SciELO - Scientific Electronic Library Online

 
vol.8 número2La imagen de la migración calificada en América del NorteEmigración cubana a Estados Unidos en un ambiente de restablecimiento de relaciones diplomáticas índice de autoresíndice de materiabúsqueda de artículos
Home Pagelista alfabética de revistas  

Servicios Personalizados

Revista

Articulo

Indicadores

Links relacionados

  • No hay artículos similaresSimilares en SciELO

Compartir


Migraciones internacionales

versión On-line ISSN 2594-0279versión impresa ISSN 1665-8906

Migr. Inter vol.8 no.2 Tijuana jul./dic. 2015

 

Artículos

 

Las representaciones sociales que tienen los migrantes "temporales"1 respecto a los habitantes de Saint-Rémi, Quebec

 

Seasonal Migrant Workers' Social Representations Regarding the Inhabitants of Saint-Rémi, Quebec

 

Aaraón Díaz Mendiburo

 

Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Correo electrónico: aaron.diaz@uaem.mx.

 

Fecha de recepción: 26 de marzo de 2014.
Fecha de aceptación: 16 de octubre de 2014.

 

Resumen

El gobierno de México envía desde 1974 a Canadá a hombres y mujeres bajo el Programa de Trabajadores Agrícolas Temporales (PTAT) y, desde 2009, a través del Proyecto Piloto (PP). Esta investigación, desde una visión antropológica, emplea la teoría de las representaciones sociales y el multimétodo conformado por palabras evocativas, entrevistas semiestructuradas, escala de valores y observación participante para develar cuales son las representaciones que los hombres migrantes tienen respecto a los habitantes de Saint-Rémi, Quebec, y comprender cómo se gestan y cómo son las relaciones entre ambos grupos. Las nociones estructurales de las representaciones fueron: respecto a los canadienses-quebequenses de individualistas, excluyentes y racistas; la de los latinoamericanos-quebequenses de solidarios; la del espacio canadiense como un sitio de oportunidades; y la del trabajo agrícola como difícil.

Palabras clave: migración laboral México-Canadá, agroindustria quebequense, programas transnacionales, relaciones interculturales, representaciones sociales.

 

Abstract

The Mexican government has sent men and women to Canada under the Seasonal Agricultural Workers Program (SAWP) since 1974 and through the Pilot Project since 2009. From an anthropological perspective, this research uses the theory of social representations and a multimethod comprising evocative words, semistructured interviews, scales of values and participant observation to explore migrant men's representations of the inhabitants of Saint-Rémi, Quebec, understand how these representations are conceived and examinerelations between the two groups. The structural notions of representations were: Canadian-Quebecers are individualistic, exclusionary and racist, Latin American-Quebecers are supportive, Canada is a place of opportunity and agricultural work is hard.

Keywords: Mexico-Canada Labor migration, Quebec's agribusiness, transnational programs, intercultural relations, social representations.

 

Introducción2

Ya son cuatro décadas en que distintos pueblos canadienses han recibido trabajadores temporales para laborar en la agricultura, esto inició en 1966 bajo un programa entre Canadá y otros gobiernos caribeños pertenecientes a la mancomunidad de naciones (Commonwealth) llamado Programa del Trabajador Agrícola Temporal (SAWP, por sus siglas en inglés), el cual incluyó a México en 1973. El programa surgió ante la urgente necesidad de enfrentar la falta de mano de obra canadiense en los campos agrícolas, situación que, décadas más tarde, se extendería a otras industrias, a lo que el gobierno respondió con la creación del Proyecto Piloto (Pilot Project for Workers with Lower Levels of Formal Training), cuyo objetivo principal consiste en permitir la importación de trabajadores de cualquier parte del mundo para desempeñar labores que comprendan los niveles de habilidades C y D establecidas en la Clasificación Nacional de Ocupaciones (NOC, por sus siglas en inglés).3

La participación que México ha tenido en el PTAT ha ido en incremento desde que inició el programa. A través de la Secretaría del Trabajo se recluta al personal con características muy específicas: ser mayor de edad y menor de 45 años; ser casados y de preferencia con hijos, esto como una medida de control para que no deserten del programa y se queden en Canadá; las mujeres deben ser madres solteras, por el mismo motivo. Tienen que vivir en zonas rurales, ser campesinos y contar mínimo con tercer año de primaria y máximo tercero de secundaria; empero, existen jornaleros que tienen poca o nula experiencia en la agricultura, personas sin estudios o con formación universitaria, que no viven en áreas rurales y han sido incorporados a este programa, cabe aclarar que estos casos son los menos. Para una mayor descripción y análisis de los procesos de contratación, ver McLaughlin (2010a).

En el PTAT 80 por ciento son trabajadores nominales, esto quiere decir que los jornaleros mexicanos regresan año con año a laborar con el mismo patrón. Tienen derecho a solicitar cambio de granja pero en la práctica, si lo hacen, es muy poco probable que se las asignen, ya que depende de muchos factores, por ejemplo: su antigüedad en el programa, una exhaustiva revisión de los reportes de patrones anteriores, antecedentes con sus compañeros y también la empatía que el trabajador tenga con el funcionario público de la oficina de gobierno.

El salario que obtienen los jornaleros es el mínimo de acuerdo a los estándares canadienses, pero a ninguno le pagan más dinero por las horas extras. De sus ingresos le son retirados: el impuesto al salario, primas de seguro de empleo y de vida, el plan de pensiones canadiense, costos por vivienda y una parte del costo del boleto de avión. Pagan el seguro de desempleo pero no tienen derecho a cobrarlo. En la provincia de Quebec y Manitoba algunas granjas están sindicalizadas, mientras que en Ontario no tienen el derecho de hacerlo.

La participación de los mexicanos en el Proyecto Piloto ha iniciado discretamente en empleos vinculados a los sectores de ventas y servicios, sobre todo al de alimentos. Hasta 2012 tuvieron presencia en la agricultura, debido a que los empleadores necesitaban que los jornaleros se quedaran más de ocho meses, imposible a través del SAWP, y por otro lado un empresario de Yukon pidió trabajadores pero lo hizo a través del Proyecto Piloto porque fue hasta 2013 cuando Yukon se incorporó al SAWP. En la siguiente tabla enlisto las características operativas de ambos programas.

Las políticas migratorias que permean ambos programas no sólo dan la espalda a los trabajadores al cerrarles la posibilidad de que soliciten la residencia en Canadá, sino que también lo hacen al momento de no salvaguardar su integridad, "estos programas tienen en común que atan al trabajador a un patrón en particular haciéndolos vulnerables al mal trato y al abuso" (Goldring y Krishnamurti, 2007:20). Ya no es novedad escuchar en los medios de comunicación canadienses, asociaciones civiles o académicas, sobre las arbitrariedades cometidas a los migrantes por parte de empresarios, autoridades mexicanas, canadienses o comunidades receptoras. La estancia de los trabajadores temporales en Canadá continúa tiñéndose de vulnerabilidad y sus derechos siguen siendo trastocados (Basok, 2003; Preibisch, 2007; Depatie-Pelletier, 2007).

