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Migraciones internacionales

versión On-line ISSN 2594-0279versión impresa ISSN 1665-8906

Migr. Inter vol.1 no.1 Tijuana jul./dic. 2001

 

Reseñas bibliográficas

 

Migration Theory. Talking Across Disciplines

 

María Eugenia Anguiano Téllez

 

Caroline Brettel y James Hollifield (editores) Nueva York, Routledge, 2000

 

El Colegio de la Frontera Norte.

 

Sin duda alguna, este libro constituye una referencia obligada para todos aquellos que realizamos estudios e investigaciones sobre migración internacional o impartimos cursos sobre el tema. Su atractivo título y el prestigio de los editores, aunado al de los autores de cada uno de los capítulos, son sólo la referencia inicial de un contenido prometedor.

Con el propósito de establecer un diálogo entre disciplinas de las ciencias sociales que estudian la migración internacional, los editores Caroline Brettel y James Hollifield convocaron a seis autores a presentar las aportaciones teóricas, metodológicas y empíricas de los estudios sobre migración internacional desde las perspectivas de la historia, la demografía, la economía, la sociología, la antropología, la ciencia política y los estudios legislativos, con objeto de dar un paso adelante, así sea modesto, en la creación de un campo de estudio más unificado.

Aunque los autores hacen referencia a los estudios e investigaciones que se han desarrollado principalmente en los Estados Unidos, la revisión de sus campos disciplinarios -con base en una recapitulación de los trabajos relevantes, corrientes de pensamiento, líneas de investigación, teorías y propuestas analíticas- trasciende a otros espacios geográficos, particularmente Europa y América Latina.

La introducción escrita por los editores es un excelente resumen de las líneas de discusión general en las distintas disciplinas. Las preguntas de investigacion, niveles y unidades de análisis, teorías dominantes e hipótesis postuladas en cada disciplina, así como los modelos sobre las conductas migratorias y sus efectos, claramente esquematizados en un par de cuadros sinópticos, advierten sobre el reto de construir puentes para desarrollar un trabajo multidisciplinario y enfoques comparativos y teorizar sobre la migración internacional.

En el primer capítulo, atendiendo la propuesta de los editores, Hasia Diner postula que existe un notable desinterés de los historiadores estadunidenses con respecto a la teoría de la migración, tanto en el sentido de crear leyes para explicar el fenómeno como de utilizar las existentes para explicar sus datos y hallazgos -con dos excepciones: Dirk Hoerder, quien ha creado categorías analíticas, y Walter Nugent, que enfocó su investigación en los procesos interconectados de la migración-. Los historiadores han evitado tanto las nuevas propuestas teóricas como las formulaciones clásicas, a pesar de que Aristide Zolberg, por ejemplo, ha subrayado la necesidad de reconceptualizar el pensamiento sobre la migración a la luz de los grandes movimientos humanos observados desde 1960, convocando a desarrollar modelos basados en el análisis de las desigualdades al nivel mundial y el estudio de las fronteras como limitantes de la migración y del impacto de los trabajadores sobre la dinámica de la economía capitalista transnacional, aspectos que podían que ser utilizados para explicar el comportamiento de los migrantes no sólo en el mundo contemporáneo sino en el pasado. Para sustentar sus afirmaciones, Diner hace una revisión de trabajos relevantes en el campo de la historia de la migración y de aquellos que entre 1994 y 1996 obtuvieron el premio al mejor libro otorgado por la Immigration History Society, argumentando que no logran establecer conexiones entre las experiencias de los grupos de migrantes que estudian y la literatura teórica sobre migración. Los historiadores estadunidenses, a diferencia de sus colegas europeos, han estado mucho más interesados en la etnicidad que en la migración, y ese interés frecuentemente ha estado asociado a su propio grupo de referencia, pues muy pocos han realizado historias comparativas. Otra razón por la que los historiadores estadunidenses se resisten a teorizar sobre el fenómeno es porque operan con la idea del excepcionalismo estadunidense, a diferencia de sus colegas europeos, que comparan las experiencias de grupos diversos y divergentes tanto en el tiempo como en el espacio.

En el segundo capítulo, Charles Keely sugiere el papel instrumental de la demografía y nos presenta una excelente reseña sobre sus aportaciones al estudio de la migración internacional. Los demógrafos contribuyen con las ciencias sociales proporcionando modelos formales para cuantificar la operación de las propiedades de la población, que es dinámica debido a nacimientos, muertes y migraciones. A la par, los demógrafos acuden a la orientación teórica de las ciencias sociales para explicar los cambios en los parámetros de sus modelos, dado que por lo general están formados en otras disciplinas, lo que les permite cruzar las fronteras disciplinarias en busca de explicaciones teóricas. Así, la demografía contribuye aportando herramientas analíticas para comprender el efecto de la migración internacional en el tamaño y estructura de la población y provee modelos y técnicas de análisis para entender uno de los componentes básicos de la dinámica poblacional en sociedades en constante cambio.

