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Política y gobierno

versión impresa ISSN 1665-2037

Polít. gob vol.16 no.2 Ciudad de México ene. 2009

 

Reseñas

 

International Actors, Democratization and Rule of Law. Anchoring democracy? de Amichai Magen y Leonardo Morlino

 

Mauricio Rivera*

 

Nueva York, Routledge, 2009, 292 pp.

 

* Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales, FLACSO.

 

¿Por qué y cómo el contexto internacional influye en la transición y consolidación de la democracia? ¿Cuándo y en qué condiciones las diferentes estrategias de los promotores internacionales afectan en la calidad democrática? ¿Qué combinación de factores internos y externos favorecen el tránsito de una democracia electoral a una liberal? El libro editado por Amichai Magen y Leonardo Morlino constituye un esfuerzo valioso para responder a estas interrogantes a través de cuatro estudios de caso –Rumania, Turquía, Serbia y Ucrania– en su relación con la Unión Europea (UE). El libro está dividido en dos partes. En la primera (capítulos 1 y 2), Magen y Morlino presentan una síntesis de la bibliografía sobre regímenes híbridos y una evaluación crítica de los estudios sobre la dimensión internacional del "desarrollo doméstico democrático". Al final del primer capítulo, los autores justifican la selección de casos. Básicamente, los países seleccionados caen en la categoría de regímenes híbridos, no obstante, la intensidad de los lazos entre los cuatro países y la UE difieren en forma considerable (véase la tabla 1.1, p. 17).

En el segundo capítulo, Morlino y Magen emprenden una tarea intimidante: la elaboración de un marco analítico que pretende posibilitar la conceptualización y evaluación del impacto del contexto internacional en el desarrollo y fortalecimiento de la democracia. Con este propósito, los autores avanzan paso a paso. En primer lugar distinguen cuatro tipos de influencia externa en la política nacional. En un continuum, esta tipología va del cumplimiento coercitivo al cumplimiento voluntario; en los extremos de éste los promotores internacionales pueden influir en la política interna a través de estrategias de "control" (ej., intervenciones militares) y "demostración" (los países emulan voluntariamente modelos exitosos), pasando por estrategias de "condicionalidad" (el uso del "garrote" y la "zanahoria") y "socialización" (la intensificación de los lazos internacionales contribuye a la internacionalización de nuevos valores, reglas y prácticas) (pp. 29–39). En segundo lugar, Morlino y Magen distinguen tres niveles diferentes, pero relacionados, en los cuales las estrategias de influencia externa alteran en la arena nacional; estos niveles consisten en "reglas de adopción", "reglas de implementación" y "reglas de socialización".

Por último, los autores presentan una explicación de cómo los actores nacionales e internacionales interactúan en el fortalecimiento del imperio de la ley en cinco dimensiones centrales: derechos políticos y civiles, independencia y capacidad judicial, capacidad institucional y administrativa, corrupción, reforma policial y control civil sobre la milicia. En este sentido, explicitando su eclecticismo teórico, Morlino y Magen combinan el análisis costo–beneficio característico del enfoque de la elección racional con una perspectiva constructivista. Por un lado, los actores que controlan la arena interna realizan un cálculo costo–beneficio en la etapa de adopción de reglas; esta ponderación está moldeada por los incentivos provenientes de la arena internacional y por el contexto nacional. De forma paralela, la decisión también está moldeada por procesos de persuasión y aprendizaje, que modifican los intereses de los actores involucrados. Sin embargo, la adopción de nuevas reglas no es condición suficiente para garantizar de manera efectiva el imperio democrático de la ley; la implementación de las reglas importa. A diferencia de la etapa de adopción de reglas, en la que los actores centrales son los políticos (agentes de cambio versus jugadores de veto), en esta nueva etapa el actor central es la burocracia pública; de hecho, el éxito de la implementación está en función de la capacidad institucional del Estado. Por último, la etapa de internalización es un proceso a largo plazo, ya que es esencialmente cognitivo; éste involucra un compromiso normativo previo –por parte de la élite y del demos– con los valores y reglas de la democracia liberal (véase la figura 2.5, p. 49).

