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Innovación educativa (México, DF)

versión impresa ISSN 1665-2673

Innov. educ. (Méx. DF) vol.14 no.65 México may./ago. 2014

 

Aleph

 

Desafíos de la organización de grupos de investigación científica, procesos de formación y producción escrita: casos de Brasil y México

 

Challenges in the organization of scientific research groups, training processes, and written production: Brazil and Mexico

 

Ana María Winfield Reyes, Carlos Topete Barrera y Maricela Cuéllar Orozco

 

Instituto Politécnico Nacional

 

Recibido: 08/04/2014
Aceptado: 16/05/2014

 

Resumen

La presente investigación tiene como propósito analizar los efectos de las políticas productivistas en la evolución de la profesión académica, por medio de los grupos y redes académicas asociadas a los nuevos modos de producción escrita del conocimiento. Metodológicamente, se entrevistó a miembros y líderes académicos de dos grupos de investigación educativa -uno en Brasil y, otro, en México- y se analizaron los efectos mencionados sobre la producción escrita generada en sus organizaciones educativas. Se pretende que los resultados obtenidos sirvan para mejorar la gestión de calidad y la relevancia de la producción académica escrita de los grupos académicos y de la formación doctoral.

Palabras clave: Escritura académica, investigación científica, formación de investigadores, política científica, gestión académica.

 

Abstract

The purpose of this study is to analyze the effects of productivist policies in the evolution of the academic profession through the academic groups and networks associated with new forms of the written production of knowledge. The methodology is based on interviews of academic members and leaders of two educational research groups: one in Brazil and the other in Mexico. We analyzed the effects mentioned in relation to writing produced in their educational organizations. We hope that the results obtained in the study improve the management of the quality and relevance of academic writing in academic and doctoral groups.

Keywords: Academic writing, scientific research, researcher training, scientific policy, academic management.

 

Introducción

En relación con los efectos de las políticas públicas de productividad en el desarrollo de la profesión académica, se sostiene que la afectan desviando sus trayectorias académicas por medio de estándares de productividad y competitividad que distorsionan sus procesos de formación, orientándolos hacia una producción más cuantitativa que cualitativa, lo cual da origen a prácticas académicas indebidas y poco éticas (Grediaga, 2000; Altbach, 2004; Gil, 2000; Gibbons, Limoges, Nowotny y cols., 1997).

Según Ibarra (2002), se han identificado prácticas académicas incorrectas, como las siguientes: plagio, simulación, habilitación doctoral "justo a tiempo" y doctorados fast track, relajamiento de las exigencias académicas, proyectos de investigación a corto plazo con resultados ad hoc y producción escrita de poco impacto social.

Con relación al desarrollo de las organizaciones académicas, Clark (1991) sostiene que siempre están en constante diversificación estructural -en la medida en que avanza el desarrollo del conocimiento científico- intermediadas por la interrelación del Estado, los empresarios y los académicos, y que la correlación de fuerza entre estos actores da como resultado el desarrollo académico. Para Clark, una de las funciones principales de la organización universitaria es garantizar la reproducción de las comunidades epistemológicas disciplinarias e interdisciplinarias; y la constante diversificación estructural hace que los sistemas de educación superior creen unidades académicas ad hoc a las necesidades de reconversión estructural que requiere la sociedad contemporánea.

Según Derrida, la misión de la universidad debe ser la revelación de la verdad, (2002); corresponde a lo que él llama la "universidad sin condición", y posee un "principio de resistencia incondicional", que consiste en reconocer su libertad académica; su libertad incondicional de cuestionamiento y de proposición; y el derecho de expresar, públicamente, todo lo que exige una investigación, un saber y un pensamiento de la verdad ante los poderes económicos, políticos, religiosos y de toda índole.

De acuerdo con Clark (1991), la organización académica no es más que un conjunto de grupos académicos asociados a las disciplinas o nuevas estructuras interdisciplinarias que trabajan en un espacio común, con una producción de escritura académica específica necesaria para formar y reproducir la comunidad científica.

Por otra parte, Gibbons y colaboradores (1997) sostienen que debido al desarrollo de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información existe un nuevo modo de producción del conocimiento al que denomina "modo 2", el cual impone una nueva dinámica organizativa a los grupos académicos y a la profesión.

Para Arechavala (2000), las dimensiones críticas de la producción de la escritura académica de los grupos de investigación son: identidad intra y extra institucional reconocida, legitimidad y formalidad flexible en convenios y formas financieras, soporte y flexibilidad administrativa en el desarrollo de proyectos, infraestructura eficaz, financiamiento alternativo, comunicación y conectividad intra e interinstitucional, productividad con horizonte internacional, y cultura institucional propicia, todas ellas en relación con las conductas, hábitos y actitudes de la producción de la escritura académica crítica y el sistema de incentivos y reconocimientos con equidad y de trascendencia científica.

