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Tópicos del Seminario

On-line version ISSN 2594-0619Print version ISSN 1665-1200

Tóp. Sem  n.35 Puebla Jan./Jun. 2016

 

Artículos

De los soldados del año II a los soldados del año XV: un análisis argumentativo de la palabra guerra *

From the soldiers of Year II to the soldiers of Year XV: an argumentative analysis of the word war

Des soldats de l'an II aux soldats de l'an XV: une analyse argumentative du mot guerre

Marion Carel1  ** 

1 Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales, París, Francia. Correo electrónico: carel@ehess.fr


Resumen:

¿Qué puede aportar el análisis de palabras al análisis de textos? Está claro que, dado que los textos están compuestos por palabras, establecer el sentido de las palabras no puede más que ayudar a la interpretación de los textos. Pero ¿cómo describir todas las palabras de un texto? El análisis argumentativo presentado aquí propone limitar el análisis sólo a ciertas palabras: no a las más frecuentes, sino a aquellas cuya significación estructura, según el interpretante, el texto. Puesto que, según la Teoría de los Bloques Semánticos, las palabras están asociadas a esquemas argumentativos, es posible mostrar cómo el texto se organiza en torno a esquemas, los concretiza, agrega algunos y, finalmente, olvida otros.

Palabras clave: guerra; poesía; léxico

Abstract:

What can text analysis expect from analysis of words? Obviously, texts are made up of words, hence establishing the meaning of the words that compose them helps text interpretation. But how could one imagine to describe every word of a text? The argumentative analysis presented here proposes to limit the description to certain words: not to the most frequent ones but to those which meaning structures the text (according to the interpreter). Given that words are associated by the Semantic Blocks Theory to argumentative schemes, it is possible to show how the text is organized following those schemes, realizing them, adding other schemes, and, finally, forgetting some others.

Keywords: war; poetry; lexical items

Résumé:

Qu'est-ce que l'analyse de texte peut attendre de l'analyse de mots ? Bien sûr, les textes étant composés de mots, établir le sens des mots ne peut qu'aider l'interprétation des textes. Mais comment imaginer décrire tous les mots d'un texte ? L'analyse argumentative présentée ici propose de limiter l'analyse à seulement certains mots : non pas les mots les plus fréquents, mais des mots dont la signification, selon l'interprétant, structure le texte. Parce que les mots sont associés par la Théorie des Blocs Sémantiques à des schémas argumentatifs, il est alors possible de montrer comment le texte s'organise autour de ces schémas, les concrétise, en adjoint d'autres, et, enfin, en oublie.

Mots-clés: guerre; poésie; lexique

Introducción

Me propongo demostrar cómo el análisis argumentativo de una palabra puede sostener el análisis del texto. Para esto, comenzaré por describir la palabra guerra, luego demostraré cómo los diversos valores argumentativos de este término, sean o no utilizados, son retomados, por un lado, por Victor Hugo y, por el otro, por Marc de Larréguy, para describir las guerras de la Revolución Francesa y de 1914-1918. Analizaré en este sentido Oh, soldados del año dos [Ô soldats de l'an deux], que Hugo escribió para glorificar a los ejércitos voluntarios -recordemos que el calendario francés cambió durante la proclamación de la Primera República en septiembre de 1792: el año II corresponde a 1793-1794. Luego analizaré 1815-1915, escrito en el frente por el soldado Marc de Larréguy, y dedicado por él A los Hermanos del Año Quince. Tanto la dedicatoria como el texto de Larréguy establecen una relación con el poema de Hugo: 1815, basta hacer un rápido cálculo, no es el año XV de la República. Estudiaré, por lo tanto, ambos poemas en conjunto. Marc de Larréguy fue asesinado durante la batalla de Verdún, a los 21 años. Su padre publicará sus poemas en 1922 en una recopilación, La Muse de Sang, cuya edición constituye uno de los numerosos actos de duelo (Campa, 2011) que necesitaron los sobrevivientes para aceptar los millones de muertos causados por lo que Francia aún llama, de manera ambigua, "La Gran Guerra".1

1. Análisis argumentativo de la palabra guerra

El análisis argumentativo de la palabra guerra se efectuará en el marco de la Teoría de los Bloques Semánticos (TBS), según la cual el valor semántico de las palabras no es descriptivo, sino "argumentativo": éste permite prever no el valor de verdad de los enunciados, sino su paráfrasis mediante "encadenamientos argumentativos", esto es, mediante formas lingüísticas que relacionan dos proposiciones a través de una conjunción del tipo de por lo tanto o sin embargo. El sentido de los enunciados, según la TBS, se reduce a estas paráfrasis argumentativas; y la significación de las palabras, asociada a la estructura gramatical del enunciado, permite preverlo. Tomemos el ejemplo de este verso de Aragon2 sobre un incendio que asolaba el campo de los Reyes Católicos, Fernando e Isabel, mientras sitiaban Granada -el locutor es uno de los asediados:

Oh, fuego, que tomas a los Reyes en su establo3

(Aragon, « Ramadân », Le fou dʼElsa)

La proposición relativa evoca hace calor y por lo tanto los reyes son quemados en su establo, así como aunque Fernando e Isabel son reyes, son quemados en su establo. Estos dos encadenamientos son concebidos por la TBS como construcciones realizadas a partir de esquemas argumentativos, CALOR PLT DESTRUCCIÓN y FORTALEZA SE DESTRUCCIÓN, y de alguna manera constituyen algo así como su esqueleto. Ahora bien, estos esquemas argumentativos pertenecen a la significación lingüística de fuego: por definición incluso, el fuego quema, destruye con calor (CALOR PLT DESTRUCCIÓN), y hace estragos (FUERTE SE DESTRUCCIÓN). El sentido del verso de Aragon es entonces previsible a partir de la significación argumentativa de la palabra fuego: su ocurrencia comunica los dos esquemas calor PLT DESTRUCCIÓN y FORTALEZA SE DESTRUCCIÓN; luego estos esquemas son transformados en discursos por las otras palabras del verso de Aragon.

De manera general, la significación argumentativa de una palabra se constituye a partir de esquemas argumentativos; propongo estudiar los que reciben su significación del término guerra. Más precisamente, me limitaré aquí a determinar aquellos que describen los vínculos entre guerra y combatir, y aquellos que describen los lazos entre guerra y destruir: esto bastará para comparar la guerra de Hugo con la de Larréguy. Buscaré distinguir dos especies de esquemas argumentativos: los aspectos argumentativos -sobre la base de lo que podríamos llamar la versión estándar de la TBS- y lo que llamaré los "cuasi-bloques".

