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Signos históricos

versión impresa ISSN 1665-4420

Sig. his vol.17 no.34 México jul./dic. 2015

 

Reseñas

Marco Antonio Samaniego López (coord.), Breve historia de Baja California, Mexicali, Universidad Autónoma de Baja California, 2014, 316 p.

Pablo Hernández Aparicio* 

*Maestría en Historia-Universidad Nacional Autónoma de México. inr_pez@hotmail.com

Samaniego López, Marco Antonio. Breve historia de Baja California. Mexicali: Universidad Autónoma de Baja California, 2014. 316p.


La obra coordinada por Marco Antonio Samaniego brinda un panorama general de la historia de Baja California, al capturar en cada apartado la esencia de los distintos periodos históricos que dieron forma a dicha localidad. Debido a que no es un libro destinado a especialistas, los temas analizados son generales y buscan dar el mayor número de datos -fechas, nombres y tratados- que ayuden al lector a tener un conocimiento básico de la entidad. El libro está dividido en seis capítulos, que van desde la prehistoria hasta la época contemporánea; para fines prácticos haré un recuento de cada uno de ellos.

El primer capítulo, “La prehistoria y las exploraciones”, de Lucila del Carmen León Velazco y Mario Alberto Magaña Mancillas, ofrece un panorama general que va de la antigüedad hasta la llegada de los primeros misioneros. Respecto a la antigüedad, nos muestra la importancia del estudio por medio de fuentes arqueológicas que ayudan a crear complejos culturales y su ubicación en zonas geográficas. En cuanto a las expediciones españolas y los intentos de colonizar, se muestran los principales intereses de los conquistadores y los ánimos de algunos clérigos como Eusebio Kino. En este primer apartado, los autores muestran aspectos culturales, sociales y de la vida cotidiana de los habitantes de California.

El capítulo II: “El periodo misional, 1697-1849”, de la misma autoría que el primero, es un extenso apartado que abarca desde el poblamiento hispánico hasta los inicios del México independiente. Los autores analizan los puntos importantes que incidieron en la formación de la cultura mestiza y los orígenes de la economía californiana.

Se destaca el papel de los jesuitas en la educación y organización de los poblados, mientras que el origen del mestizaje biológico y cultural se encuentra en la compañía presidial; posteriormente se tratan los cambios producidos por las reformas borbónicas -división política, introducción del ejército, expulsión de los jesuitas, ingreso de la orden de los dominicos, etcétera-. En este apartado se muestran algunos de los conflictos por la tierra entre los indígenas no occidentalizados y las misiones, así como la introducción de nuevas formas económicas como la ganadería.

Por último, se habla de los inicios del México independiente, la necesidad de consolidar las fronteras -tras la pérdida de parte del territorio californiano- y la secularización de bienes con la instauración de ranchos. Esto último trajo como consecuencia una serie de problemas sociales entre indígenas, religiosos y rancheros.

En el tercer capítulo, titulado “Semblanza política del partido norte de la Baja California, 1848-1882”, de Antonio Padilla Corona, se presentan los principales representantes de los grupos políticos (Partidos Norte y Sur), así como las pugnas que tuvieron por la administración política y económica. Asimismo se muestran las incursiones de filibusteros estadounidenses con miras a la anexión del territorio de Baja California. El autor destaca las particularidades de la región tras la sucesión de los presidentes de la República y la forma en que la inestabilidad política nacional repercutió en los constantes movimientos locales. Remarca que los grupos políticos no se movilizaron en contra del ejército francés durante el imperio de Maximiliano y que el Partido Norte no siguió la misma lógica de la Guerra de Reforma: “las luchas fueron entre rancheros de la región que se oponían a los intentos del gobierno nacional de imponer orden y autoridad, y como sucedió en muchos casos, en perjuicio de los intereses locales” (p. 107).

Respecto a lo económico, muestra el valor de la minería y la ganadería, así como el establecimiento de la aduana de Tijuana en 1874 y cómo el partido Norte la convirtió en un instrumento político, al aumentar los impuestos de las mercancías estadounidenses. Cabe señalar que este apartado se centra en la vida política y económica, haciendo énfasis en los líderes políticos.

