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Migraciones internacionales

versión On-line ISSN 2594-0279versión impresa ISSN 1665-8906

Migr. Inter vol.5 no.1 Tijuana ene./jun. 2009

 

Artículos

 

Las recientes transformaciones de la migración en Tabasco

 

Guadalupe Vautravers Tosca* Aurora Marianela Ochoa Rivera**

 

* Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.

** Facultad de Estudios Superiores–Aragón, UNAM.

 

Fecha de recepción: 28 de febrero de 2008
Fecha de aceptación: 26 de agosto de 2008

 

Resumen

El presente artículo describe los cambios recientes en el patrón migratorio en el estado de Tabasco, México, especialmente entre los emigrantes del municipio fronterizo de Balancán que se trasladan hacia Estados Unidos. Entre las razones que identificamos para explicar por qué Balancán se ha sumado a la corriente migratoria tenemos: el hecho de que en este territorio se establecieron ejidatarios provenientes de Michoacán con antecedentes migratorios o con familiares residiendo en Estados Unidos; la conformación de una red social de migrantes ubicada en Oklahoma, iniciada desde la década de 1970 por un balancanense que emigró a Estados Unidos; y, por último, la situación de crisis económica que se ha vivido en el municipio durante los últimos años.

Palabras clave: Migración rural, redes migratorias, nueva migración, factores de expulsión, Tabasco.

 

Abstract

This article describes recent changes to the migratory pattern in the state of Tabasco, Mexico, especially among people from the border municipality of Balancan who emigrate to the United States. We identify several factors that explain why Balancan is now contributing to the migratory flow: settling in the area are ejidatarios (communal farmers) from Michoacan, who have had migratory backgrounds or have family residing in the United States; the formation of a migrant social network in Oklahoma, started in the 1970s by a Balancán resident who had emigrated to the United States; and finally, the economic crisis in the municipality in recent years.

Keywords: Rural migration, migrant networks, new migration, expulsion factors, Tabasco.

 

Introducción

El presente trabajo describe los cambios recientes en el patrón de la migración en el estado de Tabasco, México, en especial la emigración de tabasqueños procedentes del municipio fronterizo de Balancán hacia Estados Unidos.

Este documento es parte de una investigación realizada con apoyo de tres disciplinas: la sociología, las relaciones internaciones y el derecho. Se utilizaron métodos cuantitativos y cualitativos, donde se emplearon las técnicas siguientes: investigación documental, observación directa, observación participante, entrevistas dirigidas y encuestas a través de cédulas de entrevista, para determinar el número de tabasqueños procedentes del municipio de Balancán que han emigrado hacia Estados Unidos, se realizaron encuestas en las escuelas secundarias del municipio, así como entrevistas con personas que han emigrado y con habitantes del municipio.

Tabasco (mapa 1) se ubica entre las montañas del norte de Chiapas y el golfo de México. Forma parte, junto con los estados de Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, del sureste de la república mexicana, región que se localiza al este del istmo de Tehuantepec. Cuenta con una extensión territorial de 24 661 kilómetros cuadrados, la cual representa 1.3 por ciento de la superficie del país. Limita al norte con el golfo de México; al este con Campeche y la República de Guatemala; al sur con Chiapas y Guatemala, y al oeste con Veracruz (Cabrera, 1994:57–I). La "región de los ríos", que sigue el curso del río Usumacinta, está formada por cinco municipios: Balancán, Centla, Emiliano Zapata, Jonuta y Tenosique. Los municipios que hacen frontera con Guatemala son Balancán y Tenosique; el primero colinda con el municipio de San Andrés, Petén, y Tenosique con los de La Libertad y San Andrés, Petén, Guatemala (INEGI, 2003).

Acorde con el XII Censo general de población y vivienda 2000, la población total de Tabasco fue de 1 944 503 habitantes, de los cuales 980 014 son hombres y 964 489 mujeres. En los indicadores demográficos del Consejo Nacional de Población (Conapo, 2000) se establece para 2000 a 2010 una tasa de migración internacional neta de –0.04 por ciento, así como una tasa de migración interestatal neta de –0.34 por ciento, lo que contrasta con la realidad que se percibe a través de la observación directa, de la observación participante y de las encuestas levantadas en las instituciones de educación básica, en donde se obtuvo la información cuantitativa y cualitativa de la emigración, en un solo municipio tabasqueño, y sus causas; la falta de producción agrícola, debido a los largos períodos de estiaje, que provoca la emigración de quienes se dedicaban a las actividades agropecuarias.

Debido a la magnitud del fenómeno migratorio que afecta a un número tan elevado de individuos esto pasa a ser un componente más de la forma de vida de nuestro tiempo y por más que se revista a este fenómeno con explicaciones sociopolíticas o económicas, no deja por ello de representar un serio problema personal para cada uno de los individuos afectados, que justifica que se le estudie en particular (Grinberg, 1984:29).

 

La emigración en Tabasco

Manuel Ángel Castillo (2002:187) señala que la frontera sur de México posee una larga historia de movimientos migratorios diversos, cuya ocurrencia ha estado estrechamente relacionada con las modalidades de poblamiento experimentado en su conformación. Desde la época prehispánica hasta nuestros días, la frontera sur ha escenificado desplazamientos de población con características e intensidades diversas, cuyo accionar ha dejado huellas más o menos profundas en la región. Este autor se refiere en especial a los movimientos migratorios en la frontera entre México y Guatemala, sobre todo hoy en día cuando es una porosa frontera que es atravesada diariamente por millones de personas, sin que se pueda determinar el número exacto de cruces, ya que la mayoría de éstos son ilegales, toda vez que se tiene una frontera sin vigilancia e insegura (Vautravers, 2005).