Comencemos por la descripción de los vínculos entre guerra y combatir. Como la mayoría de los defensores de un acercamiento no referencial al lenguaje (pienso, por ejemplo, en Cadiot y Nemo (1997) o incluso en Schulz (2004)), no distinguiré entre usos literales y usos figurados de las palabras y me ocuparé de entrada, sin demasiado remordimiento, del enunciado hago la guerra a mi glotonería. Señalemos que el verbo hacer sirve aquí solamente para transformar en verbo la palabra guerra, de modo que la paráfrasis del enunciado nos revelará la significación de guerra (el caso de hacer en yo hice las paces con mi hermana no tendría la misma neutralidad, pues el verbo hacer toma allí su sentido de actividad y muestra la paz como algo constituido, fabricado, por el locutor). Ahora bien, el enunciado tomado como ejemplo es parafraseable por el encadenamiento mi glotonería me amenaza y por lo tanto la combato, que concretiza el esquema AMENAZA PLT COMBATIR: mi hipótesis será entonces que este esquema está presente en la significación de la palabra guerra. Otras expresiones que pertenecen al vocabulario de la guerra dan significado a estos esquemas argumentativos emparentados: un belicista combate incluso cuando no está amenazado; un pacifista no combate aun cuando esté amenazado; un pacífico no combate a menos que esté amenazado:

Estos esquemas argumentativos son calificados por la TBS como "aspectos argumentativos" y son descriptos como aspectos que aprehenden bajo cuatro modos diferentes el mismo "bloque semántico". La presencia de AMENAZA PLT COMBATIR en la significación de guerra muestra a esta última como una manera justificada, defensiva, de combatir. A esto puede objetarse la existencia de la expresión guerra de conquista que por el contrario presenta la guerra como ofensiva: ¿cómo podría una expresión compleja tener un valor semántico contrario al valor semántico de sus constituyentes? Volveré al final de mi análisis sobre esta objeción y sobre algunas otras, que abordaré de la misma manera.

La palabra guerra designa, por lo tanto, una reacción ante la amenaza, una reacción combativa. Contrariamente a la disuasión, que consiste en impedir, sin combate, que una amenaza sea cumplida, la palabra guerra alude al combate. Se trata de combatir para impedir que la amenaza se lleve a cabo, de modo que la palabra guerra, además de AMENAZA PLT COMBATIR, también prefigura los aspectos argumentativos COMBATIR SE NEG. IMPEDIR y COMBATIR PLT IMPEDIR. Estos dos aspectos no son, sin embargo, prefigurados de la misma manera que AMENAZA PLT COMBATIR en la significación de guerra. Pues la palabra guerra no precisa si habrá derrota (COMBATIR SE NEG. IMPEDIR) o victoria (COMBATIR PLT IMPEDIR):

Ciertos empleos comunican COMBATIR SE NEG. IMPEDIR (Pedro hace la guerra a su glotonería pero igualmente engordó), otros empleos comunican COMBATIR PLT IMPEDIR (Pedro está bien ahora: no paraba de engordar, pero le hizo la guerra a su glotonería). Sólo debe inscribirse en la significación de guerra la posibilidad de estos dos valores, la alternativa entre ambos -y no, como lo hacíamos hasta ahora, los dos aspectos que ubicábamos en lo que la TBS-estándar llama "la argumentación externa". COMBATIR (IMPEDIR) será anotado como el núcleo semántico que comparten ambos aspectos COMBATIR SE NEG. IMPEDIR y COMBATIR PLT IMPEDIR, y lo inscribiré en la significación de guerra. Este núcleo no constituye en sí mismo un aspecto argumentativo; no constituye tampoco un bloque semántico pues no es compartido por los dos aspectos argumentativos NEG. COMBATIR SE IMPEDIR y NEG. COMBATIR PLT NEG. IMPEDIR. Se sitúa en un nivel intermedio de abstracción: hablo de "cuasi-bloque". Señalemos que existen dos tipos de cuasi-bloques. Los cuasi-bloques que constituyen los núcleos de dos aspectos argumentativos conversos:4

Y los cuasi-bloques que constituyen los núcleos de dos aspectos argumentativos transpuestos:5

El cuasi-bloque COMBATIR(IMPEDIR) es del primer tipo. Algunos empleos de guerra lo movilizan bajo su aspecto transgresivo COMBATIR SE NEG. IMPEDIR, que puede expresarse a través de sin embargo; otros, bajo su aspecto normativo COMBATIR PLT IMPEDIR que puede expresarse a través de por lo tanto; otros, finalmente, significan al cuasi-bloque en sí: es el caso del uso de la palabra guerra en el enunciado en condicional estaba decidido: le haría la guerra a los de al lado, que deja en suspenso el asunto del combate.

De esta manera, la significación de la palabra guerra se construye, en parte, a partir de aquella de combatir. La significación del verbo combatir contiene los dos cuasi-bloques (AMENAZA)COMBATIR y COMBATIR(IMPEDIR) -podemos combatir bajo amenaza o no (se trata de un cuasi-bloque de transpuestos); podemos combatir victoriosamente o no (se trata de un cuasi-bloque de conversos). La palabra guerra especifica el primer cuasi-bloque bajo el aspecto AMENAZA PLT COMBATIR, y significa, sin transformarlo, al segundo. Su significación contiene así dos tipos de esquemas argumentativos: un aspecto argumentativo y un cuasi-bloque.

A estos primeros elementos, la palabra guerra agrega, como veremos enseguida, esquemas argumentativos que pertenecen a su vez a la significación de destruir. Imaginemos primero que dos amigos discuten sobre el reciente divorcio de Pedro y María: "-¿Crees que van a pelearse por la custodia de los niños? -No están en guerra". La respuesta puede parafrasearse por el encadenamiento el bienestar de los niños es valioso, por lo tanto no lo destruirán: concretiza el esquema VALIOSO PLT NEG. DESTRUIDO comunicado por no estar en guerra. A la inversa, estar en guerra, y la palabra guerra en sí misma, comunican VALIOSO SE DESTRUIDO, como lo demuestra el siguiente ejemplo extraído de un folleto distribuido en la EHESS por estudiantes adherentes al Nuevo Partido Anticapitalista, unos diez días después de los atentados parisinos contra el diario Charlie Hebdo y contra un almacén kosher:

Esta violencia asesina -contra Charlie Hebdo y el almacén- no viene de la nada. Se forma en el corazón de la violencia social y moral que conoce una larga fracción de la juventud de los barrios, la violencia del racismo y de la xenofobia, de las discriminaciones, la violencia del desempleo y de la explotación. Esta violencia bárbara es el hijo monstruoso de la guerra social que llevan la derecha y la izquierda al servicio de las finanzas (folleto del NPA, 19 de enero de 2015).

