algunos economistas son escépticos acerca de esas afirmaciones, aunque otros rápidamente han aceptado esos resultados como prueba de los beneficios del Tratado Jackson Dile, "Free-Trade Successes", Washington Post, 22 de diciembre de 2003; "NAFTA at 10", Washington Post, 9 de enero de 2004, y "Free trade on trial -Ten years of NAFTA", The Economist, 3 de enero de 2004). La investigación del Banco Mundial al parecer sugiere que el TLCAN, así como otros tratados, han mejorado las condiciones de vida de los pobres de los países en desarrollo.

El estudio del Banco Mundial estima un incremento de 4 a 5 puntos porcentuales en el PIB de México en el lapso 1994-2002, lo que sugiere que el Tratado ha generado importantes beneficios para ese país. Sin embargo, existe un problema con esas estimaciones cuando se examinan las cifras que se presentan para el caso mexicano. Con el TLCAN la economía mexicana registró una tasa de crecimiento anual del PIB per cápita en ese período de aproximadamente 1.0%. Esto implica que el crecimiento anual sería de menos de 0.5°/o sin el Tratado. Ese resultado constituiría un muy mal desempeño para cualquier economía, pues incluso países muy ricos como Estados Unidos generalmente registran un crecimiento mucho mayor del PIB per cápita. En ese país, por ejemplo, en el lapso 1980-2001 ese indicador creció 2.0% en promedio anual. En las economías en desarrollo se espera un ritmo de crecimiento más rápido, al beneficiarse de la adopción de tecnología desarrollada en los países ricos. De ahí las historias de éxito como Corea del Sur y Taiwan, donde fue posible sostener un incremento del PIB per cápita de más de 6.0% en promedio por más de 40 años o en América Latina donde México tuvo un crecimiento promedio de 4.1% de 1960 a 1980.

El crecimiento del PIB per cápita en los países en desarrollo promedió 2.9% anual en el período 1970-1980 y cayó a 1.2% de 1980 a 2000. Pero incluso esta última cifra está muy lejos de la estimación del Banco Mundial de 0.5% para México sin TLCAN. En lo que sigue se examina de qué manera el estudio del Banco Mundial arrojó esos resultados.

 

Crecimiento de 0.5%. Metodología del Banco Mundial

La estimación del incremento de 0.5% del PIB en el último decenio provino de la siguiente regresión:

GAPt=α + βGAPt-1 + γLIB_DUMt-1 + δNAFTA_DUMt-1 + εTEQUILA_DUMt

Donde GAP es el PIB per cápita de Estados Unidos ajustado por la paridad del poder de compra (PPP) dividido entre el de México; LIB_DUM es una variable dummy para la liberalización unilateral de México (1987-1994); NAFTA_DUM es una variable dummy para el TLCAN (1995-2002), y TEQUILA_DUM es una variable dummy para la crisis de 1994-1995.

La estructura básica de esta regresión es relativamente lineal. En principio, si el TLCAN dio lugar a un crecimiento relativo del PIB per cápita más rápido en México que en Estados Unidos, entonces el coeficiente δ de la variable NAFTA podría ser negativo y significativo. De manera similar, si la liberalización posterior a 1987 condujo a un incremento relativo del crecimiento de México respecto a su vecino del norte, el coeficiente de liberalización (γ) debería ser negativo y significativo.

Si bien no directamente relevantes en el más importante error del estudio del Banco Mundial, hay dos características inusuales que atañen a la estructura de la regresión que son dignas de considerarse. Primero, la variable dependiente es la relación del PIB per cápita entre los dos países. El supuesto implícito es que la convergencia debería ser el resultado de un crecimiento más rápido del PIB en México. Sin embargo, la convergencia también podría ser resultado de un crecimiento menos dinámico de la economía de Estados Unidos. Es improbable que el TLCAN pudiera haber tenido un efecto negativo suficientemente importante en el crecimiento de la economía estadounidense que afectara de manera sustancial la relación de convergencia en el PIB. Sin embargo, si el Tratado condujo a un crecimiento notablemente menor en Estados Unidos, la regresión debería mostrar el incremento de la relación de convergencia, aunque aquel no haya ten ido un impacto en la tasa de crecimiento del PIB de México. Ya que la regresión pretende medir el impacto de la política que presumiblemente ha tenido un efecto en el crecimiento de ambos países, habría sido más apropiado usar una prueba que sólo se enfocara en el crecimiento del PIB de México.