Junto a esta problemática se han sumado otros impactos que también han sido abordados en la literatura especializada, sobre todo en aquella que ha estudiado el SAWP, por ejemplo, los de corte económico, tanto en las comunidades receptoras como en las de expulsión (Basok, 2002; Bauder et al., 2003; Reyes, 2004; Sepúlveda y Romo, 2010). Otra de las investigaciones que ha profundizado al respecto y también sobre el lado oscuro del programa, refiriéndose a los costos sociales, sicológicos y culturales que enfrentan los jornaleros, es el trabajo de Binford et al. (2004). Por otro lado, la vulnerabilidad de los migrantes ante complicaciones de salud también ha sido examinada a gran detalle (McLaughlin, 2007, 2008, 2009a, 2009b, 2010b; McLaughlin y Hennebry, 2010).

En comparación con lo anterior, los vínculos entre comunidades de origen y migrantes han sido analizados escasamente, entre esta bibliografía se encuentra una investigación que profundiza en las ciudades de Ontario, Simcoe y Delhi, (Bauder et al., 2003). Los autores concluyen que "las relaciones e interacciones son limitadas, se reducen a cuestiones comerciales y sólo se dan pequeños encuentros en bancos, centros comerciales, tiendas o en la calle" (Bauder et al., 2003:3). A su vez, el artículo muestra la percepción generalmente positiva que tienen los dueños de pequeños locales respecto a los migrantes agrícolas jamaiquinos y mexicanos, y evidencia los estereotipos raciales en donde se marca una tendencia contra los trabajadores caribeños (Bauder et al., 2003:7).

Por su parte, distintos autores (Basok, 2002; Colby, 1997; Smart, 1997) ya habían revelado a través de entrevistas con jornaleros agrícolas y, en el caso de Smart, también con canadienses que vivían en las comunidades receptoras, que en las relaciones se apreciaban actitudes racistas y discriminatorias. Basok argumenta que se les niega su membresía social con la finalidad de limitarles las oportunidades de ganar conocimientos y habilidades para exigir sus derechos. Analiza y percibe el impacto de los trabajadores en un espacio geográfico, más que social, porque para ella socialmente son invisibles. Por su parte, Preibisch, quien realizó entrevistas en Simcoe y Niágara, ambas en Ontario, a diferentes actores (trabajadores, patrones, miembros de grupos que apoyan a los migrantes, servidores públicos y representantes del gobierno y la industria) sugiere que los nexos establecidos están caracterizados por la estructura del mismo SAWP derivando procesos de exclusión e inclusión social (2004). Valarezo (2007:68, 87) llamó mi atención con su estudio exploratorio en el poblado de Saint-Rémi, ya que describe relaciones cordiales entre trabajadores y la comunidad, situación opuesta a lo que yo observaría. Tal divergencia en los resultados la atribuyo a que la metodología que se sigue y la postura que se tiene ante el objeto de estudio moldean los resultados de la investigación. Finalmente Bronsard (2007), quien realizó su investigación en tres regiones quebequenses –la Montérrégie, Lanaudiére y la Capitale-Nationale– concluye que las percepciones que tienen los empleadores de los trabajadores mexicanos son positivas y buenas, mientras que las de los empleados, respecto a los patrones, son de confianza, respeto y amistad.

Como pudimos ver, el estudio de las relaciones interétnicas en el marco de los programas de trabajo temporales es insuficiente para explicar un tema tan complejo con distintas aristas. En estos tiempos neoliberales en que estos mecanismos migratorios son cada vez más usados, debido a las cuantiosas ganancias económicas, es necesario comprender en todas sus dimensiones la problemática que genera este tipo de migración transnacional que, por cierto, no es única de Canadá, sino que es un fenómeno competitivo en el cual cada vez más países participan y más trabajadores ponen en riesgo sus derechos. Una de estas dimensiones es el de las relaciones entre distintos grupos en un espacio forzado de contacto, mismas que podemos dilucidar al profundizar en la construcción de las representaciones sociales, ya que a través de ellas conocemos cómo se construye el conocimiento del sentido común de la otredad y cómo éste permea las relaciones.

A través de un constructo que integra dimensiones individuales, colectivas, simbólicas y sociales del pensamiento y la acción (Araya Umaña, 2002:9), este artículo se centra en las representaciones sociales que tienen los trabajadores mexicanos y guatemaltecos, incorporados a través de programas temporales, acerca de los habitantes de Saint-Rémi, Quebec. Elegí como sitio de estudio este poblado, de aproximadamente 7 265 habitantes, de acuerdo con el Censo de Canadá (Statistics Canada, 2011), por ser uno de los lugares de la provincia de Quebec con la mayor presencia de migrantes, lo que permite analizar los complejos entramados sociales que se han ido gestando a través del tiempo.

Es importante aclarar que por representaciones sociales entiendo aquellas formas de pensamiento del sentido común en las que se amalgaman las nociones individuales y colectivas que van a posicionar nuestra perspectiva y guiar nuestra acción ante una persona, un objeto, una situación o una idea. El estudio de las representaciones sociales me dio la posibilidad de entender el funcionamiento de las relaciones entre los canadienses y los migrantes dentro de sus contextos culturales. De hecho, esta teoría fue concebida para responder a cuestionamientos vinculados con las relaciones comunitarias y sociales, así como para la explicación de fenómenos nuevos (Moscovici y Marková, 2003:150).

Las representaciones constituyen un conocimiento compartido en mayor o menor medida por los jornaleros mexicanos y guatemaltecos. Es importante recordar que los migrantes mexicanos llevan casi 30 años de laborar en Saint-Rémi y los guatemaltecos una década, tiempo suficiente para que tengan una representación, al igual que estereotipos y formas estandarizadas de catalogación del otro.

Para identificar las representaciones sociales recurrí al multimétodo, así, palabras evocativas, entrevistas semiestructuradas, escala de valores y la observación participante fueron su principal materia prima. El trabajo de campo lo organicé en tres etapas: de octubre de 2010 a enero de 2011 en Saint-Rémi; en enero y febrero de 2011 en México; y de marzo a noviembre de 2011 en Saint-Rémi. Durante mi trabajo etnográfico en México, visité Puebla, Tlaxcala, Morelos, el Estado de México y el Distrito Federal, por ser los lugares de origen de los jornaleros que había contactado previamente en Quebec y que coincidieron con ser los estados tradicionalmente más expulsores de migrantes bajo el PTAT. Entrevisté un total de 20 hombres y en algunos casos también tuve pláticas informales con algunos miembros de sus familias, esto fue enriquecedor, ya que observé el medio y las dinámicas familiares, mismas que influyen en la representación que tienen de los canadienses. Por otro lado, en Saint-Rémi entrevisté a otros ocho hombres mexicanos que llegan año con año a trabajar en la agricultura y a seis guatemaltecos que lo hacen en el paisajismo. Cabe resaltar que la investigación se centró en la representación que tienen los hombres porque en Saint-Rémi no hay trabajadoras temporales contratadas bajo ninguno de los dos programas.

 

Las (auto)miradas que tienen los migrantes de los quebequenses

Un elemento indispensable del cual se nutren las representaciones es el de la información, la cual puede proceder de distintas fuentes. En el siguiente esquema muestro cuales son los referentes y las nociones de las representaciones que tienen los migrantes. Vale la pena mencionar que la investigación arrojó que sus representaciones no sólo las vinculan con los quebequenses sino también con el espacio, el trabajo y la lengua.