Según Roldán (2006), la nueva geografía migratoria inscrita en el Plan Puebla–Panamá indica que el norte de Guerrero, el sureste de Puebla y la zona de la Mixteca (Oaxaca, Guerrero y Puebla), presentan una intensidad migratoria tan alta que resulta similar a la de las entidades tradicionalmente expulsoras. El centro de Oaxaca, junto con el centro y sur de Veracruz, presenta mayor propensión migratoria. También los estados del sur del país mantienen flujos migratorios importantes hacia diferentes regiones de México, además de los que se dirigen a Estados Unidos.

Este fenómeno se presenta en varios municipios de Tabasco, pero se analizó específicamente en Balancán, toda vez que se puede apreciar rancherías en donde la mayor parte de las casas están vacías porque sus habitantes emigraron, ya sea a otras entidades de la república o hacia Estados Unidos; en otras comunidades sólo residen adultos mayores, mujeres y niños, pues los hombres emigraron al país vecino del norte con el apoyo de redes sociales creadas por michoacanos que llegaron a residir en la zona conocida como "Plan Balancán–Tenosique",1 que son contratados en sus lugares de origen y viajan con la certeza de que tendrán un empleo en aquel país.

Es conveniente señalar que las principales poblaciones entre la frontera de Tabasco y Petén están lejos de la línea fronteriza (aproximadamente 50 kilómetros en Tabasco), y los núcleos poblacionales cercanos a la misma se conocen, en México, como rancherías, y como aldeas en Guatemala. La situación económica de esa zona tiene marcadas similitudes, ya que debido a los largos períodos de estiaje, la población que se dedica a prestar sus servicios en la agricultura y la ganadería se ha quedado desempleada, y los propietarios de los ranchos ganaderos han perdido parte de su capital. Esto ha hecho posible, desde hace varios años, el fenómeno de la emigración, sobre todo en el municipio de Balancán, Tabasco, con destino a Estados Unidos (Vautravers, 2005:164).

Actualmente, las migraciones son asumidas como una solución desesperada al subdesarrollo. De ninguna manera son deseadas por los países de origen, ya que para éstos representan una importante pérdida de población. Las sociedades receptoras, por otra parte, las rechazan, sobre todo por motivos económico–laborales cuando se da entre países en desarrollo, y cuando se producen desde el mundo subdesarrollado hacia sociedades desarrolladas, los motivos son étnico–culturales (Mármora, 2002:375).

Paradójicamente, esta percepción negativa sobre la movilidad de las poblaciones se da en un mundo de acelerada globalización en sus economías y en su cultura. Es así como el inmigrante se encuentra estigmatizado, no sólo como competidor laboral sino como invasor cultural en un mundo económica y culturalmente más globalizado (Mármora, 2002:375–376).

Haber realizado un estudio sobre la migración de mano de obra tabasqueña hacia Estados Unidos significó un gran reto, ya que el fenómeno ha sido poco estudiado; Tabasco estuvo considerado como un estado receptor de población en el siglo XX; pero debido a que durante el año 2000 se registraron más salidas que entradas de personas, con una inmigración de 178 683 individuos y una emigración de 235 392, según señala el INEGI en 2005, nos lleva a plantear el objetivo central de la presente investigación: demostrar que, no obstante que Tabasco no es un estado tradicionalmente expulsor, algunos de sus municipios –como Balancán– presentan características similares a las de los estados con larga tradición migratoria; y también nos lleva a contestar los siguientes cuestionamientos: cómo y por qué en Tabasco el flujo migratorio hacia Estados Unidos se incrementó de manera relevante en la última década del siglo XX; así como determinar de qué manera impacta esta emigración en la economía y sociedad tabasqueñas y, por último, conocer el papel que ha desempeñado el contexto globalizador en estas experiencias migratorias en el estado.

Así, podemos decir que las causas que impulsan la mano de obra tabasqueña hacia Estados Unidos se relacionan, en primer lugar, por la situación de crisis económica que ha sufrido el estado, en especial a partir de la década de 1990 y que impactó sobre todo al sector rural. En segundo lugar, en algunos casos las propias empresas estadounidenses han llegado a Tabasco a contratar mano de obra (recientemente se sumaron empresas canadienses) bajo la modalidad de emigración temporal; estos aspectos aparecen en medio del ambiente de interdependencia y globalidad que viven ambos países; por tanto, se está ante un contexto propicio para considerar que el flujo migratorio de mano de obra tabasqueña hacia Estados Unidos ha iniciado un proceso irreversible que tenderá a incrementarse. No obstante las recientes políticas restrictivas implementadas por el gobierno estadounidense, el flujo migratorio de mexicanos hacia dicho país no se detendrá, si acaso disminuirá.

La investigación se centra en el municipio de Balancán, en especial en las comunidades que conforman el Plan Balancán–Tenosique, aunque también se detectaron flujos migratorios en otras comunidades, además de la cabecera municipal. Las personas que emigran lo hacen tanto legal como ilegalmente, predominando esta última.

En la actualidad la migración de mano de obra hacia Estados Unidos es uno de los temas más recurrentes en los análisis de la realidad mexicana y, dentro de ésta, el análisis del comportamiento y la participación de la población de las entidades tradicionales expulsoras de mano de obra. Sin embargo, durante los últimos años han cobrado importancia otros estados como expulsores de mano de obra, no por la cantidad de personas que participan en la emigración, sino por la dinámica que está adoptando este fenómeno en dichos estados, tal es el caso de Veracruz (Anguiano, 2005:3). Por otra parte, Tabasco, sin ser tradicionalmente un estado expulsor, hoy por hoy su dinámica migratoria está tomando especial relevancia, ya que se han detectado comunidades con características similares a las que se presentan en los estados tradicionalmente expulsores.

Para Tabasco la década de 1990 fue el período en que se destacó el incremento del flujo migratorio hacia Estados Unidos, el cual debe verse, además, como parte de un proceso internacional más amplio, que redefine las geografías del mundo, se trata de la globalización.

Es necesario comprender de qué manera se reorganizan la economía, la política y la cultura en una época globalizada; por tanto, entender los procesos migratorios en este marco de movimientos de capitales, bienes y comunicaciones es indispensable.