El enunciado donde aparece el término guerra dice, en efecto, por una parte, que hay una guerra social y, por otra, pone en relación esta guerra social con los atentados. Se denomina a la guerra social a través de VALIOSO SE DESTRUIDO. Más precisamente, debido al paralelismo con los dos enunciados precedentes, el enunciado reagrupa el encadenamiento que evoca:

la juventud es valiosa, sin embargo la derecha y la izquierda la destruyen

con los encadenamientos anteriormente evocados:

la juventud es valiosa, sin embargo sufre el racismo

la juventud es valiosa, sin embargo sufre el desempleo...

En cuanto a la relación establecida entre la relación social y los atentados, ésta reside en la presencia del mismo esquema VALIOSO SE DESTRUIDO en la descripción de los atentados como violencia bárbara, y en la de la situación social como guerra social: las significaciones de bárbaro y de guerra comparten un esquema argumentativo y es por ello que es posible unirlos mediante la expresión es el hijo monstruoso de..., en un enunciado que resulta eficaz en su pretensión demostrativa. El enunciado esta violencia bárbara es el hijo monstruoso de la lucha de clases llevada por la derecha y la izquierda al servicio de las finanzas, cuyo estilo recordará al de los discursos de izquierda franceses de los años 70, habría sido menos convincente. Como todos los discursos -incluido el que aquí desarrollo-, el folleto toma su fuerza persuasiva del carácter lingüísticamente trivial de sus enunciados.

Podría objetarse a la presencia de VALIOSO SE DESTRUIDO en la significación de guerra que existen guerras limpias: ahora bien, ¿cómo podría este sintagma comunicar algo contrario a lo que significan sus constituyentes? Reconoceremos ahí los términos de la objeción que constituye guerra de conquista contra el análisis que propongo de la palabra guerra como defensiva; volveré a este punto enseguida. Retendremos por lo pronto que hay algo en común entre guerra y violencia bárbara. Los dos términos significan VALIOSO SE DESTRUIDO, y es una propiedad del término guerra (ciertamente reveladora de nuestras sociedades) el no darle significado al cuasi-bloque MAL (QUE SE DEBE CONDENAR), por el contrario presente en bárbaro. La asociación desde AMENAZA PLT COMBATIR hasta VALIOSO SE DESTRUIDO, en el interior de la significación de guerra anula este potencial: la barbarie que existe para destruir lo que es valioso es borrada por la necesidad que hay de defenderse. La significación de la palabra guerra contiene igualmente el cuasi-bloque DESTRUCCIÓN (TENER CUIDADO) y veremos que la especificación de este cuasi-bloque bajo uno u otro de los dos aspectos es uno de los elementos que distingue la guerra descripta por Hugo (DESTRUCCIÓN se NEG. TENER CUIDADO) de la que describe Marc de Larréguy (DESTRUCCIÓN PLT TENER CUIDADO).

Volvamos ahora, para concluir este rápido estudio sobre la palabra guerra, a las dos objeciones que constituyen las expresiones complejas guerra limpia y guerra de conquista, cuyos sentidos son contrarios al que le atribuyo a su constituyente guerra: una guerra limpia no destruye lo que es valioso, una guerra de conquista no busca impedir la realización de una amenaza. Siguiendo a Ducrot (1995), comenzaré por señalar que la yuxtaposición de un adjetivo a un sustantivo puede tener por lo menos dos funciones (que pueden superponerse): añadir elementos de la significación del adjetivo a la significación del sustantivo (función 1); transformar los elementos de la significación del sustantivo (función 2) gracias a la operación del adjetivo. Un ejemplo de la función 1 es el caso de desgarrados en los primeros versos en que Lamartine se dirige al Lago:

Mugías así bajo estas rocas profundas;

Así te quebrabas en sus desgarrados flancos 6

(Lamartine, "El Lago", Meditaciones poéticas)

El adjetivo desgarrado añade aquí su significación a la de flanco, de modo que el último verso evoca los encadenamientos argumentativos sus flancos estaban desgarrados por lo tanto tú te quebrabas sobre ellos y sus flancos están desgarrados por lo tanto tú te quiebras sobre ellos. Pero esto no siempre se da así, como lo demuestra el caso de pobres reposos, que tiene esta vez la función 2:

Cuántos pobres reposos y marchas apresuradas,

En la noche negra... con la esperanza, furtiva,

De una aurora de Paz que siempre retrocede 7

(Marc de Larréguy, « Nuit de relève », La Muse de Sang)

El adjetivo pobre no agrega aquí su significación a la de reposo, sino que transforma a esta última. Un reposo puede o no permitir mejorar, y un pobre reposo es un reposo que no permite mejorar. La significación de la palabra reposo contiene la alternativa de los aspectos REPOSO PLT MEJORAR y REPOSO SE NEG. MEJORAR, es decir, su núcleo semántico común: el cuasi-bloque REPOSO (MEJORAR). Y el adjetivo pobre especifica este cuasi-bloque bajo su aspecto transgresivo REPOSO SE NEG. MEJORAR. El adjetivo tiene la función de actuar sobre la significación del sustantivo al que modifica, y esta capacidad de los adjetivos es la razón por la cual, como veremos, la significación de un sintagma puede ser contraria a la de sus constituyentes.

La objeción de guerra limpia radica, en efecto, en la hipótesis según la cual la ocurrencia limpio tiene, y solamente tiene, la función 1: una guerra limpia sería una guerra que, además, es limpia. Esta hipótesis es en parte verdadera: la significación del adjetivo limpio contiene una evaluación positiva BIEN (APRECIABLE) que se añade a los elementos AMENAZA PLT COMBATIR y COMBATIR(IMPEDIR) de la significación de guerra, de modo que se confiere a guerra limpia la misma evaluación positiva que contiene limpio y los mismos vínculos con combatir que ya había establecido guerra. Uno de los roles de limpio en guerra limpia es entonces el de añadir una parte de su significación a la de guerra. Pero su rol no reside sólo ahí: limpio también tiene como rol negar una parte de la significación de guerra. En efecto, así como un pariente lejano, según señala Ducrot (1995), no es completamente un pariente, del mismo modo una guerra limpia no es completamente una guerra:

Pedro es un pariente, pero lejano: no puedo por lo tanto pedirle plata

Entramos en guerra contra los vecinos pero será una guerra limpia: los hospitales, las escuelas, no serán destruidos.

