Introducción

Los múltiples cambios sociales, económicos y políticos, el avance incontenible de las nuevas tecnologías, así como la transición demográfica y epidemiológica, resultan significativos para este mundo globalizado y, en consecuencia, para la formación de profesionales de enfermería. Esta dinámica social repercute en el proceso salud-enfermedad, pues en todas las regiones del mundo los costos de la atención sanitaria van en aumento, la población envejece, aumentan las enfermedades crónicas, entre otras, lo cual trae consigo una serie de oportunidades hacia la adecuación sistemática de los perfiles profesionales. En el caso de la Facultad de Ciencias de la Salud en la carrera de enfermería de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UATx), los planes y programas de estudio están orientados a la formación de profesionales que participen activamente en dar respuesta a las necesidades sociales a través del cuidado de la salud humana.

El plan de estudios de esta carrera muestra la estructura formal a través de un mapa curricular constituido con 5 áreas del conocimiento e integra 40 asignaturas agrupadas en las áreas de: enfermería, biomédicas, metodológicas o instrumentales, psicosociales y formativas. En la selección y organización de las asignaturas se da atención a la vinculación teórico-práctica, y su distribución permite obtener conocimientos básicos del cuidado, cimentación de la formación profesional que facilita la comprensión del campo de la enfermería, y así poder avanzar hacia unidades de aprendizaje más especializadas y complejas en relación al conocimiento y cuidado del ser humano en las diferentes etapas evolutivas y en el marco del proceso salud-enfermedad.

La organización curricular pretende desarrollar en el estudiante una visión integral de los múltiples factores que interactúan en la dinámica del proceso salud-enfermedad para lograr una mejor comprensión e intervención con el objeto de estudio (cuidado de la salud humana) y dar sentido a la práctica profesional, desde una perspectiva humanista y sostenible¹.

La dinámica social en materia de salud nacional, regional y estatal genera la revisión y/o actualización de planes y programas de formación de enfermería; por consecuencia, se crea la necesidad de verificar periódicamente la congruencia entre los conocimientos adquiridos durante la formación con las necesidades que demanda la sociedad en el mercado laboral. Así entonces, la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) precisa que para asegurar la calidad educativa es necesario conocer la congruencia que existe entre el perfil de egreso con las exigencias del ejercicio profesional, conocer la satisfacción de los egresados en relación con los contenidos curriculares obtenidos durante su proceso formativo, entre otros, lo anterior con el propósito de sustentar la actualización y/o la adecuación de los planes y programas de estudio².

En el caso de esta carrera de enfermería, el primer seguimiento de egresados se efectuó en el año 2000, lo que permitió identificar falta de congruencia entre los contenidos teóricos recibidos durante la formación y las actividades realizadas en el mercado laboral; también se demandaba mayor tiempo de prácticas profesionales en sitios específicos del área asistencial. Estos resultados fundamentaron la reorientación de las actividades educativas. En estudios posteriores, los resultados reportan que el mayor porcentaje de los encuestados se encuentran laborando en instituciones de salud del 2.° y 3.^er nivel de atención; señalaron congruencia entre los contenidos curriculares y el desempeño profesional, satisfacción de los conocimientos adquiridos, entre otros.

Estas últimas observaciones coinciden con estudios similares realizados con egresados de la FES Zaragoza UNAM, que reportaron que las principales actividades que desempeñan en el ámbito laboral son las asistenciales³. En otros resultados de esta misma institución los egresados opinaron que el plan de estudios les otorgó las herramientas para el ejercicio profesional, y que los conocimientos y habilidades aprendidas fueron excelentes⁴. En la Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia (ENEO) los egresados calificaron como regular la congruencia experimentada entre la formación recibida y la práctica desempeñada en el ámbito laboral⁵.

Los estudios de egresados son una herramienta importante para retroalimentar los programas de formación de profesionales⁶. Conocer la trayectoria profesional de los egresados brinda indicadores confiables de la pertinencia, suficiencia y actualización de los planes y programas de estudio que sustentaron su formación profesional⁷. El Plan Nacional de Desarrollo (PND 2013-2018) propone criterios a cubrir durante la formación de los estudiantes, para asegurar la competitividad y atender las exigencias en el mundo del trabajo, orientando la formación hacia las demandas del entorno social; paralelamente asevera que la evaluación al sistema educativo con métodos probados internacionalmente es el mejor camino para lograr la calidad educativa⁸.