El capítulo IV, “Las compañías colonizadoras y los orígenes de las poblaciones, 1885-1906”, de David Piñera Ramírez, tiene como punto de partida los esfuerzos del gobierno de Porfirio Díaz por poblar el territorio de Baja California, lo cual dio origen al otorgamiento de derechos a compañías estadounidenses y británicas.

En este apartado se observan aspectos económicos y su repercusión en la sociedad. Las diversas transformaciones sociales con los establecimientos de nuevos complejos agrícolas, la llegada de estadounidenses en busca de oro en el Álamo, así como la afluencia de migrantes asiáticos y europeos que dieron una dinámica distinta a la localidad. A ello se suma la importancia de la construcción de obras de irrigación que permitieron la fundación de Mexicali y que trajeron beneficios al sector agrícola, aunque no a todos los habitantes de Baja California; por ejemplo, los indígenas que dependían de las aguas del río Colorado tuvieron que cambiar sus formas de recolección y agricultura por el trabajo asalariado.

En el apartado V, “La formación de una economía vinculada con Estados Unidos. Relaciones de poder entre los gobiernos federales y los locales, 1910-1945”, Marco Antonio Samaniego López resalta las particularidades de esta localidad, durante la primera mitad del siglo xx; de acuerdo con él, “en términos económicos la relación con Estados Unidos es un eje indispensable para entender la historia bajacaliforniana, en términos políticos se vuelve necesario mantener la atención en los sucesos políticos de nuestro país” (p. 167). El autor se centra en la economía sin perder de vista sus repercusiones sociales, tales como la llegada de nuevos grupos de migrantes chinos y las relaciones -en ocasiones violentas- entre estadounidenses y mexicanos, así como el origen de organizaciones de trabajadores y sus luchas laborales.

Observa que durante la Revolución mexicana, en Baja California, participaron distintos grupos, incluyendo a indígenas y extranjeros; de igual manera, continuaron los intentos estadounidenses de anexarse el territorio. La relación de la economía bajacaliforniana con la estadounidense provocó que la crisis de 1929, repercutiera de manera negativa en la entidad mexicana; asimismo ocasionó la llegada de flujos migratorios que causaron conflictos entre los bajacalifornianos y los recién llegados. De igual manera, muestra las medidas políticas que se tomaron para incentivar la economía (creación de poblados, exenciones fiscales, entre otras). El periodo de la Segunda Guerra Mundial trajo consigo una serie de negociaciones entre México y Estados Unidos en aspectos territoriales, recursos naturales -distribución del agua- y se permitió trabajo temporal a los mexicanos en territorio estadounidense.

Para Samaniego, en este periodo se consolidaron las relaciones entre Baja California y Estados Unidos, lo cual trajo beneficios, pero también provocó problemas para negociar la distribución de las aguas y los flujos de migrantes en busca de trabajo en el país vecino.

Este último capítulo, “De 1945 a nuestros días. Internacionalización de la economía y democracia política en Baja California”, escrito por Alejandro Mungaray Lagarda y Marco Antonio Samaniego López, es el más denso en cuanto a información, ya que se presentan datos cronológicos, estadísticos y nombres. Los autores llevan a cabo una narración cronológica de los periodos presidenciales en México, desde Lázaro Cárdenas hasta Vicente Fox.

Se observan las transformaciones de la economía y la trascendencia de la apertura comercial con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte en las industrias ganadera, pesquera, maquiladora, vitivinícola y el sector turismo, así como el surgimiento de novedosos oficios originados por las nuevas industrias y el ascenso del crimen organizado. Por último, los autores muestran un recuento de los retos a futuro, aquellos problemas que se han acumulado en Baja California y requieren atención del Estado mexicano.

Como puede verse, este libro contribuye a la difusión de la historia de Baja California. A pesar de estar dirigido a la enseñanza básica y media superior, cualquier interesado en conocer la historia de esta entidad encontrará en él elementos básicos -nombres de personajes, organizaciones laborales, acontecimientos, tratados, etcétera- que pueden servir como punto de partida para una investigación más detallada. Cabe señalar que la mayoría de los capítulos están acompañados de imágenes, mapas y cuadros que ayudan al lector a entender los cambios sociales.

La revisión de este texto ayudará al interesado en la historia de Baja California a comprender la naturaleza de su vinculación con Estados Unidos, observar su carácter multicultural y entender el origen de algunos de los problemas contemporáneos de identidad.

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