Sin duda, en la última década del siglo XX la migración mexicana hacia Estados Unidos pasó por un acelerado proceso de crecimiento y diversificación, por lo que a las características tradicionales sobre dicho flujo se agregan otras que marcan cambios (Tuirán, 1998). Esta situación fue resultado de causas tanto de carácter externo como interno; dentro de las primeras, el factor globalizador ha incidido de manera determinante, ya que en este proceso, sobre todo la economía ha intensificado, multiplicado y diversificado los efectos de la interacción entre ambos países, y es precisamente en este contexto en que el flujo de mexicanos hacia Estados Unidos ha experimentado un incremento notable.

Por lo anterior, nos ubicamos en el análisis a partir de la década de 1990 a la actualidad; si bien algunas de las características del flujo migratorio hacia el país vecino aún persisten, otras han cambiado. José Gómez de León y Rodolfo Tuirán (2000) explican de manera muy clara estos cambios que a continuación mencionamos:

 

a) Una creciente diversificación regional del flujo. El origen geográfico de los migrantes se ha extendido más allá de las entidades y municipios tradicionales de emigración. Eso no significa que en dichas áreas haya disminuido el flujo, sino más bien se incrementó en otras. Actualmente, de entidades como Puebla, Hidalgo, Veracruz, Estado de México, Morelos y Distrito Federal, que en el pasado no se contaban entre las entidades con tradición migratoria, se originan cuantiosas corrientes al vecino país.
b) Una cada vez más notoria presencia de migrantes procedentes de las zonas urbanas. Se tiene evidencia de que los grandes centros urbanos y algunas de las llamadas ciudades intermedias, además de absorber a los migrantes internos procedentes de las áreas rurales y de pequeñas localidades del país, sirven de plataforma para la migración hacia Estados Unidos. Es sorprendente, por ejemplo, que el área metropolitana de la ciudad de México haya pasado en los años recientes a ser una zona relativamente importante de emigración hacia Estados Unidos.
c) Una creciente diversificación ocupacional y sectorial de los migrantes, tanto en México como en Estados Unidos. Los migrantes que desempeñan una ocupación agrícola ya no son mayoritarios ni en su lugar de origen, ni en el de destino.

 

Para aclarar el panorama del origen de la población migrante en México, mencionaremos el informe de la comisión binacional México–Estados Unidos, las seis regiones, consideradas en la distribución geográfica de los lugares de nacimiento de los migrantes y utilizaremos datos de 1992:

 

1) Estados tradicionales de la región centro–occidente, 38 por ciento de todos los migrantes: Guanajuato, Michoacán, Jalisco y Colima.
2) 
Estados de la frontera norte, 21 por ciento de todos los migrantes: Baja California, Baja California Sur, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
3) 
Estados comprendidos entre las regiones Uno y Dos, enumeradas anteriormente, 22 por ciento de todos los migrantes: Sinaloa, Durango, Nayarit, Zacatecas, San Luis Potosí y Aguascalientes.
4) 
Región del Valle de México y estados que lo rodean. Engloba nueve por ciento de todos los migrantes: Distrito Federal, Estado de México, Querétaro, Hidalgo y Tlaxcala.
5) Cuatro estados del sur que abarcan ocho por ciento de los migrantes: Oaxaca, Guerrero, Puebla y Morelos.
6) Seis estados del sureste, dos por ciento de todos los migrantes: Veracruz, Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.

 

En este contexto, si bien Tabasco se ubica entre los estados de menor flujo migratorio, lo interesante que se percibió al realizar el trabajo de campo es la rapidez con que este fenómeno se ha incrementado a partir de la década de 1990, razón por la cual es importante conocer el porqué.

Las causas que están llevando a las/os tabasqueñas/os a emigrar son esencialmente de dos tipos: de carácter internacional ligadas estrechamente al fenómeno globalizador, y de carácter interno asociadas a la evolución económica del propio estado, y se podría agregar una tercera razón: la formación de redes sociales, que por supuesto también las hay en Tabasco, desde mediados del siglo XX, pero sobre todo de las que se conformaron a partir de la última década del pasado siglo.

Hoy en día, Tabasco debiera ser uno de los estados más prósperos y ricos de la república mexicana, pero la realidad es muy diferente, y aquí valdría la pena recordar que México se caracteriza por un desarrollo desigual: los estados del norte y centro del país, debido al tipo de actividades que realizan, como la exportación manufacturera, maquila de exportación, comercio y servicios modernos, han accedido a mayores niveles de desarrollo económico; en contraste, los estados del sur y sureste, como Tabasco que, no obstante su riqueza petrolera, se debate en una situación de evidente atraso económico.

Ahora bien, en Tabasco el contexto económico nacional, y en particular el modelo económico y social local, ha impedido alcanzar el esperado desarrollo en el estado. Mencionaremos algunas de las principales dificultades a las que se ha enfrentado (Lezama, 1992):

 

1.  Durante mucho tiempo Tabasco permaneció aislado del resto del país, debido a que no se había desarrollado la infraestructura carretera que lo uniera con el centro. Fue a finales de la década de 1950 que el estado se integró al resto del país con la construcción de la carretera del golfo; sin embargo, las comunicaciones locales se modernizaron hasta principios de los ochenta, cuando el gobierno local inició un ambicioso programa de puentes que unió a todos los municipios del estado.
2. 
La tala de selvas y bosques debido, entre otras causas, a la ganadería; es decir, el éxito de la ganadería en el estado demandó cada vez más pastizales para alimentar el creciente número de reses, lo que provocó una deforestación acelerada.
3. La contaminación de tierras y aguas como resultado de la extracción de hidrocarburos.
4. 
Contaminación por la eliminación de desechos de la ciudad industrial ubicada en la ciudad de Villahermosa y en los ingenios azucareros de la Chontalpa.
5.  La caza indiscriminada que ha extinguido gran parte de las más interesantes especies tropicales.
6.  La implementación de planes de desarrollo agropecuario (Plan Chontalpa y Balancán–Tenosique), los cuales han resultado un fracaso; esto a consecuencia del burocratismo, la corrupción, la ausencia de planeación efectiva y el desconocimiento del ecosistema tropical, entre otros.