Para otros autores (Kuhn, 1975; Beecher, 2001) los grupos académicos son un conjunto de actores que comparten una comunidad de saberes especializados, metodologías e instrumentos propios de un campo de conocimiento que les dan identidad y significado en su interacción interpersonal y social. Es un espacio intelectual y social con una lógica propia derivada de su proceso de acumulación de conocimiento y del desarrollo de estrategias teóricas y metodológicas comunes, cada vez más eficaces, para contender contra los complejos procesos de observación, medición y experimentación necesarios en la producción escrita del conocimiento científico común.

En cuanto a la formación de los investigadores en los programas doctorales, se enfrenta a las exigencias de productividad y competitividad de las políticas neoliberales implementadas mediante los procesos y prácticas de evaluación para la asignación financiera, que está asociada a los estándares de calidad internacionales y nacionales. Estas prácticas se han desviado de sus propósitos originales haciendo énfasis en estándares cuantitativos y no cualitativos, por lo que la producción escrita académica es poco original y su impacto social es escaso (Gibbons y cols., 1997).

Al mismo tiempo, la dimensión de autonomía (independencia y pensamiento crítico) se ha descuidado, y para que un programa doctoral sea de calidad se requiere el desarrollo de modelos de evaluación apropiados que impulsen la recuperación de la autonomía y el pensamiento crítico (Fresan, 2001).

Riolfi y Barzotto (2011) sostienen que un investigador que esté a la altura de los desafíos contemporáneos requiere, para el desarrollo de su producción académica: incluir a otros en el cálculo que hace para hablar o escribir, conquistar su singularidad, posicionarse con ésta en el mundo y encontrar una posición enunciativa que pueda ser sustentada durante comunicaciones públicas. Para ello es necesario estudiar las relaciones entre el sujeto en formación y el saber, la lectura, la escritura y quien los capacita durante su proceso de formación doctoral.

En cuanto a la escritura académica de textos científicos, Cassany (1999) destaca los siguientes puntos:

Con relación a Ciencia y Lenguaje: el conocimiento científico no es independiente de la formación verbal con la que se representa. El método científico se basa en parte en la regulación de los recursos verbales y no verbales con que se elaboran y comunican datos científicos: definición de conceptos, formulación de hipótesis, análisis de resultados y estructuras estándar de los textos científicos. El estilo (sintaxis y terminología, léxico, etc.) con que se elaboran los textos científicos incide en su contenido. En cuanto al origen del escrito: los sistemas formales de representación de datos (lógica, matemática, formulaciones, químicas y físicas) derivan históricamente de la tradición científica de cada disciplina y se relacionan con ella tanto desde la perspectiva de los sistemas gráficos (símbolos y reglas) como de las capacidades cognitivas de procesamiento (comprensión y producción). En relación con el registro especializado: los tecnolectores (lectores de textos científicos) de cada disciplina científica tienen notables particularidades científicas y se alejan de la lengua general. Aprender el discurso especializado de un área de conocimiento significa aprender un registro verbal (léxico, estructura, géneros) y unas formas de comunicación, redacción de artículos, presentaciones en congresos sustancialmente diferentes de los usos corrientes. (pp. 50-51)

Hayes (en Cassany, 1999) propone un modelo para la producción escrita en el que influyen los siguientes factores: el contexto social, la audiencia y los colaboradores, el contexto físico (la infraestructura), el texto producido, los medios de composición, los procesos cognitivos (interpretación textual, reflexión, textualización), las motivaciones y emociones (creencias, actitudes y predisposiciones), la memoria de largo plazo (conocimientos de la audiencia, de género, del tema y esquemas de tareas) y la memoria de trabajo (memoria semiótica, fonología visual y espacial).

Para Castelló (2007), la escritura académica de los estudiantes de un programa de doctorado depende de la calidad del proceso educativo, que incluye la relación con el supervisor, el ambiente organizativo, el desempeño del estudiante de posgrado (su autonomía y singularidad) y el entorno académico donde se inserte. El autor afirma que, en la actualidad, a partir de aportaciones provenientes tanto de la pragmática como de la sociolingüística -además de la psicología y la psicolingüística- la escritura de un texto es un proceso situado y subsidiario de una determinada situación de comunicación. Ello implica -como ya lo intuyó Bajtín- que cada texto, y de manera especial el texto académico, incorpore o debería incorporar las voces de autores anteriores y elaborarse como respuesta tanto a ellos como a otros que se supone escribirán posteriormente sobre el mismo tópico. La intertextualidad confiere al proceso de la composición un carácter en alguna medida dialógico, dado que no se puede concebir aisladamente de la producción textual que la rodea.