La segunda característica notable de la regresión se refiere a que incluye una variable dummy de la crisis del peso, que esencialmente considera a la profunda caída del valor del peso en 1994 como una variable exógena no relacionada con el proceso de liberalización o con el TLCAN. Este supuesto es cuestionable por dos razones. Primera , la crisis del peso no puede ser vista como variable exógena. En el lapso previo a esa crisis el gobierno de México fijó el valor del peso contra el dólar en un nivel que se reconocía ampliamente sobrevaluado. Detrás de esa decisión hubo consideraciones de carácter político, algunas de las cuales tuvieron que ver con la aprobación del TLCAN por parte del Congreso estadounidense. El impacto de la devaluación de la moneda se acentuó por el incremento de la integración de México a la economía mundial. Si México no hubiera avanzado en el camino de la liberalización, el impacto de la devaluación no habría sido tan grave.

En el mismo sentido, no existe una razón suficiente para tratar la crisis del peso de 1994 de manera diferente a las perturbaciones negativas que se presentaron en el período previo a la liberalización. Por ejemplo, al menos debería ser más apropiado tratar a la recesión mundial de 1974-1975 como una crisis exógena. De ser así, el pobre desempeño económico de México en esos años no debería ser considerado en contra de la tasa de crecimiento general en el período previo a la liberalización. No hay una razón obvia para tratar de diferente manera el impacto en el período posterior a la liberalización que en el período anterior a la liberalización, como se hace en esta regresión.

Aun aceptando los serios defectos en el diseño de esa investigación, existen problemas más graves. El problema principal es que aparentemente el Banco Mundial usa datos inadecuados al correr esa prueba. Ello se demuestra al examinar la gráfica 2 del capítulo 1 del trabajo del Banco Mundial (véase la gráfica 1).

Esa gráfica(1) muestra la relación del PIB per cápita de Estados Unidos con el PIB per cápita de México de 1960 a 2000. Los porcentajes que presenta la gráfica(1) están muy lejos de la línea de cualquier estimación realizada del PIB per cápita en los dos países. Por ejemplo, para 2000 la gráfica(1) muestra una proporción de aproximadamente 2 a 1. De acuerdo con las Penn World Tables, las cuales son generalmente aceptadas como la fuente más autorizada para medir la paridad del poder de compra del PIB, en Estados Unidos el PIB per cápita fue de 33 293 dólares en 2000, mientras que el correspondiente a México ascendió a 8 762 dólares, es decir, una relación de 3.8 a 1.

Si Estados Unidos sólo tuviera dos veces el PIB per cápita de México, esto debería implicar para aquel país un nivel de vida muy bajo al generalmente aceptado. En 16 714 dólares de PIB per cápita, Estados Unidos estaría al nivel de Portugal y Nueva Zelanda (véase el cuadro 1), esto es, cerca de un tercio por debajo de cualquier otra medida y muy inferior al promedio de la OCDE. Los datos de este organismo muestran que el PIB per cápita de Estados Unidos fue de 31 741 dólares en 2000, es decir, 3.8 veces más que el de México (8 357 dólares).

La gráfica(1) revela que la relación usada es completamente inconsistente con los datos de las Penn World Tables o con cualquier otra fuente aceptada para los datos del PIB. (El trabajo del Banco Mundial indica que esos datos se derivan de las Penn World Tables -cuadro 5.6- y de la OCDE). Algunas de las diferencias entre los valores de la gráfica(1) y los datos de las Penn se atribuyen al esfuerzo por eliminar los movimientos cíclicos del PIB per cápita. Si bien la supresión de las fluctuaciones cíclicas puede ayudar a probar algunas interrogantes, un ajuste cíclico apropiado no puede alterar cualitativamente la dirección general del crecimiento del PIB. Esto sólo afecta el patrón de crecimiento anual y cuatrimestral. Es claro que el Banco Mundial empleó cifras incorrectas en su investigación.