 

En este contexto es que se ubica el fenómeno migratorio en el estado, para tal efecto este proceso se divide en dos períodos (Núñez, 1994):

 

a) Tabasco como estado de atracción, en las décadas de 1970 y 1980, cuando los sistemas de comunicación terrestre integran a Tabasco con el resto del país y las inversiones públicas comenzaron a fluir hacia el estado, se da un estímulo de manera notoria a las corrientes de inmigrantes hacia el mismo. Parecía haberse transformado en la tierra prometida.
b) Tabasco como estado expulsor, en la década de los noventa, en que la difícil situación económica en el estado ha obligado a la gente a emigrar sobre todo los campesinos que no sólo lo hacen a otros estados de la república sino también a Estados Unidos.

 

Si bien se ha mostrado un aumento en la productividad de la fuerza de trabajo a partir de la década de 1950; este aumento se debió a la preponderancia de la producción ganadera sobre la agrícola.

Lo anterior ha mostrado la incapacidad tanto del sector agrícola como del pecuario para absorber la creciente mano de obra y una tendencia en los municipios de expulsar a la población económicamente activa, teniendo como resultado la emigración de personas tanto al interior del país como fuera de él, que es el caso que nos ocupa. La salida de población en algunas regiones tropicales del sureste de México está motivada por diversos factores, entre los que destacan: 1) productividad agrícola en descenso; 2) crecimiento demográfico constante, y 3) sustitución de la agricultura de subsistencia por una ganadería extensiva que se desarrolla sobre grandes extensiones de terreno y cuyas posibilidades de absorción de mano de obra son escasas. En el caso de Tabasco, este proceso ha ocurrido en algunos municipios de la entidad desde los años cincuenta, y ha precedido incluso la intensificación de las actividades petroleras de la década de los setenta (Cedeño, 1998).

En la actualidad, el sector agrícola presenta un panorama dual; por un lado, están los cultivos de plantación que cuentan con cierto dinamismo productivo, organizaciones de productores apoyados con visión empresarial moderna (es el caso del plátano) e incluso algún apoyo tecnológico en su actividad (aunque otros cultivos, como pimienta, café y cacao se encuentran en plena crisis); por el otro lado, está la gran mayoría de productores, los cuales se dedican al autoconsumo con índices de baja productividad y marginación, derivados de los escasos recursos destinados a su fomento, sumados a la escasez de crédito que caracteriza hoy a la estructura del sistema bancario. Aquí podríamos ubicar fundamentalmente a los productores de granos básicos.

A este carácter dual de producción se agrega el fuerte movimiento migratorio interno y externo que ha provocado la desarticulación del sector primario, una disminución en los índices de baja productividad y, por consecuencia, un proceso de descapitalización del sector debido a la carencia de un excedente económico rural.

Ante esas limitaciones se presenta una creciente demanda interna de productos agrícolas por parte del sector urbano–industrial en etapa de expansión, lo cual agudiza los problemas para abastecer de los principales productos agrícolas, asociada con las difíciles condiciones ecológicas del trópico húmedo, las extensas áreas inundables y la necesidad de una mayor infraestructura de apoyo.

Esta situación empezó a presionar a la población a buscar mejores oportunidades en las zonas urbanas; sin embargo, el descubrimiento de extensos yacimientos petroleros y su explotación provocó un cambio económico importante que modificó la tendencia del desarrollo socioeconómico del estado. Por desgracia, el modelo económico que se aplicó en el estado, específicamente en la década de los noventa –nos referimos al modelo neoliberal aplicado en todo el país–, resultó ineficaz, llevando a la economía del estado a una crisis sin precedentes, sobre todo para la población más desprotegida (Lezama, 1992).

De esta manera, tenemos que en septiembre de 2001 la iniciativa privada local externaba su preocupación ante los efectos que la recesión económica estaba causando en el estado; se decía que decenas de empresas de los diferentes giros estaban en riesgo, al igual que alrededor de 15 mil tabasqueños que podrían perder de un momento a otro su trabajo. Al respecto, el presidente de la Junta coordinadora empresarial señaló que "hoy por hoy se está hablando a nivel nacional que se van a perder, de acuerdo con la proyección económica hecha recientemente por las autoridades hacendarias un millón de empleos", estimando que de dicha proporción el efecto alcanzaría a Tabasco con 1.5 por ciento de la cantidad nacional lo que representaría la pérdida de casi 15 mil empleos directos (Izquierdo, 2000).

Podemos decir que las causas más patentes que están moviendo a la mano de obra tabasqueña hacia el exterior están muy relacionadas con la situación económica que prevalece en el estado; ejemplo de ello son algunas de las notas publicadas en 2001 en los diarios locales (Urcola, 2002), como las siguientes: "Agoniza el campo, en picada la producción agropecuaria; los graves niveles de pobreza de los campesinos los obliga a irse como braceros"; "Hace falta incrementar la producción e impulsar la tecnología, asegura el investigador Moisés Cárdenas; no hay estrategia para frenar el derrumbe"; "La producción agropecuaria del estado registra caídas superiores al 60 por ciento en promedio, durante el presente sexenio". En 2004, en el diario Presente se comentaba lo siguiente:

 

A menos de 45 días para que concluya el presente año, el desempleo sigue predominando en la mayor parte de los municipios, pues ante una iniciativa privada que sólo invierte en el sector comercio, la falta de recursos en las comunas y la poca contratación de mano de obra por parte de la paraestatal Petróleos Mexicanos, a los tabasqueños no les queda de otra, que recurrir al autoempleo, que golpee al comercio establecido (Presente, 2004).