Una guerra limpia no destruye lo que es valioso. El adjetivo limpio niega lo que une guerra con destruir, transformando los esquemas VALIOSO PLT DESTRUIDO y DESTRUCCIÓN(TENER CUIDADO) en VALIOSO PLT NEG. DESTRUIDO y NEG. DESTRUCCIÓN (NEG. TENER CUIDADO). Elemento del léxico, el adjetivo limpio no tiene por única función, en el interior del sintagma guerra limpia, el expresar su significación. Como la locución ne... pas [no], también tiene por función transformar la significación de la expresión que modifica y constituir así una expresión compleja, cuya significación es contraria a la de sus constituyentes: la significación de Pedro no está en guerra es contraria a la de Pedro está en guerra; la significación de guerra limpia es, en parte, contraria a la de guerra.

De la misma manera, diría que el caso de conquista en guerra de conquista tiene la función 2. Sin embargo, es claro que la modificación sufrida por la significación de guerra es diferente pues, esta vez, es el "bloque semántico" el que es transformado, y no solamente el aspecto argumentativo o el cuasi-bloque bajo el cual el bloque es expresado. El sustantivo guerra da significado a COMBATIR(IMPEDIR); el grupo guerra de conquista da significado a COMBATIR(COACCIONAR). Debería hacerse entonces un examen más detallado de la cuestión para establecer las relaciones que mantienen el bloque significado por guerra (el de COMBATIR(IMPEDIR)) y el bloque significado por guerra de conquista (aquel de COMBATIR(COACCIONAR)). Esto conduciría a un enriquecimiento de la TBS que, hasta ahora, no permite comparar los bloques semánticos entre sí. Pero dejo esto para otros estudios.

En resumen, retendremos que la significación de guerra contiene los aspectos AMENAZA PLT COMBATIR y VALIOSO SE DESTRUIR, así como los cuasi-bloques COMBATIR(IMPEDIR) y DESTRUCCIÓN(TENER CUIDADO). Los aspectos pertenecen a lo que la TBS-estándar llamaba "la argumentación interna" de guerra. Los cuasi-bloques constituyen los núcleos semánticos de los aspectos que corresponden a lo que la TBS-estándar llamaba "la argumentación externa". Habría que continuar con el estudio de guerra y analizar, por ejemplo, la expresión esfuerzo de guerra. Me bastará sin embargo con estas primeras observaciones para estudiar y comparar ahora los poemas Oh, soldados del año dos y 1815-1915. Además del aporte de la TBS al estudio del léxico (el mismo estudio podría, en efecto, realizarse sobre otros términos distintos de guerra); también espero demostrar lo que la TBS puede aportar al análisis textual.

2. Análisis de palabra y análisis de texto

Comencemos por el poema de Victor Hugo, que reproduzco a pesar de su extensión y en el que subrayo las palabras que comentaré:

¡Oh, soldados del año dos! ¡Oh, guerras! ¡Epopeyas!

Contra los reyes que arrojan conjuntamente sus espadas,

Prusianos, Austriacos,

Contra todos los Tiros y todas las sodomas,

Contra el zar del norte, contra este cazador de hombres

Seguido por todos sus perros,

Contra toda Europa con sus capitanes,

Con sus infantes que cubren a lo lejos las planicies,

Con sus caballeros,

Completamente de pie como una hidra viviente,

Cantaban, iban, el alma sin temor

¡Y sus pies sin zapatos!

Al levante, al poniente, a todos lados, al sur, al polo,

Con viejos fusiles que golpean sus hombros,

Atravesando torrentes y montes,

Sin reposo, sin sueño, destrozados sus codos, sin víveres,

Iban, orgullosos, alegres, y soplando sus trompetas

¡Como demonios!

La Libertad sublime colmaba sus pensamientos.

Flotas tomadas por asalto, fronteras eliminadas

Bajo su paso soberano,

¡Oh, Francia, todos los días ocurría algún prodigio,

Choques, encuentros, combates; y Joubert en el Adigio,

Y Marceau en el Rin!

Ganábamos en la vanguardia, nos desplomábamos en el centro;

Bajo la lluvia y la nieve y con el agua hasta el vientre,

¡Íbamos! ¡Adelante!

Uno ofrecía la paz, otro abría sus puertas,

Y los tronos, rodando como hojas muertas,

¡Se dispersaban en el viento!

¡Oh! ¡Qué grandes se veían entre tantas cosas,

Soldados! El ojo lleno de relámpagos, caras despeinadas

En el negro torbellino,

Resplandecían, de pie, ardientes, levantando la cabeza;

Y como leones aspiran la tempestad

Cuando sopla el Aquilón,

Ellos, en el arrebato de sus luchas épicas,

Ebrios, saboreaban todos los ruidos heroicos,

Chocando fierro contra fierro,

La Marsellesa alada y volando en las balas,

Los tambores, los obuses, las bombas, los platillos,

Y tu risa, ¡oh, Kléber!

La Revolución les gritaba: -¡Voluntarios,

Mueran para liberar a todos los pueblos hermanos!-

Contentos, respondían sí.

-¡Vayan, mis viejos soldados, mis jóvenes generales!

¡Y se los veía marchar a estos soberbios descamisados

Por el deslumbrado mundo!

La tristeza y el temor les eran desconocidos.