La gráfica 2 muestra la relación del PIB per cápita de Estados Unidos con el PIB per cápita de México usando datos del cuadro 5.6 de las Penn World Tables y de la OCDE. Puede observarse que en ambas series la proporción es mucho más estable que la del Banco Mundial; la serie de la OCDE muestra una amplia -no estrecha- diferencia entre los dos países.

El hallazgo de la investigación del Banco Mundial de que el TLCAN condujo a un rápido crecimiento del PIB per cápita en México depende completamente del empleo de datos incorrectos (véase la gráfica 1). En el cuadro 2 puede verse el resultado de un conjunto de regresiones donde se utiliza la misma regresión que en la investigación del Banco Mundial, pero basado en fuentes de datos autorizadas para el PIB per cápita.1

En el primer renglón del cuadro 2 se observa el resultado de la regresión tal como aparece en el estudio del Banco Mundial. El coeficiente de la variable TLCAN es negativo y significativo (aunque sólo a un nivel de 10%), indicando que el período posterior al Tratado se asoció a una tasa más rápida de convergencia. El coeficiente de la variable dummy Tequila es positivo y significativo, lo cual quiere decir que la crisis del Tequila se asoció con una gran divergencia entre el PIB per cápita de Estados Unidos y México.

Sin embargo, estos son los únicos datos que generan este resultado. La misma regresión idéntica, realizada con datos de fuentes autorizadas, o bien no revela ningún efecto del TLCAN o bien muestra que éste se asocia con un incremento en la divergencia entre el PIB per cápita de México y el de Estados Unidos.2 Por ejemplo, el resultado de la regresión con base en la serie rgdpea de las cifras de las Penn World Tables,3 las cuales aparecen en el segundo renglón del cuadro 2, muestra que hay una relación positiva altamente significativa (a nivel de 1.0%) entre la liberalización y el TLCAN y la divergencia en el ingreso per cápita entre los dos países. Este efecto es aún más notable en la regresión, cuyos resultados se muestran en el cuarto renglón, la cual usa los mismos datos pero excluye el elemento dummy de la crisis Tequila (tratando efectivamente la crisis como una característica endógena de ese período). El resultado de la regresión revela exactamente el mismo resultado en el sexto renglón. Aunque los datos usados para ésta son (PIB por trabajador) de la serie rgdpw de las Penn World Tables (véanse los cuadros 2 y 3).

En cada una de las series disponibles desde 1970 o antes, el período del TLCAN se asocia con un incremento en la divergencia del PIB per cápita entre México y Estados Unidos. Este efecto es más fuerte si se emplea una serie más atrás en el tiempo y una regresión que excluye la variable dummy de la crisis Tequila. Es decir, la metodología del estudio del Banco Mundial, cuando aplica datos de fuentes generalmente aceptadas, muestra que el TLCAN imprime menor dinamismo al crecimiento del PIB en México.

Los resultados deben verse con cautela, pues además de la liberalización comercial y del TLCAN se emprendieron muchos otros cambios de política en esas dos décadas. Aquellas no necesariamente deben ser culpadas del lento crecimiento de México en ese período; es preciso mirar los cambios en otras políticas. Sin embargo, las diversas pruebas de la investigación del Banco Mundial, cuando provienen de fuentes de datos estándar, no sostienen la afirmación de que el TLCAN estimuló el crecimiento económico. El resultado del estudio proviene con claridad de un error en la construcción de los datos utilizados.