 

En otra nota, publicada en Tabasco Hoy (2006), líderes de organizaciones campesinas y obreras locales señalaban que "Entre siete y ocho mil personas se encuentran trabajando en diferentes puntos de la unión americana".

Como señala Lelio Mármora (2002:110–111), en primer lugar se plantea el problema básico de los derechos de la libre movilidad del ser humano en el planeta y de los límites que se establecen a la misma; en segundo lugar, surgen aquellos vinculados a los derechos económicos, sociales y políticos del migrante y, en tercer lugar, los que se menciona como derechos solidarios, expresados en lo que hace a la aceptación de las diferencias del migrante respecto de la sociedad nacional. Así, por un lado, podemos mencionar el derecho a la igualdad de oportunidades y trato laboral, el derecho a la igualdad social y política, y por otro lado, el derecho a la identidad cultural. Este conjunto se conoce como los derechos humanos del migrante. En este contexto, los tabasqueños también tienen el derecho de emigrar en busca de mejores condiciones de vida, tanto para ellos como para sus dependientes.

El proceso de emigración de Tabasco hacia Estados Unidos no se ha detenido, según una encuesta aplicada por Berumen y Asociados en la ciudad de Villahermosa al inicio de 2006,

 

las causas de la emigración están relacionadas con el galopante desempleo y con la falta de oportunidades para acceder a mejores condiciones de vida. A través de la aplicación de 400 entrevistas, en un sondeo que tiene un nivel de confianza de 95 por ciento, se planteó una serie de cuestionamientos, tales como: ¿sabe usted si en esta ciudad hay personas que han ido a vivir a Estados Unidos? De los participantes, 88 por ciento respondió afirmativamente y sólo 12 por ciento contestó con una negación (Tabasco Hoy, 2006).

 

Lo anterior no significa que las únicas causas que generan esta nueva situación sobre la emigración tabasqueña sean exclusivamente económicas, ya que no podemos dejar fuera los factores de carácter social, es decir, las redes sociales que ya se han ido conformando y que ligan a los migrantes con la familia, amigos y paisanos, fenómeno muy importante que consolida de manera esencial el proceso migratorio, convirtiéndolo en algunas ocasiones en un proceso con una dinámica propia.

Para analizar el flujo migratorio que tiene lugar en el estado de Tabasco elegimos el caso del municipio de Balancán, ya que muestra algunas de las características generales de la manera como se desarrolla este fenómeno en la entidad, aunque obviamente reconociendo la especificidad del caso. Es importante mencionar que aunque hemos visto que en varios municipios del estado se presenta el flujo migratorio hacia Estados Unidos, incluyendo la ciudad de Villahermosa, nuestras raíces pertenecen al municipio de Balancán, lo que nos facilitó la realización del trabajo de campo permitiéndonos conocer las nuevas características de este flujo, y así ubicar la importancia de la emigración tabasqueña hacia aquel país en la actualidad, mostrándonos además nuevas rutas con destinos diferentes a los tradicionales, o sea, la población tabasqueña se mueve a diversos estados dentro de la unión americana que no son los tradicionales receptores de migrantes mexicanos. Los emigrantes tabasqueños refieren nuevos lugares de destino, como Oregon, Oklahoma y Carolina del Norte, principalmente, aunque esto no quiere decir que California, Texas u otros estados no sean también destinos de migrantes tabasqueños.

El caso de Balancán no es el único en Tabasco, incluso ya se presentó en otros municipios del estado. Este tipo de movimientos se está consolidando debido, entre otras causas, a que se han conformado redes sociales de migrantes; además, sabemos de un mayor número personas que ya han emigrado y otro tanto que tienen la intención de hacerlo. Tal situación permite inferir que es el momento de investigar y conocer el porqué de este fenómeno que poco se conoce en el estado y que cada vez cobra mayor importancia.

El caso de la emigración de mano de obra en Balancán es muy interesante, ya que es uno de los municipios más alejados de la capital del estado. Parte de su territorio hace frontera con Guatemala, y que lo constituye un lugar de paso de migrantes, pues gran cantidad de centroamericanos entran por Balancán y Tenosique a territorio mexicano; estos emigrantes en algunas ocasiones permanecen en el municipio trabajando, reuniendo más dinero para continuar su camino hacia Estados Unidos. Durante su estancia en el municipio hacen amistad con los campesinos tabasqueños, algunos de los cuales también deciden irse. La emigración de Balancán se explica por una combinación de factores económicos, sociales y culturales, mismos que se analizarán más adelante.

Esta experiencia migratoria en el estado muestra que Tabasco se integra al flujo migratorio hacia Estados Unidos, adquiriendo nuevas características que es necesario entender para insertarlas en el marco general del estudio del flujo migratorio de mexicanos hacia Estados Unidos.

Si bien Tabasco es uno de los estados con menor índice de emigración lo interesante es la rapidez con la que se está incrementado dicho fenómeno.

Es importante mencionar que el trabajo de campo se realizó entre 2002 y 2006. En 2002 se realizó una encuesta en la escuela secundaria Vicente Guerrero, ubicada en la cabecera municipal de Balancán. Se encuestó a 80 alumnos, a quienes se les pidió responder cuatro preguntas base: 1) ¿Tienes algún familiar o conocido que haya emigrado a Estados Unidos?; 2) ¿A qué lugares han emigrado?; 3) Sexo de los emigrantes, y 4) Temporalidad.

Los resultados fueron los siguientes. De los alumnos encuestados, 100 por ciento respondió que sí tenía conocidos que habían emigrado a Estados Unidos. De esta manera, tenemos que los 80 estudiantes conocían a 252 emigrantes; de éstos, 76 fueron mujeres y 176 hombres. En cuanto a los lugares de destino que mencionaron: 105 emigraron a Oklahoma, 70 a Texas, 20 a California, 20 a Florida, 16 a Oregon, cinco a Carolina del Norte, tres a Nuevo México, dos a Denver, uno a Nueva York, uno a Washington, y uno a Carolina del Sur.