Las representaciones sociales que construyen los hombres jornaleros que migran por primera vez a Quebec están sustentadas en la información que les han compartido sus mismos compañeros de granja, familiares migrantes, o bien de la misma Secretaría del Trabajo. Dichas representaciones son muy vagas, es más, ni siquiera debo atribuirles tal noción, ya que son muy endebles, pues sólo se constituyen a partir de información escueta, se trata simplemente de datos aislados, por lo que es más adecuado nombrarlos referentes. Cabe mencionar que éstos, a su vez, nos dan cuenta de su propia automirada, construida, como lo veremos en los siguientes testimonios, a partir de una perspectiva negativa, debido a sus carencias en cuanto al conocimiento del lugar, de las actividades laborales y a las dinámicas grupales, sin embargo, al poco tiempo se transforma en una contemplación positiva, resultado de sus enormes capacidades de resiliencia.

En los siguientes testimonios dos trabajadores agrícolas, uno del Proyecto Piloto y el otro del PTAT, respectivamente, mencionan los antecedentes que tenían sobre Canadá. "Antes de venir yo no sabía ni el nombre de Canadá ni nada, hasta que mi hermano vino me empezó a platicar de Montreal, me mencionó Quebec, entonces cuando vine, ese mismo año, fue cuando vine a todo esto diferente" (Anselmo, albañil y campesino guatemalteco. Ha ido a Saint-Rémi por ocho años, Saint-Rémi, octubre de 2010). "De Quebec nada más lo que había escuchado, dicen que es más frío porque está un poco más al Norte, porque yo había estado en Ontario nada más y, que los que van a Quebec tienen que hacer dos escalas. Por lo regular, yo sé que los canadienses son excelentes personas, bueno, allá en la Secretaría nos explicaban mucho de eso" (Justiniano, campesino mexicano migrante a Estados Unidos por dos años y a Canadá por 12, Estado de México, febrero de 2011).

La falta de información del nuevo lugar de llegada, el enfrentarse a otra cultura en el que sus valores, representaciones y símbolos se ven contrastados y cuestionados por el patrón identitario imperante, así como el alejarse de sus familias y comunidades, provoca que los jornaleros que pisan por primera vez tierra canadiense lleguen con altos niveles de estrés, o bien lo desarrollen durante sus primeras temporadas. Aunado a lo anterior, se suman otros factores relacionados más directamente con el área laboral. Si bien una gran mayoría de los migrantes han tenido previamente alguna experiencia en la agricultura, ellos saben, por sus compañeros, que el tipo de trabajo no es el mismo, que la tecnología empleada es completamente diferente, que hay tipos de cultivo a los cuales nunca se han enfrentado y que la jornada suele ser más pesada, sobre todo en la provincia de Quebec. Esta dificultad para adaptarse al nuevo contexto es expresada en el discurso de los jornaleros recién incorporados a los programas. "Yo venía con un poco de temor que no iba a poder hacer el trabajo, porque nunca había cortado repollo, pero al estar aquí, prácticamente lo que fueron diez o quince días fue el problema de adaptación, después me adapté al trabajo, ya no fue cosa difícil" (Mario, albañil y campesino guatemalteco. Ha trabajado en Saint-Rémi por siete años y piensa desertar debido a que su familia ya no quiere que viaje a Canadá, Saint-Rémi, junio de 2011).

Otro de los migrantes relata el significado que tuvieron sus primeras experiencias en Canadá dentro de un contexto "más intimo", es decir, en la convivencia con sus compañeros provenientes de México y Guatemala al interior de la granja.

Cuando yo llegué por primera vez no había mucha convivencia, siempre habían palabras que lastimaban el ego, palabras que no coincidían con lo que estaba hecho o palabras que lastimaban demasiado el sentimiento del compañero, palabras drásticas que ocupa cada trabajador, cada compañero, pero en un plan ya de pelea, entonces, el que es nuevo, siempre se siente pisoteado, se siente que aquí uno no la va hacer, se siente arrinconado, yo todo eso decía. Yo llegué a una situación drástica con los compañeros, me aguanté y salí ese año, regresé al siguiente y era lo mismo, habían compañeros que decían 'bueno, yo te enseñé, tienes que comprar un cartón de cerveza, un veinticuatro para tomar entre todos' y ahí ya no era porque quisieras, sino porque ellos te obligaban a comprar. Entonces todo eso se borró, hoy ya no hay nada de eso, ahora el compañero prepara comida por allá, el otro prepara una sopa, un arroz, unos frijolitos o carnitas, '¡compañeros, a comer!' Lo que pasa es que todas la personas que estaban anteriormente decían 'esto es mío, esto es mío y esto es mío', y ni modo, bueno, nosotros hemos cambiado, (Armando, mexicano de origen indígena; tiene 22 temporadas en Canadá y la mayor parte del tiempo ha estado en Saint-Rémi, Saint- Rémi, octubre de 2010).

De acuerdo con Goffman (2006), podemos señalar cómo en este caso el origen étnico de Armando se convirtió en un elemento de estigmatización que lo humillaba y avergonzaba. A su vez, su testimonio nos deja clara la crisis por la cual atraviesan algunos de los jornaleros durante su estancia en Canadá.

Al retomar el concepto de identidad, entendida como: "la autopercepción de un sujeto en relación con los otros; a lo que corresponde, a su vez, el reconocimiento y la 'aprobación' de los otros sujetos. En suma, la identidad de un actor social emerge y se afirma sólo en la confrontación con otras identidades en los procesos de interacción social, la cual frecuentemente implica relación desigual y, por ende, luchas y contradicciones" (Giménez, 2009:29), observamos que el conflicto no sólo surge al contraponerse las identidades de los migrantes con las identidades quebequenses sino que también se dan al interior de los grupos, trátese de guatemaltecos o mexicanos, o entre ambos. Algunos de los mexicanos, y sobre todo los guatemaltecos, provienen de comunidades indígenas con costumbres y lenguas diferentes a las comunidades urbanas o rurales de origen mestizo, lo que puede contraponer las identidades. Sin embargo, las cuestiones identitarias no son el origen del conflicto, afirmar esto sería probablemente una visión reduccionista de la problemática, sino que se trata sólo de un elemento de un conflicto estructural en el que convergen distintos factores como las clases sociales, el estatus migratorio, la ideología, la moral, los lineamientos de la organización social, las dinámicas laborales del trabajo agroindustrial, las estructuras de los programas temporales, las costumbres, las creencias y, por supuesto, las representaciones sociales.

Las diferencias identitarias entre los grupos suelen ser utilizadas por los granjeros como un plusvalor a través de la competencia, cuyo fin último es conseguir mayor productividad. Bajo esta premisa podemos ver en algunas granjas cómo de un lado de los surcos colocan a los guatemaltecos y del otro a los mexicanos, y también es común escuchar en los discursos de los capataces elementos nacionalistas o de género, con el fin de provocar la competencia durante el desempeño de las actividades. Esta idea de la competitividad no sólo se genera en la granja, sino que los representantes de las oficinas de gobierno involucradas, constantemente motivan a los migrantes a que "den lo mejor", para que, como "embajadores" de la reputación de su país, aseguren las plazas (McLaughlin, 2010a:84). Para los granjeros, tener la posibilidad de elegir nacionalidad, sexo, edad, estado civil, grupo étnico y flexibilidad laboral, son algunos de los grandes aciertos de los programas temporales, ya que les da la posibilidad de competir en los mercados locales, regionales e internacionales.