 

Los efectos y desafíos de las políticas productivistas en los grupos de investigación y la producción académica de los investigadores

Una primera aproximación analítica para comprender las interrelaciones de la estructura social y lo que ocurre en el interior de los sujetos al realizar sus actividades es contar con las aproximaciones teóricas proporcionadas por la antropología y el psicoanálisis. Para la antropología, la identidad es un proceso mutable por medio del cual se transita en el mundo externo, y lo que da identidad en el nivel colectivo es la cultura. Para el psicoanálisis también es la identidad, pero la identidad como formación del sujeto y la manera en que se manifiesta en el comportamiento social.

Los testimonios de la antropología suministran datos para el análisis de los individuos como parte de la estructura social; en cambio, los estudios de caso (o clínicos) del psicoanálisis suministran datos individuales y su autoinscripción por medio de la base material del cuerpo, lo cual es un hecho biológico que afecta todo el subsecuente desarrollo psicológico: la materialidad del cuerpo produce más conocimiento del que recibe del ámbito social.

La antropología observa la correspondencia dentro y entre comunidades; las prácticas psicoanalíticas intentan corregir las aberraciones del desarrollo psicológico sobre la base individual. Mientras la antropología intenta explicar la experiencia de la estructura social en el cuerpo del sujeto, el psicoanálisis suministra el contexto para los sujetos dentro de los cuales será capaz de hacer tangible su propia singularidad. En otras palabras, el psicoanálisis busca conocimiento objetivo al interior del sujeto; mientras que la antropología busca conocimiento subjetivo en el contexto comunitario cultural del investigador.

Lacan distingue entre conocimiento y saber, el conocimiento del orden imaginario y el saber del orden simbólico. El conocimiento imaginario es un obstáculo que obstruye el acceso del sujeto al saber simbólico. La cura psicoanalítica, por tanto, debe subvertir continuamente el autoconocimiento imaginario del sujeto para revelar el autosaber simbólico que aquél bloquea. Lacan sostiene que las ciencias humanas deberían ser las ciencias de la subjetividad, a diferencia de las ciencias exactas, que no operan con significantes. Para Lacan el sujeto científico propiamente empieza con Descartes, en tanto el significado del sujeto científico es productor del conocimiento (Lacan, en Evans, 1997).

En el cuadro 1 se intenta esquematizar los aspectos anteriores que dan cuenta de las interrelaciones entre la estructura social, los procesos de comunicación de la escritura académica en los grupos de investigación y la construcción de la singularidad del sujeto científico. Estos son los grandes ejes de análisis que fueron observados y sistematizados.

En la estructura social se encuentra el Estado, que es la instancia que define las políticas de investigación científica, para lo cual crea agencias o consejos de ciencia y tecnología que definen la política a seguir en las instituciones de educación superior; en éstas se encuentran los grupos de investigación asociados a centros, facultades o institutos; al mismo tiempo, estos grupos determinan los programas de formación de investigadores de maestría o doctorado en los que se halla el sujeto investigador que se va a formar. Todos estos niveles están entrelazados: al mismo tiempo que se registra un grupo de investigación se registra un programa de calidad, y esto requiere, a su vez, académicos e investigadores con altos estándares de productividad y competitividad.

 

Objetivo general

Analizar las prácticas con las que los grupos académicos desarrollan los procesos de formación y producción de escritura académica, a fin de identificar los principales desafíos que enfrentan y proponer formas alternativas de trabajo académico.

 

Objetivos específicos

1. Analizar los factores contextuales e institucionales que afectan la evolución de la profesión académica.

2. Valorar las formas de organización del trabajo académico de los grupos de investigación en las humanidades y las ciencias sociales.

3. Identificar prácticas y procesos alternativos de trabajo académico.

4. Proponer procesos en la gestión de la formación doctoral que permitan desarrollar la singularidad y la autonomía intelectual de los estudiantes de doctorado.

 

Estrategia metodológica para el estudio de la productividad científica en los grupos de investigación: principales categorías de análisis

Se analizaron, fundamentalmente, tres dimensiones del objeto de estudio: la socio-estructural, la de los grupos de investigación y la del sujeto investigador. A continuación se puntualizan los elementos que guiaron la observación de cada una de ellas.

1. La profesión académica y su desarrollo, desde la perspectiva socio-estructural, conformada por las siguientes subcategorías de análisis: a) evolución del trabajo académico, b) relevancia e impacto social, c) integración de las tecnologías de la información y la comunicación, d) diferenciación de funciones básicas de la profesión académica.

2. La organización de los grupos académicos de investigación, que se desagregará en las siguientes unidades analíticas: a) organización y gobierno (relación tutor/tutor, tutor/alumnos, tutor/coordinador), b) ambiente y cultura organizativas, c) gestión, infraestructura y financiamiento, d) relación con el entorno.