La encuesta refleja que el principal lugar de destino de los emigrantes de Balancán es Oklahoma, y esto tiene su explicación; uno de nuestros principales entrevistados fue el señor Roberto, uno de los pioneros en emigrar a Estados Unidos en la década de 1970. Su historia es muy interesante y más adelante hablaremos de ella, por ahora sólo diremos que el señor Roberto inició una de las redes más sólidas de emigrantes balancanenses al estado de Oklahoma.

En 2006 realizamos de nuevo varias entrevistas en la cabecera municipal; en éstas la percepción es unánime: la emigración en el municipio se ha incrementado notablemente. Entrevistamos a un grupo de 12 personas en una de las oficinas del gobierno municipal. La mayoría coincidió en que sus paisanos se van por la falta de oportunidades de empleo, también comentaron que ya se han formado redes de amigos y familiares que facilitan que cada día más personas emigren. A la pregunta de cuántas personas conocían que se habían ido a Estados Unidos, resultó que estas 12 personas conocían a 103 que habían emigrado. Otro dato interesante es que entre el gremio de los profesores de educación básica se está presentando el fenómeno de la emigración de manera temporal, ya que solicitan un año de permiso y se van a trabajar a Estados Unidos.

La emigración hacia Estados Unidos fue más notoria a principios de la década de los noventa, ¿de qué manera comenzó a darse esta emigración?, el comisariado ejidal de El Naranjito nos comenta:

 

los primeros que se fueron hace como seis o siete años, lo hicieron de ilegales, se fueron a la aventura, pero les fue bien, y trajeron su dinero, el cual invirtieron en ganado, en mejorar su parcela y arreglar su casa, por lo que ya no regresaron a Estados Unidos, dicen que ya tienen lo que necesitaban, así que mejor se quedan a trabajar aquí con su familia, otros sí regresan y se van llevando a los que quieren irse, que cada día son más (entrevista realizada al señor Jorge Hernández Rodríguez, el 21 de octubre de 2006).

 

De acuerdo con Bustamante (2002) y Roldán (2006), los mercados laborales se conforman por las relaciones asimétricas, de desarrollo desigual, atraso y dependencia a nivel internacional entre unos países y otros, así como entre regiones, y han sido fuertemente estimulados por las redes, condiciones políticas y sociales, tradiciones y cultura migratoria imperantes en las regiones y países expulsores. En ese tenor, es interesante conocer cómo se han organizado en el ejido El Naranjito para emigrar, nos comenta nuestro entrevistado:

cuando detectamos a jóvenes que no tienen trabajo y andan en malos pasos, hasta se ha cooperado la gente para que se vayan a trabajar al otro lado, pero los que se los llevan han impuesto sus normas, les "leen la cartilla", les dicen: –tú no vas a ir a hacer desórdenes allá, no vas a ir a tomar, vas a ir a trabajar, para que ahorres y vengas a invertir acá (entrevista realizada al señor Jorge Hernández Rodríguez, el 21 de octubre de 2006).

Lo anterior refleja que en El Naranjito ya tienen una red bien organizada para llevarse a sus paisanos, e incluso colocarlos en un empleo. Nos comenta nuestro entrevistado que irse a trabajar a Estados Unidos les cuesta alrededor de 20 mil pesos, que le prestan al migrante y cuando comienzan a trabajar van pagando su deuda. También nos dijo que todos los que han ido a trabajar a Estados Unidos han cambiado su actitud frente a la vida; ahora ya valoran más lo que tienen, sobre todo a su familia.

La reflexión anterior demuestra claramente el drama que se esconde detrás de cada migrante, el costo de irse a trabajar al país de los dólares es bastante alto, y no todos lo expresan, ya que la mayoría de las veces, sólo cuentan la parte agradable.

En cuanto a la conformación de redes sociales, que le dan solidez y autonomía al fenómeno migratorio, en este caso es evidente: los primeros que se fueron del ejido ahora son los que se están llevando a sus paisanos, y aunque les imponen ciertas condiciones y reglas, el que se llega a ir, se puede decir que ya tiene asegurado el trabajo.

Levine (2006) señala que la importancia de las redes sociales de los migrantes para conseguir trabajo en Estados Unidos es fundamental, ya que con base en una encuesta realizada en Estados Unidos, 78 por ciento de los migrantes consiguió su primer empleo por medio de un familiar o un amigo, y 61 por ciento lo hizo de la misma manera con su empleo actual.

Es importante destacar que en este ejido no sólo han emigrado como ilegales, sino que también llegan empresas contratistas que les sirven a las empresas estadounidenses para conseguir la mano de obra barata que demandan.

Sobre este tema, Mármora (2002) señala que la inserción laboral del migrante en la sociedad receptora puede tener distintos efectos, pero que se estigmatiza al migrante generalizando el papel negativo de las migraciones laborales externas, y la realidad es que en la mayoría de los casos dicha inserción es complementaria de la mano de obra nacional y no causa desplazamiento alguno, tal es el caso de las empresas que vienen a contratar la mano de obra a las comunidades de Balancán.

Otro de los casos de emigración en el Plan Balancán–Tenosique es el que se presenta en el Centro Integrador Villa Quetzalcóatl, que fue uno de los primeros en integrarse a la corriente migratoria hacia Estados Unidos como resultado del fracaso del programa de los centros integradores. Lo interesante aquí es que la mayoría de las personas que salieron en un principio lo hicieron de manera legal, ya que llegaban empresas o contratistas que sirven de intermediarios entre esta mano de obra tabasqueña y las empresas estadounidenses.