Ellos hubieran, sin duda alguna, escalado las nubes

Si estos audaces,

Volviendo los ojos en su recorrido olímpico,

Hubieran visto detrás de ellos la gran República

¡Señalando los cielos!... 8

El poema de Hugo presenta una sola mención del sustantivo guerra. Éste se encuentra en el primer verso y, desde un punto de vista gramatical, constituye, con oh, soldados del año dos, un vocativo. Estos vocativos presentan, no obstante, una diferencia. Consiste en que oh, soldados del año dos es retomado en el texto por un pronombre personal (ellos, nosotros, ustedes). Por el contrario, el oh, guerras no es retomado pronominalmente en el texto en lo sucesivo. De la misma manera que el ¡epopeyas! que le sigue, aquél constituye más bien lo que Bally llama un monorema: igual que ¡magnífico!, sin que ningún sujeto gramatical sea necesario, puede servir para calificar aquello de lo que se habla, así como el ¡oh, guerras! y el ¡epopeyas! de Hugo, sin que ningún sujeto gramatical sea necesario, magnifican la manera en que los soldados del año dos combatían. En otros términos, la palabra guerra tiene aquí un rol predicativo y todo el poema, en imperfecto, es una explicitación de la manera en que los voluntarios, según Hugo, combatían en la guerra. Vamos a ver que esta explicitación toma a veces la forma de un añadido de nuevos aspectos (estrofa 3, luego 8 y 9), pero lo más frecuente consiste en una especificación de los esquemas significados por guerra (estrofas 1-2, luego 4-5 y 6-7). Esto dejará a su vez en evidencia que Hugo no moviliza ciertos esquemas significados por guerra, y nos develará lo que calla.

El poema comienza con un ejemplo de explotación de la significación lingüística de guerra. Las estrofas 1 y 2 evocan encadenamientos que concretizan AMENAZA PLT COMBATIR, y la guerra es primero presentada como una respuesta defensiva:

Los reyes arrojaban conjuntamente sus espadas, por lo tanto los combatían...

Habrán notado que el verbo combatir no aparece materialmente en los versos de Hugo, en los que sólo encontramos un muy expresivo, y muy hugoliano, iban. Es la presencia del sustantivo guerra y la disponibilidad del esquema argumentativo AMENAZA PLT COMBATIR, lo que permite interpretar el verbo ir con el verbo combatir. Remplacemos el primer verso de Hugo por Hombres del XVIII, ¡oh, siglo de las luces! y entenderemos:

Los reyes tiraban conjuntamente sus espadas y sin embargo no sentían temor...

Por supuesto, la preposición contra convierte el iban, el alma sin temor, en reacción ante el comportamiento de los reyes, pero no define la naturaleza de esa reacción: es el primer verso el que da importancia semántica al verbo ir, el que impone la idea de combate y la conexión en por lo tanto. Las estrofas 1 y 2 concretizan un esquema expresado por el sustantivo guerra y describen el modo en que los soldados del año II llevaban esta guerra, indicando la amenaza frente a la que reaccionaban: lo propio de los soldados del año II no es reaccionar ante una amenaza en general, sino reaccionar precisamente ante la amenaza de los reyes.

No sucede lo mismo en la estrofa 3 donde, por el contrario, se describe el combate de los soldados del año II con un esquema argumentativo que se añade a aquellos significados por guerra. Son evocados:

Sus fusiles estaban viejos, sin embargo avanzaban

No habían dormido, sin embargo avanzaban...

La estrofa 3 presenta estos encadenamientos como concretización de un mismo aspecto: DÉBIL SE CONVENCIDO, o incluso DÉBIL SE COMBATIR. Preferimos aquí la segunda interpretación, pues la estrofa 3 se muestra en el primer verso como una descripción de la manera en que los soldados del año II hacen la guerra: ahora bien, el aspecto DÉBIL SE COMBATIR, aunque no está presente en la significación de guerra, se añade allí fácilmente porque proviene, como otros elementos denotados por guerra, de la significación de combatir. Lo propio de los soldados del año II es combatir a pesar de su debilidad.

Las estrofas 4 y 5 son más problemáticas. Cuando evocamos los encadenamientos:

Combatíamos y por lo tanto tomábamos las flotas

Combatíamos y por lo tanto eliminábamos las fronteras

Combatíamos y por lo tanto ganábamos en el Adigio...

se describe una guerra victoriosa. Pero estos encadenamientos, ¿concretizan COMBATIR PLT COACCIONAR o COMBATIR PLT IMPEDIR? ¿Concretizan en sí mismos un aspecto que se añade a aquellos significados por guerra para precisar la guerra realizada por los soldados del año II (véase la estrofa 3) o concretizan un aspecto ya prefigurado por guerra (véanse las estrofas 1 y 2)? A favor de la primera solución, señalemos que los términos de Hugo (tomar, borrar las fronteras) asocian los encadenamientos evocados por el aspecto COMBATIR PLT COACCIONAR: está inscripto en su significación que los encadenamientos que los involucran pueden concretizar COMBATIR PLT COACCIONAR. La guerra de los soldados del año II sería una guerra de conquista. Esto ciertamente se contradice con las primeras estrofas que describen este combate como una reacción ante la amenaza de Europa (AMENAZA PLT COMBATIR), pero podríamos leer el poema como una descripción de dos momentos y, finalmente, de dos guerras: la guerra del año II, que se proponía liberar el territorio francés; y la guerra de los años siguientes que tendría por objetivo la conquista.

Sostendré sin embargo la segunda solución, pues la estrofa 4 comienza con el verso la Libertad sublime colmaba sus pensamientos, que ofrece la instrucción textual de interpretar las acciones descriptas por los versos siguientes (toma de flotas, eliminación de fronteras...) como un combate para defender la libertad. Los encadenamientos combatíamos por lo tanto tomábamos las flotas, combatíamos por lo tanto eliminábamos las fronteras, no deben ser comprendidos como concreciones del aspecto COMBATIR PLT COACCIONAR que les está semánticamente asociado, sino como concreciones del aspecto COMBATIR PLT IMPEDIR que les está textualmente asociado: tomando las flotas, eliminando las fronteras, los soldados del año II impiden que se instalen los enemigos de la libertad. Desde estos primeros versos (contra los reyes que arrojan sus espadas) hasta sus últimos versos (Ellos hubieran, sin duda alguna, escalado las nubes / Si estos audaces / [...] Hubieran visto detrás de ellos la gran República / ¡Señalando los cielos!...), el poema describe una sola guerra, la guerra contra los reyes que Hugo, veinte años más tarde, continúa viendo, incluso después de la derrota de 1870, como el destino de Francia:

Así, Francia, del golpe de lanza en tu costado

Los reyes temblorosos verán surgir la libertad

Las estrofas 4 y 5 movilizan el cuasi-bloque COMBATIR(IMPEDIR) inscripto en la significación de guerra y lo especifican en el aspecto de COMBATIR PLT IMPEDIR, luego en los encadenamientos combatíamos por lo tanto tomábamos las flotas y combatíamos por lo tanto eliminábamos las fronteras: la guerra de los voluntarios es una guerra victoriosa, victoriosa porque las flotas son tomadas y las fronteras, eliminadas.