3. El proceso de formación doctoral o desarrollo de la singularidad del investigador que involucra: a) relación alumno/tutor y textos disciplinarios, b) procesos y prácticas pedagógicas, c) adquisición de la autonomía e identidad de investigador, d) producción escrita del estudiante de doctorado (originalidad).

 

Fases del proyecto

En una primera fase se analizaron el contexto y las características básicas del desarrollo de los grupos de investigación, sus documentos básicos, su entorno institucional, sus programas de formación doctoral y, de manera preliminar, su producción escrita. En una segunda fase se hicieron entrevistas a profundidad, con base en un guión dirigido a los estudiantes, investigadores y directivos. Finalmente, se procedió a la sistematización de los resultados en categorías cualitativas de análisis.

 

Guión de la entrevista

Se presenta a continuación el guión de la entrevista utilizado para este estudio:

1. Del contexto de las políticas neoliberales de productividad científica y de la sociedad del conocimiento, ¿cómo considera usted los cambios que ha tenido la profesión académica?

2. ¿Cómo los cambios en la profesión académica afectan el desarrollo y consolidación de los grupos de investigación científica?

3. En el proceso de formación científica, ¿cómo considera usted que se impulsa la independencia, autonomía y singularidad en el pensamiento propio de los estudiantes?

4. Si el modelo de producción del conocimiento vigente está orientado solamente a la producción instrumental de conocimiento, ¿qué recomendaciones haría usted para alcanzar un modelo de mayor relevancia, independencia y originalidad?

5. ¿Cómo caracterizaría usted un modelo de producción de conocimiento que integrase las nuevas tecnologías, que evitase la repetición de teorías o argumentos científicos e impulsara la independencia y autonomía de la escritura académica de textos cintíficos?

 

Los sujetos de investigación y el trabajo de campo

Se entrevistó a diez actores de los grupos de investigación, cinco de Brasil y cinco de México, y se clasificaron según su experiencia: uno de ellos era ex funcionario público de ciencia y tecnología, ahora académico; otros tenían el grado de doctor, otros más eran maestros y los restantes tenían experiencia en conducir grupos de investigación. Para fines de la sistematización se les asignó un código compuesto por la inicial del país: B para Brasil, M para México; D si eran doctores; otra D si tenían experiencia en la dirección de grupos de nivel directivo; M si contaban con una maestría.

 

Principales resultados de los desafíos de las políticas productivistas de investigación científica en la educación superior

En relación con los niveles de análisis y sus interrelaciones, se describen a continuación los resultados del estudio, con datos proporcionados por los actores entrevistados (cuadro 1). Hacemos énfasis en tres aspectos: los efectos estructurales de las políticas científicas y tecnológicas, sus efectos perversos o no en los procesos de los grupos de investigación y en la singularidad del sujeto investigador, y las probables alternativas de desarrollo científico y de producción de la escritura académica (este último se integra en las conclusiones).

 

Impacto socio-estructural en la producción científica

El Estado asigna los recursos financieros principalmente por medio de los procesos e instancias de evaluación que le dan legitimidad y transparencia al uso de los bienes públicos, con la lógica principal de indicadores que demuestran la productividad y competitividad de las inversiones. En palabras de uno de los entrevistados: "cuando uno piensa, el problema de la política científica es que hay que tomar decisiones sobre cómo se van a invertir recursos; se tiene que decidir de alguna manera cómo se van a distribuir esos fondos, es decir, cuando llegan veinte propuestas se tiene que elegir cuáles son viables y después justificar" (MDDA).

Sin embargo, no siempre fue así: "hasta hace unos años existían esos grandes académicos, con una gran vocación para la docencia, con una gran vocación de formación de los jóvenes, que eran como los grandes maestros de la juventud: podían dar una visión holística de las cosas y no estaban sometidos a ninguna exigencia de productividad inmediata. Evidentemente, estas personas en algún momento de su historial académico han participado directamente con sus libros, conferencias, debates, foros, etcétera, pero, como un resultado de su propia dinámica académica intelectual. Tampoco existía hasta hace algunos años la lógica de que la investigación se hacía en grupos" (MDV1).

Las políticas productivistas, con sus exigencias de competitividad, determinan prácticas académicas que imprimen otra dinámica a los actores académicos, como bien lo menciona uno de ellos: "mi entrada a la vida académica es reciente y ya había lineamientos de productividad; el orientador nos hacía énfasis en los plazos, ya era una exigencia. En el trabajo actual se hizo más evidente. A pesar de que hay huelga hubo una discusión amplia y solo pararon aquellos que no tenían exigencias de productividad asociadas a los financiamientos y becas. Quizás otro efecto sería en las presentaciones de tesis, también como exigencia de productividad. Por otra parte, en la evaluación institucional que se hace, no es bien visto que algunos profesores del programa no tengan artículos científicos en revistas indexadas" (BDDT).