Los egresados son los que ponen a prueba en el mercado laboral conocimientos, habilidades, aptitudes y actitudes creadas y/o fortalecidas en la institución educativa, por lo tanto generan opiniones sobre fortalezas y debilidades durante su formación⁹. Su inserción en el mercado de trabajo indica cuál es la recepción y con qué ritmos se incorporan los egresados, permite conocer cierto tipo de conexión importante entre las Instituciones de Educación Superior (IES) y el mundo del trabajo, además de saber en qué medida se están cumpliendo las expectativas de inversión en capital humano¹⁰.

La cultura de la evaluación, que en su conjunto abarca a los diversos actores e instancias que intervienen en el proceso educativo son: instituciones, programas académicos, profesores, estudiantes, egresados y profesionistas, además de influir en el desarrollo de actitudes y aptitudes para el trabajo en equipo, facilitar la comunicación, la resolución de problemas, entre otros elementos¹¹.

Ante este panorama, el PND 2013-2018 y el Plan Nacional Sectorial de Educación (2007-2012) sugieren garantizar la educación de calidad para que todos los estudiantes desarrollen su mayor potencial humano, se formen con alto sentido de responsabilidad social y participen de manera productiva y competitiva en el mercado laboral^8,12. Por lo anterior, la Escuela de Enfermería de la UATx asume el compromiso de contribuir a la formación integral y de calidad de los estudiantes para facilitar su inserción en el mundo productivo y contribuir a mejorar la calidad de vida de la sociedad.

A partir de las consideraciones anteriores es evidente la necesidad y conveniencia de contar con resultados de estudios de egresados para lograr el autoconocimiento y planeación de los procesos de mejora¹³, de tal manera que se puedan fundamentar las decisiones académicas y poder cubrir las exigencias formativas relacionadas con el cuidado de la salud de las personas sanas o enfermas, de las familias y la comunidad. Desde esta perspectiva, el cuidado de la salud es el objeto del conocimiento del enfermero(a), es la aportación especifica de la enfermería a la salud de la persona y los grupos sociales. Es necesario destacar que el cuidado está fuertemente influido por el desarrollo evolutivo de la persona y ha configurado un escenario particular para la teoría, la práctica, la acción y la investigación, procesos básicos durante la formación y el desarrollo profesional en el ámbito laboral^1,14.

Objetivo general

Describir la opinión que tienen los egresados de las generaciones 2005-2009, 2006-2010 y 2007-2011 de la Licenciatura en Enfermería de la UATx sobre la congruencia de los contenidos curriculares con los requerimientos laborales.

Métodos

Estudio cuantitativo, descriptivo y transversal, realizado en el periodo de abril a julio del 2013. La población estuvo representada por el 100% (115) de estudiantes egresados de la Licenciatura en Enfermería de la UATx; el cálculo del tamaño de muestra se realizó a través de una fórmula de estadística descriptiva para poblaciones finitas, considerando el 95% de confianza y un margen de error del 0.5; la muestra obtenida fue de 89 egresados de la Licenciatura en Enfermería de la UATx de las generaciones: 2005-2009, 2006-2010 y 2007-2011; el muestreo fue probabilístico aleatorio simple.

Se excluyó a 2 egresados que no se encontraron en sus centros de trabajo: uno en su domicilio, reportado en cédula de registro de egreso (documento oficial), y otro que no asistió a la reunión convenida previamente para contestar el cuestionario y recabar la información.

Para la obtención de la información se adecuó el instrumento de captación basado en las preguntas del cuestionario para el estudio de egresados propuesto por la ANUIES de 1998; el motivo de la adecuación fue por no incluir la totalidad de las variables. Se seleccionaron las que se orientan a conocer las características de los contenidos adquiridos durante su formación teórica y práctica, y se enfatizó en identificar la opinión de los egresados acerca de los contenidos y habilidades adquiridas en las áreas de carácter teórico, asistencial, administrativo, investigativo docente y humanístico para ofrecer el cuidado del paciente o grupo de personas que están bajo su responsabilidad en las diversas áreas donde se desempeñan profesionalmente.

El instrumento quedó integrado con 6 secciones: 1) datos de identificación, donde se solicita información personal demográfica; 2) datos laborales, que incluyen: trabajo actual, datos de la institución, salario, tiempo para su inserción laboral y tipo de contratación; 3) plan de estudios: percepción de los egresados acerca de los contenidos curriculares para sustentar el quehacer profesional, así mismo el desempeño docente, variables evaluadas con valores desde un máximo hasta un valor nulo con escala tipo Likert (totalmente adecuados-totalmente inadecuados); mejora o ampliación a contenidos curriculares, desarrollo de habilidades, actitudes y valores, durante la trayectoria educativa, con 15 ítems; 4) administración escolar que evalúa la calidad de los servicios que complementan su formación integral, igualmente con escala de Likert (excelente-mala) evaluada con 8 ítems; 5) satisfacción del vínculo teórico-laboral, que identifica la aceptación profesional del egresado en las instituciones, con 4 ítems, y 6) preguntas abiertas donde el egresado sugiere mejoras al proceso educativo. El análisis de los resultados se realizó mediante el software estadístico SPSS versión 19; para las variables cuantitativas se utilizaron medidas de tendencia central, y para las cualitativas, frecuencias y porcentajes.