Las estrofas 6 y 7 explotan, por su parte, la significación de guerra, al especificar su cuasi-bloque DESTRUCCIÓN (TENER CUIDADO) en DESTRUCCIÓN PT NEG. TENER CUIDADO:

Estaban en un torbellino negro, sin embargo levantaban la cabeza...

Había obuses y sin embargo reías

Los voluntarios son héroes: combaten a pesar de su debilidad (véase la estrofa 3), no se protegen a pesar de las destrucciones (estrofas 6-7), y finalmente, como lo narran las dos últimas estrofas del poema (estrofas 8-9), se sacrifican por sus hermanos.

De esta manera, el poema de Hugo describe la guerra de los soldados del año II de dos modos, precisando la significación misma del sustantivo guerra (los cuasi-bloques son especificados según aspectos, los aspectos son concretizados por encadenamientos), y añadiendo nuevos aspectos (DÉBIL SE COMBATIR). Esta confrontación del poema de Hugo con la significación del sustantivo guerra permite igualmente constatar una ausencia, la del aspecto VALIOSO SE DESTRUIDO, significado por guerra, pero no movilizado por Hugo: las violencias de la guerra no constituyen un tema del poema. Insisto en el hecho de que se trata de una observación semántica. La ausencia de las violencias de la guerra se vuelve aquí perceptible, no a través de la comparación del poema de Hugo con lo que se escribía en la misma época, sino por una confrontación de la significación del sustantivo guerra con el empleo que hace Hugo de éste. El análisis léxico demuestra, y hay en esto un resultado importante para el análisis textual, que Hugo no habla de las violencias que la palabra guerra, sin embargo, evoca.

Qué hay de esto en el poema 1815-1915 que dedicó Marc de Larréguy a los Hermanos del Año Quince y que por el eco de esta dedicatoria, la estructura del segundo verso, o incluso la rima entre épopées / équipées, se asocia al de Hugo:

1815-1915

Marc de Larréguy

Yo los vi pasar, cual viles tropas,

¡Oh, soldados del Año Quince, de taciturnas hazañas!

Luego, ¡los seguí! Y en sus frías banderas

¡No sentí soplar ningún viento de epopeya!...

Las sombras de Raffet me obsesionaban sin reposo

¡Con sus orgullosos clarines, sus locos galopes!

La inmortalidad brillaba sobre sus espadas,

¡Y la derrota revestía de heroísmo los oropeles!...

... Un siglo transformó a los humanos en fósiles

Enterrados en pozos cual ganado dócil

¡Encerrado para el matadero de los Titanes modernos!

Lloré, bajo el yugo, por seguir su camino,

¡Oh, Hermanos del Año Quince, y maldigo mi guarida,

Soñando con las explosiones de los granaderos de Antaño!

Diciembre de 1915 (En el frente). 9

Marc de Larréguy no es, por supuesto, Hugo y no pretendo aquí reivindicar su obra. Hay incluso cierta ceguera de su parte al poner estos versos en paralelo con los de Hugo. Señalemos, sin embargo, el carácter profesional de este soneto, a la vez clásico (una misma familia de rimas reagrupa los dos cuartetos en octetos, otra familia de rimas reagrupa los dos tercetos en sextetos), y métricamente creativo. Contrariamente al uso, las rimas compartidas por los dos cuartetos no están dispuestas de la misma manera, de modo que el octeto que conforman puede ser leído como una seguidilla de pareados AB (una rima en o/una rima en é), concluye con un pareado invertido BA (una rima en é/una rima en o). La estructura métrica del octavo verso refuerza este sentimiento de conclusión: mientras que los siete primeros alejandrinos ensamblan dos medidas de seis sílabas (la cesura está en el final del primer hemistiquio), el octavo verso no se descompone en dos medidas de seis sílabas (*et la défaite héro... ïsait les oripeaux),10 sino en tres medidas de cuatro sílabas (et la défaite-héroïsait-les oripeaux) (Cornulier, 1995). Presentado en el prefacio de Romain Rolland como un "lamartiniano puro", Marc de Larréguy es sin embargo un poeta de principios del siglo XX. Lo que toma de Lamartine no es su métrica sino su compromiso. Escribe entre los "verdaderos combatientes" y la advertencia que ubica antes de sus poemas explica sus elecciones: intenta luchar contra "el más criminal de los patriotismos" al reflejar "la exacta psicología del soldado durante esta guerra".

Al oponer 1815 con 1915, el título del poema da un sentido al corte métrico que acabamos de ver: el octeto concierne a los soldados de 1815, el sexteto a los de 1915. Esta primera lectura del poema no es la única; también es posible una segunda, relativa esta vez al "yo" cuya historia no sigue la estructura del octeto y del sexteto: la estrofa 1 nos cuenta su entrada en la guerra, la estrofa 2 nos habla de sus sueños sobre los soldados de 1815, la estrofa 3 nos muestra su cólera ante la situación de los soldados de 1915. La cuarta estrofa se muestra entonces como un resumen de esta segunda lectura: Lloré, bajo el yugo, por seguir su camino (estrofa 1), ¡Oh, hermanos del año Quince! y maldigo mi guarida (estrofa 3), Soñando con las explosiones de los granaderos de antaño (estrofa 2). Entre una y otra lectura, ciertas expresiones pueden cambiar de sentido. Así, el yo los vi con el cual comienza el poema atribuye al "yo", en la segunda lectura, la propiedad de haber visto a los soldados del año XV, pero constituye, en la primera lectura, una marca enunciativa del hecho de que el locutor habla con el tono de un testigo (Lescano, 2009). La primera lectura es la que me propongo desarrollar aquí. Veremos que, sin utilizar la palabra guerra, Larréguy moviliza esquemas argumentativos que conciernen su significación: moviliza algunos de ellos y otros no.

El octeto se refiere a los soldados de 1815. El yo los vi es enunciativo y los dos primeros versos comunican el contenido [Yo los vi pasar, cual viles tropas, ¡Oh, soldados del Año Quince, de taciturnas hazañas!]. Contrariamente a la guerra de los soldados del año II, la de los soldados del año XV está perdida: los lectores franceses reconocen en 1815 la fecha de la derrota de Waterloo, la expresión viles tropas recuerda el verso de Hugo ayer la gran armada y ahora tropa -Marc de Larréguy, en la guerra, escribe con toda su cultura-, y, finalmente, el adjetivo taciturna sugiere la derrota. Se expresa COMBATIR SE NEG IMPEDIR, se evoca el encadenamiento:

ustedes combatieron, sin embargo no impidieron la victoria del enemigo

Los soldados de 1815 aún comparten, sin embargo, el heroísmo de los soldados del año II. Vestidos de oropeles (DÉBIL SE COMBATIR), van en locos galopes (DESTRUCCIÓN SE NEG. TENER CUIDADO). Aunque la victoria ya no esté, el heroísmo persiste.