Otro entrevistado confirma lo anterior: "si no se tiene esa serie de requisitos, normas o estándares de productividad difícilmente se va a poder hacer investigación. Ahora, otra de las cosas importantes es que para cada una de estas políticas públicas se piden requisitos distintos, por ejemplo, si se tiene el programa de posgrado en registro del sistema de ciencia y tecnología, se requiere de una planta académica lo más altamente calificada y dependiendo de la categoría es el apoyo que se da. Entonces, se deben tener profesores registrados en el sistema de ciencia y tecnología, tener titulación, una eficiencia terminal bastante alta, tener publicaciones de los estudiantes y de los investigadores. Entonces, estar en el sistema implica bastantes requisitos" (MDH1).

Las políticas productivistas al asignar recursos financieros impulsan la producción del conocimiento que puede tener orientación económica o social, como lo comenta uno de los actores: "si las fuentes de financiación de la investigación tienen un sesgo claramente instrumental, aplicado al mercado, pues evidentemente ese va a ser un factor estructural muy poderoso, una fuerza que constriñe, que orienta y canaliza los intereses y las posibilidades de investigación, porque no habría dinero para otros temas. Entonces, hay temas que están silenciados, hay temas que son invisibles, hay temas que no son legítimos, digámoslo así. Allí hay un efecto realmente importante que delimita y canaliza lo que se debe investigar y hace invisible lo que se considera que no se va a financiar" (MDV4).

 

El impacto de las políticas de productividad en el desarrollo de los grupos de investigación

En el presente apartado se describen los efectos de las políticas productivistas y sus principales sesgos en el desarrollo de los grupos de investigación.

Para algunos actores las políticas promovieron la consolidación de grupos efectivos de investigación eliminando el sesgo de artificialidad debido a las mismas políticas: "hay casos en los que sí ha ayudado a conformar grupos de una manera más o menos estable, es decir, no que esas políticas hubieran producido ese tipo de asociaciones, pero creo que ha catalizado algo más de ellas que estaban en potencia; eso ha generado ya no solamente investigadores que están en institutos, sino grupos que están dentro de institutos y al mismo tiempo esos grupos, por ejemplo, han generado las formaciones doctorales (MDDA1).

Otros grupos optaron por aplicar estrategias organizativas diferentes, fuera del grupo, creando unidades que solo hacen gestión ante las agencias de financiamiento, pero que no están involucradas al interior del grupo: "en el caso de nuestro grupo de investigación se creó un departamento para efectos de participar en las convocatorias u oportunidades de investigación: ya no se participa de manera individual, se participa desde grupos de investigación, pero eso es artificial. Estos grupos que se formaron son las nuevas unidades académicas para la investigación, entran a competir por el puntaje de la productividad interna de sus miembros en un ranking de grupos para que se les den los puntajes A, B o C, lo cual significa que el grupo se cierra y se conforma, primero, con las personas que, independientemente de que exista una relación académica dinámica, son las personas que más o menos están alrededor del tema u objeto y que aportan su producción académica para que el ranking de este grupo sea mayor que el ranking de otro (MDV).

Los ranking establecidos por las agencias evaluadoras internacionales han sometido a las universidades a procesos perversos de competitividad: "allí hay toda una distorsión en la academia muy importante y, como las universidades están sometidas cada vez más a esas lógicas globalizantes de que hay estándares, imágenes y modelos de universidades mundiales a las cuales hay que emular por medio de sus indicadores, entonces, todo está absolutamente concentrado en cumplir, en mostrar, en validar sus indicadores para lograr resultados internacionales, olvidándose de su misión social y de sus procesos de formación clave (MDV).

De acuerdo con la lógica de las agencias financiadoras una investigación no puede dejar de tener resultados, porque si no brinda hallazgos novedosos significa que no tuvo éxito. Esto hace que exista un énfasis gerencial en el desarrollo de la investigación, como bien lo menciona uno de los actores entrevistados: "los procesos de investigación entran a modos estandarizados de producción del conocimiento y, por consiguiente, a un mayor control de la producción. También los procesos de graduación entran en modos estandarizados que precisan dar cuenta, contabilizar los productos. En algunas áreas de conocimiento el trabajo académico está dividido y tiene que dar resultados, aunque estén enmascarados y no tengan ningún efecto sobre la realidad" (BDL).