En este caso, las primeras preguntas que nos surgen son: ¿cómo y por qué llegan estas empresas a dichas comunidades tan alejadas de los centros urbanos en el municipio? Hay dos razones que explican esta situación: en primer lugar, como ya mencionamos, en esta región del Plan Balancán–Tenosique, se asentaron personas provenientes de otros estados, entre ellos Michoacán, entidad con fuerte tradición migratoria. De esta manera, tenemos que los michoacanos que se establecieron en esta región ya tenían familiares radicados en Estados Unidos, y son los que originaron la conformación de las primeras redes migratorias en esta comunidad; actualmente, comenta el señor Justino,

los que llegan a contratar son generalmente michoacanos que conocen perfectamente la forma de cruzar la frontera, algunas veces se los llevan de manera ilegal y otras de forma legal, porque tienen los contactos con las compañías que requieren de mano de obra barata, ellos se ofrecen a contratarla, a sabiendas de que ellos pueden obtener ganancias nada despreciables (entrevista realizada al señor Justino Rivera Domínguez, habitante de Villa Quetzalcoátl, el día 23 de octubre de 2006).

 

La mayoría de los que se van son, por lo general, personas trabajadoras y con un bajo nivel de estudios, lo que permite a estas empresas manipular los contratos, obteniendo mayores ganancias sin contar con una supervisión adecuada por autoridad alguna.

En el municipio de Balancán también se ha dado el caso de que han venido representantes de empresas estadounidenses para contratar, sobre todo, en el sector agrícola; en este caso, la mayoría de los que emigran lo han hecho legalmente.

De esta manera, uno de los casos de contratación de mano de obra en forma legal en la comunidad Villa de Quetzalcóatl es el que nos comenta el señor Enrique: la contratación la realiza una empresa estadounidense: la American Foresting, contando con representantes mexicanos para los trámites que se requiere hacer en el país. En el caso de las personas contratadas por la empresa, ellos deben aportar un promedio de 15 mil pesos para todos los trámites. El lugar a donde son trasladados es Mississippi. El señor Enrique se fue contratado por esta empresa y nos contó su experiencia (entrevista realizada el 23 de octubre de 2006). Comentó que trabajó tres meses en la empresa; sin embargo, al darse cuenta de la explotación de la que estaba siendo objeto –ya que se le pagaba muy poco, apenas le alcanzaba para pagar la renta y la comida, por lo que casi no le podía enviar dinero a la familia–, optó por trabajar en otra empresa, en la cual le fue mucho mejor; se trataba de una fábrica de PVC, en la que ganaba 80 dólares diarios, libres de impuestos, y laboraba 12 horas diarias. Fue muy interesante platicar con el señor Enrique, pues nos contaba con mucho orgullo su experiencia en Estados Unidos. Él pudo ahorrar suficiente dinero para invertir en ganado, pues nunca pensó quedarse allá; no se acostumbraba a vivir fuera de su tierra y, sobre todo, a no ver a su familia. Tiene varios amigos que aún están por allá.

Ahora bien, en Balancán se presenta una situación diferente a lo que han encontrado otros investigadores en cuanto al envío de remesas procedentes de Estados Unidos (Massey, 1991). El emigrante lo primero que hace para invertir su dinero es comprar ganado, no importa que no sea dueño de un rancho, en la comunidad es muy frecuente que se tenga el ganado "a la parte", esto quiere decir que uno pone la tierra y otro el ganado y van a partes iguales en la producción del ganado, es decir, el emigrante en tanto reúne capital para comprar su propio rancho, puede desde el inicio invertir en ganado. Es importante recordar que en Tabasco 80 por ciento de la tierra está dedicada a la ganadería, más que al cultivo.

Cuando ya tienen algo de capital invertido en ganado, entonces se dedican a mejorar su casa, a construirla o a comprar una nueva. Visitamos a algunas personas y sus casas no contaban con las comodidades de la vida moderna; sin embargo, comentaban que tenían ganado y preferían esta manera de ahorrar.

De los beneficios que ha obtenido la población que emigra a Estados Unidos, se puede señalar principalmente tres:

a) Una mejoría en su situación económica personal.
b) 
Mejoramiento de su vivienda.
c) Un efecto multiplicador de las actividades productivas de la localidad.

 

Uno de los primeros entrevistados en el municipio de Balancán, el señor Roberto, nos comenta:

si vas a trabajar, y no malgastas tu dinero, te alcanza muy bien para ahorrar y puedes ir invirtiendo, la verdad que yo me considero afortunado, porque de no tener nada, hace 20 años, ahora en Estados Unidos ya les dejé una pequeña empresa a mis hijos, que se quisieron quedar a vivir allá, pero también tengo mis inversiones aquí en mi tierra (entrevista hecha al señor Roberto González Martínez, el 15 de marzo de 2002).

 

Roberto ha sido uno de los emigrantes exitosos que ha invertido en su comunidad los dólares que ganó, ya que ha comprado varios ranchos y ganado; además, ya puso un restaurante en Balancán, cuyas características reflejan parte de la cultura que adquirió en su estancia en aquellos lugares.

Los beneficios generados por las remesas ya comienzan a notarse en este municipio, en la mejoría de algunas casas del pueblo y en la adquisición de algunos ranchos. Es evidente que la mayoría de los que se han ido cuentan con un mejor nivel económico; sin embargo, no podríamos afirmar que las remesas en la economía del municipio han impactado de manera determinante, aunque definitivamente su relevancia se empieza a hacer evidente.

En cuanto al estándar de vida, los efectos inmediatos que se perciben en las personas que regresan a la comunidad después de haber trabajado de uno a tres años en Estados Unidos, son el cambio en su modo de vestir, la forma como se expresan, con una mayor claridad en lo que quieren, tienen mayor confianza en sí mismos, se sienten autosuficientes y cuentan con objetivos más claros sobre dónde invertirán sus dólares.

La inversión en la vivienda es, después de la del ganado, uno de los rubros más importantes que el migrante tabasqueño tiene presente a su regreso para invertir los ingresos que obtuvo en Estados Unidos. El mejoramiento de la casa refleja los efectos no sólo a nivel personal, sino en cuanto a la economía local, viéndose reflejado en la compra de los principales insumos para la construcción de su vivienda, como cemento y varilla, entre otros.