 

Conclusiones

Existe un intenso debate acerca de si México fue ganador o perdedor con el TLCAN. Dado el pobre desempeño del crecimiento en México en la década posterior al Tratado, es difícil afirmar que este último incrementó la tasa de crecimiento durante ese período. La evidencia del Banco Mundial para esta afirmación descansa en una prueba realizada con datos incorrectos. Cuando esa misma prueba se realiza con fuentes de datos estándar, ésta revela que el TLCAN se asoció a un crecimiento lento. Contrario a las afirmaciones del estudio del Banco Mundial, el análisis, de haberse realizado de manera apropiada, debería sugerir que el Tratado condujo a un lento crecimiento de México en la década pasada.

 

Bibliografía

Easterly, W., N. Fiess y D. Lederman, "NAFTA and Convergence in North America: High Expectations, Big Events, Little Time", Economía, 4(1), 2003.         [ Links ]

Heston, A. y R. Summers, The Penn World Tables (Mark 5), An Expanded Set of International Comparisons, 1959-1988 <v.5.6;http://datacentre2.chass.utoronto.ca/pwt56/>         [ Links ]

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International Monetary Fund, World Economic Outlook Database, septiembre de 2003 <http://www.imf.org/external/pubs/ft/ weo/2003/02/data/index.htm>         [ Links ]

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Notas

* Los autores agradecen los comentarios de John Schmitt y Todd Tucker.

1. Vale la pena hacer notar que esta regresión no trata de controlar las fluctuaciones cíclicas como se hace en la investigación del Banco Mundial. Esto podría reducir la probabilidad de encontrar una relación estadísticamente significativa (en cualquier dirección), pero ello no debería sesgar los resultados.

2. Estas fuentes de datos no son independientes -muchos de los datos los comparten organizaciones diferentes-. La razón por la cual se muestran resultados con datos comunes obtenidos de dos diferentes fuentes sólo es para demostrar que ningún dato de fuentes autorizadas genera resultados parecidos a aquellos que aparecen en la investigación del Banco Mundial.

3. La serie de RGDPEA es el PIB per cápita real actual por persona adulta, no per cápita.

 

Información sobre los autores

Mark Weisbrot. Doctor en Economía por la Universidad de Michigan con especialización en economía internacional y economía política. Es coautor con Dean Baker de The Scorecard on Globalization: Twenty Years of Diminishe Progress y de Social Security: The Phony Crisis, Chicago Press, 1999. En la actualidad es Codirector del Center for Economic and Policy Research en Washington. Colabora para The Washington Post, Los Angeles Times, Boston Globe y The Chicago Tribune. También participa en diversos programas de radio y televisión.

David Rosnick. Doctor y maestro por la Universidad Estatal de Carolina del Norte. En la actualidad es investigador asociado del Center for Economic and Policy Research y ha sido investigador y catedrático de la Universidad mencionada. Entre sus publicaciones recientes destacan con Heather Boushey, For Welfare Reform to Work Jobs Must be Available, 2004; con Mark Weisbrot, Another Lost Decade? Latin America's Growth Failure Continues into the 21st Century, 2003, y con Dean Baker, Too Sunny in Latin America? The imf's Overly Optimistic Growth Projections and Their Consequences, 2003. También se ha desempeñado en importantes encargos en el sector empresarial.

Dean Baker. Doctor en Economía por la Universidad de Michigan. Es coautor con Mark Weisbrot de The Scorecard on Globalization: Twenty Years of Diminished Progress y de Social Security: The Phony Crisis, Chicago Press, 1999. Otros trabajos del autor son Getting Prices Right: The Battle Over the Consumer Price Index, Sharpe Press, 1997, y Globalization and Progressive Economic Policy, Cambridge University Press, 1998. Escribe un informe económico semanal para The New York Times y The Washington Post y sus escritos se han publicado en el Atlantic Monthly, American Prospect y Challenge y ha sido comentarista de radio y televisión. En la actualidad es codirector del Center for Economic and Policy Research y se desempeñó como Senior Research Fellow en el Preamble Center de Washington y en el Century Fund de Nueva York y como Senior Economist en el Economic Policy Institute de Washington.

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