 

Los distintos espacios como representaciones

Posterior a las primeras experiencias de los migrantes en Canadá, los referentes van enriqueciéndose, conformando así representaciones sociales, ya que, entre otras cosas, se van construyendo en la colectividad. Los migrantes que ya estuvieron en Saint-Rémi por más de una temporada tienen más información acerca de las condiciones de vida que allí acontecen. Este bagaje proviene de la comunicación que han establecido con sus compañeros de trabajo o amigos y de sus propias experiencias de vida en los distintos lugares que han estado. De este universo, los jornaleros incorporan valores de dominio público, previa una selección y jerarquización, con el fin de entender y explicar la realidad y facilitar la comunicación. De acuerdo con Moscovici (1979), estamos hablando de la función de saber de la representación social. Durante el proceso de construcción de la representación los jornaleros suelen hacer comparaciones entre Saint-Rémi, otras ciudades canadienses y sus lugares de origen, lo cual los sitúa en el campo social creándoles una identidad de acuerdo con los valores históricamente determinados, en este punto nos referimos a la función identitaria de la representación (Moscovici, 1979).

 

Canadá, tierra de bonanza

Canadá, como territorio, se asocia en general con un lugar de oportunidades, con la idea de que es un país rico del Norte que brinda apoyo al ofrecer trabajo a las personas que habitan en los países pobres del Sur y que tiene un gobierno bueno por dar cobijo a los desprotegidos. Es una constante que los jornaleros lo idealicen por los beneficios económicos que, según ellos, les ha dado. Bajo esta tesitura, dicha nación se convierte en el objeto del deseo, país en el que cada vez más jornaleros quieren ingresar, sobre todo por la crisis económica y política en Estados Unidos y, por supuesto, en México.

De San Remi, como ellos lo nombran, mencionan que es mucho mejor lugar para trabajar que otros sitios de Quebec o de Ontario, debido a que cuenta con la infraestructura necesaria, como bancos, casas de envío, tiendas para hacer sus compras, el centro de apoyo, canchas de futbol y sobre todo, que es un lugar en donde los fines de semana, principalmente durante el verano, se concentran otros migrantes latinoamericanos, lo que para la mayoría representa una compañía y una posibilidad de comunicarse con otros compañeros ajenos a su granja. Sin embargo, algunos de los jornaleros han experimentado mejores condiciones en provincias diferentes a Quebec, tales como Columbia Británica, Ontario y Nueva Escocia.

Tanto el territorio canadiense, como el migrante que se incorpora a los programas transnacionales, se convierten en sus lugares de origen en la representación del éxito. Los jornaleros externan estas representaciones no sólo en su discurso oral, sino también lo hacen a través de signos visuales. Esto se aprecia al caminar por las distintas comunidades donde hay migrantes y observar que sus casas destacan por las grandes dimensiones, el tipo de material utilizado, su peculiar diseño y el proceso intermitente de construcción que puede llevar en promedio siete años.

Suele ser habitual que los jornaleros muestren en sus casas elementos iconográficos que reflejen sus lazos afectivos con Canadá, por ejemplo, tienen fotografías o videos de ellos en el trabajo o en algunos otros sitios. Así mismo, es común verlos usar gorras, camisas, sudaderas, cobertores y otros souvenirs que les mantiene presente su otra vida en ese país. Algunos de estos íconos trascienden el espacio privado para ser mostrados en los espacios públicos. Un ejemplo bastante ilustrativo fue la fiesta patronal de la comunidad de San Matías Cuijingo, poblado con la mayor participación de migrantes en el PTAT.4 En la celebración de 2012 incluyeron en los castillos (fuegos artificiales) la bandera de Canadá, una maleta y un avión, íconos representativos de esta vida migratoria que han enfrentado durante varias décadas. Es importante resaltar que esta doble vida impacta en las relaciones entre migrantes y sus miembros de familia, así como en las actividades de su vida cotidiana. Podemos mencionar que experimentan una reconfiguración en su modus vivendi, adaptándolo a la temporalidad laboral.

 

Las comunidades y sus interacciones, una mirada comparativa

Los jornaleros hacen correlaciones entre su lugar de origen, trátese de Guatemala o México, y Saint-Rémi, centrándose principalmente en el aspecto de las interacciones sociales. Esas mismas analogías las hice durante mis estancias en Saint-Rémi. Por ejemplo, al deambular por el poblado a distintas horas, en diferentes días y meses, y no ver a la gente interactuar al caminar por la calle, como lo suelen hacer en otros lugares, representó para mí un choque cultural, ya que tenía la necesidad de comunicarme con alguien, saludar, sentirme acogido, es decir, socializar. Así mismo, observé mucha individualidad entre los habitantes de Saint-Rémi y una gran devoción al trabajo, factores que influyen en el establecimiento de sus relaciones. Estas mismas observaciones coincidieron con los testimonios de los migrantes entrevistados.

Otros elementos que los jornaleros observaron y que los mencionaron como positivos de Saint-Rémi, fueron el de la seguridad y tranquilidad. Para ellos, Guatemala y México, sobre todo los que han estado en las capitales o vienen de ciudades con altos índices de población, la violencia es algo negativo que se ha convertido en parte de la cotidianidad a la que han tenido que enfrentarse.

 

Lo que dicen del trabajo y los patrones

En la parte laboral, los jornaleros expresan que Quebec es conocido por ser el sitio más difícil para trabajar, debido a lo pesado que son los cultivos de verduras. Los migrantes saben, a través de sus compañeros, que en las granjas con mayor número de empleados el trabajo es más estresante y difícil, como resultado de tener que enfrentar un mayor número de problemas, por ejemplo: hacinamiento en las casas, falta de privacidad y mayor intensidad en el ritmo de trabajo, entre otros. Estas granjas también se caracterizan por que suelen distribuir sus productos fuera de Quebec, tanto en Ontario, como en Estados Unidos. Un ejemplo que nos ilustra visualmente esta situación de intensidad laboral es el documental Esperanza (Briceño-Orduz, 2012), filme que se centró en la empresa Fermes V Forino & Fils Inc, una de las más grandes de Quebec.

Si bien el número de las macroempresas es menor que el de las medianas o pequeñas, la participación que éstas tienen en la contratación de mano de obra mexicana y/o guatemalteca es significativa. Los ejemplos más representativos en Quebec son los de Savoura, empresa líder en la industria del jitomate; Fraisebec en la fresa, cuya mano de obra es predominantemente femenina, proveniente principalmente de Guatemala y México, específicamente de Guanajuato; el Centre Maraîcher Eugène Guinois Inc., la mayor productora de lechugas de todo Canadá; Le Ferms V Forino et Fils Inc., productora de distintas variedades de lechuga, apio, rábanos y repollo; y Riendeau, líderes en frutas y verduras. Todas ellas contratan trabajadores de ambos programas por decenas y algunas por cientos.

Por otro lado, hay empleados que reconocen que existen patrones más comprensivos ante sus necesidades y que reciben de ellos buenos tratos, pero en su mayoría coincidieron en que los patrones son más duros en Quebec que en Ontario, algunos de ellos tienen fama de ser muy difíciles por las prácticas de explotación que utilizan y el control que ejercen sobre ellos. A uno de los empleadores de la zona lo apodan el Diablo, por la manera en que abusa de los trabajadores. Sin embargo, la mayoría de los jornaleros agrícolas no pueden reclamar sobre este tipo de tratos, ya que saben que si lo hacen existe una gran posibilidad de que no sean llamados a laborar el siguiente año, lo que los expulsaría prácticamente del programa, pues tendrían que esperar a que la Secretaría del Trabajo les asigne otra granja, lo cual es prácticamente imposible debido a la alta demanda existente.