En el tercer capítulo, Barry Chiswick adopta una perspectiva diferente para referirnos la literatura escrita por economistas sobre la migración internacional. Chiswick presenta solamente el debate sobre la "selectividad" favorable de los migrantes en el mercado de trabajo. En los modelos desarrollados en economía, los migrantes económicos son concebidos con una tendencia a ser más capaces, ambiciosos, agresivos y emprendedores que aquellos que deciden permanecer en su lugar de origen. El autor analiza el modelo del capital humano y los modelos alternativos, como la información asimétrica, la migración temporal, el llamado modelo de Roy, que enfoca las diferencias relativas en las habilidades de los trabajadores, y los determinantes no económicos de la migración.

Barbara Schmitter Heisler, atendiendo el propósito de los editores, afirma en el capítulo 4 que en la sociología, en comparación con otras ciencias sociales, la teoría y la investigación sobre migración internacional tienen una larga historia, dada la influencia de la Escuela de Chicago y su perspectiva sobre asimilación dominante hasta fines de los años sesenta. Considerando que la migración ha llegado a ser un fenómeno que se extiende por todo el mundo y ocasiona transformaciones a escala global, en la investigación reciente se han explorado nuevas direcciones y desarrollado nuevas perspectivas -comparativa, transnacional y global- a la par que se han ampliado el trabajo interdisciplinario y el contacto con otras ciencias sociales, especialmente con la ciencia política y la antropología. Estableciendo un diálogo constante al interior de la disciplina, los sociólogos han construido puentes para reducir la división entre "americanistas" y "comparativistas/globalistas", que les ha permitido desarrollar un modelo más completo sobre la incorporación de los inmigrantes.

En el capítulo 5, Caroline Brettell puntualiza que la antropología, a diferencia de otras ciencias sociales, no dio prioridad al estudio de la migración internacional sino hasta finales de los años cincuenta y principios de los sesenta, pues no era un aspecto característico de las regiones donde los antropólogos tradicionalmente realizaban su trabajo etnográfico. Desde los años setenta, la relevancia del fenómeno los llevó a extender sus investigaciones a los destinos a donde los migrantes se dirigen en Europa, Estados Unidos, Australia, Sureste Asiático y Medio Oriente. A partir de una recapitulación de acreditadas investigaciones en la disciplina, Brettell subraya su naturaleza comparativa y sostiene que la perspectiva antropológica sobre migración internacional inicia con una discusión para la formulación de tipologías para avanzar hacia otros aspectos teóricos relacionados con la articulación entre sociedades emisoras y receptoras, hacia la discusión de la organización social de la migración y los procesos de adaptación y cambio que incluyen la consideración de las relaciones entre género y migración, y finalmente hacia un análisis de las conexiones entre migración, identidad y etnicidad.

En el capítulo sobre la política de la migración internacional, James Hollifield destaca que en las disciplinas y subdisciplinas dedicadas al estudio de la política y el gobierno, es hasta los años ochenta y noventa que la migración internacional emerge como un campo de estudio. Desde la perspectiva de la ciencia política, tres cuestiones relevantes guían la argumentación que desarrolla Hollifield: a) el control o responsabilidad del Estado-nación para establecer la regulación de ingreso y salida de su territorio, b) el impacto de la migración en las relaciones internacionales y c) la estrecha vinculación entre esos dos aspectos y los temas relacionados con ellos: control de fronteras, política exterior, soberanía, seguridad nacional, identidad nacional, derechos ciudadanos, comportamiento político y la política en sí misma. Entre otras, el autor deriva las siguientes cuatro conclusiones. Con pocas excepciones, los estudios en el área han puesto más atención a la política de inmigración que a la de emigración, enfoque que puede cambiar en el futuro por el crecimiento de las comunidades transnacionales y la doble nacionalidad. En el estudio de la política de inmigración apenas se ha explorado la superficie, pues sigue siendo un reto entender el desarrollo de los derechos en sus dimensiones civil, social y política. Los académicos apenas han empezado a especificar las condiciones sobre las cuales los Estados pueden cooperar para resolver los problemas asociados a la inmigración no deseada o no controlada, pues la migración es un problema político de dos dimensiones: la necesidad de más reflexión teórica e investigación por parte de los politólogos sobre el tema.

En los últimos dos capítulos, Peter Schuck y Howard Chang analizan cómo la legislación afecta la migración internacional y cómo la inmigración influye en la economía política en los Estados Unidos. Schuck expone cómo las leyes, instituciones, procesos y decisiones legislativas y su naturaleza, comportamiento, competencia y legitimidad afectan el movimiento de las personas dentro y a través de las fronteras nacionales, pues pueden incentivar o inhibir la decisión de migrar. Por su parte, Chang argumenta a favor de una ley de inmigración más liberal y menos restrictiva, proponiendo reformas a las políticas de inmigración relacionadas a la reunificación familiar, el empleo y los trabajadores huéspedes.

Los editores afirman que la migración internacional es un fenómeno complejo y diverso. Los trabajos incluidos en el libro muestran esa complejidad y diversidad, a la par que la riqueza de las perspectivas analíticas para estudiarlo. El reto sigue siendo trascender los enfoques unidisciplinarios transitando hacia estudios comparativos e interdisciplinarios.

 

Información sobre la autora

MARÍA EUGENIA ANGUIANO TÉLLEZ. Profesora e investigadora, Departamento de Estudios Sociales, El Colegio de la Frontera Norte. Dirección electrónica: anguiano@colef.mx

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