Otros entrevistados sostienen que las políticas de aceleración para formar a maestros y doctores surten efectos negativos en la formación académica. Antes, una maestría se concluía en tres o cuatro años, un doctorado hasta en seis años; ahora, los plazos se han reducido prácticamente a la mitad. El futuro investigador se salta etapas de la formación y la reflexión. Los graduados de hoy no tienen el bagaje académico que tenían los de hace diez años. El enfoque cuantitativo es una bandera política, pues no mejora la academia y la ciencia, apenas logra más titulados y más artículos científicos.

La presión por publicar también afecta a los alumnos posgraduados, ya que es preciso publicar para que los programas sean bien evaluados y reciban, por consiguiente, financiamiento. En vez de invertir en la formación se invierte en revistas que solo publican trabajos de alumnos posgraduados. Es así que hay revistas "café con leche" y revistas serias. En lugar de preparar a los alumnos para que publiquen en revistas de impacto, se les ofrece publicar en revistas que no rechazarán sus textos (BMR).

La política de exigencias de productividad para el desarrollo de grupos de investigación "ha producido toda clase de efectos institucionales perversos, en el sentido de que las instituciones se reorganizan internamente buscando de manera racional cómo maximizar su posición dentro del registro de calidad; por ejemplo, si lo que se está estimulando es el número de grupos, entonces, lo que hacen las instituciones es fragmentar los grupos, no sucede como una decisión espontánea o interna de la dinámica de los grupos de investigación, sino porque la dirección de investigación percibe que esa es la manera en la cual se puede posicionar mejor ante las agencias financiadoras" (MDDA).

La irrelevancia de la producción académica, que no toma en cuenta el contexto social en el que se desarrolla, hace que se tenga una percepción pesimista de la investigación, como lo percibe uno de los actores entrevistados: "las críticas que tenía la actividad investigativa es que si bien tenían un rigor académico importante y si bien son valiosas, en algunas ocasiones estaban alejadas de lo que la realidad misma les estaba presentando, y allí entra un dilema de cuestionamiento de qué tan valioso viene a ser aquel conocimiento que se está produciendo si se está desarrollando de manera ajena a la realidad" (MMA).

Una de las prácticas que más afectan el desarrollo del proceso de investigación es "la formalidad metodológica que a veces obstaculiza la producción del conocimiento: a veces, es mejor ir a ver la realidad y luego integrarla al proyecto; la sola revisión de la literatura científica es insuficiente para formular un proyecto de investigación, se requiere poder contrastarlo con la realidad" (MDI4).

Es necesario que el sujeto académico esté consciente de ambos procesos y que al mismo tiempo resalte su singularidad en el proceso de interpretación de datos y en la reconversión de lo imaginario a lo simbólico.

 

Los aspectos de la singularidad, independencia y autonomía del investigador como sujeto académico

En este apartado se describen, en torno a la singularidad del sujeto investigador, los efectos de las políticas productivistas de investigación, los principales sesgos de su actividad académica, así como algunas posibles alternativas de trabajo académico.

La productividad académica no depende solo de la singularidad del sujeto académico o del conocimiento profundo de una metodología y una técnica de análisis e interpretación de datos: para algunos entrevistados, "se requiere el conocimiento de la tradición académica del grupo en donde se está" (BDDS); para otros, "no basta la singularidad y la independencia, es cuestión de cultura para comunicarse, de saberse organizar para escribir, para comunicarse con los de la disciplina, con las relaciones de investigación en espacios académicos y con el uso del tiempo. La independencia del pensamiento se fortalece con el debate académico, con la crítica y con el reconocimiento de los liderazgos compartidos de los miembros del grupo de investigación. El monopolio del liderazgo académico perjudica a la productividad académica del grupo y obstaculiza el desarrollo de la singularidad de los otros miembros. La producción del saber es grupal y la producción escrita es personal y si hay revisión e interacción efectiva del orientando y orientador es mejor" (MDI3).

Un entrevistado señala que "la independencia del estudiante tiene que ver con su trayectoria tanto de vida como escolar y familiar. La independencia es estimulada cuando el orientador no hace el trabajo por el alumno, aun más cuando le da libertad para producir. La intervención del orientador debe ser mayor en la etapa de planeación del proyecto y después disminuir. Todo ser humano es singular, pero no todo ser humano consigue traducir su singularidad en términos de investigación y de escritura. Con respecto a la autonomía encuentro que la relación orientador/orientado es fundamental, en cuanto que el orientador debe saber identificar el momento en que el alumno tiene condiciones de soltar el vuelo. Hay un periodo de aprendizaje de los fundamentos y hay un periodo de volar por sí solo" (BMR).