"Oía mucho de un tal Espíndola, que trabajar ahí era como si fuera uno peor que un esclavo, ese hombre era muy famoso, su nombre donde quiera se oía, con los trabajadores era malísimo, el que entraba a levantar la cebolla cambray era hincado y que no se parara en todo el día, hasta que terminara toda su jornada" (Armando, mexicano de origen indígena; tiene 22 temporadas en Canadá y la mayor parte del tiempo ha estado en Saint-Rémi, Saint- Rémi, octubre de 2010).

Lo que quieren los patrones es que trabajes cada minuto, cada segundo, para ellos es dinero, no te dejan trabajar a gusto en el sentido de que te den espacio, allá cada minuto es dinero perdido o dinero ganado, entonces tienen que invertirlo al cien por ciento, exprimir a los trabajadores al cien por ciento en el momento de trabajo, por ejemplo, cuando uno es cortador y si quieres ir a la chis, tienes que adelantarte cortando tus líneas que llevas para poder dejar clavado el cuchillo y salir corriendo para cuando regreses ya la maquina llegó a donde dejaste el corte (Bruno, campesino mexicano; tiene diez temporadas en Saint-Rémi, Saint-Rémi, febrero de 2011).

Las citas anteriores dan ejemplo de lo que representa en la actualidad laborar como trabajador en un contexto neoliberal, en este sentido, características como: prácticas de explotación, abuso y autoritarismo por parte de los patrones, miedo a denunciar por temor a perder el empleo y ser deportado, nula participación en la negociación del contrato de trabajo, falta de libertad para salir de las granjas, imposiciones para que consuman los productos que se les venden en las granjas, malas condiciones de vivienda y falta de espacios recreativos y de medios de transporte para desplazarse de sus sitios de trabajo, son algunas de las características que permean el entorno al que se enfrentan los trabajadores temporales contratados bajo el SAWP y el Proyecto Piloto. Estas mismas características coinciden con aquellas que han descrito investigadoras que han analizado el trabajo de migrantes agrícolas en Estados Unidos (Peña, 2011:27-46), sumadas a la represión ante intentos de sindicalización, segmentación, racialización y sustitución étnica de la fuerza laboral, prácticas discriminatorias y racistas, y una diversificación de los estados de expulsión y predominio de la mano de obra mexicana (París, 2008:239-266). Si bien los ejemplos y análisis anteriores se refieren a Canadá y Estados Unidos, es importante agregar que la situación de explotación planteada no es particular de ambos países, ya que no sólo estamos hablando de naciones, sino del sistema de producción capitalista global, en donde los primeros afectados son las niñas y niños, adolescentes, hombres y mujeres cuyas características de vulnerabilidad los lleva a conformarse con empleos precarios.

La relación que los trabajadores migrantes tienen con los quebequenses no es un trato cara a cara, sino que se encuentra predeterminada por las condiciones estructurales de los programas temporales y por la estructura jerárquica que se reproduce en los lugares de empleo. Es decir, la situación de exclusión que viven los jornaleros no es de ninguna manera fortuita, sino que está dada por las normas de los programas que fomentan su exclusión, en el sentido de que la única finalidad y el único rol que deben ejercer los migrantes en Canadá es el de trabajar y regresar a sus países de origen.

Las políticas migratorias canadienses no permiten la inmigración de los trabajadores temporales trátese del SAWP o del Proyecto Piloto. El gobierno sabe perfectamente que si modifica su política migratoria y da el derecho a los jornaleros de solicitar la residencia permanente, corre el riesgo de que después de inmigrar abandonen la agricultura y se inserten en otros campos laborales que ofrezcan mejores condiciones laborales y de vida, tal como ocurrió en Estados Unidos con la aprobación del IRCA en 1986. Los jornaleros se convirtieron en trabajadores urbanos y muchos de ellos emigraron hacia otras ciudades dentro de Estados Unidos en la búsqueda de mejores empleos que los de la agricultura.

La vigilancia antiinmigratoria es apoyada por el gobierno de México, quien a través de la Secretaría del Trabajo y los consulados mexicanos en Canadá (Toronto, Calgary, Montreal y Vancouver) y la agencia consular (Leamington), cuidan que los jornaleros no deserten del programa y se queden como indocumentados. El control ejercido por las instituciones mexicanas, canadienses y guatemaltecas se circunscribe en diferentes espacios y momentos de la vida de los jornaleros, trátese de Canadá o de sus mismos países. Otras instituciones que contribuyen en el control de los migrantes son la Iglesia católica y su propia familia, quien representa un constante aliciente para que él, por un lado, trabaje en Canadá y la saque adelante y por otro lado para que regrese. Por su parte, en las misas que son financiadas principalmente por los agricultores y a las que asisten los jornaleros, el discurso siempre versa sobre el buen comportamiento que los migrantes deben tener para que sus familias estén tranquilas y así ambas partes correspondan positivamente al gran sacrificio que hacen. Cabe destacar que algunos de los patrones ni siquiera les permiten acercarse a la Iglesia porque piensan que es un lugar donde pueden recibir apoyo o influencia que los convierta en seres rebeldes.

 

El silencio como medida de control

"El mismo patrón nos dijo que él no quería que platicáramos porque para él platicar en el trabajo es una pérdida, es mucho dinero, entonces no podíamos platicar. Callados empezábamos a trabajar, parados, pelando el repollo de las cinco y media de la mañana hasta las 10, 11 de la noche" (grupo de paisajistas y campesinos guatemaltecos, Saint-Rémi, noviembre de 2010). A través de la prohibición del habla y de la negativa para el aprendizaje de la lengua francesa, se restringe al mínimo la posibilidad de que los jornaleros puedan socializar, no hay mejor manera de tener cautiva a una persona que negándole la posibilidad de comunicarse en su propia lengua o en uno de los idiomas oficiales de Canadá. Sin embargo, pese a las barreras anteriores que generan procesos de exclusión, hay migrantes que han aprendido francés, lo que les da una postura de empoderamiento. Tal es el caso de Carlos (migrante guatemalteco ex participante del Proyecto Piloto, Montreal, abril de 2011):

No teníamos derecho a pertenecer al sindicato, a ir a las iglesias, mucho menos a hacer amigos y te lo dan escrito en una hoja. En estos días ya estaba pagando un curso de francés que nos habían prohibido, porque era prohibido aprender francés, y yo dije "voy a aprender, algo me voy a llevar" y nos conseguimos unos amigos por medio de un organismo, que también lo teníamos prohibido.

Algunos otros logran comunicarse en francés debido a que han entablado relaciones duraderas con mujeres francoparlantes, quienes de igual forma aprendieron a hablar español.

En contraparte, algunos de los hijos u otros familiares de los empleadores se han instruido en la lengua española, lo que representa un recurso que genera plusvalía, ya que esto mejora la comunicación técnica en el ambiente laboral. Cuando ninguno de los granjeros habla español se aseguran de contratar personal que sí lo haga, por lo que no es una sorpresa encontrar en muchas de las granjas a capataces bilingües de origen latinoamericano, ya sean inmigrantes o parte de los programas. En este último caso, tal posición no representa un mayor salario, sino simplemente un incremento en la confianza del patrón, la cual suele ser retribuida al brindar ciertas concesiones, como contar con la posibilidad de ser contratado para la siguiente temporada, realizar actividades laborales menos pesadas físicamente pero con mayor responsabilidad y tener libre acceso al automóvil para ir de compras o salir los domingos a los alrededores.