Resultados

De los 84 egresados entrevistados, el 19% pertenecen a la generación 2005-2009, el 42% a la 2006-2010 y el 39% restante a la 2007-2011. El 84% de los participantes se ubican en los rangos de edad de 20 a 24 años, el promedio de edad fue de 22 y la moda 21; el 52% de los participantes son solteros. El 79% de la muestra ya presentaron su examen profesional, obteniendo resultados favorables. El 85% de los egresados laboran en ámbito hospitalario, y de ellos el 66% se ubican en hospitales de 2.° y 3.^er nivel de atención; el 17% laboran en unidades del 1.^er nivel del sector público, el 9% lo hacen en unidades médicas asistenciales privadas, el 6% en instituciones educativas (fig. 1); el salario percibido quincenalmente en el 38% de los egresados es de $ 4,001.00 a más, y el resto recibe un salario inferior a $ 4,000.00; en relación al tiempo para su inserción laboral, el mayor porcentaje, representado por el 44%, fue de 6 meses a un año, el 16.6% se insertaron en menos de 6 meses, el 15.4% ingresaron al ámbito laboral después de 18 meses, el 13% posterior a 2 años, el 8% no laboran y el resto no lo especificaron; el 41% laboran como personal de contrato, un 27% son personal eventual, un 27% son personal de base y el 5% restante se encuentran desempleados por no estar titulados o bien por decisión personal.

Figura 1 Ubicación laboral de los egresados de la Licenciatura de Enfermería. 

Con relación a la percepción de los egresados sobre el sustento que les proporcionan los contenidos teóricos, metodológicos, administrativos, investigación, docencia y comunitaria para ofrecer el cuidado profesional, el mayor porcentaje los calificó de bueno a excelente (tabla 1); la evaluación al desempeño docente en el abordaje de los contenidos referidos la calificaron como muy buena y buena (tabla 2); la opinión sobre la mejora o ampliación de los contenidos programáticos de la teoría y práctica, para fortalecer el ejercicio profesional, el 54% -que representa un importante porcentaje- fueron al área asistencial (prácticas clínicas), el 24% al área de investigación, el 9% al área preventiva, el 7% a rehabilitación y el 6% restante a la docencia (tabla 3). Las actividades que desde su perspectiva fortalecen el desarrollo de habilidades, actitudes y valores son, para el 80%, durante la práctica clínica (tabla 4).

Además de los hallazgos señalados, es importante mencionar que con preguntas abiertas se identificó que el 87% de los egresados perciben satisfacción por los conocimientos adquiridos en el área teórica; en la modalidad práctica bajó al 62%.

Con relación a los servicios recibidos en áreas que complementan su formación integral -uso de las TIC, control y registro escolar, entre otros-, el mayor porcentaje opina que entre muy bueno y bueno. Sin embargo, en la atención recibida en biblioteca y equipamiento de laboratorios el 47 y el 45% de egresados registraron calificación de regular a mala, respectivamente.

Sobre la satisfacción del vínculo teórico-laboral, el 85% de los egresados perciben que en las instituciones laborales es bien aceptado, el 78% consideran que no existe discriminación de género, el 91% están satisfechos de ser licenciados en enfermería, el 95% consideran relevante su desempeño laboral. Sobre necesidades para mejorar su desempeño laboral, el 90% de los encuestados consideran que los cursos de actualización posteriores a su egreso son muy importantes; también registran que la práctica clínica es trascendental en el desempeño y actualización de los egresados (tabla 5).

Discusión

La necesidad de incorporar líneas de investigación en las instituciones educativas que sirvan de base en la toma de decisiones para la mejora de los programas propicia los estudios sobre egresados. Los primeros resultados obtenidos en el año 2000 reportaron falta de congruencia entre los contenidos teóricos con las actividades realizadas en el mercado laboral y demandaron mayor tiempo de prácticas profesionales en sitios específicos del área asistencial. El estudio actual evidenció que el mayor porcentaje de egresados que se han titulado se desempeñan profesionalmente en hospitales de 2.° y 3.^er nivel de atención y en menor proporción en unidades del 1.^er nivel, percibiendo buena aceptación. Su inserción laboral fue de 6 meses a un año, por contrato o como personal eventual en su mayoría. Un porcentaje importante calificó entre buenos y excelentes los contenidos temáticos para ofrecer el cuidado durante el proceso salud-enfermedad en las áreas laborales, opinión que guarda relación con la congruencia de los contenidos curriculares y el desempeño profesional. De los que se encuentran laborando, menos de la mitad percibe mensualmente entre $ 4,001.00 o más, y el resto, un salario inferior.