El segundo bloque del libro es empírico. En el capítulo 3, Baracani presenta una radiografía de las políticas de promoción democrática que la UE ha implementado en los países analizados. Los cuatro capítulos (4–8) siguientes presentan los estudios de caso. En conjunto, los estudios de caso muestran que la UE ha empleado diferentes estrategias de promoción democrática y verifican que tales estrategias han tenido un impacto diferenciado entre los países de la muestra y dentro de ellos –en cada una de las dimensiones del imperio de la ley. Asimismo, muestran que los avances en lo referente a la calidad democrática coinciden con la intensidad del vínculo que cada uno de los países analizados tiene con la UE. Sin embargo, los autores son enfáticos al reconocer que tales avances se construyen, fundamentalmente, en el ámbito interno. Así pues, la dimensión internacional contribuye pero no determina el cambio de la política interna.

Aunque los estudios de Rumania, Turquía, Serbia y Ucrania son esclarecedores, a la luz del modelo analítico elaborado por Morlino y Magen, la selección y el tratamiento de los casos no parece ser el más apropiado. Creo que esto es consecuencia de una difusa conceptualización de regímenes híbridos. De acuerdo con Magen y Morlino, los "autoritarismos electorales" y "democracias electorales" son regímenes híbridos (pp. 4–6).* Con base en esto, Rumania, Turquía y Ucrania caen dentro de esta categoría, no obstante, los autores enfatizan su condición de democracias "disminuidas".** Una revisión de los datos sobre derechos políticos y libertades civiles que los autores presentan nos hacen sospechar de la democraticidad del régimen político en estos países (véase la tabla 1.4, p. 22). De hecho, durante buena parte del periodo analizado (1991–2006), Rumania, Turquía y Ucrania caen en la categoría de autoritarismos electorales;*** claramente Serbia es un autoritarismo cerrado hasta 2001. Ahora bien, si los países examinados son algún tipo de autoritarismo durante una parte del periodo de análisis, el libro tendría que distinguir, por un lado, la influencia de los factores internacionales en la transición del autoritarismo a la democracia (Rumania hasta 1996, Turquía hasta 2002, Ucrania al menos hasta 2000) y, por otro, el impacto de estos factores en la transición de una democracia electoral a una liberal (Rumania a partir de 1997, Turquía a partir de 2003, Serbia a partir de 2002). En suma, el libro presenta un modelo analítico que pretende explicar los mecanismos por medio de los cuales la dimensión internacional afecta el tránsito de una democracia electoral a una liberal, pero es puesto a prueba en países con regímenes autoritarios –al menos en una buena parte del periodo analizado. La consecuencia más importante del tratamiento de los casos es que no podemos evaluar de manera transparente la pertinencia del modelo que los autores proponen. En este sentido, una estrategia pertinente sería establecer cortes claros en lo referente al régimen político y analizar cómo los factores internacionales afectan dos procesos con lógicas claramente diferenciadas: a) la transición del autoritarismo a la democracia y b) la transición de una democracia a otra de más calidad.

Pese a sus debilidades, el libro editado por Amichai Magen y Leonardo Morlino es una importante contribución a la bibliografía sobre la dimensión internacional de la democratización y la calidad de la democracia. Si bien es cierto que el análisis empírico del libro se concentra en el contexto europeo, el marco analítico resulta de gran utilidad para todos los interesados en la dimensión internacional de los procesos de democratización y la calidad de los gobiernos democráticos. Asimismo, en un tiempo en el que la batalla de paradigmas teóricos parece dominar el campo de la política comparada,**** la creatividad con la que Morlino y Magen combinan la teoría de la elección racional y el constructivismo es una muestra de los beneficios potenciales del eclecticismo teórico en la disciplina.

 

Notas

* Para una discusión, véanse Larry Diamond, "Thinking about Hybrid Regimes", Journal of Democracy, 13(2), 2002, pp. 21–35;         [ Links ] Andreas Schedler, "The Menu of Manipulation", Journal of Democracy, 13(2), 2002, pp. 36–50;         [ Links ] Steven Levitsky y Lucan Way, "The Rise of Competitive Authoritarianism," Journal of Democracy, 13(2), 2002, pp. 51–65.         [ Links ]

** David Collier y Steven Levitsky, "Democracy with Adjectives: Conceptual Innovation in Comparative Research," World Politics, 49(3), 1997, pp. 430–451.         [ Links ]

*** Véase Steven Levitsky y Lucan Way, "Linkage versus Leverage: Rethinking the International Dimension of Regime Change", Comparative Politics, 38(4), 2006, pp. 379–400.         [ Links ]

**** Véase Mark I. Lichbach, "Social Theory and Comparative Politics", en Mark I. Lichbach y Alan S. Zuckerman (eds.), Comparative Politics: Rationality, Culture and Structure, Nueva York, Cambridge University Press, 1997, pp. 239–276.         [ Links ]

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