 

La mirada hacia los quebequenses

Para los jornaleros, "los quebecos", como ellos los nombran, son vistos generalmente como personas liberales, tranquilas y con buenas intenciones. Comparten a su vez la representación de que la mujer quebequense está interesada sexualmente en los mexicanos debido a una falta de pasión por parte de los hombres quebequenses. Esta representación obedece también a una autorrepresentación del estereotipo mexicano latin lover, en este sentido, no debemos olvidar que la representación "es una forma de conocimiento a través de la cual el que conoce se coloca dentro de lo que conoce. De ahí proviene la alternación que la caracteriza" (Moscovici, 1979:43).

Otro de los grupos que refieren los jornaleros es el de los jóvenes, quienes también trabajan en actividades agrícolas. Ellos suelen llegar temporalmente a Saint-Rémi provenientes del norte de la provincia, donde se encuentran las comunidades más pobres y carentes de empleo. Dentro de las características que los mexicanos y guatemaltecos les atribuyen están las de ser relajientos, amigables, consumidores de alcohol y drogas.

La representación más sólidamente estructurada y que tiene mayor fuerza entre los jornaleros es aquella que los representa como racistas. Dicha representación pude identificarla al momento de tener mayor empatía con los jornaleros, ya que no es un tema del cual se expresan fácilmente, sobre todo por el temor de que sus comentarios lleguen a oídos de alguna entidad gubernamental o de los patrones y porque al hablar de racismo su discurso los remite a las experiencias que han enfrentado en Canadá como parte de su vida cotidiana en distintos espacios, como restaurantes, centros comerciales, granjas y en la misma calle, y para ellos es doloroso reconocerlo y expresarlo.

Una vez estábamos en el pueblo y unos chamacos, ya ves como son los chamacos, llegaron y nos empezaron como a insultar y nos escupieron la cara, entonces también nosotros nos enojamos y ellos nos empezaban a hablar fuerte en francés, nosotros en español, porque no es justo que alguien llegue y te escupa la cara, fue aquí, en la tienda de Henry. Son los que hacen desmadre, porque más o menos esos se robaron las bicicletas, a mí me robaron dos bicicletas, pero no te puedo decir que ellos fueron, pero por ahí hay comentarios de los demás que esos chamacos eran los que andaban robando las bicicletas. Somos seres humanos, también sentimos y bendito sea Dios no llegó a mayor cosa, porque nos controlamos. Ellos agarraron, se montaron en sus bicis y se fueron, nosotros dimos la vuelta y entramos a la tienda" (Ceferino es guatemalteco y tiene siete temporadas en Saint-Rémi, Saint-Rémi, junio de 2011).

"Entra uno a un restaurante y a veces, cuando sólo llegan latinos, los de aquí, ya salen, se apartan, se van para otro lado, no se sienten a gusto. Cuando uno llega a sentarse cerca, pues yo los he visto, se levantan y se van para más allá" (grupo de guatemaltecos, Saint-Rémi, noviembre de 2010).

"Los mexicanos tenemos la costumbre de siempre escupir al suelo y los propietarios del bar se fijan y los hacen que limpien la saliva del suelo, eso es una humillación, le dan un trapo y se ponen a limpiar" (Alexander es mexicano, tiene nueve temporadas en Saint-Rémi y es de los pocos migrantes que habla francés, Saint-Rémi, septiembre de 2011).

Esta representación la analizo desde la propuesta empírica planteada por Viewiorka (1992), quien nos habla de diferentes niveles de racismo en el que incluyen cuatro elementos de análisis: prejuicio, segregación, discriminación y violencia. El primero lo cataloga como infrarracismo, en este plano el fenómeno se encuentra desarticulado y lo asocia más con actitudes xenófobas que racistas. El segundo nivel, racismo fragmentado, que está fraccionado pero ya afirmado, y la violencia es más frecuente dejando de ser un problema secundario, la segregación o discriminación se hacen más perceptibles y se evidencian en distintos espacios sociales. La argamasa, como nombra al tercer nivel, es un movimiento político de segregación racial que se apoya en distintos actores sociales. Finalmente, el cuarto nivel tiene su base en el Estado, aunque puede estar representado por pequeños grupos que reproducen el racismo total creado por el Estado mismo.

De acuerdo con la clasificación anterior, el nivel de racismo que los jornaleros expresan haber padecido durante sus temporadas en Saint-Rémi lo ubicamos en los primeros dos niveles, ya que estos brotes de racismo no están generalizados en todos los sectores de la población ni tampoco se trata de una conflagración del Estado canadiense. Si bien, la incorporación de la mano de obra agrícola extranjera en Canadá históricamente había sido un proceso de racialización, acompañada de una ideología racista, a partir de la década de 1960, está política empezó a cambiar, permitiendo así la entrada de trabajadores jamaiquinos y mexicanos (Satzewich, 1991). Sin embargo, en la actualidad, el racismo sigue siendo una práctica entre los canadienses.

 

La representación que tienen de los latinoamericanos-quebequenses

Los latinoamericanos juegan un papel importante en el recibimiento y estancia de los jornaleros. Al momento de entrevistar tanto a los mexicanos como a los guatemaltecos y preguntarles sobre sus vínculos o experiencias con los quebequenses, ellos indistintamente hacían referencia a los encuentros que habían tenido con los nuevos inmigrantes de origen latinoamericano. Los jornaleros los identificaban como canadienses, de hecho, pocos conocen cuál es el país de origen de estos latinoamericanos. En sus comentarios, siempre expresaron el apoyo y solidaridad que habían recibido de este grupo de canadienses. En general tienen una representación social positiva.

Hay mas comunicación aquí, hay muchas personas que hablan español, un papel que te llegue y tú no sabes qué es, de qué se trata, mira, dice así y escóndeselo a tu patrón. Me llegó el T1 y era de mi declaración y dice "lo tienes que entregar rápido porque qué tal si te llegan recargos". Sí son buenas personas, casi todos, a cualquiera que te vea por ahí, "¿oye, a dónde vas?", "voy a la Legumiere", "okey, te llevo", y te van a dejar, "¿qué cuánto te debo?", "no, no hay problema". Hay un chavo que se llama René, que vivía allá adelante, pasó y me vio, me dijo: "¿qué pasó amigo?", "no pues la lluvia", "¡ah! ¿Dónde trabajas?", le digo "en la Legumiere", dice "embarque", y ya subí y me fue a dejar. "¿Qué cuánto te debo?" "No, no problem" (Marcelino es mexicano y tiene tres temporadas en Saint-Rémi, Saint-Rémi, octubre de 2010).

 

Conclusiones

A pesar de que la presencia de los migrantes temporales en Saint-Rémi tiene aproximadamente 30 años de existencia, para el caso de los mexicanos, y 10 para el de los guatemaltecos, las relaciones entre éstos y los habitantes de la comunidad son incipientes y están teñidas de elementos de control y dominación, a su vez se encuentran predeterminadas por la estructura de los mismos programas que los incentivan a migrar; las representaciones, como orientadoras del sentido del comportamiento y de su justificación (Moscovici, 1979:32), nos dan cuenta de ello.

Los jornaleros de las primeras temporadas llegaron a Canadá con información muy vaga, tanto del trabajo como del contexto en general, la cual es proporcionada por sus vecinos, amigos, familiares o personal de la Secretaría del Trabajo. Esta situación les genera una autorrepresentación de ignorantes, misma que con el tiempo y su resiliencia va adquiriendo matices positivos.

