El conjunto de sorpresas que presentó este año 2020, como defunciones y contagios a causa de la pandemia, confinamiento y desconfinamiento con varias modalidades, formas improvisadas de virtualidad en la educación, deslizamiento del costo de las tecnologías del gobierno hacia la población, escenarios “de alerta roja” ante la atención médica y más ampliamente, la aplicación de normativas más exigentes para la salud de la población; todo ello nos hace reflexionar sobre un aspecto del quehacer académico, aquel que corresponde a la publicación científica. Como consecuencia, esta situación nos conmina a realizar un llamado a la comunidad de profesores, investigadores y tomadores de decisiones en políticas públicas para la ciencia, tecnología, educación y salud para los cuales, una cultura matemática se hace indispensable.

Una tendencia que quedó de manifiesto en este año es el crecimiento de los denominados preprints (prepublicaciones) que, si bien habían sido habituales en áreas como las Matemáticas o la Ingeniería, no lo eran del todo en Ciencias Sociales y Humanidades, ni por supuesto en la Educación. Quizá derivado de la aparición del COVID 19, fue patente el incremento de números especiales y artículos por invitación o simplemente de editoriales en las diversas revistas de educación. En este sentido, la Revista Latinoamericana de Investigación en Matemática Educativa - Relime asumió ese reto y dedicó una editorial al tema referido (^{Cantoral, 2020}) y un preprint interdisciplinario para dotar de una racionalidad pública, matemáticamente fundada, a la dinámica de propagación de la enfermedad y a su manejo en medios como radio, prensa y televisión (^{Cantoral, Ríos, et al., 2020}).

En los últimos meses hemos visto crecer, por no decir una abundancia, del número de prepublicaciones sobre el COVID-19 y sus efectos sociales, aunque cada vez es más evidente la imposibilidad de obtener evidencia empírica de la dinámica del aula tradicional. Pues si bien, se llevan a cabo clases (o pseudo clases), éstas se hacen en modalidades novedosas tanto para el alumnado como para el profesorado. Se observa una tendencia en los artículos que reclama “datos”, que mudó el análisis de la dinámica del aula hacia la entrevista vía algún medio digital con los participantes, sin atender al contexto de interacción social que brindaba el aula física, esto modificará más temprano que tarde, la naturaleza de la información recabada. El tiempo dirá cuál es el sentido de dicha dinámica.

Ante los cambios se observan diferentes tipos de reacciones: la de los cuerpos editoriales, la de las comunidades de autores, la de las y los evaluadores y la propia de la tecnología para la recuperación de información. Los primeros observan una disminución en la capacidad de respuesta de los evaluadores lo que tensa la relación entre autores y editores; a la par, debido a la mayor dispersión de enfoques temáticos derivados del momento que vivimos, cualquier dato pretende transformarse en información, así también la revisión por pares se está viendo rebasada por las dinámicas laborales y de consolidación del empleo en los países iberoamericanos. Es muy claro, por ejemplo, cómo se incrementa el número de publicaciones de dos o tres países sin que ello signifique una contribución suficiente al campo científico. Esto es una consecuencia de las políticas laborales y la ausencia de fuerzas de protección del investigador, del par evaluador y de los editores, dentro de poco estas relaciones podrán verse afectadas por las leyes del mercado.

Por cuanto toca a “las arañas” de búsqueda de información en las redes, la forma en que las publicaciones se comunican se encuentra también en una encrucijada, se establece una competencia entre índices y compañías editoras, respecto de las particularidades de los metadatos y la emergencia de una ciencia abierta que, al día de hoy, sigue siendo una quimera.

A este momento, el futuro es incierto, habrá que esperar a que las dinámicas se redefinan y sobre todo, que las comunidades encuentren una estabilidad en el futuro cercano y en la nueva realidad postcrisis.