Con relación a los datos laborales de las instituciones donde se insertan los egresados, la situación es similar a los descritos por Contreras¹⁵, quien reportó que los egresados de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM-X) mayormente se integran a laborar en los servicios de salud del 2.° y 3.^er nivel de atención, seguido por los centros de salud, contexto contrario al área laboral donde ingresan los egresados de la FES Zaragoza y de la ENEO-UNAM. Carmona y Müggenburg evidencian que los egresados son mayormente contratados en el sector privado, incluyendo el ejercicio libre la profesión^4,16. Con respecto al desempeño docente, fue calificado como bueno y muy bueno. Con relación a la percepción de los egresados, sobre el sustento que los contenidos del plan de estudios les proporcionan para ofrecer el cuidado durante su desempeño profesional, el mayor porcentaje los calificó de bueno a excelente; existe afinidad con los datos obtenidos en los estudios de egresados de la Licenciatura en Enfermería de la Universidad de Sonora, reportados por López, al señalar que los encuestados opinaron que los conocimientos adquiridos les permitieron insertarse eficientemente en el mercado laboral¹⁷. También tienen similitud con la opinión de los egresados de la FES-Z-UNAM de generaciones desde 1998 hasta el 2008 al calificar como excelentes los conocimientos y las habilidades adquiridas durante su formación para su desempeño profesional⁴. Resultados posteriores de esta Facultad FES Zaragoza UNAM indican que los egresados perciben que las exigencias relacionadas con los conocimientos de la disciplina en el mercado laboral son elevadas y manifiestan estar preparados para responder a ellas³. En cuanto a la creación y/o fortalecimiento de habilidades, actitudes y valores, los egresados de la UATx contestaron que mayormente se fortalecen en las prácticas propias de la profesión, coincidiendo la respuesta con los resultados del estudio de egresados de la Universidad de Sonora¹⁶.

Con relación a la formación integral, se identificó que el área teórica es mejor calificada comparada con el área práctica. Estos hallazgos son similares a los obtenidos en el estudio de egresados de Escuela Nacional de Enfermería y Obstetricia (ENEO-UNAM)⁵ y de los egresados de la FES Zaragoza UNAM⁴. Sobre la mejora o ampliación de los contenidos programáticos de la teoría y/o práctica para fortalecer el ejercicio profesional, un importante porcentaje sugirió dirigirse hacia el área práctica. Este resultado es afín a lo manifestado por los egresados de la FES Zaragoza UNAM⁴, quienes han opinado que la formación práctica debe reforzarse con aprendizajes sustentados durante el ejercicio de la práctica y con la experiencia docente. Igualmente, los egresados de la Universidad de Sonora sugieren que se amplíen las prácticas profesionales¹⁸.

Conclusiones

En el presente estudio el mayor porcentaje de estudiantes se ha titulado, se desempeñan profesionalmente en hospitales de 2.° y 3.^er nivel de atención y en menor proporción en unidades del 1.^er nivel, y su inserción laboral en su mayoría fue de 6 meses a un año, por contrato o como personal eventual.

Se identificó que los egresados perciben que existe congruencia entre los contenidos teóricos durante su formación con las actividades realizadas en el mercado laboral; la mayoría percibe satisfacción por los conocimientos teóricos adquiridos, no así en el área práctica: opinan que estos requieren mayor atención, y refieren que en estos escenarios se desarrollan y/o fortalecen habilidades, actitudes y valores profesionales; igualmente sugieren mejorar la atención recibida en biblioteca y equipamiento de laboratorios de prácticas.

La mayoría percibe que en las instituciones laborales son bien aceptados, están satisfechos de ser licenciados en enfermería y consideran relevante su desempeño laboral.

En términos generales, se puede decir que la propuesta educativa correspondiente a la carrera de Licenciatura en Enfermería de la UATx guarda una estrecha pertinencia con el contexto sociolaboral.

Se debe tomar en cuenta que todo lo que concierne a la salud es dinámico y se encuentra en constante evolución y cambio. Esto se evidencia en las prácticas emergentes, a las que hacen referencia las y los egresados en los datos recolectados.

Entre ellas destaca el manejo de las tecnologías médicas, para lo cual se requiere capacitación constante que posibilite dar respuesta a las prácticas emergentes que se suscitan en su campo laboral.