En la colectividad se van construyendo las representaciones acerca de los quebequenses, mismas que están matizadas por su origen de nacimiento, si éste es latinoamericano su representación es positiva y se refieren a ellos como solidarios, mientras que si nacieron en Quebec, la representación es negativa, adjetivándolos de individualistas, excluyentes y racistas, representaciones que por supuesto influyen en los vínculos que se establecen entre ambos actores. En general, los jornaleros buscan el apoyo de los quebequenses latinoamericanos, ya que sienten empatía y confianza, entre otras cosas, porque hablan español, lo que les da la posibilidad de entablar vínculos más cercanos. Mientras que su relación con los segundos es prácticamente nula, ya que sienten que son excluidos y que no los aceptan en ningún lugar ni momento.

Para los migrantes agrícolas la lengua franca representa un ámbito de exclusión del cual difícilmente pueden salir, esto como consecuencia de las pocas oportunidades que tienen para estudiarla. Mantener a los migrantes alejados de la posibilidad de aprender francés, tanto para el gobierno canadiense como para los empresarios, les da las herramientas para ejercer un mayor control sobre ellos. El gobierno canadiense, a través de su políticas migratorias que regulan los programas de trabajadores, tiene muy claro qué perfil desea como trabajadores temporales y cual como inmigrantes (Satzewich, 1991; Sharma, 2006).

Respecto al trabajo, los jornaleros coinciden en que la provincia de Quebec tiene las condiciones laborales más difíciles de todo Canadá, tanto por las agotadoras actividades físicas que demanda el jornal con las legumbres, como por el trato explotador de los patrones. En este sentido, los empleadores utilizan distintos mecanismos de control para ser competitivos y generar altos índices de productividad, así, la nacionalidad, el grupo étnico, el sexo, la edad y la clase se convierten en elementos clave en la demanda de mano de obra.

Sin embargo, pese a la exclusión que experimentan en la cotidianeidad, las difíciles condiciones de trabajo y el rechazo por parte de los quebequenses, para los migrantes el espacio canadiense representa el sueño americano, un territorio de oportunidades que les permite tener trabajo, ganar dinero para sacar a su familia adelante y ser exitosos. Esta representación se manifiesta tanto en su discurso oral como a través de íconos que regularmente tienen, tanto en los sitios privados como públicos. En lo particular, la ciudad de Saint-Rémi la consideran como un enclave seguro y tranquilo en comparación con sus lugares de origen.

Desde mi análisis, la perspectiva con la que el SAWP y el Proyecto Piloto han sido diseñados y ejecutados es muy reduccionista. Se centra fundamentalmente en la parte económica preponderando en todo momento las ganancias de los granjeros sobre los derechos de los jornaleros. Esta situación incrementa el grado de exclusión de los trabajadores, debido a que los procesos en que se obtienen mayores ganancias se contraponen con las necesidades humanas de los hombres y mujeres que migran temporalmente a Canadá.

 

Referencias

ARAYA UMAÑA, Sandra, 2002, Las representaciones sociales: Ejes teóricos para su discusión, Costa Rica, Flacso, Cuaderno de Ciencias Sociales 127.         [ Links ]

BASOK, Tanya, 2002, Tortillas and Tomatoes: Transmigrant Mexican Harvesters in Canada, Montreal, McGill-Queen's University Press.         [ Links ]

BASOK, Tanya [working paper], 2003, "Human Rights and Citizenship: The Case of Mexican Migrants in Canada", San Diego, Estados Unidos, UCSD-CCIS, Working Paper 72, abril.         [ Links ]

BAUDER, Harald; Kerry PREIBISCH, Siobhan SUTHERLAND y Kerry NASH [paper], 2003, "Impacts of Foreign Farm Workers in Ontario Communities", Guelph, Canadá, OMAFRA/Universidad de Guelph, Sustainable Rural Communities Research Program.         [ Links ]

BINFORD, Leighl; Guillermo CARRASCO RIVAS, Socorro ARANA HERNÁNDEZ y Soledad SANTILLANA DE ROJAS, 2004, Rumbo a Canadá. La migración canadiense de trabajadores agrícolas tlaxcaltecas, México, D. F., Sociedad Cooperativa de Producción "Taller Abierto", S.C.L.         [ Links ]

BRICEÑO-ORDUZ, Diego [obra cinematográfica], 2011, dir., Esperanza P.Q., Quebec, MC2 Communication Médias, 59 min.         [ Links ]

BRONSARD, Karen, 2007, Main-d'oeuvre mexicanine sur les terres agricoles québécoises: Entre mythe et réalité, Quebec, Université Laval.         [ Links ]

COLBY, Catherine [reporte], 1997, "From Oaxaca to Ontario: Mexican Contract Labor in Canada and the Impact at Home", Davis, Estados Unidos, The California Institute for Rural Studies, julio.         [ Links ]

DEPATIE-PELLETIER, Eugénie, 2007, Travailleurs (im)migrants au Quebec et au Canada: Vers le respect administrative de leurs droits et libertés?, Montreal, CÉRIUM, Universidad de Montreal.         [ Links ]

DÍAZ MENDIBURO, Aaraón [tesis de doctorado], 2013, "Las representaciones sociales en el contexto de la migración agrícola 'temporal' en Saint-Rémi, Quebec", México, D. F., Universidad Nacional Autónoma de México.         [ Links ]

GIMÉNEZ, Gilberto, 2009, Identidades sociales, México, D. F., Conaculta/Instituto Mexiquense de Cultura.         [ Links ]

GOFFMAN, Erving, 2006, Estigma. La identidad deteriorada, Amorrortu, Buenos Aires.         [ Links ]

GOLDRING, Luin y Sailaja KRISHNAMURTI, 2007, "Introduction: Contextualizing Transnationalism in Canada", en Luin Goldring y Sailaja Krishnamurti, edits, Organizing the Transnational. Labour, Politics, and Social Change, Canadá, UBC Press.         [ Links ]

MCLAUGHLIN, Janet [reporte], 2007, "Falling through the Cracks: Seasonal Foreign Farm Workers' Health and Compensation across Borders", Ontario, Canadá, The IAVGO Reporting Service, octubre.         [ Links ]

MCLAUGHLIN, Janet, 2008, "Gender, Health and Mobility: Health Concerns of Women Migrant Farm Workers in Canada", FOCALPoint: Canada's Spotlight on the Americas, Ottawa, Canadá, Canadian Foundation for the Americas (FOCAL), vol. 7, núm. 8, pp. 10-11.         [ Links ]

MCLAUGHLIN, Janet [paper], 2009a, "Migration and Health. Implications for Development. A Case Study of Mexican and Jamaican Migrants in Canada's Seasonal Agricultural Workers Program", Ottawa, Canadá, Canadian Foundation for the Americas Labour Mobility and Development Project, paper núm. 2, octubre.         [ Links ]

MCLAUGHLIN, Janet [tesis de doctorado], 2009b, "Trouble in our Fields: Health and Human Rights among Mexican and Caribbean Migrant Farm Workers in Canada", Toronto, University of Toronto.         [ Links ]

MCLAUGHLIN, Janet, 2010a, "Classifying the 'Ideal Migrant Worker': Mexican and Jamaican Transnational Farmworkers in Canada", Focaal, Journal of Global and Historical Anthropology, Nueva York, Oxford, Reino Unido, Berghahn Journals, núm. 57, verano, pp. 79-94.         [ Links ]

MCLAUGHLIN, Janet, 2010b, "Determinants of Health of Migrant Farm Workers in Canada", Health Policy Research Bulletin, Canadá, Health Canada, núm. 17, diciembre, pp. 30-32.         [ Links ]