No sucede lo mismo en 1915. Los soldados descriptos en el sexteto se esconden en guaridas (DESTRUCCIÓN PLT TENER CUIDADO) y, mientras que los soldados del año II se sacrificaban, los soldados de 1915, bajo el yugo (Y ESTÁ OBLIGADO A HACER P PLT Y HACE P), encerrados para el matadero (HACER P ES PENOSO SE Y HACE P), son sacrificados. Ya no hay más heroísmo, y tampoco movimiento: los soldados de Hugo iban; los soldados de 1815 galopaban; los de 1915 son fósiles. (¿Habrá que inscribir este ir, del que son privados los soldados de 1915, en la significación misma de guerra? De esta cuestión deberá ocuparse un estudio completo de la palabra guerra).

Finalmente, si el poema de Larréguy utiliza los esquemas argumentativos significados por guerra, hay algunos de ellos (por ejemplo VALIOSO SE DESTRUIDO) que no moviliza: 1815-1915 no habla de las violencias de la guerra. Pero la comparación con el poema de Hugo, evocada por el poema mismo de Larréguy, acentúa estas ausencias: 1815-1915 no habla de las violencias de la guerra (VALIOSO SE DESTRUIDO); más aún, 1815-1915 no habla del objetivo de la guerra. Mientras que Hugo comienza con la mención de la amenaza de los reyes, nada se dice del objetivo de los soldados de 1915. Esta ausencia en el poema 1815-1915 es sustituida ya en el título del poema siguiente -¿Por qué?- por una pregunta:

¡Lo juro por todos ustedes, lúgubres cadáveres!

Nunca olvidaré sus taciturnas bocas abiertas

En un mudo porqué de reproche impotente...

(Marc de Larréguy, « Pourquoi? », La Muse de Sang)

Esta pregunta, a su vez, se transforma, algunas páginas después, en negación:

Hablo en su nombre, mudos amigos de la tumba,

Que sin cesar aumentan la inútil hecatombe

(Marc de Larréguy, Le drapeau de révolte)

La guerra no tiene finalidad. Los poemas de Larréguy testimonian, dan a conocer, y cuestionan la naturaleza misma del combate:

Pero debo, ¡ay! huir a pesar mío,

Pensando en la Lucha ¡y con cuánto rencor!

Que aquí es la matanza... y allí el Otoño

(Marc de Larréguy, « Tuerie d'automne », La Muse de Sang)

La guerra es un asesinato. Las preguntas del mismo Marc de Larréguy, cuyas notas de servicio revelan que estaba enfermo incluso antes de partir al frente, nos hacen comprenden que él quiso ir a la guerra. Cuál sería la "convulsión moral", la expresión es de Romain Rolland, que debió movilizarlo.

Conclusión

Este estudio se desarrolla en dos momentos: un análisis de la palabra, y un análisis de los textos. Busqué realizar el análisis léxico por medio de dos herramientas: los aspectos argumentativos, herramienta original de la TBS, y los cuasi-bloques. Los cuasi-bloques se constituyen como intermediarios entre los aspectos argumentativos y los bloques semánticos. Representan el núcleo semántico común a dos aspectos, uno normativo, otro transgresivo, de un mismo bloque semántico. En el equilibrio general de la teoría, la función primera de los cuasi-bloques es representar mejor lo que la TBS-estándar describía por "argumentación" de una palabra. El hecho de que la palabra prudente tome a veces el sentido PRUDENTE PLT SEGURIDAD, otras veces el sentido PRUDENTE SE NEG. SEGURIDAD, será así previsto por la inscripción en el interior de la significación de prudente, del cuasi-bloque PRUDENTE(SEGURIDAD) -y no más de dos aspectos PRUDENTE PLT SEGURIDAD y PRUDENTE SE NEG. SEGURIDAD. Del mismo modo, el hecho de que la palabra guerra tome a veces el sentido de COMBATIR PLT IMPEDIR, otras veces el sentido de COMBATIR SE NEG. IMPEDIR, estará previsto en la inscripción en el interior mismo de su significación del cuasi-bloque COMBATIR(IMPEDIR) -y ya no por los dos aspectos COMBATIR PLT IMPEDIR y COMBATIR SE NEG. IMPEDIR. La introducción de la noción de cuasi-bloque tiene dos consecuencias. Ésta pone en evidencia una nueva relación entre expresiones: la relación de "especificación". Podemos en efecto ahora decir que una expresión E1 es "especificada" por otra expresión E2 si E1 da significado al cuasi-bloque Q y si E2 da significado a un aspecto A que tiene a Q por núcleo. De este modo, combatir es especificada por hacer la guerra, pues combatir da significado al cuasi-bloque (AMENAZA)COMBATIR y hacer la guerra da significado a AMENAZA PLT COMBATIR. Igualmente, guerra es especificado por guerra victoriosa, pues guerra da significado al cuasi-bloque COMBATIR(IMPEDIR) y guerra victoriosa da significado a COMBATIR PLT IMPEDIR. Quedan por hacer numerosos estudios para estudiar el rol de esta noción de cuasi-bloque, por ejemplo en la definición de la paradoja lingüística. Paso al segundo punto.

¿Qué puede esperar el análisis textual del análisis de las palabras? Por supuesto, los textos están compuestos de palabras, y establecer el sentido de las palabras no podría más que ayudar a la interpretación de los textos. Pero eso, lo sabemos, es un proyecto imposible: ¿cómo imaginar una descripción de las trescientas palabras de Ô soldats de l'an deux? El análisis argumentativo aquí presentado propone limitar el análisis sólo a ciertas palabras: no las palabras más frecuentes -la palabra guerra interviene una sola vez en el poema de Hugo y no interviene en el de Larréguy- sino las palabras cuya significación, según quien interpreta, estructuran el texto. Puesto que las palabras están asociadas por la Teoría de los Bloques Semánticos a esquemas argumentativos, es entonces posible demostrar cómo el texto se organiza en torno a estos esquemas: los concretiza, les añade otros y, por último -y éste sea quizá el resultado más inesperado del estudio expuesto- olvida algunos de ellos.