 

Los efectos en la escritura académica del trabajo científico

Las prácticas de evaluación de la productividad académica introducen sesgos que distorsionan la misión de la universidad: "un académico cuya producción intelectual sea muy pertinente políticamente y socialmente, pero no cumple los requisitos académicos para su publicación en revistas indexadas es un académico que, aunque tenga un gran reconocimiento social, no aumenta sus ingresos; entonces, tenemos el caso de dos tipos de académicos: uno, que es el que más produce, aunque se repita, aunque haga lo mismo con título diferente, aunque lo que publique no sea muy pertinente, pero se ha adiestrado en la lógica de la producción de artículos para ese tipo de revistas internacionales, entonces, se le puede duplicar el salario; mientras que el otro no, porque los ingresos dependen de esa productividad, no de la productividad pertinente" (MDV).

La importancia de los estándares es necesaria para valorar cuándo el conocimiento producido es relevante o no. Un actor comenta: "el ISI (Internacional Scientific Index) es una indización que califica los artículos por el número de citas que hacen otros; qué tan citado es el conocimiento o la idea o las ideas que están en un texto. Se ha visto que existen una gran cantidad de simulaciones, y muchas veces se puede estar en el sistema de ciencia y tecnología, pero se tienen muchos textos repetitivos y simulacros de textos académicos. Se va a utilizar la indización en función de lo que se produzca, para aumentar el conocimiento, para mejorar las explicaciones que se tienen, entonces lo que se hace es ver qué tan relevante es ese conocimiento" (MDH1).

Es verdad que a veces se producen impactos positivos y negativos en la implementación de las políticas que definen la indización de las revistas académicas: para algunos, "el impacto sobre las revistas fue que se empezaron a valorar dentro de las instituciones, porque antes no eran tomadas en cuenta, después se convirtieron en uno de los aspectos que iban a ser evaluados por el sistema de ciencia y tecnología. El hecho de que la revista tenga que estar indexada va a ser un factor importante en la evaluación de la institución; entonces, sí se valora la actividad de los editores y las revistas, es decir, empezaron a buscar, porque ya no era cualquier profesor el que tenía que ser el editor, sino el que podía ser el mejor editor, y se le daba un gran apoyo, el mejor apoyo posible para que haga la revista" (MDDA).

Para otro, "las revistas A reciben cientos de artículos, las B mucho menos, las C prácticamente no reciben nada, y las otras, que son las que se leen en provincia, no reciben nada, no les toca nada, les toca a su vez pedir el favor de que lleven artículos y se les reenvían aquellos que no fueron aceptados en las revistas de mayor indización" (MDV).

 

Conclusiones: los desafíos y alternativas para el desarrollo y la consolidación de los grupos de investigación científica y su escritura académica

1. En relación con los efectos de las políticas públicas en la producción escrita:

► Sí importa hacia dónde se orienta el conocimiento y las herramientas que se utilizan para ver qué tan relevante es la producción académica; si se está viendo el impacto que tienen en la localidad, no hay razón para ir a ver qué tanto se han citado los trabajos de los productores del conocimiento científico en el isi Journal Citation Reports.

► Si el conocimiento que se genera es para mejorar la sociedad en la que se hicieron esas investigaciones o si es para mejorar el aporte original de los conocimientos, entonces, los estándares o indicadores para evaluar e impulsar la investigación deben variar según la orientación que se quiera impulsar.

► Es necesario impulsar la resolución de problemas complejos apoyados en la multidisciplinariedad, ya que los campos disciplinarios cambian y algunos cambios llegan a institucionalizarse o no, según el trabajo de los grupos académicos y su perdurabilidad. Puede haber grupos dentro o fuera de las instituciones académicas que producen mucho, según el líder académico del grupo.

► Una vertiente alternativa para el desarrollo de la investigación científica es la "aceptación de la incertidumbre" de un nuevo paradigma científico posnormal, con una nueva producción escrita y nuevos procesos de formación.

► Para poder hacer una investigación alternativa y generar otros temas se requieren fondos libres, fondos que no estén atados a intereses locales, particulares, políticos y gubernamentales.

► A veces, los contextos muy institucionalizados obstaculizan el surgimiento y desarrollo de grupos de investigación novedosos, por lo que tienden a desarrollarse fuera de este contexto. Lo mismo ocurrió en casos de científicos, como Einstein y Darwin, quienes hicieron posible la desacralización de los textos institucionalizados.

2. En relación con los procesos de formación de grupos de investigación:

► Discutir en grupo o encontrar un coautor significa discutir ideas. Durante la formación individual hay muchas fantasías respecto a la interpretación de datos, pero el trabajo en grupo permite dar certeza y claridad al proceso de interpretación; el trabajo de investigación es grupal, se hace en un espacio académico grupal y en un horizonte de tiempo amplio en el que los otros participantes pueden intervenir. La autoría no es individual, cuando se consigue entrelazar esas varias voces se pueden sustentar.