MCLAUGHLIN, Janet y Jenna L. HENNEBRY, 2010, Backgrounder on Health and Safety for Migrant Farmworkers", Policy Points, Waterloo, Canadá, IMRC, núm. 1, 1 de diciembre, pp. 1-7.         [ Links ]

MOSCOVICI, Serge, 1979, El psicoanálisis, su imagen y su público, Buenos Aires, Huemul.         [ Links ]

MOSCOVICI, Serge e Ivana MARKOVÁ, 2003, La presentación de las representaciones sociales: Diálogo con Serge Moscovici", en José Antonio Castorina, comp., Representaciones sociales: Problemas teóricos y conocimientos infantiles, Barcelona, Gedisa, pp. 111-152.         [ Links ]

PARÍS POMBO, María Dolores, 2008, "Estratificación laboral, migración transnacional y etnicidad", en Laura Velasco Ortiz, edit., Migración, fronteras e identidades étnicas transnacionales, Tijuana, México, El Colef/Miguel Ángel Porrúa, pp. 239-266.         [ Links ]

PEÑA LÓPEZ, Ana Alicia, 2011, "La vulnerabilidad laboral y social de los migrantes mexicanos en Estados Unidos durante el neoliberalismo", en María Dolores París Pombo, Aurora Furlong y Zacaula, y Raquel Álvarez de Flores, coords., Migraciones laborales: Nuevos flujos, rutas e identidades, Puebla, México, BUAP/Universidad de Los Andes.         [ Links ]

PREIBISCH, Kerry, 2004, "Trabajadores emigrantes agrícolas y procesos de inclusión y exclusión social en el Canadá rural", Antropología: Boletín Oficial del Instituto Nacional de Antropología e Historia, México, D. F., INAH, núm. 74, pp. 30-50.         [ Links ]

PREIBISCH, Kerry, 2007, "Globalizing Work, Globalizing Citizenship: Community-Migrant Worker Alliances in Southwestern Ontario", en Luin Goldring y Sailaja Krishnamurti, edits., Organizing the Transnational. Labour, Politics, and Social Change, Canadá, UBC Press.         [ Links ]

PREIBISCH, Kerry, 2010, "Pick-Your-Own Labour: Migrants Workers and Flexibility in Canadian Agriculture", International Migration Review, Nueva York, Center for Migration Studies, núm. 44, pp. 404-441.         [ Links ]

REYES TRIGOS, Claudia, 2004, "Mejora en la vivienda de los trabajadores temporales migrantes en Canadá", Antropología, Nueva Época, México, D. F., INAH, núm. 74, abril-junio, pp. 79-82.         [ Links ]

SATZEWICH, Victor, 1991, Racism and the Incorporation of Foreign Labour: Farm Labour Migration to Canada Since 1945, Londres, Routledge.         [ Links ]

SEPÚLVEDA GONZÁLEZ, Ibis y Blanca Estela ROMO [ponencia], 2010, "Utilización de remesas de migrantes legales mexicanos desde Canadá", Pernambuco, Brasil, 10 Congreso de la Asociación Latinoamericana de Sociología Rural.         [ Links ]

SHARMA, Nandita, 2006, Home Economics Nationalism and the Making of 'Migrant Workers' in Canada, Toronto, University of Toronto Press.         [ Links ]

SMART, Josephine, 1997, "Borrowed Men on Borrowed Time: Globalization, Labour Migration and Local Economies in Alberta", Canadian Journal of Regional Science, Montreal, Canadian Regional Science Association, vol. 20, núm. 3, primavera-verano, pp. 141-156.         [ Links ]

STATISTICS CANADA. SAINT-RÉMI, Q. C., 2011, Census Profile. Statistics Canada Catalogue no. 98-316-XWE, Ottawa, Canadá, CIC.         [ Links ]

VALAREZO, Giselle [tesis de maestría], 2007, "Out of Necessity and Into the Fields: Migrant Farmworkers in St. Rémi, Quebec", Kingston, Canadá, Queen's University, septiembre.         [ Links ]

WIEVIORKA, Michel, 1992, El espacio del racismo, Barcelona, Paidós.         [ Links ]

 

Notas

1 Entrecomillo la palabra debido a que la temporalidad a la que se refiere el Ministerio de Empleo y Desarrollo Social de Canadá (Employment and Social Development Canada) es arbitraria. De acuerdo con estadísticas de 2012, de la Dirección de Movilidad Laboral de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), 64.98 por ciento de los trabajadores agrícolas que llegan a Canadá permanecen de seis a ocho meses, más tiempo que en su país.

2 Esta investigación se llevó a cabo gracias al financiamiento del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto de Investigaciones Antropológicas (IIA) y al Emerging Leaders in the Americas Program (ELAP). Agradezco a la Universidad de Guelph, al International Migration Research Centre (IMRC) y a la Universidad de Montreal a través de la Cátedrade Estudios sobre México Contemporáneo (CEMC), dirigida en su momento por la doctora Patricia Martin, y a la supervisión del doctor Jorge Pantaleón, actual director de la CEMC. Aprecio el apoyo constante de las doctoras Cristina Oehmichen, Kerry Preibisch, Sara María Lara, JennaHennebry, Janet McLaughlin, y a los doctores Gilberto Giménez y Alfredo Guerrero.

3 La habilidad C comprende las actividades que requieren de uno a cuatro años de educación secundaria o hasta dos años de capacitación para el trabajo o experiencia laboral específica, mientras que la D demanda poca experiencia laboral y no es necesario ningún requisito de educación formal.

4 De acuerdo con datos de la Dirección de Movilidad Laboral de la STyPS de 2012, el municipio de Juchitepec, Estado de México, envió 494 jornaleros a Canadá, en su mayoría originarios de San Matías Cuijingo.

 

INFORMACIÓN SOBRE EL AUTOR

AARAÓN DÍAZ MENDIBURO es doctor en antropología por la UNAM y documentalista; maestro en Trabajo Social por la UNAM; licenciado en Ciencias de la Comunicación por la UNAM. Actualmente es profesor en la Facultad de Estudios Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos. Entre sus publicaciones se encuentran: Los hijos homoeróticos de Jaime Humberto Hermosillo (México, Plaza y Valdés, 2004); "Migrantes, más allá que generadores de divisas" (en Campos y Covarrubias, comps., Educación y salud en los migrantes México-Estados Unidos, México, Miguel Ángel Porrúa, 2009); "Migrantes: Los que venimos de adentro", en Delia Montero Contreras y Raúl Rodríguez Rodríguez, comps., Canadá, seguridad nacional, cambio económico e identidades. Una mirada desde América Latina, Bogotá, Universidad del Rosario/UAM (2013); "Sustaining Precarious Transnational Families: The Significance of Remittances from Canada's Seasonal Agricultural Workers Program", en Just Labour (con Don Wells, Janet McLaughlin y Andre Lyn); Vulnerabilidad Estructural y Salud en los Trabajadores Agrícolas Temporales en Canadá (con Janet McLaughlin, en impresión, Universidad de Tlaxcala); "El derecho a la vivienda de los trabajadores migrantes en Canadá, un asunto de dignidad", en Regiones. Suplemento de antropología; "Las humanidades, una puerta para los hombres y mujeres que migran a Canadá como trabajadores agrícolas 'temporales'" en Voices of Mexico (CISAN, UNAM, en impresión).

Creative Commons License Todo el contenido de esta revista, excepto dónde está identificado, está bajo una Licencia Creative Commons