Referencias

Aragon, L. ([1963] 2002). Le fou d'Elsa. París : Gallimard. [ Links ]

Bally, Ch. ([1944] 1965). Linguistique générale et linguistique française. Francke et Verlag: Berna. [ Links ]

Campa, L. (2011). Poètes de la Grande Guerre. Expérience combattante et activité poétique París: Classiques Garnier. [ Links ]

Cornulier, B. (1995). Art Poétique. Notions et problèmes de métrique. Lyon: Presses Universitaires de Lyon. [ Links ]

Ducrot, O. (1995). «Les modificateurs déréalisants», Journal of Pragmatics, vol 24, núm. 1-2, pp. 145-165. [ Links ]

Cadiot, P. et Fr. Nemo (1997). « Pour une sémiogénèse du nom », Langue Française, núm. 113, pp. 24-34. [ Links ]

Hugo, V. ([1853] 1999). Les Châtiments. París: Flammarion. [ Links ]

Larréguy, M. (1926). La Muse de Sang. París: Librairie du Travail. [ Links ]

Lescano, A. (2009). « Pour une étude du ton ». Langue française, núm. 164, pp. 45-60. [ Links ]

Schulz, P. (2004). Description critique du concept traditionnel de « métaphore », Peter Lang : Berna. [ Links ]

*Traducción de Mariana de Cabo y Estefanía Montecchio.

1Agradezco a Antoine Carel, Dinah Ribard y Emmanuel Saint-Fuscien por las numerosas conversaciones que tuvimos en torno a los poemas de Marc de Larréguy.

2Agradezco a Lucie Conjard por este ejemplo.

3« Ô feu qui prends aux Rois dans leur étable » [N. del T.].

4Dos aspectos son "conversos" si son del tipo X CONECTOR Y y X CONECTOR' NEG. Y.

5Dos aspectos son "transpuestos" si son del tipo X CONECTOR Y y NEG. X CONECTOR' Y.

6« Tu mugissais ainsi sous ces roches profondes, /Ainsi tu te brisais sur leurs flancs déchirés » [N. del T.].

7« Que de piètres repos et de marches hâtives, / Dans la nuit noire... avec l'espérance, furtive, / D'une aurore de Paix qui recule toujours » [N. del T.].

8Ver poema en su lengua original en el Anexo [N. del T.].

9Véase el poema en su lengua original en el Anexo [N. del T.].

10"¡Y la derrota revestía de heroísmo los oropeles!..." [N. del T.].

Agradecemos a Dominique Bertolotti la traducción al francés del resumen.

Anexo

Ô soldats de l'an deux !

Ô soldats de l'an deux ! ô guerres ! épopées !

Contre les rois tirant ensemble leurs épées,

Prussiens, Autrichiens,

Contre toutes les Tyrs et toutes les Sodomes,

Contre le czar du nord, contre ce chasseur d'hommes

Suivi de tous ses chiens,

Contre toute l'Europe avec ses capitaines,

Avec ses fantassins couvrant au loin les plaines,

Avec ses cavaliers,

Tout entière debout comme une hydre vivante,

Ils chantaient, ils allaient, l'âme sans épouvante

Et les pieds sans souliers !

Au levant, au couchant, partout, au sud, au pôle,

Avec de vieux fusils sonnant sur leur épaule,

Passant torrents et monts,

Sans repos, sans sommeil, coudes percés, sans vivres,

Ils allaient, fiers, joyeux, et soufflant dans des cuivres

Ainsi que des démons !

La Liberté sublime emplissait leurs pensées.

Flottes prises d'assaut, frontières effacées

Sous leur pas souverain,

Ô France, tous les jours, c'était quelque prodige,

Chocs, rencontres, combats ; et Joubert sur l'Adige,

Et Marceau sur le Rhin !

On battait l'avant-garde, on culbutait le centre ;

Dans la pluie et la neige et de l'eau jusqu'au ventre,

On allait ! en avant !

Et l'un offrait la paix, et l'autre ouvrait ses portes,

Et les trônes, roulant comme des feuilles mortes,

Se dispersaient au vent !

Oh ! que vous étiez grands au milieu des mêlées,

Soldats ! L'oeil plein d'éclairs, faces échevelées

Dans le noir tourbillon,

Ils rayonnaient, debout, ardents, dressant la tête ;

Et comme les lions aspirent la tempête

Quand souffle l'aquilon,

Eux, dans l'emportement de leurs luttes épiques,

Ivres, ils savouraient tous les bruits héroïques,

Le fer heurtant le fer,

La Marseillaise ailée et volant dans les balles,

Les tambours, les obus, les bombes, les cymbales,

Et ton rire, ô Kléber !

La Révolution leur criait : - Volontaires,

Mourez pour délivrer tous les peuples vos frères ! -

Contents, ils disaient oui.

- Allez, mes vieux soldats, mes généraux imberbes !

Et l'on voyait marcher ces va-nu-pieds superbes

Sur le monde ébloui !

La tristesse et la peur leur étaient inconnues.

Ils eussent, sans nul doute, escaladé les nues

Si ces audacieux,

En retournant les yeux dans leur course olympique,

Avaient vu derrière eux la grande République

Montrant du doigt les cieux !...

Victor Hugo

1815-1915

Je vous ai vu passer, comme de vils troupeaux,

O soldats de l'An Quinze aux mornes équipées !

Puis, je vous ai suivis ! et dans vos froids drapeaux

Je n'ai senti souffler aucun vent d'épopée !...

Des ombres de Raffet m'obsédaient sans repos

Avec leurs fiers clairons, leurs folles galopées !

Une immortalité luisait sur leurs épées,

Et la défaite héroïsait les oripeaux !...

...Un siècle a transformé les humains en fossiles

Enterrés dans des trous comme un bétail docile

Parqué pour l'abattoir des modernes Titans !

J'ai pleuré, sous le joug, de suivre votre ornière,

O Frères de l'An Quinze, et maudis ma tanière,

En rêvant aux exploits des grenadiers d'Antan !

Décembre 1915 (Au front)

Marc de Larréguy

**

Profesora e investigadora en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (EHESS), 190 avenue de France, 75013 París, Francia. Tel : + 33 (1) 49 54 23 38. Correo electrónico: carel@ehess.fr

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