En cuanto al impacto social, no podemos dejar de mencionar que en el municipio algunas comunidades ya presentan la situación de que sólo se están quedando las mujeres, los niños y los hombres mayores. En la ranchería La Pita a las mujeres les dicen "las viudas", y nos parece relevante mencionar el comentario que hizo Miguel Salim Nazur Rivera en su gira de campaña para ser diputado en 2003, que le asombraba que a las reuniones en los poblados del Plan Balancán–Tenosique asistían sólo mujeres y niños (entrevista realizada el 25 de octubre de 2006).

El municipio de Balancán se ha sumado a la corriente migratoria por varias razones: a) el hecho de que en el Plan Balancán–Tenosique se hayan establecido colonos provenientes de otros estados del país, entre ellos Michoacán, trajo a esta región personas con familiares o antecedentes migratorios; de hecho, son michoacanos quienes han traído a las empresas estadounidenses a esta región para contratar a los trabajadores tabasqueños; b) la conformación de una red social, ubicada en Oklahoma, la cual formó un emigrante balancanense que emigró a Estados Unidos desde la década de 1970, quien tuvo éxito y se llevó gente durante 20 años; actualmente él radica en Balancán, pero esta red sigue creciendo; c) por último, la situación de crisis económica que se ha vivido en el municipio durante los últimos 10 años.

En cuanto al impacto que esta emigración ha tenido en los balancanenses, podemos comentar que aún no es muy notorio; por ejemplo, en la cabecera municipal, ya que los que están emigrando por lo general viven en las comunidades más alejadas del centro. Pero hay otra razón, estos migrantes invierten su dinero en ganado antes que en mejorar su casa o comprarse una nueva, que es donde se nota inmediatamente el impacto, aunque ya encontramos varias casas nuevas y modernas, que nos comentaron son de gente que se ha ido a trabajar "al otro lado", algunas incluso con características arquitectónicas estadounidenses; pero aún son pocas.

La globalización de la economía ha sido uno de los factores importantes en la emigración cada vez mayor de mano de obra tabasqueña en busca de nuevos horizontes de empleo, tanto al interior del país como a Estados Unidos, factor aunado a los problemas económicos, políticos y sociales que han caracterizado durante los últimos años al estado de Tabasco. El fenómeno de la emigración se ha incrementado sustancialmente durante los últimos 10 años, tomando mayor fuerza en el último lustro (2003–2008), debido a las causas señaladas, a las que se han sumado fenómenos como la conformación de redes sociales y a la llegada de empresas contratantes. Hemos de mencionar también que no sólo empresas estadounidenses se han llevado mano de obra tabasqueña; en fechas recientes empresas canadienses están solicitando mano de obra y la contratan de manera legal.

El estudio de estas poblaciones no sólo ha mostrado la importancia que tiene la migración en estos municipios, sino que proyectan la atención que debe darse a este fenómeno a nivel estatal. Las pocas cifras que reflejan las estadísticas estatales sobre este fenómeno contrastan con las entrevistas realizadas a los maestros de las comunidades, líderes naturales de las poblaciones visitadas y otras personas. Por otro lado, es importante señalar el desconocimiento que se tiene en los gobiernos estatal y municipal sobre la magnitud de este fenómeno. Cuando los políticos tabasqueños hablan de migración, se refieren, por lo general, a la migración de centroamericanos, a la cuantificación de los que han sido interceptados por migración, de su explotación y vejación por parte de las autoridades locales, mas no se señala que dentro de esa corriente que migra hacia el norte se encuentra gran parte de los tabasqueños que emigran en busca de un empleo y de mejores ingresos.

En este sentido, es urgente revertir la política económica que ha perjudicado sistemáticamente al sector que por vocación natural debería ser el más importante del estado, el agropecuario. En los escenarios que se manejan para Tabasco, si bien en términos cuantitativos no alcanza las proporciones de emigración de otras entidades, desde el punto de vista cualitativo resulta importante, ya que encontramos comunidades en el Plan Balancán–Tenosique que muestran las mismas características de comunidades con alto índice migratorio, en el que sólo las mujeres se están quedando en el pueblo.

Pensamos que es necesario que tanto las autoridades como los investigadores dirijan su atención no sólo a los estados tradicionalmente expulsores de mano de obra, sino que es muy importante saber por qué nuevos estados se están integrando a este flujo migratorio y con qué características lo están haciendo.

En conclusión señalamos: Muchos tabasqueños están emigrando hacia Estados Unidos y algunos a Canadá, bajo diversas modalidades, tanto legales como ilegales, hombres y mujeres, que desde varios municipios, en especial desde Balancán, se trasladan hacia los países vecinos, aunque las cifras oficiales aún no den cuenta de que se ha convertido en un estado expulsor de mano de obra hacia el norte del continente.

 

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Notas

1 Creado en 1972 con la finalidad de explotar el potencial productivo de las tierras del trópico húmedo del sureste mexicano, orientado a la producción ganadera y sólo de manera marginal a la actividad agrícola. El plan pretendía incorporar 115 668 hectáreas a la producción agropecuaria; 25 por ciento en Tenosique y 75 por ciento en Balancán. Se integraron dos zonas de reserva forestal y ecológica en 15 855 hectáreas. En 1978 se creó la promotora del Plan Balancán–Tenosique como el organismo rector que permitiera coordinar las acciones gubernamentales y unificar los esfuerzos con los productores campesinos. Para echar a andar este proyecto llegaron pobladores de Guanajuato, Puebla, Michoacán y obviamente los campesinos que ya tenían su residencia en dicha región. A todos se les dio su parcela, ganado y vivienda, y se creó una infraestructura carretera que permitía una adecuada comunicación. Por desgracia, el Plan Balancán–Tenosique es fiel reflejo de los problemas del campo mexicano y fracasó.

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