► El desarrollo de la identidad grupal y de su ethos es determinante para la consolidación de los grupos, para ver si se van a llevar bien con los otros y si las reglas convienen a todos. En un segundo momento cobran mucho más importancia las estrategias que se utilizan, las metodologías y las herramientas para llegar a los resultados; menos importancia cobra ponerse de acuerdo, porque ya hay un patrimonio simbólico y, en el último momento, cuando los grupos ya están consolidados, lo que les interesa es lograr resultados: la producción académica escrita. El proceso de desarrollo académico requiere la constante diversificación y enriquecimiento del grupo. Es natural que todo doctorado tienda a socializar a sus aspirantes en sus líneas, paradigmas, teorías y métodos; una vez dentro de la academia obviamente el ethos académico implica que el alumno se sienta libre y que se abra al debate, a la discusión, a paradigmas nuevos, a estrategias nuevas e ideas novedosas.

► La vida académica interna con éthos y autonomía es determinante para que se dé un trabajo académico alternativo; se requiere que el modo de producción del conocimiento sea determinado internamente y no por agencias o instancias externas.

► La importancia de los procesos de socialización y comunicación con los otros miembros de la comunidad científica son necesarios para desarrollar la escritura académica y la cultura científica. Einstein y Darwin, a quienes podríamos llamar los heterodoxos, estaban muy conscientes de cuáles eran las redes por las cuales debían moverse, los contactos que debían tener, en dónde debían publicar y cómo hacerlo. Einstein no publicaba donde tenía a un amigo, lo hacía donde sabía que los artículos se leían y quiénes lo iban a leer; tenía, por ejemplo, contacto con los grupos que estaban realizando las mediciones del eclipse de 1919. Darwin tuvo una comunicación por correspondencia muy fluida con toda la red de naturalistas de su época.

3. En relación con los procesos de singularidad de la escritura académica del investigador

► En el transcurso de su formación los estudiantes van adquiriendo ciertas habilidades, entre ellas, leer, escribir y hablar. Es en los programas de graduados donde se va construyendo ese andamiaje, de modo que el doctorando llegue a escribir cosas originales y de manera autónoma. Un buen apoyo, un buen acompañamiento o no va construyendo ese andamiaje para la escritura académica. Escribir un artículo tiene que ver con la maduración, las capacidades y lo que se va logrando en la etapa de la formación.

► Divulgar el conocimiento por medio de formas alternativas, en redes o comunidades de prácticas que se alejen del esquema de las estructuras rígidas de producción del conocimiento y que adopten estructuras más flexibles.

► Ante la producción masiva de textos en la red y el fácil acceso a los mismos es necesario que el académico considere que dichos materiales requieren lectores más atentos a esa producción de conocimiento de fácil acceso, que preseleccione la distancia de esa producción escrita y considere si es original o no.

 

Referencias

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INFORMACIÓN SOBRE LOS AUTORES:

Ana María Winfield Reyes. Doctora en Ciencias Administrativas por el Instituto Politécnico Nacional (IPN); es maestra en Ciencias en Administración y Desarrollo de la Educación y licenciada en Psicología, ambas por la Universidad Veracruzana. Actualmente es catedrática en la carrera de Ingeniería en Sistemas Computacionales del IPN, donde imparte las materia de Comunicación Oral y Escrita; Ingeniería, Ética y Sociedad, y Liderazgo. Su línea de investigación es la ética de gestión, los valores y el liderazgo, temas con los que ha participado en numerosos congresos y simposios.

Carlos Topete Barrera. Doctor y maestro en Educación por la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Realizó estudios de posdoctorado en la Universidad de São Paulo, Brasil. Es miembro fundador del Consejo Mexicano de Investigación Educativa; ha desempeñado múltiples cargos en la gestión del posgrado, y su línea de investigación es la producción escrita de los grupos de investigación de las instituciones de educación superior. Actualmente es profesor investigador de la Sección de Estudios de Postgrado de la Escuela Superior de Comercio y Administración del Instituto Politécnico Nacional, y es miembro del Sistema Nacional de Investigadores, México.

Maricela Cuellar Orozco. Maestra en Administración de Negocios por la Escuela Superior de Comercio y Administración del Instituto Politécnico Nacional (IPN). Estudió Ingeniería Química en la Universidad Autónoma Metropolitana y actualmente cursa el doctorado en Ciencias Administrativas, también en el IPN. Ha fungido como funcionaria en la Secretaría de Investigación y Posgrado, en la Dirección de Evaluación de la Secretaría de Gestión Estratégica y en la Dirección de Evaluación de la Secretaría Técnica del IPN, así como en la Secretaría de Planeación y Desarrollo Institucional del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica y en la Subdirección de Investigación del Consejo del Sistema Nacional de Educación Tecnológica. Ha sido profesora en el nivel superior y ha colaborado en distintas publicaciones sobre la evaluación institucional y el desempeño docente.

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